Gracias, Belenguer

Sin que se me haya pasado el enfado con Lotina por reconocer abiertamente que la Real salió a por el 0-0 en Getafe y por el lamentable partido del equipo ante más de mil realistas que fueron a Getafe con toda la ilusión del mundo, hoy quiero hablar del otro lado del fútbol, del lado más amable y deportivo. Ayer en el Coliseum Alfonso Pérez, bastante gente reaccionó en las gradas al gol del Getafe cantando "a Segunda, a Segunda". Ese hiriente cántico lo ha oído este año la Real ya en varias ocasiones, pero duele más cuando se escucha en campos de equipos pequeños que no hace mucho no estaban en Primera División como el del Recreativo de Huelva o el Getafe.

Un jugador del equipo local pidió a su afición durante el partido que no cantase "a Segunda, a Segunda" a la Real y a sus aficionados. Fue Belenguer. Desde aquí, mi más profundo agradecimiento al defensa catalán del Getafe. Pequeños gestos como éstos son los que hacen que un aficionado de a pie como yo respete a un jugador y a un equipo. Belenguer es un tipo curtido en mil batallas, ha estado en Segunda en equipos como el Leganés, el Lleida, el Albacete, el Betis o el mismo Getafe, y en Primera ha sufrido mucho con equipos como el Extremadura. Por eso, sabe lo que es estar en nuestra piel.

Hoy en rueda de prensa ha explicado lo sucedido: "Eso nos molesta a casi todos, es algo que a lo mejor no es tan vendible para los medios como otro tipo de reacciones, pero es igual de feo. Primero, es una afición que lo está pasando bastante mal y que gracias a Dios no somos nosotros, pero también hay compañeros profesionales, en algunos casos amigos y que lo están pasando muy mal. A lo mejor para la afición local, como no estamos en esas peleas, pues es como una broma, pero en la visitante tiene una repercusión peor. Pienso que no es bueno hacerse enemigos por los sitios. Hay que tener consideración y pensar que otro año podemos estar nosotros en esas situación. Como siempre dicen, no hagas a los demás lo que no te gusta que hagan a ti mismo", explicó. Insisto: gracias, Belenguer. Yo me acordaré de tus palabras si algún día te encuentras con la Real en una situación como la que hoy vivimos nosotros.

GETAFE 1 - REAL SOCIEDAD 0. Ocasión perdida, decepción tremenda

Qué ocasión ha perdido la Real en Getafe. Han perdido todos los equipos de la zona baja de la tabla, y con estrépito. Una victoria realista habría supuesto salir de la zona descenso y la decepción ha sido tremenda. La Real se ha ido con el resultado más triste posible, un 1-0 que nos ha dejado helados al millar de aficionados que nos hemos congregado en el Coliseum Alfonso Pérez de Getafe. Y nos ha dejado helados porque delante no había ninguna apisonadora. Delante estaba un Getafe correcto que tampoco ha superado claramente a la Real. Pero la Real no ha estado sobre el campo durante buena parte del encuentro.

El partido de hoy quizá debería servir para que aquellos que dudan de la necesidad de Kovacevic en la Real abran los ojos. Cuánto baja este equipo sin el serbio. Dos datos lo avalan. Las seis victorias de este año se han conseguido con él sobre el campo. Y nunca la Real ha vencido si Darko estaba disponible para jugar y se ha quedado en el banquillo. Hoy no ha estado por sanción. Su sustituto ha sido Herrera y el argentino sigo dejando la sensación de que no da más de sí, de que el jugadón de la semana pasada ante el Atlético de Madrid fue un espejismo. Díaz de Cerio se pasó todo el partido desasistido, desesperado, corriendo como loco sin opción alguna.

No es que la Real haya merecido perder hoy, pero tampoco ha dejado claro que era el equipo más necesitado. Mal al comienzo de la primera parte, mal al comienzo de la segunda. Sólo al final del partido ha dado la sensación de que quería ganar. Y lo ha hecho de una forma peculiar. Es sintomático que Lotina no sólo no agotara los cambios sino que además el hombre que ha entrado ha sido Novo. Si no hay banquillo, hay que tirar del Sanse. ¿El debut de Estrada fue flor de un día? Quizá la frescura de un potrillo de Zubieta podría haber sido la fórmula para desatascar el partido de hoy. Ansotegi ha acabado como delantero centro. No había atacantes natos en el banco. Con Darko sancionado y Skoubo y Gari lesionados, no había mucho más en la primera plantilla de lo que poder tirar en un momento de necesidad.

