La Real, celebrando el título. Foto de @jonxa_. |
Al final del primer encuentro de la final de la Liga de hockey femenino, que ganó el Club de Campo a la Real en los shoot-outs, pude escuchar al entrenador de las neskak de la Real, Julián Barceló, convencido de que se iba a ganar. Y no sonaba como una andanada cargada de forofismo o de rabia por la primera derrota. Era, en cambio, un reflejo de lo que se había visto sobre el campo en los 70 minutos reglamentarios y los quince posteriores de la prórroga. Y esa victoria ha llegado. Con sufrimiento, seguro que mucho más del esperado. Se ganó el segundo partido ayer sábado por 2-1, remontando el gol inicial del equipo madrileño, y se ha ganado hoy, de nuevo tras adelantarse el Club de Campo en el marcador, esta vez en el primer minuto. El empate de la Real ha llegado en la segunda mitad y el ganador se ha decidido, como el primer día de este play off final, en los shoot-outs.
Antes de la tanda que decidió el primer choque, me decía un reciente amigo con el que ya he coincidido alguna vez en estos partidos, que en esa suerte la Real tenía las de perder ante el Club de Campo. Efectivamente, aquel día el maleficio que pesa sobre la Real en el recinto madrileño pesó lo suficiente como para que los shoot-outs dieran la victoria al equipo local. Y sin embargo, ironías del deporte, es lo que le ha dado el título a las nuestras. Con sufrimiento, como decía, llegando en empate al final de los cinco primeros lanzamientos y con la desventaja de ver cómo el Club de Campo lanzaba primero. Pero el desenlace feliz deja un sabor tan dulce en la victoria que rompe todos los gafes que pueda haber en el campo madrileño. Y es que, ojo, se rompe una tendencia importante en el hockey femenino. El Club de Campo ganó las cuatro últimas Ligas y las cinco últimas Copas de la Reina, dejando a la Real en unas cuantas de esas ocasiones con el amargo sabor del subcampeonato.
Eso da mucho más valor al triunfo de hoy, porque además permite soltar el lastre psicológico que en anteriores ocasiones dejó el enfrentamiento con el Club de Campo. Ahora está en manos de la Real que este entorchado sea el comienzo de una etapa de nuevos triunfos. Este campeonato supone el octavo título liguero para la Real y romper así una sequía de trece años, pues el último título data de 1999. Un título merecido por la forma en la que ha llegado, remontando un marcador adverso en los dos encuentros decisivos del play off final, superando un 0-1 en contra también en la semifinal ante el Junior, y después de haber dominado con holgura la fase regular de la competición. La Real cerró esa primera fase con una derrota en campo del Junior, pero ya como campeona con 36 puntos, gracias a las 17 victorias y dos empates logrados en 22 partidos. Y siendo el equipo más goleador y el menos goleado, con 67 a favor y 12 en contra. Números de campeón que se certificaron con el carácter de las neskak en dos eliminatorias durísimas con final feliz. Y encima en casa.
La piña de las neskak antes del primer partido de la final. |
El hockey sigue siendo por desgracia un deporte muy minoritario y esta final, a pesar de haber sido un espectáculo emocionante en todos sus actos, no se ha podido seguir por televisión. Por eso, también hay que valorar la fortuna de haber podido ver a este equipo campeón en directo, haber gritado en su apoyo, haber sufrido en las derrotas y disfrutado en las victorias. Seguir un final de infarto como el del partido de hoy por Twitter retrotrae, además, a otras épocas en las que la información sobre fútbol llegaba a través de las ondas de radio. Todo, absolutamente todo, hace que esta victoria tenga un sabor precioso. Porque hoy la Real es campeona (vídeo de la Real, aquí). Hoy se puede volver a gritar con orgullo aquello de "txapeldunak". Hoy el hockey femenino vuelve a ser txuri urdin. Y en dos semanas llega la Copa de la Reina para certificarlo. ¡A por ellas, txapeldunak!
1 comentario:
Mucho tiempo sin escribir comentarios en tu blog.
Pero no sin leerte, que gracias a ti me volví a aficionar a la Real en la temporada del descenso.
Como siempre consigues emocionar con tus entradas, casi tanto como las neskak.
Mil gracias Juan, una lástima que no pudiéramos vernos el fin de semana pasado animándolas, aunque ya me han dicho que tu lo hiciste por los dos y por el resto de la Real.
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