viernes, diciembre 27, 2013

Diez momentos inolvidables para la Real en 2013

Se acaba un 2013 memorable y es hora de recordar todo lo que ha marcado el devenir de la Real en el año que ahora termina. Un año de triunfos importantes, de debates interminables, de enormes lecciones de la afición y de algunas decepciones. De momentos felices combinados con alguno también complicado. Un año que ha llevado de nuevo a la Real a Europa después de una década de ausencia, y que en la Liga ha devuelto al conjunto txuri urdi al lugar que por historia ha de disputar siempre, el que permite luchar por objetivos importantes. Ha habido muchos más, pero, buenos y malos, estos son lo diez momentos que más han marcado a la Real en los últimos doce meses

· La memorable remontada al Barcelona
Chory hizo los dos primeros. Después llegó el de Agirretxe.
Con una Real en alza, Anoeta recibió al casi todopoderoso Barcelona, que acumulaba 18 victorias y un empate en una primera vuelta descomunal. Pero llegó al estadio donostiarra en la víspera de San Sebastián, y el santo ayudó a la Real a lograr una victoria memorable en la que pocos creían cuando en el minuto 24 el resultado era de 0-2. Chory Castro recortó distancias antes del descanso y sembró la duda en el equipo blaugrana. El uruguayo hizo el 2-2 ya en la segunda mitad, culminando unos minutos de vendaval txuri urdin que se habían llevado por delante a Piqué, cuya expulsión forzó Vela con categoría. Y en el último instante Agirretxe se coló entre la defensa para hacer el 3-2, a pase de Carlos Martínez, firmando la mayor remonada de la historia realista y salvaguardando otro año más el inigualable récord de 32 jornadas sin perder que firmó aquella Real campeona sin corona de 1980.

· El último derbi en San Mamés, txuri urdin
San Mamés, profanado para siempre. La afición, feliz.
El fútbol es pasión y dentro de esa pasión la rivalidad regional es esencial. Por eso es tan importante que en todos los libros de historia que se escriban desde ya figure que el último derbi en San Mamés se lo llevó la Real. El Athletic lo intentó, incluso se adelantó a la media hora con un gran gol de Ibai Gómez, pero tuvo que claudicar, hincar la rodilla en el suelo y reconocer la aplastante superioridad txuri urdin. Griezmann hizo el empate casi a renglón seguido y mandó callar a San Mamés con el aplomo de los grandes. En la segunda parte llegó el éxtasis. Agirretxe hizo el 1-2 aprovechando un error de Raúl y Vela hizo el tercero tras una formidable jugada entre Xabi Prieto y Zurutuza. Ambos goles se celebraron en una preciosa comunión con la hinchada en una de las esquinas de San Mamés. La demolición del ya desaparecido estadio bilbaíno empezó aquel día, cuando escribió el nombre de la Real como último vencedor de un derbi jugado allí.

· Victoria clave ante el Valencia
Descomunal partido de Agirretxe ante el Valencia.
Mediada la segunda vuelta de la Liga, empezó a parecer claro que la cuarta plaza, la última que daba acceso a la Champions League, se la iban a jugar la Real, el Málaga y el Valencia. Tras apabullar 4-2 al equipo andaluz, el equipo txuri urdin recibió al valenciano en un partido que casi parecía una final. La Real remontó el tanto inicial de Soldado y se puso con 3-1 gracias a Iñigo Martínez, Chory Castro y Agirretxe. Pero el Valencia recortó distancias con un gol de Jonás y el final fue, por utilizar un eufemismo que se queda corto, muy intenso. La Real sufría, Anoeta animaba al borde del infarto para mantener una victoria vital. Y entonces, en el último minuto apareció Agirretxe para coronar un partido prodigioso. Peleó un balón en el centro del campo, emprendió una galopada imposible con 90 minutos de descomunal esfuerzo ya en sus piernas y cerró el partido con una preciosa vaselina que dejó inmóvil a Diego Alves. Pocos goles se han celebrado tanto en Anoeta. La Champions parecía conseguida.

· Xabi Prieto y el corazón de la Real
El grito de rabia de Xabi Prieto tras el empate a tres.
Una absurda derrota en Getafe y un desesperante empate en Anoeta ante el Granada, sumados a un sprint final espectacular del Valencia complicaron la cuarta plaza. A dos jornadas para el final, había que igualar los resultados del Valencia para asegurar esa plaza gracias al average particular. Pero el Real Madrid, con su temporada acabada, complicó el futuro. La Real generó innumerables ocasiones de gol en un partido sensacional, pero el Madrid fue ganando durante todo el partido. Cuando en el minuto 79 Khedira hizo el 2-3, la clasificación para la máxima competición continental pareció esfumarse. Pero la Real nunca se rindió. Siguió empujando. Con todo el corazón, con toda el alma. Incluso sabiendo que la victoria del Valencia hacía que un punto no fuera suficiente. Y fue en la última jugada del partido cuando Xabi Prieto hizo el empate a tres. Se introdujo con el balón en la portería. Un balón que empujó con el corazón. No valía entonces para conservar la cuarta plaza, pero fue un acto de justicia y una chispa de esperanza vital.

· Riazor culmina el regreso a la Champions
Una foto histórica de un equipo grande.
La clasificación para la Champions llegó en Riazor, en un día de contrastes. La felicidad de la Real chocó con la tristeza de un Deportivo que con el 0-1 final se fue a Segunda División. El equipo txuri urdin llegó a La Coruña sabiendo que el Valencia tenía que pinchar en Sevilla, donde la Real había ganado por 1-2 un par de semanas antes. Cuando el equipo che se adelantó en el marcador, todo parecía perdido. Pero Griezmann puso el 0-1 en el marcador de Riazor y a partir de ahí el panorama cambió. Mientras la Real luchaba por mantener su victoria, Negredo firmó una sensacional actuación, la última con la camiseta del Sevilla, y firmó cuatro goles, ganándose un hueco para siempre en el corazón del aficionado txuri urdin. Hubo que sufrir hasta el final. Un empate del Depor habría ahondado en el drama, porque habría dejado quinta a la Real y no habría salvado al equipo coruñés. Pero al final hubo fiesta en Riazor. Fiesta realista.

· La huida de Illarramendi
Illarra derramó lágrimas en su despedida.
Si había un jugador de entre los que forman la hornada más joven de la Real que llegó a Champions en quien la afición realista tenía confianza plena por su fidelidad, ese era Illarramendi. Y, sin embargo, fue el único que se bajó del barco, el que prefirió fichar por el Real Madrid para, de momento, jugar un papel muy secundario y no disputar la Champions League con el equipo de toda su vida. Su huida debilitaba enormemente al equipo en una temporada mucho más exigente que las anteriores, hacía que las cláusulas de 30 millones, cifra estándar en los contratos de la Real, se mostrasen insuficientes y, sobre todo, abrió una herida en la ilusión realista por los suyos. Si Illarra era capaz de irse así, a la primera y con poco más de medio centenar de partidos de txuri urdin, ¿qué podría motivar a sus jóvenes talentos a quedarse? Los daños de esa herida todavía están por verse. Lloró al irse. Tal era la herida, que no todos le creyeron.

· Griezmann eleva a los altares la vuelta a Europa
Griezmann, una tijera para la historia.
Gerland. Minuto 17. Vela busca en la línea de fondo un pase largo de Zurutuza y cuelga el balón al área. Allí, Griezamnn se eleva. La gravedad no existe. La dificultad, tampoco. Su tijera es perfecta, de una bellísima plasticidad. Su pie izquierdo conecta con el balón en lo más alto, tocando casi el cielo. Y nadie puede evitar que la pelota se introduzca en la portería. La Real vuelve a Europa con un golazo descomunal, en un campo que en la última década ha sido testigo de derrotas de grandes equipos a manos del Olympique de Lyon. Después Seferovic hizo el 0-2 con otro espectacular disparo lejano y en la vuelta, en Anoeta, Vela hizo dos goles más para certificar el pase a la fase de grupos de la Champions League. Pero fue ese instante congelado en el tiempo, el de la ingravidez de Griezmann, el que se grabó para siempre en la memoria de todos los realistas porque fue la mejor carta de presentación, un golpe sobre la mesa y una demostración del potencial de este equipo.

· La lesión de Granero
Granero, marchándose lesionado en su sexto partido.
Esteban Granero simbolizó mejor que nadie la ilusión y la desilusión que se extendió en los primeros compases de la temporada. Su fichaje, para compensar la fuga de Illarra, fue muy bien recibido. Un gran refuerzo para el centro del campo y un jugador que desde el primer día se ganó el cariño de la gente con su actitud. Pero en su sexto partido se rompió. La tan temida lesión de rodilla que obliga a estar seis meses lejos de los terrenos de juego. Su desgracia llegó en el primer partido de la triste fase de grupos de la Champions, ante el Shakhtar en Anoeta, en un choque que acabó con una derrota que probablemente tuvo una influencia decisiva en el mal caminar de la Real en esa competición. Y fue un golpe monumental, otro, a esa ilusión con la que se inició la temporada. Era el refuerzo necesario para que la maquinaria realista no notara la ausencia de su cerebro y apenas estuvo 252 minutos sobre el campo. Aún le esperamos antes de que acabe su cesión.

· Los 6.000 de Manchester
Otra enorme lección de la afición realista.
La ilusión que despertó la clasificación para la Champions encontró su manifestación más hermosa en el más bonito de los campos que hubo que visitar, Old Trafford. Tras hacer cola durante algunas noches en Anoeta, unos 6.000 aficionados estuvieron allí, dando una de maravillosa lección de cómo hay que animar a un equipo, una de las muchas que los hinchas realistas han dado en los últimos años en la división que sea. Sin incidentes y con toda la ilusión del mundo. Aunque la realización televisiva no se dignó a ofrecer ni un solo plano de ellos, estaban allí. Animaron a un equipo que salió demasiado impresionado por el escenario, recorrió las calles de Manchester en una inolvidable kalejira y el presidente del club inglés felicitó a Jokin Aperribay por el sensacional comportamiento de la afición txuri urdin. Incluso obligaron al equipo a salir de los vestuarios para escuchar sus víctores. "We are Champions League", cantaban. Y lo eran. Lo somos.

