sábado, mayo 21, 2016

RESUMEN DE LA TEMPORADA 2015-2016 (y 6) Detalles

· El once tipo
Teniendo en cuenta los minutos jugados tanto en la Liga como en la Copa, tanto con David Moyes como con Eusebio Sacristán sentados en el banquillo realista, el once tipo de la temporada es el siguiente: Rulli bajo palos, Elustondo y Yuri en los laterales, Iñigo Martínez y Diego Reyes como centrales, un centro del campo formado por Illarramendi, Pardo y Xabi Prieto, con Vela, Oyarzabal y Jonathas en punta. Las lesiones, en todo caso, han condicionado mucho ese once, en el que sin duda tendría que Agirretxe y probablemente también Zurutuza. Este once tipo  fue el inicial en dos partidos de la temporada, ambos en Anoeta, y curiosamente en ninguno de los dos consiguió la victoria: Eusebio alineó a esos once jugadores en el 1-1 ante el Levante y en el 0-1 con Las Palmas como rival.

· 29 jugadores utilizados
A lo largo de la temporada, 29 jugadores tuvieron minutos con la Real. El que más jugó fue Rulli, con 3.101 minutos y 36 partidos disputados. Fue el único jugador que superó los 3.000 minutos de juego. El efectivo de campo que más tiempo estuvo sobre el césped fue Illarramendi, con 2.935 minutos distribuidos en 34 encuentros. Los 2.000 minutos sólo los superaron tres futbolistas, Iñigo Martínez (2.790), Vela (2.756) y Xabi Prieto (2.379). Además de Raúl Navas, que no llegó a debutar, el jugador de la primera plantilla que menos minutos tuvo fue Oyarzun, que apenas tuvo 61 minutos y en Copa.

· Ni en descenso, ni en Europa
La Real no llegó a estar en las zonas calientes de la Liga en ninguna jornada de la temporada. En los peores momentos, nunca llegó a meterse en la zona de descenso, y lo más bajo que cayó fue la decimoséptima posición de la cuarta jornada. Pero tampoco llegó a entrar en la zona noble, la que da acceso a las competiciones europeas, puesto que su techo fue la novena posición, la que finalmente ocupó cuando acabó la Liga, y que también había alcanzado en las jornadas 25, 26, 32 y 37.

· Cuatro victorias consecutivas
El tope de éxitos de la temporada se quedó en los cuatro triunfos consecutivos que, ya con Eusebio como técnico, se lograron entre las jornadas 22ª y 25ª, con un 2-1 al Betis en Anoeta, el histórico 0-5 al Espanyol en Cornellá-El Prat, 3-0 al Granada de nuevo como local y el triunfo por 0-1 ante el Athletic en el derbi de San Mamés. El récord histórico de la Real en Liga, seis partidos consecutivos ganando, quedó lejos de los méritos de la Real de Eusebio, que rompió su racha empatando a uno contra el Málaga en Anoeta.

· Agirretxe, máximo goleador
No habla muy bien del resto de los atacantes del equipo que Agirretxe sólo necesitara la primera vuelta, y ni siquiera completa, para acabar siendo el máximo goleador de la plantilla. Hizo 13 goles, firmando además ante el Granada su primer hat trick como profesional, y su lesión en el Bernabéu le privó de haber optado a ser el mejor artillero realista en una Liga en toda la historia. Ese contratiempo físico impidió que lograra su mejor registro en un campeonato liguero, que siguen siendo los 14 goles que hizo en la 2012-2013. Jonathas fue el segundo máximo goleador, con siete goles. Le siguieron Oyarzabal con seis y Vela con cinco.

· 14 goleadores diferentes
De los 27 jugadores de campo que utilizó la Real a lo largo de la temporada, catorce hicieron al menos un gol. Las cifras, en todo caso, muy bajas. A los ya mencionados Agirretxe, Jonathas, Oyarzabal y Vela, se sumaron Xabi Prieto y Bruma con tres tantos, Reyes con dos y Canales, Illarramendi, Markel, Iñigo, Zurutuza, Elustondo y Bautista con uno. Canales sólo marcó en Copa, y el único jugador que hizo al menos un tanto tanto en la Liga como en el torneo del KO fue Bruma.

· Cuatro potrillos del Sanse debutaron en Primera
Siempre es una noticia gratificante que jugadores del Sanse den el salto al primer equipo. Moyes dio la alternativa a uno, a Oyarzabal, en la novena jornada de Liga, en el 0-4 ante el Levante. Eusebio hizo debutar a tres más. Héctor, curiosamente ya con dorsal del primer equipo pero sin contara para nada para el escocés lo hizo en la 13ª jornada, en el 4-0 del Camp Nou. Luego hubo que esperar a las jornadas finales, cuando Bautista apareció en la 35ª jornada, 0-0 ante el Villarreal en El Madrigal, y a la 38ª, el 0-1 en Mestalla, cuando fue el turno de Zubeldia. Ninguno de ellos, curiosamente, tuvo sus primeros minutos en Anoeta.

· El equipo con menos penaltis a favor
Resulta inconcebible que la Real sólo haya tenido un penalti a favor en toda la temporada, siendo junto al Deportivo, el que menos penas máxima ha tenido. Casualidades de la vida, fue precisamente ante el equipo gallego cuando se señaló ese lanzamiento desde los once metros que, por supuesto, Xabi Prieto transformó en gol. Era la jornada 20 cuando llegó esa decisión arbitral, que no volvió a repetirse en toda la temporada. Increíblemente lejos, en el otro extremo de este ranking están los 18 penaltis a favor de que dispuso el Barcelona.

· Sólo tres equipos con más penaltis en contra
El otro lado de la moneda desde los once metros tampoco jugó a favor de la Real. Sólo Sporting, Getafe y Rayo, los tres equipos que se jugaron el descenso en la última jornada, tuvieron más penaltis en contra que la Real. A los diez de gijoneses y getafenses y a los nueve de los rayistas, la Real tuvo que hacer frente nada menos que a siete penas máximas en contra, de los cuales cinco fueron gol. En la jornada 4ª, el Espanyol empató a uno con un penalti, por medio de Gerard Moreno para acabar ganando 2-3. En la 17ª, el Real Madrid dispuso de dos penas máximas en el Bernabéu, Cristiano Ronaldo lanzó ambas, falló la primera y anotó la segunda, ambas con 0-0 en el marcador y en un partido que acabó 3-1. En la jornada 27ª, Griezmann forzó y marcó el 3-0 en el Vicente Calderon. La única parada de Rulli llegó en la jornada 30ª, a lanzamiento de Viera, aunque eso no impidió que Las Palmas venciera en Anoeta por 0-1. Una jornada después, el Sevilla recortó distancias gracias al lanzamiento de Gameiro, pero no logró empatar a la Real y el partido acabó 1-2. Y finalmente, en la jornada 34, el Getafe logró el 1-2 final en Anoeta, al transformar un penalti Alvaro.

· Segundo equipo que más faltas recibió
No es ninguna sorpresa, ya que está siendo la tónica habitual de los últimos años, pero atendiendo a su clasificación final y las zonas en las que se ha movido durante la temporada, sí que es peculiar que la Real haya sido el segundo equipo que más faltas ha sufrido. Ni el Barcelona, ni el Real Madrid. La Real. Nada menos que 560 y sólo por detrás de las 623 del Valencia. Vela, a pesar de su triste temporada, se mantuvo entre los jugadores que más faltas sufrió, concretamente en la sexta posición de toda la Liga con 81 infracciones cometidas sobre él. Pero es que Illarramendi está en la decimocuarta posición, con 65 faltas sobre él, las mismas, por ejemplo, que el barcelonista Busquets.

