viernes, abril 30, 2010

PREVIA Real Sociedad - Rayo Vallecano. El penúltimo impulso

La Real busca ante el Rayo Vallecano el penúltimo impulso en la carrera que le lleve de vuelta a la Primera División (sábado, 18.00 horas, Anoeta; ETB-1, Telemadrid-La otra). Penúltimo porque todavía queda mucho para que acabe la Liga. Pero es éste un impulso igualmente necesario después de acumular ya tres jornadas sin conocer la victoria y de que la última comparecencia como local del equipo se saldara con un empate. Anoeta vuelve a ser la clave en la lucha por el ascenso, después de la demostración de orgullo en Cartagena, ante un rival directo y con diez jugadores sobre el campo por una expulsión injusta. Partido a partido, sí, pero los tres próximos encuentros marcarán el futuro de este equipo y, en caso de conseguir resultados muy positivos, dispararán los cálculos sobre cuándo puede llegar la ansiada jornada en la que la Real cumpla el objetivo de recuperar su sitio en la élite.

Martín Lasarte no lo tendrá nada fácil para componer un once, porque se le ha abierto un agujero en el centro del campo. Elustondo permanece lesionado y tanto Aranburu como Rivas cumplen partido de sanción. El Comité de Competición le quitó al capitán la segunda de las tarjetas que vio en Cartagena, asumiendo el flagrante error del colegiado y el enorme perjuicio que causó al conjunto txuri urdin. Pero la primera de ellas era la que hacía cumplir ciclo a Aranburu, por lo que se perderá el partido ante el Rayo igualmente. Rivas, además, sufrió un esguince de tobillo, pero parece que no tendrá problemas para jugar dentro de una semana en Irún. Con este panorama, a Lasarte sólo le queda uno de sus pivotes natos: Markel Bergara. Éste será titular, tal y como anunció el técnico hace ya una semana.

Su acompañante es el mayor de los misteriores y el técnico no lo aclaró en rueda de prensa. La convocatoria, además, amplia el abanico. Durante la semana se especuló con la titularidad junto a Markel en el mediocentro de Zurutuza o Sergio. Pero es que el técnico realista ha incluído en su lista a dos jugadores del Sanse que optan también a esa plaza, dos jugadores además de los que se hablan maravillas desde hace mucho tiempo y que todavía no han debutado con el primer equipo: Illarramendi y Albistegi. En el mediocentro estarán todas las miradas. El elegido condionará, al mismo tiempo, la composición de la línea de tres mediapuntas, en la que Xabi Prieto y Griezmann parecen fijos. Sergio y Zurutuza podrían tener también acomodo en la mediapunta, al igual que Nsue. En la lista aparece de nuevo Johantan Estrada, en lugar de un Songo'o que está ya muy cerca de ganarse la etiqueta de fichaje fallido.

A pesar de que nada se puede descartar, no parece probable que Lasarte cambie de nuevo de portero, por lo que, de no mediar circunstancias anómalas, Asier Riesgo será el guardameta txuri urdin hasta el final de la temporada y Zubikarai tendrá que seguir en el banquillo. Con Labaka ya en plena forma, surge también la duda de si habrá cambios en defensa, aunque lo previsible es que se mantenga el mismo cuarteto de las últimas semanas: Carlos Martínez y De la Bella en los laterales, con Mikel González y Ansotegi en el centro. En punta jugará Agirretxe, ya que Bueno sigue lesionado. No obstante, no sería descabellado que Nsue fuera el único delantero, aunque parece una opción más probable fuera que en Anoeta. Viguera, que debutó por fin esta campaña en Cartagena, esperará otra oportunidad en el banquillo.

Pese a encadenar una racha de tres partidos sin ganar y de sumar sólo ocho de los últimos 21 puntos en juego, la Real sigue siendo el mejor equipo de la Segunda División. Sigue siendo líder en solitario y lo seguirá siendo incluso si saliera derrotado de su enfrentamiento con el Rayo, un Rayo que además llega a Anoeta con bastantes bajas. Cuatro puntos de ventaja tienen los de Lasarte sobre el segundo clasificado, el Hércules. Con su victoria ante el Elche de este viernes, una victoria que ayuda a la Real, el Villarreal B se coloca provisionalmente en la tercera posición, pero no cuenta para el ascenso. Los ilicitanos, lanzados en las últimas jornadas, se quedan a seis puntos de la Real, que serán nueve si se vence a los vallecanos. Levante y Cartagena, cuarto en zona de ascenso y quinto, están a cinco, y los dos tienen perdido el average con la Real, lo que les obliga a sumar otro punto más si quieren superar a los realistas. Además, los valencianos reciben al Hércules, algo que también beneficiará al conjunto txuri urdin pase lo que pase. El Numancia apurará una de sus últimas opciones de reengancharse en casa ante el Albacete.

La historia no refleja la peligrosidad actual del Rayo, un equipo pensado para luchar por el ascenso pero que, a pesar de tener una de las mejores plantillas de Segunda, se ha quedado descolgado. De las 14 visitas que ha efectuado a San Sebastián, sólo ha ganado en una y ha empatado en otras cuatro, incluyendo eso sí la última de ellas. Las nueve restantes fueron triunfos realistas, el último de ellos siendo la mayor goleada de la Historia entre estos dos equipos. Nada menos que 5-0 venció el equipo txuri urdin en la temporada del subcampeonato, la 2002-2003, con goles de De Pedro y Karpin, ambos de penalti, dos de Nihat y el último de Tayfun. El único triunfo rayista llegó en la temporada 92-93, por 1-2. En Segunda División sólo se han cruzado estos dos equipos en dos ocasiones. La primera fue en la campaña 66-67, la que culminó en el ascenso de Puertollano, y la Real venció por 1-0, gol de Boronat.

El último enfrentamiento en Segunda es el de la temporada pasada. El Rayo fue, probablemente, el mejor equipo que pasó por Anoeta en toda la campaña, pudo ganar el partido y lo acabó empatando en el descuento gracias a un penalti, una dudosa mano de Markel Bergara, que además fue expulsado. La Real completó una primera media hora espléndida en la que, eso sí, no generó demasiadas ocasiones claras de gol. Agirretxe aprovechó la más clara para adelantar al conjunto txuri urdin. A partir de esa media hora, el equipo de Lillo desapareció del partido, dejó que el Rayo cogiera el mando y comenzó a sufrir. El sufrimiento duró 60 minutos, los que tardó el equipo madrileño en empatar justo antes del final. El árbitro tuvo su parte de responsabilidad en el resultado final, pero no hubiera sido justo que la Real venciera a un buen Rayo. Más que el empate, lo que dolió es la forma en que llegó.

El Rayo es, junto al Elche, el único equipo que ha ganado esta temporada en Anoeta. Lo hizo en la Copa del Rey, a partido único. Con una categoría que le dio desde el principio la vitola de aspirante serio al ascenso, el Rayo ganó por 0-2. Mereció mejor suerte una Real todavía en construcción, en todo caso, pero los dos golazos que recibió, curiosamente, Asier Riesgo, hicieron imposible la remontada. En la primera vuelta, Rayo y Real ofrecieron un magnífico encuentro de fútbol. Fue la mejor actuación realista fuera de casa hasta la fecha, y si el conjunto txuri urdin no volvió a San Sebastián con tres puntos fue por algunos fallos puntuales en defensa y por el partidazo que hizo el portero local, Cobeño. Xabi Prieto, Bueno (seguramente fue el partido más completo del uruguayo) y Zurutuza (espectacular su irrupción en la segunda parte) fueron los autores de los goles realistas. El partido habría pasado a la Historia con letras de oro si Mikel González, inmensa actuación la suya, llega a meter la ocasión que tuvo en el descuento y culmina la remontada, pues siempre fue a remolque en el marcador el conjunto de Lasarte. Pero una Real de Primera ya pasó por Vallecas.

domingo, abril 25, 2010

CARTAGENA 1 - REAL SOCIEDAD 1 Punto de orgullo, punto de oro

Un punto de orgullo se trae la Real de Cartagena. Un punto de orgullo y también de oro, viendo cómo están las cosas, cómo se quedó el partido con la inverosímil expulsión de Aranburu y el flojo ritmo de los perseguidores. El equipo txuri urdin, hoy sí, ha dado la cara como visitante y lo ha hecho en el campo de uno de sus rivales directos, limitando al mínimo las ocasiones que ha provocado el Cartagena con un hombre más e incluso dando una mayor sensación de peligro que, eso sí, no ha podido concretar en ocasiones de gol. La Real sólo ha cedido el control del partido en una fase de la primera mitad, pero lo puesto sobre el césped en inferioridad numérica da al empate un valor superlativo. El partido deja motivos para la satisfacción, y el sufrimiento que alentaba el marcador y estar con diez no tuvo ningún reflejo sobre el campo. La Real sale muy reforzada de la primera de las últimas nueve finales, a pesar de que prolonga la racha sin ganar fuera de casa. Pero eso hoy importa menos.

A pesar de las especulaciones previas, Lasarte optó por mantener el esquema de toda la temporada, sin cambios en la parcela defensiva y con Nsue, Zurutuza y Xabi Prieto por detrás de Agirretxe. La noticia de la alineación titular estaba en la portería. Jugó Asier Riesgo, y lo hizo de nuevo de maravilla, por la seguridad que transmitió porque apenas tuvo intervenciones de gran mérito. La Real saltó al campo con una muy buena actitud, que borró de un plumazo lo visto en Córdoba y Huelva. A esa sensación contribuyó el golazo con el que se adelantó el equipo txuri urdin en el minuto 4. Cabalgada de Zurutuza, apertura a Xabi Prieto, balón raso a la frontal del área y maravilloso zapatazo de Aranburu que se cuela en la portería cartagenera después de golpear en el palo. Un golazo de muchos quilates que confirma lo que sabemos de Prieto y Zurutuza y ayuda a que el capitán recobre un valor que muchos le pedimos: la llegada a puerta y el gol.

El partido no se podía poner mejor para la Real, pero el equipo de Lasarte se encontró con un duro escollo: es muy difícil jugar al contraataque sin jugadores veloces. Sólo Nsue tenía esa característica entre los hombres ofensivos, pero el mallorquín no estuvo hoy afortunado en casi nada. Se dejó la vida sobre el césped pero sin influencia alguna en el encuentro. Se echó también en falta la presión de Bueno. Agirretxe no destaca en esa faceta de estorbar a la defensa rival tanto como el uruguayo y los locales lo agradecieron. El Cartagena apretó y se hizo con el dominio del partido. Esa fase desembocó en el gol del empate. Uno de esos goles que apena por evitables. Un corner peinado en el primer palo y rematado en el segundo. Falló la marca, y entre Carlos Martínez y Zurutuza permitieron el remate de Chus Herrero. El partido empezaba de nuevo. Y aunque Cartagonova empezó a apretar lo suyo, poco a poco la Real fue recuperando su sitio. El Cartagena no forzó mucho a Riesgo, que sólo tuvo que hacer una espléndida salida (una de sus mejores cualidades) para evitar un gol local.