· Cuatro goles de Vela al Celta
Nada menos que 18 años después de que Kodro firmara cuatro goles en el 5-2 al Tenerife de la temporada 1994-1995, otro jugador realista emuló la hazaña de batir en cuatro ocasiones a un portero rival. Fue Carlos Vela ante el Celta, además protagonizando una remontada memorable. El mexicano adelantó a la Real en el arranque del partido, rematando un centro desde la línea de fondo de De la Bella. El Celta le dio la vuelta al partido y se puso nada menos que con un 1-3. Pero la Real, liderada por Vela, reaccionó a lo grande. El 2-3 llegó de cabeza, tras el lanzamiento de esquina de Chory. Vela llegó al hat trick anotando en posición antirreglamentaria, pero Muñiz Fernández dio validez al tanto. Y el cuarto, el póker, la remontada y la victoria, lo logró Vela colocando el cuerpo de forma maravillosa delante de su marcador para poder batir a placer al guardameta del Celta. Antes de Vela, sólo siete realistas habían metido cuatro goles en un mismo partido.

domingo, diciembre 22, 2013

GRANADA 1 - REAL SOCIEDAD 3 Así se acaba un gran año

Otra victoria de la Real.
Viendo el estado de forma de la Real y los logros que ha conseguido el equipo ahora de Jagoba Arrasate, 2013 no podía acabar de otra manera. El equipo txuri urdin ganó 1-3 en Granada y dio un nuevo salto en la clasificación. La Real ya es quinta, superando al Villarreal, y con estos tres puntos terminó de presentar su candidatura a repetir la cuarta plaza de la temporada pasada, asumiendo que los tres primeros son ya inalcanzables. La victoria de hoy ha tenido dos protagonistas esenciales, que son sin duda los dos mejores jugadores de este equipo y los que están tirando del carro desde hace algunas semanas: Griezmann y Vela. Y cuando el resto del equipo acompaña, aunque sigan viéndose algunos desajustes defensivos, lo normal es que el equipo realista siga sumando de tres en tres. Así se acaba un gran año, con otra victoria más, y ya van ocho en esta temporada, con tres goles más y muy buenas sensaciones.

Lo que la Real hizo bien desde el principio, con lo más cercano al equipo tipo que le permitieron las bajas a Arrasate, fue tomarse el partido en serio. Los primeros minutos fueron claramente del Granada en cuanto a la posesión, pero costó mucho que los dos equipos lograran alguna ocasión de gol. De hecho, los porteros tardaron muchísimo en intervenir, tanto como los delanteros en generar algo de peligro. En esos primeros minutos, a la Real le costó mucho sacar el balón jugado desde atrás, por problemas propios y también porque el Granada comenzó el partido con una excesiva agresividad que Clos Gómez consintió, con sólo una tarjeta amarilla, ya en los últimos minutos de la primera mitad, a Brahimi por una dura patada a Carlos Martínez. El primer damnificado fue Xabi Prieto, que sufrió un clarísimo pisotón que le propinó Iturra. Aún así, poco a poco el mando del partido lo fue asumiendo el equipo txuri urdin.

Es verdad que el Granada se acercó a la portería de Bravo primero, con un centro chut desde la banda derecha de su ataque. Carlos Martínez cerró bien el centro, pero se fue envenenando tanto que el chileno tuvo que intervenir. La respuesta de la Real fue inmediata, con un disparo de Griezmann que repelió Roberto. En el intercambio de golpes, mandaba la Real. Markel estuvo muy cerca de anotar su primer gol con el primer equipo, con un disparo lejano que también despejó el guardameta del Granada. Y casi a renglón seguido llegó el primer gol del partido. Un balón al hueco de Griezmann encontró el sensacional desmarque de Vela, que supo adelantarse a la salida de Roberto. Un buen gol generado por dos grandes jugadores en forma. La jugada, por cierto, le pudo costar más que una tarjeta amarilla a Roberto, que salió alocada y violentamente para evitar que el mexicano marcara, recriminándole absurdamente que había un jugador local en el suelo. Clos Gómez se inhibió.

Quizá lo más negativo de la Real en la primera parte es que no consiguió que su ventaja fuera definitiva. El Granada, de hecho, empató más bien rápido, en apenas ocho minutos. Y en una jugada que pareció bastante evitable. Piti salió bien de un recorte y enganchó un disparo muy lejano que sorprendió a Pardo, que le dio demasiados metros, y a Bravo, a quien el balón superó por encima. Un gran disparo que además hizo un extraño, pero pareció parable. Bravo, en todo caso, ya había advertido a su defensa de cierta dejadez a la hora de cerrar los disparos lejanos. Y en el otro lado de la balanza, la Real volvió a demostrar carácter, porque de ahí, en el minuto 37, hasta el final de la primera mitad, sólo pudo marcar el conjunto txuri urdin, Y de hecho, lo hizo. Vela tuvo antes una ocasión espléndida, rematando en el segundo palo una peinada de Ansotegi. Roberto hizo un paradón, uno más. El 1-2 llegó en un balón a Agirretxe, la defensa consiguió despejar pero Griezmann entró como una exhalación para conectar un disparo sensacional.

Las dudas del Granada en defensa invitaban a pensar en una segunda parte en la que la Real aprovechara los espacios, pero le costó sacar opciones a pesar de que, además, las dejó el equipo local para lanzarse a por el empate. Los porteros, en todo caso, evitaron goles en los primeros minutos. Primero fue Roberto, después Bravo. Esos primeros minutos de la segunda mitad fueron un intercambio de golpes muy intenso, de enorme ritmo y con menos interrupciones que en la primera mitad. El Granada tomó el mando, con una Real más replegada, y El Arabi lanzó fuera la ocasión más clara. La respuesta de la Real, un cabezazo cruzado de Griezmann tras un sensacional centro de José Ángel, que hizo un espléndido partido tanto en ataque como en defensa. Pero al final reinó la lógica y el poderío ofensivo del equipo txuri urdin dio sus frutos. Una arrancada desde atrás de Markel (si confiara más en sus posibilidades cuando mira hacia adelante, en pases y en carreras, crecería mucho) la culminó Vela con un sensacional disparo desde el pico izquierdo del área. Golazo descomunal, el octavo del mexicano en lo que llevamos de Liga.

Con 26 minutos por jugarse tras el 1-3, el Granada no obstante no quiso resignarse a dar el partido por finalizado. Bravo tuvo que hacer una buena parada a disparo de Fran Rico en la primera jugada ofensiva tras el tanto de Vela. En los siguientes minutos, lo cierto es que la Real concedió demasiados tiros al Granada, lo que pudo complicar algo el partido. Jagoba tiene trabajo ahí, porque la seguridad defensiva que esgrimió la Real durante algunos tramos de la temporada no está siendo tan firme en los últimos partidos. Eso sí, salvando la jugada del gol, Bravo estuvo segurísimo durante todo el partido. En los últimos minutos, el Granada cercó el área de la Real pero el partido estaba acabado por la falta de acierto local. Arrasate decidió mantener su apuesta inicial casi hasta el final, y sus cambios fueron algo extraños. Primero Elustondo sustituyó a Agirretxe, que había obligado a Roberto, al final el mejor jugador del Granada, a hacer una gran parada. El dibujo original lo recuperó Arrasate sacando a Seferovic por Griezmann y Ros jugó apenas unos segundos entrando por Pardo.

La victoria de la Real es la guinda a un año 2013 sensacional y lanza al equipo txuri urdin a la quinta posición, con 29 puntos, y duerme a uno del Athletic de Bilbao es vísperas de los dos decisivos encuentros que jugará ante el equipo vizcaíno y el Villarreal, además de la eliminatoria de Copa del Rey ante el equipo castellonense. Los realistas están en una posición inmejorable dados los problemas que ha tenido el técnico en forma de lesiones y por la decepción que se iba acumulando por el triste devenir en la Champions League. Los números del equipo en la Liga no sólo no se han visto afectados por la sobrecarga de partidos en esta primera mitad de la temporada, sino que incluso mejoran los de la pasada campaña a estas alturas. Y con Griezmann y Vela erigiéndose, hoy lo hicieron de nuevo, en los líderes del equipo (once y ocho goles llevan respectivamente), hay pocos límites a lo que puede seguir haciendo este equipo. 2013 ha sido feliz. Ya empieza 2014.

viernes, diciembre 20, 2013

PREVIA Granada - Real Sociedad. A poner la guinda a un 2013 histórico

Carlos Martínez, en el partido de la temporada pasada.
Llega el fin de un 2013 que quedará en la historia realista por méritos propios, con algunos sinsabores pero sobre todo con cuantiosas alegrías. Y habrá que poner la guinda en Granada (sábado, 22.00 horas, Los Cármenes, Canal + Liga, Gol TV), un campo que tradicionalmente no se le ha dado nada bien a la Real y ante un rival que está lejos de mostrarse contundente como local. El partido, importante como todos, llega en una jornada que, además, puede ser muy trascendente si los de Jahoba Arrasate consiguen el triunfo, ya que hay un duelo entre Villarreal y Sevilla, quinto y séptimo respectivamente; el Getafe, octavo, recibe al líder, el Barcelona; y el noveno, el Valencia, recibe al Real Madrid. Pero lo principal es ganar en Granada y Arrasate, aún con las muchas bajas que todavía tiene, tendrá como objetivo dar continuidad a la buena racha txuri urdin y buscar, ya de una forma definitiva, la misma cuarta plaza que ya logró la Real la pasada temporada.

Con las numerosas ausencias, Arrasate apenas ha tenido margen para confeccionar la convocatoria para el último desplazamiento del año. De esa forma, la lista para enfrentarse al Granada es la misma que ante el Betis hace una semana, en el anterior partido liguero. Es decir, los 17 jugadores del primer equipo que están disponibles más Joseba Zaldúa, que en esta ocasión regresaría al banquillo. Y aunque supone ir con lo que se tiene, sin capacidad de elección, eso no mermará en absoluto la capacidad del equipo. Con respecto a la lista del partido copero del miércoles regresan Bravo, Carlos Martínez y Markel Bergara, y los tres volverán seguramente al once titular. Y las bajas siguen siendo las mismas que en los partidos precedentes: Mikel González, De la Bella, Estrada, Granero, Zurutuza e Ifrán. Habrá que ver en qué momento de 2014 vuelven algunos de ellos.

