sábado, junio 30, 2007

Consejo ratificado, división más patente que nunca

El Consejo de la Real Sociedad ha sido ratificado en la Junta General Extraordinaria de Accionistas que se ha celebrado en el Kursaal donostiarra y queha finalizado hace pocos minutos. Y aunque eso traiga estabilidad institucional a la Real, también ha provocado una división, una fractura social como hacía mucho tiempo que no tenía este club, y que no se había visualizado todavía de una forma tan clara (sobre todo porque se entendió que lo esencial era apoyar al equipo), a pesar de intuirse detrás de los cánticos que se escuchaban domingo tras domingo en Anoeta en contra de la directiva. Han pasado muchas cosas en el Kursaal, pero sobre todo han pasado en un marco de tensión, de peticiones de dimisión y de una falta de unidad que es lo verdaderamente preocupante.

María de la Peña, ya presidenta ratificada de la Real, ha hecho un discurso muy suave, sin introducir novedades a lo que ya sabíamos de sus planes. Asumir los errores que nos han llevado a Segunda, hablar del futuro, de los nuevos director deportivo y entrenador, defender la cantera y pedir unidad. Nada que pueda generar nuevos adeptos a su proyecto. Pero la pregunta es: ¿Les creemos ahora? Porque esto es lo mismo que prometieron hace dos años, con los resultados que todos hemos visto. Su gestión les ha hecho perder credibilidad, pero ya no hay remedio, pues han sido ratificados. Y lo han sido, entre otras cosas, porque no había alternativa. APARS intervino en la Junta pero no reveló ni sus planes ni sus nombres. Si lo hubiera hecho, puede que hubiera convencido a más gente.

Todas las intervenciones de accionistas que se produjeron, sin excepción, fueron para hacer críticas al Consejo. La mayoría pidieron su dimisión. Hubo gritos con esa petición que interrumpieron constantemente el discurso de De la Peña. El resultado final de la votación fue anunciado entre una gran pitada. Y, para terminar de crispar el ambiente, la presidenta ratificada dio por concluida la Junta sin llevar a cabo el último punto del orden del día, el de ruegos y preguntas. Eso encendió las iras de muchos accionistas que fueron hasta el notario para hacer constar airadamente sus quejas por este hecho. La última imagen que queda de la Junta es de protesta, de rabia, de ira y de indignación. Muy negativa esa decisión de De la Peña, muy negativa.

La Junta no ha servido para aclarar el control sobre la Real que tiene realmente este Consejo. Según explicó su portavoz, llegó a la Junta con el respaldo delegado de algo más de 17.000 acciones de las más de 68.000 que estuvieron presentes o delegadas en el Kursaal. Es decir, el 25 por ciento de los votos emitidos hoy. Al final, recibió algo más del 46 por ciento de los votos. Y por ahora no sabemos si este 20 por ciento adicional procede de pequeños accionistas o de grandes grupos. ¿Habría continuado este Consejo de haber estado presente más que ese 51 por ciento de las acciones de la Real que estuvieron hoy en el Kursaal? ¿Habría continuado si esto hubieran sido unas elecciones y hubiera habido otras candidatos y alternativas? Preguntas sin respuesta pero que quedan en el aire y, para qué negarlo, añaden incertidumbre sobre la legitimidad social (que no legal, esa es absoluta) de este Consejo.

Porque si algo ha quedado claro en esta Junta es que el actual Consejo no puede lograr la unidad que solicita. Tiene a demasiada gente en contra, y no ayudan a la conciliación gestos como el de salir corriendo en cuanto conocieron que eran ratificados. La ratificación trae estabilidad, sí. Les da un margen para volver a ganarse la confianza de los accionistas, los socios y los aficionados, por difícil que parezca. Pero este Consejo debería ser consciente ya de que no tiene muchas más salidas que adelantar la convocatoria de elecciones y no agotar el largo mandato que todavía les queda. Si realmente cumple su promesa de contar con las ideas de ex presidentes, ex directivos y grandes nombres de la historia de la Real, se dará cuenta de ello.

Pero tampoco hay que volverse locos con las protestas al Consejo y la división social que pueda generar porque ahora mismo la Real es ya el primer equipo. Ya no es la directiva. Ya no es el miedo al vacío. Ya no es la falta de nombres que tomen decisiones para el bien de la Real. Ya no. Ahora lo importante es el primer equipo, porque de ello depende volver a Primera División cuanto antes. Salva Iriarte ya es el nuevo director deportivo. Chris Coleman es ya el nuevo entrenador. Ellos tienen la misión de devolvernos a donde merecemos estar. Y tienen que tener el apoyo de todos. Los foros para solicitar a este Consejo que se marche, algo que sin duda se seguirá haciendo, son otros. El equipo es lo primero.

viernes, junio 29, 2007

Una Junta trascendental

La Junta de Accionistas de este sábado es trascendental. Calificarla de otra manera sería ignorar la actual situación de la Real Sociedad. La Junta, sea cual sea su resultado, debe servir para acabar con una etapa negra en la historia del club que ha culminado con el fracaso histórico más grande de sus casi cien años de vida, el descenso a Segunda División. Hemos escuchado a la actual junta directiva y hemos escuchado a la única oposición visible hoy en día a este consejo, la de APARS, la asociación de pequeños accionistas. Y es el momento de pensar y de decidir.
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El cuerpo me pide un rotundo No a la ratificación del actual Consejo. Es claramente lo que se merece. Su gestión ha sido errática, equivocada, traidora a los principios con los que llegaron al poder en la Real. No ha renovado a los jugadores estrella de la cantera. No ha apostado por Zubieta. No tenía un proyecto deportivo claro. Y es, en gran medida, responsable de ese descenso que tanto nos ha dolido a todos. En condiciones normales, este Consejo tendría que haber salido de la Real hace tiempo, o al menos después de consumarse el fracaso.
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Su gestión en las últimas semanas ha sido incluso más perjudicial para su imagen. Han demostrado que no tenían ese famoso plan B en caso de descenso y han realizado numerosos movimientos para buscar un director deportivo, un entrenador, incluso nuevos directivos, sólo cuando la Liga acabó. Esa falta de previsión le podría haber costado muy cara a la Real. Ha tardado demasiado en dar a conocer sus planes y ha dado sensación de cierta desesperación en la búsqueda de nombres para todos los puestos. El mejor movimiento que ha hecho, desde luego, ha sido el de mantener a María de la Peña como cabeza visible del proyecto. Un tercer presidente en poco más de dos meses habría sido un golpe terrible para la Real.
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Pero tengo que reconocer que, aunque lo han hecho tarde y mal, me atrae lo que proponen. Ya sé que muchas de las palabras que se escucharon a la presidenta en su última rueda de prensa son las mismas con las que Miguel Fuentes llegó a la Presidencia. Ya sé que entonces se habló de la identidad de la Real, de recuperar valores, de hacer de la cantera el eje de este nuestro equipo. Pero, ingenuo y optimista como soy por naturaleza cuando se habla de la Real, quizá hayan aprendido. Quizá se hayan dado cuenta de que eso que ahora vuelven a proponer es de verdad la Real, aunque haya hecho falta un golpe tan duro como el descenso para que abrieran los ojos.
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Y me gusta su apuesta por Salva Iriarte. Siempre he tenido un gran cariño por este técnico, y estoy convencido de que llevaría a cabo un gran trabajo supervisando la confección de las plantillas de Real y Sanse. Me gusta la apuesta por un entrenador extranjero y joven. Me recuerda la llegada de Toshack, la de Krauss, la de Denoueix, los únicos entrenadores que han dado grandes resultados a la Real en su historia moderna, en la Real después de Alberto Ormaetxea. No conzco a Chris Coleman, pero todo lo que he leído sobre él (bastante estos días, y no sólo de fuentes de aquí, sino también de la Premier) me ha gustado bastante. Y digan lo que digan, me gusta que Toshack esté detrás de estos movimientos. Pocos conocen a la Real como el galés, por mucho que no sea de Euskadi.
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Esa pequeña ilusión que me despierta el proyecto deportivo y la ansiedad que provoca un hipotético salto al vacío (sin directiva, sin entrenador, sin director deportivo y ya en el mes de julio de la primera temporada en Segunda Dvisión) en caso de que no se ratifique a esta Junta es lo que me lleva a tener muchas dudas. Conocer el proyecto de APARS podría aplacar esas dudas, pero no han revelado mucho en su rueda de prensa de hoy. Piden el No a la ratificación del actual Consejo y dicen que tienen atados a un director deportivo y a un entrenador vascos que darían a conocer mañana mismo por la tarde. Lo que digan sus responsables en la Junta de Accionistas podría mover el voto de mucha gente, con muchas ganas de cargarse a este Consejo (con toda la razón del mundo, insisto) y con ilusiones renovadas.
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La disyuntiva no es nada fácil. ¿Nos creemos lo que dice un Consejo con ya escasa credibilidad o apostamos por un proyecto que, ahora mismo, no ofrece nombres tangibles? No es fácil decidir, no. La clave ahora es hacer un proyecto deportivo serio que nos pueda devolver a Primera. Y el actual Consejo, con toda la nefasta gestión que ha hecho hasta el día de hoy, ha puesto sobre la mesa nombres que, según mi humilde punto de vista, cumplen esos requisitos. La clave es decidir si este Consejo merece esa segunda oportunidad. Y yo no soy capaz de decidirlo ahora mismo. Esperaré a escuchar lo que se diga en la Junta. De ella, en todo caso, debe salir la Real de todos. La Real de siempre.

jueves, junio 28, 2007

Etxarri deja la Real tras 18 años

Mikel Etxarri se marcha de la Real Sociedad después de 18 años de trabajo en su equipo deportivo. Su nombre se ha visto envuelto en muchas de las polémicas que han generado los fichajes de la Real en esos años. Y, aunque haya cargado con ello para no perjudicar al club, me atrevo a decir que es más que posible que no haya sido el responsable de muchos de los desaciertos que hemos vivido los aficionados desde la grada en estos últimos tiempos.