El partido llegó al descanso en una situación de cierta igualdad. En la segunda mitad, el Cartagena empezó con fuerza y tuvo una ocasión de adelantarse en el marcador, que Carlos Martínez sacó bajo palos. Y entonces llegó el momento decisivo. Aranburu fue expulsado. Fue la consecuencia de un arbitraje errático, calamitoso y en ocasiones hasta demencial. Mal en la señalización de las faltas, muy mal en las amonestaciones. Ni siquiera pareció claro que Aranburu tocara a De Lucas, mucho menos para expulsarle. Increíble. Tan increíble como que recibiera la primera tarjeta por reiteración (lo dijo el árbitro con sus gestos) cuando ese criterio no se lo aplicó al Cartagena hasta la media hora de la segunda mitad. El daño para la Real era inmenso en ese momento. Diego Rivas se había torcido el tobillo en la primera mitad y se quedaba como pivote único, aguantando como un jabato y teniendo además ya una tarjeta amarilla. Para reforzar esa zona, Lasarte metió a Markel Bergara, que salía de una lesión. No había muchas opciones más, pero optar por todo eso fue un síntoma de valentía de esta Real.

Y mucha más valentía demostró el equipo en los 40 minutos finales. Porque la Real fue capaz de aguantar con diez jugadores al Cartagena, uno de los equipos que luchan por subir a Primera División, y lo hizo de una manera ejemplar. Supo jugar en todas las situaciones, consiguió que el Cartagena apenas creara peligro hasta el tramo final del encuentro, cuando llegó al área de Riesgo más por orgullo propio y cansancio de la Real que por dominio futbolístico. Rivas dio una lección de orgullo y pundonor digna de recordar. Mikel González se salió en defensa. De la Bella hizo un partido portentoso, a pesar de que tanto él como Carlos Martínez subieron menos de lo que acostumbran (sobre todo en la primera mitad y seguramente por orden de Lasarte para solucionar los problemas que se vieron en los dos anteriores salidas). Xabi Prieto entendió el contexto del partido a pesar de no estar demasiado acertado en el pase. Y apenas se jugó en el descuento. Esta Real aprende de errores pasados.

Para entonces, ya se habían marchado Agirretxe (al que se le escapa una nueva oportunidad de destacar, aunque tuvo una muy buena ocasión de gol en la primera mitad, con un disparo a bote pronto que se marchó muy cerca del palo) y Nsue. Griezmann había entrado en el campo y Borja Viguera tuvo sus primeros minutos de la temporada (eso también supone arriesgar, y el riesgo le dio premio a la Real). El joven potrillo francés estuvo algo impreciso también, porque tuvo en sus botas un par de oportunidades de montar contras que habrían resultado letales. Y es que esa es la paradoja que deja el partido. Con diez la Real se creció. Sin llegar a portería con claridad (De la Bella tuvo la mejor en una magnífica arrancada desde atrás que finalizó en un disparo que rebotó en un defensa), pero con una sensación de peligro superior a la que dejaba el Cartagena. Contuvo sin problemas al Cartagena e incluso se permitió mantener a tres jugadores en ataque de forma continua. Ni el calor, ni la inferioridad, ni el Cartagena. Nada pudo con el equipo txuri urdin. Magnífica la actitud de la Real.

Hoy las circunstancias y el arbitraje (¿habría ganado la Real con once? Yo apuesto por ello) han frenado una nueva opción de dar un golpe sobre la mesa, pero el punto conseguido es valiosísimo. La Real sigue líder y llega a los 60 puntos. La ventaja con respecto al segundo clasificado es de cinco puntos (serán cuatro si gana el Hércules esta tarde al Salamanca). El Cartagena sigue a cinco, que son seis porque el punto en Cartagonova le da definitivamente la ventaja en caso de empate a puntos. Al Betis se la ha metido un punto más y está a siete. El Levante se puede poner a dos puntos, cierto, pero hasta ahora sólo el Elche saca provecho de esta jornada y está nada menos que seis puntos por detrás. El peligro para la Real sólo está en la propia Real. En sus ausencias, por ejemplo, puesto que tanto Aranburu como Rivas se perderán la próxima jornada con tarjetas. Portero y delantero titulares están lesionados. Pero no importa. El equipo txuri urdin, como equipo, como grupo, ha dado sobradas muestras ya de carácter y de entrega. Salga el que salga y sea cual sea el marcador final, la Real rendirá sobre el campo. Es el líder. Y hoy ha conseguido un punto más en su camino a Primera. Quedan ocho partidos y todos nos siguen mirando desde atrás.

sábado, abril 24, 2010

PREVIA Cartagena - Real Sociedad. Buscando una señal

Una señal. Una señal de que el ascenso está cerca de verdad, de que el equipo sabe también dar lo mejor de sí lejos de Anoeta, de que esta Real escribirá su nombre en la Historia del club con letras de oro. Eso es lo que se busca en Cartagena (domingo, 12.00 horas, Cartagonova, Canal +) en uno de los partidos más decisivos que le restan al equipo txuri urdin en lo que resta de temporada. Sí, cuando queda tan poco para el final todos son decisivos ya y tanto da sumar tres puntos en uno que en otro. Pero estos tres puntos parece que valen más, porque la Real daría un golpe sobre la mesa ya casi definitivo y porque tiene que romper por un lado con la mala imagen de sus dos últimos desplazamientos y por otro con una racha de tres partidos sin conocer la victoria. Una señal. Qué gran momento para ofrecer esa señal.

No es nada fácil esta semana aventurar los planes de Martín Lasarte para este partido. Las bajas (en especial la última que se ha producido, la de Carlos Bueno, que estará fuera del equipo al menos un mes) y las palabras que el técnico dedicó a su equipo tras la derrota en Huelva, hablando de cambios para jugar como visitante, abren mucho el abanico de posibilidades que tiene el entrenador realista para este partido. Se ha especulado con la posibilidad de que la Real cambie el dibujo para este encuentro, pero según lo que dijo el viernes Lasarte lo normal es que se mantenga la apuesta por el 4-2-3-1. De producirse algún cambio en este dibujo podría ser en la retaguardia, dando entrada a un tercer central, quizá jugando desde la banda (sería Mikel González, como ya ha jugado en bastantes partidos esta campaña) más que en un esquema con dos carrileros.

El primer dilema de Lasarte se encuentra en la portería. Zubikarai y Riesgo vuelven a jugarse el puesto, como ya hicieran hace tres semanas para jugar contra el Hércules. Los dos han rendido a un altísimo nivel tras la lesión de Bravo y cualquier de los dos podría ser titular en Cartagena. La defensa, de mantener el sistema de cuatro hombres atrás, contará con Carlos Martínez (Dani Estrada aún no ha entrado en la convocatoria y no habrá en el banquillo recambio natural para ninguna de las dos bandas en defensa) y De la Bella en los laterales. Labaka, tras haber regresado la semana pasada a la convocatoria, ya está en plena forma y no es descabellado pensar que pueda volver al once. Mikel González tendría más papeletas que Ansotegi para ser el sacrificado. Por delante, Diego Rivas jugará seguro, muy probablemente acompañado por Aranburu, aunque el regreso de Markel a la convocatoria (y de Illarramendi al Sanse) da opciones al técnico.

Asumiendo que Agirretxe supla la ausencia del lesionado Bueno (que quizá es mucho asumir, podría tener su primera oportunidad en punta Nsue; también entra en la lista después de mucho tiempo Borja Viguera), la línea de tres centrocampistas es la que más dudas ofrece. Xabi Prieto parece el único fijo, pero podría jugar tanto en la banda derecha como en la mediapunta. Songo'o, que suple en la convocatoria a Johnatan, podría entrar por esa banda si el 10 realista se desplaza al centro. La ausencia del colombiano parece dejar la puerta libre a Griezmann, que gracias a la nube volcánica que ha sembrado el desconcierto en el espacio aéreo europeo no tuvo que jugar el segundo de los amistosos programados por la selección sub-19 francesa. Otra opción sería que las bandas las ocuparan Nsue y Songo'o. Zurutuza, siempre entre algodones, es más probable que salga en la segunda mitad. Lo que parece menos probable es que Sergio repita titularidad, pero nada se puede descartar.

Si hace unas semanas el partido contra el Hércules se podía entender como el mejor que ofrecía esta temporada la Segunda División, casi lo mismo se puede decir del enfrentamiento de esta jornada. Además, están las propias urgencias. Se ha oído mucho a los escépticos estas últimas semanas, tres semanas en las que la Real no ha podido conseguir el triunfo. Dos derrotas fuera, las dos dando una imagen lamentable y las dos por 2-0, y un empate en casa han multiplicado las visiones negativas que, después del triunfo en Anoeta ante el Hércules, apenas se dejaban ver. Lo cierto es que la Real juega esta semana como líder, puesto que mantendrá pase lo que pase, pero con la obligación de demostrar esa condición y borrar la mala imagen como visitante que está dando últimamente. No gana fuera desde que lo hiciera en Vigo, por 0-1, el pasado 16 de enero. La Real sólo ha jugado fuera de casa un partido el domingo a las 12.00 y lo perdió. Fue el 5-1 de Alicante.

Los cartageneros, que parece que prometen un partido abierto y no el duelo táctico que se vio en Anoeta, han sido el tercer equipo más regular de la campaña y afrontan la jornada en la tercera posición, a cinco puntos de la Real, que, pese a vivir una de las peores rachas del ejercicio, se mantiene en el liderato con cuatro puntos de ventaja sobre el segundo, el Levante, y seis sobre el cuarto, el Betis. El average también se pone sobre la mesa esta semana. Puntuando, será para la Real. La victoria sería un paso decisivo, pues alejaría al Cartagena a ocho puntos y podría ofrecer una renta de hasta nueve puntos sobre el cuarto, con tanto sólo 24 en juego hasta el final. El equipo txuri urdin saltará al campo sabiendo el resultado del duelo directo de la jornada, el Betis-Elche. El domingo por la tarde, el Hércules recibirá a un Salamanca que no está ni mucho menos salvado y el Levante visitará a un Córdoba que transita cómodamente por la mitad de la tabla.