Tras el doble paréntesis copero y el del último partido de Champions, Bravo ocupará la portería. La defensa la formarán Carlos Martínez y José Ángel en los laterales, con Iñigo Martínez y previsiblemente Ansotegi en el centro, ya que el encuentro de Copa lo jugó Cadamuro. Markel Bergara volverá al doble pivote, previsiblemente junto a Rubén Pardo, que fue suplente ante el Algeciras. Xabi Prieto estará por delante de ellos, y lo normal es que en ataque repita el tridente titular de la pasada temporada: Vela, Griezmann y Agirretxe, todos ellos ya en buena racha de juego y goles después de que el último marcara sus dos primeros goles de la temporada ante el Betis. Arrasate podría sorprender en alguna línea, pero lo normal es que el banquillo lo ocupen Zubikarai, Cadamuro, Zaldúa, Elustondo, Ros, Chory Castro y Seferovic. De todos ellos, el que más opciones tendría de jugar es Elustondo.

Después de su goleada al Betis, la Real se ha afianzado en la sexta posición de la tabla, gracias a los 26 puntos que suma, y ya saca tres a sus ahora principales perseguidores, el Sevilla y el Getafe, y seis al Valencia, que es noveno. La cuarta posición, la que da acceso a la Champions League y ahora en poder del Athletic, está a cuatro puntos. El Granada es décimo con 20 puntos, a seis de la zona europea y siete por encima de la de descenso. No obstante, la Real llega de golear en la Copa y el Granada de ser eliminado en los penaltis por el Alcorcón. Siete equipos han sumado más que el txuri urdin a domicilio. Lejos de Anoeta, la Real acumula nueve puntos, con dos victorias y tres empates en ocho partidos. El Granada como local no es nada fiable, y es uno de los equipos que menos puntos ha sumado, seis, gracias a los dos triunfos que ha conseguido. Sus otros seis partidos, incluyendo tres de los últimos cuatro, derrotas. La Real suma tres victorias consecutivas en Liga y sólo una derrota en los últimos ocho encuentros.

Granada y Real Sociedad se han enfrentado en 20 ocasiones en partido de Liga, 16 de ellos en Primera División. Y no es precisamente Granada una ciudad que se le dé bien al conjunto txuri urdin, puesto que de esos 16 partidos sólo ha conseguido ganar en uno, 0-3 en la temporada 1969-1970 con dos goles de Urreisti y uno de Arambarri, y empatar en tres más. Antes de la igualada de la temporada pasada, la Real encadenó siete derrotas consecutivas ante el Granada, marcando tres goles en ellos y nunca más de uno en el mismo partido. La mayor goleada del equipo local a la Real, 4-1, llegó en la temporada 2011-2012. El cuadro histórico se completa con tres enfrentamientos en Segunda División, los tres saldados con clara victoria local (4-1 en la temporada 1945-1946, 2-1 en la siguiente y 3-0 en la 1948-1949), además de un partido, también con derrota txuri urdin por 2-1, en la fase de ascenso a Primera de la Liga 1940-1941.

El encuentro de la pasada temporada, la 2012-2013, acabó con un muy decepcionante empate a cero. Mucho más teniendo en cuenta que una de sus explicaciones fue la falta de ambición realista tras lograr dos brillantes victorias en campos de Champions, La Rosaleda y Mestalla. Montanier apostó por el contragolpe ante un equipo, el Granada, que tenía un serio problema con el gol. La primera parte fue muy floja, y en la segunda la cosa incluso empeoró. Aún así, fue después del descanso cuando la Real tuvo alguna ocasión de marcar, especialmente en las botas de Zurutuza e Illarramendi, pero Bravo también tuvo que emplearse a fondo en una ocasión. La Real no quiso arriesgar lo más mínimo, y sólo la presencia en los instantes finales de Pardo arrojó algo de luz a un encuentro embarullado y al que contribuyó la labor arbitral, permitiendo el juego subterráneo del Granada, repartiendo por igual las tarjetas (tres por bando), cuando hubo 22 faltas (27-5) de diferencia entre uno y otro equipo.

miércoles, diciembre 18, 2013

REAL SOCIEDAD 4 - ALGECIRAS 0 Misión cumplida

Ros hizo su primer gol con la Real.
La Real estará en la siguiente ronda de la Copa del Rey. Sabiendo que el rival, el Algeciras, milita en la Segunda División B esto no tendría que ser noticia. Pero lo es porque la negra historia txuri urdin en los capítulos más recientes de esta competición obligaba a tomarse el partido, ya de una vez por todas, mucho más en serio de lo normal. Y aunque es verdad que al equipo le ha costado lo suyo y ha evidenciado en algunas ocasiones esos tintes displicentes coperos, lo cierto es que ha acabado solventando el encuentro con una nueva goleada en Anoeta que sirve para evitar un sonrojo en este torneo en la temporada 2013-2014 ante un equipo de inferior categoría (en la próxima ronda el rival será ya de Primera, el Villarreal) y que ha dejado un considerable puñado de buenas noticias, desde el otra vez notable partido de Zaldúa al debut goleador de Javi Ros con el primer equipo. Misión cumplida. No es poco. En absoluto.

Se puede pensar que el once escogido por Jagoba Arrasate tenía su peligro, porque sólo colocó de inicio sobre el césped de Anoeta a tres jugadores que ahora mismo pueden sentirse titulares en esta Real, Iñigo Martínez, Xabi Prieto y Vela. El resto, opciones obligadas como las de sus laterales, Zaldúa y José Ángel, y protagonistas de rotaciones en busca de la fortuna como Elustondo, Ros, Chory Castro o Seferovic. El peligro, en realidad, no era tanto, aunque no todos los jugadores aprovecharon su oportunidad por igual. Viendo el marcador, también se podría pensar que el partido fue cómodo, pero no sería la mejor aproximación a su análisis. Y no porque el Algeciras mordiera tanto como en la ida, sino porque la Real tiene la costumbre de mostrar cierta displicencia en estos encuentros coperos que tan poca expectación generan. Pero incluso jugando dos o tres marchas por debajo de lo que este equipo puede dar de sí, la Real, hoy sí, controló con bastante solvencia el partido, a pesar de que la primera parte fue como poco insulsa y generó suficientes ocasiones de gol como para justificar la goleada.

El Algeciras, hay que insistir en que por debajo de lo que mostró ante su público en el partido de ida, fue un digno rival durante bastantes minutos. Lo más preocupante para la Real en la primera mitad, sobre todo en la primera media hora, es que no consiguió salida de balón por el jugador que tiene que protagonizarla: Elustondo. El pivote realista fue levemente silbado después de alguna pérdida de balón, pero eso fue la anécdota. Lo importante es que ha jugado los dos partidos de la eliminatoria ante un Segunda B y en ninguno de los dos ha conseguido mandar. Preocupante, sin duda. Ros, sin hacer tampoco un gran partido, sí encontró buenas sensaciones cuando se descolgaba del doble pivote y se acercaba más al área rival. Enganchaba ahí con un Xabi Prieto al que sí se vio con ganas de dominar el encuentro, pero la salida de balón acababa dependiendo mucho más del gran partido que hicieron los dos laterales, José Ángel por la izquierda y Zaldúa por la derecha.

Aún sin mucho juego, quizá también por el fuerte viento reinante, la Real acabó generando algunas ocasiones de gol bastante claras incluso en sus peores minutos. Seferovic fue el que más buscó el gol y tuvo su mejor oportunidad en el minuto 17, cuando aprovechó un saque de banda de Chory Castro para plantarse delante de Romero, que sacó el balón de su palo corto. En el minuto 35 fue el propio Chory quien rozó el gol, con un gran disparo que desvió el guardameta del Algeciras y que rozó el palo antes de cruzar la línea de fondo. El 1-0 llegó cinco minutos después y fue un auténtico golazo. Javi Ros confirmó sus buenas sensaciones en la frontal del área rival con un magnífico control orientado y un posterior zapatazo que se coló por la escuadra. Es su debut goleador con el primer equipo. Aunque ese gol no alteraba el objetivo del Algeciras para complicar la eliminatoria, un solo gol, lo cierto es que toda la parroquia txuri urdin respiró más tranquila. Y eso que justo antes del descanso hubo un amago de zozobra, en una calamitosa jugada defensiva, que no hizo sino confirmar ciertos nervios en esa línea, que concluyó con un disparo de Andújar al palo.

El once inicial ante el Algeciras.
Como sucedió el domingo ante el Betis, dio la impresión de que el descanso le sirvió a Jagoba para dejar claro a su equipo que había que plasmar en el marcador la teórica superioridad sobre el campo y eliminar cualquier conato de incendio. Y así, el arranque realista tras el descanso fue eléctrico y contundente. Seferovic debió marcar nada más arrancarse la segunda mitad, al recoger un rechace de Romero tras el remate de Xabi Prieto, pero el suizo desaprovechó una meta completamente vacía y envió el balón arriba. En esos momentos comenzaba a ser preocupante la situación del ariete realista, pero esa parte de la historia también tuvo final feliz. Tras una serie de ocasiones más o menos claras que la Real fue desperdiciando, la mejor un pase de Ros a dos jugadores completamente desmarcados al que dio una fuerza excesiva, el equipo txuri urdin solventó el partido con su rodillo habitual en Anoeta, marcando tres goles más en apenas ocho minutos, entre el 67 y el 75.

Seferovic calmó los ánimos rompiendo por fin su sequía y aprovechando un sensacional envío de José Ángel. El suizo, eso sí, estaba en claro fuera de juego. Ese gol hundió por completo las esperanzas del Algeciras, que bajó los brazos y lo pagó. Para entonces, Arrasate ya había introducido dos cambios, Griezmann y Pardo por Chory y Ros, y eso también se acabó notando en la pólvora ofensiva. Casi tras el segundo de esos relevos, un sensacional pase de Vela lo acabó picando Griezmann ante la salida del guardameta visitante para hacer el 3-0. Y cerró la cuenta el propio Vela, rematando de cabeza un envío de Zaldúa. Justo antes pudo haber marcado Iñigo Martínez, pero su disparo con la derecha lo repelió el larguero. A partir de ahí, el Algeciras se estiró buscando al menos un gol en Anoeta, y no anduvo lejos de lograrlo, probablemente incluso lo mereció, pero Zubikarai se mostró muy seguro. En el cierre del partido, Griezmann provocó la última parada de Romero y Muñiz Fernández, mal árbitro incluso para partidos sin historia, anuló un gol legal a la Real.