Número dos de su promoción de entrenadores (en la que Xabier Azkargorta fue el número uno), Etxarri fue entrenador del Eibar y del Sanse, y formó parte del cuadro deportivo del primer equipo junto a Salva Iriarte y Roberto López Ufarte al comienzo de la temporada 95-96. En la actualidad, además de ser el secretario técnico de la Real (cargo que mantuvo tras el cese de Bakero como entrenador y director deportivo a pesar de que el actual Consejo no parecía demasiado satisfecho con su presencia; de hecho hubo muchos rumores, ahora confirmados, sobre su destitución), es entrenador junto a Miguel Ángel Iribar, de la selección de Euskadi.

Tuve el placer de conocer a Mikel Etxarri hace muy pocas semanas, en mi última visita a Zubieta, en el mes de mayo. Descubrí que, además de ser un hombre de club, era un tipo con el que es realmente interesante conversar. En apenas unos minutos, relató tal cantidad de anécdotas y desbordó tanto conocimiento que la verdad es que da pena que ya no siga en la Real. Sé que habrá muchos que no estarán de acuerdo y que piensan que Etxarri formaba y forma parte de los males de la Real. Estoy convencido de que las notas sobre su trabajo en la Real que con tanto cariño guarda, si finalmente llegan a hacerse públicas, cambiarán la opinión de muchos. De hecho, cuando Toshack volvió a la Real en 2001, sustituyendo a Clemente, relegó a Etxarri de las funciones que venía desempeñando, y sólo el cese de Bakero le devolvió cierto protagonismo.

Junto con Jesús Mari Zamora, escribió en 2003 (fecha de ese celebrado subcampeonato del que nadie echó la culpa a Etxarri) el libro titulado Manual de fútbol: Desarrollo de conceptos tácticos en diferentes sistemas de juego. El prólogo de dicha obra lo escribió Raynald Denoueix, entrenador por aquel entonces de la Real. "¡El trabajo de Mikel Etxarri y Jesús Zamora, será apreciado, admirado y, sobre todo, -lo verdaderamente esencial-, será utilizado por muchos técnicos durante muchos años!", escribió el técnico francés. Que así sea, aunque ya no será en la Real. Agur, Mikel, muchas gracias y mucha suerte.

(La salida de Etxarri es una de las decisiones que anunció hoy la presidenta, María de la Peña, en la rueda de prensa previa a la junta de accionistas del sábado; aunque me parecía de justicia adelantar esta reseña sobre Etxarri, mañana analizaré la situación institucional de cara a esa junta, en cuanto se conozcan las propuestas de la única oposición visible y tángible al actual Consejo, la de APARS).

miércoles, junio 27, 2007

PARTIDOS INOLVIDABLES: Atlético de Madird 2 - Real Sociedad 2 (Final Copa del Rey)

Hace exactamente 20 años, la Real ganó su último título. Fue en Zaragoza, en La Romareda, y el protagonista fue el que debía ser, Luis Arconada. Con su parada en el cuarto lanzamiento desde el punto de penalti que realizaba el Atlético de Madrid, el equipo txuri urdin se convertía en campeón. La Real volvía a ser campeona levantando por primera vez de la Copa del Rey en aquella tarde de calor infernal en la capital aragonesa. Ha sido el último título que ha logrado la Real. Hace ya 20 años. Entonces, una temporada algo triste en la aquella Liga del play off, la única que acabó con este sistema, finalizó con el mejor broche posible.

La primera parte que jugó la Real aquel día fue maravillosa, emocionante, completísima, propia de un equipo campeón. Y con once jugadores de Zubieta. Un balón largo hacia la banda derecha se encontró con un inverosímil pase de espaldas de José Mari Bakero. Roberto López Ufarte, el Pequeño Diablo, en su último partido con la camiseta blanquiazul, en su último servicio a su camiseta de toda la vida, llegaba desde atrás para marcar el primer gol. Un golazo. Aunque no lo merecía en ese momento, el Atlético empató con una bonita jugada con dos paredes y dejaba las cosas como al principio.

Pero la magia de Txiki Beguiristain apareció en el momento preciso. Controló el balón en el interior del área con la pierna derecha. La mala, debió pensar su marcador, que le dejó el hueco por ese lado. Y Txiki conectó un precioso derechazo que se coló por la escuadra de Abel. “Para que luego digan que tendo la derecha para pisar”, se reinvindicaba Txiki después del partido. La Real, sin embargo, acusó mucho más que el Atlético de Madrid el calor y el cansancio, y el empate se veía venir. Llegó a quince minutos del final. La prórroga fue más de lo mismo, con una jugada clave, un claro penalti a Julio Prieto, cuando apenas quedaba un minuto, que no vio Ramos Marcos.

A partir de ahí, la emoción de los penaltis. Y en la grada un solo cántico: “No pasa nada, tenemos a Arconada”. John Toshack, en su libro Memorias del galés, recuerda aquellos momentos y su confianza en el portero: “Si hubiera podido elegir, no se me ocurriría el nombre de alguien más cualificado para hacer este trabajo. Luis jamás había jugado una final de Copa pero, como capitán del equipo, el escenario era perfecto para que hiciera una gran actuación”. Y la hizo. Paró el último penalti, se levantó con la tranquilidad de los grandes, alzó su puño al cielo y después estalló en un grito antes de recibir a sus compañeros en un emocionante abrazo. El de todos los realistas. La Real era campeona de nuevo.

“Esto ha sido igual que en Gijón”, dijo Arconada tras el partido. Y muy parecido fue a lo de Gijón, también en el regreso a casa por los pueblos de toda la provincia y con la celebración junto a miles de realistas en Alderdi Eder. Allí, Toshack recuerda que dijo a los periodistas que “el año que viene volveremos a estar en la final”. “No me lo creía, pero resultó ser la misma historia con un final distinto”, añadió. Efectivamente, un año después fue el Barcelona el campeón ante una Real que partía como favorita. Pero eso es otra historia...
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Atlético de Madrid: Abel, Tomás, Sergio, Ruiz, Quique Ramos, Julio Prieto, Landáburu, Marina (Julio Salinas, 65’), Rubio, Uralde (Setién, 85’), Da Silva.
Real Sociedad: Arconada, Sagarzazu, Górriz, Gajate, López Rekarte, Larrañaga, Dadíe, Beguiristain, Zamora (Mujika, 86’), Bakero y López Ufarte (Martín Beguiristain, 103’).

Goles: 0-1, minuto 10, López Ufarte; 1-1, minuto 24, Da Silva; 1-2, minuto 36 Beguiristain; 2-2, minuto 75, Rubio.
Penaltis: Bakero, gol (0-1); Rubio, gol (1-1); Mújika, gol (1-2); Da Silva, fuera (1-2); Martín Beguiristain, gol (1-3); Landáburu, gol (2-3); Larrañaga, gol, (2-4); Quique Ramos, para Arconada (2-4).

Árbitro: Joaquín Ramos Marcos. Amarillas a Segio, Zamora, López Rekarte y Górriz.
La Romareda, 35.000 espectadores. Lleno absoluto y mayoría de realistas.

El Diario Vasco: “¡¡¡Campeones!!! La Real Sociedad ganó merecidamente. Página brillante de un equipo campeón”.
Marca: “La Real ya tiene Copa. Arconada, baza decisiva de los nuevos campeones”.
AS: “La Real, por primera vez. Gran final en Zaragoza. Decidieron los penalties”.

martes, junio 26, 2007

Aquellos alevines campeones de 1995...

A raíz de la final que jugó la Real este domingo en el Campeoanato Alevín que se celebró en la localidad madrileña de Brunete, surgió en este mismo blog la pregunta de si alguno de aquellos pequeños jugadores que lograron el triunfo en 1995 llegó a jugar como profesional. Pues la respuesta es que sí. Tres de ellos llegaron a jugar en el primer equipo. Se trata de Asier Riesgo (ya con 81 partidos a sus espaldas), de Iban Zubiaurre (20 partidos) y de Juan Domínguez (cuatro partidos). El mejor jugador de aquel equipo, Sergio Vara, que anotó dos goles en aquella final que se ganó 4-2 al Celta, se quedó en el Sanse, equipo al que dejó de pertenecer en el verano de 2004.

Los chavales que no consiguieron ganar el pasado domingo tienen en ellos el mejor espejo posible. Dije que ellos eran el futuro de la Real y lo son. Aquí están las fotos de los tres, de cómo eran entonces y de cómo son ahora como profesionales. Riesgo sigue siendo portero del primer equipo de la Real. Juan Domínguez dejará de pertenecer al club este 30 de junio después de haber estado cedido la recién finalizada campaña. Y Zubiaurre, ese Zubiaurre que ahora de tan poca simpatía goza entre los aficionados de la Real por méritos propios, que fue el capitán que recogió la Copa de aquel equipo ganador de 1995, es hoy jugador del Athletic de Bilbao.

domingo, junio 24, 2007

Los alevines de la Real, a punto de llevarse el Campeonato Internacional de Fútbol 7

La Real Sociedad acaba de perder la final del XIV Campeonato Internacional de Fútbol 7 que organiza la Fundación El Larguero. El resultado de la final ha sido 4-1 y el campeón ha sido el Villarreal. No ha sido el año de la Real y ni siquiera hemos podido llevarnos esta alegría al final de la temporada, pero los chavales que entrena Patxi Illarramendi lo han hecho fenomenal, han jugado bien y seguro que han disfrutado. El segundo puesto es un justo premio a ese esfuerzo y no pasa nada porque se haya escapado el triunfo final.

De haberse llevado el título, habría sido el segundo para la Real, después del logrado en 1995. Aquel año, la Real ganó la final 4-2 al Celta de Vigo. La de este año era la segunda final de este campeonato, tradicionalmente transmitido por Canal +, para nuestro equipo. No ha habido la misma suerte de hace doce años.