· Tres rojas a rivales, cinco a realistas
No parece lógico que, un año más, uno de los equipos que más faltas recibe, tenga un saldo negativo de tarjetas rojas, pero le ha vuelto a suceder a la Real. Sólo ha tenido tres superioridades numéricas, y todas fueron en las diez primeras jornadas de Liga: el bético Petrós dejó el campo en el minuto 44 de la tercera jornada; el malaguista Tissone, en el 70 de la séptima; y el levantinista Deyverson en el 87 de la novena. En total, 79 minutos en superioridad y un total de 29 jornadas consecutivas sin disfrutar de un jugador más en el campo. Por contra, la Real vio las expulsiones de Rulli en la cuarta jornada, ante el Espanyol, en el minuto 41; las de Reyes y Jonathas en los minutos 88 y 89 en el partido en Anoeta ante el Atlético de Madrid; la de Markel en el Sánchez Pizjuán en la jornada 31, en el minuto 66; y la de Granero ante el Getafe en la 36ª, en el minuto 82. Eso supone 83 minutos con un jugador menos.

· Victoria por Tximist
Uno de los momentos más tristes de la temporada fue el repentino fallecimiento del preparador físico del equipo, Juan Carlos Samaniego, más conocido como Tximist, que nos dejó con solo 54 años. La Real le dedicó un magnífico triunfo por 2-0 ante el Valencia, en la decimonovena jornada de Liga, con dos tantos de Jonathas y en un partido en el que todos los jugadores lucieron brazaletes negros y, por supuesto, se guardó un minuto de silencio en memoria de un personaje tremendamente apreciado en el entorno txuri urdin.

· La mayor goleada visitante de la historia
Un dato que pasó muy desapercibido en su momento es que el equipo de Eusebio ha dejado en la temporada 2015-2016 un registro que se inscribe en los libros de historia con letras de oro, la mayor victoria a domicilio de la historia, igualando el 0-5 que logró el conjunto txuri urdin en Oviedo en la temporada 1997-1998. Esta vez esa contundente goleada se logró en Cornellá-El Prat ante el Espanyol, con dos goles de Jonathas, el primero y el último de la cuenta, y uno más Vela, Oyarzabal y Reyes.

· La contradictoria vida de la Real ante el Barcelona
Es muy difícil entender qué le pasa a la Real contra el Barcelona. A un lado de la balanza, el campeón no sabe lo que es ganar en Anoeta desde que subió el equipo txuri urdin a Primera: cinco victorias de la Real y un empate en Liga, más otro empate en la Copa. Oyarzabal fue esta vez el verdugo culé. Nadie ha sumado tantos puntos ni tantas victorias ante el Barça como local en los últimos seis años, lo que tiene un mérito indiscutible viendo el esplendoroso presente del equipo catalán. Pero, al mismo tiempo, la Real se convirtió esta temporada, con el 4-0 de la primera vuelta, en el primer equipo de la historia en cosechar 18 derrotas consecutivas en el Camp Nou, un estadio donde ha encajado siempre al menos un gol desde que en la temporada 1983-1984 Arconada consiguió mantener su portería a cero. La vida es contradictoria para la Real cuando enfrente está el Barcelona.

· Ocho derbis sin perder
La Real sigue sumando en los derbis contra el Athletic y ya acumula ocho sin conocer la derrota. En esta ocasión, el equipo bilbaíno ni siquiera consiguió hacerle un gol. Al empate a cero de Anoeta le siguió la victoria txuri urdin en San Mamés por 0-1. Peor le van a la Real los derbis guipuzcoanos, puesto que su segunda visita a Ipurúa volvió a saldarse con derrota, esta vez por 2-1, con lo que la Real sigue contando sus partidos allí en Primera por derrotas. En cualquier caso, en Anoeta ganó la Real por el mismo resultado, 2-1.

viernes, mayo 20, 2016

RESUMEN DE LA TEMPORADA 2015-2015 (5) Un enorme problema arbitral

González González y su malicioso arbitraje en el Bernabéu.
Un año más, y sólo con ver los 38 partidos de la Real, sin necesidad de conocer en detalle al resto de la Liga, hay que concluir que en el fútbol español, le pese a quien le pese, existe un grave problema arbitral. Y un año más, se llega a la conclusión de que nadie con poder para solucionarlo tiene la más mínima preocupación sobre este particular. Habrá quien insista en el manido argumento de que arbitrar es muy difícil, pero el problema no está tanto en el nivel de acierto o error (un problema ya de concepto, puesto que el árbitro es un juez, no un adivino), sino en que la preparación personal y técnica de los árbitros no parece la adecuada dado el nivel de profesionalismo del que disfrutan. Y eso desemboca en situaciones que no parecen normales y que resultan dañinas para el espectáculo. También se dice que ahí está la salsa del fútbol, pero ese argumento, año tras año, es cada vez más difícil de entender.

El problema con la Real está en la base. Más allá de las decisiones puntuales, que algunas de ellas ya son importantes, está en la forma en la que los colegiados miden al equipo txuri urdin. Es ya toda una costumbre que el realista sea uno de los equipos que menos penaltis disfruta a favor. Fueron tres en la temporada 2014-2015 o dos en la 2013-2014, pero es que en la Liga 2015-2016 sólo hubo un penalti para la Real, y tardó nada menos que veinte jornadas en llegar. Y para colmo, fue un penalti nada claro, un levísimo empujón a Xabi Prieto que transformó el capitán, el auténtico especialista desde los once metros no ya de la Real sino de toda la Liga. Pero ocasiones hubo de sobra para permitir a un jugador de la Real colocarse en los once metros, como en las penas máximas que sufrió Jonathas en Anoeta ante el Atlético de Madrid, en el Santiago Bernabéu o en Vallecas, por no hablar del que se cometió Oyarzabal en Vigo o, sobre todo, el descomunal atropello que sufrió Vela en Ipurúa en los minutos de descuento.

Pero, claro, la Real es un equipo fácil para los árbitros. Fácil en Anoeta, donde las pistas de atletismo han enterrado la presión que proporcionaba Atotxa, pero fácil también lejos de allí, porque el equipo no tiene la agresividad que sí tienen otros conjuntos para rodear y presionar a los colegiados. En dos partidos de toda la temporada la Real sí reaccionó con indignación, en Anoeta ante el Atlético de Madrid y en Ipurúa, y la factura fue inmensa. En el primero de los encuentros, Iglesias Villanueva expulsó a Reyes y Jonathas, además de amonestar a Pardo y a Rulli, y en el segundo, Melero López desenfundó sus amarillas en tres ocasiones, de nuevo a Rulli incluso con el partido ya finalizado. La Real es la demostración de que otros equipos que sí condicionan, presionan y, por qué no decirlo, amedrentan a los árbitros, tienen una bula que para el txuri urdin es auténtica ciencia ficción. Y sí, todos sabemos de qué equipos estamos hablando.