Cartagena y Real Sociedad no se han visto nunca las caras en Liga. Sólo se cruzaron en la Copa de la temporada 87-88, y el resultado fue de 1-0 para los cartageneros, con un gol marcado en el minuto 86. Dos goles de José Mari Bakero permitieron remontar la eliminatoria en Atotxa. En la primera vuelta, en el único enfrentamiento en Segunda entre ambos equipos, la Real consiguió una victoria valiosísima por un ajustado 1-0. Fue un partido duro, muy típico de Segunda, donde predominó más la presión y la fuerza que el toque y la calidad. Y, sin embargo, fue la calidad la que acabó decidiendo el choque. Curiosamente, los autores de la acción decisiva fueron dos jugadores que Lasarte metió en el campo en la segunda mitad. En el último minuto del partido, Nsue centró desde la izquierda y Agirretxe empujó el balón sobre la línea de gol. Fue una mañana de sufrimiento. Pero, como siempre en Anoeta esta temporada, una mañana feliz. Que la mañana de este domingo sea igual de feliz.

martes, abril 20, 2010

Sigo muy tranquilo

Cuanto más parece crecer el nerviosismo de algunos (casi podría decir que de muchos), más tranquilo estoy yo. Muy tranquilo. De verdad. Sigo creyendo firmemente en esta Real por lo que me enseña y por su situación en la tabla. Todo eso me transmite la tranquilidad que digo. Y ya no me sorprende, pero sí que me sirve para el futuro, la sensación de que siempre va a haber quien siembre intranquilidad sobre este equipo. En Segunda no ha importado que la Real sea un buen perseguidor de los equipos que estén en ascenso (la primera campaña), un conjunto a media o larga distancia de los tres primeros (la segunda) o un líder destacado (la tercera y presente temporada). En Primera nos pasará lo mismo. Si estamos en descenso, nos verán en Segunda. Si estamos fuera de los tres últimos puestos por poco, acabaremos cayendo. Si estamos en mitad de la tabla, la temporada será anodina. Y si estamos luchando con los de arriba, nunca será suficiente. Esa es la realidad que tenemos. ¿Por qué? No lo sé, pero todos tendremos que aprender a vivir con ella.

Y yo vivo con ella desde esa tranquilidad de la que hablo. Tranquilidad que, además, encuentras datos abundantes en que cimentarse. Echemos la vista atrás. No hay tema que haya suscitado más debate en la actualidad txuri urdin durante toda la campaña que la portería. Y a mí no hay nada en esta Real que me haga sentir más tranquilo. Tenemos tres porterazos. Bravo lo ha demostrado toda la campaña. Zubikarai acalló comentarios contra Hércules y Recreativo. ¿Y qué decir de los dos paradones de Riesgo el sábado pasado? No hay mejor forma de contestar a quienes dudaban de su compromiso o de su categoría. Sólo recuerdo un partido en toda la temporada en el que la actuación del portero haya costado puntos, en casa ante el Elche con aquel penalti y expulsión de Bravo. E incluso aquel día la Real falló el único penalti a favor que ha tenido en toda la temporada, l oque podría haber minimizado el daño provocado desde nuestra portería. A cambio, los tres guardametas han dado muchísimo a este equipo. Y sobre todo tranquilidad.

Miro la clasificación. Y la tranquilidad aumenta. Líderes con seis puntos de ventaja con respecto al cuarto. Algunos creen que eso es estar agobiado, ¡no doy crédito! De 27 puntos que quedan en juego, la Real tiene que sumar siete menos que al menos tres de sus cinco rivales. Y eso lo llaman agobio. Pero es que hay más. Leo hoy en Mundo Deportivo que sólo hay un equipo que ha dilapidado la ventaja que tiene la Real desde que la Segunda División tiene 22 equipos y ascienden tres, que 22 de 30 de los que estaban en ascenso a estas alturas en los últimos diez años han acabado subiendo, que ninguno de los ocho restantes remontó más de cinco puntos (uno menos de los que tiene el equipo txuri urdin), que el ritmo de recorte de puntos de los actuales perseguidores es insuficiente para coger a la Real antes de que acabe la Liga y que, de no mediar un acelerón de varios de los equipos que están detrás de los de Martín Lasarte, se podría llegar a subir hasta con menos de 70 puntos. Los datos históricos y estadísticos están de nuestro lado.

Pero vayamos más allá si cabe. Se ha dado la impresión de que la Real es un equipo catastrófico lejos de Anoeta, donde sí es el mejor equipo de la categoría. Repito, el mejor equipo en casa, porque igual alguno piensa que es fácil acumular doce victorias como local a estas alturas de la temporada. Pero volvamos a lo de fuera. A pesar de los tres meses que lleva el equipo sin conseguir un triunfo a domicilio, niego la mayor de esta crítica tan feroz contra el equipo. No es un desastre. En absoluto. Ha sumado a domicilio los mismos puntos que el Levante, uno menos que el Betis y tres más que el Hércules. ¿Son esos números malos? Ahí destaca el Cartagena, que ha logrado cinco puntos más que la Real, pero ganando el domingo en su campo esa cifra quedaría reducida a sólo dos y podría colocar al equipo de Lasarte hasta como el cuarto mejor equipo a domicilio. Las estadísticas hay que darlas completas para interpretarlas.

Veamos el ritmo de los perseguidores, pongamos, en las últimas nueve jornadas (las mismas que quedan para finalizar el campeonato). En esas nueve semanas, la Real ha sumado 12 puntos, una de las peores rachas de toda la temporada. Betis, Elche y Levante han conseguido en ese tiempo seis, cinco y cuatro puntos más que la Real, cifras todas ellas insuficientes para superar al equipo txuri urdin en lo que resta de Liga si las repitieran (salvo que el Betis sumara los tres puntos ante la Real y le ganara al menos 2-0 para depender del average general). Y los realistas han sumado un punto más que el Cartagena, tres más que el Numancia y seis más que el Hércules. Vayamos incluso a los resultados de la primera vuelta ante los mismos rivales que el calendario deparará en las próximas nueve semanas. La Real sumó 20 puntos. Sólo uno de sus perseguidores, el Hércules, sumó más. Un punto más, concretamente. También insuficiente para dar caza al líder. Y otro asunto más. A la Real le quedan tres cruces directos. Pero es que entre sus demás rivales habrá que jugar otros siete duelos de este tipo. Muchos puntos se quedarán así en el camino.

Dicho todo esto, es obvio que el ascenso todavía no se ha conseguido. La tranquilidad no va en detrimento de la tensión que debe ofrecer la competición y el deseado objetivo del ascenso. La Real ha demostrado sobradamente esta temporada que, si sale concentrada en los partidos, es un equipo dificilísimo de batir. Pero también que, si sale de cualquier otra forma que no sea a tope, cualquier le puede hacer un roto. Por eso, el ascenso está en la mano del equipo txuri urdin. Porque sabe lo que se juega y ya ha demostrado que sabe jugar para conseguirlo. Por eso estoy tan tranquilo. No me importa cuantos mensajes negativos o incluso agoreros se lancen sobre el equipo. Para que empiece a temblar, es la Real quien tiene que enviar señales de desastre y, en realidad, las que ya ha emitido fuera de casa no han sido tan graves. No estamos en el mejor de los momentos, pero mucho tendrían que cambiar las cosas para que yo perdiera la tranquilidad. Y creo que también para que la pierda el equipo. A por el Cartagena.

sábado, abril 17, 2010

REAL SOCIEDAD 0 - ALBACETE 0 Nada que reprochar

Hoy a la Real no hay nada que reprocharle. Ha derrochado esfuerzo, buena actitud y ocasiones de gol. No ha hecho un partido perfecto, pero indudablemente se ha hecho merecedor a la victoria, a los tres puntos y a más de un gol en su casillero. Pero, el tópico es tozudo, el fútbol es así. El equipo txuri urdin lo ha hecho todo para ganar, incluso cuando el árbitro se ha convertido en el mejor activo de la táctica del Albacete de parar el partido lo más posible, ha dispuesto de numerosas opciones de adelantarse. Y el gol no ha llegado. El fútbol es así, sí. Otros días la Real ha ganado sin hacer tanto como hoy. Porque hoy ha hecho mucho más que lo suficiente para ganar. Los puntos se dan según lo que señala el marcador, y eso otorga a la Real uno más en su carrera a la Primera División. No lo despreciemos, por mucho que todos apostáramos hoy por un triunfo local. Porque hoy no hay nada que reprochar a la Real. Con este proceder, muchos partidos caerán de nuestro lado. Y el próximo, en Cartagena.

Lasarte ha decidido hacer un cambio más de los dos previstos. Riesgo ha sustituído a Zubikarai, y ha estado sobresaliente. No esperaba menos de él. Griezmann ha entrado por Johnatan y ha estado irregular. Generoso como siempre en su trabajo, incisivo como acostumbra de cara a la portería contraria, pero fallón en los pases, incluso en jugadas fáciles para un futbolista de su talento. Acabó fundido y sustituído. Y el tercer cambio, la sorpresa que se guardó el técnico realista para este encuentro fue la presencia de Sergio en la mediapunta en lugar de Zurutuza, que había comenzado la semana con molestias musculares y con el que seguramente Lasarte no quiso arriesgar. Sergio estuvo también irregular. Tuvo unas cuantas ocasiones para demostrar su capacidad como lanzador de jugadas de estrategia, pero ahí falló. Como siempre, Xabi Prieto fue el lanzador que más peligro llevó, pero sólo ejecutó las faltas de los últimos minutos.

Con estos elementos sobre el campo, la Real arrancó con vigor y fuerza. Había que hacer olvidar la imagen de Córdoba y Huelva y esa era, es y será siempre la mejor forma de hacerlo. Anoeta sigue teniendo algo que mueve a esta Real, algo que impulsa al equipo con una fuerza que lejos de sus muros no termina de encontrar. Hoy esa mística no se tradujo en una victoria, pero sí en una notable actuación. El Albacete salió valiente al césped de Anoeta, pero la diferencia de calidad entre uno y otro equipo se notó en algo esencial pero que hoy no se trasladó al marcador: la creación de ocasiones. Los manchegos llegaban con soltura y mérito hasta el área de Riesgo, pero apenas daban el último paso. Sólo en una ocasión probaron al meta realista, y éste respondió con una magnífica salida a los pies de Stuani. En cambio, la Real sí generaba ocasiones de peligro, hasta el punto de que el meta del Albacete se convirtió en el mejor jugador de su equipo con dos paradones de mérito.

Griezmann tuvo el gol muy cerca en dos ocasiones. La primera quizá lastró su partido. Un magnífico centro de Xabi Prieto lo mandó arriba de cabeza cuando lo tenía todo a favor para anotar el 1-0. Su grito de rabia evidenció que le había dolido más de lo normal. Luego tuvo un disparo que estuvo cerca de colarse entre las piernas del portero rival. Antes de eso, un defensa sacó un balón bajo palos tras un cabezazo de Prieto, Bueno se resbaló cuando encaraba ya la meta (no estuvo especialmente rápido) y ya cerca del final de la primera mitad Agirretxe tuvo la más clara, un cabezazo precioso, picado abajo como mandan los cánones, conectando un espectacular pase de Xabi Prieto de chilena tras un corner botado por Sergio. Fue la parada de la tarde, la que permitió al Albacete marcharse al descanso con el empate a cero inicial. Agirretxe había sustituído a Bueno, que se marchó lesionado tras un choque con un defensa del Albacete que, incompresiblemente, el árbitro convirtió en falta del uruguayo.

