viernes, junio 28, 2013

Resúmenes clásicos de la Real en Youtube

Antes de que acabe 2013, Corazón Txuri Urdin cumplirá siete años de vida. Los que conocéis este humilde rincón desde hace tiempo sabéis que una de mis debilidades es la historia de la Real. Me encanta tirar de hemeroteca para elaborar artículos, recordar partidos históricos, repasar la biografía de jugadores realistas, rescatar de la memoria goles que dejaron huella y encontrar datos y precedentes curiosos que se pongan de actualidad por cualquier motivo. Desde hace un par de semanas, esa labor de recuperación la he ampliado a Youtube con un canal personal en el que iré subiendo resúmenes de partidos históricos de la Real. La periodicidad será todos los lunes, miércoles y viernes, y los partidos que podréis encontrar allí serán siempre a partir de la temporada 1987-1988, pues esa es la primera que forma parte de mi videoteca, generada en VHS y que ya está en formato digital.

El detonante de la idea fue el fantástico vídeo de los veinte minutos de la celebración del Agur Atotxa que Gorka Reizabal me hizo llegar y que pudisteis ver junto a la última entrada. Compartirlo era para él una ilusión y para mí una enorme satisfacción. A partir de ahí, hay docenas y docenas de partidos que merece la pena recordar por algún motivo. Habrá choques indudablemente vitales en la historia de la Real, grandes goleadas y victorias sonadas, pero también partidos mucho más pequeños que forman parte de nuestra memoria como aficionados realistas. Porque esa gran historia que tiene la Real se construye también con triunfos ante el Sporting, el Tenerife, el Deportivo o el Sevilla, no siempre en las grandes fechas que todos recordamos ante Real Madrid, Barcelona o Athletic de Bilbao. Habrá de todo y con todo espero que disfrutéis. Por supuesto, si hay sugerencias, tanto aquí en el blog, como en la propia cuenta de Youtube o en la de Twitter que mantengo con mi nombre (@Juanr81) será para mí un placer satisfacerlas, poco a poco y alternando partidos de diferentes temporadas. Porque la Real la hacemos entre todos y todos tenemos en la memoria días que la mayoría no recordarán.

viernes, junio 21, 2013

Veinte años del 'Agur Atotxa', por Gorka Reizabal

(Nota: Una vez más, tengo el honor en Corazón Txuri Urdin de dar paso a un texto escrito por un realista muy especial, Gorka Reizabal, el gran periodista que durante muchos años, incluyendo los más felices de la historia realista, que acompañó a nuestro equipo con su voz y sus palabras a través de la prensa, la radio y la televisión. Disfrutad con estos sus recuerdos de una noche inolvidable de la que se van a cumplir 20 años, la noche del Agur Atotxa. Y disfrutad con unas imágenes formidables que algunos afortunados viviríais en directo y otros, simplemente, las podemos tener en nuestros corazones)

Este sábado 22 de junio de 2013 se cumple el vigésimo aniversario de la fiesta de despedida del viejo Atotxa, aquel campo a la vez destartalado y maravilloso que durante 80 años fue el hogar de nuestra Real Sociedad. Fue, precisamente, gracias a una publicación humilde y sencilla, denominada El Viejo Atotxa como nos conocimos Juan Rodríguez Millán y yo, Gorka Pato Reizabal, en lo que fue el origen de una bella amistad enraizada en el corazón txuri urdin que ambos compartimos; aunque en el momento del cierre del antiguo campo de fútbol donostiarra aún la vida y el destino no hubieran hecho converger nuestros caminos. Ese feliz encuentro se haría esperar todavía unos años.

No quiero pecar de pretencioso al decir tengo muy grandes y poderosos motivos para recordar aquella tarde en que cayó el telón y Atotxa calló para siempre. Y es que me tocó, entre otras cosas, ser el maestro de ceremonias de aquel programa intenso y extenso, genéricamente llamado Agur Atotxa, para el que se hizo un pin conmemorativo que aquí reproducimos. Todo se fue desarrollando a lo largo de una tarde-noche cargada de intensas emociones. Me acompañaba, como locutora en euskara, mi querida colega de Euskadi Irratia, Arritxu Iribar. Desde una plataforma, una especie de palomar situado sobre la tribuna central, nos tocó a ambos dar paso a los diferentes y variados capítulos que iban completando una fiesta llena de colorido txuri urdin y sones de tamborrada donostiarra por doquier.

Y también tuve el honor de escribir el guión de lo que pienso que fue el momento cumbre de aquella apoteosis nocturna. Se apagaron las luces del viejo estadio y la gente, como en un gran concierto de música, encendió cerillas y mecheros. Atotxa se hizo carne y voz y nos habló a todos. Entonces se produjo la comunión total entre él y los miles de aficionados que abarrotaban la gradas. En unos pocos minutos, Atotxa fue desgranando su historia y la de la Real, que hasta entonces eran una misma cosa, en una narración jalonada por los goles más memorables de esas ocho décadas de historia.

En aquella época, yo trabajaba en la ETB, la televisión vasca, donde me encargaron un vídeo, primero en euskara y luego en castellano, titulado Memorias de Atotxa, que se regaló después a todos los socios realistas. Y así pude guardar como oro en paño y con el audio original, aquella grabación de ese momento en el que el actor Felipe Barandiarán prestaba su aterciopelada voz al octogenario campo de fútbol para que se despidiera de los suyos. Y se la he brindado a Juan para que, a través de Corazón Txuri Urdin, todos juntos podamos revivir aquel momento histórico. Son los últimos minutos de la vida de nuestro viejo Atotxa.

Os aclararé que, como el acto era televisado en directo, hubo que tapar esos minutos con imágenes históricas porque los televisores no podían estar en negro durante más de un cuarto de hora. Y esas imágenes son las que aquí se recogen. Pero en Atotxa la oscuridad era total, salvo las minúsculas luces de mecheros y cerillas. Y por ello, casi os recomiendo que cerréis los ojos para que escuchéis el sonido sin imágenes, de la misma manera que lo hicieron los espectadores dentro de las gradas y tribunas. Así podréis sentir lo mismo. Fijaos en detalles como el momento en que se escucha la narración que del gol de Zamora en Gijón hizo el inolvidable Josean Alkorta. El grito de júbilo es tal que parece que el gol se estuviera volviendo a producir en ese mismo instante. Y también en el último simbólico gol de la historia del estadio marcado por el hijo póstumo de Javier Sagarzazu, uno de los campeones de Copa de Zaragoza, repentinamente fallecido poco después de aquel hito de nuestra historia.

Os invitamos Juan y yo a compartir con nosotros estas emociones fuertes. ¡Viva el viejo Atotxa por siempre en nuestros corazones!

viernes, junio 14, 2013

Por una Real campeona

2012-2013, el equipo de Champions.
Ha llegado el momento de volver a creer con fuerza que la Real puede conseguir un título. Así, sin tapujos y con valentía. La que siempre ha caracterizado, por ejemplo, a Claudio Bravo cada vez que ha hablado de las ambiciones que debiera tener el equipo. El arquero chileno, de hecho, comentó esa posibilidad al finalizar la Liga y antes de marcharse con su selección por última vez esta temporada. Como él, yo soy de los que está convencido de que este equipo no ha tocado techo. Una cuarta posición en la Liga y una eliminación en dieciseisavos de final de la Copa no pueden marcar el tope de lo que puede lograr un equipo en el que juegan el propio Bravo, Iñigo Martínez, Carlos Martínez, Illarramendi, Xabi Prieto, Griezmann, Vela o Agirretxe. Y por eso creo que es hora, por fin, de pensar a lo grande.

No hay que confundir los anhelos y las posibilidades con las obligaciones. Un disparatado debate en torno al relevo en el banquillo ha sido el de las exigencias. ¿Qué se va a pedir a Jagoba Arrasate para superar el cuarto puesto del equipo de Philippe Montanier?, preguntaban algunos. Nada en esos términos. La Real está obligada a competir, a dejarse la vida por su escudo y a rendir acorde a sus capacidades, que en este momento son muchas. Pero nada más. Ser quintos, octavos o décimos la temporada que viene no marca un fracaso en sí mismo (y eso es algo que, por ejemplo, sí se le achacó a Krauss en su segunda temporada, a pesar de que se hizo una UEFA notable y se luchó por la clasificación hasta la penúltima jornada). Las circunstancias mandarán. Lo que sí sería reprochable es que, habiendo volado ya tan alto, se pensara que hasta aquí hemos llegado, que no se puede superar lo conseguido, que ver a Xabi Prieto levantando una copa como capitán es una utopía. No lo es.