Por eso, el respeto que los colegiados sienten por la Real se antoja mínimo. Hasta el habitualmente estoico Jokin Aperribay tuvo que rendirse a la evidencia después de la maliciosa actuación de González González en el Santiago Bernabéu, con diferencia el partido más perjudicial para la Real en toda la temporada desde el punto de vista arbitral. El presidente realista, en el descanso de dicho encuentro, bajó al vestuario del árbitro increpándole por el "robo" que estaba sufriendo el equipo, con dos penaltis inexistentes pitados en contra, al menos uno clarísimo a favor que no sancionó y la decisión de dejar seguir el juego cuando Canales estaba en el suelo con la rodilla destrozada, en una jugada que devino precisamente en uno de los dos penaltis a favor del Real Madrid. Casi nada. Y aún así, González González volvió a arbitrar a la Real esta temporada, en el 3-0 en Anoeta ante el Granada, en un partido en el que únicamente quedó claro lo mal árbitro que es, sin afectar afortuadamente al resultado. Esa designación sólo se puede entender desde la falta de respeto hacia la Real, porque era algo innecesario y provocador.

La salvaje entrada a Capilla que se quedó sin sanción.
El caso es que el propio Aperribay se arrepintió públicamente de aquella actuación suya, y tuvo que suavizarla en público. Ese es el reflejo de la timorata actuación de los jugadores cuando sufren esos atropellos, y no necesariamente por decisiones que afecten a los resultados. ¿Se imagina alguien que Augusto, del Atlético de Madrid, hubiera lesionado tan impunemente como lo hizo con Capilla a un canterano del Real Madrid o del Barcelona, por no hablar ya del Athletic de Bilbao o el Sevilla? ¿Acaso no se habría formado una jauría de jugadores que hubiera rodeado al colegiado de turno hasta que hubiera mostrado una tarjeta roja? Pues nadie de la Real se acercó siquiera a protestar a Hernández Hernández por aquella acción, con lo que el colegiado tranquilamente señaló el final del partido y se marchó a casa. La pregunta es si los jugadores de la Real actúan como lo hacen porque saben que no van a conseguir nada de quienes tan poco respeto les muestran o si es al revés, que los árbitros respetan tan poco a la Real en este sentido porque nadie levanta nunca la voz. Y sí, hablamos de respeto, porque no es normal que el internacional y reputado Undiano Mallenco se haya paseado dos veces por Anoeta, ante Málaga y Real Madrid, escatimando tiempo de descuento ante pérdidas de tiempo flagrantes.

Se podrán analizar las jugadas a favor y en contra que ha tenido la Real para concluir en esas clasificaciones ficticias que se quedan en la superficie y no analizan las actuaciones arbitrales de verdad. Pero es que no se trata de acertar. Se trata de juzgar. ¿Cómo se evalúa el clarísimo penalti que sufrió Elustondo en El Molinón con 1-1 en el marcador cuando el partido acabó 5-1? ¿O el piscinazo de Griezmann, tiene bemoles que precisamente fuera Griezmann, en el Vicente Calderón para certificar el 3-0 con el que el Atlético derrotó a la Real? Pero el error está ahí. Sí, por supuesto, tienen más trascendencia la pena máxima en Eibar que hubiera supuesto el empate, la de Vallecas que hubiera dado dos puntos más a la Real o, por mencionar también algunas decisiones que han favorecido a la Real, el penalti por mano de Illarramendi en el derbi ante el Athletic en Anoeta o el gol en fuera de juego con el que Agirretxe impidió la victoria del Málaga en el estadio realista. Pero la conclusión seguirá siendo la misma: los árbitros son un enorme problema en el fútbol actual, y en particular también para la Real, un equipo que no sabe cómo jugar con este aspecto del juego. Si seguimos sin verlo, el desprestigio de los árbitros seguirá en aumento y la situación para la Real empeorará. Ni más ni menos.

jueves, mayo 19, 2016

RESUMEN DE LA TEMPORADA (4) Un plan deportivo con dudas

Aperribay y Loren, en la presentación de Bruma.
¿A qué aspira la Real? La pregunta comienza a ser esencial, porque no parece claro, y es algo que parece haber perjudicado notablemente al equipo esta temporada. Repasando los hechos que acontecieron en el pasado verano, parece difícil no pensar en que el club fue ambicioso. Lo fue, objetivamente lo fue, de palabra y de hecho. El objetivo era Europa. Lo dijo Loren, director deportivo de la entidad. Lo ha pensado siempre Jokin Aperribay, el presidente del club. Sus decisiones, acertadas o no porque eso es otra cuestión, apuntaban en ese sentido. Un entrenador con experiencia Champions al que otorgarle el mando del equipo y fichajes ambiciosos. Se ha repetido hasta la saciedad, la Real ha tenido este año la plantilla más cara de su historia. Pero si ese es el objetivo, haber estado toda la temporada lejos de él tendría que tener más consecuencias, al margen del cese del entrenador que comenzó la temporada, David Moyes.

A la Real, en ese sentido, le falta autocrítica. Da la impresión de que todo vale. De que no pasa nada por no cubrir las expectativas despertadas. Y de que a la Real le falta un mando contundente que corte de raíz el conformismo que de vez en cuando se instala en el entorno. ¿Un ejemplo? Parece absurdo que el Director Deportivo quiera luchar por Europa y el fichaje estrella de esta temporada, Illarramendi, emblema además de la cantera realista, diga después de una buena racha del equipo que les ha perjudicado que se vuelva a hablar de Europa. ¿Otro? La forma en la que el propio presidente de la entidad quedó desautorizado cuando hablaba del compromiso de Vela con el club, después de una temporada lamentable, cuando el mexicano decidió abandonar el estadio en mitad del encuentro ante el Rayo Vallecano después de ser sustituido en el descanso. Pero eso es sólo un síntoma de muchas decisiones que han resultado sorprendentes o que, sencillamente, han salido mal.

No se puede negar que el Consejo, y con él la Dirección Deportiva, han hecho algunas cosas bien. A pesar del desánimo general y de la lícita desilusión que se ha venido generando, no se pueden obviar hechos como que el equipo ha estado dos veces en Europa tras el ascenso, que se han logrado renovaciones importantes (la última, la de Iñigo Martínez), que han llegado jugadores de nivel que sí han dado resultado (el propio Vela o Rulli) y que se ha frenado la sangría de jugadores que han cruzado la A-8 en dirección a Bilbao. Por algo será. Por supuesto, habrá quien crea que eso se debe a que los jugadores viven en la Real en un escenario de comodidad derivado de esa ausencia de autocrítica y de consecuencias cuando no se está en el lugar que corresponde. Perfectamente lícito. Y quién sabe si con más razón que quienes atienden sólo al hecho concreto. Pero la Real tiene una base más que interesante, aunque tenga unos agujeros que tapar.

Y es que hay gestiones del club, en concreto de su Dirección Deportiva que resultan difíciles de entender, sobre todo porque en la Real no suelen darse demasiadas explicaciones ni tampoco se suelen asumir muchas responsabilidades, y quizá ahí tendría que empezar el cambio. Por ejemplo, no es fácil asimilar que la Real haya gastado casi veinte millones de euros en el fichaje de tres delanteros centro que han fracasado, Seferovic, Fiunnbogason y Jonathas, y a ver si el tercero logra vestir la camiseta realista en una segunda temporada, cuando en casa tenían a un Agirretxe siempre tapado de inicio y siempre con mejores cifras goleadoras. Tampoco que la Real lleve tantos años sin conseguir que un portero de cantera destaque, incluso frenando trayectorias de guardametas de los que venimos oyendo hablar durante años y que ni siquiera llegan a tener una oportunidad en el primer equipo. O incluso con la gestión del talento que llega desde el Sanse y el juvenil, equipos que llevan tiempo dando un resultado espléndido mientras luchan contra gigantes económicos y con redes de ojeadores de carácter mundial.