En la segunda mitad el escenario cambió levemente. El juego se inclinó más todavía sobre la portería de un Albacete que acusó el cansancio y en el que, seguramente, pesó mucho el deseo de conseguir el punto que ya tenían. Eso no impidió que en alguna ocasión buscaran el área de Riesgo. Y Riesgo respondió como se esperaba de él. La mejor jugada de los manchegos la frustró el meta txuri urdin con una gran intervención. Era la segunda vez que Asier tenía que aparecer. En las dos lo hizo con gran categoría. Dejó su portería a cero y eso es lo mejor que se puede decir de él, aparte de darle el merecido aplauso por su esfuerzo 21 partidos después de su última aparición sobre el campo.

Mucho más movido estuvo el partido en las cercanías de la meta del Albacete. Agirretxe buscó la escuadra con una vaselina que, quizá, podría haber tenido más opciones de gol de buscar el palo largo. Nsue, que había entrado ya por un agotado Griezmann, tuvo un cabezazo claro para adelantar a la Real. Carlos Martínez, incansable y digno siempre de aplauso en su banda derecha, tuvo una buena internada en la que debió intentar el tiro y no el pase que interceptó la defensa. Las ocasiones se iban acumulando y la Real quizá pagó la precipitación a la que le empujó que el balón no entrara y los minutos siguieran añadiéndose al reloj. Eso se notó en la segunda parte. Sin embargo, la lectura del partido es clara. Mejor que el rival, muchas opciones que no entraron y empate final. Inmerecido pero empate. Quizá también pesó cierto cansancio porque el ritmo del partido fue muy alto y, no lo olvidemos, ésta ha sido la semana más corta de la temporada para la Real. Pero, como decía, nada que reprochar.

A la Real, en la primera mitad, le falló cierta salida de balón. Rivas y Aranburu no estuvieron muy precisos y Sergio tampoco fue el enganche que necesitó el partido. En la segunda mitad esa faceta se mejoró. Los laterales estuvieron como siempre, fenomenal, aunque el partido estuvo mucho más volcado hacia la derecha. Xabi Prieto recibió todos los balones largos de Riesgo y Carlos Martínez siempre estuvo ahí para doblar y ofrecer alternativas. Bueno y Agirretxe tuvieron mucha movilidad y dieron opciones a otros jugadores. Pero no se ganó. Cosas del fútbol. Hoy la Real no dejó de ganar por la ansiedad de la clasificación o por un vértigo por su situación en la tabla que, en realidad, no existe. Al menos no existe más que en otros equipos. No hay síntomas de debilidad. Hoy, simplemente, se ha carecido del acierto de otros días, pero la Real ha hecho un buen partido.

En el tramo final del encuentro, el Albacete cortó el juego de la Real de todas las formas posibles. Y encontró un aliado perfecto en el árbitro, que pitó con mucha más facilidad en contra de la Real que a favor. Lasarte dijo que en el banquillo tuvo la sensación de que no había ecuanimidad. Y no la hubo. Habría que ver una jugada del primer minuto en la que pudo haber mano de un defensa del Albacete dentro de su área. Habría que ver una del final en la que en el barullo cayó un realista. ¿Penalti? Por lo visto están vetados en los partidos de la Real, así que más vale que no nos paremos a pensarlo o a pedirlos. Pero que el árbitro no fue ecuánime es un hecho. Quizá, a la espera de esas dos jugadas, no fue decisivo, pero fue molesto. El fútbol es mucho más fácil de pitar que todo eso, que señalar siempre peligro en las jugadas de ataque del equipo local.

La Real suma un punto más y sigue líder. De hecho, seguirá como líder pase lo que pase la semana que viene en Cartagena. Después de ese partido quedarán ocho jornadas para el final y la Real será líder. Valoremos eso. La victoria ayer del Levante le coloca en segunda posición, a la espera de lo que hagan mañana Betis y Hércules, ahora todavía a siete puntos del conjunto txuri urdin. El Levante es segundo y está a cuatro puntos. La situación, al margen de cualquier otra valoración que se quiera o se pueda hacer, es fabulosa. Lo que pasa es que la Real nos había malacostumbrado en Anoeta. Sumar todo lo que queda en casa nos auparía a los 71 puntos. Hay que sumar fuera. Y si es en Cartagena la semana que viene, mejor que mejor. El vaso no es que esté medio lleno. Está muy lleno. Hoy no se ha ganado. No se puede ganar siempre. Pero la Real sigue siendo líder.

viernes, abril 16, 2010

PREVIA Real Sociedad - Albacete. ¿Presión?

¿Presión? Para los perseguidores. Hemos estado ahí, sabemos lo que se siente. Pero ahora estamos en cabeza. La Real juega (sábado, 18.00 horas, Anoeta; ETB-1, Castilla-La Mancha Televisión, Telemadrid-La Otra) para mantener o aumentar las diferencias que mantiene con los equipos que quieren subir a Primera. Es el líder de Segunda. Y en Anoeta lo demuestra cada quince días, a pesar de que la imagen fuera de su estadio esté por los suelos en este momento de la temporada. Pero de eso ya se ocuparán Martín Lasarte y los suyos la próxima semana. Ahora toca Anoeta. Ahora toca el Albacete. Ahora toca apoyar a Riesgo, que estará bajo los palos. Y ahora toca volver a ganar para, al menos, mantener esa diferencia de seis puntos con respecto al cuarto clasificado en una jornada propicia para aumentarla, puesto todos los rivales directos juegan esta semana lejos de sus estadios.

Lasarte ha introducido dos cambios en la convocatoria que desplazó a Huelva. El primero de ellos es obligado, pues la expulsión de Zubikarai le impide estar ante el Albacete. Mandaluniz será el quinto portero en entrar en una lista del equipo esta temporada, y eso que tenemos cedido en Tenerife a Toño Ramírez, quien hace no tantos meses estaba señalado como segundo portero de la Real, siendo Zubikarai el titular en ese planteamiento que se hizo de cara a esta temporada. La segunda novedad es el regreso de Mikel Labaka, tras la lesión que le produjo una cobarde entrada sufrida en Salamanca. El sacrificado es Esnaola, quien no será fácil que vuelva a tener minutos, a no ser que medie otra epidemia de lesiones y sanciones en el centro de la zaga. El once, a priori y a pesar de la mala imagen ante el Recre, no tendrá demasiadas modificaciones con respecto al último que presentó el técnico realista.

Sí se espera la entrada de Griezmann tras el descanso que le dio Lasarte en el último partido. Johnatan Estrada no fue de lo peor que enseñó la Real en su último desplazamiento, ni mucho menos (y así lo dijo el técnico en su rueda de prensa previa a este partido) pero sigue habiendo mucha diferencia a favor del potrillo francés. El once de Lasarte será, probablemente, el compuesto por Asier Riesgo en la portería; De la Bella y Carlos Martínez en los laterales (Dani Estrada podría volver la semana que viene, veremos qué hace Lasarte cuando vuelva a tener a sus dos laterales diestros); Mikel González y Ansotegi en el centro (la presencia de Labaka en la lista da cierta incertidumbre a la composición final de la defensa); Diego Rivas y Aranburu en el doble pivote; Xabi Prieto, Zurutuza (una vez recuperado de las molestias que le impidieron entrenar al comienzo de la semana) y Griezmann en el medio del campo; y Bueno sólo en punta.

Tampoco sería descabellado que entrara Agirretxe, al que Lasarte dio minutos en Huelva después de unos cuantos partidos de ostracismo. En el banquillo estará de nuevo el canterano Illarramendi, que parece que la próxima semana ya dejará de nuevo el puesto a Markel, si éste se recupera finalmente de su lesión como está previsto. Todos los ojos estarán puestos en la portería de la Real. Riesgo volverá a defenderla, cuando la apuesta de Lasarte por Zubikarai ante el Hércules, tras la lesión de Bravo, parecía que iba a impedirle estar ahí de nuevo. Asier es un gran portero y tiene sobradas condiciones para jugar en la Real. Cuando jugó al principio de la temporada, algunos le silbaron. Hoy sus condiciones no han variado. No ha renovado y no parece que lo vaya a hacer. Seguramente se irá en junio. Pero quiere celebrar el ascenso como un realista más. Eso le honra, mucho más de lo que hasta ahora se le ha reconocido. Seguro que está a la altura.

A pesar de los tres meses sin ganar fuera de casa, la situación de la Real sigue siendo óptima gracias a su tracyectoria en Anoeta. Ha ganado doce de los 16 partidos que ha disputado en San Sebastián, y suma ya cuatro consecutivos con victoria. El equipo txuri urdin sabe que ganar los cinco que le restan como local le daría, incluso perdiéndolo todo fuera, un total de 73 puntos, y eso podría bastar para subir a Primera. Todos sus rivales en esa lucha juegan esta semana fuera. La Real saltará al césped sabiendo lo que ha hecho el Levante en Girona y jugará al mismo tiempo que el Cartagena en Tarragona. El domingo a mediodía el Betis visitará Balaídos, y por la tarde el Hércules visitará al Numancia, último tren para los sorianos si pretenden engancharse a la lucha. Los 58 puntos del conjunto txuri urdin le sitúan cuatro por encima de su primer perseguidor, el Cartagena, y seis por delante de Betis, Levante y Hércules. Pase lo que pase esta jornada, la Real seguirá en el liderato, pero es una buena oportunidad de dar ese ansiado golpe sobre la mesa y encarrilar el ascenso antes de la final que jugará en Cartagena dentro de una semana.

La Historia ofrece señales contradictorias contra el Albacete. Si bien en Primera hay una gran igualdad entre los dos equipos (tres victorias para cada equipo y un empate en los siete partidos disputados), en Segunda hay una aplastante superioridad txuri urdin (dos partidos, dos victorias de la Real). Las dos últimas visitas del equipo castellanomanchego a Anoeta en Primera se saldaron con derrota realista, por 0-1 en la temporada 2003-2004 y por 0-2 en la siguiente. Antes de eso, el Albacete sólo había ganado en su primera visita a San Sebastián, en la campaña 91-92, todavía en el viejo Atotxa. Para la Historia quedó la aplastante goleada de la 95-96, un rotundo 8-1 con dos goles de Pürk, tres de Gica Craioveanu (su único hat trick en la Real), otros dos de Luis Pérez y el último de Emery (único tanto con el primer equipo del hoy entrenador del Valencia). En Segunda, ambas victorias llegaron tras el descenso de 2007 y ambas tuvieron el mismo marcador: 1-0.