La Real ha cerrado el año en Anoeta con otra goleada y estará en los octavos de final de la Copa del Rey. Eso no es más que cumplir con su obligación, pues esta temporada aprovechaba su condición europea para tener un rival de Segunda B en su primera ronda. Pero como la historia nos había dado tantos golpes en el pasado, cumplir no es poca cosa. Y menos si el resultado final de la eliminatoria es un claro 5-1. No hay que olvidar que la pasada temporada se sumó el último ridículo ante un rival de menor entidad, un Córdoba de Segunda, que superó a la Real por un global de 2-4 y que ni siquiera perdió el partido disputado en Anoeta. Y eso sin necesidad de recordar sonrojantes eliminaciones anteriores. La Real de Jagoba Arrasate ha cumplido con lo mínimo en este torneo, y ahora toca plantearse la Copa como la oportunidad de hacer algo bonito y compensar el enorme sinsabor que ha dejado la Champions. La eliminatoria contra el Villarreal no sólo devolvería a la Real a las últimas rondas de la Copa, que no ha alcanzado desde hace ya demasiados años, sino que será una preciosa prueba de nivel ante un rival que ahora mismo es directo en la Liga.

martes, diciembre 17, 2013

PREVIA Real Sociedad - Algeciras. La Real ya no puede permitirse más ridículos en la Copa

Así fue el 1-0 del partido ante el Algeciras de la 66-67.
Quién iba a decir que un partido contra un Segunda B podría tener un carácter tan importante (miércoles, 19.30 horas, Anoeta, Canal + Liga, Gol TV). Pero lo tiene porque el equipo txuri urdin ya no puede permitirse más ridículos en la Copa. Es el momento de trazar una línea, de poner un antes y un después en la historia reciente del club en esta competición del KO. Es tiempo de que la Real olvide fiascos pasados y empiece a demostrar que tiene la categoría que se le presupone y que este año ya se está viendo con claridad en la Liga. Y, sí, el rival es un Algeciras sin presión y con la ilusión que le da el empate a uno del partido de ida, aunque el resultado dé ventaja de momento a los realistas por el doble valor de los goles en campo contrario. Pero la Real tiene que empezar a ser también la Real en estos partidos. El Algeciras no puede convertirse en el sexto equipo de Segunda B que apea al equipo txuri urdin de la Copa desde 1988. Si eso sucede, una vez más habrá que hablar de fracaso absoluto en una competición que, incluso antes de aquellas dos finales consecutivas, dejó muchas historias para el recuerdo, no para el olvido.

Si alguien tenía dudas de lo que podía hacer Arrasate en la Copa, la convocatoria ya deja claro que no habrá experimentos ni dudas, que será el primer equipo, aún a pesar de las muchas bajas que tiene (Granero, Ifrán, Mikel González, Zurutuza y Estrada). Siendo sólo 16 los convocables en este torneo, cosas de la Federación que siguen pareciendo inexplicables, el técnico txuri urdin contará con quince jugadores del primer equipo y sólo tira del Sanse por necesidad. Carlos Martínez, que acabó con molestias el partido frente al Betis del pasado domingo, se queda fuera de la lista y Zaldúa se mantiene en ella y será el titular en el lateral derecho. La única concesión que hace Arrasate a la Copa es, como ya sucedió en el partido de ida, es el descanso a Bravo, lo que lleva a Royo a completar la convocatoria como la única novedad. El otro jugador que se queda fuera con respecto a los 18 del último partido liguero es Markel Bergara.

De esta forma, y aunque habrá bastantes cambios en el once, no habrá dudas sobre su capacidad, puesto que Arrasate alineará a diez jugadores del primer equipo, por mucho que la mayoría de ellos tengan ahora mismo la etiqueta de suplentes. Zubikarai, reforzado por su espléndida actuación en Champions ante el Bayer Leverkusen, estará bajo palos. La defensa la formarán con seguridad Zaldúa y José Ángel en los laterales, Iñigo Martínez en el centro y con la duda de su acompañante, con más opciones para Cadamuro que para Ansotegi. Por delante, Elustondo sustituirá a Markel, y es posible que Ros dé descanso a Pardo o a Xabi Prieto, probablemente al primero. Por delante, lo más normal que jueguen Chory Castro, Vela y Seferovic, dejando a Griezmann y a Agirretxe como las opciones ofensivas para la segunda parte en caso de que sea necesario. Royo, obviamente, será el portero suplente.

Por primera vez en años, la Real llega al partido de vuelta en casa contra un rival de inferior categoría con ventaja, algo que entre eliminatorias a partido único y fiascos varios no sucede desde la temporada 1997-1998, con el 0-2 ante el Burgos. La trayectoria de la Real en Anoeta invita al optimismo. El equipo txuri urdin, que defiende el 1-1 de la ida, ha ganado cinco de los ocho partidos que ha jugado en Liga, en los que ha marcado 21 goles, y el resultado de uno de los dos empates logrados, a cero ante el Málaga, también serviría para darle el pase a la siguiente ronda. Además, en la única eliminatoria que ha jugado esta temporada, la previa de la Champions ante el Olympique, ganó bien el partido de vuelta por 2-0, trayendo también esa misma ventaja del partido de ida. El Algeciras encadena, contando también el partido de Copa ante la Real, seis partidos sin conocer la victoria, aunque sus tres últimos empates han sido a dos goles y sí le valdrían para pasar. A domicilio sólo ha ganado dos de los nueve partidos que ha jugado en Liga.

El Algeciras ya visitó Donostia en una ocasión en partido oficial y fue, precisamente, para disputar un encuentro de Copa. Fue en la temporada 1966-1967, aunque entonces el partido jugado en Atotxa fue el de ida de la eliminatoria. El resultado aquel día fue de empate a uno y los dos goles los hizo el equipo andaluz. En el minuto 19, Gerardo introdujo el balón en su propia puerta al desviar un centro de Mendiluce. Y seis minutos después, Juanito aprovechó la indecisión de la defensa realista para hacer el empate. A partir de ahí, un ataque de la Real que se topó una y otra vez con el muro del Algeciras. La eliminatoria se resolvió en la vuelta a favor del equipo txuri urdin con un tempranero y solitario gol de Urreisti. Desde 1988, hasta cinco equipos de Segunda B han eliminado a la Real en la Copa, y uno de ellos lo hizo a doble partido y jugando el segundo en Anoeta. Fue en la temporada 1994-1995, cuando el Numancia pasó en los penaltis, después de ganar 2-0 en la ida y perder en San Sebastián por el mismo resultado.

domingo, diciembre 15, 2013

REAL SOCIEDAD 5 - BETIS 1 Vendaval txuri urdin

Pardo dio tres asistencias de gol.
Aunque la Real haya podido levantar dudas legítimas durante algunos tramos de esta temporada, era evidente que no se le podía haber olvidado cómo jugar al fútbol. No parecía casualidad lo que hizo el equipo la pasada campaña con los jugadores que tiene. Y la goleada al Betis no sólo demuestra que las posibilidades siguen ahí, sino que además pueden incluso superar algunos registros de aquella Liga ya imborrable en el recuerdo del aficionado realista. El Betis plantó cara durante la primera mitad, pero la Real acabó convirtiéndose en el vendaval txuri urdin que ganaba partidos con una facilidad espectacular, con jugadas de enorme mérito y con una palpable superioridad con respecto a su rival, que por voluntarioso y capaz que se muestre tiene que acabar rendido al poderío realista. La segunda mitad ha sido sensacional y ha permitido que el 1-1 al descanso que tanto recordaba al encuentro de la temporada pasada se convierta en una espectacular goleada, que deja además grandes noticias. La mejor, el reencuentro de Agirretxe con el gol.

Jagoba dejó un par de mensajes interesantes en el once inicial. Ansotegi, que además encontró el premio del gol, está claramente por delante de Cadamuro como tercer central del equipo. Pardo empieza a parecer cada vez más indiscutible en el once, aunque sigue siendo obligado a correr demasiado sin necesidad para hacer el trabajo de dos jugadores y aunque había temor a que el técnico realista insistiera en ese tan criticado doble pivote formado por Markel y Elustondo. Agirretxe de nuevo fue la apuesta como delantero centro, siendo esa otra elección que le salió fenomenal al máximo responsable de la nave txuri urdin. Más que curioso que esas tres bazas firmes formaran parte esencial de una victoria que lleva a la Real a sumar tres de forma consecutiva. Que no pase desapercibido ese dato, porque la Real de Champions de la pasada temporada no consiguió hacerlo en ninguna ocasión, y además llegó en un partido que por momento se acercó a lo que fue la última visita del Betis, que puso muchos más problemas de los que dicta el marcador.

Ya desde el arranque se vio que el juego iba a ser muy vistoso, con un claro protagonismo de los atacantes. Tras un primer disparo de Vela, la primera gran noticia del encuentro llegó en el minuto 6. La Real se adelantó ahí en el marcador merced a una contra llevada formidablemente por un Rubén Pardo que no dejó de levantar la cabeza para encontrar el momento y lugar adecuado para dar la asistencia y que Agirretxe culminó de forma sensacional, picando el balón sobre la salida de Andersen, de la misma forma en que consiguió tantos de sus goles de la pasada campaña. Es su primer gol de esta temporada 2013-2014. Ha tardado en llegar demasiado, pero si Agirretxe ha vuelto la Real sólo puede seguir creciendo. A pesar de tener la ventaja en el marcador, lo cierto es que el Betis tenía mucho más dominio de la pelota que la Real y jugaba mucho más cerca del área de Bravo que los realistas de la de Andersen. Eso obedeció a un serio agujero en el centro del campo, donde Markel no consiguió robar ni un solo balón en los primeros 45 minutos.