Era lógico pensar que el partido iba a ser de pocos goles teniendo en cuenta los equipos que saltaron al cesped. Pero el partido ha sido movido, y habido algunas ocasiones. Más para el Getafe, y alguna que otra para la Real, pero fútbol ha habido poco. La Real prolonga una racha en esta ciudad madrileña que empieza a dar miedo. Tres visitas, tres derrotas. Con todos los respetos, ante el Getafe. Y lo que es peor, en ninguna de sus tres visitas ha demostrado nada de fútbol. Eso se llama tendencia y es preocupante. El Getafe demostró hoy más. Pero su afición, que en general es de lo más respetuosa siempre con la Real, me deja un poso algo amargo. Tras marcar, se desbordó un grito de "A segunda, a segunda" que era más que innecesario viniendo de la afición de un equipo pequeño que se puede ver tarde o temprano en la situación actual de la Real.

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La decepción del partido y del resultado es mayor si uno mira a la grada. Ya desde los exteriores del Coliseum sólo se escuchaba a una afición: la de la Real. Otra demostración de lo grandes que somos. Pero sin respuesta desde el campo más allá del detalle de algunos jugadores de lanzar sus camisetas a la grada al final del partido. Savio pudo empatar en el descuento, Rekarte en ese extraño centro que el portero del Getafe se ha comido y ha rebotado en el larguero, pero tampoco hubiera marcado una gran diferencia hoy ese gol. A lo mejor al final de la temporada echamos en falta ese empate que se ha ido, pero hoy el objetivo era ganar. Era salir del descenso. Y no se ha conseguido a pesar de que el partido no ha parecido especialmente complicado de sacar adelante.

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Es un paso atrás importante. Ganar habría sido pegar un golpe sobre la mesa de proporciones épicas. Las cuentas siguen saliendo, pero ahora ya no hay margen de error. Hay que ganar cuatro partidos y quedan seis. La empresa de ganar al Barcelona se antoja complicada, pero es necesario ser ambiciosos y apostar por todo. La Real nos debe un gran partido y el próximo sábado debe ser el día. Si gana, dormirá al menos el sábado fuera del descenso. Sin duda, hubiera sido mucho más dulce haber pasado toda esta semana en tan privilegiado lugar, pero no hay tiempo para lamentarse. El objetivo sigue ahí. Un poco más complicado. Pero sigue ahí.

PREVIA Getafe - Real Sociedad. Prueba de fuego

La Real Sociedad visita Getafe (domingo, 17.00 horas, Coliseum Alfonso Pérez, PPV) en el mejor momento de la temporada. Por primera vez en meses, los realistas afrontan la jornada con posibilidades de salir de los puestos de descenso. Llegan después de dos victorias consecutivas y después de haber roto el maleficio como visitante con la victoria ante el Betis. Y con la moral por las nubes. Tanto la Real como sus rivales saben que una victoria donostiarra en Getafe mete de lleno a la Real en la lucha por la salvación, y eso que muchos la dieron por descendida hace meses.

Para luchar por estos tres puntos, la Real se encuentra con un gran problema: la baja de Darko Kovacevic. Ante el Atlético de Madrid vio su quinta tarjeta amarilla y cumple su partido de sanción. Lotina ya ha confirmado que su sustituto será Herrera. Ojalá que siga la senda de la maravillosa jugada del segundo gol a los colchoneros y no lo que habíamos visto del argentino hasta ahora. El entrenador medita un segundo cambio, dar entrada de nuevo a Mikel González en el centro de la defensa. No juega desde que fue expulsado ante el Mallorca hace seis jornadas. La lógica indica que el sustituido sería Ansotegi, al que se vio muy nervioso en la primera parte ante el Atlético, pero habrá que esperar al domingo para saberlo.

