sábado, enero 30, 2010

REAL SOCIEDAD 2 - LAS PALMAS 2 Entre la sorpresa y el orgullo

Empate. Segundo partido consecutivo en casa y segundo partido consecutivo en el que la Real tropieza. Después de ocho victorias seguidas en Anoeta, prácticamente nadie habrá apostado por que Elche y Las Palmas consiguieran sacar algo del estadio donostiarra. Ni mucho menos que ninguno de los dos perdiera. Los ilicitanos jamás habían ganado aquí y ganaron. Los canarios sólo habían ganado una vez y empataron. Así es el fútbol, por tirar de tópico. La sorpresa es grande y, sobre todo, el pesar que siente uno al comprobar el agujero sideral que se podría haber abierto en caso de que esa racha victoriosa en casa hubiera alcanzado los diez encuentros. La sorpresa por los dos resultados negativos se compensa por el orgullo que provoca este equipo. Hoy, bajo una insistente lluvia y en un campo pesado que ha demandado un esfuerzo descomunal, la Real ha dado una lección de casta, de entrega y de fe. Ha salvado el 1-3 bajo palos en el último minuto e instantes después ha empatado el partido. Y lo ha podido ganar. Quizá incluso lo ha debido ganar, si no hubiera mediado otro malísimo árbitro. Digan lo que digan, yo hoy he sentido orgullo por esta Real.

Como había dejado entrever Lasarte en sus declaraciones, apenas hubo cambios en el once inicial con respecto a los que jugaron y perdieron ante el Elche. Lo que sí ha sido sorprendente es el cambio introducido por el técnico realista, además del obligado en la portería (Zubikarai fue titular, como seguramente lo será ya en todos los partidos en los que falte Bravo esta temporada, incluyendo el último mes, en el que el chileno estará ya disputando el Mundial). Lasarte cambió la defensa, la mejor línea de largo ante los ilicitanos. De la Bella se quedó en el banquillo, Labaka volvió al centro de la zaga y Mikel González recuperó el lateral izquierdo. Más allá de las conclusiones que se puedan sacar del partido de hoy (Labaka comenzó con dos errores importantes), lo cierto es que hay que asumir que la defensa de la Real de Lasarte es ésta salvo contratiempo. Y seguramente Estrada será titular cuando vuelva. Conclusión, la Real necesita por lo menos un lateral izquierdo, y mucho más si sube a Primera.

El de hoy ha sido un partido extraño. Podría haber sido muy distinto si la primera ocasión del partido para la Real acaba dentro. El pase de un enchufadísimo Griezmann, que ha rozado el gol en más de una ocasión (pero al que hay que poner en el debe lo mismo que la semana pasada, que tuviera una falta y que la mandara fuera, en lugar de aprovechar los nervios de un meta canario que apenas atajó un balón en todo el partido, y el mojado césped de Anoeta), lo mandó Nsue al larguero. Uno sólo puede imaginar un partido mucho más plácido de haber cobrado esa ventaja tan pronto. Pero no ha sido así. En realidad, todo ha sido muy diferente. La primera mitad, de dominio txuri urdin, acabó con empate. En el marcador y en ocasiones, pues Las Palmas gozó como los realistas de tres claras opciones de adelantarse. Sobre todo un disparo desde dentro del área propiciado por un resbalón de Carlos Martínez dentro del área (el lateral estuvo bravo como siempre e incorporándose al ataque, pero empezó muy fuerte y bajó con los minutos; quizá por la falta de partidos y la exigencia física del de hoy).

Podría también haber sido un partido muy distinto si el árbitro, otro malísimo árbitro, hubiera señalado un clarísimo penalti sobre Ansotegi nada más comenzar la segunda mitad. Igual hay que entender como una anécdota o como una equivocación que la Real dispusiera de un lanzamiento desde los once metros la semana pasada, porque es el conjunto txuri urdin el máximo goleador de Segunda División y no ha dispuesto más que de uno en las 22 jornadas que ya llevamos. Extraño, como poco. Molina, del Elche, ha convertido ya tres penas máximas y Víctor, del Cartagena, cuatro. A esto hay que sumar muchas faltas no pitadas a favor de la Real, que ya provocaron la pitada del público al árbitro en el descanso. Uno puede pensar que esto es producto de la nula capacidad arbitral, cuestión que hay que denunciar semana sí, semana también, beneficien o perjudiquen. Alteran el resultado de los partidos con demasiada frecuencia. Y no todo se puede defender en la dificultad de arbitrar. En un partido con seis cambios y después de haber sacado tres tarjetas amarillas a Las Palmas por pérdida de tiempo no parece normal descontar sólo cuatro minutos con los locales lanzados a por la victoria.

También habría sido un partido diferente si el gol de ventaja que cobró la Real en el minuto 50 se hubiera gestionado mejor. Carlos Bueno, que volvió a ser titular por delante de Agirretxe, esta vez sí tuvo puntería, la que no tuvo hace una semana. Y marcó su sexto gol de la temporada, un buen tanto de vaselina a pase de Griezmann. Pero ahí llegó la sorpresa. La Real estaba jugando sus mejores minutos y fue justo entonces cuando Las Palmas marcó. Dos veces. En dos llegadas. Las dos únicas que tuvo el equipo canario en buena parte de la segunda mitad. Han sido unos minutos dificilísimos de explicar, en los que el conjunto txuri urdin ha perdido el dominio de la situación y la seguridad defensiva que viene caracterizando toda la temporada. Sin saber cómo, 1-2 en el marcador y con sólo veinte minutos por delante. Un mazazo que tenía que medir la capacidad de la Real en muchos terrenos. Y la respuesta, pese a que no se ha ganado, ha sido de campeón.

Ahí es donde entra en juego el orgullo que derrocha este equipo. Sin el mejor jugador sobre el campo (sin Xabi Prieto, dos partidos y ninguna victoria), la Real ha dado una lección de casta, impulsada por los valientes y ofensivos cambios de Lasarte (entraron Agirretxe y Songo'o por Nsue y... ¡¡¡Diego Rivas!!!) y por una magnífica irrupción del nuevo fichaje invernal. Songo´o metió bastantes balones peligrosos en el área y en uno de ellos llegó el gol del empate. Lo marcó Labaka, demostrando además que todo el equipo se implicó en la búsqueda del empate. El gol llegó en el minuto 90, justo después de que Carlos Martínez evitara bajo palos el 1-3. Eso también es una demostración de orgullo. El pensar "de ésta se van a arrepentir" y que al final se arrepientan. ¿La suerte del campeón? Igual también lo es aunque la sensación sin un triunfo sea distinta. Algo más ha tenido la Real en el corto descuento para ganar. No se ha hecho, pero que levante la mano quién no ha pensado que era posible el 3-2. Eso es el carácter que, incluso sin ganar, transmite este equipo a la grada.

Decía que uno mira la clasificación y le entra cierta pena por no haber aprovechado estos dos partidos en casa. La Real tiene 43 puntos y no los 48 con los que soñábamos. Pero esos 43 puntos son los mismos que tiene el líder, el Hércules, que hoy ha perdido en casa ante el colista. Que sirva eso de lección, porque en Segunda nadie gana fácil y nadie lo gana todo. El cuarto puesto está todavía diez puntos por detrás, pero serán ocho si Numancia o Nastic ganan mañana. Ocho puntos. Manda narices que a estas alturas de la temporada miremos al cuarto puesto con ocho puntos de ventaja y haya quien sienta temblor en las piernas. No hay motivo. Y no sólo por esos ocho puntos, sino por la sensación que da la Real sobre el campo. Y si eso se puede decir después de dos partidos consecutivos en Anoeta en los que no se ha ganado, queda claro que este equipo tiene la confianza ganada. Y ya veréis cuando Zurutuza recupere la forma, cuando Songo'o se acople definitivamente en el equipo, cuando vuelva Xabi Prieto o cuando Agirretxe vuelva a marcar goles. Confianza. Se la merecen pese a sumar uno de los últimos seis puntos.

viernes, enero 29, 2010

PREVIA Real Sociedad - Las Palmas. A por otra respuesta de nivel

La Real busca dar otra respuesta de nivel a un revés (sábado, 18.00 horas, Anoeta; ETB-1). El txuri urdin es un equipo acostumbrado a dar lo mejor de sí mismo en las situaciones más difíciles. Y aunque cuando uno mira la clasificación difícilmente puede ver un momento delicado, lo cierto es que la primera derrota en Anoeta es de esas que, en otros momentos no tan lejanos de su Historia, le pasaría factura a la Real. ¿Este año también? La respuesta el sábado, en Anoeta, pero la trayectoria del conjunto de Lasarte invita a pensar en positivo, pues ha sabido responder a los retos. Dio una sobresaliente contestación a la goleada sufrida en Alicante o al marcador adverso ante el Cádiz. Pero le falta responder con contundencia a esta primera derrota como local y a la ausencia de su mejor jugador, Xabi Prieto.

En la lista de 18 entra el único fichaje realista del mercado de invierno, Songo'o. No se espera que sea titular, pero seguro que tendrá minutos a lo largo del partido. Lasarte aseguró en su rueda de prensa semanal que tenía decidido el once desde que acabó el partido ante el Elche. Eso podría significar que jugarán los mismos que perdieron la semana pasada, con la excepción de Bravo, que cumplirá un partido de sanción por la tarjeta roja que vio tras cometer el penalti. De ser así, la duda esencial del once de esta semana estaría en la portería. Zubikarai debutó la semana pasada y tuvo una buena actuación. Riesgo recibió los halagos del entrenador en la sala de prensa y hasta hoy siempre ha sido titular cuando Bravo no estaba. Lo normal es que juegue Eñaut, pero no se pueden descartar sorpresas.

Mikel Labaka vuelve a la convocatoria después de la lesión que le hizo perderse el partido de la pasada jornada. Haber sido titular hasta entonces le da muchas posibilidades de volver al once, pero las palabras de Lasarte y el buen partido ante el Elche de toda la línea defensiva, y en especial de los laterales, hace pensar que repetirán Carlos Martínez, Mikel González, Ansotegi y De la Bella. Si no, se caería uno de los laterales y ese puesto lo ocuparía Mikel González. Por delante de ellos, el dúo formado por Elustondo y Diego Rivas parece inamovible. De repetirse el equipo que perdió ante el Elche, en la línea de mediapuntas estarían Griezmann, Aranburu y Nsue (Zurutuza, que también ha tenido molestias durante la semana, esperaría en el banquillo). Y en punta volvería a jugar Bueno, dejando una semana más a Agirretxe entre los suplentes, y a pesar de su nulo acierto ante los ilicitanos.