Sobra decir que es la cantera lo que más felicidad ha dado en este decepcionante curso. Pero es interesante ver que los chavales que más protagonismo han tenido han sido, precisamente, los que no recibieron dorsal del primer equipo, decisión que, en teoría, toman al alimón entre el técnico y el director deportivo. En el caso de Oyarzabal o Bautista es algo razonable, por supuesto, porque son irrupciones que llegan cuando llegan. Pero Elustondo bien podría haber subido al primer equipo tras haber debutado ya con Moyes en la 2014-2015, y no lo hizo. Se dio dorsal de la primera plantilla, en cambio, a jugadores con los que no se contaba. El caso más evidente es el de Oyarzun, pero también se puede citar a Héctor, dos futbolistas que han sido un relleno innecesario. ¿Subieron sólo porque no se les pudo colocar en verano como a Hervías o por presumir de cantera con cifras infladas? Gaztañaga o Ros son nombres que completan lo que ya es una peligrosa tendencia. Si Zubieta se convierte en una cuota, malo. Zubieta tiene que nutrir a la Real, pero con jugadores que sean válidos. Si no lo son, o la Dirección Deportiva no los ve así, puerta. Porque sólo con esa base fiable de cantera se puede lograr que el equipo crezca con fichajes de calidad.

La Real, obviamente, se propone ser un equipo con base de cantera, y sobre ella Aperribay quiere construir una Real grande. Sus planes sobre Anoeta, que empiezan a eternizarse peligrosamente, son un claro ejemplo. El presidente tiene toda la razón al hablar de la necesidad de un nuevo campo. Y no sólo desde un punto de vista empresarial y económico, sino también deportivo. No hay que más que ver los puntos que Anoeta no gana y que Atotxa sí le daba a la Real. La comodidad de las pistas de atletismo para árbitros y rivales se siente. Y el salto exponencial que dio la Real en su número de socios con el paso a Anoeta, podría repetirse con esta obra. Pero esta temporada da la impresión de que el club ha estado muy centrado en lo económico, en lo institucional, y se ha olvidado en buena medida de lo social, de cuidar al socio, y sobre todo de lo deportivo. Ha habido satisfacción en cómo se ha preparado la temporada durante el verano, y no se ha velado por que ese trabajo previo desembocara en el resultado adecuado durante el curso. Quizá esto sea más responsabilidad de Loren que de Aperribay, pero estos siempre han defendido un trabajo conjunto y por tanto ambos tienen su cuota de responsabilidad.

Por supuesto, la Real tiene que velar por lo bueno que tiene. Necesita una transparencia que dé confianza a sus aficionados. Culebrones como el de Rulli del verano pasado (¿se repetirá este?), el de Vela durante toda la temporada o la ausencia de información sobre lesionados, caso de Raúl Navas o Agirretxe, merman muchísimo la confianza de los realistas en el club y restan trascendencia a los aciertos. La Real no comunica bien lo que quiere, lo que está haciendo y lo que necesita. Sí, con Anoeta sí. Con el nuevo campo no hay mensajes equívocos, sólo un resultado pospuesto eternamente que hace poner en duda los mensajes. Y durante la preparación de la plantilla, tampoco hay dudas. Pero a partir de ahí, las hay y son de calado. ¿Aspira la Real a Europa? Si la respuesta es afirmativa, mensajes claros. Nada de autocomplacencia. Nada de mensajes absurdos como la entrega del brazalete de capitán a Vela tras su juerga madrileña, y sí apuestas firmes, como sería dárselo de una vez al verdadero capitán del equipo, Iñigo Martínez. Si se le ha hecho un contrato con el que él se siente valorado y ha renovado porque ve ambición en el club, que se note ya a todos los niveles. Porque ahí es donde Loren y Aperribay pueden hacer que la Real crezca.

miércoles, mayo 18, 2016

RESUMEN DE LA TEMPORADA 2015-2016 (3) Fracaso de Moyes, irregularidad de Eusebio

Resulta difícil entender la dinámica en la que se ha metido la Real en cuestión de entrenadores porque ninguno parece ser capaz de responder al reto de dirigir a este equipo. Desde el ascenso, todos, de una u otra manera, han tenido sus éxitos, por puntuales que fueran. Todos parecieron en un momento dado el adecuado para llevar a la Real a buen puerto. Pero ninguno ha convencido de tal manera que se le perciba como el conductor ideal para el futuro del club. Martín Lasarte, Philippe Montanier, Jagoba Arrasate, David Moyes y ahora Eusebio Sacristán. Todos han tenido sus momentos de gloria, sus partidos o tramos de las temporadas en los que han puesto sobre la mesa una capacidad técnica y unos logros deportivos notables. Pero la Real sigue sin dar el salto de calidad que se le presupone por plantilla. Quizá, de entre todos ellos, el fracaso de David Moyes sea el más notable, porque en sus manos tuvo el grupo de jugadores más caro de la historia del club y un calendario asequible, pero sin embargo naufragó hasta llegar a su despido en el mismo punto en el que el propio escocés cogió las riendas del equipo de manos de Arrasate un año antes.

Sorprende que Moyes fuera incapaz de enderezar el rumbo del equipo con una pretemporada de por medio, sobre todo porque la sensación que se dio es que el escocés era el entrenador en esta etapa en Primera que más poder tuvo a la hora de manejar el proyecto en toda su dimensión. Lasarte, Montanier y Arrasate no tuvieron tantas cotas de poder. Y quizá por ello siempre se notaron discrepancias con la dirección deportiva. Puede que ahí estuviera la clave de las carencias en la confección de la plantilla, que al final también pesó en el devenir del técnico, pero no se puede negar que mimbres tenía Moyes para, al menos, transmitir alguna idea de juego, cosa que no llegó a hacer en ningún momento. Porque el problema de la Real era justo eso, que no sabía a qué jugaba. Si Moyes lo sabía, desde luego nunca pareció que los futbolistas sí tuvieran ese conocimiento. No se puede obviar la responsabilidad de los propios jugadores, que transmitieron sensaciones muy parecidas con Arrasate, pero de Moyes, un técnico con una larga trayectoria en la Premier y con un paso incluso por un banquillo con tanto calibre como el del Manchester United no puede dejar tan poca influencia y tan poco valentía en un equipo que aspira a crecer y que, de hecho, hizo con él una importante inversión para lograr ese objetivo.

El caso es que Moyes no supo sacar fútbol de su plantilla y, de esa manera, los resultados tampoco llegaron. La Real tiró a la basura un comienzo de temporada asequible sin que el técnico escocés fuera capaz de encontrar soluciones. Incluso se mostraba particularmente satisfecho del rendimiento del equipo cuando sus resultados eran bastante pobres, cuando las victorias no llegaban (incluso dejó la Real sin haber conseguido un sólo triunfo en Anoeta) y su destitución parecía un hecho inevitable cuando se habían cumplido apenas los dos primeros meses del campeonato. Jokin Aperribay, que siempre se ha mostrado reacio a despedir entrenadores, no lo había hecho hasta un año antes con el propio Arrasate, se vio obligado a repetir el movimiento prácticamente en el mismo punto del campeonato. La Real de Moyes cerró su corta trayectoria sin patrón de juego, sin recuperar a sus mejores futbolistas de un mal momento, con una mala decisión de prioridades en las alineaciones (la suplencia de Agirretxe en los tres primeros partidos es el mejor ejemplo de esto) y sin una apuesta decidida por la cantera. Salvo la primera aparición de Oyarzabal, y la apuesta por Agirretxe una vez visto que superaba a Jonathas en todo, Moyes no dejó gran legado en las jornadas que dirigió al equipo.

