Cuando quedan ya sólo siete jornadas para el final, ya no queda otra salida. Si la Real quiere subir a Primera División, debe hacer de Anoeta ese fortín que hemos deseado, hasta ahora sin fortuna, durante toda la temporada. Y debe comenzar esa carrera frente al único filial de Segunda, el Sevilla Atlético (sábado, 18.30, Anoeta; ETB-1, Canal Sur-Canal 2 Andalucía, Canal 9-Punt 2). La carrera por el ascenso no espera más, y aunque Lillo advirtió tras el gran triunfo de Málaga que todavía quedan días de reír y de llorar, lo cierto es que empieza a ser ya algo imprescindible sumar de tres en tres la mayoría de los días que restan para el final. Siempre es importante, pero ahora más. El ascenso se decide en junio y no en enero. Hay que ganar. Hacer de Anoeta un fortín inexpugnable. Y nada más. Del estadio donostiarra debe salir el aficionado satisfecho y con tres puntos más, a la espera de los resultados de Sporting y Málaga.
Para conseguir es objetivo irrenunciable, Lillo buscará acercarse lo más posible a la idea que tan buen resultado le dio hace seis días en La Rosaleda. Repetirá el esquema con trivote y casi todos los nombres de la alineación titular. La única baja es la de Delibasic, que vio ante el Málaga su quinta tarjeta amarilla y está sancionado. Una lástima, porque cuajó allí sus mejores minutos de txuri urdin. Díaz de Cerio, que partió desde la derecha en el anterior encuentro, será ante el filial sevillista el único hombre en punta. La banda quedará para Gari Uranga, que ya marcó el segundo gol en Málaga. Ese será el único cambio que introducirá Lillo en una alineación que completarán Riesgo, Gerardo, Labaka, Mikel González, Castillo, Garitano, Martí, Aranburu y Nacho.
Las principales novedades de Lillo están en la convocatoria. Skoubo por fin está disponible, pero no ha entrado en la lista de 18 porque, como adelantó el técnico el jueves, hay que ir con paciencia con el danés. Vuelven al grupo de los elegidos el galés Vaughan (que deberá confirmar si está o no para jugar con asiduidad en este final de temporada), Markel Bergara (por primera vez con Lillo y poniendo fin a un largo ostracismo) y Elustondo, lo que vuelva a dar una idea de lo mucho que quiere reforzar Lillo el centro del campo. Se caen de la lista Novo y Estrada, además del sancionado Delibasic. En el banquillo no tendrá la Real ningún lateral, ya que Carlos Martínez sigue sin entrar en la convocatoria. La apuesta de Lillo por Gerardo y Castillo parece clara en este sentido.
Una semana más, poco se ha hablado del rival y del partido, cuando en realidad ese debiera ser siempre el centro de atención de TODOS los realistas. Pero no. Hemos hablado de cuentas, de los trabajadores de la Real, de la compra de Anoeta, de primas supuestamente pagadas por Badiola y de otros tantos asuntos extradeportivos. Hay que hablar de ellos, pero no desviar la atención de lo primordial. Y lo primordial es volver a Primera. Ya emplearemos tiempo en debatir todo lo demás. Porque esta semana la Real vuelve a estar en disposición de asaltar los tres primeros puestos. Será una jornada clave para saber si el Málaga puede comprometer su segunda plaza. Ahora mismo cinco puntos por encima de la Real, juega fuera de casa, en Vigo, un partido de los más complicados en el calendario que le queda a los malagueños. El Sporting, dos puntos por encima, recibe a un Granada 74 por desgracia plagado de bajas, pero esta Segunda División demuestra que los puntos se pueden ganar o perder en cualquier partido.
Que nadie se engañe, que el rival de la Real tampoco va a ser nada fácil. Decía Lillo que juega sin la presión de los resultados y eso le lleva a sacar más puntos. Y no le falta razón. La temporada del filial sevillista, debutante en Segunda, es espléndida y es ahora mismo séptimo en la clasificación con 49 puntos, sólo siete menos que la Real y ha estado toda la temporada en el grupo de cabeza, durante algunas jornadas incluso entre los tres primeros puestos. Fuera de casa ha arrancado puntos en diez partidos (cinco victorias, entre ellas en Soria ante el líder Numancia, y otros tantos empates) de los 18 que ya ha jugado. No obstante, está inmerso en una racha de cuatro derrotas consecutivas fuera de casa, la última de ellas en Gijón y por goleada.
El partido de ida, disputado en el Ramón Sánchez Pizjuán, es el único precedente con estos dos equipos como protagonistas y da buena fe de la calidad de los jugadores sevillistas. Una Real que había ilusionado seis días antes en Anoeta frente al Málaga, entonces líder, dio una pobrísima impresión ante el filial sevillista. Tanto fue así que el equipo de Chris Coleman no llegó ni siquiera a disparar sobre la portería rival en los 90 minutos de juego. Riesgo fue el mejor en el equipo txuri urdin, que se quedó con diez jugadores en el minuto 80 tras una injustísima expulsión con roja directa a Díaz de Cerio. Curiosamente, esos diez minutos en inferioridad fueron los únicos que la Real supo jugar el partido y contuvo bien al Sevilla Atlético. Insuficiente para ganar, pero al menos se rescató un punto de un partido nefasto.
Con el primer equipo del Sevilla sí hay bastantes precedentes, aunque ninguno de ellos en Segunda División. Y las estadísticas son bastante buenas para la Real. De los 51 partidos jugados en San Sebastián, 30 se saldaron con victoria local y 16 con empate. El Sevilla sólo ha ganado cinco veces, aunque dos de ellas fueron en sus dos últimas visitas. La pasada temporada, los sevillistas llegaron a Anoeta en la segunda jornada de Liga, en el partido 2.000 de la Real en la competición, y ganó 1-3. Martí fue titular aquel día con el equipo hispalense. Alves debió ver la roja antes del descanso, pero no lo hizo. El Sevilla jugó con mucha comodidad y el partido sólo pasará a la historia del equipo txuri urdin por el primer gol de Díaz de Cerio con la Real. Llegó en el descuento, con todo ya perdido.
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