domingo, enero 31, 2016

REAL SOCIEDAD 2 - BETIS 1 Sufrimiento con premio

Iñigo Martínez marcó el gol que al final supuso la victoria.
La Real ganó. Debía hacerlo. Pero sufrió. Muchísimo, tanto en el juego como en el marcador, con lo que las malas sensaciones que dejó la goleada sufrida en El Molinón no se han borrado en absoluto, por mucho que con tres puntos más en el zurrón las penas sean menos trascendentes. La Real ganó gracias a dos goles de cabeza anotados en la primera mitad, de Xabi Prieto y de Iñigo Martínez, y sufrió muchísimo en la segunda mitad, en la que esta vez la actuación arbitral jugó de cara al dejar seguir en una jugada en la que Illarramendi pareció cometer penalti. Sufrió con cada balón que llegó a las inmediaciones del área, por mucho que Rulli apenas tuviera que intervenir. Pero el Betis le ganó la posesión a la Real, y eso desde que Eusebio Sacristán está en el banquillo txuri urdin es noticia. Y preocupante. Pero ganando las preocupaciones se llevan mejor.

La sonrojante goleada recibida en El Molinón obligaba a hacer algunos cambios en el once, aunque las numerosas bajas limitaron mucho la capacidad de elección de Eusebio. Con todo, hubo movimientos importantes. Zaldua, Markel y Bruma fueron los damnificados del 5-1 que le endosó el Sporting a la Real, con lo que Elustondo volvió al lateral, Mikel González entró en el centro de la zaga junto a Iñigo Martínez, Pardo entró como volante junto a Xabi Prieto y Oyarzabal consiguió por fin su primera oportunidad como titular en la Liga. Esta Real salió con la intensidad suficiente como para buscar el perdón por la debacle de hace una semana, incluso supo robar bastantes balones en zonas adelantadas, pero las ocasiones tardaron mucho tiempo en llegar.

Y tanto fue así que la primera ocasión, ya en el minuto 18, fue gol. Un fabuloso centro de Héctor desde la izquierda encontró un bueno remate de cabeza igualmente bueno de Xabi Prieto, que se adelantó con contundencia a su marcador para poner el 1-0 en el marcador. Tras el gol, el partido volvió a la fase anterior, de alta intensidad pero en realidad con pocos acontecimientos. Ni el Betis supo cómo llegar a la portería de Rulli ni la Real encontró la manera de poner en peligro a Adán. Por eso, lo único que sucedió en los minutos siguientes fue que Prieto Iglesias perdonó varias tarjetas, por ejemplo por una fuerte entrada a Vela o por un manotazo que sufrió Oyarzabal. El canterano sí pudo forzar algo después la amonestación para Molinero.

La fortuna, en todo caso, sonreía a la Real mucho más de lo que indicaban sus méritos futbolísticos. De ser un equipo incapaz de convertir sus ocasiones de gol, a tener una efectividad absoluta. Dos ocasiones, prácticamente dos tiros a puerta, y dos goles. Dos, además, de cabeza, de sendos balones muy bien puestos. El segundo fue una falta lateral botada por Pardo que entró a rematar con la contundencia habitual un Iñigo Martínez que celebró el 2-0 con rabia, sabedor de que la victoria ante el Betis era imprescindible para olvidar la debacle de El Molinón. Y en realidad poco más sucedió hasta el descanso, porque el equipo verdiblanco se mantuvo incapaz de tener alguna ocasión y la Real de volver a probar a Adán. Tan mala imagen dejó el Betis en Anoeta que Merino aprovechó el descanso para introducir dos cambios. Y Eusebio tuvo que sustituir a Elustondo, con lo que entró Zaldua.

Los cambios tuvieron un efecto revulsivo en el Betis, que no tardó mucho en reducir la distancia. A los cinco minutos, un error de Iñigo Martínez, que ha cometido demasiados en lo que llevamos de temporada, permitió a Ricky tener todo el tiempo y la comodidad del mundo para poner un balón de gol a Rubén Castro sin que Rulli, inédito hasta ese minuto, pudiera hacer nada. El 2-1 abrió unos minutos en los que la Real sufrió. Mikel González tuvo que sacar de la línea de gol un remate algo forzado de Wolfswinker en el segundo palo. Eusebio no veía nada claro el panorama y efectuó el cambio más defensivo que ha hecho desde que está en el banquillo de la Real, dando entrada a Markel por Oyarzabal. Lejos de tener el partido más controlado, el juego se descontroló y se multiplicaron las faltas en el centro del campo. Las áreas no existían más que para que la Real sufriera cada vez que el Betis la rondaba. Pero el balón no entraba en ninguna de las dos.

Hasta que entró. Y fue entonces cuando Rulli confirmó que está en un enorme estado de nerviosismo, con una salida que se intuyó equivocada desde que dio el primer paso adelante. Afortunadamente, el remate posterior de Wolfswinker se marchó fuera. El caso es que, sin necesidad de hacer grandes cosas, el Betis consiguió meter el miedo en el cuerpo a la Real cada vez que pasaba del centro del campo. En el minuto 72, el miedo se multiplicó cuando Ceballos cayó dentro del área. Por mucho que forzara el contacto el delantero, Illarra cometió penalti. Prieto Iglesias puso fin así a cinco jornadas consecutivas de decisiones arbitrales perjudiciales perdonando la pena máxima. La jugada pareció revitalizar a la Real, después de que Eusebio metiera en el campo a Bruma por Pardo, y Vela desperdició una clara ocasión, en la que se mostró como un jugador inusualmente lento, dando tiempo a que la defensa tuviera tiempo de impedir su disparo.

El partido se rompió de una forma bestial. Dando mucha más sensación de peligro el Betis, lo cierto es que la mejor ocasión la tuvo la Real la desbarató Adán, que sacó un buen disparo de un Jonathas que nuevamente volvió a pasar bastante desapercibido durante todo el encuentro, sin ganar demasiados balones y sin entender algunos balones con los que le buscaron sus compañeros. Vela, sin recuperar su mejor versión, al menos sí recuperó la capacidad de sacar amarillas a sus rivales. La mejor noticia en realidad es que el Betis no llegó a probar seriamente a Rulli y su mejor opción de empatar fue un cabezazo de Bruno que no encontró portería. Y Prieto Iglesias enervó aún más al Betis dando únicamente dos minutos de añadido, colaborando en las pérdidas de tiempo de la Real desde que el equipo andaluz recortó distancias.

La Real suma tres puntos más, cuando en esta ocasión no puede decir tan claramente que los mereció, como sí los tendría que haber sumado ante el Deportivo. El Betis tuvo más balón y generó un estado de ansiedad bastante importante en el equipo txuri urdin sin tirar demasiado a puerta. Reflejo de la situación de un equipo pensado para ir a Europa y que, como mucho, conseguirá una salvación holgada. Sumando de tres en tres, ese objetivo llegará con la suficiente antelación como para que el sufrimiento no sea excesivo. Pero el perdón por la debacle de Gijón aún no se lo ha ganado el equipo. Anoeta, al menos, ha visto ganar a la Real y eso es importante a estas alturas de la temporada, pero 24 puntos en 22 partidos sigue siendo un bagaje pobre.

viernes, enero 29, 2016

PREVIA Real Sociedad - Betis. El perdón se pide en el campo

Agirretxe, bigoleador ante el Betis hace dos temporadas.
La humillante goleada que la Real recibió la semana pasada en El Molinón aún escuece. Eusebio Sacristán y los jugadores que han pasado por la sala de prensa de Zubieta han pedido perdón por aquella indigna actuación, pero el perdón, en el fútbol, se pide en el campo, con fútbol y goles. La primera oportunidad es ante el Betis (sábado, 22.05 horas, Anoeta, La 1), y es una ocasión además en la que la victoria se ha convertido en un tesoro imprescindible. El equipo verdiblanco es ya un rival directo por la salvación, único objetivo que se permite ya el cuadro txuri urdin en esta triste temporada que apenas ha cruzado el ecuador. Para colmo, el técnico realista contará con muchísimas bajas que complican mucho más la tarea. Pero ni siquiera eso puede ser excusa porque, aún con tantas jornadas por delante, se está dejando pasar otra vez el tramo más amable del calendario sin sumar de forma habitual.

Efectivamente, la primera plantilla de la Real está muy mermada por dolencias físicas de diferente nivel. Así, Eusebio no puede contar para este encuentro nada menos que con ocho jugadores de la primera plantilla: Carlos Martínez, De la Bella, Yuri, Rául Navas, Granero, Zurutuza, Canales y Agirretxe. Todos, salvo Navas, pueden ser perfectamente catalogados como titulares o lo han sido en algún momento de la temporada, lo que da idea de la importancia de las bajas. La buena noticia es que Elustondo ha superado el golpe que sufrió la pasada jornada y Vela la gastroenteritis que le ha tenido sin entrenar algún día de la semana y ambos se han colado en la lista. De esta forma, son quince los futbolistas de la primera plantilla los disponibles, lo que deja tres plazas para canteranos. Dos son los habituales Elustondo, que bien podría tener ya número del primer equipo, y Oyarzabal, y se suma en esta ocasión Eneko Capilla.

A pesar del escaso número de efectivos, hay algunas dudas en el once, que también podría ser el mismo que sufrió la debacle de Gijón. Rulli será, como siempre, el portero titular. La primera incógnita es dónde jugara Elustondo. Dado el mal regreso de Zaldua, podría volver al lateral, pero lo lógico sería que la defensa fuera la misma que en El Molinón, con Zaldua y Héctor en los laterales y Elustondo e Iñigo Martínez en el centro. Por delante de ellos, sería extraño que no jugara Pardo, presumiblemente por Markel Bergara y junto a Illarramendi y Xabi Prieto, aunque también podría ser el capitán el sacrificado. Y los tres de ataque volverán a ser Bruma, Vela y Jonathas. Otra posibilidad es que Xabi Prieto juegue como extremo y Bruma, sustituido en el descanso en Gijón, se queda en el banquillo. Allí estarán seguro Oier Olazabal como guardameta suplente, hasta tres centrales, Ansotegi, Mikel y Diego Reyes, y los potrillos Capilla y Oyarzabal.