La Real prdió el liderato la semana pasada y está un punto por detrás del Hércules. No parece la jornada más propicia para recuperar el primer puesto, puesto que los alicantinos reciben al colista de Segunda, el Castellón. Pero nunca se sabe, la Segunda División ya nos ha demostrado que su capacidad de sorpresa es ilimitada. En todo caso, lo importante es la distancia con respecto al cuarto clasificado (en realidad, al quinto, porque cuarto es el Villarreal B, que no puede subir), y ésta se mantiene en los diez puntos que hay entre la Real y el Numancia. Los sorianos reciben el domingo a un Celta recién eliminado de la Copa, pero que está dando un gran nivel en las últimas semanas. El Córdoba-Betis y el Levante-Villarreal B son los partidos en los que rivales de la parte noble de la clasificación se enfrentan entre sí y se dejarán puntos por el camino.

Si la Historia jugara, el partido acabaría con victoria de la Real, pero el Elche, que nunca había ganado en San Sebastián hasta hace una semana, ya ha demostrado que la estadística en el fútbol es una ciencia meramente informativa. Las Palmas ha jugado como visitante ante el equipo txuri urdin en 30 ocasiones, y nada menos que 24 acabaron con triunfo de la Real, incluyendo los dos únicos partidos que han jugado en Segunda División, en las dos últimas temporadas. Las Palmas sólo se llevó la victoria en una ocasión, en la temporada 67-68, nada más regresar la Real a la élite gracias al ascenso de Puertollano. Los cinco restantes acabaron en empate. El conjunto realista tiene un promedio goleador imponente ante los canarios, con 75 goles en esos 30 partidos jugados. Las mayores goleadas fueron los 6-0 de las campañas 59-60 (tres goles de Gallastegui, Rivera, Gordejuela y Arrastia) y 85-86 (Uralde, López Ufarte, dos de Bakero, Zamora y López Rekarte).

En la primera vuelta de esta temporada, Las Palmas y Real empataron a un gol. El conjunto de Lasarte empezó la competición con un punto importante, pero todavía con algunas dudas en el juego. Agirretxe adelantó a la Real con un golazo, pero los visitantes se dejaron empatar en una jugada que lo tuvo todo. Llegó en el último minuto de la primera parte, con Diego Rivas en el suelo sin que el árbitro le hubiera pitado una falta clarísima y después de un clamoroso error de un Dani Estrada todavía raro en el lateral derecho. El árbitro atendió a sus asistentes en dos jugadas que podrían haber cambiado el signo del partido, ambas fueras de juego inexistentes de Nsue, la primera acabó en gol y la segunda en un penalti del portero canario que se quedó en el limbo. La Real debió ganar por méritos futbolísticos y por actuación arbitral, pero al menos empezó sumando.

La pasada campaña el enfrentamiento contra Las Palmas también sirvió para inaugurar la Liga, aunque entonces el partido fue en Anoeta. La Real de Lillo no hizo un buen partido y le costó crear ocasiones de gol, un mal que se extendió durante toda la temporada y más después de las lesiones de hombres clave. Pero venció. Fue por la mínima, 1-0, y con un gol de falta anotado por Sergio en la segunda mitad. Pero lo que importa siempre en los comienzos, y más si es en casa, es ganar. El mediapunta de las botas amarillas no pudo debutar mejor con la camiseta txuri urdin, aunque luego su rendimiento fuera a menos. Las Palmas tuvo más ocasiones, incluyendo dos lanzamientos a los palos de Bravo. Los tres puntos fueron lo mejor. Lástima que la sensación de fortín en Anoeta fuera tan efímera. Sólo hace año y medio de aquello. Cómo cambian las cosas en tan poco tiempo.

martes, enero 26, 2010

Lo mejor y lo peor de la primera vuelta

Parece que la derrota ante el Elche obliga a decir que ese traspiés no emborrona la trayectoria de la Real en la primera vuelta. Yo creo que lo que es obligado en estos momentos es ir mucho más lejos en lo que se dice de este equipo y afirmar, con orgullo y sin tapujos, que la primera mitad del campeonato que ha hecho el conjunto txuri urdin ha sido excepcional. Sin peros y sin matices. Para empezar, ha sido mucho mejor que lo que habíamos previsto antes de iniciarla y mucho mejor que lo vivido en los dos años anteriores. Los datos están ahí y no se pueden ocultar ni desdeñar. Segunda posición con 42 puntos (más de la mitad de los que vamos a necesitar para el ascenso), diez puntos de ventaja con respecto a los equipos que pretenden arrebatarle la plaza de ascenso, ocho victorias consecutivas en casa, una racha de diez partidos sin perder, segundo equipo más goleador, segundo menos goleado, sólo tres derrotas. Y, sobre todo, una sensación de solvencia y calidad sobre el césped. El mérito, obviamente, es de los jugadores y del técnico, Martín Lasarte. Pero hay que reconocérselo.

MEJOR JUGADOR: XABI PRIETO
Es el mejor jugador que tiene esta Real Sociedad y, además, lo está demostrando. Es el líder del equipo en muchos sentidos y aunque la decisión de la directiva de darle el diez no es más que una anécdota, lo cierto es que Xabi se está portando como el diez del equipo. Ocho asistencias y cuatro goles le avalan, pero también todo lo bueno que ha dejado sobre el campo. Por la derecha o por el centro. En sus regates, en los balones que gana por alto, en sus asistencias, en su llegada al área. Sí, es intermitente. Sí, puede que le falte algo de carácter (que no de corazón txuri urdin). Pero también es genial. Y este año, además, está siendo todo lo decisivo que se puede esperar de él. Se ha lesionado y han temblado los cimientos. Eso también dice mucho y bueno de Xabi. Que vuelva pronto, que su concurso es vital para que el ascenso sea una realidad en junio.

MEJOR DEBUTANTE: GRIEZMANN
No se puede olvidar a David Zurutuza en este apartado, pero el reconocimiento tiene que ser para Antoine Griezmann. Ni siquiera con la ilusionante pretemporada que hizo este chavalín francés podíamos esperar el temporadón que está cuajando. A sus 18 años, lo que la mayoría esperábamos de él es que fuera teniendo sus minutos con el primer equipo, que entrara poco a poco. Y resulta que ya es una de las indiscutibles figuras de la Real. Lleva cinco goles y todos menos uno han servido para ganar. Tiene clase, tiene regate, tiene visión de juego, tiene carácter y tiene gol. Pero lo que tiene, por encima de todo, es un futuro grandioso, mejor aún que este maravilloso presente con el que nos está deleitando. Y encima Lasarte le ha sabido llevar, le ha mandado al banquillo cuando lo ha creído oportuno y Antoine ha vuelto mejor que antes.

MEJOR PARTIDO: RAYO VALLECANO 3 – REAL SOCIEDAD 3
No es fácil sostener que el mejor partido que ha jugado este equipo en esta primera mitad de campeonato es uno que no ha ganado, pero el Rayo - Real se engrandeció por lo que hizo el conjunto de Lasarte y también por el rival. Se podría citar la gran victoria ante el Betis, la goleada ante el Cádiz, o la exhibición en Soria ante el Numancia. Pero si hay que decir sólo un día en el que la Real ha jugado al fútbol de maravilla, ha dado sensación de equipo y ha dejado una impronta de campeón, fue en Vallecas ante el Rayo, aunque no se ganara. Por tres veces remontó un marcador adverso y tuvo arrestos para lanzarse como loco a por una victoria que no llegó porque Cobeño, el portero rayista, la evitó. Marcaron Xabi Prieto, Bueno y Zurutuza. Pudieron ser más goles, pudieron ser tres puntos. Pero la sonrisa no nos la quitaba nadie al final del partido.

MEJOR GOL: AGIRRETXE (LAS PALMAS 1 – REAL SOCIEDAD 1)
El primer gol de la temporada es todavía, probablemente, el mejor. No es algo que se pueda decir con rotundidad, porque la Real ha marcado buenos goles, aunque ninguno que sobresalga con mucha claridad por su categoría. Podría elegirse uno de los dos primeros en Soria (Zurutuza y Xabi Prieto), podría ser el de Griezmann al Cádiz, podría ser el de Bueno al Huesca o al Rayo o incluso el de Xabi Prieto al Betis. Pero el de Agirretxe en Las Palmas reúne muchas cualidades técnicas. Un gran control con el pecho tras un balón largo de Elustondo desde la banda derecha, un magnífico sombrero con la derecha y una definición sencillamente perfecta con la izquierda. Que sirva su elección también como reconocimiento al máximo goleador de la Real hasta el momento. Comenzó la temporada muy entonado, pero después bajó su rendimiento al tiempo que Bueno despegaba y Lasarte ha repartido minutos desde entonces.
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LA DECEPCIÓN: JOHNATAN ESTRADA
No hay duda. Johnatan Estrada ha sido la decepción de estos primeros 21 partidos. En pretemporada vimos una buena banda izquierda, muy compenetrada, formada por él y De la Bella. Y fue empezar la temporada y ninguno de los dos rindió al nivel esperado, algo mucho más acusado en Estrada, que además desapareció de las alineaciones. El colombiano se ha mostrado en la competición como un jugador lento, sin recursos y sin gol. Sólo ha jugado 258 minutos repartidos en cuatro partidos, y eso que comenzó como titular. La irrupción de Griezmann no puede ser la única explicación de su desaparición porque ni cuando el francés ha estado en el banquillo ha sido la primera opción para Lasarte. Sólo tuvo un buen disparo al larguero en Tarragona. De momento, un fiasco, un extremo que no participa y que no marca diferencias, una muestra de lo que no debe ser un jugador extranjero en la Real Sociedad. Para eso, un chaval de Azpeitia, de Zarautz... o de Maçon.
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EL PEOR PARTIDO: HÉRCULE 5 – REAL SOCIEDAD 1
Quizá en algunos aspectos del juego se hayan vivido peores partidos que el que disputó la Real en Alicante, pero el rotundo marcador en contra impone que sea éste el elegido. La mayor goleada encajada en la temporada fue producto de muchas cosas, pero sobre todo de que el equipo bajara los brazos en los últimos quince minutos, cuando encajó tres de los cinco goles. Esa desidia desembocó en un duro correctivo gracias a la eficacia de un Hércules que metió casi todo lo que tuvo. En la primera parte se vio un partido de poder a poder y el gol de Griezmann, el 3-1 en esos momentos, incluso hizo pensar a algunos que se podía remontar, por difícil que pareciera. Pero la Real bajó los brazos como no lo ha vuelto a hacer en toda la temporada. Y es que aprendió que ese no era el camino para subir a Primera y fue a partir de entonces cuando encadenó diez jornadas sin perder.

domingo, enero 24, 2010

REAL SOCIEDAD 0 - ELCHE 1 La forma más absurda de perder

Anoeta ha visto uno de esos partidos de los que uno sale, con perdón, encabronado. Casi todo lo que ha pasado en el partido conduce a esa amarga sensación. El resultado, para empezar. 0-1 y primera derrota en casa de la temporada. Para continuar, la forma en la que ha llegado el gol rival, en los primeros minutos y después de un error de principiante cometido por uno de los jugadores más experimentados que había sobre el campo, Claudio Bravo, que provoca un absurdo penalti y se autoexpulsa. Más aún. Por fin un penalti a favor de la Real, el primero y era la última jornada de la primera vuelta. Y se falla, claro, porque justo hoy es el día en que falta el experto lanzador de los últimos años, Xabi Prieto. Pero no se vayan, que aún hay más. Un esperpéntico arbitraje acaba por nivelar el número de jugadores sobre el campo, aunque con justicia. Y es justo entonces cuando la Real no tiene ninguna ocasión de gol clara. Lo que decía, encabronado. Porque, aunque las consecuencias son mínimas, se ha perdido de la forma más absurda.