Si Anoeta ha sido decisivo en la reacción de la Real, Getafe puede ser un buen sitio para comprobar si el apoyo de la afición es tan determinante. Nada menos que un millar de realistas estarán (estaremos) en el Alfonso Pérez para animar al equipo. Lotina ya ha dado las gracias de antemano a todos por este esfuerzo (no se recuerdan tantos seguidores de la Real en la Comunidad de Madrid desde el partido de UEFA ante el Atlético). Ahora esperamos que los jugadores aplaudan a su afición al final del partido para dedicarle la victoria a estos aficionados que siguen demostrando, semana tras semana, que somos los mejores de Primera División.

La Real tiene una nueva oportunidad de pescar en río revuelto. El Getafe prácticamente ha puesto punto final a la temporada. Ya está más que salvado (43 puntos) y no parece probable que llegue a puestos europeos, aunque todavía tiene posibilidades (está a seis puntos del séptimo puesto, que podría dar la UEFA en función de cuál sea la final de Copa y los equipos clasificados vía Liga). A Schuster se le pregunta más sobre su futuro que sobre la Liga. Y además, aunque perdió 5-2 en la ida, todavía tiene en mente el partido de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey ante el Barcelona que se jugará el 10 de mayo. Ojalá los jugadores del Getafe piensen en todo eso antes que en la Real. Y ojalá la Real no caiga en la apatía que sufrió en Montjuic ante tantas ventajas como dieron entonces los periquitos.

Getafe no es un campo especialmente propicio para la Real, dicho de forma optimista. Dos visitas, dos derrotas, dos partidos vergonzosos. El año pasado, la visita al Alfonso Pérez fue el día en que muchos vieron a la Real en Segunda. Fue el debut de José Mari Bakero en el banquillo y no fue el inmediato revulsivo que se esperaba. Mediocre partido de la Real en el que sólo Mark González, jugador que sabía que no iba a seguir en la Real, se dejó la piel en el campo. Marcó un golazo de antología que no sirvió para puntuar. Y lo peor de todo es que se perdió por un gol de penalti, el 1-0, que no existió.

Real Sociedad y Getafe empataron a cero en el partido de ida. Ni Lotina ni Schuster fueron especialmente valientes en sus alineaciones y dejaron a sus delanteros en el banquillo para hacer un partido de desgaste y jugar sus bazas al final. Cuando saltaron al campo los nueves ya era tarde. Quince minutos no fueron suficientes para decantar el partido a un lado o a otro. Y, además, los mejores sobre el campo fueron los porteros. Bravo, que había iniciado su leyenda en el Calderón una semana antes, se afianzaba como lo mejor de la lamentable temporada de la Real. Una vuelta después, las cosas han cambiado mucho. Ahora hay que ir a por la victoria. Y vamos, claro que vamos.

PARTIDOS INOLVIDABLES Sporting 2 - Real Sociedad 2 (1981-1982)

Este es el día que cambió todo. El 26 de abril de 1981. El día que la Real se convirtió en campeona de Liga. El día que pasó a entrar en el club de los equipos grandes pese a ser, en realidad, uno de los pequeños, aunque fuera el más grande de éstos. El día que aquel equipo ascensor de los años 40, 50 y 60 dejó de existir. El día en que todos los realistas supieron lo que era ser felices de verdad con su equipo de fútbol. Yo no viví aquel día, ni los siguientes, ni la celebración por los pueblos de Guipúzcoa, ni la entrega de la copa de campeón. Pero hoy los siento como si hubiera estado allí. Cada vez que escucho la retransmisión del partido se me ponen los pelos de punta. No lo viví. Pero lo siento. La Real, aquella Real, fue campeona. Y su leyenda todavía hoy perdura.

La historia la conocemos todos. La del gol de Zamora que hizo a la Real campeona en el último minuto del último partido. Así me la contó Zamora hace unos años cuando tuve la ocasión de hablar con él: "Fue muchísima gente a Gijón, estaba lloviendo, un campo lleno de barro, sus goles en el último minuto de la primera parte y en el primero de la segunda... Todo estaba muy negativo, lo veíamos todo negro. Cuando yo metí el gol, pensaba que quedaban diez minutos y realmente no faltaba nada. Antes de meter el gol yo estaba pensado qué íbamos a hacer si no ganábamos el título, con la que gente que hay aquí y cómo íbamos a volver a San Sebastián...".