Para relevar a Moyes, el Consejo eligió a Eusebio Sacristán. Y su mismo nombramiento fue un cambio de dirección también bastante complejo. De un técnico con experiencia en Champions se pasó a un debutante en Primera División. De un representante de la vieja escuela británica, a un defensor del fútbol de toque. De un sargento, a un técnico mucho más afable. Y de uno del que los futbolistas recelaban, a uno con el que parecieron conectar enseguida, y así lo manifestaron varios integrantes del vestuario en sus declaraciones públicas. Pero lo que importa es lo que se ve en el césped, y ahí el cambio sí pareció notarse, sobre todo al principio. La Real de Eusebio no empezó con malos resultados, como tampoco lo hizo la de Moyes, y el juego sufrió una transformación. El equipo txuri urdin pasó a dominar la posesión del balón. Tenía serias dificultades para crear ocasiones de gol, un problema heredado y que no se agravó por la sensacional racha goleadora de Agirretxe, pero buscaba generar fútbol, quería la pelota y que sus jugadores de más calidad fueran los protagonistas. Pero la sorpresa vino por donde pocos la esperaban, y es que la Real también empezó a defender mejor. Eso, y la buena puesta en escena del equipo en el Santiago Bernabéu, invitó a pensar que esta vez el club sí había acertado de pleno con su entrenador.

Pero ahí nació un nuevo problema. La Real comenzó a ser un equipo terriblemente irregular, motivado y desmotivado sin razón aparente en rachas largas. Con Eusebio se han encadenado hasta tres rachas de al menos cuatro partidos sin conocer la victoria, pero también una de cuatro triunfos consecutivos. Se ha visto a una Real capaz de triunfar en estadios tan complicados como el Sánchez Pizjuán, San Mamés o Mestalla, y haciéndolo además con partidos marcados por un carácter que la propia Real suele negarse a sí misma. Incluso se venció al campeón, al Barcelona, haciendo de Anoeta su estadio más temido con diferencia, pero también se ofrecieron partidos lamentables como la triste derrota en San Sebastián ante el Getafe, equipo que finalmente descendió, o la sonrojante goleada encajada en El Molinón ante el Sporting, conjunto que como el azulón se jugó la permanencia en la última jornada de Liga. La conclusión en este sentido es que Eusebio sabe convencer a sus jugadores en las grandes citas, pero por el momento no para afrontar un torneo que premie la regularidad. La irregularidad del equipo parece ser la misma que ha mostrado el entrenador.

En este sentido, Eusebio tuvo arranques de entrenador bastante inexplicables, como la forma en la que despreció la Copa del Rey, considerándola poco más o menos que su pretemporada particular para ver a los jugadores que no tenían hasta ese momento la confianza de estar en el once tipo de la Liga, o la forma en la que gestionó las semanas de tres partidos, con el pobre pico que supuso su incomprensible once del Vicente Calderón. Pero no le tembló la mano para probar jugadores en puestos extraños, con aciertos puntuales como el de Reyes en el centro del campo y fracasos lamentables como la ubicación de De la Bella como central ante el Atlético de Madrid. Y aunque en algunos casos tuvo demasiados reparos en apostar por la cantera, siendo difícil de entender por qué tardó tanto en dar minutos a Bautista teniendo a Agirretxe lesionado y a Jonathas en sequía absoluta de goles y fútbol, no tuvo problema en acabar dando galones tanto a Elustondo en defensa, incluso como central, y a Oyarzabal en el ataque, lo cual, en un equipo como la Real, merece la pena ser destacado.

David Moyes fue un fracaso. No es malo reconocerlo. Y Eusebio Sacristán es todavía una incógnita. Tampoco es un problema decirlo. El caso es que si el técnico txuri urdin sabe jugar sus cartas, puede ser un líder interesante para el futuro de la Real, pero tiene que acreditar una capacidad de aprender de sus propios errores que todavía no ha mostrado. La Real es un club que tiene que aspirar a mucho más de lo que ha hecho esta temporada. No se le exige Europa, pero sí luchar por ella. Es lo mínimo, y más viendo la notable inversión económica hecha para confeccionar la plantilla. La Real, incluso con el pobre bagaje de puntos que le dejó Moyes, estuvo en dos ocasiones en condiciones de meterse en la pelea, después de ganar 0-1 al Athletic y tras superar al Barcelona en Anoeta, y Eusebio no consiguió mentalizar al equipo de que esa era su lucha en ninguna de esas dos ocasiones. Eso, sumado al pobre fútbol de algunos partidos, despierta las dudas legítimas sobre el técnico. Pero se han visto cosas buenas que ayudan a pensar que, con una gestión adecuada de la renovación de la plantilla y una pretemporada acertada, se puede volver a colocar a la Real donde se merece.

martes, mayo 17, 2016

RESUMEN DE LA TEMPORADA 2015-2016 (2) Los jugadores

1. Rulli (7)
Partidos jugados: 36. Titular: 35. Sustituido: 0. Minutos: 3.101.
Amarillas: 6. Rojas: 1
La segunda de las temporadas a préstamos del guardameta argentino no ha dejado la misma sensación de regularidad que la primera, e incluso hubo momentos en los que fue lícito pensar que Rulli no iba a progresar tanto como se esperaba. Pero su segunda vuelta ha sido digna de mención, y la forma en que encara los partidos grandes, enormes actuaciones ante Real Madrid y Barcelona como la pasada temporada, le ha colocado en el punto de mira de equipos de prestigio. Es muy bueno en casi todas las facetas del juego, tiene unas condiciones increíbles y ha sujetado mucho a la Real en sus peores momentos de juego. Es de los que ganan puntos.

2. Carlos Martínez (4)
Partidos jugados: 12 Titular: 8. Sustituido: 1. Minutos: 720.
Goles: 0. Asistencias: 2. Amarillas: 2.
Es muy triste ver a un jugador tan bravo como Carlos Martínez mermado sin aparente solución por un estado físico que le convierte en un efectivo poco fiable. No es descabellado decir que la Real echa en falta el carácter que imprimió a la banda derecha en la temporada en la que se tocó el cielo con la clasificación para la Champions. Pero para que sea útil a la Real, urge recuperarle, porque el lateral diestro es una posición en la que hay overbooking en la primera plantilla. Con todo, dos asistencias de gol, lo que no es poco viendo los escasos minutos que ha podido jugar.

3. Mikel González (5)
Partidos jugados: 18. Titular: 16. Sustituido: 2. Minutos: 1.462.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 1.
Cuando más difícil parece tenerlo para jugar, con más fuerza resiste Mikel González. Desde la irrupción de Iñigo Martínez sabe que no es el mejor central de la Real. El fichaje de Reyes parecería relegarle a la suplencia. E incluso siendo Elustondo una opción para el centro de la zaga, ha jugado tanto como la pasada campaña. Y aunque lejos de su mejor nivel, no lo ha hecho mal. Ha cumplido con mucha corrección, como ha hecho siempre desde que llegó al primer equipo de la Real. Un muy valioso jugador de plantilla que probablemente valoraremos más cuando ya no esté.