La clave del partido ha llegado pronto. No era ni el minuto diez y Bravo decicidió. Estamos acostumbrados a que decida a favor de la Real, pero hoy lo hizo en contra. Le salió mal uno de esos regates a los delanteros que intenta tan a menudo y perdió el balón. En lugar de permitir que el Elche se adelantara limpiamente en el marcador, Bravo parece un principiante juvenil e hizo penalti. Perjuicio grave y doble. Por debajo en el marcador, sí, pero además con uno menos, y de forma justa. Quedaban nada menos que 80 minutos por jugar, más o menos que los que tuvo la Real para acabar goleando al Cádiz. No deja de ser curioso que este clamoroso error de Bravo (más error es la expulsión que el gol) llegue en la misma semana en la que se había quejado del reconocimiento que recibe en la Real, en la que dijo que le quedaba la duda de qué se diría de él si fuera canterano. Yo no voy a variar mi discurso por un error. Me parece un porterazo que tiene sitio mucho más arriba de donde está ahora. Pero igual hoy ha salido de Anoeta con la cabeza agachada. Hay que pensar las cosas más. No sé quién decidió que saliera a la sala de prensa tras el partido, él mismo, el entrenador o el club, pero desde aquí mi aplauso para quien lo hiciera. Estas cosas hacen falta.

Decía que en el anterior partido en Anoeta, el Cádiz también se adelantó pronto en el marcador y la Real respondió con autoridad. Quedaba ver cómo lo hacía el equipo de Lasarte teniendo un jugador menos sobre el campo. Y la respuesta no fue del todo buena. Mala en realidad si hablamos sólo de fútbol, aunque la entrega fue notable durante todo el partido. Lasarte decidió sacrificar a Nsue (igual no fue el cambio acertado, el entrenador lo justificó en los problemas que ha tenido durante la semana) para meter en el campo a Zubikarai, debutando esta temporada, lo que obligó a Rivas, Elustondo y Aranburu a un trabajo inemnso. Sobre todo a los primeros, y Elustondo además se acercó al área contraria con mucha frecuencia. Eso dejó muchos espacios en el ataque del Elche, pero se topó con el regreso al centro de la defensa de Mikel González. Inmenso partido el suyo. Inmenso. Ansotegi estaba siendo el puntal realista en esta línea, pero hoy Mikel ha demostrado que es el mejor central de este equipo. Y seguramente de la categoría.

A pesar del mal partido general que ha hecho el conjunto txuri urdin, no es nada descabellado decir que el resultado justo al descanso era el empate. El Elche, si bien es cierto que tuvo el valón, no probó ni una sola vez a Zubikarai en la primera mitad (en la segunda sí tuvo que hacer un paradón de esos a los que nos acostumbró la temporada pasada cuando le tocó suplir a Bravo), sólo tuvo dos centros que no encontraron rematador y dos lanzamientos lejanos que se marcharon fuera de la portería con Zubikarai muy bien colocado. La Real en cambio, pudo adelantarse en tres ocasiones. Las dos primeras nacieron de centros de De la Bella, el primero rematado por Elustondo junto al palo sin que Willy Caballero hubiera podido hacer nada de coger puerta ese balón, y el segundo rebotado en el cuerpo de Bueno y finalmente a las manos del portero ilicitano. El tercero fue el penalti. Penalti, por cierto, cometido sobre Carlos Martínez. Luego vuelvo a hablar del lateral.

Ya es casualidad que justo el primer día que falta Xabi Prieto sea el día en el que un árbitro se acuerda de que las faltas en el interior del área que sufre la Real son penalti. Ya es casualidad. Bueno cogió el balón (parece que Griezmann quería tirarlo, pero estaba ya decidido desde antes del partido que sería el uruguayo el encargado de lanzarlo en caso de producirlo) y lo lanzó fuera, un lanzamiento blandito y cuya dirección había adivinado Caballero. El uruguayo ha sido la sorpresa en el once inicial, ya que nadie había captado ni una sola pista sobre su titularidad a lo largo de la semana. Y su partido, por desgracia, ha sido desastroso. No ha ganado balones áreos, no ha forzado muchas faltas (aunque no le han pitado unas cuantas de las que ha sido objeto) y dentro del área ha estado absolutamente negado, no sólo por el penalti, sino por una buena cantidad de llegadas de la segunda parte. Se equivocó cuando quiso ser generoso y se equivocó cuando quiso ser egoista.

Al poco de iniciarse la segunda mitad, el árbitro dejó al Elche también con diez jugadores. Fue la mejor acción en todo el partido de Diego Rivas, que fue quien forzó la segunda amarilla de Juli (justa, por mucho que se quejara el jugador, por mucho que dijera lo contrario el entrenador del conjunto visitante). No deja de ser curioso que el árbitro acertara en las jugadas clave del partido, los dos penaltis y la expulsión, porque en el resto desquició bastante sobre todo a la Real (incluso con una horrible colocación que entorpeció alguna jugada realista). Permitió multitud de faltas del Elche en el centro del campo, a veces sin señalarlas y casi siempre sin sancionarlas con tarjeta (salvo en la expulsión), no cortó las flagrantes pérdidas de tiempo del Elche (por mucho que sea una queja que sólo se escucha cuando se pierde, no deja de ser menos justa) y añadió un tiempo de descuento impropio tanto en la primera como en la segunda mitad. Sobre todo en la segunda mitad, porque fue una jugada más con la desesperación de la Real.

Porque la Real, sí, pareció algo desesperada. Zurutuza salió en la segunda mitad demostró que es un jugador imprescindible en este equipo porque fue el único jugador que aportó luz en el centro del campo en los últimos minutos. Se tiene que hablar de Xabi Prieto, por oportunista que pueda parecer, porque hoy se ha echado de menos una gran cantidad de factores de su juego. Desde los balones que gana por alto y que nadie ha sido capaz de ganar, hasta el desborde por la banda y sus centros peligrosos al área. Hoy habría encontrado un apoyo de lujo en Carlos Martínez. Es cierto que el lateral ha sufrido en defensa, y que todos los centros peligrosos del Elche han llegado desde su banda, pero eso lo solventará con partidos. Sin haber entrado todavía demasiado en el equipo, ya ha demostrado que su lucha, su garra, su pundonor y su entrega son impresincibles. Y De la Bella ha hecho un buen partido, a pesar de haber sido el sacrificado para meter a Agirretxe en el campo y jugarse la última basa ofensiva (bien por la arriesgada apuesta de Lasarte, no es tan habitual ni siquiera perdiendo).

Cuando el Elche se ha quedado con diez jugadores, ha decidido encerrarse y perder tiempo. Se ha agarrado a la peor cara del fútbol. Hasta entonces había sido un buen rival y nada que reprochar a su apuesta porque le ha salido bien. Pero no me gustaron ciertas cosas. Igual tiene algo, pero desde fuera dio la impresión de que Caballero, en el último minueto de la segunda mitad, fingió una lesión en el muslo para perder tiempo. Hizo el teatro de parar el partido para ser atendido y que un defensa sacara de puerta en la jugada siguiente. A los 30 segundos fue él quien sacó de nuevo. Por dos veces. Es un gran portero. Hoy se ha portado realmente mal. La Real, en todo caso, no le probó en toda la segunda mitad. Hubo paciencia, sí, hubo desgaste, hubo ganas de ganar. Pero ni hubo suerte ni hubo forma de encontrarla, y aunque Bravo y Bueno opositaron a personificar ese estado de ánimo fue Griezmann quien lo ejemplificó, desaparecido en el campo y sin fortuna a balón parado. El día tonto que en todas las temporadas tiene que llegar.

Lo bueno es que ha llegado hoy y las consecuencias son mínimas. Con esta derrota, a la Real se le escapa ese título honorífico de campeón de invierno. Viendo que en Primera este equipo no fue campeón al final de la temporada cuando sí lo fue al final de la primera vuelta, puede que sea hasta mejor. La distancia con respecto al primer equipo que está fuera de los puestos de ascenso, el Numancia, que es quinto (cuarto es el Villarreal B, que no puede subir), es de diez puntos. Diez. Cuatro partidos nada menos, una distancia considerable. Eso es gracias a que Rayo, Numancia y Betis perdieron y el Cartagena empató. Eso quiere decir que la temporada sigue siendo maravillosa a pesar del cabreo de hoy. Con lesionados, con rachas rotas y con todo lo que se quiera. La Real está ahí, instalada con firmeza en puestos de ascenso. Y aunque alguno prefiera lamentarse de que el Hércules esté delante, son tres las ciudades que celebran lo mismo al final de la temporada, independientemente de las posiciones que ocupen en ese trío de cabeza. Ganar a Las Palmas vale para calmar el ánimo y seguir soñando.

sábado, enero 23, 2010

PREVIA Real Sociedad - Elche. Otro reto más

La Real afronta nuevos retos con el partido ante el Elche (domingo, 17.00 horas, Anoeta; Canal + Liga y Gol TV). Afronta el reto de ganar un partido pese a las ausencias, ya que faltarán tres titulares habituales y entre ellos su jugador más destacado, Xabi Prieto, que hasta ahora había estado siempre disponible. Afronta el reto de seguir mejorando esa maravillosa estadística que alcanza ya la cifra de ocho triunfos consecutivos como local y diez sin perder. Afronta el reto de alcanzar los 45 puntos al final de la primera vuelta, una marca que nadie ha sido capaz de mejorar desde que la Segunda División tiene 22 equipos. Y afronta el reto, de nuevo, de defender el liderato y ampliar la ventaja de diez puntos con respecto al cuarto clasificado. Muchos retos para esta Real. Pero esta Real, precisamente esta Real, está demostrando que le van los retos.