¿Razones? Muchas. La primera, la esencial, es que la Real mantendrá a casi toda su plantilla. La base está ahí. Incluso sin pensar en fichajes, que acabarán llegando. Y con varios jugadores infrautilizados por decisiones técnicas (Pardo) o por lesiones (Zurutuza), incluso con lo que hay se pueden tener una relativa tranquilidad. La segunda, que los rivales están viviendo el éxodo de futbolistas al que están abocados por su precaria situación económica (algo que la Real ya ha sorteado durante su purga en Segunda). El Atlético de Madrid ya ha perdido a Falcao, el Sevilla a Jesús Navas, el Málaga a Iturra o Joaquín, el Athletic a Llorente y Amorebieta... y el verano acaba de empezar. Nombres como los de Isco, Mathieu, Soldado y tantos otros sonarán y puede que también cambien de club. Todo lo que no tenga que ver con Barcelona y Real Madrid está en peligro y el más que seguro descenso de nivel en la Liga es una baza a favor de quienes mantienen su poderío, como es el caso de la Real.

1986-1987, la última Real campeona.
Obviamente, pensar en una Liga se antoja prácticamente imposible cuando los dos grandes suman cifras cercanas a los cien puntos. No quiero cerrar esa puerta, porque en el verano de 2002 nadie pensaba en eso y sucedió lo que sucedió, pero es evidente la enorme dificultad de seguir un ritmo de puntuación imposible. Pero esta vez la Real tendrá tres competiciones. Sobra decir que la Copa es, de nuevo, una oportunidad de oro. El equipo txuri urdin entrará en el bombo en octavos de final, con una ronda menos que de costumbre, y su condición de equipo europeo hará que su rival proceda de una categoría inferior. Es hora de acabar con los complejos de la Copa, disputarla a lo grande y buscar, de una vez por todas, el título. Sería bueno escuchar mensajes ilusionantes sobre el torneo del KO por parte del club, de su técnico, de sus capitanes y de su plantilla. No para remontar a equipos de Segunda, como se hizo este año, sino con la ambición para dejar en la historia el título de 1987. 26 años ya son demasiados sin una alegría real en la Copa.

Pero incluso el Viejo Continente abre esa puerta de luchar por un titulo, sea en Champions o en Europa League. Lo primero parece tan utópico como la Liga, aunque la historia abre resquicios. Es verdad que las últimas nueve finales las han disputados equipos campeones de Europa, pero Oporto y Mónaco hace precisamente diez años mostraron el camino. Y si es finalmente la Europa League la competición que disputa la Real (perdiendo la previa de Champions o siendo tercera en su fase de grupos), las posibilidades de ser campeón aumentan. Desde que la Copa de la UEFA o su heredera celebran la final a partido único, ocho de los 32 finalistas fueron españoles. El Atlético de Madrid en dos ocasiones (dos títulos, 2010 y 2012), el Sevilla en otras dos (campeón también en ambas, 2006 y 2007), y el Valencia (campeón en 2004), el Alavés (perdió contra el Liverpool de Westerveld en 2001), el Espanyol (en 2007 cayó ante el Sevilla) y el Athletic (perdió contra el Atlético en 2012) llegaron al último partido. ¿Por qué no la Real? No somos menos que ellos.

Desde que el descenso a Segunda se hizo realidad en 2007, a la Real siempre le ha faltado ambición. El pesimismo cundió durante sus tres años en la categoría de plata, incluso en el tercero a pesar de su dominio durante la temporada. En su regreso a Primera se limitó a considerarse como un equipo que debía defender la categoría, aunque la clasificación decía lo contrario durante los dos primeros tercios de la Liga. Y ya con Montanier en el banquillo Europa fue tabú hasta hace muy pocos meses, incluso en las declaraciones del propio técnico. La Real ya es equipo de Champions, porque la previa ha de asumirse como tal sea cual sea su resultado, porque el rival será de campeonato. Si ya hemos llegado hasta aquí, ¿por qué detenernos? El siguiente paso, llegue cuando llegue, tiene que ser una Real campeona. Hay mimbres para ello. Llamadme loco, pero para mí la cuarta plaza no fue una sorpresa, incluso creía (como Aperribay) que la Real podría haber logrado incluso algo más. Un título es posible. Creamos en ello.

miércoles, junio 12, 2013

¿Cuántos fichajes necesita la Real?

José Ángel, en Anoeta.
Una vez resuelta la incógnita del banquillo, la inquietud del aficionado realista se traslada a la confección de la plantilla que hará frente a la primera temporada con tres competiciones en diez años. Y lo cierto es que aún no se sabe prácticamente nada. Ni siquiera los dos hechos que sí son seguros, los que marcan los contratos ya firmados, parecen definitivos. En primer lugar, José Ángel regresa a la Roma tras finalizar su año de cesión, pero Jokin Aperribay dejó abierta la posibilidad de seguir contando con el jugador. El traspaso se antoja complicado, ya que el equipo italiano pagó cuatro millones y medio de euros al Sporting y la Real no está dispuesta a pagar los tres millones que figuraban en la opción de compra incluida en el contrato de cesión. En segundo lugar, Joseba Llorente regresa a la Real tras su préstamo a Osasuna, pero no parece haber probabilidades de que se quede en el equipo. Obviamente, buscar una salida no quiere decir que se encuentre, con lo que tampoco se puede descartar que llegue a tener número.

La operación salida parece bastante limitada en este verano. La Real cuenta con una plantilla relativamente corta, de 22 jugadores, y todos ellos (hecho ya el cambio de Llorente por José Ángel) tienen contrato en vigor y claúsulas de 30 millones de euros. La Real no negociará por nadie y ningún jugador parece inclinado a abandonar el barco antes de la previa de Champions. El único futbolista que parece en la cuerda floja es Diego Ifrán. Sus números no son los que cabía esperar de un jugador foráneo llamado a ser importante, con 57 partidos jugados, sólo 19 de ellos como titular (16 de 47 con Montanier), y apenas siete goles marcados. Mirando su media anotadora, convierte un gol cada 286 minutos jugados, una cifra muy alejada de los mejores delanteros de los últimos años y de los 172 minutos que tarda en anotar Agirretxe (marca que le coloca muy cerca de la que logró el irlandés Aldridge y por encima de Nihat, Craioveanu o Kovacevic). Veremos si hay ofertas por él o si la Real busca su salida.

Queda como principal incógnita saber cuántos jugadores pretende incorporar la Real y en qué puestos. Aperribay habló de uno o dos, en la prensa se escuchan dos o tres, y sí parece haber coincidencia en los puestos a reforzar. En la portería, parece evidente que no habrá cambios salvo que Zubikarai busque una portería titular que ocupar. En la defensa llega el primer movimiento. La salida de José Ángel obliga a pensar en reforzar el lateral izquierdo. Desde que De la Bella llegó al club en 2009, muchos sectores reclamaron con acierto la llegada de un suplente, algo que no se produjo hasta 2012. En la plantilla hay dos jugadores que han jugado con cierta frecuencia en esa posición, Cadamuro y Mikel González. No sería descabellado que el primero quedara como suplente de De la Bella si no se presenta una buena oportunidad o si no es factible el regreso de José Ángel, pero parece evidente que el lateral izquierdo o un central que pueda jugar en banda tendría que ser uno de los objetivos de la Real.

Ifrán pelea con Martí.
En el centro del campo, y aunque ha habido rumores sobre posibles incorporaciones, en principio no habrá novedades. Illarramendi, Pardo, Markel, Elustondo, Zurutuza y Ros cubrirán el expediente sin problema, sobre todo teniendo en cuenta que dos de ellos estuvieron bastante marginados (Pardo y Ros) y otros dos jugaron menos de lo previsto por lesiones (Elustondo y Zurutuza). En sus primeras declaraciones, Jagoba Arrasate ha deslizado que cuenta con todos, y eso será una noticia espléndida para Ros, cuya presencia en el equipo fue menos que testimonial con Montanier. Parece que también hay coincidencia en señalar que la Real busca un delantero que le haga competencia a Agirretxe, ya que no se cuenta para esa situación ni con Llorente ni con Ifrán. Al uruguayo le queda la opción que tan poco le gusta de jugar en la banda, por lo que su hipotética salida también podría provocar un tercer fichaje, el de un extremo. De esta forma, y sin entrar en la gran cantidad de nombres que han poblado los rumores, se puede deducir que los objetivos del club están entre una y tres incorporaciones. ¿Acierta la Real pensando en esa cifra?