Como el propio Illarramendi ha dicho durante la retransmisión, el de la Real era un equipo sin grandes figuras pero muy bien armado. Cuatro puntos (victoria 1-0 ante el Levante, empate a cero ante el Zaragoza, y derrotas por 3-1 ante el Zaragoza y 1-0 ante el Villarreal) le han bastado a la Real para pasar a octavos de final. En las dos primeras rondas, la Real se ha impuesto en los penaltis. Primero ante el Valencia (después de empatar a dos e igualar en dos ocasiones un marcador adverso) y después ante el Betis. En semifinales, se ganó 1-0 al Espanyol. Pero en el tercer partido del domingo, el octavo en tres días, el cansanció pasó factura en la final.

Mal comienzo en ese último partido, con el equipo un poco atrás, dejando toda la posesión al equipo castellonense y esperando la posibilidad de un contraataque. El primer gol del Villarreal, en una jugada de mala suerte, complicó el partido. El segundo cayó ante del descanso. Pero la Real salió muy bien en la segunda parte y tuvo bastantes ocasiones para meterse otra vez en el partido. Acabó recortando distancias con un gol de cabeza al saque de una falta lateral, esos que tanto hemos echado de menos durante la temporada en el primer equipo.

Pero el árbitro terminó de sentenciar el partido al señalar un libre indirecto dentro del área que el Villarreal transformó en el tercer gol. No voy a cargar demasiado contra el árbitro (aunque me parece un poco increíble que pite como si estuviera en Primera División con unos críos de once y doce años...), porque en el fondo lo importante para estos chavales no es que ganen, sino que se diviertan, que se ilusionen con el fútbol y que nos ilusionen todavía un poquito más a los que sentimos los colores de este equipo. Y eso lo han cumplido con creces.

Enhorabuena, chavales. Y seguid así, que sois el futuro de la Real.

sábado, junio 23, 2007

Resumen de la temporada (y 5): La afición


Si por algo ha destacado la Real esta temporada ha sido por el comportamiento de su afición. Apoyo incondicional en Anoeta. Desplazamientos masivos a ciudades como Tarragona, Getafe, Pamplona o Valencia. Ni un solo incidente digno de mención. Aplaudida en casi todos los estadios que ha visitado. Despedidas con aplausos a aficiones rivales como la del Celta. Y todo ello a pesar de que el equipo al que acudían a animar todos los realistas estaba en posiciones de descenso, más cerca que nunca de la Segunda División durante toda la temporada, desplegando un juego decepcionante, y sin apenas alegrías en forma de goles o victorias.

Qué poco ha hecho falta durante esta temporada para que la afición estallara de felicidad. Aquel primer gol de Darko ante el Mallorca. Aquella remontada vibrante ante el Celta, quizá el día más alegre de la temporada. Un poco de ilusión en el debut de Lotina ante el Villarreal. Un muy buen partido ante el Real Madrid aunque el resultado fuera adverso. Una pizca de ilusión por mantener la categoría. Con sólo eso, la afición se ha volcado. Quien estuvo allí no podrá olvidar la despedida a Savio en Anoeta tras fallar el penalti ante el Racing, que en aquel momento pensamos que nos podía dejar en Primera. O cómo en Valencia, ya en Segunda División, se obligó al equipo a salir a saludar al grito de "el año que viene subimos otra vez".

La Real tiene una afición de Primera y siempre la tendrá a su lado. En la delicada situación en la que se ha vivido durante todo el año, la gente ha respondido. Ha acudido a Anoeta y no se ha cebado con en el equipo en ningún momento. Podía haber silbado, protestado y censurado actitudes. Muchas. Pero no lo ha hecho porque ha entendido que era un momento histórico y que, aunque al final no se consiguiera, lo primordial era conseguir el objetivo de seguir en Primera. El agradecimiento que han mostrado directiva, técnicos y jugadores sienta bien, pero se queda corto para los merecimientos de los realistas de corazón, que lo hemos dado todo por esta Real en una temporada que se ha saldado con un fracaso histórico.

Pero también hay que hacer autocrítica. Y hay dos aspectos en los que es necesario incidir. El primero es la decreciente asistencia a Anoeta. Si el Consejo de Administración no hubiera decidido regalar dos entradas a cada socio en el último tramo de la temporada, es más que probable que Anoeta hubiera registrado muy pobres entradas en la segunda vuelta. ¿Necesitamos una situación límite y regalos de la directiva para estar con el equipo? Eso debería llevar a una reflexión de fondo, porque el próximo año no irá a Anoeta el Real Madrid o el Barcelona. Irán equipos de mucho menor nivel aunque lo que estará en juego será mucho más importante, el regreso a Primera. El único reclamo será ver a la Real. Y eso es lo más importante.

Y la segunda autocrítica necesaria es el nivel de protesta de esta afición. Ahora todos estamos hablando de que el descenso se veía venir, de que llevamos años jugando con fuego, de que se han tomado decisiones deportivas muy equivocadas... Pero no ha habido una contestación social clara que pudiera detener este deterioro. Más allá de unos silbidos a Rekarte (rápidamente contestados casi siempre por aplausos de sus partidarios), ningún jugador ha sido reprochado por su comportamiento. Unos pocos cánticos en contra de los últimos presidentes, a los que se obligó a dimitir, sí, pero sin hacer un análisis serio de la situación del club.

La afición de la Real no ha sabido, no hemos sabido, poner límite a la deriva institucional, y el mejor ejemplo del error es el respaldo casi unánime que logró el actual Consejo de Administración hace pocos meses en la última Junta de Accionistas, cuando peor estaba la Real. Muchos hicimos caso a la directiva cuando nos pidió que dejáramos las evaluaciones y las críticas para el final. El final ha llegado y las críticas están saliendo a relucir. Tenemos que empezar a ser más exigentes en un fútbol tan duro y competitivo como el actual. Pero no por ello debemos dejar de animar al equipo como lo hemos hecho este año.

Que la Segunda División aprenda también, como lo ha hecho este año la Primera, que no hay otra afición como la de la Real. Pese a los puntos criticables, enhorabuena a todos por vuestro comportamiento.

viernes, junio 22, 2007

Resumen de la temporada (4): Claves del descenso

Cada aficionado tendrá su propia explicación, pero seguro que estas claves ayudan a entender el fracaso histórico con el que ha finalizado la temporada 2006-2007, la que ha puesto fin a 40 años seguidos en Primera División.


· Sólo dos jornadas fuera del descenso
El empate en San Mamés de la primera jornada colocó a la Real sexta. La derrota en Anoeta ante el Sevilla supuso el descenso al 15º lugar. Al perder en el Bernabéu, el equipo se quedó en la 18ª posición. Ya no volvió a salir de los puestos de descenso. La mejor ocasión para hacerlo fue en Getafe, en la jornada 31. Una victoria en la localidad madrileña habría dejado tres equipos por detrás. Pero se perdió.

· Rachas insufribles e históricas
La primera victoria de la temporada llegó en la jornada 15. La Real consiguió dos puntos en las nueve primeras jornadas. Entre la jornada 18 y la 25 sumó de nuevo sólo dos puntos. Sólo dos veces ganó dos partidos seguidos, a Betis y Atlético de Madrid primero, y a Nastic y Celta después. En la jornada 25 sólo tenía 14 puntos. Datos suficientes como para entender por qué ha descendido la Real.

· Una primera vuelta infernal
La Real sumó once puntos en la primera vuelta. Muy pocos, poquísimos para aspirar a la permanencia. La segunda vuelta al final se saldó con 24, dando quizá el valor real de este equipo, que debía aspirar a quedarse en la zona baja de la mitad de la tabla. Los mismos puntos en la primera habrían dejado a la Real en 13ª posición. Demasiada ventaja que invalidó la reacción de la segunda vuelta.

· 20 partidos sin marcar
En más de la mitad de los partidos la Real no ha sido capaz de perforar la portería contraria. Eso condena a Segunda a cualquier equipo. Al Depor, Getafe, Barcelona y Racing no fue capaz de marcarle en ninguno de los dos partidos.

· Anoeta sólo fue un fortín al final
Se perdieron nada menos que nueve partidos en Anoeta (incluyendo los cuatro primeros) y se empataron otros cuatro. Sólo al final se recuperó el nivel, con cuatro victorias y un empate en los últimos seis partidos (y la única derrota fue contra el Barcelona, algo a priori previsible en cualquier quiniela).

· Delanteros con la pólvora mojada
La aportación de los delanteros ha sido muy baja. De Cerio (cuatro goles), Kovacevic (tres), Uranga (dos), Herrera (uno), Skoubo y Agirretxe (ninguno) sólo han colaborado con sus tantos en 12 de los 35 puntos con los que ha acabado el equipo. Los descendidos tuvieron delanteros destacados en el apartado goleador (en el Nastic Portillo marcó 11 goles y en el Celta Baiano logró 15), los que se salvaron también (los béticos Robert y Edú marcaron nueve y ocho goles respectivamente, los mismos que Aduriz y Urzaiz en el Athletic). Pero la Real no.

· Sin puntos ante a los mejores
Real Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia se clasificaron para la Champions. La Real sólo sumó dos puntos en sus partidos frente a estos rivales, en el Sánchez Pizjuán y en Mestalla. La UEFA la jugarán Villarreal y Zaragoza, además del Getafe por vía de la Copa. Los realistas apenas lograron otros dos puntos, sendos empates en Villarreal y en Anoeta frente al equipo madrileño.

· Fichajes sin calidad, en verano y en invierno
La planificación fue mala en verano y se ficharon jugadores sin trascendencia nítida en el juego de la Real. En diciembre no se arreglaron los males. Sólo Savio marcó la diferencia y nos llevó a todos a preguntarnos por qué no aspiramos a fichar en pretempoprada a jugadores de su nivel.