El mayor contratiempo con el que se ha encontrado esta semana Martín Lasarte es la baja de Xabi Prieto, que todavía nadie sabe cuántos partidos se va a perder (las previsiones más optimistas hablan de dos, las más pesimistas de seis). Pero no es la única. Labaka también se cae de la lista de 18 escogidos y Dani Estrada sigue también de baja. Tres jugadores que forman parte evidente del once ideal de la primera vuelta no estarán mañana sobre el césped de Anoeta. Y especial relevancia cobra la ausencia de Prieto, no sólo por el papel decisivo que esta teniendo esta temporada (ocho asistencias y cuatro goles), sino porque junto con Estrada deja al entrenador sin la banda derecha que ha usado en la primera vuelta casi en exclusiva.

Dadas estas ausencias, el once inicial que podría saltar al césped de Anoeta sería el formado por Bravo; Carlos Martínez, Ansotegi, Mikel González, De la Bella; Diego Rivas, Elustondo, Nsue, Zurutuza, Griezmann; y Agirretxe. Carlos Martínez jugará sin duda su segundo partido como titular (con la obligación de seguir creciendo para ser una alternativa creíble y fiable cuando Estrada vuelva de su lesión) y, ante la ausencia de Labaka, lo normal es que Mikel González vuelva al centro y deje la banda izquierda para De la Bella (Sarasola verá el partido desde la grada). En el banquillo espera el central Esnaola, que entra por fin en una convocatoria pero que tiene muy difícil, por no decir imposible, encontrar un hueco en el once inicial.

Con los mediocentros claros, las dudas están en dos de los tres puestos del centro del campo ofensivo. Griezmann parece seguro. Zurutuza y Nsue son la apuesta más probable para los dos huecos restantes, pero no hay que descartar que Aranburu pueda entrar, bien en la mediapunta, bien en la banda derecha. Menos opciones tiene Sergio y, dado que el partido es Anoeta, muchas menos tiene Markel. Aunque no es un jugador de banda, como él mismo se encarga de decirlo cuando tiene oportunidad, Nsue jugaría por la derecha. La llegada de Songo'o viene a suplir esa carencia que tenía la Real en su plantilla, la ausencia de un recambio de garantías para Xabi Prieto. Arriba parece más factible que continúe Agirretxe y que Bueno espere en el banquillo. Johantan Estrada también aguardará oportunidades desde la suplencia.

La jornada comienza para la Real desde la mejor de las posiciones posibles. Es líder, con dos puntos de ventaja con respecto al segundo, un Hércules que juega en casa ante el Real Unión (no vendría mal un favor de los vecinos), y con diez de diferencia con respecto al cuarto, el Numancia que recibe a un necesitado Cádiz. El equipo de Martín Lasarte está en disposición de igualar el récord de puntuación en una primera vuelta de la Liga de Segunda a 22 equipos, y para ello tiene que vencer. De sumar tres puntos, habría cerrado una primera vuelta intachable, invicto en Anoeta y con sólo dos derrotas lejos de su estadio, la última de ellas en Alicante, nada menos que diez jornadas atrás, las mismas que ya lleva sin perder el conjunto txuri urdin. Con estos números, hay quien piensa que está próximo el día en que la Real no gane en Anoeta. ¿Por qué? ¿Quién dijo miedo?

De contar en algo durante los partidos, la Historia daría la victoria a la Real, pues el Elche jamás ha ganado en San Sebastián. Entre Primera y Segunda, los ilicitanos han rendido visita al conjunto txuri urdin en 16 ocasiones, de las cuales nada menos que 13 acabaron con triunfo realista. La victoria más abultada fue el 5-0 de la temporada 67-68, tras el ascenso de Puertollano, con tres goles de Arambarri, uno de Canós en propia puerta y otro más de Arzak. Los tres empates que ha cosechado el Elche siempre han sido sin goles y el último de ellos en Primera División data de la temporada 76-77. En Segunda la estadística es algo más pareja. Sólo dos veces se han visto las caras Real y Elche, con una victoria local y un empate. La primera vez que se vieron, los realistas ganaron por 2-1.

La segunda fue la temporada pasada y el encuentro finalizó con el 0-0 inicial. Como en esta campaña, fue el partido que cerró la primera vuelta. Pero qué distinto se veía todo entonces. La Real finalizó la primera mitad del campeonato con 32 puntos. Diez menos de los que tiene hoy, antes de ese último partido. Los de Lillo hicieron un mal encuentro y estuvieron lejos de la victoria. Bien es cierto que los tres puntos se pudieron quedar en Anoeta de haber entrado un magnífico cabezazo de Abreu, que debutaba aquel día con la camiseta txuri urdin, pero Willy Caballero demostró una vez más lo bien que se le da jugar contra la Real. Los ilicitanos tuvieron sus escasas ocasiones en la primera mitad y el 0-0 pareció justo. Y aunque sólo hace un año de aquello, eran otros tiempos. Ahora son más felices.

domingo, enero 17, 2010

Él ya ha ascendido

Tanto hablar del ascenso en junio y resulta que José Luis Orbegozo se nos ha adelantado. Él ya ha ascendido a los cielos, a ese lugar en el que colocó a la Real hace ya tanto tiempo. Sí, el gol lo marcó Zamora, las paradas las puso Arconada, la magia era de López Ufarte y el timón lo tenía Ormaetxea, que por desgracia ya cogió ese ascensor hace algún tiempo. Pero el papel de Orbegozo fue determinante. Él se empeñó en que la Real tenía que ser un equipo de cantera. Se empeñó en que Zubieta fuera todavía más importante de lo que ya lo es hoy en día para los realistas. Se empeñó en que su pequeño equipo guipuzcoano podía convertirse en uno de los grandes. Se empeñó en que la Real encontrara un rincón en el corazón no sólo de todos los donostiarras, sino también de todos los guipuzcoanos, y de paso consiguió que otros muchos seguidores de fuera se hicieran de este inigualable equipo.

Lo que José Luis Orbegozo logró no cabe en tan pocas letras. Quien no haya vivido aquellos años y quien no los haya leído en libros de historia, en entrevistas plagadas de recuerdos, en vídeos repletos de nostalgia, no será capaz de entender que la Real que hoy tenemos no existiría sin la figura de este Presidente. Presidente, sí, con mayúscula, porque no hemos de tener miedo al decir que ha sido el mejor que hemos tenido en esta Historia nuestra que ya ha comenzado su segundo centenario. En este mundo del fútbol actual ya no quedan Orbegozos. Es más, ya no queda mucha gente que entienda la magnitud de su figura. Sólo así se puede explicar que la noticia de su muerte no aparezca en portada de los diarios deportivos en Internet, a veces ni siquiera en sus noticias. Sólo así se puede entender que ETB no abra su sección de deportes con el homenaje a su labor y a su persona.

Orbegozo es la Historia de la Real. La mejor Historia. Llegó a la Real en la temporada que culminó con el ascenso de Puertollano y se marchó habiéndola convertido en bicampeona de Liga, semifinalista de la Copa de Europa y campeona de la Supercopa. Ahí es nada. Se marchó anunciando que la Real estaba herida de muerte, que su futuro era muy negro. Y ese oscuro destino tardó años en alcanzarnos, pero ahora estamos viviendo las consecuencias. Orbegozo ha ascendido cuando la Real todavía no lo ha podido hacer, y seguro que eso es una espina que ha quedado clavada en su corazón antes de partir. Se marcha con su equipo, ese por el que tanto hizo y con el que tanto sufrió y disgrutó, en Segunda División.

No le conocí personalmente, aunque sí le pude ver en más de una ocasión en Anoeta. Qué rabia me da que no pueda celebrar el ascenso con todos nosotros, y en el lugar destacado. Junto a Alberto Ormaetxea. Junto a Genaro Celayeta. No sé si los jugadores que ahora tienen la labor de subir a Primera sabrán lo que tienen que saber de Orbegozo. Igual la mayoría de los de casa sí lo saben. Los de fuera seguro que no. Sería bueno que alguien se sentara unos minutos con ellos y les contara quién fue José Luis Orbegozo. Porque esta triste noticia, que ha teñido de luto este domingo que ayer se antojaba feliz por los 42 puntos y el liderato de la Real, es un motivo más para que todos ellos, los de casa y los de fuera, se sientan obligados a conseguir el ascenso a Primera.

Don José Luis, Presidente, descanse en paz.

sábado, enero 16, 2010

CELTA 0 - REAL SOCIEDAD 1 La costumbre de ganar

Ganar se ha convertido en una costumbre para esta Real. Sumar de tres en tres es absolutamente imprescindible para subir a Primera División. El equipo de Marín Lasarte ya ha conseguido acostumbrarnos a esta sonrisa que tenemos cada vez que juega la Real. Hoy sin juego brillante, pero con mucho peligro arriba. Muchísimo. Xabi Prieto sigue siendo un jugador decisivo y hoy ha sumado otra asistencia. Nsue ha vuelto con frescura al once y ha marcado el gol de la victoria. ¿Se ha sufrido? Sí, un poco. Pero no como otros años. El Celta no ha tenido demasiadas ocasiones para ganar. La Real sí para ganar y por más diferencia, a pesar de que muchas cosas salieran mal, de que se perdieran muchos balones, de que el juego fuera escaso, de que no se supiera matar el partido. La goleada en Alicante ante el Hércules marca un punto de inflexión en la temporada. La Real no pierde desde entonces. Diez jornadas ya. Y el cuarto clasificado cada vez se ve más lejos por esta bendita costumbre de ganar y sumar de tres en tres.

Lasarte se guardaba una sorpresa para la alineación inicial. A pesar de que en la rueda de prensa destacó el partido de Alberto de la Bella ante el Cádiz, el lateral catalán se ha quedado en el banquillo, dejando la banda izquierda de nuevo para Mikel González. Y el puesto vacante en el once lo ha ocupado Carlos Martínez, debutando por fin como titular esta temporada. El bravo lateral navarro consiguió en Vigo la oportunidad que no tuvo por una afección de garganta hace una semana. Charly ha tardado bastante en entrar en el partido, pero el Celta no lo ha sabido aprovechar. Y poco a poco el lateral txuri urdin ha empezado a cobrar protagonismo, sobre todo al forzar una tarjeta amarilla a Aspas que pocos minutos después ha sido determinante. Esta primera amarilla pareció rigurosa. La segunda, con el reglamento en mano, clara. Pero no deja de ser triste que en el fútbol sigan penalizando más acciones como sacar una falta antes de que el árbitro pite que una patada a la rodilla y por detrás.