La pasada campaña la Real venció al Albacete cuando sus esfuerzos por llegar a los puestos de ascenso estaban a punto de morir, apenas a seis jornadas para el final de la Liga. El equipo de Juanma Lillo ganó de la forma más surrealista e inesperada, con un gol en propia puerta del Albacete en el descuento, cuando los manchegos había hecho lo indecible para mantener un punto con un jugador menos por una expulsión a falta de un cuarto de hora para el final. Muy mal partido de la Real, que no fue capaz de aprovechar sus poquísimas ocasiones de gol, algunas incluso sin portero bajo palos. El Albacete apenas inquietó la meta realista, pero el equipo txuri urdin estaba inquieto por sí solo. Y pese a todo, se ganó. Pero quedaban quince puntos en juego y la distancia con respecto al ascenso era de ocho puntos. Imposible. Como al final resultó ser.

En la primera vuelta, Albacete y Real Sociedad empataron a cero en un partido anodino, muy aburrido, sin ocasiones claras de gol por ninguno de los dos bandos y en el que, curiosamente, la portería txuri urdin estuvo ya defendida por Riesgo. La Real se lanzó a por la victoria sólo al final, en diez minutos en los que puso cerco a la portería manchega aunque, eso sí, sin claras opciones de alterar el marcador inicial. Xabi Prieto, sin hacer ni mucho menos un gran partido, fue el jugador más entonado, y Bueno, que salió en la segunda mitad, al menos inquietó a la defensa del Albacete. La Real, en todo caso, estaba ya instalada en los puestos de ascenso y sumaba fuera de casa, algo importante ya que como visitante venía de encajar los cinco goles de Alicante. Se perdieron dos puntos, pero se sumó uno. Vaso medio lleno o medio vacío, a gusto del espectador.

lunes, abril 12, 2010

RECREATIVO 2 - REAL SOCIEDAD 0 Inadmisible

Lo que la Real ha hecho hoy en el Nuevo Colombino es inadmisible. Es inadmisible la lamentable imagen que ha dado el equipo, el triste tono con el que ha jugado a lo largo de los 90 minutos, la barata suficiencia con la que se ha dispuesto sobre el césped y la oportunidad perdida para disparar la ilusión de los realistas. Porque hoy el rival no era en absoluto superior. Ni siquiera ha demostrado ser superior, a pesar de ser un justo y merecido vencedor. Pero el equipo txuri urdin ha decidido no ser rival para el Recreativo. No lo ha sido en el planteamiento y, desde luego, no lo ha sido en el esfuerzo, en la garra, en la entrega. Tener eso es lo que hace grande a la Real. Sin todo eso, la mediocridad es la nota predominante en este equipo. Sólo un jugador ha demostrado hoy que quiere subir a Primera División y que quiere hacerlo con semanas de margen: Zubikarai. Y, para colmo, el fútbol le ha castigado con la duro final de ser expulsado en el descuento por un claro penalti. Lo de Córdoba fue un desastre, pero un desastre motivado por la actuación de la Real tanto como por las circunstancias. Lo de hoy se lo ha buscado la Real ella solita. Inadmisible.

El primer error, aunque siempre es más fácil decirlo a toro pasado, ha estado en la alineación. Martín Lasarte, quien asumió que quizá falló también en la motivación de los jugadores para este partido, ha introducido el cambio previsto, Xabi Prieto por Nsue, y otro imprevisto, Johnatan Estrada por Griezmann. El primero era esencial, el segundo difícil de comprender. Pero no por la abismal diferencia que hay entre el potrillo francés y el colombiano (que, pese a todo, no ha sido hoy de lo peor), sino por las características de uno y otro. Los primeros minutos del partido lo han dejado claro. El ritmo era lento, lentísimo, aburrido incluso. Parecía que la desgana reinaba sobre el césped. Y la velocidad de Griezmann, o incluso la de Nsue (que hoy se quedó sin jugar), podría haber marcado una diferencia. Zurutuza es un jugador lento, pero su habilidad podía suplir esa carencia para dar a la Real ocasiones de gol. Eso le daba razones para jugar. Pero Estrada es lento. Voluntarioso pero lento. Y hoy se ha notado. Sin ganas, sin entrega, sin nada, y encima también sin velocidad, la Real no ha sido capaz de crear una sola ocasión de gol en los primeros 45 minutos.

El Recre no aportaba mucho más a la causa del fútbol, tampoco nos engañemos, pero, aunque sólo fuera por inercia, tuvo sus ocasiones de gol en el primer tiempo. Tres, concretamente. Y con tres paradones respondió Zubikarai. Enorme Eñaut en esos minutos, prolongando el estado que mostró ante el Hércules y manteniendo a flote en solitario y en exclusiva a un equipo que no parecía con ganas de ganar. Nadie, salvo Eñaut, respondió en esos primeros 45 minutos. Diego Rivas estaba perdido con la tibia presión que le aplicó el equipo andaluz. Xabi Prieto no tocó el balón. Bueno se desfondó en la presión a una defensa que en todo momento pareció blandita y algo nerviosa. Estrada fue el único que colaboró en esa presión, pero no tuvo acierto con el balón. Aranburu fue la sombra del jugador que se vio ante el Hércules. De la Bella y Carlos Martínez no atinaron en sus subidas y, sobre todo el segundo, cometió algún error serio atrás. Los centrales, si acaso, son los que más pueden librarse de la debacle generalizada que ofreció la Real en el primer tiempo.

Pero la Real, a pesar de todo, salió viva. Gracias a Zubikarai. Los méritos del portero realista permitieron al equipo salir de los vestuarios tras el descanso en disposición de sumar los tres puntos y dar el ansiado y esperado golpe a la Liga que lleva ya algún tiempo rondándose y no materializándose. Tras otra inexplicable e inadmisible siesta de diez minutos, los primeros de la segunda mitad, la Real despertó. En apenas dos minutos, tuvo tres ocasiones de gol consecutivas. Estrada, Bueno y Zurutuza tuvieron en sus botas el primer tanto de la noche. Pero no atinaron. Lo cierto es que esos dos minutos alentaron las esperanzas. Si en los peores momentos no se movió el 0-0, la superioridad de la Real tendría que bastar para ganar en los más de 30 minutos que faltaban. Pues no. Fueron sólo dos minutos. Un espejismo en un partido plano y triste. El Recre se adelantó y lo hizo por ganas, no por calidad. Ni siquiera por superioridad. Era la Real la que se estaba mostrando inferior, no el Recre superior.

Ni siquiera el gol local cambió la actitud de la Real. Sí el planteamiento del Recre, que apostó descaradamente por el contraataque como forma de buscar el segundo. Y, paradójicamente, de esta manera los andaluces consiguieron tener el balón durante más tiempo que la Real. Salvo otra ocasión de Griezmann, las mejores oportunidades volvieron a estar del lado del Recre. Zubikarai volvió a responder con una enorme categoría que hace plantearse, con lo que se ve en Primera División, cómo es posible que la Real tenga en Segunda División tres porteros de tan alto nivel. Es algo de lo que debemos alegrarnos, eso está claro, pero es un mal indicio de lo que prima en el fútbol español. Incluso el gol del Recre llegó tras un rechace de Zubikarai que ningún jugador txuri urdin acertó a perseguir con acierto. Marcador en contra otra vez fuera de casa, pero la inercia de este equipo hace que incluso en un escenario tan sombrío se piense en la remontada. Siendo sinceros, lo que se veía venir era el segundo gol del Recre. Y llegó de la forma más cruel.

Zubikarai cometió un claro penalti en el minuto 90, fue expulsado y el gol lo encajó Carlos Martínez como portero improvisado, ya con los tres cambios realizados. Quizá Zubikarai debió dejar que Braulio marcara el segundo a placer (o lo fallara, que cosas peores se han visto), pero cometió la infracción que no sólo agranda la herida de hoy sino que además le priva de jugar dentro de seis días en Anoeta ante el Albacete. Para entonces, Lasarte ya había cambiado el equipo, sin resultado alguno. Agirretxe entró por Bueno y apenas entró en contacto con el balón. Griezmann entró por Rivas y al menos pudo volcar el campo hacia el área onubense. Y finalmente Sergio entró por Zurutuza, sin tiempo ni capacidad para aportar demasiado. Todos ellos cerraron un desastre que, como reconoció Lasarte en la rueda de prensa posterior, tuvo demasiados puntos en común con el de Córdoba. Sólo que hoy ni siquiera se puede agarrar nadie a la actuación arbitral (con la duda de una posible mano en el área del Recre, que seguramente no lo fue, en los minutos finales, pero que ni siquiera se repitió en la retransmisión; y el control con la mano que Braulio pareció hacer para encarar a Zubikarai) para explicar lo sucedido.

¿Y cómo se explica esto? ¿Cómo se explica que un equipo dominador y fuerte en Anoeta se muestre tan endeble y casi ridículo por momentos lejos de su estadio? ¿Cómo es posible que este conjunto lleve seis partidos consecutivos sin vencer como visitante? ¿Cómo puede ser que la pólvora que se ve en casa no se vea fuera, hasta el punto de haber anotado sólo dos goles en esos seis partidos? Porque es cierto que el juego de la Real como visitante no ha sido bueno en casi toda la temporada (excepción hecha de las dos exhibiciones en Soria y Vallecas), aunque sí solvente en buena parte del campeonato. Pero también es cierto que lo que se está viviendo es una cuesta abajo preocupante. El equipo cada vez enseña una peor versión en sus comparecencias lejos de Anoeta. Y, lo que es peor, no se debe a las circunstancias del partido en cuestión, sino a una línea de juego (casi habría que decir de no juego). Quizá lo mejor que le puede venir a la Real ahora es que el próximo partido como visitante sea un duelo directo. Casi una final. Cartagena nada menos.

Como casi siempre que la Real no ha dado el golpe definitivo a esta Liga, el castigo en la clasificación no es tan importante como la paupérrima actuación en el partido. Tener a diez jornadas del final seis puntos de ventaja con respecto al cuarto clasificado, siete si tenemos en cuenta que tenemos ganado el average al Levante (no al Hércules, y al Betis y al Cartagena queda por definir en lo que queda de Liga), es algo que habríamos firmado todos, no ya a principio de temporada sino hace apenas un mes, cuando la Real salía de su peor racha de la temporada. El Cartagena está a cuatro puntos, el Levante, el Betis y el Hércules a seis. No dudo de la capacidad que tiene la Real para rematar la faena y subir a Primera. Pero no estará de más que se mire lo que le ha sucedido al Hércules, que lleva seis jornadas sin marcar y sin ganar (un punto de 18 posibles) y que ya es quinto. No por miedo, que al menos yo no lo tengo, sino porque el fútbol es imprevisible. Lo mismo responde este equipo con cinco victorias consecutivas. Pero lo mismo no. La Real tiene que trabajar y luchar. Si no, lo que se ve es esto, algo inadmisible.

domingo, abril 11, 2010

PREVIA Recreativo - Real Sociedad. Con 58 puntos no se sube

La Real vive momentos de euforia sólo una cosa está clara por encima de cualquier otro planteamiento: con 58 puntos no se sube. Por eso, una jornada más, hay que buscar tres puntos más que acerquen a ese objetivo (lunes, 21.00 horas, Nuevo Colombino; Canal + Liga y Gol TV). Y si que los de atrás sigan sumando no es motivación suficiente, Lasarte ya ha dado otra más: el mal partido quehizo la Real en su última salida, en Córdoba, el peor encuentro de toda la temporada. Romper la barrera de los 60 puntos a diez jornadas del final será un nuevo golpe de mano. Hacer que segundo y tercer clasificado nos miren desde una distancia de nueve puntos, también. Las lesiones no han sido excusa a lo largo de la temporada y no lo van a ser ahora. La demostración ante el Hércules debe ser el modelo a seguir para que, tres meses después, el equipo txuri urdin vuelva a vencer lejos de Anoeta.