La presión de jugar tres competiciones y la previa de Champions del mes de agosto hacen pensar que la plantilla es corta. Echemos la vista atrás para confrontar los planes actuales con lo que hizo el club hace una década en similares circunstancias. La Real de la temporada 2002-2003 luchó por el campeonato de Liga precisamente con 22 jugadores (eran 23, pero Pikabea no llegó a jugar ni un minuto) y en la siguiente empleó a 25, con una notable participación europea y un triste caminar en el torneo liguero como resultado. Entonces hubo mucho más movimiento en el verano intermedio. Hasta cinco jugadores que tuvieron algún minuto en la 2002-2003 no jugaron en la Liga siguiente: Gurrutxaga, Tayfun, Khokhlov, Pikabea y Llorente, y sí jugaron ocho nuevos: Potillon, Azpilikueta, Alkiza, Lee Chun Soo,  Larrea, Xabi Prieto, Oskitz, Barkero y Mikel Alonso, saliendo cedidos estos dos últimos en el mercado de invierno. Es decir, que aquel año se apostó por tres fichajes que suplían directamente lo que se marchó del primer equipo (un defensa, un centrocampista más defensivo y uno más ofensivo) y hasta seis canteranos.

Así que la participación del Sanse parece esencial para saber qué se tiene que reforzar  ahora en el primer equipo. Los perfiles mencionados (un defensa y un delantero) parecen innegociables y muy necesarios para hacer frente a 38 partidos de Liga, al menos dos de Copa y al menos ocho europeos (la temporada tendrá por tanto un mínimo de 48 partidos, cuando la Real no ha superado los 44 desde la temporada 2008-2009, estando en Segunda; jugó 46 en la 2003-2004). De esa forma, la Real tendría una primera plantilla de 23 jugadores, uno más de los que tuvo para arrancar la temporada de Champions 2003-2004. ¿Suficiente? Si el Sanse da algún fruto, aunque sea para cubrir el expediente, podría ser. Y es que, más que el número de fichajes y aunque parezca una perogrullada, conviene acertar en los que se haga, como Vela y Chory Castro, y que haya entendimiento entre Dirección Deportiva y entrenador, al contrario de lo que sucedió con José Ángel entre Loren y Montanier. Aprieta más el calendario y la previa de Champions que la necesidad de cubrir puestos titulares (el once tipo y sus principales recambios seguirán)La permanencia de los cracks realistas ayuda a no volverse locos y a medir muy bien los pasos a dar.

lunes, junio 10, 2013

De la Real de Segunda a la Real de Champions



Trece jugadores de la plantilla de la Real 2012-2013 que se ha clasificado para la previa de la Champions League ya estaban en la temporada 2009-2010, la del ascenso a Primera. Ocho de los que forman el equipo ideal de esta gran Liga estuvieron en la pelea por regresar a la máxima categoría del fútbol español. Y seis de esos ocho ya formaron parte de ese once tipo durante la última de las tres temporadas que el conjunto txuri urdin estuvo en Segunda División. Esta no es, en absoluto, una cuestión menor, aunque haya quedado en un segundo o tercer plano en casi todos los análisis que se han hecho de la espectacular campaña de la Real, sin duda de todos los que se han hecho desde fuera del entorno realista. Y no lo es porque evidencia que durante estos años hemos tenido una joya que se ha ido puliendo poco a poco sin que, en realidad, mucha gente lo estuviera viendo.

Bravo, Carlos Martínez, Mikel González, De la Bella, Xabi Prieto y Griezmann son los seis que están en ambos onces. En el equipo ideal de esta campaña se suman Markel y Agirretxe. Y de aquella plantilla en Segunda hay que añadir a Zubikarai, Elustondo, Estrada Ansotegi y Zurutuza, siendo estos dos últimos además integrantes del once ideal de la temporada del ascenso (también Estrada, que se repartió los minutos con Charly). Lo primero que cabe deducir de estos datos es, como decía, que la calidad siempre ha estado ahí. Si son buenos ahora, algo de calidad ya tendrían hace cuatro años. Y, al mismo tiempo, se puede decir sin temor a equivocarse que, en general, al equipo no se le ha dado, desde todos los estamentos que componemos la Real, la confianza que merecía esa calidad. Es un mal que azota habitualmente a la Real, tanto en el análisis como en los pronósticos y, a pesar de los magníficos resultados de hace sólo unas pocas semanas, está sucediendo ahora mismo con el nombramiento de Jagoba Arrasate. Nada nuevo, ha sucedido en todos los años recientes.

El once en Segunda, 2009-2010, contra el Levante.
Cuando Martín Lasarte cogió el equipo en Segunda, el ánimo estaba por los suelos. Pocos pensaban que el ascenso se iba a lograr con la contundencia con la que se hizo, logrando la Real el título de Segunda, y todo nació de la confianza que dio aquel gran triunfo en Soria. Y pocos apostaban por la calidad de algunos de sus jugadores. Le sucedió a los mejores, como Xabi Prieto, a quien siempre se ha infravalorado por su carácter; a los canteranos, como Carlos Martínez, de cuya calidad siempre se ha dudado en términos generales; y a los fichajes, porque casi nadie consideró precisamente ilusionantes a De la Bella por venir rebotado de varios filiales o a Carlos Bueno, por la forma en que llegó al equipo, tarde y fuera de forma. Sucedió lo mismo en Primera, cuando se han frenado las ilusiones por llegar a Europa de forma sistemática, con posibilidades reales y equipo para ello. En las tres temporadas, la de Lasarte y las dos de Montanier, incluso en ésta, con palabras del propio entrenador francés en ese sentido.

Otra de las razones del éxito es que el equipo ideal ha ido progresando de forma natural. La irrupción de Iñigo Martínez provocó la suplencia de Ansotegi y la marcha de Labaka. La de Illarramendi sirve para explicar la salida de Diego Rivas y la retirada de Aranburu casi por igual. La eclosión de Agirretxe suplió a tres delanteros que sólo estuvieron un año en el equipo (Bueno, Tamudo y Llorente, aunque éste sigue con contrato en vigor). El cambio de posición de Xabi Prieto abre el hueco a Vela en un lugar mucho más adecuado para sus características y suple las ausencias por lesión de Zurutuza. No hay grandes traumas en el desarrollo del once tipo, a pesar de que mediática y socialmente sí ha habido muchas polémicas, debates e informaciones en torno a los protagonistas de esos cambios, como el ninguneo a Pardo, la lesión de Llorente, la no renovación de Rivas o la retirada de Aranburu. Y esa naturalidad obedece a un claro modelo: mayoría de cantera y fichajes de calidad. Iñigo, Illarra, Markel, Vela y Agirretxe, los cinco jugadores que completan el once tipo junto a los seis que formaron el del último año en Segunda responden a ese modelo.

Que la Real haya llegado a Champions no es una casualidad y me atrevo a decir que seguramente tampoco será flor de un día. Es consecuencia de ir puliendo los detalles y los defectos. Pero sobre todo de la confianza. Confiar en lo que hace grande a la Real es el camino al éxito. La evolución de estos cuatro años, los que han pasado entre el gozoso camino de Segunda a Primera y el regreso a las competiciones europeas muestra que lo que más añoraba el equipo txuri urdin era la confianza y tenerla ha supuesto un espaldarazo que no se sentía desde hace diez años. Por supuesto, tener fútbol en las botas es esencial siempre, pero con confianza la Real siempre ha llegado más lejos. ¿Otro detalle que ha pasado desapercibido y que lo demuestra? En el vídeo de la celebración que hizo público la Real, ya famoso por la conga de Montanier, se escucha al presidente, Jokin Aperribay, decir a sus jugadores que le deben una cena porque les había dicho que la Real sería tercera. Él lo vio. No era el único, pero sí uno de los pocos. Confianza, sí.

sábado, junio 08, 2013

¿Qué hubieran dicho las redes sociales del nombramiento de Olabe?