En la víspera se temía la labor de Bernabé García, recordando su última actuación con la Real. Fue aquel día ante el Zaragoza en el que, por un penalti en el último minuto que el linier tuvo el valor de reconocer a algunos jugadores realistas como inexistente, volaron dos puntos de Anoeta y se marcó el principio del fin de las opciones de ascenso del equipo entonces dirigido por Lillo. Nada más comenzar la segunda parte, la grada de Balaídos cantó "manos arriba, esto es un atraco". No pareció para tanto, pero lo que está claro es que la actitud de Bernabé con la Real no fue la misma de aquella tarde-noche de comienzos de febrero del año pasado. Sólo hubo algún atisbo de compensación en una tarjeta amarilla a Ansotegi (colosal en defensa como toda la temporada; y al igual que Labaka, que sigue creciendo), la cuarta, que puede que en otras circunstancias no hubiera visto, y un gol anulado a Bueno por fuera de juego de los justos de verdad.

Antes de la expulsión, que llegó en el último minuto de la primera mitad, el Celta había dominado más que la Real, a la que Lasarte vio "relajada". Pero las mejores ocasiones eran del conjunto txuri urdin. No es la primera vez que ofrece exactamente eso. Y es muy bueno. Porque cuando domina es letal, pero cuando no domina también llega con más peligro y más veces que su rival en muchas ocasiones. Así se ganan partidos. Así se ganó en Castellón. Así se ganó hoy en Vigo. Así se sube a Primera, aunque por jugar como hoy se queden por el camino puntos como los de Villarreal B o Levante. Entre Bravo y Rivas sacaron bajo los palos la única ocasión que tuvo el Celta en esos primeros 45 minutos. Por contra, la Real tuvo tres, dos de ellas a balón parado (sobre todo un cabezazo de Prieto que provocó un paradón de Falcón) y la tercera en una espléndida jugada entre Xabi Prieto y Nsue, que le ganó el puesto en el once inicial a Sergio.

La entrada de Nsue permitió a Lasarte dotar de mayor movilidad a sus mediapuntas. Xabi Prieto, Nsue y Griezmann cambiaban posiciones continuamente, y eso daba muchas opciones en ataque. Sólo había un problema: la Real no tenía el balón con la frecuencia necesaria como para que esos movimientos crearan peligro. Muchas pérdidas de balón difíciles de explicar. Lo poco que se vio a Elustondo seguramente tuvo mucho que ver en el tono que adquirió el partido desde el primer minuto. Por eso, ya por delante en el marcador, acabó sustituído por Markel Bergara. La superioridad numérica no cambió demasiado el panorama. Sí pasó la Real a dominar algo más el juego y sí rondó más el área celtiña, pero las ocasiones tardaron en llegar. Y es que el gol de la Real fue la primera ocasión de la segunda mitad. Pase de Xabi Prieto (¡ocho asistencias ya!) y cabezazo de Nsue, muy parecido al que ya ejecutó ante el Córdoba y que valió tres puntos.

Y a partir de ahí la Real se desató y tuvo dos ocasiones clarísimas. Comenzó estos buenos minutos realistas Agirretxe lanzando el balón al palo tras otra gran jugada de Prieto. Nsue falló otra clarísima, ya con Bueno en el campo (sustituyó a Agirretxe), tras una jugada del uruguayo y Griezmann (que cobró más protagonismo en los primeros minutos de la segunda mitad, hasta que Lasarte decidió dar más estabilidad al centro del campo con la entrada de Sergio). El objetivo no podía ser más claro: matar el partido y evitar los errores que costaron dos puntos en Villarreal, también ante un rival con diez jugadores. Se consiguió sólo a medias. La mitad lograda es la importante porque se ganó, pero se sufrió. El Celta tiró de orgullo y estuvo muy cerca de empatar en una jugada en la que Bravo falló en otra salida (ojo a esto, ya falló hace una semana ante el Cádiz también por alto) y Labaka (cuarta tarjeta también para él) sacó al balón cuando parecía que se colaba.

La réplica la dio Bueno en tres ocasiones, las dos primeras a pase de Prieto. Enorme el diez realista pese a la intermitencia que se le sigue viendo. Entre medias apareció otra vez la suerte del campeón. Remate del Celta al palo. Sí, suerte del campeón. Por mucho que la Real tuviera un palo antes, estas son las jugadas que en años anteriores acababan en el empate, cuando la Real no tenía esa suerte. Lo hemos visto, lo hemos vivido, lo hemos sufrido en demasiadas ocasiones. Hoy el Celta no ha marcado en las ocasiones que ha tenido. Sí, la suerte del campeón. Una suerte que esta Real busca y muchas veces encuentra, y ahí está su mérito. El demérito está en no haber sabido hoy aprovechar los espacios que ha dejado el Celta y los numerosos contraataques de que ha dispuesto el conjunto realista en los últimos minutos. Los partidos hay que matarlos, por mucho que la Real sepa moverse en marcadores cortos, algo que aprendió ya con Lillo en el banquillo. A Lasarte no le gustó el partido, habló de un comienzo "displicente", de no marcar un 0-2 fácil y de tener mucho trabajo por delante. Pero con tres puntos más.

Mirar la clasificación se está convirtiendo en una actividad placentera y feliz. La Real duerme líder, con 42 puntos y a la espera de lo que haga mañana el Hércules en Vallecas. A la espera de la jornada dominical, nadie ha sumado más a domicilio que el equipo de Lasarte. El conjunto txuri urdin sigue siendo el máximo goleador de la categoría. Sus cualidades siguen firmes: es un equipo peligrosísimo arriba, es un equipo que no necesita hacer un partidazo para sumar de tres en tres, que cuando no domina el juego sí tiene las ocasiones más claras, y que tiene una defensa formidable a pesar de que hoy ha saltado al campo con un debutante en la temporada y, de nuevo, con un central en el lateral. Por muy ajustados que sean los marcadores, esta Real no hace sufrir. No como la de años anteriores. Esta Real sigue impulsando nuestros sueños. El sueño de subir a Primera de nuevo. Y con dos partidos en casa en el horizonte, donde van ocho victorias consecutivas. Soñar es gratis.

viernes, enero 15, 2010

PREVIA Celta - Real Sociedad. Buscando fuera a la Real de Anoeta

La Real busca fuera de casa parecerse algo más a la intratable Real de Anoeta (Balaídos, sábado, 18.00 horas; ETB-1). Y no es que los números del equipo de Martín Lasarte a domicilio sean malos, ni mucho menos. De hecho, si vence en Vigo tiene muchas papeletas de convertirse en el mejor equipo a domicilio de la Segunda División. Pero sí es cierto, y el técnico lo ha reconocido, que las sensaciones no son igual de buenas lejos de San Sebastián, y como muestra los dos últimos compromisos, ante Castellón y Villarreal B. Ese es el principal reto al que hace frente la Real en su último desplazamiento de la primera vuelta, buscando además ese título honorífico de campeón de invierno, para lo que necesita sumar un punto más que el Hércules en los dos partidos que restan o, de sumar los mismos puntos, conjugar una diferencia de tres goles en el average general en los 180 minutos que le restan a la primera mitad del campeonato. Nada es descabellado, pues si algo es esta Real hoy es fiable.

Lasarte se ha quedado sin mediapunta para este partido. Zurutuza no se ha recuperado todavía de su lesión y se queda en San Sebastián y Aranburu vio ante el Cádiz la quinta tarjeta amarilla. El técnico cuenta con varias opciones. Toda vez que descartó cambiar de sistema (lo que elimina la posibilidad de un trivote con Markel Bergara y la de dos delanteros, con Bueno y Agirretxe juntos), parece que el puesto se lo juegan Sergio y Nsue, con más opciones para el segundo, titular durante un periodo más o menos largo hasta la semana pasada, cuando no jugó ni un minuto por el regreso de Griezmann. La entrada de Nsue bien podría provocar que el mediapunta fuera Xabi Prieto o Griezmann, jugadores que ya han pasado por esa demarcación. En cualquier caso, esos parecen los elegidos para formar la línea de tres mediapuntas por detrás, una semana más, de Agirretxe, de nuevo máximo goleador del equipo tras su tanto al Cádiz.

No parece que vaya a haber más cambios en el once inicial. De esta forma, jugarían Bravo; Mikel González, Ansotegi, Labaka, De la Bella; Diego Rivas, Elustondo, Xabi Prieto, Nsue, Griezmann; y Agirretxe. Podría haber movimientos en defensa, pero por lo que adelantó Lasarte en la rueda de prensa no parece probable. Labaka ha tenido molestias durante la semana pero da la impresión de que estará en el once. De la Bella parece que se ganó el puesto la semana pasada y eso relegaría de nuevo al banquillo a Carlos Martínez y colocaría a Mikel González en la banda derecha por segunda semana consecutiva y tercer partido en esta temporada. Si Labaka no pudiera jugar, lo normal sería ver una defensa compuesta por Mikel González y Ansotegi en el centro y Carlos Martínez y De la Bella en los laterales, pero lo normal es la primera opción. En lugar del sancionado Aranburu, el que entra en la convocatoria es el todavía inédito Borja Viguera.

La Real se mantiene en la segunda posición en la tabla. Si vence o empata en Balaídos, quedará a la espera de lo que el Hércules haga en Vallecas ante el Rayo, el domingo por la mañana, para saber si recupera el liderato. La cuarta posición la ocupa ahora mismo el Cartagena con 30 puntos, nueve menos que el equipo txuri urdin (aunque el Rayo, con un partido menos, podría tener 31 puntos de ganarlo; ocho por detrás del liderato). El de Lasarte es el conjunto más goleador de la categoría junto con su próximo rival, el Elche (31 tantos cada uno) y para convertirse en el mejor equipo a domicilio deberá vencer en Balaídos y esperar que el Nastic no puntúe en Elche. La Real encadena nueve jornadas sin conocer la victoria, y como visitante ha sumado seis de los últimos doce puntos en juego, tres empates y una victoria desde que cayó goleada en el Rico Pérez de Alicante. Poco se ha hablado esta semana de quien arbitra el encuentro. Se trata de Bernabé García, el hombre que privó a la Real de la victoria ante el Zaragoza la pasada campaña, un partido que marcó el principio del fin de las opciones de ascenso. Ojalá mañana no haya que hablar de él.