Dos bajas más, que se unen a las de Estrada y Labaka, ha sumado la Real esta semana y las dos en la misma demarcación, lo que complica los planes de Lasarte, no ya sólo para este partido sino para próximos compromisos. Elustondo, que tenía opciones de volver al once después de haberse quedado en el banquillo ante el Hércules (fuera de casa el técnico suele proteger más que en Anoeta el centro del campo), estará ausente al menos durante mes y medio. Eso abría la puerta a Markel Bergara, pero él es el segundo de los lesionados. Su baja, no obstante, será menor y no pasará de las tres semanas. Estas dos ausencias han obligado a Lasarte a mirar al Sanse para completar la convocatoria. Illarramendi viaja a Huelva y tendrá opción de debutar con el primer equipo, aunque no será como titular. Lo normal es que Lasarte haga coincidir casi todos los nombres que conformaron el once que venció al Hércules hace siete días.

La única novedad que se espera es el regreso del intocable Xabi Prieto, una vez cumplido el partido de sanción por sus cinco tarjetas amarillas. Lo normal es que entre en el lugar de Nsue, quien marcó el gol de la victoria ante los alicantinos pero no cuajó una buena actuación. De ser éste el único cambio, jugarían Zubikarai en la portería; Mikel González y Ansotegi en el centro de la defensa; De la Bella y Carlos Martínez en los laterales (Dani Estrada todavía está de baja aunque su regreso está muy cercano); Diego Rivas y Aranburu en el doble pivote; con Griezmann, Zurutuza y Xabi Prieto por detrás del delantero; y Bueno en punta. La sorpresa en la convocatoria es el regreso de Sergio, que ocupa el lugar de Songo'o entre los 18 elegidos. Además de Nsue, Sergio e Illarramendi, completan la lista para Huelva Agirretxe, Esnaola, Johnatan Estrada y Asier Riesgo.

El escenario que dejó la pasada jornada no puede ser mejor. La Real mantuvo el liderato tras su partido ante el Hércules y alcanzó los 58 puntos. No es fácil marcar una barrera para el ascenso, pero no es descabellado pensar que se subirá a Primera con pocos puntos por encima de los 70. De ser así, a la Real le bastaría con ganar los partidos de casa. Pero toca vencer como visitante para cubrir posibles tropezones caseros. El equipo txuri urdin no rergesa a San Sebastián con tres puntos en el saco desde que Nsue diera la victoria en Vigo, ante el Celta, el 16 de enero. Demasiado tiempo ya. Lograr el triunfo dispararía a la Real en la clasificación. Tras la derrota del Hércules el viernes, y a pesar de las victorias de Betis y Cartagena, los dos primeros se quedarían a nueve puntos del líder y los murcianos a siete con sólo 30 en juego. Ahora mismo, el Cartagena está a cuatro puntos de la Real. De ganar este domingo, el Levante también se situaría a seis, que ya serían siete gracias al average particular a favor del cuadro realista.

La Historia es bastante benévola con la Real en Huelva, donde sólo ha jugado en tres ocasiones y las tres, curiosamente, como equipo de Primera División.Venció en dos ocasiones y perdió sólo en una, en su última visita a esta ciudad andaluza, en la temporada en la que descendió a Segunda, la 2006-2007. Aquella Real de Lotina deambuló por Huelva y perdió merecidamente por 1-0, para acabar escuchando crueles gritos de "a Segunda" de los aficionados onubenses. La primera vez que la Real jugó allí fue en la temporada 1978-1979 y venció por 1-2, con goles de Zamora y Satrústegui. Para la segunda visita txuri urdin hubo que esperar a la campaña 2002-2003, la del subcampeonato. Una Real ya líder y deslumbrante ganó con facilidad, 1-3, con dos goles de Nihat y el tercero de Llorente. Esta es la primera vez que Recreativo y Real Sociedad coinciden en Segunda División.

En la primera vuelta, la Real ganó 1-0, gracias a un solitario gol de Griezmann que decantó un partido muy complicado para el conjunto de Martín Lasarte, en el que el Recre hizo mucho por puntuar en Anoeta pero acabó sucumbiendo al talento de la revelación de la temporada. El potrillo francés, ya en la segunda parte, recogió un magnífico centro de Sergio para marcar con un magnífico zurdazo. Justo antes de esa jugada, Agirretxe fue objeto de un claro penalti que no fue señalado. Eran los minutos en los que la Real se había lanzado a por el triunfo después de haber padecido durante una hora el dominio en el centro del campo de los andaluces, que se sobrepusieron muy bien a un convincente inicio txuri urdin y se adueñaron del partido durante mucho tiempo. Ante el Recre la Real consiguió la cuarta victoria consecutiva en Anoeta y recuperó la moral después de la goleada encajada en Alicante una semana antes.

jueves, abril 08, 2010

Del que nadie habla esta semana

Después de la gran victoria ante el Hércules, muchos han hablado del partidazo sin el premio del gol que hizo Bueno. Muchos han lanzado comparaciones entre Zurutuza y Zidane. Muchos han alabado el planteamiento y el carácter que le puso al partido Martín Lasarte. Muchos de la exhibición de Mikel González. Otros han querido hablar del debate, aparentemente zanjado, de la ausencia de Xabi Prieto y sus repercusiones para el juego de la Real. Otros más del control de Griezmann en la jugada del gol, o de Nsue por ser su autor. Y otros tantos, del paradón de Zubikarai que impidió el empate de los alicantinos. Pero hay un jugador de la Real, que estuvo sobre el césped de Anoeta aunque no jugó, del que nadie ha hablado esta semana. Asier Riesgo. Todos los demás pudieron hablar sobre el campo, y lo hicieron. Yo voy a hablar de él, del portero que se quedó en el banquillo.

No debió de ser un trance fácil para él el partido del pasado fin de semana. Cuando se abre la posibilidad de jugar y ves que no juegas, más en el caso del portero, las sensaciones tienen que ser complicadas de manejar. Al final me quedo con la sensación de que Asier Riesgo es un gran guardameta que no ha tenido suerte hasta ahora. Pero no sólo hablo de esta temporada, hablo de toda su carrera en el conjunto realista. Llegó al primer equipo cuando las penurias económicas ya empezaban a hacer estragos en el club y se apostó por subir del Sanse a un grupo de prometedores canteranos. Ahí estaban, al comienzo de la temporada 2004-2005 los Garrido, Mikel Alonso, Xabi Prieto, Labaka o Gari Uranga. Pero el más titular de todos, desde el principio, fue Asier Riesgo. Tenía una buena hoja de servicios, era ya internacional sub-21 y parecía que podía coger el testigo de Alberto en la portería y convertirse en el próximo gran guardameta de la cantera.

Todo le salió mal casi desde el principio. La primera temporada con Amorrortu en el banquillo no fue mal, pero en la segunda encajó muchísimos goles. Demasiados para que su confianza permaneciera intacta o para que las dudas no llegaran a parte de la afición. Sin embargo, fue titular con todos los entrenadores, con Amorrortu primero, con Gonzalo Arconada después y finalmente con José Mari Bakero. Pero éste, en su doble faceta de director deportivo y entrenador, optó por fichar un portero para la siguiente campaña, la 2006-2007. Ese portero era Claudio Bravo. Y, pese a todo, Riesgo empezó jugando. El horrendo inicio de temporada se lo llevó por delante un poco antes que al propio Bakero. No era el culpable, pero era fácil que cargara con los platos rotos. Perdió la titularidad en la séptima jornada. Lotina no se la devolvió. Y aún así fue el portero que defendió la meta de la Real en la triste jornada del descenso. No jugó en todo el año, pero se comió ese marrón. Mala suerte.

En Segunda, fue titular en su primera temporada. Hizo un trabajo espléndido. Pero la suerte le esquivó otra vez. Es el portero de Vitoria, el del no ascenso, el de la tarde más triste de la historia reciente. La Real le cedió al Recreativo, y cuajó un año espléndido. En Primera, ante los mejores. Y ahora que hemos hablado tanto del tiempo que llevaba un portero de la Real sin parar un penalti, igual viene bien recordar que él detuvo dos para el Recre en un mismo partido. Pero su equipo bajó a Segunda. Mala suerte otra vez. Su ausencia la aprovechó Bravo para hacer historia y ganar el Zamora y, de paso, un trocito del corazón de cada aficionado. Qué difícil es volver así a casa, cuando otro ya te ha quitado el puesto. Se le quiso vender, como a Bravo, pero la Secretaría Técnica no consiguió colocar a ninguno de los dos. Bravo era el titular, pero Riesgo empezó siendo el segundo, por delante de Zubikarai. Y lo hizo muy bien supliendo al chileno. Pero en el mercado invernal trató de salir y no lo consiguió. Mala suerte. Y ahora el banquillo desde aquí hasta, seguramente, el final de sus días como txuri urdin.

Casi todo ha jugado en contra de Riesgo. Al principio pagó la inexperiencia, más seguramente del equipo que la suya propia. Después sufrió la incomprensión de parte de la afición (¿por qué seguimos haciendo tan alargada la sombra de Arconada para todo portero que salga de Zubieta?). Parte de la prensa no se ha portado bien con él, dando a entender que su mirada siempre estuvo fuera de la Real cuando dentro del campo se ha portado siempre con una profesionalidad exquisita. Tuvo un error, sí, cuando Bravo renovó por la Real y Asier dijo que pediría explicaciones a su compañero, al que ya veía fuera del club como tarde el próximo verano, dejándole así vía libre para recuperar la portería. Antes de eso, algunos ya habían provocado que Riesgo fuera silbado en Anoeta. Sin motivo en realidad. Él siempre ha dicho que quiere jugar en Primera. Con la Real, si puede ser. Se le pitó sin entender que un traspaso hubiera sido bueno también para el club, que tiene tres porteros de Primera y dos no pueden jugar.