Salir de El Molinón no sólo de vacío sino goleada dejó a la Real muy cerca del abismo. Los de Eusebio son decimoquintos con 21 puntos, tan solo tres por encima de la zona de descenso. Su rival, el Betis, está justo por encima, es decimocuarto con 22 puntos. Sólo tres equipos han sumado menos que el txuri urdin jugando como locales. De los últimos tres partidos en Anoeta, sólo uno acabó con victoria realista, el 2-0 al Valencia. El Betis es el visitante más peligroso de la zona baja de la tabla, y de hecho contando sólo los partidos a domicilio apenas hay cuatro equipos que hayan sumado más que sus quince puntos, logrados gracias a que ha ganado cuatro partidos: 1-2 al Sporting, 0-2 al Rayo y 0-1 tanto al Málaga como al Levante. Eso sí, sólo suma un punto en sus últimos cuatro partidos fuera. El average tendrá ya una importancia capital de aquí al final de la Liga, por lo que es oportuno recordar que la Real perdió 1-0 en el Benito Villamarín. Ganar por dos goles valdría su peso en oro.

Son 45 los enfrentamientos que ha habido en Donostia entre Real Sociedad y Betis, con un balance claramente favorable al equipo txuri urdin. En Primera han sido 41 los choques, de los cuales 24 se dejaron los puntos en casa, doce acabaron en empate y sólo cinco con triunfo verdiblanco. La mayor goleada de la Real es el 6-0 que logró en dos ocasiones, en las temporadas 1961-9162 (con tres goles de Villar y uno de Echarri, Rivera y Herrera) y en la 1971-1972 (con sendos dobletes de Boronat y Ansola y un gol por cabeza de Urreisti y Arzak). El Betis, por su parte, logró su triunfo más holgado con el 0-4 de la campaña 2003-2004. Esa ha sido, de hecho, la última victoria del Betis en Anoeta. Desde entonces, contando un partido en Segunda, tres victorias de la Real y cuatro empates. La estadística la completan cuatro partidos en la categoría de plata, con pleno de victorias realistas, siendo la más abultada el 3-0 de la temporada 1946-1947.

La última visita del Betis se produjo en la temporada 2013-2014 y se solventó con una contundente goleada de la Real, que derrotó a los andaluces por 5-1. El partido se puso de cara muy pronto, cuando a los cinco minutos Agirretxe culminó con una preciosa vaselina para salvar la salida de Andersen un gran pase de Pardo. El Betis respondió bien en la primera mitad, y empató en el minuto 19 al aprovechar Molina una catástrofe colectiva en defensa de la Real. El intercambio de golpes en el primer tiempo fue intenso. Tras el descanso, eso sí, los de Jagoba Arrasate solventaron el duelo con categoría. Ansotegi puso en ventaja a la Real de cabeza tras un córner en el minuto 55. Y en poco más de diez minutos convirtió la victoria en goleada con sendos tantos de Griezmann y nuevamente Agirretxe, asistidos por Vela el francés y por Pardo el de Usurbil. A falta de cinco minutos para el final, Xabi Prieto subió el 5-1 al marcador rematando con calidad un centro de José Ángel.

viernes, enero 22, 2016

SPORTING 5 - REAL SOCIEDAD 1 Uno de los mayores insultos al escudo, a la historia y a la camiseta de la Real

Vela, de lo poco salvable en El Molinón.
Cabe pensar que después de perder 5-1 en El Molinón, nadie en la Real pondrá paños calientes a lo que, sin ningún atisbo de duda, se puede considerar como de los mayores insultos al escudo, a la historia y a la camiseta que se ha autoinfringido jamás este equipo en sus más de cien años de historia. Perder de esta catastrófica y vergonzante forma ante un equipo que sumaba cuatro derrotas seguidas y que estaba en zona de descenso es el mejor y más humillante retrato de lo que es ahora mismo el equipo txuri urdin: nada. Sin talento, sin dignidad y sin orgullo, vapuleado por un equipo del montón y que, de conseguirlo, sufrirá hasta el final para mantener la categoría. Las bajas no son excusa. Eusebio tenía un banquillo inaceptable, sí, por su propia culpa y como en las últimas semanas, pero eso no explica el descomunal despropósito visto sobre el césped.

Porque, sí, las ausencias son de un calibre importante, pero sobre el césped había razones sobradas para dar, al menos, una imagen competitiva. Ante la ausencia de los dos laterales por los que había apostado, la decisión conservadora de Eusebio habría sido optar por lo clásico. Zaldua en la derecha no parecía tener discusión, aunque la posibilidad de devolver a Elustondo a esa banda era una opción, pero apostar por Héctor como lateral zurdo y no hacerlo por De la Bella es un mensaje clarísimo. Como también dejar a Xabi Prieto en el once inicial y sentar a Pardo para que Illarramendi recuperar su posición de titular. Lo que seguro que el técnico txuri urdin no esperaba es el ridículo de proporciones épicas que ofreció su equipo. Encajó el primer gol a los 14 segundos de partido y eso, por lamentable que parezca, fue la mejor noticia de unos 90 minutos vergonzosos, uno de los peores ridículos que ha firmado el equipo en años.

Efectivamente, la Real prácticamente salió de los vestuarios con un gol en contra. ¿La razón? Que todo el equipo estaba todavía pensando en otras cosas cuando el Sporting ya estaba jugando. No hay otra forma de entender un posicionamiento tan endeble que permitió una apertura fácil a la banda izquierda del ataque sportinguista, un pase tan cómodo desde esa zona y la descomunal cantada de Rulli, cuyas manos blandas apenas fueron obstáculo para que el balón llegara a los pies de Carmona para que simplemente tuviera que empujarlo sin oposición. Otra vez más, la Real de Eusebio encajó el primer gol del partido. Nada nuevo, puesto que el equipo sólo lo ha evitado desde la llegada del nuevo técnico en los dos partidos que ha ganado por 2-0, ante Sevilla y Valencia. Pero el despropósito no había hecho más que comenzar. El guardameta argentino enterró su recuperación de las últimas semanas danzando por el área en busca de un balón del que nunca estuvo cerca, sus centrales dudaron con la misma intensidad, Sanabria tocó la pelota de cabeza y Ndi hizo el 2-0.

En diez minutos, la Real se había suicidado de una forma inverosímil, impropia y sorprendente dados los buenos partidos que había encadenado en Anoeta. Pero no, la cosa no acabó ahí. ¿Reacción? Nula, como procedente de otra época, conformándose con tocar el balón en zonas en las que el Sporting no tenía nada que temer. Sólo Vela parecía tener algo de mordiente, y de hecho fue objeto de un claro penalti que Fernández Borbalán no quiso pitar, aumentando a cinco las jornadas consecutivas en las que la Real ha sido perjudicada. Hoy, eso sí, nadie pensará en el árbitro. Cuando llegó el primer disparo, y sin encontrar portería, no llega hasta el minuto 28 de la primera parte y perdiendo ya por 2-0 desde el minuto 10, la cosa pinta mal. Y se puede argumentar que el Sporting salió más enchufado, que pudo la necesidad y todos esos tópicos con los que se tapa un ridículo de estas dimensiones, pero sería faltar a la verdad. El Sporting se ganó dos tarjetas amarillas, que pudieron ser más, cuando la Real no estaba haciendo absolutamente nada y en zonas muy alejadas de la portería de Cuellar.

Llegó ese disparo desviado de Vela en el minuto 28. Y la reacción real, si es que se puede llamar así, no llegó hasta el minuto 36. Fue entonces cuando Elustondo buscó el gol en el segundo palo. Un agarrón flagrante, uno mucho más claro que el que había sufrido Jony minutos antes a cargo de Iñigo Martínez en una jugada sin peligro, hizo que no llegara cómodo a un remate que parecía claro y eso permitió que Cuella evitara el 2-1. El realista, no obstante, se golpeó la espalda con el poste y se quedó tendido sobre la misma línea de gol. El Sporting pidió tirar el balón fuera, Fernández Borbalán, qué malo es, no quiso detener el juego y la Real siguió atacando, hasta que Vela enganchó el balón en la frontal del área e hizo el 2-1. El gol premiaba que el mexicano fuera el único realista capaz de inquietar a los sportinguistas. Ese gol, vista la endeblez del Sporting en las últimas semanas, tendría que haber bastado para que el partido se decantara del lado realista. Pero no. La Real estaba tan decidida a hacer el ridículo que todavía fue capaz de empeorar las cosas.

Primero, lo más grave, encajando el 3-1 en una jugada cómica, risible y dolorosa porque, precisamente, afecta a dos de los jugadores que parecían estar sosteniendo al equipo en las últimas semanas. Una indecisión y falta de comunicación entre Elustondo e Iñigo Martínez dio con los dos en el suelo. Sanabria no tuvo más que aprovechar la coyuntura y hacer el tercero. Con ese resultado se llegó al descanso, pero con dos situaciones más que prolongaron el ridículo de la Real. Mientras el Sporting celebraba, Eusebio sustituyó a Elustondo por el golpe que recibió contra el palo minutos atrás. ¿Tuvo algo que ver la dolencia en la jugada del gol? Eso sería el despropósito definitivo, y algo nada descartable viendo lo que hizo la Real en El Molinón. Al señalar Borbalán el descanso, Iñigo se ganó una tarjeta amarilla más que criticable por unas protestas que ya no venían a cuento. El 3-1 era una losa importante y que acabó siendo definitiva. La Real decidió olvidar el carácter y se resignó a ser goleada.