Por eso, el partido era un correcalles similar al de la temporada pasada. El gol del empate llegó en el minuto 19, en una jugada en la que falló prácticamente todo el entramado defensivo de la Real. Carlos Martínez le dejó a Vadillo demasiado espacio para controlar la pelota y encararle, Markel no cubrió bien ni sirvió de ayuda a sus centrales y entre Ansotegi e Iñigo Martínez crearon una autopista para que Jorge Molina batiera a Bravo con bastante comodidad. A partir de ahí se intensificó el intercambio de golpes, con los dos goleadores a punto de firmar el doblete. Primero fue Jorge Molina quien estrelló el balón en el palo y después Agirretxe quien cruzó un gran cabezazo tras un córner que se marchó fuera pero lamiendo el palo izquierdo de Andersen. Ya en los últimos minutos de la primera mitad pareció que la Real generó más peligro que el Betis, con un pase de la muerte de Griezmann y un disparo de Vela que obligaron al meta bético a intervenir.

El once inicial que jugó contra el Betis.
La pimienta que suele añadirse a encuentros tan movidos como éste la puso Mateu Lahoz, un árbitro que tiene diferentes raseros a todos los niveles, con un equipo y con otro (un plantillazo de Nacho a Xabi Prieto no fue tarjeta, el de Iñigo Martínez sí), con una camiseta y con otra, en un partido y en otro, fuera y dentro del área, con un partido igualado y con uno decidido. Enervó bastante a la grada por la tarjeta que le mostró a Xabi Prieto por una livianísima protesta por una clara mano de Verdú que no señaló y, ya en los últimos instantes de la primera mitad, por un derribo a Vela dentro del área que, sin juzgar si es penalti o no (y sabiendo que se han pitado mucho menos claros), se pareció mucho a otras jugadas fuera de las áreas que el propio colegiado sí señaló como faltas. Mateu se convirtió en parte del descontrol, la parte que los entrenadores no pueden controlar. Jagoba se preocupó de lo suyo y quizá hay que entender que la Real tardara tanto en volver al campo para la segunda mitad como un buen síntoma.

Y es que la Real de la segunda parte, también el Betis aunque en menor medida, entendió que no era necesario semejante correcalles para ganar el partido o para que mantuviera la espectacularidad de la primera mitad. El centro del campo funcionó mejor, e incluso Markel mejoró (aunque es algo a analizar que siempre multiplique sus balones robados después del descanso, cuando las fuerzas empiezan a fallar y suele ser más fácil recuperar), lo que permitió ver la mejor versión de los atacantes. Aún así, las primeras llegadas fueron béticas, aunque con una insistencia en los disparos lejanos que no se corresponde con las debilidades de Bravo y que, no obstante, se repite bastante en Anoeta. Pasado ese primer arreón del Betis, el partido cayó del lado de la Real ya de forma clara, en el juego y en las ocasiones. Un gran pase de Carlos Martínez no encontró rematador, Griezmann en fuera de juego intentó marcar de tacón, Agirretxe obligó a Andersen a enviar un balón a córner e Iñigo cabeceó ese saque de esquina para que Nacho sacara bajo palos.

El gol rondaba la portería bética y llegó en el minuto 55. El córner botado por Pardo desde el flanco derecho del ataque realista encontró el poderosísimo cabezazo de un Ansotegi que, eso sí, no estaba demasiado bien defendido. Sigue siendo una obligación rendirse a la profesionalidad de Ansotegi, un central que sabe perfectamente dónde están sus límites y que siempre da la cara. Hoy hizo su segundo gol en la Liga. Ahí la Real entró en el modo destructor de la pasada temporada y finiquitó el partido en poco más de diez minutos. Griezmann hizo el tercero, culminando una jugada sensacional tejida por los tres atacantes. Agirretxe, gran partido el suyo, metió el balón en profundidad para la carrera de Vela por la banda izquierda, y su pase desde allí lo remató el francés con una exquisita precisión para colocar el balón entre el portero y los defensas que trataban desesperadamente de evitar el tanto. El 4-1 llegó en el 67, con asistencia de Pardo y disparo espectacular de Agirretxe de primeras. Tan magnífico ese disparo como el desmarque atrás del nueve txuri urdin.

Con ese cuarto gol, el partido se dio por acabado. El Betis asumió su derrota con deportividad (a excepción de un pelotazo que recibió Griezmann en una jugada en la que recibió dos faltas y en la que finalmente fue el francés el amonestado por un Mateu Lahoz de nuevo desconcertante, pero del que se hablará poco por la suerte que tuvo de ver un marcador holgado) y la Real se centró en disfrutar la victoria que ya había conseguido. Jagoba retiró del campo a Agirretxe, Pardo y Griezmann y los tres recibieron grandes ovaciones. Y como en el minuto 85 llegó el quinto, con Xabi Prieto rematando un portentoso envío desde la izquierda de José Ángel (que también se animó a disparar antes de que acabara el partido, aunque lo hizo contra el lateral de la red), quizá la peor noticia de la jornada fue ver a un Seferovic algo desesperado. Protagonizó alguna buena jugada y probó en una ocasión a Andersen desde una posición algo escorada, pero no se le vio demasiado partícipe de la alegría resultante del partido que hizo la Real y del marcador final.

El marcador de Anoeta.
La Real consiguió una victoria espléndida que rompe dos temporadas completas y tres años sin lograr tres triunfos de forma consecutiva. Pero, además, el equipo txuri urdin vuelve a mostrar lo que casi todo el mundo consideraba su rasgo esencial: una pegada descomunal. Aún con aquellas siete jornadas sin ganar, el conjunto que dirige Arrasate suma ya 30 goles y está sabiendo defender la plaza europea que ya ostenta con fútbol, con oficio y con carácter. Es obvio que la Champions ha dejado un mal sabor de boca, pero es igualmente evidente que no ha pasado factura en la Liga, donde suma ahora mismo cuatro puntos más que la temporada pasada a estas alturas. Y si Griezmann sigue en ese estado de gracia (diez goles ya en Liga), Pardo no para de crecer (tres asistencias hoy) y encima Agirretxe vuelve a ser Agirretxe y se quita además el pesado lastre de no haber marcado hasta el día de hoy, esta Real no puede más que seguir creciendo. Ahora, la Copa. Pero en la Liga la temporada está muy bien encarrilada para volver a hacer algo grande.

sábado, diciembre 14, 2013

PREVIA Real Sociedad - Betis. Europa ya sólo volvería en mayo

Así marcó Xabi Prieto de penalti la temporada pasada.
En el mundo del fútbol nunca hay tiempo para lamentarse de derrotas o fracasos. En el caso de la Real, Europa ya sólo volvería en mayo, así que toca olvidar el amargo paso por la Champions League, del que sólo quedó la alegría de la eliminatoria previa, y centrarse ya de forma definitivaen la Liga (domingo, 17.00 horas, Anoeta, Canal + Liga, Gol TV), con el permiso de la Copa y las aspiraciones que quiera tener el equipo txuri urdin en esa competición. Y hay que volver con uno de esos partidos trampa que tanto suele temer el entorno realista. Llega el Betis, pero un Betis de resultado incierto, con nuevo entrenador tras el cese de Pepe Mel y ocupando la última posición de la tabla. La Real, en cambio, vuelve a defender la plaza europea que ahora mismo le da la Liga. Los sueños europeos siguen ahí, aunque de momento, y hasta mayo, de manera distinta a cómo los hemos vivido hasta el pasado martes.

A Jagoba Arrasate no le ha quedado mucho margen para confeccionar su convocatoria, porque las lesiones se lo han quitado. Tiene 17 jugadores de la primera plantilla a su disposición, y todos ellos forman parte de la lista. A ellos se une Zaldúa, que dejará el Sanse una semana más para estar con el primer equipo. Con respecto al pasado martes, en el último partido de la Champions League, regresan Iñigo Martínez, Cadamuro y Chory Castro, ya recuperados de sus respectivas dolencias. La mayoría de las bajas eran ya conocidas ante de la lista. La baja más significativa desde el martes es la de Mikel González, que tuvo que pedir el cambio ante el Bayer Leverkusen, además de De la Bella que dijo adiós a 2013 con el partido de Copa en Algeciras. Granero es el que más lejos está de jugar. Ifrán está en la última fase de su recuperación y no tardará mucho en volver. Zurutuza y Estrada siguen con sus delicados procesos de recuperación.

Tras el doble paréntesis de la Copa y del último partido de Champions, Bravo volverá a la portería. Los dos laterales serán Carlos Martínez y José Ángel y la duda está en el acompañante de Iñigo Martínez en el centro de la zaga. Al haber suplido Ansotegi las últimas bajas y dentro de esas rotaciones con las que Arrasate quiere hacer partícipes del grupo a todos los jugadores, es probable que sea Cadamuro. Markel Bergara parece fijo en el centro del campo, y del trío que forman Pardo, Elustondo y Xabi Prieto saldrán sus dos acompañantes en esa zona. Y por delante de ellos parecen seguros Vela y Griezmann y el último nombre del once dependerá de cómo quiera jugar el técnico realista, si con un nueve puro, y ahí quizá Seferovic parta con algo de ventaja sobre Agirretxe, y si quiere que en esa posición se alternen el mexicano y el francés, lo que devolvería a Chory Castro al once. Zubikarai, Zaldúa y Ros completan la lista y, salvo sorpresa mayúscula, ocuparán una plaza en el banquillo.

La Real arrancó la decimosexta jornada en la sexta posición, la última que da derecho a disputar la Europa League, con 23 puntos, los mismos que su primer perseguidor, el Getafe, al que supera por el golaverage, y seis por debajo del Athletic, que ocupa la cuarta plaza, la última que lleva a la Champions. El Betis está en el otro extremo de la clasificación, es último con apenas diez puntos, aunque sólo a tres de la zona de salvación. La Real ha enderezado su rumbo en casa, donde acumula cuatro victorias en los siete partidos que ha disputado. Como local, sólo los tres equipos inalcanzables en lo alto de la tabla han marcado más de los 16 goles que ha hecho el conjunto txuri urdin en Anoeta. En su estadio suma tres victorias consecutivas y cinco encuentros sin perder. El Betis sólo ha sumado uno de los 21 puntos posibles a domicilio, con un 0-0 en Cornellá-El Prat ante el Espanyol. Desde entonces, cinco derrotas consecutivas. La Real busca su cuarta victoria seguida en casa y la tercera consecutiva por primera vez desde la temporada 2010-2011.