· Decepciones y lesiones
Insisto, sólo Savio ha marcado diferencias. Los goles de Darko no llegaron. La clase de Prieto no apareció. Rivas no demostró nada para costar tres millones. Y luego las lesiones se cebaron con el equipo. Las más graves, las de Jauregi, Skoubo y Gari, pero también se perdieron tramos largos de la temporada otros como Jesuli y Díaz de Cerio.

· Nula influencia de los penaltis
La pena máxima no alivió los males de la Real. Dos quedarán en el recuerdo como decisivos. El que falló Xabi Prieto ante el Athletic de Bilbao (hubiera supuesto el 1-1 en ese momento), rival directo por eludir el descenso, y el de Savio en la penúltima jornada ante el Racing, dramático por la forma y el momento en que llegó. De los tres penaltis que se transformaron, dos no dieron puntos (Recreativo y Zaragoza, ambos en Anoeta), sólo valió el de Prieto ante Osasuna.

· Machacados a balón parado
En jugadas de estrategia, ya sea de córner o de falta, a la Real se le han ido puntos nada menos que en diez partidos. Se perdió con goles así en Anoeta frente al Recre, el Villarreal, el Madrid y el Depor, y fuera ante el Levante, el Recre, el Villarreal, el Getafe, el Osasuna, y se enpató en Mestalla de la misma forma. Demasiados errores que se podrían haberse subsanado de algún modo en Zubieta, en los entrenamientos.

· Arbitrajes nefastos en la primera vuelta
Dicen que escudarse en los arbitrajes es de mal perdedor, pero su influencia fue decisiva en el tramo más lamentable de la temporada y negarlo sería absurdo. San Mamés, Camp Nou, el Sardinero o los partidos en Anoeta frente a Zaragoza o Villarreal tuvieron un destacado protagonista: el árbitro. En todos ellos se perjudicó claramente a la Real. Lo que el equipo no conseguía por su fútbol se lo quitaban además los colegiados cuando más falta le hacía.

· Ausencia de un once reconocible
Ni Bakero ni Lotina tuvieron claros qué jugadores debían sacar a la Real de sus apuros. Ninguno de los dos confió en una base clara. Sólo Bravo, Víctor López, Garitano, Xabi Prieto y Savio han jugado casi siempre que han estado disponibles, y dos de ellos llegaron en el mercado invernal, lo que demuestra que nunca hubo un once definido. No hubo defensa clara, no hubo mediocentros titulares (sólo Juanito y Garitano se consolidaron, y fue en el último tramo de la temporada) y no se vio clara una delantera lógica.

· Escaso papel del Sanse
¿Sigue siendo la Real un equipo de cantera? Echamos de menos esas fotos del entrenador de turno (normalmente Toshack) con cuatro o cinco canteranos recién ascendidos al primer equipo. Zubieta juega ahora mismo un protagonismo menor. De los 31 jugadores que han disputado algún minuto en la temporada, sólo 14 han salido de la cantera realista, ni siquiera la mitad. Uno de los motivos que más duele del descenso es ese. Para esto no hacía falta buscar tanto fuera de casa. Dos canteranos debutaron, Elustondo y Estrada, y jugaron pocos partidos seguidos.

· Fracaso en el “play off” final
Lotina calificó los cinco últimos partidos como un play off. Quien más quien menos llegó a creer en algún momento que se podía conseguir el objetivo tras las dos primeras victorias en ese play off, ante Nastic y Celta. Pero la Real no consiguió ninguna victoria en los tres últimos partidos de la temporada. Derrota en Pamplona y empates en Anoeta frente al Racing y después en Mestalla. Ni al final se dio la talla.

jueves, junio 21, 2007

Resumen de la temporada (3): El Consejo de Administración

Sin lugar a dudas, uno de los motivos por los que la Real jugará el próximo año en Segunda División es el errático rumbo del Consejo de Administración. Después de la gestión de Astiazarán, tan contestada en San Sebastián (a pesar de que tuvo algunos aciertos, como definir un modelo de equipo de cantera, con Amorrortu en el banquillo y siete canteranos y tres buenos extranjeros sobre el campo), la llegada al poder de la plataforma Denonerreala se vio como la oportunidad de devolver a la Real a sus mejores tiempos. Pero ellos mismos se han traicionado en los supuestos que defendieron en la campaña electoral de hace dos años.

Llegaron a la Real con la pretensión de borrar todo lo anterior y lo han hecho. Pero mejorar la nefasta política económica del Consejo de Astiazarán les ha llevado a cometer graves errores deportivos. Han despersonalizado por completo a la Real. No es el equipo de cantera que prometieron. No es tampoco un equipo destacado de la Liga, como ha demostrado esta temporada. No se ha adaptado a las necesidades de un club moderno de Primera División, y da miedo pensar qué habría sido de la Real sin las subvenciones públicas que han permitido, entre otras cosas, la finalización de las obras de Zubieta.

No han sabido gestionar un equipo de fútbol. La falta de confianza en Amorrortu quedó clara casi desde el principio. La llegada de Bakero, aunque salvara a la Real del descenso la pasada temporada, provocó despropósitos deportivos inmensos. Sí, Mark González y Skoubo marcaron cinco goles cada uno, pero ¿son Viáfara y Stevanovic jugadores para la Real? A la deriva en los extranjeros se sumó este año la deriva en los nacionales de fuera de Zubieta. La prueba del inmenso error es que nada más bajar a Segunda el Consejo ha colocado el cartel de transferibles a todos los fichajes de Bakero. Diego Rivas, Juanito, Novo y Gerardo saldrán de la Real si aparece un comprador. Se habló de austeridad, pero cuando se ha gastado dinero se ha hecho en jugadores que no merecían ese esfuerzo.

Y a los errores se ha unido la falta de claridad. ¿Quién ficha en la Real? Es algo que el Consejo no ha sabido o no ha querido explicar. Se van produciendo salidas del equipo, pero en realidad sin que sepamos su cuota de responsabilidad. Primero Fuentes, luego Zamora, ahora Etxarri... La dimisión de Fuentes, presidente de este Consejo desde su formación, nos descolocó a todos. Se marchó por unas informaciones que apuntaban al presunto control que podría ejercer sobre un paquete de acciones lo bastante amplio como para manejar la Real. No hay desmentido a esas informaciones y la sombra de la duda todavía planea sobre la Real. Quizá averigüemos algo en la Junta del día 30.

Una Junta, por cierto, convocada sin margen de maniobra para unos nuevos gestores en caso de que se repruebe su gestión. Este Consejo criticó al de Astiazarán por darles tres meses de margen y por tomar decisiones como la venta de Nihat. Ellos quieren fichar nada menos que un director deportivo y un entrenador antes de la Junta, antes de saber si los accionistas siguen confiando en ellos para dirigir los destinos de la Real. No es de recibo acabar haciendo lo mismo que criticaron antes de llegar al poder. Como tampoco es de recibo llegar pidiendo claridad en las cuentas y ahora mantener al accionista, al socio y al aficionado con la incertidumbre de saber cuál es la situación económica de la Real. Fuentes habló incluso de riesgo de disolución antes de la ampliación de capital. ¿Cómo nos deja el descenso a Segunda? Nadie lo ha dicho todavía.

Y como no se producen nada más que salidas sin que haya entradas, es lícito preguntarse quién manda en la Real. Se marchó Fuentes. La dimisión de Zamora se anunció nada más consumarse el fracaso histórico. Se habla de que otros cuatro consejeros saldrán del club antes de la Junta. Cada vez es más reducido el grupo de personas que manda en la Real y no sabemos por qué ni quién toma las decisiones. La claridad que reclamaba Denonerreala no la está teniendo este Consejo.

A los fracasos deportivos hay que sumarles los sociales. No llena titulares de prensa, pero es una situación preocupante. Desde que Fuentes accedió a la Presidencia de la Real, el club ha perdido unos 5.000 abonados. Es cierto que han conseguido llenar Anoeta durante toda la segunda vuelta, pero, ya que estamos, ¿por qué regalar las entradas? ¿No hubiera sido mejor ponerlas a uno o dos euros? Al menos se habría conseguido una taquilla de 9.000 o 18.000 euros por partido, dinero que no va a sacar de pobre a la Real pero que seguro se echará de menos en la Segunda Divsión, donde todos tendrán que apretarse el cinturón. Las medidas de urgencia han funcionado, pero no ha habido un plan para recuperar la asistencia a Anoeta de forma regular.

Quizá el problema ha sido la confianza. La confianza en que, al final, este equipo iba a seguir en Primera División. El Consejo nunca quiso hablar de un plan en caso de que la Real bajara. Nunca se ha sabido si Lotina iba a continuar (aunque casi todos sabíamos que no, y en mi caso confiaba en ello porque no me gusta lo que ha hecho el entrenador durante el curso). Nunca hemos sabido si se contaba para Segunda con jugadores como Kovacevic (vergonzoso que no tenga ya una oferta de renovación, por baja que sea) o Rekarte (por cuya salida yo aposté hace tiempo como parte de la necesaria regeneración de la Real). El Consejo no ha sido capaz de renovar a tiempo a jugadores importantes como Xabi Prieto o Garrido, a los que es más que probable que tenga que acabar traspasando.

Pocas cosas buenas se pueden decir de la gestión de este Consejo de Administración. A la vista están los resultados. La Real en Segunda y con un descontrol absoluto tras una labor directiva que seguro que tenía la mejor intención pero que ha resultado nefasta. Los accionistas tienen ahora la palabra el día 30.

miércoles, junio 20, 2007

Resumen de la temporada (2): Los entrenadores

Los dos entrenadores que ha tenido la Real en la temporada del fracaso histórico que supone el descenso tienen buena parte de la responsabilidad del desastre, aunque uno se haya desentendido por completo de su trabajo en San Sebastián y el otro haya contado con el favor de una afición que nunca cargó las tintas contra él. Si los jugadores merecen un suspenso, ellos todavía más.