Hubo algún mínimo atisbo de reacción en el arranque de la segunda mitad, merced a la entrada de Oyarzabal por un desaparecido Bruma y a que Vela fue el único jugador sobre el césped que tuvo la dignidad de intentarlo todo durante los 90 minutos. Antes de que la Real pudiera volver a meterse en el partido, a los tres minutos de la reanudación, Sanabria echó fuera un balón de forma incomprensible casi sobre la línea de gol. Jonathas tuvo esa opción de recortar distancias, pero coronó un paupérrimo partido intentando rematar de manera blanda un balón franco que le había metido Xabi Prieto, el único decente que tocó en todo el encuentro, tras una buena combinación con Vela. Era el minuto 48 y ahí se acabó la Real. Sobre todo porque en el 53 llegó el 4-1. Una defensa de chiste, de todo el equipo, hizo que una jugada a cámara lenta del Sporting fuera siempre un avance con superioridad de los locales. Un tirito de Carmona, increíblemente blando, tendría que haber sido el final de la jugada, pero las manos de mantequilla de Rulli, asombroso su partido en Gijón, dejó el gol cantado a los pies de Sanabria.

Desde el 4-1, la Real bajó los brazos de una forma descarada. Héctor tuvo un buen disparo desde el interior del área para recortar distancias nada más encajar ese cuarto gol, pero el balón salió no muy lejos del palo a la izquierda de Cuellar. Y más adelante Jonathas buscó un disparo desde la frontal, tan fuerte como centrado, que el portero sportinguista, nada exigido en todo el encuentro a pesar de no demostrar demasiada firmeza, atrapó sin demasiadas dificultades en dos tiempos. Eusebio, como se podía intuir por la equivocada y descompensada convocatoria que configuró, ya no tenía nada con lo que responder a este descomunal descalabro y se limitó a quitar a Markel para dar entrada a Pardo. Esta suplencia le da parte de razón cuando dijo que a él se le juzga con más dureza que a sus compañeros, porque no merecía salir del once y fue el sacrificado, como lo ha venido siempre, casi por sistema, en los últimos años.

Para terminar de coronar el sonrojo, el Sporting hizo su quinto gol en el minuto 81. Un balón largo permitió que Sanabria encarara completamente solo a Mikel González, vaya sufrimiento el suyo durante los minutos que jugó y no necesariamente por su culpa. Tras regatearle, no tuvo más que colocar el balón en el palo más alejado de Rulli para redondear una goleada escandalosa y que las circunstancias agravan. Y pudo ser peor, porque antes de que llegara ese quinto el meta argentino de la Real demostró de nuevo sus manos blandas en más de una jugada y hasta tuvo tiempo para protagonizar su única buena parada en toda la noche cuando Rachid buscaba la escuadra. Y sí, el pensamiento que cualquier realista tenía para entonces es que encima había que dar gracias de que el rival de esta jornada haya sido el Sporting. Da pavor pensar qué podría haber pasado si en lugar de El Molinón se hubiera tenido que jugar en el Camp Nou, en el Santiago Bernabéu, en el Vicente Calderón, en El Madrigal o hasta en San Mamés. Auténtico pavor.

Todo lo que remó la Real cuando llegó Eusebio para sobreponerse a su patético inicio de Liga desapareció con la lamentable eliminatoria de Copa ante Las Palmas. Todo el crédito que había conseguido el equipo con su buen partido en el Bernabéu y sus dos actuaciones seguidas en casa queda aniquilado por este ridículo. Inaceptable, inasumible e imperdonable. La Real lucha por la salvación. Que nadie se haga otras ideas. No está ni para la mitad de la tabla porque no es fiable y no quiere demostrar orgullo. Ya sólo cabe esperar que la mejoría de Vela y el regreso de Agirretxe cuando se produzca sirvan para que la Real sume cuanto antes las cinco victorias que le alejarán al objetivo de seguir en Primera División y que su plantilla más cara de la historia no se convierta en la mayor vergüenza de toda su historia con un nuevo descenso. Con el nivel mostrado en El Molinón no sólo es posible, sino que casi sería hasta lógico.

jueves, enero 21, 2016

PREVIA Sporting - Real Sociedad. A confirmar la mejoría

La Real celebra el doblete de Agirretxe en la última visita a
El Molinón, en la temporada 2011-2012.
La doble salida a Madrid y, sobre todo, los dos buenos partidos en Anoeta ante Valencia y Deportivo han evidenciado una clara mejoría en la Real, confirmación del cambio que ha traído Eusebio Sacristán al equipo. Pero llega la hora de aprovechar el calendario y confirmar esa mejoría, empezando por el partido que abrirá la jornada con el Sporting como rival (viernes, 20.30 horas, El Molinón, Canal + Liga). El equipo txuri urdin visita a un equipo en zona de descenso y en caída libre desde hace algunas jornadas y está obligado a mostrar su teórica superioridad a pesar de las ausencias de peso que todavía tendrá el técnico realista. Sumar de tres en tres empieza a ser una necesidad si la Real quiere mirar hacia la zona noble de la tabla, aunque el lamentable primer tercio liguero sea una losa ahora mismo demasiado pesada como para pensar en que esta recuperación pueda llevar al equipo a luchar por Europa hasta el final.

La apuesta defensiva de Eusebio cuenta con un serio contratiempo esta jornada, ya que no podrá contar con los dos laterales en los que había depositado su confianza, Carlos Martínez y Yuri, ambos lesionados. Ambos se unen a la lista de bajas que tenía ya la pasada semana, las de Raúl Navas, Granero, Zurutuza, Canales y Agirretxe. De esta manera, el margen de elección del técnico realista ha quedado reducido a la mínima expresión. Con 17 jugadores del primer equipo y su confianza inquebrantable en el ya titularísimo Elustondo y el todavía revulsivo Oyarzabal, sólo un integrante de la plantilla tenía que quedarse fuera. Y, como se puede suponer, ese ha sido Oyarzun, del que todavía no hay noticias sobre una posible pero más que necesaria salida para que tenga minutos y esta temporada no haya sido la tumba de su porvenir deportivo como jugador txuri urdin.

Eusebio tendrá que hacer al menos dos cambios en el once que repitió en las dos últimas jornadas, pero serán tres. Rulli estará bajo palos. Entrarán, salvo sorpresa, Zaldua y De la Bella en los laterales, manteniéndose Elustondo como central junto a Iñigo Martínez. Se da por segura la vuelta de Illarramendi el centro del campo, lo que obligará al técnico a dejar en el banquillo a uno de los tres centrocampistas de esos dos últimos equipos iniciales, Markel, Pardo y Xabi Prieto, con más opciones para el capitán. Por delante, sería muy extraño que no repitieran Bruma, Vela y Jonathas. Para el banquillo quedarían Oier Olazabal, Mikel González, Diego Reyes, Ansotegi, Héctor y Oyarzabal. El canterano volverá a ser la única opción ofensiva en un banquillo en el que habrá nada menos que tres centrales.

El injusto empate en Anoeta ante el Deportivo hizo que la Real no pudiera despegarse de la zona de descenso y sí viera alejarse algo más las que dan acceso a la Europa League. El equipo txuri urdin es decimotercero con 21 puntos, cinco por encima de las tres últimas plazas y a doce de las europeas, que ahora mismo marcan los 33 puntos del Eibar. El Sporting es decimoctavo, con 16 puntos, a uno de la salvación. La Real sería undécima si contaran sólo los partidos a domicilio, ya que lejos de Anoeta ha sumado nueve puntos. Eusebio, aunque suma tres jornadas sin perder, aún no sabe ganar a domicilio, perdió en Camp Nou y Bernabéu, aunque en este segundo encuentro mereció mucho más, y empató ante Getafe y Rayo, a uno y a dos goles respectivamente. El Sporting, con ocho puntos, sólo ha sumado más puntos en casa que el Betis, y apenas ha ganado dos de sus ocho partidos como local, 1-0 al Málaga y 3-1 a Las Palmas. Desde ese triunfo, lleva cinco derrotas consecutivas.

Sporting y Real Sociedad se han visto las caras en partido liguero en 44 ocasiones. En Primera han sido 35, con un bagaje de 16 victorias locales, once visitantes y ocho empates. El 2-4 de la temporada 1992-1993 es la mayor victoria realista, lograda con dos goles de Luis Pérez y otros tantos de Uría. El Sporting consiguió su mayor goleada en la temporada 1977-1978, un contundente 6-2. La Real no pierde un partido en Primera en El Molinón desde el 3-2 la temporada 1993-1994. Desde entonces, cuatro victorias, incluyendo los últimos tres partidos en ese escenario, y dos empates. En Segunda la estadística de estos partidos es muy distinta, ya que la Real no ganó en ninguno de los ocho encuentros disputados, arrancando únicamente dos empates. El cuadro se completa con la derrota que cosechó la Real en la fase de ascenso a Primera de la temporada 1942-1943.