Real Sociedad y Betis se han visto las caras en Donosti en 44 encuentros de Liga, 40 de ellos en Primera División. En esa categoría, la Real venció en 23 de esos encuentros, el Betis en cinco y los doce restantes acabaron en empate. La mayor victoria txuri urdin, un 6-0, se repitió en dos ocasiones, en las temporadas 1961-1962 (tres goles de Villa y uno de Echarri, Rivera y Herrera) y 1971-1972 (dos de Boronat y Ansola, y uno de Urreisti y Arzak), mientras que el el triunfo más holgado del Betis fue el 0-4 de la campaña 2003-2004. Anoeta, en cambio, se le da mejor al Betis, donde desde que debutara con un empate a uno en la temporada 1994-1995 sólo ha perdido en cuatro de los 14 partidos disputados, empatando en sus cuatro últimas visitas. En Segunda División, la estadística es mucho más favorable a la Real: cuatro partidos y cuatro victorias, la más abultada el 3-0 de la Liga 1946-1947.

El encuentro de la temporada pasada, la 2012-2013, fue un espectacular empate a tres goles. Y pudo ser incluso mayor el marcador, porque Griezmann marcó un gol legal que habría sido el 1-0. Una Real volcada en el ataque porque Montanier no acertó en el centro del campo con el que suplió la ausencia de Illarramendi, se vio con un 0-2 en contra. Molina hizo el primero a la media hora culminando un contragolpe tras un córner a favor de la Real. Y nada más arrancar la segunda mitad, Pabón hizo el segundo aprovechando un mal entendimiento entre Mikel González y Bravo. Pero la Real reaccionó a lo grande. Vela hizo el primero aprovechando un balón ganado la pelea en el área de Agirretxe. Iñigo Martínez hizo el empate cabeceando un córner. Y Xabi Prieto hizo el tercero, anotando un penalti por mano de Ángel. Los tres tantos realistas llegaron en diez minutos, pero todavía con media hora por jugarse. Y ahí no supo manejar la situación, ni desde el campo ni desde el banquillo. A los cinco minutos de la remontada, Pabón puso las tablas definitivas, cerrando un partidazo, terriblemente entretenido aún con sus muchos errores.

miércoles, diciembre 11, 2013

La Real, el equipo menos goleador de la Champions

El lamento por una ocasión fallada ante el Manchester.
La Real se ha despedido de la Champions League con el dudoso honor de ser el equipo menos goleador y ocupando el puesto 30º de los 32 participantes que alcanzaron la fase de grupos. Se mire como se mire, el resultado es pobre para el cuarto clasificado de la Liga española, escaso para un equipo que tiene la capacidad que ha demostrado el txuri urdin y triste para la ilusión que había generado la competición en la afición txuri urdin. Como ya es sabido, la Real se ha marchado de la máxima competición continental sin conocer la victoria, con un empate y cinco derrotas. Sólo ha marcado un gol, en su partido a domicilio ante el Bayer Leverkusen, y no ha dado a su afición la satisfacción de cantar un solo tanto desde las gradas de Anoeta y ha encajado diez. No ha llegado a ponerse por delante en el marcador en ningún momento. Y por eso llegó a la última jornada sin opciones, ni tan siquiera de llegar a la tercera plaza que da acceso a la Europa League.

El dato más triste es el goleador. La Real ha marcado menos goles que los otros 31 equipos participantes. Y eso, por mucha sequía goleadora que tengan sus dos delanteros centro, es sangrante cuando desde todas partes se ha alabado incesantemente la dinamita que tiene el cuadro txuri urdin y mientras Griezmann y Vela han firmado registros históricos en la Liga de forma paralela a la zozobra en la Champions. El conjunto del que más cerca se ha quedado es el Steaua de Bucarest, que sólo ha anotado dos goles en el grupo E, aunque eso le sirvió para sumar tres puntos en otros tantos empates, en los dos partidos contra el Basilea y en casa ante el Schalke. El equipo que empataba con la Real en el apartado goleador antes de disputarse la última jornada era el Austria de Viena, pero los austriacos se despidieron de la Champions con un contundente 4-1 ante el Zenit, equipo que se ha metido en la siguiente ronda como segundo de grupo, puesto que no tenía asegurado antes de este partido final.

Los dos equipos a los que ha superado la Real en esta fase son el Anderlecht, penúltimo, y Olympique de Marsella, farolillo rojo de esta Champions. Los belgas quedan por detrás del conjunto txuri urdin por el golaverage, -13 en su caso por el -9 de la Real. Como el equipo de Jagoba Arrasate, el Anderlecht sacó su punto en la cuarta jornada y contra el campeón de su grupo, el PSG, aunque éste lo hizo a domicilio. Los franceses le habían ganado previamente por 0-5. Tanto Olympiacos como Benfica vencieron a los belgas en los dos partidos del grupo C. La Real también acaba por delante del Olympique, que es el único equipo de esta Champions que ha perdido sus seis partidos de la fase de grupos. Bien es verdad que el cuadro francés quedó encuadrado en el grupo de la muerte, el F, con Borussia Dortmund, Arsenal y Nápoles, tres equipos que empataron a doce puntos, clasificándose los dos primeros. Real Sociedad, Anderlecht, Olympique de Marsella y Steaua de Bucarest son los cuatro equipos que no han sido capaces de ganar ningún partido.

La única estadística de la Champions en la que aparece destacado un jugador de la Real no es precisamente positiva. Aunque empatado, Markel Bergara ha sido el jugador que más tarjetas amarillas ha visto, cuatro. Arrasate ha alineado a todos los jugadores de la primera plantilla, a excepción del lesionado Ifrán, y ha hecho debutar en la máxima competición continental a un jugador del Sanse, Gaztañaga. En total, 23 realistas han disputado algún minuto de la Champions. Griezmann y Vela son los dos únicos que han jugado los seis partidos de la liguilla desde el once titular, aunque el mexicano jugó 524 minutos por los 492 del francés. Agirretxe y Seferovic también estuvieron en los seis partidos, aunque el suizo sólo jugó la mitad como titular y sumando 248 minutos, mientras que el usurbildarra sumó dos presencias en el once y 217 minutos. Griezmann, aunque se ha ido sin marcar en la competición, sólo en la previa, ha sido de largo el jugador que más veces disparó, con 18.

martes, diciembre 10, 2013

REAL SOCIEDAD 0 - BAYER LEVERKUSEN 1 Europa no ha visto a la Real

Griezmann, el jugador más peligroso ante el Bayer.
La Real se despidió de la Champions League con una nueva derrota, la quinta en seis partidos, con un solo punto sumado, el del empate en Anoeta frente al Manchester, con un solo gol marcado en el rebote de un penalti en Leverkusen y, por desgracia, muy cerca de haber sido el peor equipo de la competición en esta temporada. Europa no ha visto a la Real. No a la de la temporada pasada, desde luego, pero tampoco a la de ésta. La Real de la Champions ha sido un equipo tembloroso, que ha dudado de todo lo que podía hacer sobre el campo, que ha perdido casi todos los partidos por errores defensivos puntuales y que en ataque no ha sido capaz en ningún momento de mostrar la dinamita que todo el mundo sabe que tiene. No hay medias tintas que valgan: el equipo txuri urdin ha frasacado en Europa. No por caer eliminado, sino por la forma en que ha caído, por la desazón que ha dejado y por su carencia de fe. El Bayer se clasificó en Anoeta para los octavos de final, ganando un partido por sus merecimientos y por los errores realistas.

El once que presentó Jagoba Arrasate para este cierre de Champions fue más o menos el previsto. La polémica entrada de Zubikarai, de la que tanto se ha hablado en las horas previas al partido, no tuvo los efectos negativos que algunos temían y el guardameta solventó con cierta comodidad y a su estilo los disparos lejanos que el Bayer intentó en la primera mitad e incluso sacando con grandes intervenciones algunas de las mejores ocasiones de los alemanes en la segunda. Ansotegi fue el recambio de Iñigo Martínez, mientras que quizá lo más sorprendente estuvo en el centro del campo, con la ya demasiado incomprensible insistencia en que Markel y Elustondo formen pareja en el centro del campo. Arriba, aunque se especuló con la suplencia de Griezmann, el francés fue el acompañante de Vela y Agirretxe. Y menos mal. Porque al margen del acierto o el error que presidiera su actuación, hoy Griezmann sí quiso ser el jugador determinante que se esperaba en esta Champions.

Griezmann y Pardo fueron los dos jugadores que mejor entendieron el partido en la primera mitad, pero los dos tuvieron que sobreponerse a la falta de ayuda. El primero fue el que mejor se movió en el ataque, por todas las zonas, pero casi en solitario. Hace falta ya que a Agirretxe alguien le agarre por la pechera y le recuerde su importancia en el equipo. Y Vela, tan intermitente como durante toda la temporada, estuvo sensacional forzando tarjetas, pero no forzando peligro sobre la portería de Leno. Pero el problema real de este equipo esta en el centro del campo. Pardo es ahí el único jugador de talento y regular. Hoy fue el que más corrió y el que más balones recuperó. La idea de juntar a Markel y Elustondo, aunque hoy éste jugara algo más adelantado, naufragó una vez más. Su razón de ser, ese supuesto equilibrio, es un cuento chino. En la primera parte, el Bayer consiguió llegar a la frontal del área con absoluta comodidad y cuando no lo hizo fue precisamente por el esfuerzo descomunal de Pardo. Eso hace que un jugador de talento se diluya por el trabajo.

Aún con esos problemas y el hecho de que sólo el Bayer se jugara algo, la primera mitad fue bastante igualada. La Real mantuvo la actitud adecuada durante el partido y sería injusto reprochar a estos jugadores, a todos los que han jugado la Champions, una falta de sacrificio. Han corrido como animales. El problema ha estado en que no han creído y lo han visto todo como un sueño imposible, volviendo a aquellos años 70 en los que la Real daba sus primeros y tímidos pasos por Europa. Por eso, en realidad, daba más sensación de peligro el equipo alemán. Para reforzar esa sensación, Castro estrelló una falta en el palo en el minuto 11, con Zubikarai ya batido. Algo más de diez minutos después, Rolfes evidencio que la defensa realista era de circunstancias (con dos titulares fuera) y remató a placer un córner dentro del área pequeña. Afortunadamente, arriba. En esos minutos, en realidad como en todo el partido, el único que inquietaba a la defensa alemana era Griezmann, aunque no estuvo acertado en los disparos, que bien no cogieron portería o bien los despejó Leno con cierta facilidad.