· Bakero
Los errores de Bakero en la Real no son sólo como entrenador, sino también como director deportivo. Aunque la plantilla no era tan mala como los jugadores y sus entrenadores a veces nos han hecho creer con el fracaso de temporada que han protagonizado, lo cierto es que había carencias notables y los fichajes no convencieron a casi nadie. La mayor inversión fue Diego Rivas, un tipo de mediocentro que no era lo que necesitaba la Real. Desde la salida de Xabi Alonso hacían falta constructores, no destructores. No se suplió con garantías la salida de dos jugadores de banda izquierda, Gabilondo y Barkero, y Bakero no dio confianza a Felicio a pesar de ser uno de sus fichajes. No se cubrieron las necesidades en ataques que habían quedado patentes en la pretemporada, cuando apenas se anotaron goles.

Como entrenador, es difícil cambiar tanto de idea en apenas siete partidos de Liga y uno de Copa como lo hizo Bakero. Empezó la temporada con tres mediocentros y una especie de 4-3-3, que debía imitar el estilo de juego del Dream Team del Barcelona. Imposible, claro. Después pasó a un esquema con dos medios y tres mediapuntas que tampoco funcionó. Y después volvió a sus planes iniciales. Sentó a Darko en la tercera jornada, nada menos que en el Bernabéu, ante un Real Madrid que siempre se le ha dado bien al serbio. Cambió de portero en su último partido liguero y alineó nada menos que a 21 jugadores diferentes en menos de dos meses de competición. Nunca dio con la clave sobre el campo. No pareció que supiera explicar a los jugadores lo que pretendía de ellos. Fracaso absoluto.

· Lotina
Cuando Lotina llega a la Real, el equipo está último a tres puntos de la salvación. Nada menos que 31 partidos después, ha acabado penúltimo y a cinco puntos de los equipos que han marcado el objetivo de seguir en Primera. El legado de Lotina en la Real es quedarse más lejos de lo que estaba cuando llegó y adelantar sólo al Nastic, el colista descendido varias jornadas antes del final de la Liga. Ese dato lo dice todo. Lo más positivo que ha hecho Lotina en la Real (yo me atrevería a decir que lo único, desafiando esos gritos de “Lotina quédate” que ha lanzado la afición durante la temporada) ha estado en el trabajo psicológico. Ha creído en la salvación siempre, o al menos así lo ha dicho, y lo ha transmitido incluso cuando el equipo estaba doce puntos por debajo del 17º, el momento más crítico de la temporada. Incluso se permitía el lujo de afirmar que seguiría en Segunda con la Real, cuando casi todos sabíamos que en cuanto se produjera el descenso se marcharía.

Pero Lotina no ha sabido dar a la Real un estilo de juego. Y es que todavía no sabemos a qué juega el equipo. Nos ha empequeñecido como equipo, y la Real puede ser muchas cosas pero nunca un equipo pequeño. Ha jugado siempre en función del rival o de la situación y eso ha provocado situaciones lamentables, como la de salir a defender ante un Espanyol que, pensando en la UEFA, apenas estaba dispuesto a atacar. Ha tenido mucho miedo en partidos decisivos, especialmente fuera de casa, ante Getafe, Osasuna o Villarreal, aunque también en Anoeta ante Betis, Getafe o Espanyol, por citar algunos ejemplos. No se atrevió entondes a dar el necesario paso al frente y eso lo notaba la grada y el equipo. No ha mantenido nunca lo que daba buenos resultados, especialmente un esquema de dos delanteros, necesario cuando la vida estaba en juego.

Los cambios de posición de los jugadores fueron constantes, y nunca pareció dar con lo más adecuado para cada uno de ellos ni para el equipo, a pesar de que la segunda vuelta fue bastante aceptable en cuanto a los puntos conseguidos, casi nunca con el juego ofrecido sobre el campo. Retrasó a Kovacevic a la mediapunta. Colocó al extremo Estrada de lateral (aunque esto fue por necesidad ante lesiones y sanciones). Rekarte jugó en ambas bandas, sentando a un Garrido que siempre pareció más en forma que los entonces titulares. Juanito pasó del centro de la defensa al mediocentro. Savio y Prieto cambiaron bandas a menudo. Gari acabó en la izquierda, el mismo puesto en el que probó a Aranburu (dijo que jugaba ahí porque no había nadie mejor y luego le mandó al ostracismo) después de años de jugar en el centro. Jesuli jugó de delantero y no por la banda. Demasiado cambio. Nunca hubo un once reconocible.

Termina la temporada y no sabemos si confiaba en Darko (al que ni siquiera llegó a sacar en el derbi ante el Athletic en Anoeta pese a estar en el banquillo) ni de dónde procede esa obstinación en retirarle del campo con resultados adversos. No es entendible la obstinación por sacar a Herrera en vez de a un Díaz de Cerio que ha sido el delantero más goleador. No sabemos por qué sacó a Elustondo cinco partidos y después lo devolvió al Sanse. No sabemos por qué cambió de pareja de centrales cuando mejor estaba Mikel González. No sabemos si quería sacar a Rekarte o si recibió órdenes de no hacerlo para que no renovara. No sabemos por qué no dio confianza a Agirretxe con cuatro delanteros del primer equipo lesionados. No sabemos por qué no ha habido ninguna apuesta ofensiva real ni siquiera cuando todo estaba perdido. No sabemos demasiadas cosas de las que pretendía hacer Lotina. Y por eso Lotina ha fracasado en la Real.

martes, junio 19, 2007

Resumen de la temporada (1): Los jugadores

Finalizada la temporada, y con el mazazo histórico que supone el fracaso de bajar a Segunda, llega el momento de analizar la temporada. Comenzamos este repaso por los jugadores: suspenso generalizado.

1. Riesgo (4)
Fue el gran damnificado del nefasto inicio de temporada, aunque en realidad ningún gol fue culpa suya. Su reaparición en Villarreal por la sanción de Bravo y los dos últimos partidos demostraron su buen nivel. Sigue siendo una buena apuesta para el futuro.

2. Gerardo (3)
Tras un comienzo nefasto, que llevó a muchos a pensar qué hacía en la Real (¡Bakero le colocó incluso de mediocentro!), acabó rehaciéndose y terminó la temporada a buen nivel. Pero insuficiente.

3. Mikel González (4)
Comenzó fatal la temporada, todo un manojo de nervios. Pero tras su partidazo en el Camp Nou se asentó como el mejor de la zaga. Tras ser injustamente expulsado ante el Mallorca, Lotina le sentó y perdió su puesto en el once de forma un tanto sorprendente.

4. Diego Rivas (1)
Horrible. Costó tres millones, algo que la Real sólo se puede gastar en jugadores de gran influencia en el campo, no en Rivas. Mal en el juego ofensivo, mal en el defensivo, mal en casi todo. Sólo un momento de gloria, su gol al Nastic.

5. Juanito (1)
Perdió el puesto de central con justicia por el horrendo inicio de temporada. Lotina le acabó ubicando en el mediocentro. Sin capacidad de crear juego, lo que ofreció fue más contundencia defensiva. Un fichaje extraño en un equipo como la Real, otro más que no cumplió.

6. Labaka (2)
El otro gran damnificado del horrible inicio de temporada. No jugó un solo minuto en la segunda vuelta. Con la llegada de Víctor López, Lotina le convirtió en el quinto central del equipo.

7. Jauregi (-)
De baja toda la temporada, no disputó ni un solo minuto en su última campaña en la Real.

7. Jesuli (1)
Casi intrascendente. Vino como petición personal de Lotina y fue titular desde el principio y hasta que se lesionó. Sólo dejó la asistencia a Gari en el Calderón que valió un punto.

8. Garitano (4)
Le cuesta horrores iniciar el juego de la Real, pero su despliegue defensivo es muy grande. Sería más válido si tuviera a su lado un mediocentro ofensivo tipo Xabi Alonso.

9. Kovacevic (5)
Sólo tres goles marcan demasiado el trabajo de un delantero. Pero la presencia de Darko en el terreno de juego es impagable. Es un delantero de categoría, aunque no esté obviamente en su mejor momento. Lotina nunca pareció confiar del todo en él.

10. Novo (1)
Nula influencia en el devenir de la temporada. Cuando ha estado en el campo (doce partidos, seis de titular), apenas se le ha visto. Nada destacable.

11. Aramburu (2)
Reapareciendo tras su grave lesión de rodilla, ha estado lejísimos de su mejor nivel. En todo caso, es un jugador imprescindible para la Real y sorprendió mucho su suplencia cuando nada de lo que probaba Lotina salía bien.

12. Skoubo (-)
Demasiadas lesiones, cinco partidos y sólo uno de titular. Otra vez se le esperó como fichaje de invierno, pero volvió a recaer de sus dolencias. Quién sabe dónde estaría la Real si hubiera realizado la misma aportación de la temporada pasada.

14. Rekarte (2)
El capitán dejó un gran gol ante el Celta y un muy buen partido ante el Racing, pero lleva años muy lejos de su mejor nivel. Sus frivolidades en defensa ponen de los nervios y ocultan lo bueno que hace en ataque. La polémica de su renovación no ayudó.

15. Ansotegi (2)
Temporada extraña. Empezó de suplente, le quitó el puesto a Juanito y lo perdió ante Mikel González. Después lo recuperó y tuvo algunos partidos con muchos nervios y otros, menos, con mucho temple. Necesita un veterano a su lado para ser un defensa importante.

16. Gari Uranga (5)
Si alguien se dejó la vida en este equipo cuando peor estaban las cosas, ese ha sido Gari. La grave lesión de rodilla le truncó la temporada. Suple sus carencias técnicas con un espíritu encomiable. Pierde mucho cuando juega en banda, como le colocó Lotina.

17. Rossato (-)
Uno de esos jugadores que parece que van a ser mucho más de lo que en realidad son. Apenas dos partidos incompletos antes de su justa salida de la Real.