La última vez que se vivió este partido en El Molinón fue para abrir la temporada 2011-2012, después de que se aplazara por la huelga la primera jornada de la Liga. El estadio gijonés vivió, por tanto, el debut de Philippe Montanier como entrenador de la Real. Y fue un encuentro que la Real ganó merecidamente aunque con sufrimiento al final. Aún con algunos vicios de pretemporada, la Real jugó razonablemente bien. Iñigo Martínez debutó con mucho mérito y Agirretxe comandó el triunfo realista con dos goles, a pesar de jugar desde la banda izquierda y dejando a Vela como hombre más adelantado. Marcó pasada la primera media hora y lo hizo otros 30 minutos después, en ambas ocasiones con la cabeza. El Sporting recortó distancias con algo más de veinte minutos por jugarse, gracias a un penalti transformado por De las Cuevas que supuso la roja directa para Carlos Martínez. Pese a su inferioridad, la Real supo aguantar el 1-2 y comenzó la Liga con tres puntos.

domingo, enero 17, 2016

REAL SOCIEDAD 1 - DEPORTIVO 1 Qué empate tan injusto

El larguero impidió que Oyarzabal saliera por la puerta grande.
Qué injusto es el fútbol. Qué empate tan injusto el que logró la Real ante el Deportivo, cuando hizo merecimientos más que sobrados para ganar y con claridad al equipo gallego. Cada partido que pasa, la impresión de que Eusebio ha dado con la tecla para hacer que este equipo juegue muy bien al fútbol es más fuerte. Faltan por pulir muchos aspectos, pero el camino es el correcto. El técnico lo afirma continuamente y parece tener razón. Y lo que es mejor, son los propios jugadores, los mismos que no entendieron a Arrasate y a Moyes, los que sí han captado perfectamente cómo quiere jugar su técnico. Y como son buenos, mucho mejores de lo que han enseñado hasta ahora, son capaces de mejorar a cualquier rival cuando se lo proponen. Los palos, los goles en fuera de juego y la mala suerte impidieron que la Real se llevara los tres puntos. Pero así, sí. Así, sí se puede confiar en esta Real aunque no siempre consiga ganar.

Y eso que Eusebio sorprendió con su once al premiar el buen resultado del equipo ante el Valencia, y eso provocó una ausencia de nivel en el equipo, ya que el técnico dejó a Illarramendi en el banquillo de inicio, dando continuidad al centro del campo formado por Markel, Pardo y Xabi Prieto. Y el arranque, comienzo de un espléndido partido, no pudo ser mejor, con una gran ocasión nada más comenzar, una espléndida internada de Vela por la izquierda, cuyo pase atrás lo remató Jonathas buscando el contrapie de Lux, pero el guardameta deportivista reaccionó bien y evitó el tempranero gol de la Real. Bruma dio continuidad al puñal en que se convirtió la acción realista por la banda izquierda, aunque el cabezazo de Vela se marchó ligeramente desviado. Y para cerrar estos buenos minutos de la Real, Jonathas gozó de una espléndida ocasión doble.

Pero a renglón seguido Lucas Pérez metió el miedo en el cuerpo, quedándose solo ante un Rulli que se hizo grande en su portería y evitó el 0-1. Para entonces ya estaba claro que la Real quería el dominio más absoluto del partido, máxima de su técnico que cada vez se afianza más, y Eusebio ha conseguido que a la Real no le inquieten sustos como este. Por eso, el equipo reaccionó con otra espléndida ocasión, una gran jugada de Bruma en la que el balón cayó a pies de Pardo y Lux volvió a lucirse. En pleno vendaval txuri urdin, que, llegó una jugada catastrófica que costó caro. Primero un placaje de Martínez Munuera, mal colocado, y después varios pases atrás, a cada cual peor, desde Markel hasta el definitivo de Yuri, que hizo que Lucas Pérez se quedara solo para encarar la portería. Aún haciendo un mal control, el balón llegó manso a Luis Alberto para que fusilara sin piedad a Rulli.

Otra vez más, la Real de Eusebio a remolque, sin duda el mayor mal que está sufriendo el equipo desde la llegada del nuevo técnico, que sólo ha conseguido ponerse por delante en dos partidos, ante el Sevilla y el Valencia, y en ambos ganó 2-0. Si al primer susto la Real sí reaccionó bien, el gol del Depor no le sentó nada bien al equipo txuri urdin, aunque no tardó en encadenar un vendaval de ocasiones. Antes, Luisinho encaró a Yuri y disparó alto, pero la Real respondió con un balón cruzado a Jonathas que no llegó a rematar con claridad. Pasados unos minutos de cierto equilibrio, lo cierto es que la Real volvió a coger el mando del partido con fuerza. Y lo ejemplificó primero Bruma con un buen remate a un descomunal centro de Vela, que Lux sacó a duras penas, después Vela con un remate que de nuevo sacó el guardameta deportivista con una buena parada. Lux, de largo el mejor del Depor, protagonizó otra gran intervención a disparo de Pardo.

Para acabar la primera parte, Bruma marcó un golazo al primer toque, muy en la línea de los dos que hizo en Madrid, en el Bernabéu y en Vallecas, bien anulado por fuera de juego. Llegó el descanso y el 0-1 en el marcador estaba siendo el resultado más asombroso de la temporada en Anoeta, completamente injusto con los enormes méritos que la Real acumuló durante los primeros 45 minutos y convirtiendo a Lux en el mejor jugador del encuentro. El dominio realista no cambió tras el descanso, certificando un espléndido partido de la Real, irreprochable en todos los aspectos, pero las ocasiones tardaron en llegar. La primera, poco clara, fue un remate desviado de Iñigo Martínez a la salida de un córner, a los cinco minutos de la reanudación. Y Lucas Pérez replicó en una jugada en la que encaró a Rulli pero disparó centrado.

Mucho más clara fue la siguiente del Depor, cuando otra vez Lucas probó a Rulli, paradón el suyo como confirmación de que el guardameta argentino ha vuelto, tras una jugada en la que Markel se resbaló en el interior del área y permitió el disparo del deportivista. Lo cierto es que el partido estaba en el aire, porque la Real presionaba, atacaba y jugada muy adelantada, y eso provocaba que cada llegada del equipo gallego fuera mucho más peligrosa de lo que habría sido en condiciones normales. Y ahí es cuando se empezó a notar el problema de la convocatoria que se pudo esquivar una semana antes, que no había jugadores de ataque en el banquillo, lo cual es sorprendente teniendo en cuenta que Oyarzun se quedó en la grada. Por eso, los dos primeros cambios de Eusebio fueron bastante menos arriesgados de lo que pedía la situación, Illarra por Pardo y Héctor por Yuri.

Entre ambos cambios, Martínez Munuera sumó la cuarta jornada consecutiva de flagrantes errores arbitrales, al anular el colegiado un gol completamente legal de Iñigo Martínez. Sigue siendo increíble que situaciones de fueras de juego tan fáciles de ver, porque lo son a pesar del empeño en justificar errores técnicos graves en que es muy difícil arbitrar, se sigan señalando erróneamente. Quién sabe si por mala conciencia, Martínez Munuera convirtió un levísimo agarrón a Xabi Prieto en penalti. Y si hay un jugador infalible desde los once metros, ese es el propio Xabi Prieto. Su lanzamiento desde el punto de penalti para subir el empate al marcador, excepcional. Y la Real mantuvo un corazón inmenso, aplastando al Depor hacia el interior de su área con la misma determinación que hace una semana. El propio Prieto pudo marcar en la siguiente jugada, y tanto Jonathas como Oyarzabal reventaron el larguero, el canterano, último cambio de Eusebio que además llegó tardísimo, protagonizando lo que habría sido una de las jugadas de la Liga.

La Real tuvo que resignarse a su mala suerte cuando, ya en el descuento, Markel estorbó a Vela cuando este iba a marcar de cabeza tras un buen balón de Carlos Martínez desde la derecha. La cara del mexicano cuando se dio cuenta de que fue un compañero y no un rival quien le privó de hacer el 2-1 con bastante facilidad, fue elocuente. No hubo tiempo para más, también porque Martínez Munuera colaboró con la estrategia del Depor de perder tiempo de forma descarada, poniendo sólo tres minutos de añadido y ni siquiera teniendo en cuenta los nuevos parones en el juego que hubo en ese descuento. A la Real se le escapan dos puntos y, de momento, la posibilidad de mirar más arriba. Pero la sensación es que ahora sí se está viendo, por fin, a la Real que todos queríamos ver al principio de la temporada. Duele perder dos puntos cuando se ha merecido tanto una victoria, pero cuando se da todo y se acierta tanto en la propuesta, no pasa nada por no ganar.

viernes, enero 15, 2016

PREVIA Real Sociedad - Deportivo. Una gran oportunidad

Así hizo Xabi Prieto el primer gol en el partido de la pasada campaña.
La Real afronta una gran oportunidad ante el Deportivo (sábado, 22.05, Anoeta, La 1), la de dejar casi definitivamente de mirar hacia abajo y, al menos, instalarse en la zona intermedia de la clasificación. Este es el tramo más amable del campeonato, el que tan sorprendentemente desprecio el equipo entonces en manos de David Moyes en la primera vuelta, y haber llegado a él ganando en Anoeta al Valencia de una forma tan merecida tiene que ser el trampolín necesario para que este equipo se crea capaz de ganar a cualquiera, hacer de su estadio el fortín que necesita y recordarse a sí mismo, aunque ya pueda ser tarde, que esta plantilla se confeccionó con el objetivo europeo en la mente. Eusebio, eso sí, sigue teniendo todavía bajas importantes a la espera de ver qué movimientos hay finalmente entre sus hombres antes de que acabe el mercado de enero.

La gran noticia de la convocatoria es que el técnico realista recupera a Illarramendi. Las bajas siguen siendo las ya conocidas, Raúl Navas, Granero (que en teoría estaría ya disponible para el próximo encuentro), Zurutuza, Canales y Agirretxe. Con número del filial siguen colándose dos jugadores, Elustondo y Oyarzabal, que se mantendrá con los mayores al menos mientras Agirretxe siga en la enfermería. Y entre los descartados sí que hay una gran sorpresa, ya que Reyes no está entre los 18 escogidos y Eusebio no parece contar demasiado con él. Junto al mexicano, verán el partido desde la grada los ya habituales Ansotegi y Oyarzun, los dos jugadores que parecen que saldrán de la Real en este mercado de enero aunque todavía no haya nada oficial.

