Colemanr Viejo recibió a Real Sociedad y Rayo Vallecano con una mañana soleada y calurosa que, seguro, acabó haciendo mella en los jóvenes jugadores. Eso y el césped artificial del campo madrileño fueron los grandes inconvenientes para ambos equipos. El Rayo se adelantó de penalti cuando la primera parte se acercaba ya a sus minutos finales (en la jugada previa no se señaló una posible pena máxima a favor de la Real). Los de Vallecas, que demostraron haber cogido ya muchos más vicios del fútbol adulto que los realistas (y que incluso se quedaron con diez en el descuento de la segunda parte por una dura y cínica entrada en el centro del campo), se echaron atrás y jugaron al contragolpe. No llevaron demasiado peligro hasta que llegó el definitivo 0-2, a poco más de cinco minutos para el final.
La Real apenas tuvo ocasiones para marcar (y eso fue lo extraño en un equipo que, como explicó su entrenador, Alberto Iturralde, es una máquina de generar opciones de peligro), a excepción de una espléndida internada de un realista por la banda izquierda que acabó con un lanzamiento que se paseó por la línea de meta rayista. Quizá pesó en las piernas de los realistas el viaje, que su rival madrileño no tuvo que sufrir. Quizá la ilusión de jugar esta fase final. Quizá también acusó las bajas de sus dos internacionales, Gaztañaga e Illarramendi. Pero aún así los chavales se dejaron la piel, lucharon durante todo el encuentro y tratando siempre de jugar al fútbol. No salieron las cosas, pero las intenciones también cuentan, y más en estas categorías inferiores.
En la grada hubo algunos nombres ilustres de la historia de la Real. José Ramón Eizmendi (que atendió con muchísima amabilidad a Corazón Txuri Urdin y le concedió una entrevista que podréis leer aquí mañana) estuvo con el juvenil, después de entrenar ayer al Sanse en Ponferrada, donde empató a cero con el líder de su grupo de Segunda B, la Ponferradina de Óscar De Paula y Rubén Vega. También estuvo Loren, uno de los técnicos más relevantes de la Real que siguen en Zubieta tras la llegada de Iñaki Badiola a la Presidencia. Se pudo ver a toda una leyenda realista como Roberto López Ufarte. Y en el banquillo, uno de los extranjeros más queridos de la historia reciente de la Real, Tayfun Korkut, ejerce de ayudante de Alberto Iturralde.
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