Ayer conocí al presidente de la Real. Ayer crucé unas palabras por primera vez con Iñaki Badiola. Y la impresión fue muy buena. Le saludé en el descanso del partido. Le conté que era ya la quinta vez que viajaba para ver a la Real esta temporada, que venía desde Madrid, que en su día fundé una Peña y que hoy tengo este blog. Y me escuchó con atención y con interés. Me gustó su actitud hacia mí. No rehuyó la conversación con alguien a quien no conocía y lo primero que me dijo que me encantó: "Trátame de tú". Utilizo el usted cuando no conozco a alguien porque hay gente que se toma a mal que no le des ese trato. Pero no me gusta usarlo. Me gusta la familiaridad y la cercanía del tuteo. Iñaki Badiola me lo ofreció y me escuchó. Me gustó, la verdad es que me gustó...
Charlar unos momentos con el presidente de la Real (que no dudó en decirme que subimos "seguro", con la misma confianza con la que lo proclama en los medios de comunicación) es una de las ventajas de haber visto el partido desde el palco del Carlos Belmonte, una experiencia en la que también debuté. ¡Qué gozada (por utilizar la misma expresión que tanto le gusta a Badiola) el trato de la directiva del Albacete! No llevan mucho en el cargo y se han encontrado serios problemas económicos y directivos. Son buena gente y reciben a todo el mundo con los brazos abiertos. Ojalá tengan suerte y el Alba no baje a Segunda B. Lo tiene difícil, pero no imposible.
Albacete, su estadio y su gente son otro motivo por los que no me gustaría que bajara el equipo. Es la segunda vez que voy y es la segunda vez que vuelvo encantado. El trato es magnífico y se puede animar a la Real con total libertad. Sí, hay cuatro energúmenos que mezclan deporte y política con un desconocimiento absurdo, pero en general es una ciudad maravillosamente acogedora con la Real y sus gentes. Es muy fácil ver camisetas txuri urdin por las calles durante todo el día, por el centro de la ciudad y en las cercanías del estadio. Y el club tuvo la deferencia de poner las entradas para la afición visitante a diez y quince euros, facilitando que se acercara mucha gente. ¡Qué gozada!
Y el respeto a la Real era absoluto. Va a ser verdad que ahora metemos miedo... "Si les dejamos tocar, no tenemos nada que hacer", decía un portero antes de que empezara el partido. "Qué diferencia de juego", decía un aficionado durante el partido, ya en el mismo palco, comparando a su equipo con el txuri urdin. "Con lo que ha jugado en la primera parte, que nos han barrido, y qué forma de complicarse el partido", dijo otro (al que, por cierto, no le gustó esta camiseta de la Real...) al ver la expulsión de Mikel González. La Real deja huella allí por donde va. No hay más que ver la foto del equipo. Tres críos vestidos de txuri urdin se inmortalizaron con la Real. Sólo uno con el Albacete. Pero que tengan suerte los manchegos. Ojalá que la próxima vez que vuelva sea en Primera.
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