En principio, el único movimiento que habrá en el once que se enfrentará al Depor con respecto al que se impuso al Valencia sería la introducción de Illarramendi en el centro del campo. Así, Rulli estará bajo palos, con Carlos Martínez y Yuri en los laterales, e Iñigo Martínez y Elustondo en el centro. Incluir a Illarra obligará a Eusebio a escoger dos jugadores de entre el trío que forman Markel, Pardo y Xabi Prieto. El que más opciones tiene de quedarse en el banquillo es el capitán. Por delante de ellos jugarían Vela, Bruma y Jonathas. Si se cumplen los pronósticos, el banquillo lo formarían Oier como guardameta suplente, Zaldua, Mikel González, De la Bella, el centrocampista escogido, Héctor y Oyarzabal, que de nuevo se configura como la única opción netamente ofensiva que se guardará Eusebio en un banquillo plagado de defensores.

La victoria ante el Valencia no permitió a la Real escalar muchos puestos, es decimocuarta con 20, pero sí meter cinco a la zona de descenso, que ahora marca el Sporting con 15 y un partido menos, y mantenerse a unos muy lejanos diez puntos de Europa. El Deportivo, uno de los equipos revelación de la primera vuelta, es noveno con 27. La Real busca ganar dos partidos consecutivos en Anoeta por azar del calendario por primera vez desde la temporada 2010-2011. La estadística para hacerlo no es mala, porque los de Eusebio han ganado tres de los últimos cuatro que han jugado como locales, perdiendo sólo 0-2 ante el Villarreal. El Depor, en cambio, se ha bajado de la zona europea por llevar tres jornadas sin ganar, por dos derrotas consecutivas y además habiendo sido eliminado entre semana de la Copa por el Mirandés, de Segunda División. Eso sí, nadie ha perdido menos partidos lejos de su estadio que el Depor, sólo dos, 2-0 en La Rosaleda y 5-0 en el Santiago Bernabéu.

El Deportivo ha visitado a la Real en 39 ocasiones en partido liguero, de los cuales el equipo txuri urdin venció en 19, perdió en doce y empató en los ocho restantes. En Primera han tenido lugar 33 de esos choques, con quince triunfos locales, nada menos que diez visitantes y los ocho empates que se han registrado. La victoria realista más abultada es el 7-1 de la temporada 1951-1952, con dobletes de José María Pérez, Igoa y Alsúa, y un primer gol de Barinaga. El triunfo más claro del Depor, por 1-3, se ha registrado en dos ocasiones, en las campañas 1968-1969 y 1994-1995. El equipo gallego sólo se ha quedado sin marcar en siete de esos 33 partidos. En Anoeta incluso el balance es completamente parejo, con cinco victorias para cada equipo y siete empates en los 17 partidos jugados. El balance lo completan cuatro partidos en Segunda, con tres victorias realistas y una derrota, y dos partidos de play-off, con un triunfo para cada equipo.

La pasada campaña, la 2014-2015, Real Sociedad y Deportivo empataron a dos goles, en un encuentro en el que los de David Moyes se adelantaron por dos veces en el marcador. Se adelantó la Real pasada la media hora gracias a un penalti cometido por José Rodríguez con la mano y que Xabi Prieto transformó con su eficacia habitual. Pérez Montero, que acertó en esa jugada, demostró lo mal árbitro que es casi a renglón seguido, sucumbiendo a unas miserables protestas del Depor en conjunto que convirtieron en balón que dio a Ansotegi en el cuerpo en una mano inexistente. Lucas Pérez lanzó el penalti y Rulli lo despejó, pero el rebote le cayó al deportivista y anotó el empate. Ya en la segunda mitad, Canales lanzó un maravilloso pase cruzado a Chory Castro, que este mejoró con una portentosa volea y marcó el mejor gol de la temporada. Pero a siete minutos del final, Toché aprovechó una indecisión colectiva de la Real para hacer el definitivo empate.

domingo, enero 10, 2016

REAL SOCIEDAD 2 - VALENCIA 0 Jonathas corona el pundonor de la Real

Así entró el primero de los dos goles de Jonathas.
Merecidísima y muy necesaria victoria la que ha conseguido la Real ante el Valencia. Una que va para Tximist, que recibió su merecido homenaje antes de que comenzara el encuentro, y que se consiguió gracias a una sensacional segunda parte en la que los jugadores de Eusebio superaron en todo a los de Neville. La noticia es que la victoria llegó gracias a dos goles de Jonathas, el primero con algo de suerte y el segundo con algo de talento, rompiendo una sequía que se prolongaba desde el mes de septiembre y que oculta que durante el partido le costó muchísimo leer a sus compañeros. La otra gran noticia de este triunfo que lleva ala Real a los 20 puntos es que el equipo se sobrepuso a sus importantísimas bajas, hasta cinco jugadores que bien podrían ser titulares, y a la ausencia de un plan B por la falta de futbolistas ofensivos en el banquillo, para hacer una brillante segunda mitad, llena de pundonor, entrega y coraje que fue lo que dio justicia al 2-0 final.

No hubo sorpresa alguna en el once de Eusebio, no podía haberlas en realidad, porque la convocatoria que confeccionó el técnico no dejaba apenas alternativas ofensivas en el banquillo, sólo la de Oyarzabal y la reconversión a extremo de Héctor, por lo que el equipo inicial supuso casi una apuesta exclusiva por ganar el partido desde el primer minuto con toda la dinamita disponible sobre el césped. Pero, claro, el miedo es un poderoso enemigo del fútbol y tanto la Real como el Valencia arrancaron el partido más temerosos de perder que ilusionados por sumar de tres en tres. La cercanía al descenso y sus cuatro jornadas sin ganar para los primeros y los siete encuentros sin conocer la victoria para los segundos pesaron más que las buenas intenciones que pudieran tener ambos equipos. Tanto fue así que la primera llegada de peligro de alguno de los dos equipos no llegó hasta el minuto 8, una jugada personal de Bruma que finalizó con un disparo flojo.

Durante la primera mitad, los dos equipos amagaron bastante y golpearon poco, pero el caso es que cuando lo hicieron fue con ocasiones de auténtico peligro. Tanto es así que la madera evitó que se moviera el marcador en ambas porterías. Primero fue el palo derecho de Jaume, que repelió un disparo con rosca de Carlos Martínez, tras una espléndida jugada con Xabi Prieto y aunque el lateral tendría que haber buscado un pase a Vela, totalmente desmarcado. Después, el larguero de Rulli repelió un disparo de Rodrigo tras una asistencia de cabeza de Mustafi, aprovechando la ya casi eterna debilidad de la Real en la defensa de los saques de esquina. Bruma tuvo otra clarísima para adelantar al equipo txuri urdin, pero su galopada en solitario la quiso culminar con un disparo sin ángulo cuando Jonathas sólo tendría que haber empujado el balón a la red. Y Rodrigo encontró el lateral de la red con un buen disparo desde la izquierda.

Con igualdad de ocasiones, el partido también estaba parejo en casi todos los aspectos. Con un gran Markel anticipándose a los balones con los que el Valencia quería jugar por dentro, el principal problema de la Real estuvo en los balones a la espalda de su defensa, bien anulados por los movimientos de su línea más retrasada para dejar en fuera de juego con frecuencia a los atacantes valencianistas. La Real, por su parte, encontró más peligro en la banda derecha de su ataque, aunque no supo aprovechar durante los primeros 45 minutos la debilidad que provocó en el Valencia que Abdennour viera tarjeta amarilla en la misma jugada en la que Carlos Martínez estrelló el balón en el palo, en el minuto 15, y que Cancelo la viera en el 27 por golpear a un Vela cada vez más enchufado. Neville retiró a Cancelo en el descanso, evitando la posibilidad de quedarse con diez, algo que también hizo después con otro amonestado, Enzo Pérez, aunque este se marchó tocado.

El 0-0 al descanso era inquietante para los dos equipos, pero el escenario cambió tras el descanso y la igualdad se rompió. Si no fuera por el revés copero, en el que lo psicológico volvió a pesarle una barbaridad a la Real, Eusebio tendría ya ganada una merecida fama de motivador. Convenció a este equipo de que era posible otra forma de encarar los partidos en escenarios grandes como el Camp Nou y el Santiago Bernabéu, a pesar de las dos derrotas con las que salió de allí (la primera muy merecida aunque no achacable a Eusebio, la segunda completamente injusta), y en el descanso ante el Valencia su arenga tuvo que ser importante. Porque si la primera parte fue igualada, la segunda fue de clarísimo color txuri urdin. Cierto que en sus primeros minutos continuó el toma y daca, primero con un barullo para la Real que Bruma, Jonathas y Vela no fueron capaces de rematar con acierto y luego con una buena opción para Mina, que no llegó al remate, y Pérez. Pero ahí el protagonismo se lo quedó la casta de la Real, esa que tiene aunque la misma Real tantas veces se la niega a sí misma.

Y si hablamos de casta, hay un nombre que tiene que salir por fuerza, el de Carlos Martínez. Después de su ocasión de la primera mitad, que habría sido un golazo, lo intentó tras el rechace de un córner pero su disparo se marchó fuera. Y, con el permiso de Jonathas y sus dos goles, acabó siendo el hombre del partido, después de que Hernández Hernández opositara para quedarse con esa posición. La Real fue ampliamente perjudicada por las actuaciones arbitrales en el Bernabéu y también en Vallecas, y el colegiado impidió, no se sabe muy bien por qué, que tuviera la opción de adelantarse también en este encuentro. Elustondo vio cómo un defensa valencianista le agarraba de la camiseta de forma flagrante a la salida de un córner. Pudo llegar a rematar para que el balón lo sacara Jaume, pero el penalti fue de escándalo. Y su un árbitro no ve cómo cogen de esa manera al jugador que remata un córner, es imposible justificarle de ninguna de las maneras. Ni estaba tapado, ni la jugada sucede lejos de lo que tiene que estar mirando. No hay razón para no pitarlo, pero no lo pitó.