No sé si el club ha hecho todo lo posible por renovar también a Riesgo o si dejar que su contrato languidezca hasta el final sin hacer más movimientos que esperar supone librarse un problema. Lo que sí sé es que Riesgo no se merece la animadversión de ningún realista. No tiene la mía. Al contrario, tiene mi admiración. Bajo los palos ha hecho todo lo posible, y a veces lo imposible. Fuera de los campos sólo tuvo un desliz, el ya mencionado. Tengo la sensación de que sobre Asier se ha creado un estado de opinión (que quiere salir de la Real a toda costa) que no es cierto. Sin la actual crisis financiera del fútbol, a Asier se lo habrían rifado equipos de Primera y habría hecho un gran servicio a un club en ruina. Es mucho mejor que buena parte de los porteros que están en la máxima categoría del fútbol español. Pero no tiene suerte. Ni siquiera para que alguien se haya acordado de él esta semana, seguro que una de las más difíciles para él desde que llegó al primer equipo. Parece que se marchará en junio. Ojalá que donde vaya tenga por fin esa suerte que hasta hoy le ha faltado.

lunes, abril 05, 2010

Hasta el cielo se puso de nuestra parte

Amaneció el día en San Sebastián negro y gris. Como los colores con los que el Hércules saltó al césped de Anoeta. Y poco poco las nubes se tornaron blancas y el cielo recuperó su color azul. Hasta el cielo se puso de nuestra parte. ¿Cómo no íbamos a ganar? Llovió durante el partido, pero cuando miraba hacia el cielo sólo veía esos dos colores, el blanco y el azul. Y cuando miraba al césped, también. El cielo fue un fiel reflejo del partido. El cielo, justo eso a lo que aspiramos en junio. Volver al cielo, a esa Primera División de la que nunca debimos salir. No tenemos tradición de tenerlo todo de nuestra parte, pero ahora que lo tenemos, hasta el cielo, hay que agarrarlo con fuerza. Esta Real lo está haciendo. Y todos, desde dentro y desde fuera, ya lo ven sin ningún género de dudas.

Hasta el Plus lo dice. "¿Dónde vas a ver el próximo domingo a una Real de Primera?". Yo la vi en Anoeta, pero muchos la verían a través del Plus. Y si el Plus lo dice, será verdad. Tanto da que en Alicante, seguro, aprovecharan el mismo anuncio por la coincidencia de colores. Tanto da que luego en el resumen del partido que emitieron por la noche sus comentaristas no supieran pronunciar el nombre de Zubikarai, que le catalogaran como el tercer portero del equipo, que pensaran que Xabi Prieto había jugado o que vieran con insistencia y en primera instancia un imposible fuera de juego en el gol de Nsue. Las imágenes, que ya no están en codificado como antaño, no mentían. Y mostraban a una Real campeona y triunfante. El año que vienen tendrán que saberse mejor todos los detalles de la Real. Porque estaremos en Primera.

Y estaremos allí por muchas cosas, pero una de las más importantes es que nunca hemos tirado la toalla. "En Primera o en Preferente, de la Real hasta la muerte", decía aquella famosa y hermosa ancarta que se mostró en Valencia el día que bajamos a Segunda. Desde entonces, en Anoeta siempre ha habido más de 15.000 aficionados. Incluso para jugar contra el Poli Ejido o el Alicante. Siempre incondicionales, como en los desplazamientos a Huesca, Soria, Salamanca o Gijón. Y con la bandera txuri urdin en el balcón. El Ayuntamiento de San Sebastián ya la tiene colgada desde hace unas semanas. En algunos balcones de realistas anónimos también se ven. Quizá llevan allí desde 2003, cuando todos soñamos con ser de nuevo campeones. Quizá estén desde hace pocos días, cuando el sueño de ser campeones en nuestro periplo de Segunda se ha terminado de afianzar. Pero las banderas siempre han estado ahí. Siempre.

REAL SOCIEDAD 1 - HÉRCULES 0 Una Real imparable

Fiesta mayor en Anoeta. El partido ante el Hércules era de los grandes y la respuesta de la Real fue de categoría. Se vio a un equipo imparable, capaz de lo mejor para sacar adelante el encuentro y sumar tres puntos más que no son definitivos, no, pero que hicieron que la gente saliera de Anoeta convencida de que faltan pocas fechas para la fiesta por el ascenso. La respuesta fue de líder, de campeón, de gran equipo. Respuesta a las bajas, a los debates, al mal partido de Córdoba. Ni uno solo de los jugadores realistas que saltaron al campo hizo una mala actuación. Ni uno solo. Algunos alcanzaron un nivel sublime e hicieron que el marcador fuera increíblemente corto para los méritos de uno y otro equipo. La Real exhibió una vez más todo lo que ha hecho grande al equipo a lo largo de la temporada, incluyendo una comunión con la grada que ya quisieran muchos equipos que hoy juegan en Primera. El equipo de Martín Lasarte es líder y ha ganado en Anoeta a todos sus rivales por el ascenso. Por algo será. Reconozcámoslo. Y disfrutémoslo.

Lasarte esta vez no sorprendió en su alineación. Los dos cambios obligados en el once titular encontraron el sustituto esperado. El portero elegido fue Zubikarai por delante de Riesgo (no ha tenido suerte en la Real este portero, no), el extremo derecho que suplió a Xabi Prieto fue Nsue. Casualidades de la vida, o no, los dos reemplazos salieron reforzadísimos del choque ante el Hércules. El guardameta porque, a pesar de alguna que otra salida dubitativa, hizo en la segunda mitad un paradón con su pie izquierdo que sirvió para mantener la merecida victoria. El atacante, autoproclamado delantero pero condenado en esta Real a jugar en banda, y a pesar de no haber hecho un gran partido, porque marcó el gol de la victoria. Un gol que, pese a todo, tiene otros dos nombres propios. Primero el de Griezmann, que hizo un control sublime tras el melón que había despejado De la Bella, se giró y puso un espléndido pase en profundidad. Una auténtica genialidad.

El segundo nombre propio del gol es el de Carlos Bueno. Hizo un desmarque espléndido, picó el balón por encima de Calatayud con clase, pero su balón se estrelló en el larguero. La jugada mereció acabar así en gol. Pero para remediarlo apareció Nsue. Eso es exactamente lo que se espera de él, velocidad en los contraataques y apariciones donde la defensa menos lo espere. Marcó el gol y se besó el escudo. Si conseguimos que gente de fuera sienta eso por la Real, este equipo se convierte en una fuerza imparable. Bueno no tuvo la fortuna del gol. Es más, se puede hablar de un día horrible de cara a la portería rival. Pero qué partidazo hizo el uruguayo. Estuvo en todas las salsas, en las broncas y en las ocasiones. Mereció el gol antes de que Nsue lo remachara, pero es que antes y después, todavía en la primera parte, Calatayud le respondió con dos paradones. Y en la segunda mitad tuvo un uno contra uno que no acabó en gol por egoísmo del charrúa. Intentó primero el pase a Griezmann, pero se lo interceptó un defensa. El rechace se lo quiso jugar él, a pesar de que el francés seguía solo y Aranburu entraba desde atrás como un obús.

Sólo faltó ese segundo gol para redondear la mañana en Anoeta, porque la Real fue superior al Hércules en todo. No creo que sea nada descabellado decir que, a pesar del resultado de ambos encuentros, la superioridad txuri urdin con respecto al conjunto herculano fue muchísimo mayor que la de los aquí visitantes sobre la Real en el Rico Pérez. Que aquel día el partido finalizase 5-1 y esta jornada sólo 1-0 forma parte de lo difícil que es de entender el fútbol. La Real mereció una goleada y acabó sufriendo. Bueno, es un decir provocado por lo corto del marcador. Sufrimiento no hubo demasiado durante todo el partido, puesto que el Hércules sólo tuvo dos ocasiones de gol, y no llegaron hasta después del descanso. La primera, como decía un poco más arriba, la frustró Zubikarai con el pie. Algún día nos explicará cómo lo hace, pero hasta en los días más tranquilos responde el guardameta con un paradón superlativo. La segunda fue una doble ocasión tras una falta botada sobre su área. Los rechaces cayeron en los pies de jugadores herculanos, pero la defensa se lanzó a tapar los disparos como si la vida les fuera en ello. Y es que así era.
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El Hércules cayó en la trampa de la Real. Salió con intención de mandar y el dominio le duró cuatro minutos. Los que tardó Griezmann en hacer su primera diablura por la banda. A partir de ahí, el dominio fue txuri urdin. Y fue así porque, esta vez sí, el centro del campo dio una exhibición. Así se produjo el tercer cambio en la alineación de Lasarte. Zurutuza ocupó la mediapunta, Aranburu bajó al doble pivote junto a Rivas y Elustondo se quedó en el banquillo. Decir que Rivas estuvo descomunal ya no es noticia esta temporada. Ante el Hércules se permitió incluso el lujo de un regate sobre la línea de banda y un centro al área que Bueno pudo convertir en gol. No era Xabi Prieto, no, era Rivas. Decir que Aranburu mejoró en esta posición también es obvio. Qué salida de balón tiene el capitán. Pero para Zurutuza todos los elogios se quedan cortos. Empezó frío, pero una vez le cogió el pulso al partido se erigió en la figura. Hoy hay quien le compara, exageradamente como es normal, con Zidane. Yo vi, también con ojos de exageración, la estampa de Laudrup. Si tuviera un pelín más de velocidad y si las lesiones le respetaran, estaríamos hablando de un superclase.

En realidad es que no se puede decir una mala palabra de ningún realista. Nsue reconoció que no había hecho un buen partido, pero marcó el gol del triunfo para compensarlo. Ansotegi pudo ser el jugador al que menos se vio, pero es que tampoco hizo falta que apareciera más. Ya estaba a su lado Mikel González, todo un titán que recuperó su mejor nivel, cortó lo indecible, tapó las subidas de De la Bella con una categoría que merece verse ya en Primera División e incluso se permitió el lujo de lanzar varias arrancadas ofensivas que contribuyeron a minar la moral del Hércules. Carlos Martínez y De la Bella hicieron todo lo que se espera de ellos y más, Griezmann puso la categoría y Bueno una lucha encomiable. Zurutuza pudo marcar, Bueno tuvo tres grandes ocasiones, Songo'o provocó otro paradón de Calatayud, Johnatan Estrada firmó varios pases de clase y Elustondo contribuyó a rearfirmar el centro del campo cuando más intentaba presionar el Hércules. ¿Que el partido acabó sólo 1-0? Avatares del fútbol, pues los mértios de la Real fueron mucho mayores.
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También tuvo su cuota de responsabilidad en el marcador el árbitro. Calamitoso desde el inicio y poco tendente a pitar faltas a favor de la Real. Su primera acción de gran demérito fue perdonar la expulsión a Del Olmo por una criminal entrada sobre Bueno en el centro del campo. El uruguayo se levantó muy enfadado y con razón. Acto seguido, con Anoeta ya encendido por la manía que tienen algunos colegiados de ser siempre blanditos con el rival, Del Olmo volvió a propinar una patada al delantero realista, y tampoco así se llevó siquiera la amarilla. Que el jugador herculano se marchase en el descanso lesionado puede entenderse como justicia poética. Nada más comenzar la segunda parte, hubo un empujón dentro del área sobre Nsue que también pudo castigarse con pena máxima. Clarísima fue una posterior mano a remate de Bueno (en el rechace, el centro de Mikel González también rebotó en una mano visitante, pero esa infracción no fue tan evidente). Parece imposible que a la Real le piten un penalti este año, los de Lasarte están rompiendo todas las estadísticas. A cambio, el árbitro perdonó otra mano de Diego Rivas en el área realista, segundos antes de que Zubikarai evitase el empate.