Tradicionalmente, Vigo no ha sido una plaza demasiado propicia para la Real. De los 48 encuentros jugados, tanto en Primera como en Segunda, el equipo txuri urdin sólo ha ganado en diez ocasiones y ha perdido en nada menos que 27. Por muchos partidos que se jueguen allí, Balaídos siempre será el estadio en el que se le escapó a este equipo su tercera Liga, la que tanto mereció en la temporada 02-03, ante nueve mil ilusionados realistas que dejaron allí todo su aliento y todas sus lágrimas. Aquel día la Real perdió 3-2. Desde entonces, sólo perdió una vez, en la temporada 05-06. El resto, una victoria y tres empates. En Primera, el úntimo triunfo realista fue el 2-5 de la campaña 03-04, con goles de Kovacevic, Milosevic en propia puerta, Xabi Alonso y dos de Nihat. En la 06-07, Celta y Real bajaron de la mano después de que en Anoeta se respirara algo de ilusión por la permanencia ganando a los vigueses. Fue la última victoria realista en Primera hasta la fecha. En Segunda División la Real sólo venció en Vigo en uno de los ocho encuentros jugados. Fue en la temporada 66-67, la del ascenso de Puertollano, con un solitario gol de Arzak.

El encuentro de la temporada pasada en Liga fue la segunda visita de la temporada a Balaídos, después de que la Real fuera eliminada de la Copa a manos del Celta en un nefasto día de los de Lillo. El partido del torneo de la regularidad fue muy distinto. El Celta dominó, pero sin crear demasiadas ocasiones de gol. La Real tampoco tuvo opciones demasiado claras de llevarse los tres puntos, pero sí la de mayor peligro, un mano a mano de Estrada con el portero que lanzó contra el cuerpo del guardameta celtiña. Fue un partido de poco juego y mucho sufrimiento, de mucho centrocampismo y de poco estilismo que confirmó que el gran problema de la Real, y más después de la lesión de Díaz de Cerio, estaba en la falta de gol. Con el punto cosechado en Balaídos, la Real alcanzaba cinco semanas sin perder y parecía enderezar un poco el rumbo y encontrar un camino que le permitiera sobrevivir a las lesiones que habían cortado su buen juego de las primeras jornadas de la temporada.

sábado, enero 09, 2010

REAL SOCIEDAD 4 - CÁDIZ 1Imparable Real

La Real está imparable. La goleada de hoy hay que entenderla con matices, porque en realidad el Cádiz ha sido un magnífico rival que no ha merecido una goleada tan severa. Pero es que esta Real es mucha Real. Y cuando además tiene la suerte de cara, al equipo contrario tiene que parecer poco menos que casi imposible vencer en San Sebastián. Porque hoy el conjunto de Martín Lasarte ha tenido suerte cuando la ha necesitado, sí, pero que eso no sirva para menospreciar todo lo que deja hoy el equipo txuri urdin: ha remontado el partido, ha acabado goleando, ha lanzado dentro de los tres palos un elevadísimo porcentaje de sus tiros a puerta y la victoria habría sido más amplia de no haber mediado otra nefasta e incomprensible actuación arbitral. Tres puntos más, llegamos a los 39, que es una cifra sobresaliente. Ocho victorias consecutivas en Anoeta. Ocho. Y la sensación de que este equipo tiene hechuras de campeón. Suena a gloria, pero la gloria no llega hasta junio.

La alineación ha sido más o menos la esperada, con la triste noticia de que Carlos Martínez no ha sido finalmente titular. No tiene suerte esta temporada el bravo lateral navarro, esperemos que le sonría algo más a partir de la próxima semana. La solución escogida por Lasarte ha sido la esperada, con De la Bella en el lateral izquierdo y Mikel González en el derecho. La misma de Alicante. Y aunque el resultado ha sido diametralmente opuesto al de aquel día, se puede decir que la apuesta ha salido medio mal. El catalán ha cuajado una buena primera parte y se ha ido diluyendo poco a poco, aunque ha tenido arrestos para hacer alguna subida en los últimos minutos, con el partido ya decantado para la Real. Mikel González, en cambio, ha sufrido muchísimo. Tanto en defensa, donde en más de una ocasión se ha visto desbordado, como en ataque, donde ha pagado con creces el hecho de no ser lateral. La nieve acumulada al borde del terreno de juego pagó el enfado de Mikel tras desaprovechar en la segunda mitad una buena dejada de Xabi Prieto.

El partido ha empezado con una Real arrolladora. Dos llegadas de peligro y una clarísima ocasión de Aranburu a pase de, quién si no, Xabi Prieto. Lo imposible era fallarla, pero el capitán lanzó el balón, desde la línea del área pequeña, contra los pies del único defensa cadista que había bajo palos. Debió ser el 1-0, pero lo que llegó fue el 0-1 en la siguiente jugada. Y llegó de la forma más inesperada. Bravo hizo una salida mala, despejó el balón peor y dejó la portería vacía para que Diego Tristán empujara el balón a su interior. Ya es noticia que Bravo falle. Pero ya sabemos que si falla una vez lo normal es que no vuelva a hacerlo en todo el partido. Y no lo volvió a hacer. Pero en ese momento fue un mazazo. ¿Sería hoy el día en que acabaría la racha de la Real en Anoeta? Pues no.

Cinco minutos después empató la Real. Sólo cinco minutos después. ¿El carácter que faltó en Villareal quizá? El gol vino a redimir el fallo anterior. Su autor, Aranburu. Ni adrede se podía planear mejor la forma de hacer la remontada. Las aguas volvían a su cauce, al partido que más o menos podíamos esperar. Pero no fue así porque el Cádiz no quiso. El equipo andaluz, necesitadísimo de puntos, llegó a Anoeta con ganas de jugar al fútbol. Y ya lo creo que jugó. Le falta veneno arriba, y a eso contribuyó que llegara con lesiones arriba y que Diego Tristán tuviera que retirarse del campo mediada la primera mitad. Pero es un buen equipo. Ojalá Javi Gracia tenga tiempo de sacar al Cádiz de los puestos de descenso. A tenor de lo visto hoy ante la Real parece que se lo merece. La primera parte fue muy buena, muy entretenida, se pasó volando. Y es que había dos equipos jugando al fútbol, y eso que las condiciones no eran precisamente las mejores, bajo una intensísima nevada y con un césped medio congelagdo.

Lo cierto es que la Real debió irse al descanso con ventaja en el marcador, y la razón de que no lo hiciera hay que buscarla en el arbitraje. El linier marcó cuatro fueras de juego a la Real. En uno de ellos, Agirretxe marcó gol y fue anulado. Ese fue el único en el que el asistente acertó. En los otros tres cometió fallos clamorosos, privando al menos de dos unos contra uno de delanteros realistas (Agirretxe y Griezmann) con el portero cadista sin oposición alguna de la defensa. El propio árbitro principal tuvo un tono anticasero, señalando con falta cada intervención de Diego Rivas (le sacó tarjeta amarilla en una acción en la que el manchego se enfadó muchísimo con el jugador rival al que seguramente ni tocó) y dejando de señalar algunas infracciones a favor de la Real, incluyendo un agarrón entre la falta al borde del área y el penalti que sufrió Agirretxe. Faltaba lo mejor del árbitro, pero eso llegó al final. Luego vamos.

Nada más comenzar la segunda parte, la Real vivió la aparición de eso que llaman la suerte del campeón. Con la pinta que tiene este equipo, no puede ser otra cosa. Un despeje de la defensa del Cádiz rebota en un compañero y el balón se queda muerto, y sin portero bajo palos, a los pies de Agirretxe. El nueve realista hizo así el 2-1, quizá cuando menos lo esperaba. La suerte del campeón. Ahí empezaron los peores minutos de la Real. El Cádiz no tuvo ocasiones claras de gol en toda la segunda parte, pero llegaba con tanta facilidad al área de Bravo y con tanto fútbol ensus pies que el resultado parecía peligrar. Digo parecía porque, insisto, sí hubo sensación de peligro, pero no de gol. Y entonces apareció la suerte del campeón por segunda vez. Elustondo lanza una falta con potencia, rebota en la rodilla de un defensa y descoloca al portero. 3-1 y partido sentenciado.

Quedaban algo más de diez minutos y el Cádiz bajó los brazos. En su situación, lo más normal. Sólo tuvo tiempo para tener su única ocasión clarísima de gol, un centro precioso a la espalda de los centrales que encontró un mal remate de cabeza que se marchó fuera. Sólo quedaba tiempo para la sentencia al contraataque. Y para que Johnatan Estrada saliera al campo y dejara algunos detalles más que interesantes. Quizá la buena marcha del equipo sirva para recuperar a jugador que vimos en la pretemporada. Quizá. Pero la estrella fue Griezmann. Al recital de caños de la primera mitad, sumó el cuarto gol del equipo. Un magnífico contraataque que culminó con un lanzamiento precioso. Parece un tanto fácil, pero es un golazo. Tan golazo como maravillosa fue su celebración lanzándose al montón de nieve más allá de la línea de fondo. Qué felicidad. La suya y la nuestra.

Con el tiempo ya cumplido, otro contaataque acabó con gol de Xabi Prieto. Era el 5-1, pero el linier, el otro, no el de la primera parte, no quiso que fuera gol. ¿Por qué? Pues no es posible adivinarlo. Xabi Prieto corre siempre por detrás del balón, con lo que el fuera de juego era imposible. Pero lo pitó. Quizá le pareció que el 5-1 era un resultado demasiado abultado para el Cádiz. A saber. Lo único que queda es esperar que fallos tan clamorosos como el de hoy no se produzcan en partidos de marcadores apretados y que nos dejen disfrutar del fútbol. Del de un Griezmann que sigue saliéndose y que, toques del entrenador al margen, merece siempre un sitio en este equipo. Del de un Xabi Prieto que, a pesar de desaparecer algunos minutos y seguir demostrando su intermitencia, es el único que ha sabido leer los peores minutos del partido. Del de una defensa ejemplar, aunque hoy no haya funcionado precisamente al altísimo nivel al que nos tiene acostumbrados.