La Real, en todo caso, no se descompuso tras sufrir el tercer atropello arbitral consecutivo, y siguió muy metida en el partido, buscando la necesaria victoria. Ese córner que acabó en el penalti no pitado llegó después de un buen disparo desde la frontal de Pardo, muy activo y cubriendo una inmensa cantidad de campo, que rebotó en un defensa y se marchó fuera. Jonathas, fallón hasta ese momento, no conectó un buen cabezazo en la siguiente acción. Y otro nuevo barullo en el área no encontró ningún remate claro para alivio de un Valencia que vivía con un agobio considerable. Tuvo la opción de respirar con una contra que culminó Santi Mina con un disparo cruzado que se marchó a la derecha de Rulli, y con una parada del argentino tras un disparo no demasiado peligroso de Alcacer. Pero ahí se acabó la participación del guardameta realista, y estábamos en el minuto 61. A partir de ahí, el monólogo realista fue absoluto, incluso tras meter Neville a Negredo en el campo, y hasta sumar una veintena de tiros sobre la portería de Jaume en los 90 minutos.

La primera de las ocasiones claras en esa media hora final estuvo en los pies de Pardo tras una dejada de Vela, pero su disparo, algo centrado, permitió a Jaume lucirse. Jonathas volvió a intentarlo desde la frontal, pero el balón se fue muy arriba. A pesar de la superioridad realista, el partido entró en una fase complicada en la que las ocasiones bajaron en intensidad y Eusebio quiso devolver el ritmo al partido con la única posibilidad real de cambio que tenía en el banquillo. Estaba cantado que tardaría en hacerlo, ese primer relevo llegó en el minuto 76, y que el elegido para entrar en el campo iba a ser su único jugador de perfil atacante, Oyarzabal. Sorprendió más que el elegido para dejar el campo fuera Vela. Apenas tres minutos después del cambio, ya en el 79, la Real encontró el premio a su incansable trabajo. Carlos Martínez puso un centro que rebotó ligeramente en un defensa y cogió una parábola que hacía imposible la salida de Jaume. Sobrepasado el guardameta, Jonathas, por detrás de él, sólo tuvo que empujar la pelota de cualquier manera y con el pecho para sacarse de encima toda la ansiedad que tenía, tal y como evidenció con su celebración.

Con el gol, la Real había hecho lo más difícil, romper el nerviosismo por el peligro de no sumar una victoria que necesitaba. Pero en lugar de echarse atrás y defender lo obtenido, siguió con una enorme intensidad en ataque. No habría sido posible hacerlo de otra forma con el espléndido partido que jugó Markel, que se hartó a robar balones y que cubrió más campo que nunca. Apenas tres minutos después del 1-0, llegó el segundo, con idénticos protagonistas, pero esta vez firmando una acción de enorme nivel. Esta vez el pase de Carlos Martínez fue limpio, una parábola precisa y perfecta para que Jonathas rematara, ahora sí, con un espléndido cabezazo y cerrar una victoria más que merecida. La Real no pasó por ningún apuro de ahí al final y, en cambio, robó un par de balones en tres cuartos de cancha que le permitieron opciones que no llegaron a nada. Los últimos minutos bastaron para que Eusebio pudiera agotar los cambios, primero para sacar a Héctor y después para que Zaldua volviera a sentirse futbolista. De paso, Jonathas y Bruma, otro de los mejores, se llevaron merecidas ovaciones.

Volvió a ganar la Real, después de cuatro jornadas sin hacerlo, y las circunstancias dan más valor a un triunfo que era más que necesario para no estar demasiado pendiente de los puestos de descenso. Tiene ese valor porque la Real ha encontrado de nuevo la senda del triunfo de la mejor de las maneras, con solvencia y con merecimiento, dejando su portería a cero, con la moral que da a un goleador romper una sequía de meses y además con dos tantos, y sobreponiéndose a bajas importantísimas y a la ausencia de soluciones reales en el banquillo para desbloquear un partido trabado. Ganar a un rival en crisis como el Valencia, de esos que tantas veces ha curado la Real, era importante. Pero es que casi hace que el equipo txuri urdin acceda a la Liga del conjunto che, del que ahora sólo le separan tres puntos. El descenso, en cambio, queda a cinco, y las cuentas ya salen algo mejor. Este 2-0 es mucho más que un respiro, es la afirmación de que Eusebio puede tener razón y el equipo está convencido de estar en el buen camino. Ahora hay que aprovechar el calendario para evitar problemas al final.

sábado, enero 09, 2016

PREVIA Real Sociedad - Valencia. La hora de ganar

Vela, en el encuentro de la temporada pasada ante el Valencia.
Después de cuatro jornadas sin conocer la victoria, cerrando la primera vuelta y encarando de nuevo el tramo más amable del campeonato que se desperdició en el arranque de la Liga, es la hora de ganar (domingo, 16.00 horas, Anoeta, Canal + Liga). Sin excusas y por necesidad, porque todo lo que no sea sumar los tres puntos ante un Valencia en crisis y que, como la Real, ya ha sustituido al entrenador con el que comenzó la temporada, será un problema. El objetivo es romper esa racha sin sumar de tres en tres y no llegar al ecuador de la Liga alcanzando los veinte puntos, que extrapolados al campeonato completo daría para esos 40 que más o menos garantizan la tranquilidad. Lo contrario sería un golpe moral importante y acercaría demasiado los puestos de descenso, que ahora mismo siguen a tiro de piedra. Anoeta acoge dos partidos seguidos y es vital que, al fin, se convierta en el fortín que necesita todo equipo que quiera evitar problemas.

Las bajas que tiene Eusebio son las ya conocidas. No estarán ante el Valencia los lesionados Illarra, Granero, Zurutuza, Canales y Agirretxe, nada menos que cinco futbolistas en la enfermería, a quienes se suma un Raúl Navas que aún no ha debutado con la camiseta txuri urdin, lo que supone una merma de la capacidad de elección del técnico realista. En todo caso, y aún con la salida del equipo de Chory Castro, ya jugador del Málaga, para esta jornada el técnico manejaba una lista de veinte hombres, no demasiado alejada de los 22 o 23 que quiere tener a sus órdenes. Jonathas, que era duda, finalmente sí ha entrado en la lista de 18 convocados, como también lo han hecho los dos jugadores del Sanse que ya son habituales con Eusebio, el renovado Elustondo y Oyarzabal. La noticia positiva es el regreso de Zaldua y los que se quedan fuera por decisión técnica son Ansotegi y Oyarzun, el primero parece que en sus últimos meses de txuri urdin y el segundo a la espera de salir cedido en enero.

Contando con las ausencias, lo normal es que el once tenga mucho que ver con el que jugó ante el Rayo. Así, Rulli estará bajo palos. Hay pocas razones para pensar en cambios en la defensa, que volverían a formar Carlos Martínez y Yuri en los laterales con Iñigo Martínez y Elustondo por el centro. Markel repetirá como pivote y por delante de él, ante la ausencia de Illarra, el único cambio seguro en el once, formarán Pardo y Xabi Prieto. En la línea más ofensiva lo normal es que estén Bruma, que ha marcado en los dos últimos partidos dos auténticos golazos, Vela, del que el técnico ha hablado muy bien esta semana, y Jonathas, siempre y cuando esté totalmente recuperado. Si este no pudiera formar de inicio, lo normal es que sea Vela quien juegue en punta y que el puesto restante en el once se lo quede Oyarzabal. De esta manera, quedarían para el banquillo Oier, Zaldua, Diego Reyes, De la Bella y Héctor.

El empate en Vallecas no permitió a la Real un avance significativo en la clasificación, y sigue en la decimoquinta posición con 17 puntos, sólo dos más que el equipo que marca la frontera del descenso, un Sporting que tiene 15 y un partido menos, aunque este es contra el Barcelona y no será fácil que sume y acerque la zona de peligro al equipo txuri urdin. El Valencia, muy lejos de los números de la pasada temporada que coronó en la Champions, es décimo con 23 puntos, a cinco de la zona europea que ahora mismo cierra el Athletic en la sexta plaza. La Real sólo ha ganado más partidos en casa, dos, y sólo suma más puntos como local, ocho, que el Betis y el colista Levante, que sólo han vencido en una ocasión y han logrado seis puntos cada uno. El equipo txuri urdin, además, suma cuatro jornadas sin ganar, aunque tres de esos encuentros los ha jugado lejos de Anoeta. El Valencia no es muy eficaz lejos de Mestalla, pero ha sumado en cuatro partidos, dos victorias y dos empates, de los nueve que ha jugado como visitante. Ojo al dato, acumula siete jornadas sin ganar.

Real Sociedad y Valencia se han enfrentado en San Sebastián en partido liguero en 64 ocasiones, siempre en Primera División, y el balance arroja un saldo de 30 victorias para la Real, 13 para el Valencia y 21 empates. La mayor goleada txuri urdin sigue siendo el 7-1 del primer duelo entre ambos equipos, en la lejana temporada 1930-1931, cuando Bienzobas hizo cuatro goles y Cholín, Chivero y Garmendia redondearon la goleada local. El triunfo más claro del Valencia es el 0-3 de la campaña 1941-1942 y que repitió en la 1953-1954, aunque hizo un gol más, hasta el 2-4, en la 1943-1944, en plenos años de la Real como equipo ascensor. El Valencia estuvo 23 partidos sin conocer la victoria en San Sebastián, desde el 0-0 de la 1970-1971 hasta el mismo marcador de la 1993-1994. Desde el ascenso de la Real, el Valencia sólo ganó en una ocasión, en la 2010-2011 por 1-2, y desde entonces el equipo txuri urdin acumula cuatro sin perder, tres victorias y un empate.