Roberto Olabe, técnico en la temporada 2001-2002.
"Banquillo. Lo ha cambiado de cuajo el Consejo y tras su arriesgada a la vez que valiente decisión sólo queda apoyar a quienes han aceptado el compromiso de intentar mantener a la Real en la categoría de los grandes. Siempre estarán las comparaciones, pero será un debate estéril, porque nunca sabremos si con el anterior técnico el partido de ayer hubiera sido igual". Aunque casi podría pensarse que estas impresiones son actuales, Tito Irazusta escribía estas líneas en El Diario Vasco del día 18 de marzo de 2002, horas después del primer partido de Roberto Olabe en el banquillo de la Real. El Consejo presidido por José Luis Astiazarán decidió cesar a John Toshack tras caer el equipo txuri urdin en Anoeta por 0-2, un resultado que dio con los huesos realistas en la penúltima posición de la tabla. Y el reto de Olabe era ganar nada menos que cinco de los nueve partidos que quedaban para el final de la Liga para salvar a la Real. Los ganó, incluyendo un 3-0 al Real Madrid que después sería campeón de Europa. Y empató otros dos. Y la Real se salvó, cerrando la antesala del equipo que un año después logró el subcampeonato.

No pretendo con este recordatorio equiparar el caso de Olabe con el de Jagoba Arrasate, nuevo entrenador de la Real, aunque la comparación, como con cualquier otro técnico joven de la casa que en su día pasara al primer equipo (Ormaetxea llegó con 39 años, Salva Iriarte con 42, por citar casos en la memoria de todos) puede hacerse. De hecho, el salto de Olabe, con la misma edad que el nuevo entrenador de la Real, 35 años, fue aún más vertiginoso que el de Arrasate, porque el ex portero sólo tenía experiencia como técnico en el equipo juvenil, en el que estuvo tres años, y asumió la dirección del primer equipo incluso sin tener el pertinente carnet de entrenador, que aportó Jesús Mari Zamora como su segundo. Lo que sí digo, desde la más completa convicción, es que su inexperiencia en la élite no me convence como argumento para rechazar el nombramiento de Jagoba Arrasate, del mismo modo en el que la juventud no es algo que descalifique a un jugador u obligue a dosificarle. Hay futbolistas que con 17 años están más que preparados para jugar en la élite y otros que no. No veo por qué con un entrenador tiene que ser diferente.

Lo que sí me preguntó, cayendo en la comparación de la que hablaba, es qué hubieran dicho de la elección de Olabe las entonces inexistentes redes sociales, hoy motor de la opinión pública. Seguramente las críticas habrían surgido con el anuncio, alertando de la temeridad de dar el mando a un técnico tan joven y con tan poca experiencia, al igual que se habría visto el apoyo incondicional incluso de gente que desconociera la formación, la trayectoria o la capacidad del nuevo técnico. Es lo que está pasando con Jagoba Arrasate. Y la razón es obvia: no le conocemos. Pero como esto es fútbol, y por mucho que sea un baremo que está lejos de convencerme, todo dependerá de lo que pase con el dichoso balón. Si entra, la gente se olvidará mayoritariamente de las críticas. La Real de Olabe arrancó con dos victorias seguidas, 1-0 al Espanyol y 0-2 al Mallorca, con un gran fútbol. Seguro que ahí las críticas ya habrían sido menores en las redes sociales. Seguro que al perder 4-0 en Valencia o 3-0 ante el Betis regresaron. Y seguro que desaparecieron casi por completo con la goleada al Real Madrid y con el 1-3 en Valladolid que certificó la salvación.

Presentación de Jagoba Arrasate.
Esa situación describe a la perfección lo que ha sucedido con Philippe Montanier, calamitoso por ejemplo en su gestión de los partidos hasta el final aunque gracias a los buenos resultados consiguiera que cada crítica, por razonada que estuviera, pareciera casi una ofensa personal o un atentado al realismo. En lo que de él depende, Jagoba Arrasate ha arrancado bien su trayectoria como entrenador de la Real. Se le ve seguro en el discurso y en el ánimo. Casi nada de lo que ha dicho en su presentación ante los medios ha estado fuera de lugar, todo ha sido bien medido y no se ha metido en ningún jardín. Asume las dudas que pueda tener el aficionado y replica con confianza en sí mismo. Pero ahora queda que entre en el balón en la portería rival. No sé si la previa de Champions League es a estas alturas una ventaja o un inconveniente. Incluso aunque el sorteo de comienzos de agosto no sea benévolo, caer derrotados en una eliminatoria que sin duda será complicada será entendido desde algunos sectores como consecuencia de una elección temeraria para el banquillo. ¿Pero y si la Real pasa a la fase de grupos? Será interesante ver cómo sucede y cómo se explica.

Aún seguimos sin saber mucho sobre Jagoba Arrasate más allá de su historial y de su talante ante los medios. Evidentemente, las críticas son libres y entendibles. Quien crea que no se debe apostar por un técnico sin experiencia o quien crea que estar en Champions agrava esa situación debe decirlo. ¿Pero y si resulta que Arrasate es un buen entrenador? ¿Acaso no es un riesgo similar traer a alguien de fuera, por contrastado que sea , que, sin conocer a la plantilla, crea que hace falta traer un box to box? ¿O que pida  (y me acuerdo de Lotina) traer a cuatro jugadores de fuera que no le llegan a la altura de los tacos a cualquier chaval de Azpeitia? Tiempo al tiempo. Arrasate demostrará sobre el campo si la decisión ha sido acertada o equivocada, aunque el aval de los jugadores (ojo, más técnico que personal) es ya un buen punto de partida, más allá de la confianza que despierte la elección del Consejo y la Dirección Deportiva en cada aficionado. Arrasate tiene toda una pretemporada para demostrar qué Real nos quiere ofrecer y la previa de Champions como prueba de fuego. A mí, de momento, no me disgusta el paso dado por el club.

miércoles, junio 05, 2013

RESUMEN DE LA TEMPORADA 2012-2013 (y 6) Detalles

Contra el Valencia se tocó ya la Champions.
· Vuelta a Europa
La Real se clasificó para competiciones europeas por decimocuarta vez en su historia, siendo la decimotercera ocasión que llega al Viejo Continente por sus méritos en la Liga. Hacía diez años que no lograba plaza europea a través de la competición de la regularidad, y fue precisamente su primera participación en la Champions. La certificación europea llegó con tres jornadas todavía por disputarse. En realidad, a la Real le quedaban cuatro choques por disputar, porque fueron los resultados del fin de semana los que certificaron su clasificación antes incluso de disputarse en lunes su duelo de la jornada 35 ante el Granada. En total, el equipo ocupó una de las posiciones que daba derecho a jugar en Europa en 18 de las 38 jornadas que duró el campeonato, diez de ellas en la cuarta plaza que abre la puerta de la Champions y que consiguió finalmente con su triunfo en la jornada 38 en Riazor. Curiosamente, el equipo comenzó la temporada en la última posición, después del 5-1 que encajó en el Camp Nou.

Carlos Martínez marcó al Getafe.
· Séptima mejor clasificación de la historia
Por puesto, esta ha sido la séptima mejor temporada de la historia de la Real. Esta cuarta posición en la tabla sólo fue superada en los dos títulos de las temporadas 1980-1981 y 1981-1982, los dos subcampeonatos de las campañas 1979-1980 y 2002-2003, y los dos terceros puestos de las Ligas 1930-1931 y 1997-1998. El mismo cuarto puesto lo alcanzó el equipo txuri urdin en las campañas 1973-1974, 1974-1975 y 1978-1979. Como ya sucedió la pasada temporada, la Real cosechó la mejor puntuación desde el subcampeonato de 2003. Entonces logró 76 puntos, una marca que sigue siendo la mejor del equipo txuri urdin desde que se premia la victoria con tres puntos.

Griezmann celebra uno de sus goles al Valladolid.
· 15 jornadas sin perder
La Real de Montanier cayó en la jornada 18 por 4-3 en el Santiago Bernabéu, y a partir de ahí encadenó quince partidos consecutivos sin perder, quedándose lejos de los 32 de la temporada 1979-1980, con Alberto Ormaetxea al frente, y algo más cerca de los 19 que estuvo la de Raynald Denoueix en la temporada 2002-2003 o de los 17 del conjunto de Bernd Krauss en la 1997-1998. En esta 2012-2013, sumó de forma consecutiva nueve victorias (en Anoeta, 3-2 al Barcelona, 3-0 al Mallorca, 4-1 al Valladolid, 4-2 al Málaga y el mismo resultado ante el Valencia; y como visitante 1-2 al Zaragoza, 1-3 al Athletic, 0-1 al Atlético de Madrid y 0-2 al Rayo) y seis empates (como local, 1-1 contra Deportivo y Levante, 3-3 contra el Betis; y como visitante 1-1 ante el Celta, 2-2 contra el Espanyol y 0-0 ante Osasuna).