4. Illarramendi (6)
Partidos jugados: 34. Titular: 33. Sustituido: 3. Minutos: 2.935.
Goles: 1. Asistencias: 1. Amarillas: 14.
El hijo pródigo volvió a casa y lo hizo para ser el líder del fútbol del equipo, pero como ese fútbol no apareció Illarramendi no brilló tanto como se esperaba. No es todavía el jugador que dejó la Real para probar fortuna en el Real Madrid, pero no se puede negar su enorme calidad y que ha realizado algunos partidos que han recordado a su mejor versión, la que ayudó a llevar la camiseta txuri urdin a la Champions. Cuando está entonado, la Real tiene mucho ganado tanto en defensa como en ataque, y quizá esté algo lastrado por ser siempre el comodín del centro del campo y pasar por varias posiciones tácticas. Indiscutible pilar de futuro, es también el mejor presente de la Real.

5. Markel Begara (5)
Partidos jugados: 20. Titular: 15. Sustituido: 6. Minutos: 1.349.
Goles: 1. Asistencias: 0. Amarillas: 5. Doble amarilla: 1.
Markel lleva ya algunas temporadas alternando situaciones casi de ostracismo con otras fases de protagonismo absoluto. La llegada de Eusebio, de hecho, ha acentuado ese carácter. El partido del Sánchez Pizjuán fue, probablemente, el mejor reflejo de lo que es: marcó un gran gol de cabeza (de hecho, esta campaña se ha prodigado mucho en el área rival) para después provocar un penalti absurdo y autoexpulsarse con una dura entrada en una zona del campo en la que era innecesario actuar así. Ese es Markel. Capaz de robar muchos balones con una entrega encomiable, pero también de pasar muy desapercibido.

6. Iñigo Martínez (6)
Partidos jugados: 31. Titular: 31. Sustituido: 0. Minutos: 2.790.
Goles: 1. Asistencias: 0. Amarillas: 8.
Sorprende que no sea ya el capitán de la Real, porque es el mejor termómetro del estado del equipo y el jugador sobre el que tiene que pivotar su futuro, ahora sí gracias a que llegó su ansiada renovación. Iñigo sacrificó sus posibilidades de ser internacional por jugar casi lesionado con la Real. Y mezcló actuaciones soberbias con fallos bastante visibles, como por ejemplo los que costaron la derrota en Málaga. Si mejorara su concentración en esos aspectos, sería un central de categoría mundial. Pero, con todo, no se puede dudar de su calidad. Lástima que sólo anotara un gol, debe prodigarse más en este aspecto con su poderío en los córners.

7. Bruma (3)
Partidos jugados: 32. Titular: 15. Sustituido: 11. Minutos: 1.537.
Goles: 3. Asistencias: 1. Amarillas: 0.
Un error absoluto. La Real no debería acostumbrarse a formar jugadores de otras canteras apostando tan ciegamente por ellos. Bruma es un jugador alocado, atolondrado, que parece tener más calidad que acierto en sus decisiones, que no tiene mal golpeo de balón y que incluso dejó dos grandes goles en el Bernabéu y en Vallecas que hicieron pensar que podría ser mucho más de lo que ha sido. Pero no. El Bruma de verdad es el que intenta regatear demasiado, el que no suele elegir bien, el que pasa cuando debe regatear y el que regatea cuando debe pasar. Al menos tuvo su momento, pero no parece un jugador válido para la Real.

8. Granero (4)
Partidos jugados: 14. Titular:  8. Sustituido: 3. Minutos: 760.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 7. Rojas directas: 1.
Dijo Granero que su mejor versión iba a verse en la Real, pero ya da la impresión de que eso no va a suceder. Es un jugador que cayó de pie por su conexión inmediata con la gente y por la temprana lesión en su debut en Champions, pero que no supone el salto de calidad para la plantilla realista para ser un jugador que sí pareció merecer más minutos en todo un Real Madrid. Muy intermitente, tanto en su resultado sobre el campo como en sus apariciones en los onces, no pareció que Eusebio tuviera claro cómo sacar de él más fútbol. Le falta mucho gol e incluso se puede hablar de su fracaso en su papel como lanzador de la estrategia.

9. Agirretxe (9)
Partidos jugados: 16. Titular: 14. Sustituido: 6. Minutos: 1.170.
Goles: 13. Asistencias: 1. Amarillas: 2.
Con una diferencia abismal, el mejor realista de la temporada, y eso que para Moyes era el suplente inicial de Jonathas. Sus cifras son brutales. 13 goles en menos de una vuelta y una media de un gol por partido. De no haberse lesionado en el Bernabéu, podría haberse convertido en el mejor goleador de la historia de la Real. Camino llevaba, porque lo metía todo. Incluso firmó el gol del cojo cuando Eusebio le colocó sobre el campo ante el Málaga, cuando todavía estaba lesionado. La pregunta es por qué la Real no para de fichar delanteros para ponerlos por delante de Agirretxe cuando son números son absolutamente deslumbrantes. Temporadón tristemente interrumpido.

10. Xabi Prieto (3)
Partidos jugados: 36. Titular: 26. Sustituido: 9. Minutos: 2.379.
Goles: 3. Asistencias: 3. Amarillas: 3.
La estrella del capitán se está apagando, y ninguno de los tres últimos entrenadores de la Real parece haberlo entendido para aprovecharle de una forma más eficaz. Sigue teniendo muchísima calidad en su pierna derecha, como se vio con su asistencia a Oyarzabal ante el Barcelona, pero es difícil entender que haya sido tan indiscutible con la aportación que tiene ahora mismo al juego del equipo, y más en la banda derecha, donde ya le cuesta un mundo desbordar. Eso sí, sigue convirtiéndose en leyenda txuri urdin, tanto desde el punto de penalti, como en el número de partidos jugados. Es un jugador de referencia, pero hay que encontrarle ya un papel en el que se le saque provecho de verdad.

11. Vela (3)
Partidos jugados: 35. Titular: 31. Sustituido: 13. Minutos: 2.756.
Goles: 5. Asistencias: 4. Amarillas: 5.
No se puede gestionar peor la temporada de una estrella, ni ser una estrella aportando tan poco. Comenzó lesionado por jugar con su selección después de años de no querer hacerlo. Cuando volvió, parecía una sombra de sí mismo y nunca recordó a quien es, por derecho propio, uno de los mejores jugadores extranjeros de la historia del club. Su incidente festivo en Madrid terminó de coronar una temporada catastrófica, en la que al menos marcó cinco goles, muy pocos para ser quien es. Viendo el resultado, inexplicable que el club le mantuviera el brazalete de capitán, que lució incluso el mismo día en el que debía estar castigado por su salida nocturna.

12. Oyarzun (3)
Partidos jugados: 1. Titular: 1. Sustituido: 1. Minutos: 61.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 1.
Subir a Oyarzun al primer equipo cuando no se contaba con él fue un error que tendría que ser inexcusable en un equipo de cantera como la Real. No se puede cortar la carrera de un chaval, si realmente se cree que tiene capacidad para jugar en el primer equipo, teniéndole cinco meses sin jugar, con apenas unos minutos en la eliminatoria copera ante Las Palmas que se afrontó con tanta desgana. Su cesión al Mirandés tampoco se puede considerar un acierto, porque no ha tenido un papel protagonista ni ha sumado tantos minutos como habría sido deseable.