17. Herrera (1)
Lo deja todo en el campo, pero no tiene calidad ninguna. Ha fallado goles increíbles y ha desesperado a todos. Sólo un momento destacable: el pase a Savio ante el Atlético de Madrid. ¿Qué hace un jugador así en la Real y quién le ha traído? Lamentable.

18. Cifu (-)
Jugó poco más de un tiempo, ante el Sevilla en Anoeta. Ni Bakero ni Lotina confiaron en él y salió de la Real cedido.

18. Víctor López (3)
Ni tan bueno como debería ser para jugar en la Real ni tan malo como para despreciarle del todo. Ha alternado muy buenos partidos con otros de más nervios. Le falta poderío en ataque y comete errores en las marcas a balón parado.

19. Garrido (3)
Inexplicablemente suplente durante buena parte de la temporada, su aparición coincidió con la mejora de la Real. Algún falló decisivo (como el de Pamlona) empaña una temporada irregular, tirando a mala. Anotó su primer gol como profesional.

20. Fabio Felicio (1)
Se marchó de la Real a mitad de temporada sin que supiéramos si era buen o mal jugador. Dejó detalles en su primer partido, en San Mamés. Después, nada. Otro fracaso de fichaje.

20. Savio (7)
El mejor y de largo. Cuando llegó, había dudas sobre su estado físico. Una vez cogió la forma, vimos a un jugador genial, decisivo y que cogió la responsabilidad en los momentos importantes. Cinco goles y dos asistencias en media temporada lo dicen todo. Un crack.

21. Stevanovic (-)
Casi toda la temporada lesionado. Apenas 52 minutos contra el Recre. Seguimos sin ver por qué se le fichó.
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22. Mikel Alonso (1)
Su peor temporada en la Real, casi intrascendente. Ha jugado 17 partidos y no ha dejado casi nada para el recuerdo sobre el terreno de juego.

23. Díaz de Cerio (4)
Al principio, el delantero más entonado. La lesión que sufrió cortó una muy buena progresión. Después no tuvo suerte de cara al gol. Muchísimo trabajo siempre sobre el campo.

24. Xabi Prieto (1)
Mal, muy mal. Es el jugador de más calidad de la plantilla y ésta se ha visto con cuentagotas. Para colmo falló su primer penalti. Los buenos tienen que echarse el equipo a la espalda y él no lo ha hecho. Esfuerzo, todo; influencia, ninguna.

25. Bravo (5)
A contracorriente. Cuando peor estaba el equipo, lo mantuvo a flote con paradas descomunales (para la memoria quedan las dos escuadras que sacó en el Calderón). Cuando mejor estaba el equipo, menos seguro se mostró.

26. Agirretxe (2)
Pocos minutos sobre el campo. Lotina nunca llegó a confiar en él y le dio una media de doce minutos en el campo, a pesar de que llegó a tener lesionados a la vez a Darko, De Cerio y Skoubo. Acabó cedido.

27. Estrada (4)
Debut testimonial ante el Real Madrid y gran aportación en el tramo final de la temporada. Aunque es extremo, se vio obligado a cubrir las bajas en el lateral y después suplió muy bien a Xabi Prieto. Lástima que no marcara. Ocasiones tuvo.

28. Elustondo (4)
Fugaz aparición, sólo seis partidos, del que debe ser uno de los mediocentros de la futura Real. Aunque no contribuyó a ninguna victoria, buen nivel. Su mejor partido, en el Sánchez Pizjuán.

lunes, junio 18, 2007

VALENCIA 3 - REAL SOCIEDAD 3. A Segunda con una afición de Primera

La Real está en Segunda. Es duro escribirlo. Es muy duro, durísimo. Pero es lo que hay. La Real jugará la temporada 2007-2008, la anterior a su centenario, en la categoría de plata del fútbol español. Han sido 40 años en Primera División. Cuatro décadas de alegrías, de títulos, de momentos históricos, de días de gloria. Pero la Historia de un club no se escribe sólo con los éxitos. También con los días de dolor. Como este 17 de junio de 2007 que ya ha pasado a la Historia de la Real. Porque ese día la Real bajó a Segunda. Porque ese día Mestalla pasó a ser uno de los estadios malditos de su largo recorrido. Porque ese día volvió a quedar claro que la afición de la Real es de Primera.

Quienes sentimos a la Real y la llevamos tan dentro no nos sorprendemos de la respuesta de la afición, por mucho que los grandes medios de comunicación lo ignoren. Pero sigue siendo algo digno de admirar y de resaltar lo que han hecho los realistas este año. Dos horas antes de jugarse el partido en el que la Real se fue a Segunda, centenares de aficionados esperaban la llegada del equipo en la puerta 0 de Mestalla para animarles y aplaudirles. Y con ellos una pancarta que resume perfectamente el sentir de los realistas: "En Primera o en Preferente con la Real hasta la muerte". Eso es lo que nos mueve a meternos horas en un autocar, en un tren o un coche para sufrir con el equipo. Porque la afición de la Real es de Primera. Ya quisieran otros equipos que no dejan de presumir de afición.

Durante el partido los ánimos fueron constantes. Es increíble ver cómo centenares de personas se reponen a los mazazos que el Valencia y la radio nos fueron dando durante toda la tarde. El gol del Betis, a diez minutos del final, hizo que salieran las lágrimas. Ya era totalmente imposible que la Real lograra la permanencia. Sólo hubo dos minutos en que se vio cerca, entre el 0-1 de Garitano y el empate de Villa. En esos minutos, un gol del Racing dejaba a la Real en Primera. Pero al final ganaron todos los rivales directos y la Real ni siquiera pudo conseguir la victoria en Valencia. Las lágrimas se mezclaban con los gritos de ánimo. Porque la afición no dejó ni un solo segundo de animar. Nos dejamos la voz, el alma, por unos jugadores que a lo largo de la temporada no han respondido. Y lo seguiremos haciendo.

Es duro ver a los jugadores de la Real destrozados. Sobre el campo, en cuanto escucharon el pitido final, algunos se derrumbaron. Otros lloraron. El equipo se acercó hasta la esquina en la que estaban sus seguidores y les devolvieron los aplausos. "El año que viene subimos otra vez" y "Volveremos, oe, volveremos, oe" fueron los cánticos con los que obligamos al equipo a volver a salir del túnel de vestuarios. Como sucedió en Vigo hace cuatro años. Con las lágrimas en el rostro en ambas ocasiones, aquel día se perdió una Liga y ayer se perdió la categoría 40 años después. Y vale la pena seguir repitiéndolo, porque muchas de las personas que estuvieron ayer en Mestalla jamás habían visto a la Real en Segunda. Eso es Historia.

Muchos nos quedamos a esperar la salida de los jugadores. Vimos a Darko destrozado, sin saber que decir a los aficionados que trataban de consolarle. Vimos a Gerardo fundirse en un abrazo con su hermano Moisés. Vimos a la presidenta De la Peña con lágrimas en los ojos, casi incapaz de despedirse de los aficionados. A Juantxo Trezet, delegado del equipo, triste y emocionado. A todos los jugadores aplaudiendo a los aficionados desde el autocar mientras se alejaba. Momentos duros para un equipo con la Historia que tiene la Real. Pero vendrán tiempos mejores, porque eso es lo grande del fútbol. Y porque somos la Real, el más grande de los pequeños y el más pequeño de los grandes. En Primera, en Segunda o en Preferente.

Y entre toda esta vorágine de lágrimas y sentimientos, hubo un partido. Empate a tres. Muchas casta arriba y mucha fragilidad atrás. Lo de toda la temporada. La Real se marcó dos goles en propia puerta, como haciéndose un guiño de lo nefasta que ha sido la temporada en su conjunto. Y su último gol en esta aciaga campaña, que ya forma parte de la historia más triste del club, ni siquiera lo anotó un jugador de la Real. Fue en propia puerta. Al menos el equipo nos dejó el coraje suficiente para buscar una victoria que, al final y como última nota cruel de la temporada, no habría servido para seguir en Primera. El partido ya no importa. Importa lo que deja. Tristeza y desolación en la Real. Es duro, muy duro. Verlo y vivirlo así. Con una afición que pone la piel de gallina. Somos de Primera y siempre lo seremos.

(Nota: este viaje a Valencia me deja un motivo de satisfacción que debo a este blog. Me ha permitido conocer en persona a uno de los habituales de este pequeño espacio realista, que firma sus comentarios como Luis. Y a un grupo estupendo de realistas a los que espero volver a ver en el futuro)

sábado, junio 16, 2007

PREVIA Valencia - Real Sociedad. Ganar o morir

Última estación (domingo, 17.00 horas, Mestalla, PPV). Aquí los sueños se cumplen o se mueren. Está muy difícil. Muchísimo. Pero queda una posibilidad de que la Real se quede en Primera División y a ella hay que agarrarse con fuerza. Lo más importante es que el equipo txuri urdin gane su partido ante un Valencia que ya no se juega nada, y que sólo tiene disponibles 13 jugadores de la primera plantilla, y después esperar lo que suceda en otros campos. Tan importante será lo que se vea en el césped de Mestalla como las noticias que lleguen de otros campos.

Si la Real consigue encarrilar su partido, todos estaremos pendientes de lo que haga el Celta en Balaídos ante el Getafe, el Betis contra el Racing en El Sardinero y el Athletic en San Mamés ante el Levante. La Real debe sobrepasar a dos de estos tres equipos si quiere seguir en la máxima categoría del fútbol español. Quien peor llega a este tramo final es el Betis, el Athletic está teniendo muchos problemas en San Mamés para sacar adelante sus partidos y el Celta, al que muchos daban por descendido hace dos semanas, cuando perdió en Anoeta, sigue vivo y su rendimiento es una incógnita.