Desolación culé tras la remontada de la Real.
· El campeón cayó en Anoeta
Desde que la Real bajó a Segunda ha adquirido una bonita costumbre que sólo se rompió el año pasado, la de derrotar a un líder en ejercicio. Sucedió en las tres temporadas en la categoría de plata, y también la del regreso a Primera con el 2-1 al Barcelona. En esta Liga de nuevo fue el Barça el equipo que sucumbió en Anoeta ocupando la primera posición de la tabla. La victoria tiene aún más mérito porque el posteriormente indiscutible campeón había llegado a Anoeta sin haber perdido ninguno de los 19 partidos anteriores y habiendo ganado 18, incluyendo los diez que jugó a domicilio hasta viajar a San Sebastián. Un registro importante que también llevará el nombre de la Real en esta Liga 2012-2013 es que el equipo txuri urdin fue el primero en ganar y en puntuar en el Vicente Calderón. Hasta la jornada 27, en la que un solitario gol de Xabi Prieto dio la victoria a la Real, contaba por victorias sus trece partidos anteriores.

Xabi Prieto celebra con rabia. En Anoeta marcó dos.
· Hat trick de Xabi Prieto en el Bernabéu... y cinco goles al Madrid
Dos registros históricos logró Xabi Prieto ante el Real Madrid. Con sus tres goles en el Bernabéu, se convirtió en el cuarto jugador de la Real en convertir un hat trick en un partido como visitante en Primera División. Antes que él, Bidegain marcó tres goles ante el Madrid en el 6-4 de la temporada 1941-1942, Igoa lo hizo en el 2-4 al Málaga de 1952-1953 y Loren fue el último en conseguirlo en el 1-3 al Betis de la campaña 1987-1988. En Segunda se han visto ocho hat tricks jugando lejos de San Sebastián, eso sí, lejos del récord anotador a domicilio que son los cinco goles de Ontoria en el 0-7 que le endosó la Real al Xerez en la Liga 1947-1948. Xerez también vio al último jugador de la Real en perforar tres veces la portería local como visitante. Fue Abreu en el partido de la temporada 2008-2009. El segundo registro importante de Prieto es que, con los dos goles que le hizo en Anoeta al conjunto madridista, se convirtió en el primer jugador en 65 años que le hacía cinco goles a los blancos en una Liga. Echevarría lo hizo en la temporada 1947-1948 con el Oviedo y en un solo partido, y antes apenas lo habían conseguido Rivero en la 1929-1930 con el Arenas y Pruden en la 1940-1941 con el Atlético Aviación.

La remontada de Mestalla, un 2-5 brutal.
· Seis remontadas completas
La Real de la temporada 2012-2013 es la que más marcadores ha conseguido remontar en toda la historia. Hasta en seis ocasiones recibió primero un gol y acabó ganando el partido, el 2-1 ante el Celta, el 2-5 en Mestalla, el 3-2 al Barcelona, el 1-3 en San Mamés, el 4-2 al Valencia y el 1-2 en el Sánchez Pizjuán. Curioso, si tenemos en cuenta que la Real Montanier, en su primera temporada en el banquillo, no había remontado ningún partido (el 3-2 al Málaga que salvó su cabeza comenzó con un 1-0, aunque el equipo andaluz se puso 1-2 y sí hubo remontada). El anterior récord lo tenía el equipo de la temporada 2002-2003 que se quedó a las puertas del título de Liga, con cinco victorias tras ponerse primero por debajo en el marcador. A este dato, hay que sumar que la Real de Montanier ha sumado un punto en seis encuentros que también empezó perdiendo, ante el Deportivo, Getafe, Betis y Real Madrid en Anoeta y Celta y Espanyol como visitante.

Agirretxe y Vela marcaron ambos en Valencia.
· Agirretxe y Vela, máximos goleadores
Imanol Agirretxe y Carlos Vela han sido los máximos goleadores de la Real esta temporada, anotando 14 goles cada uno. Y ambos goleadores se han complementado a la perfección. Imanol hizo más dobletes, cuatro (Celta, Valencia y Granada en Anoeta, Rayo en Vallecas), por uno de Carlos (Rayo en Anoeta). El mexicano hizo una gran primera vuelta (ocho goles), mientras que el usurbildarra se salió en la segunda (once), y los dos fueron más efectivos jugando como local (diez goles para Vela, ocho para Agirretxe) que a domicilio. Ambos comparten la novena posición del trofeo Pichichi, superados por Messi (45), Cristiano Ronaldo (34), Falcao (28), Negredo (24), Soldado (23), Piti (18), Rubén Castro (18) e Higuaín (16), y empatados con Adúriz. Por minutos y promedio gana Agirretxe, que vio puerta cada 166 minutos, por los 199 de Vela. Además, tres goles del mexicano fueron desde el punto de penalti. Atendiendo a las actas arbitrales, siempre sorprendentes, Agirretxe habría marcado trece goles, pues el primero que hizo ante el Granada se lo anotó Estrada Fernández a Chory Castro, lanzador de la falta que remató el delantero. El gol que Agirretxe marcó en la Copa, en el partido de vuelta ante el Córdoba, también le coloca por delante de Vela en la clasificación de anotadores en la temporada.

Chory celebra su segundo gol al Barça en Anoeta.
· Doce goleadores
Hasta doce jugadores consiguieron al menos un gol en la Liga. Además de los dos máximos goleadores, vieron puerta Griezmann (10, más uno en la Copa), Xabi Prieto (9), Chory Castro (6), Iñigo Martínez (4), De la Bella (3), Ifrán (2), Mikel González (2), Zurutuza (2), Carlos Martínez (1) y Elustondo (1). Completan la lista dos goles en propia puerta, los que se marcaron Javi López, del Espanyol, y Rakitic, del Sevilla, en el Sánchez Pizjuán. Se da la circunstancia de que tres jugadores realistas llegaron a los diez goles en Liga, algo que no sucedía desde la temporada 1987-1988, cuando Bakero hizo 17, Loren 12 y Zamora 10. Y otro dato muy a tener en cuenta: la defensa de la Real fue la más goleadora del campeonato junto a la del Fútbol Club Barcelona. En el caso del equipo txuri urdin cuenta el gol de Elustondo, que lo marcó jugando como central en Balaídos.

Celebrando uno de los goles al Valencia.
· La Real, el tercer máximo goleador de la Liga
La Real fue el tercer equipo más goleador de la Liga con 70 tantos, sólo por detrás de los dos de siempre, que superaron el centenar, 115 el Barcelona y 103 el Real Madrid. 41 los marcaron los realistas en Anoeta y 29 lejos de su propio estadio. La media es de 1,84 goles por partido, y los jugadores realistas sólo se quedaron sin marcar en siete de los 38 partidos de la Liga partidos. En Anoeta no marcó ante Atlético de Madrid (0-1), Espanyol (0-1) y Osasuna (0-0), y los campos que no vieron goles de la Real fueron el Iberostar de Mallorca (1-0), el Benito Villamarín de Sevilla (2-0), Los Cármenes de Granada (0-0) y el Reyno de Navarra de Pamplona (0-0). Dicho de otra forma, vio puerta nada más y nada menos que en 31 partidos. Es la tercera mejor marca de la Real en toda su historia, después de los 77 que logró en la temporada 1950-1951 y los 72 de la 2002-2003. El caudal ofensivo de la Real se tradujo en que fue el cuarto equipo que más remató a puerta durante el campeonato, con 557 remates, por detrás del Real Madrid (706), el Rayo (567) y el Valencia (565). Vela fue el jugador txuri urdin que más veces lo intentó, en 102 ocasiones, siendo el octavo jugador de la Liga en esta clasificación dominada por Cristiano Ronaldo y Messi.