13. Oier Olazabal (4)
Partidos jugados: 5. Titular: 4. Sustituido: 0. Minutos: 407.
Amarillas: 1. Rojas: 1.
A pesar de que siempre se ha transmitido la sensación de que el club estaba muy satisfecho con Oier Olazabal, lo cierto es que el guardameta cedido por el Granada nunca ha parecido competencia real para Rulli. Además, con lo poco que ha jugado, ha tenido tres lunares destacables: Moyes le responsabilizó de la derrota ante el Espanyol, fue el portero de la triste eliminatoria de Copa ante Las Palmas aunque no fuera ni mucho menos el culpable de la derrota y cometió un error de portero suplente con su penalti ante el Getafe en Anoeta. Ha dejado algunas buenas paradas, pero es difícil pensar en él como el relevo de garantías si Rulli no sigue.

14. Pardo (4)
Partidos jugados: 29. Titular: 21. Sustituido: 8. Minutos: 1.945.
Goles: 0. Asistencias: 7. Amarillas: 7.
Otra estrella que se apaga. Algo se ha hecho mal con Rubén Pardo, porque no es posible que el jugador que deslumbró con su frescura y desparpajo en la temporada 2011-2012 todavía no sea un indiscutible en la Real, ni siquiera tras haber formado la ansiada pareja de mediocentros con Illarramendi que Montanier nunca quiso probar. Pardo dijo en una entrevista que con él se era más exigente que con otros jugadores. Y puede tener razón. Pero él tiene que dar ya el paso adelante que le convierta en ese jugador imprescindible que por calidad ha de ser. Con todo, el mejor asistente del equipo, con siete pases de gol, un dato que sí corrobora que no se ve su aportación con los mismos ojos que las de otros jugadores.

15. Ansotegi (5)
Partidos jugados: 2. Titular: 2. Sustituido: 1. Minutos: 179.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 0.
Renovar a Ansotegi fue otro tremendo error porque no se contaba con él, como también regalarle al Eibar, un rival que se ha movido en la clasificación por las mismas zonas que la Real y que de hecho jugó de azulgrana en la derrota txuri urdin en Ipurúa. Tenerle en el banquillo en nueve partidos de Liga y darle la eliminatoria de Copa casi íntegra no es suficiente para tratar así a un jugador que lo ha dado todo por la Real y que se despidió entre lágrimas, dando una brutal lección de amor por este club que todos los jugadores de la cantera tendría que ver y atesorar. Todo lo que le podía falta como futbolista lo compensaba con un corazón inmenso.

16. Canales (4)
Partidos jugados: 18. Titular: 12. Sustituido: 9. Minutos: 984.
Goles: 1. Asistencias: 0. Amarillas: 3.
El caso de Canales en la Real se asemeja mucho al de Granero. Ambos son jugadores de los que se esperaba mucho, y que no han terminado de ser los pilares que se esperaban para hacer crecer a una plantilla de cantera. Para colmo, volvió a destrozarse la rodilla en el fatídico encuentro del Santiago Bernabéu, confirmando que su buena estrella no ha llegado a brillar desde que dejó su club de origen, el Racing. En todo caso, resulta altamente insuficiente que un jugador como Canales, que se desenvuelve en todas las posiciones de ataque del centro del campo, sólo marcara un gol en la Copa. Golazo, sí, pero muy poco. Sin gol, su importancia se diluye.

17. Zurutuza (5)
Partidos jugados: 15. Titular: 13. Sustituido: 9. Minutos: 1.055.
Goles: 1. Asistencias: 3. Amarillas: 1.
Un año más, las lesiones han impedido que Zurutuza se convierta en el jugador esencial que tiene que ser para la Real. Su presencia siempre se nota, pero ha podido jugar tan poco y ha estado ausente durante un periodo de tiempo tan largo que no hay manera de que el juego ofensivo del equipo pivote a su alrededor, como en realidad tendría que ser. Sería importante que Eusebio le pidiera mucho más gol, porque, como en el caso de Canales, es insuficiente que un jugador de su clase y trascendencia cierre una temporada con un único tanto. Pero su calidad sigue ahí, esperando que las lesiones le respeten. 

18. Chory Castro (5)
Partidos jugados: 10. Titular: 2. Sustituido: 1. Minutos: 237.
Goles: 0. Asistencias: 3. Amarillas: 0.
Otro movimiento incomprensible de la dirección deportiva. Si no se contaba con Chory Castro, y era lo que parecía con el ascenso de Oyarzun, habría que haberle vendido en verano y no regalarle en el mercado invernal al Málaga, que para colmo es el equipo que privó a la Real de la octava plaza. Chory, en todo caso, es otro de esos extranjeros que dejó la Real sin mostrar el nivel que se le presuponía, hasta de hecho tocar la intrascendencia en sus meses finales. Ni un gol, titular sólo en un encuentro de Liga y ausente incluso cuando Vela estaba lesionado, ni Moyes ni Eusebio contaron realmente con él y en demasiadas ocasiones jugó los minutos de la basura.

19. Yuri (5)
Partidos jugados: 22. Titular: 22. Sustituido: 4. Minutos: 1.935.
Goles: 0. Asistencias: 3. Amarillas: 10.
Yuri se ha consolidado como el lateral izquierdo titular, tanto con Moyes como con Eusebio, y ha progresado con respecto a su primera temporada en la Real, aunque ha estado lejos del mejor nivel de De la Bella, cuya sombra todavía es demasiado alargada para él. Incansable a la hora de subir la banda, si aprende a aprovechar mejor sus centros sí podría dar el salto de calidad necesario para ocupar el lateral durante muchos años. Pero también debe mejorar en defensa, donde ha sufrido mucho y no siempre ante contrincantes mejores que él. Su entusiasmo le basta para aprobar, pero es otro de los que debe dar un paso al frente.

20. Zaldua (5)
Partidos jugados: 13. Titular: 10. Sustituido: 2. Minutos: 917.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 5.
Temporada desastrosa para Zaldua por las lesiones, que hacen del lateral derecho el puesto más maldito de esta Real. Eso sí, su entrega está siempre fuera de toda duda, y por eso sigue siendo un jugador valioso para el equipo, incluso aunque sus apariciones, como las de Carlos Martínez, suenen más a apagafuegos que a auténticas oportunidades de consolidarse como titular en esa banda derecha. Eso ha hecho que Elustondo suene más titular que ellos dos, pero Zaldua tiene mucho margen de mejora todavía para recuperar el puesto. La próxima temporada se antoja clave para él.

21. Héctor (4)
Partidos jugados: 14. Titular: 4. Sustituido: 1. Minutos: 431.
Goles: 0. Asistencias: 1. Amarillas: 1.
Otro error de la dirección deportiva, motivado por la excesiva espera que se ha tenido con él y la necesidad de promocionarle o deshacerse de él. Se le subió al primer equipo porque no quedaba más remedio por edad y porque nadie se atrevió a darle una oportunidad antes. Pero siempre fue el tercer lateral izquierdo y una opción desesperada en el extremo, puesto en el que no jugaba en el Sanse pero en el que contó para Moyes, y también, por inercia, para Eusebio. En realidad, sólo ha dispuesto de minutos de la basura y de absoluta necesidad por las ausencias, con lo que resulta difícil saber si es o no un jugador útil para el futuro de la Real.