Ese empate llegó, precisamente, en el último duelo entre ambos equipos, la pasada temporada, la 2014-2015. Y fue un resultado muy injusto. Fue, y exceptuando la remontada ante el Real Madrid, el único partido en el que se vio cómo quería Jagoba Arrasate que fuera la Real antes de que se le cesara. Desde el principio, el mejor jugador del partido fue el portero valencianista, Diego Alves, que evitó en numerosas ocasiones que la Real se adelantara. Eso lo hizo el conjunto che al cuarto de hora, cuando Carles Gil aprovechó una buena dejada de Alcacer. El empate llegó pasada la media hora de juego y su autor fue Canales. Fue un gol afortunada, porque ese balón del realista buscaba un remate de Agirretxe que no llegó, acabó envenándose y entró en la portería sin que esta vez Alves pudiera sacarlo. El cansancio dio opciones al Valencia y Zubikarai evitó el 1-2 con una parada extraordinaria, pero la Real reaccionó y fue el equipo que de nuevo mereció marcar en los minutos finales. El Valencia llegó líder a Anoeta y perdió esa plaza por el gran partido sin premio de la Real.

martes, enero 05, 2016

Un equipo a remolque

En Vallecas, la Real estuvo dos veces por debajo.
Hay un dato demoledor que deja bien a las claras uno de los grandes problemas, si no el más importante, al que tiene que hacer frente Eusebio Sacristán si quiere que la Real empiece a ganar partidos con más asiduidad: el equipo txuri urdin casi siempre va a remolque. En los nueve partidos que ha dirigido ya el nuevo técnico, siete de Liga y dos de Copa, es decir, un total de 810 minutos de juego, su equipo sólo ha ido por delante en 38 minutos. Mandó en el marcador en los 17 minutos finales del partido en el que debutó, el 2-0 al Sevilla; en el minuto final de su segunda victoria en Liga, el 2-1 al Eibar; y durante 20 minutos en el partido de ida de la eliminatoria copera ante las Palmas.

El reparto de los minutos de estos nueve partidos queda como sigue. De esos 810 minutos de juego, en 272 se mantuvo el 0-0 inicial. En 264 minutos, la Real fue perdiendo. Ganando sólo en esos mencionados 38 minutos. Y el empate con goles se vivió en 236 minutos. Este bagaje, desde cualquier punto de vista, implica que la Real ni siquiera consigue habitualmente ponerse en ventaja. Le cuesta hacer goles y en demasiadas ocasiones los hace cuando tiene que lanzarse al ataque apremiada por un marcador adverso. Es verdad, eso sí, y este es de largo el dato más positivo que arroja esta estadística, que a la Real le cuesta poco hacer el empate, una media de once minutos, los que se mueve entre los seis minutos que tardó en igualar al Real Madrid en el Santiago Bernabéu y los 21 que le costó subir el empate en Getafe.

El primer gol en los partidos que ha dirigido Eusebio a la Real ha tardado en llegar una media de 30 minutos y el equipo realista sólo ha abierto el marcador en dos de esos encuentros (el 2-0 al Sevilla y 2-1 en la Copa ante Las Palmas como visitante). Así, Rulli en la Liga y Oier en la Copa encajaron casi siempre el primer gol del partido, hasta en siete ocasiones (seis para el argentino y una el guipuzcoano, en la Copa en Anoeta ante Las Palmas). Como Eusebio sólo ha visto a su equipo dejar la portería a cero en una ocasión, ese mencionado 2-0 al Sevilla, la conclusión lógica es que la Real ha ido perdiendo en algún momento en ocho de los nueve partidos que ha dirigido. Otra forma de ver ese dato es que, para ganar, la Real está habitualmente obligada a remontar, y eso es algo que el equipo txuri urdin no está demasiado acostumbrado a hacer.

En estos nueve partidos desde el cambio de técnico, los pupilos de Eusebio han marcado diez goles. Seis de ellos significaron el empate en el marcador en el momento de anotarse, incluyendo los cinco últimos que ha marcado el equipo, el de Agirretxe en Getafe, el de Canales en la Copa ante Las Palmas, el de Bruma en el Bernabéu y los dos que anotó el equipo en Vallecas, Elustondo primero y de nuevo Bruma después. La Real, efectivamente, se ha acostumbrado a vivir a remolque y a encajar goles, algo que sólo evitó el equipo de Eusebio en su primer partido en el banquillo. Desde entonces, 16 goles encajaron los guardametas realistas, una media de dos por partido. Y eso, se mire como se mire, es una enorme dificultad para ganar partidos.

domingo, enero 03, 2016

RAYO VALLECANO 2 - REAL SOCIEDAD 2 Goles, poco fútbol y al menos un punto

Elustondo, partidazo y gol.
Al menos un punto. Eso es lo que sacó al Real de Vallecas en un partido de muchos goles, que estuvo mucho más cerca de perder que de ganar aunque el empate se pueda considerar justo y en el que no hubo demasiado fútbol. Tanto es así, que tres de los cuatro goles del encuentro llegaron en jugadas de estrategia y el cuarto en un descomunal error realista que permitió una galopada en solitario de 50 metros. Curioso que los goles llegaran de esta forma en un partido que se presuponía que iba a ser tan abierto, y que de hecho lo fue. Paco y Eusebio son dos entrenadores que gustan de un juego alegre y vistoso, pero en el que los fallos forman parte de lo cotidiano. Visto así, lo cierto es que el empate era el resultado más probable para este encuentro, aunque no saque de pobres a ninguno de los dos contendientes.

La apuesta de Eusebio fue la esperada, y si la única duda parecía estar en el centro del campo, en el acompañante de Markel e Illarra, el escogido fue Pardo por delante de Prieto. Esa variante hace que Illarra juegue más adelantado que nunca, y no fue raro verle en posiciones de mediapunta y en ocasiones hasta como el jugador realista más adelantado. La noticia del once, en todo caso, es que Elustondo parece confirmarse como central. El partido que jugó en Vallecas le coloca claramente por delante de Ansotegi, Reyes y Mikel González como acompañante de Iñigo Martínez. El otro gran aspecto a destacar es que Eusebio mantiene una confianza en Vela que no termina de verse recompensada. Es verdad que el mexicano intentó acercarse a lo que puede hacer, pero no fue decisivo en ninguna de sus intentonas. Se le espera y, sin Agirretxe, se le necesita.

Como a Jonathas, que no se encuentra a sí mismo y a quien los doce goles de Agirretxe y la forma en que le ha superado esta temporada parecen estar pesándole más de lo que debería. Él fue quien tuvo la primera opción del encuentro para la Real, pero Llorente le ganó en la carrera en el minuto 2 y permitió que Yoel agarrara con facilidad un balón que olía a 0-1, y tampoco aprovechó un buen balón que metió Vela un minuto después. La Real, de hecho, entró bastante bien en el encuentro. Entendió la forma de hacer daño a la defensa del Rayo, siempre bastante adelantada. Vela también gozó de una buena ocasión cuando, en esos primeros minutos, más y mejor intentó encontrar las cosquillas a la defensa rayista. Pero fue el equipo local el que golpeó primero. Al cuarto de hora, la Real volvió a demostrar que no domina la defensa de las jugadas de estrategia e Iñigo Martínez se dejó ganar la posición en el salto por Llorente, cuyo cabezazo fue imposible para Rulli.

La Real de Eusebio, sin que eso sea culpa del técnico, se ha acostumbrado a empezar los partidos por debajo en el marcador. Y como el técnico resaltó después en la rueda de prensa que siguió al encuentro, al menos eso quiere decir que el equipo tiene carácter para no darse por vencido. En Vallecas hizo frente a esa prueba en dos ocasiones y respondió en los dos. Aún así, lo pasó mal. Los minutos que siguieron al 1-0 no fueron buenos y la Real sufrió. Pero fue un encuentro de pocas ocasiones y el Rayo sólo pudo hacer el 2-0 en una falta lateral botada por Trashorras que sacó Rulli a córner con seguridad. En ataque, el equipo txuri urdin estaba algo atascado por el centro, a pesar de que su intención parecía ser abrir las bandas con Vela por un lado y Bruma por otro. Y precisamente cuando Bruma se atrevía a encarar, el peligro era mayor. El empate, de hecho, llegó en una falta provocada por Bruma que botó Pardo y que Elustondo remató con categoría, entrando desde atrás y siempre con ventaja sobre su marcador en la carrera.

Como la Real con el 1-0, el Rayo acusó el 1-1. El dominio del encuentro pasó al bando txuri urdin, pero las opciones de ponerse en ventaja sólo llegaron, qué curioso, a balón parado. Pardo mandó arriba una falta muy similar a la del gol de Elustondo, qué gran partido el suyo, el central realista mandó fuera otro cabezazo y Carlos Martínez cerró la primera mitad con otro cabezazo en plancha que no encontró portería. Antes de eso, Mateu Lahoz había dejado ya alguna píldora de lo sobrevalorado que está, mostrando una tarjeta amarilla a Markel en una jugada en la que se había resbalado y perdonándosela a Yuri al cortar claramente un contragolpe. Nada demasiado escandaloso, pero a los puntos el partido parecía que podía decantarse para la Real, Más cuando la primera acción de peligro la provocó de nuevo Vela, arrollado con una dura entrada en la frontal del área por Llorente. Esa falta la mandó Pardo a las manos de Yoel.