Bravo, en el Vicente Calderón.
· El cuarto que menos goles encajó
Los 49 goles que encajó la Real hicieron del equipo txuri urdin el cuarto que menos veces tuvo que recoger el balón del interior de su portería, por detrás de los tres equipos que le precedieron en la tabla, aunque por otro orden: Real Madrid (42), Barcelona (40) y Atlético de Madrid, el menos goleado con 31. Claudio Bravo, a pesar de perderse siete partidos de Liga, consiguió acabar en la quinta posición del trofeo Zamora, por detrás de Courtois (Atlético de Madrid), Víctor Valdés (Barcelona), Andrés Fernández (Osasuna) y Caballero (Málaga). Encajó 40 goles en 31 partidos, un coeficiente de 1,29 por partido, lejos del 0,70 del guardameta colchonero. Hay un dato significativo que habla del buen trabajo defensivo de la Real, y es que el chileno, apenas fue el decimotercer arquero que más intervenciones tuvo que hacer en la Liga.

El once ideal de Montanier, en Vallecas.
· El once tipo
Hay una coincidencia generalizada en que Philippe Montanier ha tenido un once tipo muy claro, que es el que finalizó la temporada, el que formaron Bravo, Carlos Martínez, Mikel González, Iñigo Martínez, De la Bella, Markel Bergara, Illarramendi, Vela, Xabi Prieto, Griezmann y Agirretxe. Curiosamente, este once sólo ha salido de inicio en tres partidos de la temporada, todos ellos además lejos de Anoeta, aunque quedara claro que era el preferido por el técnico cuando ha tenido capacidad para elegir. Este once no lo alineó Montanier hasta la jornada 23, en Zaragoza (1-2), y lo repitió en Vallecas (0-2) y en Riazor (0-1). Tres partidos, tres victorias. Éstos son, además, los once jugadores que más minutos disputaron en toda la plantilla, no sólo en sus puestos.

De la Bella, en el Vicente Calderón.
· De la Bella, el jugador con más minutos
La Real se había acostumbrado a que fuera su portero, Claudio Bravo, el jugador con más minutos, pero este año se ha roto esa racha gracias a los siete partidos ligueros que se perdió el arquero chileno. De los 22 que llegó a alinear Montanier a lo largo de la temporada, el jugador que lidera este ránking es Alberto de la Bella, indiscutible para el entrenador txuri urdin a lo largo de toda la temporada, titular en 36 partidos, de los cuales 33 los jugó completos, con 3.206 minutos sobre el césped. Sólo se perdió un partido por lesión, otro por sanción y 34 minutos de juego con las tres sustituciones que protagonizó. Otros dos jugadores superaron los 3.000 minutos de juego, hasta alcanzar los 3.060, los de 34 partidos completos. Se trata de los dos centrales, Mikel González e Iñigo Martínez. El que menos jugó fue Javi Ros, con apenas 71 minutos repartidos en seis encuentros. Por delante de él están Cadamuro (192) y José Ángel (240).

Estrada, en el Bernabéu, donde fue expulsado.
· Dos tarjetas rojas
Que esta Real es un equipo sumamente deportivo es algo que ya no sorprende. En esta ocasión, el equipo txuri urdin ha ocupado la tercera posición en la clasificación del Fair Play, gracias a que ha sido el conjunto que menos tarjetas rojas ha visto, una menos que los dos equipos que le preceden, Valladolid y Barcelona, que ha sido el ganador de esta distinción en la temporada 2012-2013. Los dos jugadores realistas expulsados en esta Liga vieron dos tarjetas amarillas. Estrada vio las dos amonestaciones y la consiguiente roja en el Santiago Bernabéu, en la jornada 18, y Markel Bergara en el cierre de la temporada, en Riazor. Sólo Barcelona y Deportivo de la Coruña cometieron menos faltas que la Real en toda la Liga, 446 de los jugadores realistas (11,7 por partido), por 425 de los deportivistas y 399 de los blaugranas. En tarjetas amarillas, la Real cayó a la quinta posición con 96, por detrás del propio Barcelona (58), también líder en este ránking, el Valladolid (80), el Real Madrid (93) y el Málaga (94).

La roja al mallorquinista Márquez.
· Ocho expulsiones consecutivas de un rival
Las actuaciones arbitrales depararon un récord histórico de la Liga española con la Real como protagonista. Nunca antes un equipo había visto la expulsión de un rival durante ocho jornadas consecutivas, y el equipo txuri urdin disfrutó de esa situación entre las jornadas 17 y 24. Consecutivamente fueron expulsados Spahic (Sevilla), Adán (Real Madrid), Evaldo (Deportivo), Piqué (Barcelona), Augusto Fernández (Celta), Márquez (Mallorca), Héctor (Zaragoza) y Karabelas (Levante). Sólo una de estas expulsiones fue por roja directa, la de Adán, portero madridista, que derribó dentro del área a Vela cuando éste le encaraba para marcar gol. El mexicano, de hecho, forzó tres de las expulsiones, ésta ya mencionada, la de Piqué y la de Héctor. Xabi Prieto sacó dos de esas segundas amonestaciones, las de Spahic y Evaldo. Chory Castro hizo lo propio con Karabelas. Augusto Fernández y Márquez vieron la segunda amarilla por tocar el balón con la mano, cortando sendos pases de Illarramendi y Pardo. Fueron injustas las de Evaldo, cuya entrada en un salto no fue en absoluto merecedora de tarjeta, y Márquez, que no toca el balón con la mano. La racha de expulsiones se cortó en San Mamés.

Zurutuza, doliéndose en el Benito Villamarín.
· El segundo equipo que más faltas recibió
Hay quien puso el grito en el cielo ante el dato de los expulsiones a los rivales de la Real, pero quien lo hizo omite un dato esencial para entenderlo: el equipo txuri urdin fue el segundo que más faltas sufrió de todo el campeonato, con 606 (15,95 por partido), sólo por detrás de las 619 del Espanyol y por delante de las 579 del Zaragoza. Entre los quince jugadores más golpeados de Primera hay tres de la Real: Vela (tercer puesto, 93 faltas), Xabi Prieto (décimo puesto, 80 faltas, las mismas curiosamente que Cristiano Ronaldo) e Illarramendi (decimotercer puesto, 73 faltas). Así se entiende mejor que el rival se quedara con diez en tantas ocasiones.

Iñigo Martínez celebra su gol al Zaragoza.
· Mejoría en la estrategia
Uno de los puntos débiles de la Real ha sido la estrategia. En algunos partidos se han desperdiciado hasta una docena de córners sin llegar a crear siquiera el más mínimo peligro. Sin embargo, los números en esta faceta han acabado por ser francamente positivos. La Real consiguió marcar gol en siete jugadas que se iniciaron desde la esquina. Cinco de estos goles se consiguieron en Anoeta, y cuatro de ellos son todos los goles que marcó Iñigo Martínez en la Liga, ante Zaragoza, Betis, Málaga y Valencia. Completa esa lista el gol de Vela también al Málaga. Como visitante, la Real hizo gol tras un córner en dos ocasiones, Griezmann marcó en Valladolid y Mikel González lo hizo en Valencia. Dos de esos tantos llegaron tras saques en corto (Betis y Valencia), y otros dos como consecuencia de rechaces de la jugada (Valladolid y el de Vela al Málaga). Dentro de la estrategia también hay que contar el único que se hizo tras el saque de una falta, uno de los dos que le hizo Agirretxe al Granada en Anoeta.

No hay manera de marcar un gol de falta.
· Los goles de falta siguen resistiéndose
Parece mentira que en esta Real, con el potencial ofensivo que tiene y la calidad técnica individual que atesoran muchos de sus jugadores, todavía no haya sido capaz de ver puerta en lanzamientos de libre directo desde que volvió a Primera División. Son ya más de tres años sin convertir un gol de falta, desde que Bravo protagonizara aquel antológico lanzamiento ante el Nastic que dio la victoria por 1-0 allá por febrero de 2010. Ni siquiera el fichaje de Chory Castro (que la pasada temporada, en la Copa del Rey, le hizo uno precisamente a la Real vistiendo la camiseta del Mallorca) ha servido para estar más cerca del gol en esta suerte. Ifrán, Griezmann o Vela han probado fortuna sin lograrlo. El francés incluso bromeó sobre el tema en una entrevista en la que dijo que Montanier había prometido una cena si caía un gol así. No llegó a pagarla, claro.