Joxean Alkorta, la voz de la Real, lo narró mejor que nadie: "Hay un pase de Olaizola sobre Alonso, centro de Alonso, va a saltar Castro, toca de puños, llega el balón sobre Górriz, ¡disparo de Górriz!, atención, Zamora tiene la pelota, tira y.... ¡goooooool, goooooool, gol de la Real, gol, gooool, gol de la Real, goooooooool! ¡Increíble señores!". Y sólo escribiéndolo ya me emociono.

El gol de Zamora que todos recordamos. Incluso los que no lo vivimos. Para llegar hasta ahí hubo que pasar muchas cosas, a lo largo de una temporada de altibajos y en 90 minutos de infarto en Gijón. La Real sólo necesitaba empatar porque tenía un punto de ventaja sobre el Real Madrid y el average ganado. El partido empezó de fábula. Penalti de Maceda a López Ufarte en una de sus clásicas internadas por la banda y gol de Kortabarria en el minuto 7. Casi nadie se acuerda hoy de aquel gol y fue igual de importante que el de Zamora...

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Luego Mesa estuvo a punto de entrar en la leyenda negra de la historia de la Real, la misma en la que está el sevillista Bertoni que privó a la Real de la Liga sólo un año antes. Mesa marcó los dos goles justo antes de entrar en los vestuarios para el descanso y justo después de salir. Y todos los realistas se acordaron de Sevilla. De aquel partido que rompió la imbatibilidad de 32 partidos. De aquel partido en el que la Real perdió la ocasión de ser campeona. Y los nervios llegaron. Pero todo cambió con el gol de Zamora.

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Alberto Ormaetxea es el hombre que nos hizo felices a todos. Un entrenador de casa, al que no le gustaba hacer ruido, que supo llevar a un equipo formado sólo con jugadores de Zubieta primero al título de Liga y después a casi disputar una final de Copa de Europa. Sus palabras tras el partido de Gijón demuestran su categoría, su humildad y su raza. "Lo más importante ha sido conseguior un equipo de todos para todos". "La Real ha sido este año el mejor equipo". "Nadie abandona la lucha en el campo ni nadie hace lo que yo no deseo". "Las individualidades trabajan para el equipo". Con estas frases, Ormaetxea explicaba los motivos de que el sueño se hubiera hecho realidad.
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Pitó Enríquez Negreira el final del partido y la alegría se desbordó. ¿Quién hubiera sido capaz de contenerse? La historia le había devuelto a la Real la Liga que le había regateado sólo un año antes. Ormaetxea y Boronat saltaron como locos al césped. Diego lloraba sobre el campo. Había quien se acordaba de que el Madrid no se había tomado en serio a la Real durante la temporada y le dedicaba el título. Alegría pura en los 15.000 realistas que llenabas las gradas de Gijón.
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Son muchas las anécdotas que dejó aquel día. Cuando ya se estaba acabando el partido, José María García se acercó a José Luis Orbegozo, presidente realista, y le dijo: "Bueno, presidente. Ya lo siento, pero otro año más que se malogra una ocasión de ser campeones". "Oiga, todavía faltan dos minutos para el final, con lo que debe esperar un poco más para poder hacer esa sentencia", le contestó con gesto serio. García se dio la vuelta y se marchó en silencio. Zamora provocó que escuchara los gritos de júbilo de la afición y de un palco que había vivido el partido en absoluto silencio por los nervios.
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En Valladolid, el Real Madrid se llegó a creer campeón. Ganó en Zorrilla 1-3, pero aquel partido terminó antes que el de Gijón. Juanito, el gran Juanito, había prometido recorrer el camino a vestuarios de rodillas si su equipo ganaba la Liga. Y lo hizo. Zamora todavía no había cambiado la historia.

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Hubo muchas suspicacias hacia los jugadores del Sporting. Todavía se recordaban las primas que el Real Madrid pagó a Sevilla y Betis la campaña anterior. Casi todos los jugadores de la Real estaban convencidos de que algo había. Una vez, charlando con Antonio Maceda, me dijo que no tenían prima y que había intentado convercer a Arconada muchas veces. El mítico portero me lo contaba así: "Es que no me podía convencer. Nosotros sabíamos, estábamos convencidos de que sí tenía prima del Real Madrid. Igual que la temporada anterior hubo equipos. El Madrid daba primas. En aquel partido, el Sporting de Gijón tenía una prima del Madrid".