22. Jonathas (3)
Partidos jugados: 29. Titular: 18. Minutos: 1.728.
Goles: 7. Asistencias: 1. Amarillas: 6. Doble amarilla: 1
La decepción de la temporada con diferencia, prolongación de la maldición de los delanteros centros que trae la dirección deportiva en los últimos años. Jonathas fue un fichaje ilusionante, pero el jugador que se vio en la Real no se pareció en nada al del Elche. Siempre se le vio desconectado del equipo, equivocado en sus movimientos, sin un apetito goleador voraz, incapaz de entenderse con sus compañeros y, desde luego, muy por debajo del nivel de Agirretxe. Tuvo al menos sus semanas de gloria, gol del triunfo en San Mamés incluido, pero acabó hartando a Anoeta, que le despidió con silbidos en su última aparición en casa de la temporada.

23. Reyes (6)
Partidos jugados: 26. Titular: 25. Sustituido: 3. Minutos: 2.310.
Goles: 2. Asistencias: 0. Amarillas: 3. Doble amarilla: 1.
El mexicano cedido por el Oporto parece un muy buen futbolista, aunque no ha firmado una temporada brillante. Llegó para ser titular junto a Iñigo Martínez, pero le costó mucho entrar en el equipo, incluso siendo adelantado en algunas fases de la temporada por Mikel González. Eusebio le encontró acomodo en el centro del campo para los partidos más tácticos, pero ahí se acabaron viendo sus costuras. Acabó donde se le esperaba, titular y con galones. Buen manejo de balón con el pie y unas buenas actuaciones finales hacen que se pueda considerar un acierto la cesión y que se pueda confiar en que su futuro sea esperanzador, siga o no en la Real.

24. De la Bella (4)
Partidos jugados: 15. Titular: 14. Sustituido: 1. Minutos: 1.249.
Goles: 0. Asistencias: 2. Amarillas: 5.
Si la pasada temporada no fue especialmente positiva para De la Bella, esta se puede considerar abiertamente negativa. Yuri le arrebató el puesto sin necesidad de demostrar un nivel espectacular, y cuando el catalán se asomó al once tampoco logró demostrar que su suplencia es un error. Cuando Eusebio le colocó como central por primera vez en su vida en un escenario del calibre del Calderón tampoco es que le ayudara mucho a dar la vuelta a su situación. La pregunta es si De la Bella es ya un jugador amortizado o si todavía puede dar algo más a la Real.

25. Raúl Navas (-)
Partidos jugados: 0. Titular: 0. Sustituido: 0. Minutos: 0.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 0.
¿Cómo puede ser cierto que en el fútbol profesional en el que vivimos la Real haya tenido en su primera plantilla a un jugador que no ha llegado a disputar ni un solo minuto, que llegó lesionado, que en realidad nunca se ha llegado a saber si tenía plazos de recuperación o si de verdad estaba a disposición del entrenador? Ese ha sido Raúl Navas en su primera temporada en la Real. Un auténtico expediente x del que nadie ha salido a dar explicaciones.

28. Oyarzabal (8)
Partidos jugados: 23. Titular: 17. Sustituido: 8. Minutos: 1.545.
Goles: 6. Asistencias: 1. Amarillas: 1.
Claramente, la mejor noticia de la temporada. Sorprende que, tras la lesión de Agirretxe y viendo el pobre nivel de Jonathas, no tuviera alguna oportunidad seria antes, pero Eusebio acabó rendido a la evidencia de que el entusiasmo de Oyarzabal es imprescindible para la Real del presente. Más que como delantero, ha encontrado su mejor acomodo detrás. Su cabezazo ante el Barcelona, de estrella del fútbol. Su conducción con el balón augura grandes goles en Anoeta. Y su entrega en cada partido, el camino a seguir para que la Real encuentre una versión que le permita luchar por lo que debe. Ilusionar tanto con 19 años no tiene precio.

29. Zubeldia (-)
Partidos jugados: 1. Titular: 0. Minutos: 6.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 0.
Lo único que ha hecho es debutar, con los minutos finales de la jornada que cerró la temporada en Mestalla, pero la verdad es que la impresión que dejó el chaval fue francamente buena, moviendo el balón con mucho criterio en el poco tiempo que jugó. Oculta tras la consolidación de Elustondo, la explosión de Oyarzabal y el gol de Bautista, la aparición de Zubeldia es otra espléndida noticia. Tendrá que luchar en verano para ganarse un puesto entre los mayores, pero el debut ya no se lo quita nadie.

30. Elustondo (6)
Partidos jugados: 30. Titular: 29. Minutos: 2.502.
Goles: 1. Asistencias: 0. Amarillas: 8.
Resulta curioso que el canterano que más ha contado tanto para Moyes como para Eusebio, a pesar de haber debutado la pasada campaña, fuera el que no logró dorsal del primer equipo para afrontar esta temporada. Su rendimiento, más que óptimo. Y muy valioso precisamente porque dio el salto a la Primera División como lateral diestro para paliar las lesiones de Carlos Martínez y Zaldua, pero Eusebio le acabó dando galones como central. Es verdad que ahí ha cometido algunos errores de juventud, pero tiene condiciones para ser la pareja de Iñigo durante muchos años. Su compromiso es inmenso. Hacen falta muchos jugadores así en la Real.

31. Bardají (-)
Partidos jugados: 0. Titular: 0. Sustituido: 0. Minutos: 0.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 0.
La confianza que se tenía en Bardají como guardameta de futuro se está apagando. En ese limbo que es ser el tercer portero de la Real, que no le permite seguir progresando con el Sanse ni tampoco luchar por una oportunidad en el primer equipo, no llegó a jugar, e incluso el club, para responder a las ausencias de Rulli, hizo esfuerzos económicos (pagó al Granada para que jugara Oier) y médicos (forzó la recuperación del cedido tras una lesión) en lugar de darle la alternativa al potrillo. Y así, la Real lleva sin ver un portero canterano desde que Riesgo abandonó el club.

34. Capilla (-)
Partidos jugados: 3. Titular: 0. Minutos: 19.
Goles: 0. Asistencias: 0. Amarillas: 0.
Es triste que la única imagen que quede de Capilla en esta temporada, después de haber debutado con el primer equipo en la 2014-2015, sea la salvaje entrada que Augusto le hizo en el Vicente Calderón y que el cobarde arbitraje de Hernández Hernández dejó sin sanción. Ni Moyes ni Eusebio le han dado la opción de confirmar si tiene un puesto en el futuro en la Real, y siempre es una pena que un canterano que ya se ha asomado al primer equipo se pase una temporada más sin gozar de esa oportunidad.

35. Bautista (-)
Partidos jugados: 3. Titular: 1. Minutos: 74.
Goles: 1. Asistencias: 0. Amarillas: 0.
La impresionante ovación con la que le recibió Anoeta en el partido ante el Real Madrid, su segundo encuentro con el primer equipo tras un incomprensible debut testimonial en Villarreal, es la mejor muestra de que la Real es y debe seguir siendo un equipo de cantera por encima de todo. Bautista debió gozar de alguna oportunidad más viendo la plaga de lesiones y el escaso rendimiento goleador de los pesos pesados del vestuario, pero o bien a Eusebio le tembló la mano con él o bien el técnico no quiso que el ataque realista estuviera en manos de dos potrillos sin demasiada experiencia. Pero su gol al Rayo mostró que hay calidad.