La ocasión más clara de la Real llegó al filo del descanso, cuando otra internada por supuesto de Griezmann la finalizó con un pase de la muerte al que no llegó un Vela al que se vio lento. Antes de enfilar el túnel de vestuarios, Markel se cargó con una absurda amarilla, muestra de que lo que aporta en el campo no es tanto como lo que limita alejando a Pardo de la que, hoy por hoy, sería la mejor posición para él y para construir un equipo diferente que volviera a creer en su fútbol tanto como el de la temporada pasada. El 0-0 al descanso, que iba parejo al 0-0 de Old Trafford que en aquel momento daba la clasificación al Shakhtar, se podía considerar justo. Pero fue ese doble resultado el que, ahora sí, espoleó al Bayer para demostrar que ellos sí tenían algo en juego en este partido. El arranque de los alemanes en la segunda mitad desbordó por completo a la Real.

En cuatro minutos, el Bayer dispuso de tres llegadas de peligro. Primero disparó Son por encima de la portería, después Zubikarai realizó una espléndida intervención forzando un córner que, a la tercera, fue lo que dio ventaja al equipo alemán. El balón llegó hasta el corazón del área pequeña y, en apenas unos segundos, retrató lo que ha sido la Real en la Champions, un equipo sin confianza y sin suerte. La jugada, mal defendida, encuentra una descripción perfecta en la situación de Elustondo por los suelos y la de Markel como el jugador que ni llega ni lo intenta. Él ve perfectamente y sin moverse de su posición cómo el balón rebota primero en un afortunado Toprak, después en Elustondo, y nuevamente en el jugador del Bayer, para que se le quede en una posición perfecta para enganchar el disparo, mientras toda la Real protesta una mano inexistente, a excepción de Mikel González, el único que se lanza para intentar evitar el gol. Casi a renglón seguido, el gol del Manchester United en Old Trafford allanaba el camino para el Bayer.

Con el 0-1, el partido se rompió por completo. La Real, esta Real de Champions caracterizada por el querer y no poder, buscó adelantar líneas y el Bayer apostó descaradamente por el contragolpe. Fueron unos minutos de enorme riesgo para el equipo txuri urdin en los que estuvo claramente más cerca el 0-2 que la igualada. Las dos mejores ocasiones de los alemanes las tuvo Kiessling, primero estrellando el balón nuevamente en el palo y después encontrándose otra vez a un muy acertado Zubikarai, que con su actuación se reivindicó y respondió a las dudas que podía haber en cuanto a su rendimiento. Otra cosa es el debate por dar este partido al portero suplente, que ahí se podría hablar largo y tendido desde una posición y desde la otra. En cualquier caso, y viendo que ya no había nada que defender, Jagoba reaccionó con la única decisión posible, retirando del campo a Elustondo para colocar a Xabi Prieto. Elustondo frenó los silbidos que llegaron a escucharse en Anoeta saliéndose por la banda contraria a los banquillos y acortando el tiempo de la sustitución al mínimo.

A partir de ahí, y aún con esa misma sensación de correcalles que sucedió al 0-1, la Real recuperó algo más el dominio del partido. Prieto, por el centro y volcado a la derecha, estuvo muy activo en esa labor y Pardo, descomunal en el esfuerzo, estuvo muy cerca de marcar en una gran internada desde la banda izquierda con un disparo que hizo rebotar contra el suelo y que obligó a Leno a estirarse para mandar el balón a córner. Griezmann se mantuvo como el realista más incisivo también durante la segunda mitad y lo intentó hasta el final. El francés pudo marcar con un remate de cabeza que le salió algo flojo, con un disparo a la media vuelta que no encontró portería, y después asistió a Agirretxe para que, en el único lanzamiento claro que pudo hacer el nueve realista, estrellara el balón contra la defensa. Incluso Ansotegi pudo marcar de cabeza en un córner, supuesto punto fuere de los alemanes. Un querer y no poder continuo en el que también faltó suerte. En esos minutos finales, el coraje de la Real no encontró el premio del gol, pero al menos la herida no se hizo más grande.

Son fue el jugador más peligroso del equipo germano, y la mejor ocasión la tuvo al final en un contragolpe. Vela, en un generosísimo esfuerzo, fue el jugador que corrió primero detrás de él y finalmente junto a él para cerrarle las opciones en una jugada en la que, cuando cogió el balón en el centro del campo, parecía que iba a encarar a Zubikarai sin oposición. Esa jugada es la perfecta muestra de que la Real se vació por completo. No se puede negar que Carlos Martínez subió la banda una y otra vez, a pesar de que su acierto en el pase esté a años luz del que mostró el año pasado. O que Agirretxe busca influir en el juego de todas las formas posibles. O que Ansotegi siempre cumple en la medida de sus posibilidades, aunque mereciera la tarjeta roja por la entrada que le hizo a Can. Ese perdón fue el primer acto benevolente hacia la Real por parte de un árbitro en toda la Champions. El propio Hagen adoptó hoy decisiones controvertidas y absurdas, como perdonar a Can una amarilla por volver al campo sin permiso tras ser atendido o un córner flagrante que no quiso dar a la Real, momento que enfadó sobremanera a los realistas y a Anoeta. Con razón.

La única satisfacción que dejaron los minutos finales fue el debut en Champions de un Gaztañaga que, de alguna manera, evidenció lo que le ha faltado a la Real en la competición y, de esa manera, pidió paso por fin en el primer equipo. El primer balón que tocó fue un cambio de juego en largo. Falló el pase, pero no le pudo la presión. Optó por ser valiente. Falló, sí. Pero eso no le impidió volver a intentarlo. O entrar fuerte, ya en el tiempo de descuento, ganándose una tarjeta amarilla justa pero que recuerda que en el fútbol es necesario entrar con fuerza y personalidad. Que después de las cuatro entradas que recibió Vela o el entradón final a Carlos Martínez el técnico del Bayer, Hyypia, hiciera gestos ofensivos hacia el banquillo txuri urdin es algo demencial. Quien propone un juego contundente ha de estar preparado para recibirlo y Gazta, que entró en el campo por Mikel González, fue el realista más decidido en esa faceta. Con su último cambio, Jagoba no quiso arriesgar más y se limitó a quitar a un delantero sin gol, Agirretxe, para meter a otro en las mismas circunstancias, Seferovic.

Se acabó la Champions para la Real con una nueva derrota. Y la sensación ha sido realmente pobre. Se puede hablar de mala suerte y de malas decisiones arbitrales, porque de ambas cosas ha habido, sobre todo en la primera vuelta de esta fase de grupos, pero la autocrítica ha de ser necesaria. La Real no ha pagado el peaje de jugar la Champions, y no hay más que ver la sexta posición del equipo en la Liga para comprender que ese desgaste no ha afectado a la temporada. Lo que ha sucedido es, lisa y llanamente, que la Real se ha considerado el equipo más débil del grupo, que era el que podía dar la sorpresa y no el que tenía capacidad para ganar. Es curioso que el otro equipo que también ha quedado fuera de la Champions, el Shakhtar, es el único que haya sido capaz de batir a los realistas por más de un gol. O que el campeón, el Manchester, no fuera capaz de hacerle un solo gol. Lo sucedido en Donetsk y hoy en Anoeta no es más que el reflejo de la impotencia a la que se condenó la Real desde el principio. Y, sí, era un grupo durísimo. Pero la forma en que se ha caído es una auténtica lástima. La Real le debe una a la Champions porque no ha dado al nivel que exige esta competición. Y lo triste es que lo tiene.

lunes, diciembre 09, 2013

PREVIA Real Sociedad - Bayer Leverkusen. El triste final de la aventura europea

En Donetsk se acabaron las opciones europeas.
El grupo A de la Champions aventuraba cualquier posibilidad para la Real, tanto dar un golpe sobre la mesa y pasar a octavos, por qué no, como primero de grupo, como caer a la Europa League e incluso quedar eliminada de todas las competiciones europeas. Pero seguramente lo que pocos esperaban es que no hubiera ninguna opción de nada en la última jornada (martes, 20.45, Anoeta, Canal + Liga de Campeones). El equipo txuri urdin recibe la visita del Bayer Leverkusen con sólo dos alicientes, poner un buen broche a su trayectoria en la Champions con una victoria, la única en los seis partidos de esta fase, y el pellizco económico que significa sumar en la máxima competición de la UEFA. En todo caso, y aunque ganar sea una obligación para que Europa vea a la Real que aún no ha visto, el partido no puede ser la fiesta que proponían algunos porque es, y no hay otra forma de verlo, el triste final de una aventura europea que nos hizo soñar en la previa y sufrir, y mucho, en la fase de grupos.

Jagoba Arrasate ha decidido ocultar sus decisiones hasta el mismo día del partido. La convocatoria definitiva no se conocerá hasta después de la suave sesión matinal. Son baja segura por lesión De la Bella, Estrada, Granero, Chory Castro e Ifrán, y está por ver cuál es el estado físico de los que no viajaron a Algeciras y habían presentado problemas en los días anteriores, como es el caso de Iñigo Martínez, Pardo o Zurutuza. En principio, todos podrían estar disponibles, por lo que al técnico txuri urdin le quedarían justo los 18 jugadores que podrían formar la convocatoria, aunque algunas carencias, como por ejemplo la derivada de tener dos de los cuatro laterales lesionados, podría dar una oportunidad de estar en el banquillo a Zaldúa, o la ausencia de Chory Castro abrir de nuevo un hueco para Sangalli. Estos dos canteranos son los que jugaron el partido de Copa el viernes.