Sólo en seis de las combinaciones posibles de resultados se salva la Real. Sobra decir que es imprescindible la victoria realista en Valencia. También es casi obligada la derrota del Betis en Santander, ya que en todos los casos en que la Real se quedaría en Primera se contempla un 1 en ese partido (aunque no en todos baja el Betis). A partir de ahí, la salvación se logra si gana el Athletic y empata el Celta; si ambos empatan; si pierde el Athletic y empata el Celta; si gana el Athletic y pierde el Celta; si empatan los bilbaínos y los celtiñas caen derrotados; y si los dos pierden.

El equipo que sacará Lotina en Mestalla no será muy distinto del que jugó hace una semana en Anoeta ante el Racing de Santander. Darko Kovacevic, en el que podría ser su último partido con la camiseta de la Real, es duda por unas molestias en la espalda que ha arrastrado desde ese encuentro, aunque todo indica que jugará. Se ha especulado también con la posibilidad de que Lotina sacrifique uno de los dos delanteros y salga con tres mediocentros. Alonso y Aranburu podrían tener así la oportunidad de entrar en el equipo. La verdad es que ya no hay mucho que perder y no se entendería un planteamiento conservador.

Otra vez más, la afición volverá a dar una lección y acompañará a su equipo en Valencia. Unos 500 realistas estarán en las gradas de Mestalla. Saben, sabemos, que es el día señalado. El domingo a las siete de la tarde la Real habrá logrado el objetivo de seguir en Primera División o habrá bajado a Segunda 40 años después de abandonar la categoría tras aquel partido de Puertollano. No hay más estaciones en este recorrido. Es la hora de la verdad. Esta es la auténtica final, el único partido en el que no podemos hablar de reponernos más adelante. Ganar o morir.

La Real esta temporada ha respondido cuando tenía el agua al cuello. Cuando más fácil lo ha tenido es cuando no ha conseguido los resultados que necesitaba. Fuera de casa dejó pasar los trenes de Montjuic, de Getafe y de Pamplona. Este no lo puede dejar pasar. Hay fe en la Real, sobre todo en Lotina y en jugadores como Savio (que ya ha dejado claro que volverá a tirar un penalti si se da la situación) o Garitano (que ya se salvó en una situación similar en Segunda con el Eibar). Lo realmente duro de esta dramática jornada es que la Real no depende de sí misma.

La situación del Valencia, insultado en un entrenamiento por varios seguidores radicales, seguro que no ayuda mucho, pero es que ya no hay más. Todos los asuntos extradeportivos suelen distraer a la Real, como ya pasó en Pamplona, pero esta vez no se pueden permitir este lujo. Hay que ganar el partido. Y si hay que bajar, bajaremos. Pero con el orgullo de ser de la Real.

El partido de la primera vuelta dejó muy mal sabor de boca. El Valencia ganó 0-1. Villa anotó de falta directa, en una de las muchas oportunidades que le dio la Real en esta suerte durante la primera parte. Pero aquel día, el equipo txuri urdin dio la talla. Jugó bien al fútbol y tuvo ocasiones de gol muy claras. Savio debutó en la Real y lanzó una falta a la madera, además de tener otra oportunidad clamorosa de hacer gol. Hubiera sido el debut soñado, pero no pudo ser. Un partido frustrante.

La Real 2005-2006 hizo uno de sus mejores partidos fuera de casa en Mestalla. Perdió 2-1 en la quinta jornada de Liga, con Amorrortu todavía como entrenador. Aimar puso en ventaja a los valencianistas y el gol de Villa nada más empezar la segunda parte parecía definitivo. Pero nada más lejos de la realidad. La Real se puso a jugar al fútbol, sobre todo gracias a Prieto, Nihat y Kovacevic, y recortó distancias con un gol del turco. Con el Valencia encerrado en su área, Cañizares hizo dos paradas antológicas que impidieron que la Real puntuara.

(Nota: Una vez más, yo voy a ser uno de esos cientos de seguidores que han seguido a la Real en esta temporada de sufrimiento. Estaré en Mestalla y la crónica del partido la podréis leer el lunes por la mañana).

miércoles, junio 13, 2007

¿Y si el sueño todavía es posible...?

Todas las temporadas que la Real ha sufrido por mantener la categoría ha habido un día, un solo día, en el que he visto a este equipo en Segunda División. El año pasado fue en el primer partido de Bakero, en Getafe. Con Toshack fue cuando el Tenerife de Clemente ganó 0-2 en Anoeta. Este año no ha habido sólo un día. Ha habido nada menos que cinco, reflejo del durísimo año que ha tenido el equipo y la afición. Vi la Segunda División como una realidad tras la derrota en Anoeta frente al Athletic. Con la victoria del Real Madrid en San Sebastián. Cuando el Depor se llevó los tres puntos de Anoeta. Tras el palo que nos llevamos de Pamplona. Y cuando ese maldito penalti nos impidió ganarle el domingo al Racing.
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Pero ahora me repongo por última vez esta temporada. No queda más que una final, el domingo y en Valencia. ¿Y si todavía es posible que el sueño de la permanencia se haga realidad? A veces los sueños se cumplen. La Real es un equipo de Primera, su lugar está ahí, baje o no. Y quizá este domingo veamos cómo el sueño de seguir ahí se hace realidad. Ya sé que es casi imposible, que se tienen que dar tres resultados favorables, que el año ha sido tan nefasto que lo normal es que el equipo descienda y que las cosas se vienen haciendo realmente mal desde hace años. Pero el objetivo sigue ahí.
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"Tengo muchísimas ganas de que llegue el domingo, de que logremos una victoria y que el equipo se salve. Soy muy optimista. Espero que tengamos algo guardado para ese último día. Confío mucho en nuestras opciones, en mis compañeros. Hay que ir a Valencia con todo porque, ¿por qué no va a perder el Celta en casa y por qué no va a perder el Betis en Santander?”. Eso es lo que dijo Savio ayer en rueda de prensa. El mismo Savio que salió de Anoeta el pasado sábado aclamado por la afición de Anoeta, tal y como merecía. Porque de Savio no nos va a quedar un penalti fallado. Si finalmente se va, nos va a quedar el recuerdo de un inmenso jugador que lo ha dado todo por un equipo moribundo. Y si un jugador que lo ha ganado todo viene a San Sebastián dispuesto a salvar a la Real, ¿por quyé no va a ser posible?
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Lotina tuvo ayer un gran gesto. Salió a la sala de prensa para pedir que sigamos creyendo. “Toda vez que el domingo nos lo jugamos todo en Valencia quiero comentar que, para mí, más que un milagro es un sueño salvar a la Real. Por eso quiero que me ayudéis, que me echéis una mano para lograr este sueño. Sé que las estadísticas, que alguna razón tendrán, dicen que tenemos un 7,4% de posibilidades de salvarnos pero mi obligación es que el equipo vaya a Valencia como si tuviéramos el 98% de posibilidades. Ésta es mi misión esta semana y me gustaría que entre todos preparásemos bien el ambiente de este partido, para que luego no nos arrepintamos de no haberlo hecho. El domingo a las cinco tenemos que salir como si tuviéramos el 98% de posibilidades y debemos prepararlo bien porque es un sueño que tengo y que está ahí”, dijo.
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Yo voy a creer. Me quedan cinco días para creer y un viaje a Valencia para soñar. El domingo, que suceda lo que tenga que suceder. Con la Real estaré siempre.

lunes, junio 11, 2007

Mi quiniela para la salvación (y 5)

Hemos llegado vivos a la última jornada, pero con pocas opciones de seguir en Primera. Soy un eterno optimista cuando se trata de la Real, pero lo más probable es que el domingo a las once de la noche, este equipo esté en Segunda División. Sólo queda agarrarse al milagro, pero es un milagro muy complicado ya. Son muchos los resultados que se tienen que dar y, además de la mala temporada que ha hecho el equipo, la suerte no suele acompañar tantas veces.

Es obvio decir que es imprescindible que la Real gane su partido. Y se necesitan dos resultados más: que el Celta no gane su partido y que el Betis pierda el suyo. Es decir, que de los resultados originales que puse hace ya unas cuantas semanas habría que cambiar, además del de la Real (contaba con sendas victorias en Pamplona y ante el Racing y derrota en Mestalla), sólo el del Celta. No tengo dudas de que el Athletica ganará al Levante en la última jornada y no se verá inmerso en los posibles empates y el Levante se salvó con su victoria ante el Valencia.

En cualquier caso, estas son las posibilidades de que la Real se quede en Primera. 37 puntos es ya el techo de nuestro equipo. El Celta tiene que empatar para quedarse en esa cifra, mientras que el Betis y el Athletic tendrían que perder. Sin duda, lo más complejo y lo que más condena a la Real es el rival del Celta. Los gallegos reciben en Balaidos al Getafe, equipo que no sólo no se juega nada sino que además estará pensando en la final de Copa del Rey que tendrá unos días después. Perder este domingo con el Nastic en casa no ha dado muchas esperanzas de que salgan en Vigo con ganas reales de ganar el partido.

La Real se salvaría en todos los triples empates, salvo que sea con el Betis y el Athletic y el Celta supere a estos tres equipos (es decir, victorias de Celta y Real, derrotas de Betis y Athletic; ahí bajarían realistas y béticos). Pero no hay resultados imprescindibles para que la Real siga en Primera. Si el Celta gana y pierden sus otros dos rivales, ese triple empate mandaría a Segunda al Athletic. Ya es un sueño, pero al menos tenemos ese sueño. Hay que cantar al menos un gol de la Real y, radio en el oído, esperar una ayuda de Levante, Getafe y Racing de Santander. En una semana sabremos cuál es el destino de la Real. Y, por supuesto, estaré en las gradas de Mestalla para vivirlo.