La Real suma su octava victoria consecutiva en Anoeta y alcanza los 39 puntos. La mitad del camino, que decía ayer, porque parece complicado que con 78 se escape al ascenso (aunque eso lo sucedió al Hércules la temporada pasada), y todavía a dos jornadas del final de la primera vuelta. Eso quiere decir que queda un mundo. Pero también que el camino es inmejorable. El equipo txuri urdin duerme de líder, a la espera de lo que hagan mañana Hércules y Cartagena en el partido que les enfrenta. Y con el Numancia en la tercera posición. ¿A que ahora sabe todavía mejor aquel 1-3 de las primeras jornadas en Soria? Ni siquiera el borrón de Alicante se recuerda ya demasiado en el gol average. Con el marcador de hoy, la Real ya tiene más 14, sólo un tanto menos que el Hércules en esta balanza. Cómo pinta esta Real. Imparable. Ojalá que no pare.

viernes, enero 08, 2010

PREVIA Real Sociedad - Cádiz. La mitad del camino

La mitad del camino marca mucho y es justo ahí donde puede llegar la Real en esta jornada (sábado, 18.00 horas, Anoeta; ETB-1, Telemadrid-La Otra). Si gana al Cádiz, sumará 39 puntos. Más o menos la mitad de los 78 que garantizan el ascenso y dos jornadas antes de llegar al ecuador de esta interminable Segunda División. Una posición magnífica para soñar con estar entre los tres primeros en junio. La jornada, además, ofrece algún enfrentamiento directo entre rivales por el ascenso, con lo que sacar tres puntos otra vez en Anoeta supondría un paso importantísimo para conseguir el objetivo. Y mejorar una marca ya histórica, ya que los de Martín Lasarte buscan nada menos que la octava victoria consecutiva en casa. De paso, se disiparán algunas de las dudas que parece haber generado el empate ante el Villarreal B.

Para lograr los tres puntos ante el Cádiz, Lasarte ya se ha encontrado el primer gran escollo de la temporada en forma de lesión. El técnico adelantó en la rueda de prensa del jueves que supliría la ausencia por lesión de Estrada (veremos cuánto tiempo está fuera, que ya tenemos malas experiencias muy recientes con los plazos) con Carlos Martínez, pero el lateral navarro parece no tener suerte esta temporada. Se lesionó el primer día de la pretemporada, y eso le quitó un puesto que parecía suyo al ser el único lateral derecho de la primera plantilla. Y ahora que su sustituto está lesionado y el técnico le confirma en el once, él es duda. Una infección en las vías respiratorias hace que su concurso mañana esté a estas horas en el aire y que Lasarte haya realizado una convocatoria de 19 jugadores para el caso de que no pueda estar disponible.

En caso de no jugar Carlos Martínez, y dado que el técnico ha incluído a De la Bella y Sarasola en la convocatoria, lo más normal es que Mikel González pase a jugar a la banda derecha y deje vía libre a uno de los dos laterales zurdos del equipo, presumiblemente De la Bella. Esa fue la fórmula escogida en la primera ausencia de Estrada, en Alicante y ante el Hércules, cuando Dani cumplió un partido de sanción por acumulación de amonestaciones. En cualquier caso, los centrales del once titular seguirán siendo Ansotegi y Labaka, por delante del incuestionable Bravo bajo los palos. Por delante de ellos, Diego Rivas recuperaría el puesto junto a Elustondo tras cumplir su partido de sanción. Markel volverá al banquillo después de no haber aprobado en Villarreal.

En la parte ofensiva del once hay alguna incógnita. Xabi Prieto es inamovible del equipo titular y el técnico confirmó que Carlos Bueno, recién aterrizado desde su país (en el que ha permanecido más tiempo del deseado para solucionar los problemas burocráticos que le impedían regresar), no jugará de inicio, aunque sí ha entrado en la convocatoria. Agirretxe tendrá una nueva oportunidad de parecerse al de los primeros meses de Liga. Las otras dos plazas del centro del campo, ante la ausencia por lesión de Zurutuza, parecen jugársela tres hombres: Griezmann, Nsue y Aranburu. El joven francés fue fundamental en los minutos que tuvo en Villarreal, pero en las últimas jornadas Lasarte viene apostando por Nsue. Aranburu perdió hace algunas semanas su puesto en el once, pero es un jugador importante para el técnico. Su presencia, no obstante, podría entenderse como una apuesta más conservadora que juntar a Nsue y Griezmann.

El empate en Villarreal ante el único filial de la categoría le supuso a la Real la pérdida de la primera posición en la clasificación, pero tiene los mismos puntos que el nuevo líder, el Hércules, y está plenamente confirmada en los puestos de ascenso desde hace ya muchas jornadas. De lograrse la victoria ante el Cádiz, ésta es una jornada muy propicia para meter distancia a algunos rivales directos. Los alicantinos reciben el domingo por la mañana la visita del tercer clasificado, el Cartagena. Cuarto y séptimo, Numancia y Betis, se enfrentan en Soria. Y quinto y noveno, Rayo y Córdoba, hacen lo propia en tierras andaluzas. Junto a la Real, el otro equipo de la parte alta que se enfrenta a un rival de abajo es el Nastic, que recibe al Celta. El equipo txuri urdin tiene al cuarto clasificado a siete puntos.

Ojo a las bajas temperaturas, que pueden dar más de un susto. El césped de Anoeta aguantó muy bien la nevada que cayó justo antes del partido contra el Betis porque se disputó a las doce de la mañana y porque salió el sol. En pleno temporal, el hielo puede ser un gran enemigo ante el Cádiz. Con el conjunto gaditano viene un viejo conocido de la afición realista. Javi Gracia es su entrenador y, por desgracia para él y para los cadistas, no pasa por su mejor momento. Hay quien dice que en Anoeta se jugará la continuidad en el cargo. Los gaditanos llegan a San Sebastián en el decimonoveno puesto, el último de los que llevan a Segunda B, con un punto menos que el Celta, el equipo que ahora mismo marca la salvación.

La historia es muy benévola con la Real en sus enfrentamientos como local contra el Cádiz. El conjunto andaluz sólo ha ganado una vez en San Sebastián, en los catorce encuentros que ha jugado. Fue en la fase de ascenso a Primera de la temporada 39-40, y el resultado fue de 0-1. En Primera, de los doce partidos disputados, nada menos que diez se saldaron con triunfo de la Real. Casi un pleno. El Cádiz, que apenas ha marcado dos goles y ambos en Atotxa, sólo consiguió empatar a cero en las temporadas 88-89 y 90-91. La mayor goleada a favor de la Real fue el 6-1 de la campaña 77-78, con goles de López Ufarte, Alonso, Zamora, Idígoras y dos de Satrústegui.

En el partido de hace dos años, la única vez junto a aquella fase de ascenso en la que estos dos equipos no se han visto las caras en Primera, el resultado fue de empate a cero. Fue un partido malo, de lo peor que se ha visto en este tránsito por la categoría de plata que suma ya su tercer año. El Cádiz vino a llevarse un punto y se lo llevó. La Real, perdida en su juego, fue incapaz de evitarlo. Al final tuvo algunas ocasiones de gol, pero el equipo de Coleman parecía negado en esta faceta del juego. Y en otras muchas. Este era el sexto empate de la Real en los últimos siete partidos. Y los puntos que se habían escapado ya de Anoeta, sin cerrarse la primera vuelta, eran ya 15 de 24. A partir de aquí, el equipo enderezó el rumbo y se metió de lleno en la pelea por el ascenso.

domingo, enero 03, 2010

VILLARREAL B 1 - REAL SOCIEDAD 1 Carbón para la Real

Hoy la Real se ha ganado a pulso encontrarse carbón bajo el árbol en la noche del martes. Es el regalo que tienen que traer los Reyes por lo visto hoy. Los demás regalos los dejaremos para junio, no vaya a ser que la euforia haya tenido algo que ver. Hoy no ha funcionado nada. Ni el equipo que ha saltado al campo, ni los cambios obligados en el once, ni las jugadas a balón parado, ni las sustituciones de Lasarte, ni la superioridad que ha tenido el equipo txuri urdin sobre el campo durante más de media hora. Ni siquiera la ambición y la voluntad del equipo han sido las mínimamente exigibles. El daño ha sido el menor de los posibles viendo lo que se ha visto en el campo, y la Real se ha traído un punto. Sobre el papel, sacar un empate fuera de casa es positivo. Viendo el partido no. Viendo el partido y la clasificación da pena comprobar lo que se ha escapado. Sólo dos puntos, sí, pero de qué manera. Contra diez, contra un filial y dejando una sensación muy triste sobre el campo.

Lasarte sólo ha introducido los dos cambios obligados en el once y la conclusión que han dejado sus sustitutos es lo mucho que se ha echado de menos a Diego Rivas y a Carlos Buenos. Sin Rivas en el campo, nadie ha sido capaz de robar un balón en esa franja, lo que, sobre todo en la primera mitad, otorgó una libertad absoluta a los centrocampistas del Villarreal B en la frontal del área realista. Markel Bergara naufragó, como por desgracia suele hacerlo cuando le toca la responsabilidad de entrar en el once inicial, y a diferencia de lo que había mostrado este año cuando ha salido desde el banquillo. Y Elustondo, sin un fuerte sostén a su lado, es mucho menos Elustondo. Ni a balón parado ha sido capaz de hacer nada. Agirretxe también defraudó. Hoy tenía una gran ocasión para demostrar que tiene que tener más minutos, que es tan válido o más que Bueno. Pero hoy se ha notado, y mucho, la ausencia del uruguayo. No sólo por los goles, sino por que hoy no se ha visto al Agirretxe decisivo en el juego que conocimos a principio de temporada.

No sería justo cargar las tintas sobre las dos novedades en el once, porque, como decía al principio, hoy no ha funcionado casi nada. La defensa sí (hasta el gol del Villarreal B, que pareció evitable, todo hay que decirlo), y sobre todo el portero. Bravo sólo tuvo que intervenir una vez, pero lo hizo con una mano antológica que salvó el 1-0. Zurutuza se multiplicó en el centro del campo, pero sin demasiado acierto con el balón. Aún así, fue de lo mejor del equipo una vez más. Nsue tocó mucha bola, pero con escasa valentía a la hora de encarar y más bien poco acierto. Agirretxe ni apareció. ¿Xabi Prieto? Después de la exhibición que dio en el último partido del año ante el Betis, cabía esperar mucho más de él. El Villarreal B lo sabía, y cada balón que llegaba a sus dominios, aunque no lo bajara el diez realista, acababa en falta. Ahí se fraguó la expulsión de Musacchio, con la única decisión táctica acertada que ha tenido la Real durante el partido, la constante presencia de Zurutuza en esa banda. Él fue quien provocó la segunda amarilla del defensa local.