Aunque es difícil adelantar algunos detalles del once inicial, lo que sí confirmó Arrasate es que debutarán los dos jugadores que aún no han tenido minutos en Champions, Zubikarai y José Ángel. Lo primero generará polémica, sobre todo si el resultado no acompaña. Si Iñigo está bien, formará en el centro de la defensa junto a Mikel González, con Carlos Martínez y el mencionado José Ángel en las bandas. Markel y Pardo parecen seguros por delante de ellos y la duda está por delante, con Xabi Prieto y Zurutuza jugándose ese puesto. También podría jugar Zurutuza junto a Markel y sentar a Pardo, pero parece menos probable. Arrasate dosificó a Griezmann y Vela en Algeciras, por lo que parece que los dos serán titulares, y dado que Seferovic fue titular en la Copa lo normal es que Agirretxe lo sea en la Champions. Para el banquillo, y a la espera de saber si hay algún potrillo en la lista que diera más posibilidades ofensivas, quedarían Bravo (por primera vez estando disponibles en las últimas cinco temporadas), Ansotegi, Cadamuro, Elustondo y Ros.

Deportivamente no hay nada en juego para la Real en el cierre de la fase de grupos y su cuarta y última plaza es inamovible. Sólo se juega no ser el peor equipo de esta Champions, superando ahora mismo sólo a los dos equipos que no han sumado ningún punto, Viktoria Plisken (recibe al CSKA de Moscú) y Olympique de Marsella (recibe al Borussia de Dortmund) o el menos goleador, deshonor que ahora mismo comparte con el Austria de Viena (que recibe al Zenit) con el solitario gol que Vela marcó, precisamente ante el Bayer Leverkusen, remachando el rechace del penalti que le detuvo el portero alemán. Eso sí, puede ser juez de la clasificación de este grupo A, que ahora mismo encabeza el Manchester United con 11 puntos y es el único clasificado para los octavos. El Leverkusen necesita ganar en Anoeta y que no lo haga el Shakhtar Donetsk en Old Trafford. El empate a puntos favorece a los alemanes, por lo que empatar ante la Real si el Manchester United hace los deberes y asegurar la primera plaza del grupo venciendo al Shakhtar también da al pase a los octavos al Bayer, que viene de ganar nada menos que el Borussia Dortmund en su Liga.

Será la primera ocasión en la que el Bayer Leverkusen visite San Sebastián en partido oficial y la primera en que un conjunto alemán juegue en Anoeta. Los tres equipos germanos que se enfrentaron a la Real en competiciones de la UEFA lo hicieron en el viejo Atotxa y ninguno de ellos consiguió batir al conjunto txuri urdin. El primero fue el Hamburgo, en la Copa de Europa de la temporada 1982-1983 y el partido acabó con empate a uno. Los dos siguientes, Colonia y Stuttgart, cayeron por el mismo resultado en la Copa de la UEFA de la campaña 1988-1989, aunque fueron partidos de muy distinto recuerdo. El primero fue la ida de una eliminatoria que la Real pasó en Alemania con un épico 2-2. En el segundo, y a pesar de vencer el encuentro, el equipo txuri urdin cayó eliminado en la tanda de penaltis (4-2). Históricamente, en la fase de grupos de la Champions, la Real acumula cinco partidos como local, todos ellos en Anoeta, con una victoria, tres empates y una derrota. Sumando todas sus presencias en la máxima competición continental, incluyendo la previa de esta temporada, son cinco victorias, seis empates y dos derrotas.

domingo, diciembre 08, 2013

ATLÉTICO DE MADRID B 1 - REAL SOCIEDAD B 0 Siempre es cruel caer en el descuento

El once inicial del Sanse en el Cerro del Espino.
Independientemente de los méritos adquiridos durante un partido, perderlo en el tiempo de descuento y con un gol de falta directa siempre es cruel. Eso es lo que le ha pasado al Sanse en su visita al Cerro del Espino, en un partido en el que pudo adelantarse en la primera mitad, pudo encajar de penalti todavía en la primera y en varias ocasiones en la segunda, con Tena evitándolo, y se acabó volviendo a Donosti de vacío por culpa de ese gol postrero. Es cierto que en la segunda mitad fue el Atlético de Madrid B el equipo que más lo intentó, y que los cambios de Asier Santana no le dieron al equipo las soluciones que esperaba, pero es duro caer de esa forma. La derrota del equipo txuri urdin tiene su peor consecuencia en que podría haber metido una importante distancia con respecto al conjunto colchonero y también sobre los puestos de descenso, y viene a confirmar la irregularidad del filial realista, aún a pesar de la buena racha con la que llegó a este partido.

Con las bajas por lesión de Etxabeguren, Hernández, Morgado y Kodro, y las ausencias de los dos potrillos que jugaron el viernes en Algeciras con el primer equipo, Zaldúa y Sangalli, a Santana no le quedaba mucho margen de actuación. Con Tena en la portería, Elustondo fue el lateral diestro, Diarra el izquierdo y Gaztañaga acompañó a Callens en el centro de la defensa, Sanz, Castro y Fuchs en el centro del campo, Oyarzun y Hervías en la bandas e Iker Hernández en punta. El partido tardó en arrancar y a los dos equipos les costó muchísimo llegar al área contraria en los primeros minutos. Hasta el minuto 10 no creó la Real su primer ataque de serio peligro, con un disparo de Castro desde la frontal que no cogió portería. La respuesta del Atlético llegó gracias a su dominio territorial, lo que le llevó a bordear el área de Tena y forzar algunos córners consecutivos sin llegar a disparar entre los tres palos.

Segundo palo, éste impidió el gol de Castro.
En la primera mitad, y con mucha diferencia, el realista más incisivo fue Hervías. Volvió loco a los rivales que le salían al paso por su banda izquierda, forzó bastantes faltas y metió buenos balones al interior del área, en juego y lanzando todos los córners desde su banda, pero le falto un poco de precisión para que alguno de ellos encontrara el remate de un Iker Hernández que se pasó todo el encuentro peleando contra molinos de vientos, contra dos centrales de mucha mayor envergadura. La mejor ocasión de Hervías llegó en el minuto 27, cuando recortó hacia la frontal del área y conectó un disparo que atrapó David Gil. Cinco minutos antes había sido Oyarzun quien se acercó al gol, y lo hizo con un magnífico disparo desde la frontal que repelió el palo. La madera volvió a impedir que el filial realista se adelantara, después de un sensacional centro de Elustondo que Castro envió al palo.

Con esos dos lanzamientos al palo se acabaron las ocasiones de la Real y sus opciones de conseguir la victoria en este encuentro. El Atlético se rehizo con el mando del partido y empezó a poner a prueba a Tena. El guardameta txuri urdin envío a córner el disparo con el que Rubén Mesa culminó una internada por la banda derecha en la que dejó en evidencia a Callens. En el minuto 38 los colchoneros tuvieron la mejor ocasión para adelantarse, al cometer Diarra un claro penalti por mano. Omar envió el balón al palo izquierdo de Tena, que había adivinado el lado por el que iba el balón pero que no habría tenido opciones de haber cogido portería. Con el 0-0 inicial acabó la primera mitad y, en realidad, la poca diversión que había tenido el partido. Los 45 minutos iniciales no habían sido especialmente buenos, pero la segunda mitad fue bastante soporífera.

El penalti del Atlético, también a la madera.
Tanto es así que en el primer cuarto de hora lo único destacable fue el golpe que se llegó Diarra en la nariz, que obligó a los médicos realistas a actuar para cortar la hemorragia que sufrió para que pudiera volver al campo sin consecuencias. Los dos entrenadores hicieron sus primeros movimientos al cuarto de hora. Santana, viendo que Iker Hernández no conseguía llevarse balones por alto, decidió meter en el campo a un Nanizayamo que, a pesar de su mayor altura, no estuvo ni cerca de lograr mucho más acierto en esa labor que el nueve realista. Iker retrasó su posición y el sustituido fue Castro. Con el paso de los minutos, se fue haciendo mucho más evidente que la Real no tenía salida por el centro del campo, y eso lo vieron incluso los jugadores, que constantemente buscaban a Gaztañaga, retrasado para ocupar una de las dos plazas de central, para que fuera él quien sacara el balón. Y Gazta lo hizo con mucho aplomo, sin descuidar además sus labores como defensa. Fue de lo mejor de la Real en el Cerro del Espino.

Reculando tanto la Real, el Atlético empezó a tener ocasiones. Las más claras llegaron de forma consecutiva en los minutos 62 y 63. Tena salvó la primera, de Héctor, que acababa de entrar en el campo, y después Omar lanzó el balón fuera con todo a favor para hacer el 1-0. Tena cada vez tenía más trabajo, tanto en los balones colgados al área como en los contragolpes que el centro del campo realista no sabía frenar y que obligaban al guardameta a salir por bajo, especialmente un mano a mano con Héctor en el minuto 78. Para entonces, Santana ya había agotado los cambios, colocando primero en la banda a Barcina en lugar de un Hervías que perdió protagonismo en la segunda mitad y después en el centro a Ozkoidi en lugar de un Fuchs que pareció pedir el cambio por precaución. Los cambios dieron un mínimo respiro a la Real, pero aún así no llegó a tener ninguna ocasión de gol clara en la segunda mitad. La única reseñable, un cabezazo que no llegó a conectar Iker Hernández al saque de un córner porque atrapó el balón David Gil.

Con  el lanzamiento de esta falta ganó el partido el Atlético.
El partido se le marchó finalmente a la Real a balón parado, y con advertencia previa. En el minuto 85, Tena tuvo que hacer un paradón para responder al lanzamiento de falta de Iván Sánchez, que lamió el larguero antes de marcharse a córner. Y ya en el descuento, fue Vicente el que probó suerte, encontrando el fondo de la portería de Tena y dando al Atlético los tres puntos. La falta que originó el gol fue bastante rigurosa, a pesar de que le costó la tarjeta a Gaztañaga. De hecho, lo que en la primera parte fue un arbitraje modélico en la segunda se convirtió en uno casero, señalando las mismas faltas sólo en una dirección. Iker Hernández fue uno de los realistas más molestos con la actuación del colegiado y tuvo algún que otro desacuerdo con uno de sus asistentes. A la Real no le dio tiempo ni a buscar el empate, y tras encajar el gol que sería definitivo sólo estuvo mínimamente cerca del gol en una internada de Elustondo que acabó atrapando el meta del Atlético. Quizá la Real mereció perder por su floja segunda mitad, que hizo olvidar sus dos palos de la primera mitad, pero sigue siendo cruel caer así.