Ni la deficiente actuación arbitral pudo impedir el triunfo txuri urdin. La Real bordó el fútbol en ocasiones y siempre supo leer el partido. Contuvo el arreón inicial del Hércules, tuvo la serenidad de adueñarse del centro del campo poco a poco, llegó con peligro al área rival con las más diversas armas (centros desde la banda, jugadas individuales, pases en profundidad), presionó la salida del rival con astucia, supo ceder los metros necesarios para que el Hércules dejara huecos y, a cambio, no fuera capaz de crear peligro, y mantuvo la entereza defensiva que ha hecho que la Real ocupe desde hace ya muchos meses puestos de ascenso a Primera División. Faltaban Bravo y Prieto. También Labaka y Dani Estrada. Cuatro jugadores que tienen hueco en el once inicial o, como poco, en la convocatoria. Y la respuesta fue de tal grandeza que impresiona. Sí, fue impresionante ver a la Real jugar así. Quizá no es un fútbol de salón en todo momento, pero es el que ha hecho grande a este equipo a lo largo de su centenaria historia.
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La Real mantiene el liderato y lo seguirá manteniendo, como poco, una semana más. No se recuperó el golaverage particular con el Hércules, parecía misión imposible antes del partido aunque una efectivdad máxima en el partido de vuelta podría haber dado un vuelco a esta estadística, pero el escenario es inmejorable. Todos los equipos que luchan por subir han perdido en Anoeta. Todos y cada uno de ellos. El estadio donostiarra, por cierto, ya ha visto cuatro victorias consecutivas, que sumadas a las ocho anteriores hacen un total de doce en 16 partidos jugados como local. El Hércules se queda a seis puntos, la cuarta plaza (a expensas de lo que haga hoy el Betis), ahora en manos del Levante, a nueve. Anoeta vibra con su equipo, siempre con más de 15.000 incondicionales incluso en los partidos con más olor a Segunda. El sol brilla y la Real es líder. ¿Qué más se puede pedir? Sólo la fiesta del ascenso. Y para eso ya queda poco.

jueves, abril 01, 2010

PREVIA Real Sociedad - Hércules. Sólo uno resucitará

Domingo de resurrección y, aunque ninguno de los dos esté precisamente muerto, sólo uno puede resucitar (domingo, 12.00 horas, Anoeta, Canal +). La Real debe hacerlo, porque viene de ofrecer su peor cara en Córdoba, donde además perdió a dos de sus jugadores más importantes. Y el Hércules viaja a San Sebastián con el mismo objetivo, después de cuatro jornadas sin marcar un solo gol y sumando apenas un punto. Anoeta acoge el último duelo directo que el equipo txuri urdin vivirá como local esta temporada y hasta ahora ha ganado siempre, lo mismo que en el horario matinal de los domingos. Primero contra segundo, el estadio donostiarra acoge el mejor partido de la categoría, el duelo entre los dos equipos más regulares de la temporada. Un duelo de titanes del que sólo saldrá vencedor uno. O quizá ninguno si el partido acaba en tablas y los perseguidores, esta semana sí, aprovechan para recortar diferencias.

El principal problema de Martín Lasarte está en suplir las dos bajas que le dejó el partido de Córdoba. Y la principal, la que centra todas las miradas, es la de Claudio Bravo. El chileno iba a dejar la Real para marcharse al Mundial a falta de un mes para que finalizase la competición. Su lesión adelanta la elección de su sustituto. El técnico realista afirmó en la rueda de prensa que ninguna de las pruebas que hizo durante la semana (por las que muchos daban como favorito a Riesgo) son definitivas. Asier Riesgo ofrece veteranía y fue la primera elección de Lasarte durante la temporada para suplir a Bravo. No obstante, su futuro no parece pasar por la Real y en diciembre ya estuvo a punto de salir. Eñaut Zubikarai era el portero titular pretendido para esta misma temporada por la secretaría técnica, que no pudo dar salida, como quería, a Bravo y Riesgo. En la segunda vuelta, Eñaut ha sido siempre el elegido por Lasarte para suplir al chileno y para sentarse en el banquillo. El nombre del elegido no lo sabremos hasta media hora antes del partido.

La otra gran duda del once estriba en el extremo derecho. Xabi Prieto cumplirá un partido de sanción y el técnico tendrá que elegir entre Songo'o, que todavía no ha sido titular en Anoeta, y Nsue. El primero es más jugador de banda que el segundo, pero no está claro quien suplirá al diez realista. El resto del equipo no debería de ofrecer muchas sorpresas. La única duda añadida sería la posible entrada de Zurutuza, pero no parece demasiado probable a pesar de que el centro del campo no termina de ofrecer un gran rendimiento sin él. De esta forma, la defensa la formarían los ya habituales Carlos Martínez (Dani Estrada todavía no vuelve), Ansotegi, Mikel González (Labaka sigue de baja) y De la Bella. Diego Rivas estaría delante y lo normal es que Lasarte insista con Elustondo a su lado y con Aranburu por delante, a pesar del debate que genera este trivote. Sería muy raro que Griezmann y Bueno no fueran los otros dos titulares. Agirretxe y Johnatan Estrada esperarán su oportunidad en el banquillo.

El partido que acoge Anoeta es el mejor que puede ofrecer este año la Segunda División, tiene aire de final y también de revancha tras lo sucedido en el Rico Pérez en la primera vuelta. Real y Hércules son los equipos que durante más tiempo han ocupado puestos de ascenso y, pese a sus malas rachas en esta segunda vuelta, los que todo el mundo da como principales favoritos a disputar la próxima temporada en Primera División. La Real tiene 55 puntos, el Hércules 52. Un empate le serviría al equipo txuri urdin para seguir en el liderato una semana más. Pero una victoria dejaría a su principal rival a seis puntos de ventaja (que no serían siete salvo sorpresa mayúscula en forma de goleada que le permitiera al conjunto de Lasarte recuperar el average particular). Ganando, la Real se convertirá en el mejor conjunto de la Segunda División como local, honor que ahora mismo ostenta el Hércules, que suma un punto más aunque también con un partido más que los realistas.

Ganar es importante para mantener el liderato, pero sobre todo podría servir para poner tierra de por medio con respecto al resto de equipos perseguidores. El Betis juega el lunes en un campo donde aún no ha ganado ningún aspirante al ascenso, la ciudad deportiva del Villarreal, y el Cartagena visita el sábado a Las Palmas, que está cinco puntos por encima del descenso y no puede confiarse. Ambos están hoy a siete puntos de la Real. La victoria del Levante ante el Numancia le coloca provisionalmente a seis puntos (pero con el average a favor de la Real) y, en caso de victoria realista, dejaría a los sorianos nada menos que a once más el average. Ojo al césped de Anoeta, que la semana pasada vivió partido de rugby y que ha recibido lluvia en los últimos días. El estadio donostiarra en todo caso, es talismán para la Real en horario matinal (cuatro partidos, cuatro victorias) y ante los rivales directos (el Hércules será el último de ellos en pasar por San Sebastián; ya han caído Cartagena, Betis, Numancia y Levante). La Real acumula además tres victorias consecutivas como local.

La Historia juega a favor del equipo txuri urdin. De las 19 visitas a San Sebastián, el Hércules ha perdido nada menos que en 13 y sólo ha ganado en una ocasión. Los cinco partidos restantes finalizaron en empate, el último de ellos curiosamente en la temporada en la que la Real ganó su primera Liga, la 80-81. En Primera, la estadística es aún más contundente, con diez victorias realistas de los catorce encuentros jugados y ninguna derrota. El triunfo más abultado es el 6-0 que se registró en la temporada 85-86, con dos goles de José Mari Bakero, tres de López Ufarte y uno de Zamora. Sólo leer esos nombres ya insufla grandeza. En Segunda, la Real sumó tres victorias y un empate en los cinco enfrentamientos disputados. Y aquí la mayor goleada se disparó hasta registros propios de otras épocas. En la campaña 48-49, el equipo realista le endosó a los alicantinos nada menos que un 9-2. Gomes Bravo marcó tres goles, Caeiro y Alsúa anotaron dos cada uno y Arguiñano y Pérez redondearon una tarde de gloria con un tanto más por cabeza.

La única victoria del Hércules en San Sebastián se produjo la temporada pasada. La Real se agarró a ese partido como penúltimo intento de acercarse a los puestos de ascenso, y en el primer minuto de partido sus ilusiones saltaron por los aires. El Hércules se adelantó nada más saltar al campo y complicó muchísimo el trabajo de los de Lillo. El técnico realista lo vio todo perdido e intentó un ataque a la desesperada, metiendo tres cambios de golpe. Pero el Hércules se puso 0-2, los dos goles de Rubén Navarro. Dominaba la Real, pero las ocasiones de gol más claras, todas, fueron visitantes. A poco más de diez minutos para el final, Xabi Prieto, a pase de Marcos, hizo el 1-2 y llevó a la grada el sueño de un empate agónico. Pero no fue posible. Lo que la Real puso sobre el campo, mucho corazón pero nada de juego, no fue suficiente. Los puestos de ascenso se quedaron a siete puntos de distancia. Y ya no estuvieron nunca más cerca que eso, a pesar de que era sólo la jornada 25.

En la primera vuelta, la Real recibió la derrota más abultada de la temporada y de su paso ya de tres años por la Segunda División. En un partido intenso, jugado de poder a poder y en realidad no resuelto hasta el tramo final, el Hércules ganó por 5-1. Un marcador muy abultado para los méritos de unos y de otros pero que resultó lógico porque la Real bajó los brazos en el tramo final del encuentro y permitió a los herculanos disfrutar de balones a la espalda de la defensa que no perdonaron. Griezmann, que no fue titular, hizo el 3-1 y, en realidad, abrió la puerta para luchar por el empate. Pero el equipo no se lo creyó y acabó humillado. Lasarte no supo encontrar la fórmula en un centro del campo en el que Markel fue titular y tampoco acertó al colocar a Mikel González en el lateral derecho como sustituto del sancionado Dani Estrada. A la Real se le fue el partido ambos flancos y lo mucho que remó hasta que dio el partido por perdido, algo que no se puede permitir, no sirvió de nada. El 5-1 lastra casi definitivamente el average particular. Pero el fútbol a veces da sorpresas. Y más si es domingo de resurrección.

(Nota: Partido importante y toca estar en Anoeta. La crónica del partido y sus correspondientes fotos las podréis ver el lunes)