Esta temporada no. Esta vez no voy a caer en la trampa. No voy a perder tiempo en hablar de las primas a terceros. No me voy a amparar en el recuerdo de que la Real fue el equipo más perjudicado por esa práctica ilegal la pasada temporada, en la que dio con sus huesos en Segunda. No quiero pararme a pensar en cómo corrían los jugadores del Sporting aquella tarde de abril de 1981 en la que Zamora acabó cumpliendo nuestro sueño más hermoso. No voy a valorar las informaciones interesadas que hablan de que Badiola anda por la geografía española repartiendo maletines llenos de dinero, ni a enjuiciar la hipocresía de que lo denuncie quien también lo puede estar haciendo.
Tampoco voy a caer en la trampa de medir ahora si los árbitros han perjudicado más a uno u otro. Si me han robado en seis partidos pero me han regalado dos y si al rival le han robado en tres y perjudicado en uno., o viceversa No voy a hacer clasificaciones paralelas que nunca nos darán el ascenso. No voy a pensar en realidades que nunca sucederán. No voy a alentar teorías de la conspiración de las que nunca tendré pruebas, ni tampoco quedarme en el arbitraje como único análisis de una temporada. No recordaré que arbitrajes sospechosos impidieron, entre otras cosas, que la Real fuera campeona de Liga hace cinco años. Ni tampoco extrapolaré aquella realidad al día de hoy.
No voy a equivocarme de enemigo. No voy a polemizar con las aficiones de Málaga o Sporting. Que no cuente conmigo quien disfrute con enfrentamientos inútiles, porque a mí lo que me gusta es el fútbol y poder defender a mi equipo con sus colores en todas partes. Las cuentas con el pasado hoy no me interesan. No pienso equivocarme de enemigo. Mis molinos de viento están en el presente. Hoy y durante las próximas seis semanas. Hoy ya no importa tanto lo que hicieran los Consejos de Denonerreala, los arbitajes de antaño, las primas a terceros que perjudicaron. Todo eso me da igual. Y hasta el 15 de junio no pienso caer en la trampa de dedicar mi tiempo a estos asuntos. Yo no voy a hablar de eso.
Yo de lo que voy a hablar es de la Real. Del liderazgo de Martí. De la resurrección de Garitano. De los goles de Díaz de Cerio. De las paradas de Riesgo. De la solvencia de una defensa nacida en Zubieta. De cómo se dejan la piel sobre el campo jugadores que puede que no sigan vistiendo la camiseta txuri urdin el año que viene. Del mérito que tiene que esta plantilla mantenga la concentración en una temporada tan convulsa como la actual. Voy a hablar de la Real. Y lo seguiré haciendo hasta que vuelva al lugar que le corresponde, la Primera División. Después ya analizaremos todo lo demás. Pero hoy no. Es una trampa. Y no voy a caer.
2 comentarios:
Haces bien en no caer en la trampa. Sinceramente, te honra como aficionado y como periodista.
Como dije a principio de temporada, confío que Anoeta vuelva a ser campo de Primera. Solo falta un sprint final. Ánimo!
Las primas en el fútbol actual están a la orden del día, y los mamoneos federativos también, aunque intentemos ignorarlos.
Un saludo desde Málaga!!
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