Lejos de mejorar las prestaciones y la velocidad exhibidas en la primera mitad, ya deficientes, la Real encaró su superioridad numérica con una lentitud algo exasperante. Pensando que el gol tenía que llegar por simple inercia. Craso error. Eso provocó que no se notara la inferioridad del Villarreal en ningún momento y se diluyera el efecto de la expulsión (quizá la única decisión acertada en todo el partido de un arbitraje calamitoso y demencial en muchas ocasiones). Lasarte metió tarde los cambios, pero los dos primeros eran los que estaba viendo todo el mundo que eran necesarios. Markel dejó su sitio a Aranburu y Nsue salió para dar entrada a Griezmann. Y no tardó mucho en ponerse la Real en ventaja, aprovechando los mejores minutos del partido. No es que bordara el fútbol, pero comenzó a hacer algunas cosas con sentido, mejoro el orden en el campo y las ayudas se multiplicaron. Tampoco era difícil que llegara esa mejora.

El gol lo inventaron entre Griezmann y Zurutuza. El francés fue el que consiguió una de las primeras internadas de peligro por banda en todo el partido y sacó un centro atrás desde la línea de fondo. No fue un centro especialmente bueno, acorde con la sensación que estaba dejando el partido (si era bueno el movimiento y la internada, no podía serlo el pase), pero Zurutuza consiguió bajarlo y su disparo acabó dentro. Dio la sensación de que el equipo vio el trabajo hecho. Y ese es un defecto que la Real no había mostrado esta temporada, más bien al contrario. Hasta ahora, la Real había ganado partidos que muchos veían empatados. Hoy ha dejado de ganar porque lo ha visto cerrado. El gol es una clara muestra. Un centro desde la banda izquierda llegó con facilidad al segundo palo, Mikel González se confió y permitió el remate en escorzo de Marco Rubén. Bravo tampoco había cerrado su portería, confiando en su defensa. Gol, empate y cara de tonto que se nos quedó a todos.

Tampoco la reacción posterior de la Real fue la esperada. Pesó el gol y pesó la lluvia. Como explicó el técnico realista, el Villarreal B llegó más y tuvo más dominio del balón, pero las ocasiones más claras las tuvo la Real. En la primera parte, Nsue cometió un gravísimo error al colocarse en fuera de juego en una jugada clarísima y anulada con justicia. Casi en el descuento de esa primera mitad, Agirretxe erró por completo al jugarse en solitario un contraataque que debió ceder a Nsue para que marcara a puerta vacía. En la segunda mitad, la primera aparición de Xabi Prieto (al que sólo se vio en el tramo final del partido) fue un preciso centro a Ansotegi que éste lanzó fuera sin oposición alguna y a puerta vacía. Ocasiones ha habido para ganar, pero es difícil entender el empate como injusto. El buen hacer del Villarreal B se mereció ese punto.

Pero el problema de hoy ha sido que la Real no ha sido capaz de leer lo que necesitaba el partido. Cada presión arriba era una ocasión de gol realista o un balón perdido por el Villarreal. En una jugada así llegó la expulsión. Pero la presión no fue constante ni tuvo continuidad en el centro del campo, que dejó mucha libertad de movimiento al equipo local. Ni Estrada (que acabó injusta y sorprendentemente expulsado por una falta que ni siquiera cometió) ni Mikel González (sigue siendo ahí donde se nota que no es lateral) entendieron que el equipo necesitaba de sus subidas. El equipo no entendió lo que tenía que hacer cuando consiguió adelantarse en el marcador, a pesar de que el gol local fue el único tiro a puerta del Villarreal B en toda la segunda parte. La sensación fue floja. Porque parecía un partido muy asequible para ganar y no se ha conseguido.

Lo que sí es cierto, y eso hay que decirlo cuando se gana y cuando se pierde, es que al final de la temporada no nos acordaremos de cómo ha jugado la Real hoy. El punto conseguido en Villarreal vale exactamente lo mismo que el que se trajo el equipo de Vallecas, siendo la imagen del equipo diametralmente diferente en estos dos partidos. El equipo txuri urdin pierde el liderato en la primera jornada del año por culpa del borrón cometido en Alicante contra el Hércules. Alicantinos y donostiarras tienen 36 puntos, dejan al Cartagena a seis puntos y la cuarta posición, que ahora mismo está en poder del Numancia, a siete puntos de distancia. Es mucho, pero podía ser más. Esa es la agridulce sensación que deja un mal partido. Se debió ganar, se pudo ganar, habría sido todo un golpe sobre la mesa, aunque el juego no haya sido bueno. Pero es un empate, se suma un punto y se añade una jornada más a la racha de partidos sin perder, que ya alcanza los ocho. Sigue quedando mucho para junio.

sábado, enero 02, 2010

PREVIA Villarreal B - Real Sociedad. ¿Feliz año nuevo?

Comienza 2010 con la incógnita de si será finalmente el año feliz que todos esperamos. Y con la duda de saber si será un feliz año nuevo en su primer partido (domingo, 17.00 horas, Ciudad Deportiva; Canal + Liga y Gol TV). La visita a un filial siempre entraña problemas y mucho más si es en la jornada inaugural del año, después de las fiestas navideñas y del parón en una espléndida racha de juego y resultados para la Real de Martín Lasarte. Pero esta Real está demostrando, en su tercera temporada en Segunda, que ha aprendido de los errores de campañas pasadas. Dos son los retos con los que se enfrenta esa vez: filial y comienzo de año. Y si a eso añadimos el objetivo de mejorar los números fuera de casa para complementar la espléndida marcha en Anoeta, el partido lo tiene todo.

Lasarte está obligado a hacer dos cambios con respecto al equipo de las dos últimas semanas. Tanto Diego Rivas como Carlos Buenos vieron ante el Betis, en el último partido de 2009, la quinta tarjeta amarilla y no podrán ser de la partida en Villarreal. Sus huecos en la convocatoria los ocupan Sergio y Viguera. No parece probable que ninguno de los dos tenga un sitio en el once titular. El puesto del manchego se lo disputarán Markel Bergara y Mikel Aranburu, mientras que arriba no hay ninguna duda de que el sustituto del uruguayo será Imanol Agirretxe, que tendrá la ocasión de entrar en el once casi dos meses después. El 9 realista lleva cinco goles, los mismos que Bueno, pero no anota desde que diera el triunfo sobre la campana ante el Cartagena, hace cinco jornadas.

El resto del once inicial será bastante parecido a lo que se ha visto en las últimas semanas. Bravo estará en la portería y la defensa la formarán Estrada, Ansotegi, Labaka y Mikel González. Quizá De la Bella tenga la oportunidad de jugar en la que fue su casa hace unos años, pero parece poco probable que Lasarte haga cambios ahí. Elustondo estará en el pivote con Markel o Aranburu. Por delante, Xabi Prieto y Zurutuza parecen fijos, y cabe pensar que Griezzman podría tener una posibilidad de regresar a la titularidad en la banda izquierda. Hasta ahora el puesto estaba siendo de Nsue, pero el del Betis no fue su mejor partido y quizás Lasarte opte por un cambio. Y arriba, Agirretxe, con Viguera en el banquillo esperando sus primeros minutos de la temporada en su segunda convocatoria.

El escenario condicionará el partido sin lugar a dudas. No parece de recibo que un club con la Historia de la Real tenga que jugar en una ciudad deportiva, aunque es lo que marca la competición y así hay que aceptarlo. El Sevilla llevó este partido contra su filial al Sánchez Pizjuán, pero el Villarreal no ha querido hacer lo propio y jugar en El Madrigal. Allá cada cual con sus decisiones. La Real buscará allí romper otro gafe: el de los malos comienzos de año. En su primera temporada en Segunda, la Real cayó derrotada en el descuento en Salamanca. El 3-2 fue producto de un inexistente penalti que Riesgo estuvo cerca de detener, pero la Real volvió sin puntos de tierras castellanas. Y hace justo un año también el último minuto decidió el partido. El Córdoba marcó entonces el empate a dos con el que le quitó dos puntos importantísimos a la Real de Lillo.

La tranquilidad para la Real está ahora en la clasificación, que le da margen para tener algún tropiezo. Después de su brillante victoria ante el Betis sigue siendo líder, pero el Hércules mantiene el ritmo y está a sólo dos puntos del conjunto txuri urdin. Los alicantinos visitan al Albacete en unas horas. Hasta seis de los nueve equipos que están colocados detrás de la Real juegan el sábado, y otro más el domingo a las 12.00 horas, así que los de Lasarte tendrán una radiografía muy completa de la jornada antes de salir a jugar. La distancia con la cuarta plaza es de ocho puntos y la marca el Rayo. Los vallecanos tienen un partido complicado en casa ante el Levante, que parecía un rival por el ascenso pero que lleva unas semanas en baja forma y ha caído hasta la undécima posición con 22 puntos. La Real encadena ya siete jornadas consecutivas sin perder, pero como visitante sólo está empezando a recuperarse de una mala racha que empezó con sus dos únicas derrotas de la temporada. Gracias a su última victoria, en Castellón, suma cinco de los últimos quince puntos en juego.

Villarreal es una plaza que históricamente no se le ha dado mal a la Real, aunque cabe recordar que el escenario no será El Madrigal, sino la Ciudad Deportiva del conjunto amarillo, y que el rival será el filial y no el once contra el que la Real se había acostumbrado a jugar en Primera. Contra su primer equipo, los realistas han disputado ocho encuentros, de los que tres se saldaron con victoria txuri urdin, otros tres con empate y sólo dos con derrota. La Real no cae en Villarreal desde la temporada 2003-2004. En su último encuentro allí, en la temporada del descenso a Segunda, la Real arrancó un empate a uno. Savio marcó el gol de la Real en un partido que se debió ganar, pero en el que Lotina no se arriesgó a meter un segundo delantero en el campo, ni siquiera cuando los locales se quedaron con diez jugadores.

Contra filiales la Real presenta malos números a domicilio. Desde que cayó a Segunda en el verano de 2007, sólo se ha visto las caras con el equipo B del Sevilla, y no consiguió ganar en ninguno de los dos enfrentamientos disputados en la ciudad andaluza. En la primera temporada, con Chris Coleman en el banquillo, el equipo txuri urdin hizo un mal partido en el que no disparó a puerta ni una sola vez. El buen hacer de Riesgo permitió el 0-0 final. La mala actuación realista de entonces se empeoró incluso en la segunda visita. El Sevilla Atlético, ya colista cando se jugó el encuentro en la sexta jornada, ganó por 1-0 y fue la única victoria que cosechó en toda la primera vuelta. Fue, problemente, el peor partido que ha jugado la Real en esta andadura por la categoría de plata del fútbol español.