Nanizayamo estuvo convocado.
· Ningún debutante del Sanse
Ningún jugador del Sanse ha disputado sus primeros minutos en el primer equipo en esta temporada 2012-2013. Sólo cuatro de ellos se han colado en alguna convocatoria, pero ninguno ha disputado minuto alguno, ni siquiera en la Copa, donde Montanier arrancó apostando por los menos habituales. Royo estuvo convocado en diez partidos, nueve de Liga y uno de Copa; Fuchs en tres, dos de Liga y uno de Copa; y tanto Hervías como Nanizayamo en uno de Liga. Hubo incluso algo de polémica en el caso de Fuchs y Nanizayamo, sobre todo en  lo que se refiere al delantero, que cuando fue requerido por Montanier para completar una lista no había marcado aún ningún tanto con el filial. Desde que se creó el Sanse en 1952, es la tercera temporada en la que no hay ningún debutante con el primer equipo en partido oficial. La primera fue la 1957-1958, con Salvador Artigas como entrenador, y la segunda la 2010-2011, con Martín Lasarte en el banquillo. El último potrillo en debutar fue Rubén Pardo, en octubre de 2011. Desde entonces, han transcurrido 72 partidos sin ningún debut.

Vela lanza y transforma el penalti contra el Zaragoza.
· Siete goles de penalti
Han sido siete los goles de penalti que ha conseguido la Real en esta temporada, con una efectividad del cien por cien y con dos lanzadores. Vela marcó en Anoeta ante Zaragoza, Athletic y Levante, y fuera al Valencia, mientras que Xabi Prieto le hizo un gol desde los once metros al Betis y dos al Real Madrid, uno en el Santiago Bernabéu y otro en Anoeta. El mexicano no ha fallado ningún penalti desde que está en la Real y el donostiarra sólo uno, hace ya seis años y ante el Athletic de Bilbao. Vela forzó cuatro de las siete penas máximas, las que se señalaron ante el Zaragoza, el Valencia, el Real Madrid en el Bernabéu y el Levante, mientras que las otras tres (Athletic, Betis y Real Madrid en Anoeta) llegaron por infracciones de los rivales con la mano. En el área contraria, los tres penaltis señalados a favor de los rivales de la Real también acabaron en gol, todos ellos con Bravo bajo palos. El Levante le marcó dos. Barkero hizo el empate a uno en el partido de la primera vuelta, que acabó con victoria para el equipo valenciano por 2-1, y Michel subió el mismo resultado al marcador en Anoeta, aunque en esa ocasión ya no se movió más el luminoso.

La mejor manera de cerrar San Mamés.
· Victoria en el último derbi en San Mamés
San Mamés cerró para siempre sus puertas con la temporada y el último derbi se lo llevó la Real, como ya hiciera con el último que se jugó en Atotxa en la temporada 1992-1993, 1-0 con gol de Alkiza. La victoria en el campo bilbaíno, una de las remontadas de la temporada, fue por 1-3, con goles de Griezmann, Agirretxe y Vela. Ese triunfo en terreno bilbaíno supuso ganar los dos derbis ligueros por primera vez en 24 años. La última vez había sido en la temporada 1988-1989, 1-0 en Atotxa (gol de Loinaz) y 2-3 en San Mamés (tantos de Carlos Martínez, Zamora y Loren). Los 21 puntos de ventaja que le metió la Real al Athletic en la clasificación final suponen la mayor distancia de la historia, igualada con la que le separó a ambos conjuntos en la temporada del último subcampeonato y de la última clasificación para la Champions, la 2002-2003. Y una racha histórica más que se rompió: la Real no remontaba un derbi en el campo bilbaíno desde la temporada 1953-1954, cuando ganó también por 1-3 (goles de Paz, Canito en propia puerta e Iriondo).

Vela, celebrando el gol 3.000 en Primera.
· Gol 3.000 en Primera División
Carlos Vela entró en la historia de la Real al ser el autor del gol número 3.000 del equipo en Primera División. Con el empate a dos de Cornellá-El Prat de la jornada 29, el conjunto txuri urdin se quedó en los 2.999. El Málaga, en la jornada 30 y en Anoeta, recibiría el histórico gol. Pudo marcarlo Griezmann, pero su disparo se estrelló en el larguero y forzó un córner. En el mismo, Agirretxe remató de cabeza en el segundo palo, obligando a Kameni a realizar una magnífica intervención, pero el rechace le cayó a Vela, que remachó con potencia desde el interior del área pequeña. Gol 3.000, que pasa a formar parte de una ilustre lista de tantos milenarios de la que sólo formaban parte el profesor Mendiluce, que logró el 1.000 en San Mamés en la temporada 1967-1968, y Larrañaga, que logró el 2.000 en Atotxa, ante el Sevilla y en la temporada 1989-1990. Kameni se une a la lista de porteros batidos en estas efemérides, en la que figuraban ya dos leyendas, Iribar y Dassaev.

RESUMEN DE LA TEMPORADA 2012-2013 (5) La afición, superándose cada año

La afición de la Real, maravillosa otra temporada más.
En los años más oscuros de la historia reciente de la Real Sociedad, hubo una coincidencia casi unánime en destacar que uno de los mayores activos del club era su afición. En las horas luminosas que ha tocado vivir esta temporada, el elogio se mantiene. Las gentes realistas, superándose año a año en el nivel de apoyo al equipo, han dado un año más una soberana lección, han estado con la Real en todas y cada una de las situaciones de la campaña y no han provocado el más mínimo incidente en ninguna ciudad. Han sobrevivido a horarios infames, llevando a Anoeta una asistencia media que para sí querrían otros muchos equipos de Primera División cuyos estadios se ven cada semana semivacíos, y ha tenido presencia en todos los campos de la Liga. En esta competición doméstica cada vez más pensada para el espectador televisivo y no para el presencial, lo que ha hecho la afición txuri urdin es memorable.

La temporada, como de costumbre, ha dejado imágenes inolvidables. La de Vallecas fue la más significativa por muchas razones, con un desembarco de más de 2.000 realtzales, una preciosa estampa ocupando buena parte de uno de los laterales del entrañable estadio del Rayo Vallecano. Pero no sólo por la imagen. También por todo lo que supuso, una hermosa comunión entre aficiones rivales que lleva viéndose ya muchísimos años sin que muchos medios, empeñados en destacar lo peor o lo fácil de esta Liga, se hayan dado cuenta. Fue el espectáculo más bonito de la Liga 2012-2013, y no hay por qué rebajar esa calificación. La miserable sanción de nada menos que 60.001 euros que se le impuso al Rayo Vallecano por exceso de aforo en la zona realista fue una puñalada al fútbol entendido como fiesta y deporte.

Vallecas, vestida de txuri urdin.
No ha sido, ni mucho menos, el único desplazamiento masivo que ha protagonizado la afición realista a lo largo de esta temporada. El de Getafe, aunque de menor envergadura, fue igualmente impresionante por tratarse de un partido que se jugó en lunes y a las diez de la noche, con el considerable esfuerzo que eso supone para cualquiera. Y la nueva demostración de fervor txuri urdin que se vivió en la última jornada, en La Coruña, es igualmente de nota. Porque en desventaja viajaron 1.00 realistas a Riazor, por 300 valencianistas al Sánchez a pesar de que viajaron con la idea de celebrar la cuarta plaza. No ha habido campo, ni siquiera los tradicionalmente más complicados, como puedan ser el Santiago Bernabéu o el Vicente Calderón, en el que no se haya dejado notar un grupo de personas con camisetas blancas y azules. Porque eso es ya seña de identidad. Es difícil encontrar una afición entre la que esté tan extendido el uso de su camiseta, sea cual sea la edad del aficionado. Eso da un colorido difícil de encontrar en cualquier otro lugar. Y el diseño de Nike de esta temporada, además sin publicidad durante la primera vuelta, ha convencido a los pocos indecisos que quedaban sin zamarra.

En Anoeta la respuesta ha sido también muy importante, y ha estado por encima de la prácticamente todos los demás estadios de la Liga. El realista ha registrado notables entradas durante toda la temporada, con más de 20.000 espectadores en 17 de los 20 partidos que ha acogido, 19 de Liga y uno de Copa. La menor afluencia de público se registró precisamente en el partido de Copa contra el Córdoba, pero teniendo en cuenta las circunstancias (entre semana, en un día de intensa tormenta y con un 2-0 adverso del partido de ida), los 16.918 espectadores que acudieron suponen una cifra espléndida. La mejor entrada de la temporada llegó con el último partido. 30.586 personas se dejaron el alma para apoyar a la Real frente al Real Madrid. En este ránking, le siguen las 29.855 que presenciaron en vivo la enorme remontada al Barcelona, las 28.097 que vieron la goleada al Valencia o las 27.849 que contemplaron la superioridad txuri urdin en el derbi ante el Athletic. Casi nada.