Pero como ya sucedió en la primera mitad, cuando más controlado parecía el encuentro, llegó el gol del Rayo. Un despiste tremendo de todo el equipo y una presión muy flojita permitieron que el Rayo mandara un balón largo que Jozabed persiguió completamente solo y partiendo desde su propio campo. En el uno contra uno, definió con una tranquilidad asombrosa y puso el 2-1 en el marcador. La Real, nuevamente, reaccionó bien y al menos llevó a su rival hacia su área. Y ahí fue cuando, de nuevo, el protagonismo arbitral fue claro. Mateu es un colegiado que no controla los partidos tanto como se dice que lo hace, sobre todo porque interpreta midiendo demasiado. Jonathas no es el tipo de jugador que le cae especialmente bien y se nota. Escamoteándole algunas faltas en su pelea contra la defensa rayista, era evidente que en esas pugnas no le iba a señalar nada a favor, mucho menos dentro del área. A media hora del final pidió penalti y pudo serlo. Pero en lo que no hay duda es que en la siguiente jugada, cuando se escapaba de Llorente, este debió ver la segunda amarilla y Mateu no quiso sacarla. No quiso. No es cuestión de interpretaciones, porque Jonathas encaraba el área.

Esa falta, por cierto, la sacó Bruma, que parece que está cogiendo muchísima confianza. No es un jugador que acierte en sus decisiones tanto como debería, pero es un diablo que provoca auténticos quebraderos de cabeza en sus rivales. Su disparo en ese libre directo acabó en córner y en ese saque de esquina, botado por un Pardo muy acertado en Vallecas en esa faceta estratégica del juego en la que suele dejar mucho que desear, lo remató a placer Bruma en el segundo palo. Completamente solo, sí, pero con un espléndido golpeo de primeras, sin dejar caer la pelota y a la que dio la suficiente fuerza como para que nadie la oliera. Con el 2-2 en el marcador, Eusebio quiso ir a por el partido. Illarra pidió el cambio por unas molestias y puso sobre el césped a Xabi Prieto. Es decir, quitó a un jugador que estaba ejerciendo de mediapunta por un mediapunta auténtico. Lástima que no se notara demasiado la entrada en el partido del capitán, porque en Vallecas olía a sangre y la Real, como es costumbre, no lo supo aprovechar.

De hecho, los minutos finales del encuentro fueron claramente para el Rayo, espoleado por su incansable afición. Bebé tuvo la mejor ocasión rayista al poco de empatar la Real, pero Rulli respondió a su gran jugada con una espléndida parada. Ojo al guardameta realista, que con su actuación en la doble visita a Madrid demuestra que está recuperando su mejor nivel. Mateu amonestó a Yuri por protestar lo que había sido una falta clara y que acabó en un córner para el Rayo, y poco después también pudo perdonarle la roja. Luego terminó de enervar a la grada acerándose a la banda a que le arreglaran el receptor de señale de sus asistentes, para luego añadir simplemente tres minutos a la segunda mitad. Mientras la Real se quedaba en los casis, casi llega Vela a un centro de Yuri y casi conecta Bruma un buen disparo desde la frontal, el Rayo generaba cada vez más peligro. Lo más claro, un zapatazo de Bebé que casi encuentra la escuadra y un despeje de Rulli en dos tiempos, el segundo con el pie y desde el suelo, tras un disparo de Trashorras.

Vela tuvo la última opción del partido para la Real cuando aún quedaban diez minutos por jugar, con una jugada que se le quedó para su zurda, como tantas veces ha marcado, pero que estrelló en un defensa. A partir de ahí, todo fue para el Rayo salvo el sufrimiento, realista por completo Eusebio no supo parar el partido con algún cambio, y de hecho no llegó a agotarlos. Sólo puso en el campo a Chory Castro, sorprendentemente para retirar a Bruma. A balón parado y colgando balones, el Rayo fue embotellando a la Real, pero en esos minutos finales, a pesar de la presión, Rulli ya no tuvo que intervenir y el marcador no se volvió a mover. La Real sigue mostrando luces y sombras, pero al menos evitó la derrota en Vallecas levantando dos marcadores en contra. Perder en Vallecas hubiera sido grave, sobre todo porque el Rayo le habría sobrepasado en la tabla. Sumar de uno en uno es insuficiente y todo vuelve a depender de lo que se haga en Anoeta contra el Valencia, pero al menos sigue habiendo detalles para la esperanza.

sábado, enero 02, 2016

PREVIA Rayo Vallecano - Real Sociedad. Urgencias en Vallecas

La Real goleó en Vallecas la pasada temporada.
El Rayo Vallecano - Real Sociedad es un partido de urgencias (domingo, 12.00 horas, Campo de Vallecas, Canal + Liga). Los dos equipos tienen motivos para confiar en la reacción, pero lo cierto es que ambos están en una situación delicada. Más los locales, en puestos de descenso, pero el equipo de Eusebio Sacristán, después de la desvergüenza arbitral que le condujo a la derrota en el Santiago Bernabéu, necesita sumar ya de tres en tres. A la parte más dura del calendario, la que está afrontando estas jornadas, aún le resta la visita del Valencia a Anoeta, partido con el que finalizará la primera vuelta, pero no sumar en ambos podría condenar a la Real a llegar al ecuador del campeonato en zona de descenso, algo que en verano, antes de que arrancara la Liga, no imaginarían muchos realistas. Por eso urge la reacción, es necesario entender que es un partido de urgencias y lograr tres puntos balsámicos.

La factura que deja el partido del Bernabéu va mucho más allá de lo que González González quiso hacer y de hecho hizo, y Eusebio tiene dos nuevas bajas que sumar a Raúl Navas, Zurutuza y Granero. Canales no volverá a jugar en lo que queda de temporada y la lesión de Agirretxe le tendrá unas cuantas semanas fuera del equipo. La principal novedad de la lista es el regreso de Oyarzabal, al que parece evidente que el técnico realista quiso proteger dejándole fuera en el complicado escenario madridista pero con el que sigue contando. Teniendo en cuenta que tanto él como Elustondo siguen con el primer equipo, hay otros cuatro jugadores que se quedan fuera de la convocatoria por decisión técnica. Con la entrada de Ansotegi y Chory Castro, quienes se quedan fuera son Mikel González, Reyes (quizá la ausencia más sorprendente), Zaldua, Oyarzun.

El once tendrá que cambiar por fuerza con respecto a lo que se vio en el Bernabéu, e incluso el sistema sería diferente si Eusebio vuelve a su habitual 4-3-3. Rulli seguirá bajo palos, previsiblemente con la misma defensa que se opuso al Madrid, la que formaron Carlos Martínez y Yuri en los laterales e Iñigo Martínez y Elustondo como centrales. Illarramendi estará en el centro del campo, probablemente con Markel de nuevo, y parece lógico pensar que la buena segunda parte de Pardo le hará un hueco en el once, probablemente en pugna con Xabi Prieto. Y el trío ofensivo lo formarían Bruma, Vela y Jonathas. De esta manera, quedarían para el banquillo Oier como guardameta suplente, Ansotegi, De la Bella, Héctor, Chory Castro y Oyarzabal.

El bajo nivel de puntuación de la Liga hace que los 16 puntos que tiene la Real le basten por el momento para vivir en la decimoquinta posición. Eso sí, sólo está a dos puntos de la zona de descenso, la que cierra ahora mismo el Granada con 14 puntos, los mismos que tiene el Rayo, que es decimonoveno. El equipo txuri urdin ha sumado la mitad de sus puntos a domicilio, los ocho que le dieron sus dos victorias (0-3 al Granada, 0-4 al Levante) y sus dos empates (0-0 ante el Depor, 1-1 ante el Getafe). El rayista, por su parte, sólo ha sumado más puntos como local que otros cinco equipos de la Liga. En su estadio ha logrado tres victorias (2-1 al Sporting, 3-0 al Espanyol y 2-1 al Granada) y un empate (a cero, contra el Valencia). Si la Real lleva tres jornadas sin ganar, con el único punto que sumó en su visita al Getafe, el Rayo acumula cuatro derrotas consecutivas, con un balance goleador de 16 tantos en contra y cuatro a favor.

La Real ha visitado Vallecas en 19 ocasiones, y es un campo que no se le da del todo bien pero en el que ha conseguido puntuar con cierta frecuencia. En Primera División han sido 16 los choques, con un balance de nueve victorias rayistas, tres empates y cuatro victorias de la Real. La mayor goleada txuri urdin en el 0-4 de la temporada 1978-1979, cuando marcaron Idígoras, Satrústegui en dos ocasiones y López Ufarte. Con el mismo resultado, 4-0, el Rayo consiguió su victoria más clara ante la Real Sociedad en la 2011-2012. Desde que los dos equipos volvieron a Primera, la Real en 2010 y el Rayo en 2011, no se ha producido ningún empate y hay igualdad total, dos victorias para cada equipo. La estadística se completa con tres partidos en Segunda, con igualdad total, una victoria para cada equipo y un empate. A pesar de haber perdido allí diez veces, la Real sólo se ha ido sin marcar en seis partidos de los 19 jugados.

La pasada temporada, la 2014-2015, la Real visitó Vallecas en la última jornada y ya sin nada en juego. El equipo de David Moyes cerró el año futbolístico con una muy buena victoria por 2-4, producto de que los dos equipos jugaron relajados. La Real se puso con un claro 0-2 con un esquema sin delantero centro claro. Vela aprovechó un error del Rayo en la salida desde atrás para hacer el 0-1 y una gran volea de Chory Castro aumentó la ventaja realista. Al filo del descanso, Bueno recortó distancias después de unos minutos buenos del Rayo que exigieron bastante de Rulli, y el empate llegó en el minuto 63, al rematar de cabeza Morcillo un córner a favor de los locales. La Real empezó bien la segunda mitad y sin embargo se encontró con el empate, pero su reacción fue espléndida. Moyes volvió al 4-2-3-1 habitual y, con apenas cuatro minutos sobre el campo, Agirretxe hizo el 2-3 en el 73. Y un minuto después, Elustondo marcó un gran gol desde fuera del área, despidiéndose con él de la Real.