Jornada 38
Nastic - Barcelona 2
Celta - Getafe x
Racing - Betis 1
Valencia - Real Sociedad 2
Athletic - Levante 1
Osasuna - At.Madrid 2
-
Clasificación final
14. Osasuna 44
15. Levante 42
16. Athletic 40
17. Real Sociedad 37
18. Betis 37
19. Celta 37
20. Nastic 28

domingo, junio 10, 2007

REAL SOCIEDAD 0 - RACING 0. Desenlace cruel y a esperar un milagro

Lo de ayer fue cruel. Hace unos meses, muy pocos apostaban por una Real con opciones de salvarse en la última jornada. Muchos pensaban que a estas alturas la Real ya estaría descendida. Y lo pensaban seguramente con motivo. Llevamos meses soñando con que el objetivo de seguir en Primera División era posible. Se cimentó en tardes como las victorias ante el Atlético de Madrid y, sobre todo, ante el Celta. Pero esta Real no ha ganado los partidos señalados. Son varios ya los días que todos hemos pensado que la Real daría el golpe definitivo sobre la mesa. Y ese golpe no llegó en ningún día.

Ayer, Anoeta se volcó en cantar los goles de Osasuna al Betis. Del Villarreal al Athletic. Y se quedó con las ganas de cantar el gol que más ansiaba. El de la Real. Porque un gol me habría llevado a escribir hoy que nos salvábamos seguro. Pero al no llegar ese gol, la sensación es la opuesta. Es ya casi seguro que la Real jugará el próximo año en Segunda División, una categoría que no hemos visto una gran parte de los aficionados en nuestras vidas y que el equipo no pisa desde hace 40 años. Sí, queda el milagro, quedan las matemáticas, pero ahora mismo lo que se ve es que la Real ha engordado para morir. Ha nadado, ha nadado mucho, pero no va a alcanzar la orilla.

Y digo que lo de ayer es cruel precisamente por eso. Si la Real ha llegado viva al final de la temporada ha sido por un par de jugadores. Sobre todo Savio. El brasileño se ha convertido en sólo unos meses en el ídolo de Anoeta, un ídolo como hace tiempo que no tenía. Y lo ha hecho porque ha dado la cara en todo momento. Ayer la dio. Cogió los galones en la segunda parte y se lanzó al ataque. Y cogió el balón para lanzar el penalti cuando quedaban sólo dos minutos. Lo cogió como el enorme jugador que es. Y falló. El fútbol fue cruel con el jugador al que más le debía.

No he visto nunca un segundo de silencio tan doloroso como ese en Anoeta. El penalti lo falla sólo quien lo tira. Y Savio decidió tirarlo. No importa lo bien que hablemos los aficionados o los periodistas de él. Era imposible consolar su llanto al final del partido. Ni siquiera con miles de personas en Anoeta coreando su nombre seguramente por última vez. Rekarte, tras uno de los mejores partidos de los últimos tiempos (salvedad hecha de un regate en el área propia), ejerció de capitán y se acercó a consolarle. Sólo él tuvo fuerzas para lanzar unos aplausos a la grada. Darko Kovacevic, seguramente después de jugar su último partido en Anoeta, no forzó la situación y se marchó el primero a los vestuarios. La gente está con él y él con la Real. Siempre.

Ya no importa si la Real jugó bien o mal, si Lotina acertó o se equivocó, si los jugadores han dado o no la cara. La Real no ganó el partido que tenía que ganar. Como tampoco ganó en Pamplona, en Getafe o en Montjuic. Oportunidades de oro que, en una temporada tan nefasta como ésta, no se pueden dejar pasar. Y la Real las ha dejado pasar. Una tras otra. Ayer la sensación sobre el campo fue otra. No hubo desidia, hubo compromiso. Los goles en los demás partidos espolearon a la grada, también a los jugadores que, esta vez sí, se dejaron la vida sobre el campo. Pero no bastó. Era casi imposible de creer que todo saliera bien en la jornada, menos la victoria de la Real. Pero así fue. Y ya sólo queda agarrarse al milagro.

Al milagro o al dinero, porque visto el nivel de los profesionales de esta sobrevalorada Liga, parece que un puñado de millones valen más que el escudo que llevan sobre su corazón. No tengo nada que objetar a que el Racing intente ganar el partido, como no lo tenía a que Osasuna hiciera lo propio. Es más, me parecería indignante que un deportista no saliera a un terreno de juego para ganar. Pero lo que es insultante es la forma en que actuaron algunos jugadores del Racing. Perdiendo tiempo ya desde la primera parte por un miserable punto, que sólo beneficiaba a nuestros rivales directos en esta carrera por la vida. Provocando a los jugadores de la Real. Demorando el lanzamiento de penalti e incluso pisoteando el punto en el que Savio colocó después el balón.

Mientras en otros campos se asaltan los palcos o el cesped, en Anoeta la gente se rindió al esfuerzo de sus jugadores. Demostró una categoría que muy pocos tienen. Insisto, sobre todo ante Savio, al que tribuó una inmensa ovación que podría ser de despedida. Los realistas dimos un espectáculo brillante y emocionante, de esos que hacen sentirse a un aficionado orgulloso de ser de su equipo. Nos iremos a Segunda, pero siempre con la cabeza muy alta. Porque siempre seremos un equipo de primera.

Sí, tuvo ocasiones la Real para ganar, sobre todo ese maldito penalti que no vamos a olvidar nunca si finalmente la Real baja y un cabezazo de Ansotegi al larguero. Pero no hubo gol. Y eso nos condena a una última jornada cruel, agónica y con un sueño casi imposible al final. Ver a los jugadores tirados en el suelo al final del partido me recordó a la sensación tras el partido del Valencia en la temporada del subcampeonato. Nada había acabado, pero los jugadores sabían que aquel día se les escapó el título. Ayer se les escapó el sueño de la salvación. Salvo que un milagro lo remedi.

viernes, junio 08, 2007

PREVIA Real Sociedad - Racing. El día más temido o la oportunidad de seguir soñando

Ya sí que no hay vuelta atrás. La Real juega el partido más temido de sus últimos 40 años (sábado, 21.00 horas, Anoeta, PPV), aquel en el que el descenso a la Segunda División se puede convertir en una amarga realidad. Mirando el vaso medio lleno, este es el partido que puede llevar viva a la Real a la última jornada, el partido que puede permitir al equipo y a los aficionados seguir soñando con el objetivo de seguir un año más en Primera. Lo malo es que la situación ha llegado tan al límite que la mayoría ve este partido más como el día más temido. Habrá que esperar hasta las once de la noche del sábado para saber qué sensaciones nos deja.

La Real contará con una baja muy destacada para este partido, la de Xabi Prieto, con molestias en el tendón de Aquiles. Lo normal es que su puesto lo ocupe Dani Estrada. El resto de la alineación es, en principio, una incógnita. A falta de que el propio Lotina hable sobre el once en su rueda de prensa de hoy, podría haber sorpresa incluso en la portería. Bravo ha estado diez días fuera con su selección y la última vez que eso sucedió no tuvo una actuación afortunada en su regreso con la Real. El Racing, que ya no se juega nada (aunque los rumores de primas han envuelto también al conjunto cántabro), llega a San Sebastián con medio equipo titular ausente. Sobre todo, faltará Zigic. Los cántabros son uno de los equipos que mejor se le dan a la Real en Anoeta. Ojalá esta estadística no se rompa justo ahora.

Lo extradeportivo, en todo caso, está marcando demasiado los días previos a este partido. La convocatoria de la Junta de Accionistas, la dimisión de Fuentes, las posibles despedidas de Darko y Rekarte (el lateral confirma hoy en una entrevista en El Diario Vasco que es su último partido en Anoeta; el delantero está dispuesto a esperar una oferta de la Real para jugar incluso en Segunda) y la decisión del colectivo de pequeños y medianos accionistas de promover una pañolada al placo en todo momento que no haya jugadores sobre el campo pueden pesar en Anoeta. Y eso no es nada bueno. En todo caso, los jugadores volverán a tener el apoyo de un estadio que rozará de nuevo el lleno. Sea para ver el milagro, sea para ver el último encuentro en Primera, merece la pena estar allí.

Si la Real pierde, estará ya en Segunda División. Si empata, necesita que el Betis y el Athletic pierdan sus partidos. Incluso si hay una victoria realista se podría producir el temido descenso. Si estos dos rivales ganaran también sus encuentros mantendrían la distancia de cuatro puntos con respecto a la Real y serían inalcanzables. Como los empates a puntos benefician la mayoría a la Real, lo mejor que le puede pasar al equipo txuri urdin, además de ganar su propio partido, es que el Betis empate con Osasuna, que el Athletic pierda en Villarreal y que el Celta gane al Atlético de Madrid, quizá lo más difícil. Lo que haga el Levante es casi indiferente para la Real, pero en todo caso una derrota y su implicación en empates múltiples podrían también acabar beneficiando.
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El partido de ida no lo resolvieron ni Real ni Racing con su juego, bastante insulso durante los 90 minutos. La clave del encuentro fue el árbitro, Álvarez Izquierdo, que en el último minuto del partido decidió poner en bandeja los tres puntos al Racing, al pitar un penalti inexistente sobre Zigic. Le dijo a los jugadores realistas que lo pitó "por reiteración" en una inusitada interpretación del reglamento. Garay lo transformó en el único gol del encuentro. La Real apenas tuvo ocasiones de gol en todo el partido, aunque Lotina dijo que vio más cerca la victoria que la derrota.
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Tampoco ofreció mucha calidad el partido jugado en Anoeta la pasada temporada. Decidió un golazo de Mark González, un precioso empalme desde fuera del área, cuando apenas quedaban cinco minutos para que acabara el partido. Quedaban sólo seis jornadas para el final de la Liga y la Real, ya con Bakero en el banquillo, necesitaba ganar a un rival directo en la lucha por la salvación, al que adelantó con esta victoria. Con estos puntos, el equipo realista, que venía de empatar en el Bernabéu, sumaba siete de los últimos nueve puntos en juego. Serían diez de doce, con la siguiente victoria en el campo del Villarreal. Aquel día, la salvación se veía más cerca.