El último recibimiento al autocar de la Real.
Pero Anoeta ha dejado otras imágenes para el recuerdo: los masivos y emocionantes recibimientos al equipo. Absolutamente inolvidables para quien estuvo allí o para quien lo vio a través de una pantalla fueron las llegadas del autocar de la Real antes de enfrentarse al Valencia y, sobre todo, al Real Madrid. Auténticas mareas de color txuri urdin que llevaron en volandas al equipo, y muestras de que la Real engancha con fuerza desde hace mucho tiempo. Eso se ha visto en otras iniciativas, como la #EuropaTxuriUrdin surgida en Twitter y otras muchas que ha organizado el propio club a lo largo de la temporada, como colocar el nombre de 22 socios en las camisetas de los jugadores en el encuentro ante el Sevilla. Si alguien ajeno a la Real piensa que todo esto se debe a la buena marcha del equipo, se equivoca. La afición siempre ha estado ahí. Tres años en Segunda, los dos primeros sufriendo, fueron prueba evidente de ese apoyo. Y es que, acabe en la posición en la que acabe la Real cada temporada, cada vez está más claro que no hay afición como la nuestra. La que supo estar en lo más duro y la que ahora ha disfrutado a lo grande con una temporada extraordinaria que además promete no ser un punto final.

martes, junio 04, 2013

RESUMEN DE LA TEMPORADA 2012-2013 (4) Aperribay y Loren, en la buena dirección

Jokin Aperribay.
Si la pelota entra, no hay problemas. Es una máxima muy extendida y que, en realidad, sólo sirve para ocultar los problemas cuando existen. Pero es importante destacar que, ahora mismo, la buena marcha deportiva encuentra un fiel reflejo en la situación institucional del club. Es muy difícil encontrar aspectos negativos en la gestión de Jokin Aperribay  durante la última temporada. Desde que llegó a la Presidencia, y ahí es obligado recordar que no lo hizo de la mejor de las maneras por muy olvidada que haya quedado ya aquella Junta de Accionistas de los tiempos más oscuros, ha ido borrando las reticencias de muchos, incluso desde el desacuerdo con algunas de sus decisiones más trascendentales, sobre todo las que han afectado a la situación contractual del técnico, Philipe Montanier. Muchos pidieron su cese y el presidente aguantó. Y muchos pidieron su renovación, sin que el Consejo se alterara al no cerrarla por las razones que fuera.

Puede que en la situación del entrenador el factor fundamental haya sido la reticencia de Aperribay a cesarle en mitad de la temporada, algo de lo que ha presumido el presidente txuri urdin no sin cierta razón objetiva. Eso salvó la cabeza de Montanier la pasada temporada cuando el equipo llegó a ocupar el farolillo rojo y en ésta cuando bordeó los puestos de descenso, con la grada coreando mayoritariamente entonces el conocido "Montanier, dimisión". Pero, al mismo tiempo, parecía evidente que el Consejo no veía en el francés el preparador ideal para que la Real siga desarrollándose. De ahí, si es cierto lo que se ha publicado en estas últimas semanas, que cumpliera con el obligado movimiento de ofrecer la renovación el técnico, pero nunca en unas condiciones en las que Montanier se pudiera ver como el principal artífice del crecimiento clasificatorio y futbolístico del equipo. No es el fuerte de Aperribay el mostrar las mejores maneras en la marcha de los entrenadores, y con Montanier, al que abandonó, también lo demostró, pero eso es otro asunto que nada tiene que ver con la gestión de su contrato. Quien sí renovó, dejando claro al menos sobre el papel que el club quiere marcar directrices y no dar excesivo poder al inquilino del banquillo, fue el director deportivo, Loren Juarros.

Illarra firmó la renovación hasta 2018.
Y es que parece también evidente que el eje de la gestión deportiva de Aperribay, y por extensión del propio Loren, está en los jugadores. El presidente lo dejó claro, todavía en los peores momentos de la temporada, cuando comparó algunos aspectos del actual equipo con la generación campeona de los años 80. Y tanto Aperribay como Loren lo han demostrado con una acertada política de renovaciones de todos los canteranos del equipo, aunque alguna chirriase en su momento (Markel y Elustondo) por su extensión o por el papel que hasta el momento de la firma habían tenido esas piezas en el desarrollo de la temporada. En todo caso, cabe considerar como un éxito que ninguna de las piezas clave del equipo finalice contrato este verano y que no haya voluntad de vender a ninguna de las estrellas. Los únicos peligros en ese sentido pasan por la titularidad compartida de la propiedad de Vela con el Arsenal (un detalle cuya inclusión fue necesaria para poder ficharle) o que algún jugador exprese su deseo de marcharse, en cuyo caso dejaría una gran cantidad de millones en las arcas realistas.

Pero, y ese es uno de los grandes méritos de Aperribay como presidente, de Loren como director deportivo y de la Real como entidad, el club ha alcanzado un punto en el que los jugadores quieren seguir vistiendo la camiseta txuri urdin. No ya los más identificados, como aquel Xabi Prieto que permaneció en una Real hundida en Segunda, sino todos. No es una carga seguir en la Real, no es una obligación, es un deseo y un orgullo. Por eso todos sin excepción han firmado una renovación. Por eso incluso los que han aparecido vinculados a otros equipos, como Vela, Illarramendi o Iñigo Martínez, han proclamado con frases creíbles y nada artificiales, que su deseo es seguir en la Real. Y si lo han hecho es porque saben que están en un club económicamente saneado y deportivamente ambicioso. Que la pelota haya entrado esta temporada con tanta facilidad ha venido a darles la razón a todos ellos. Quizá un éxito rebajado sea la renovación de Rubén Pardo sólo por un año más, aunque parece una conclusión razonable sobre este asunto que el jugador no se quiso hipotecar hasta saber si el entrenador que no confiaba en él seguía en el banquillo de Anoeta, e incluso que el club ha tenido en cuenta este caso a la hora de plantearse la continuidad de Montanier.

Aperribay y Loren, en la renovación de éste.
Ha habido ambición en la composición de la plantilla y eso era el mensaje que le hacía falta a la Real. A falta de confirmaciones oficiales sobre quién es el responsable de cada fichaje que ha llegado al club, cabe achacárselos a la dirección deportiva. Y por tanto se puede decir que Loren cometió errores de bulto en temporadas anteriores. Songo'o, Sarpong o Mariga están en la mente de todos. Pero este verano su apuesta fue clara y ambiciosa. Un lateral izquierdo joven, prometedor y que estuvo en la órbita del Barcelona, un notable jugador con experiencia en la Liga española y que llegaba libre, y el fichaje de la estrella que había brillado en la Real bajo cesión la temporada anteriores, además del ascenso definitivo a la primera plantilla de dos jugadores del filial. José Ángel, Chory Castro, Vela, Pardo y Ros. Cinco refuerzos de lujo. La única pega es que tres de esos refuerzos evidenciaron una falta de conexión entre la dirección deportiva y el entrenador. Es difícil no pensar que eso también ha pesado a la hora de decidir sobre el futuro. Un aspecto a reforzar, además, será la gestión del Sanse, que deja algunas dudas en este final de temporada.

La buena dirección en materia deportiva es también institucional. La presencia de la Real en numerosos ámbitos de la sociedad es notable. Celebrar la comida de final de temporada en un comedor social fue la última muestra de que hay una conciencia clara de que la Real sea una entidad a respetar también lejos de los ámbitos deportivos. La lucha por los derechos televisivos, con la demanda a Mediapro todavía por resolver, la enorme labor de comunicación y el conocimiento que ha dado a sus aficionados de tantos aspectos del club, la hábil gestión para la venta de los derechos publicitarios de la camiseta (que, por lo publicado, ha dado dinero al club durante varios meses incluso sin llevar marca alguna en el pecho) o que no haya sobre la mesa problema alguno con ningún otro equipo de Primera División (al contrario, la Real es hoy un equipo admirado) son méritos a añadir a su gestión. Debe haber elecciones antes de que finalice el año, y se antoja complicado que Aperribay tengo oposición en forma de candidato. Que eso no nuble la necesaria crítica para que todo siga por el buen camino, pero ahora mismo la Real parece tener un presidente que sabe lo que hace. Si las luces del éxito no le ciegan, seguirá siéndolo.