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Luego llegó el recibimiento en todos los pueblos de Guipúzcoa, las celebraciones en San Sebastián y toda la fiesta. Y luego llegó una segunda Liga. Y la Supercopa ganada al Real Madrid. Y la Copa del Rey con aquel penalti que paró Arconada. Luego llegaron muchas cosas que siguen haciendo de la Real un club grande e histórico. Pero todo cambió aquel 26 de abril de 1981. El día en que la Real se proclamó campeona.

Sporting: Castro, Redondo, Cundi (O. Ferrero, 21’), Maceda, Jiménez, Uría, Abel, Joaquín, Mesa (Doria, 79’), Ciriaco, E. Ferrero.
Real Sociedad: Arconada, Celayeta (Larrañaga, 79’), Olaizola, Alonso, Górriz, Kortabarria, Idígoras (Bakero, 56’), Diego, Satrústegui, Zamora, López Ufarte.

Goles: 0-1, Kortabarria (penalti), minuto 7; 1-1, Mesa, minuto 45; 2-1, Mesa, minuto 46; 2-2, Zamora, minuto 90.

Árbitro: Enríquez Negreira. Amarillas a O. Ferrero, Uría, Doria, López Ufarte, Bakero y Alonso.

El Molinón. Lleno absoluto.

El Diario Vasco: "¡¡Campeones!! En el último minuto la Real se alzó campeón. El sueño eterno es una realidad. Un gol para gozar, dos para sufrir y un minuto final para extasiar".

Marca: "Alirón de la Real. En el último minuto y por cociente con el Madrid".

El Mundo Deportivo: "¡La Real, in extremis!".

PARTIDOS INOLVIDABLES Real Sociedad 2 - Athletic 1 (1981-1982)

La presente es una semana de gozo realista. No sólo celebramos el aniversario del ascenso de Puertollano, sino también la consecución de los dos títulos de Liga. El segundo se logró el 25 de abril de 1982, hoy hace 25 años. Esta vez no ha habido celebraciones como las que hubo el año pasado para conmemorar dicho aniversario del primer título, el glorioso día de Gijón (que, pese a ser bien conocido por todos, recordaremos en Corazón Txuri Urdin mañana), pero es un día también para rememorar. No todos los equipos pueden presumir de tener dos Ligas, y de haberlas logrado además de forma consecutiva...

Para llegar a la última jornada con opciones, la Real tuvo que hacer un sprint final de Liga, memorable, a lo campeón. El Barcelona era líder con cinco puntos de ventaja, pero la Real consiguió ponerse un punto por delante de los culés, y también del Real Madrid, tras la penúltima jornada. La Real había encadenado tres victorias (ante Zaragoza y Español en casa y Valencia fuera) y un empate (ante Osasuna en el Sadar). Ganando al Athletic en la última jornada, el equipo realista conseguía su segundo título de Liga consecutivo. La Real ganó para eliminar toda sombra de duda, pero sus rivales no fueron capaces de hacerlo. El Barça empató y el Madrid perdió. La Liga se quedaba en San Sebastián.

Hubo que sufrir, en todo caso, para ganar el partido. Empezó dominando el Athletic de Clemente y tuvo sus ocasiones, pero la Real consiguió tomar el mando del partido y empezar a tener sus ocasiones. La primera parte terminó con empate a cero y con Zubizarreta, según rezan las crónicas de entonces, como el mejor jugador bilbaíno. En la segunda parte, la decoración cambió. Zamora, el autor del gol de Gijón un año antes, anotó el primero a los diez minutos de la reanudación. Y apenas siete minutos después, López Ufarte daba la puntilla y lo celebraba rodando por el césped de un Atotxa enloqucedido. El viejo campo del Duque de Mandas hizo realidad aquel día su sueño de ver a la Real campeona en un partido jugado allí.

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Los minutos finales fueron un paseo, una celebración continuada... hasta que apareció Sarabia y marcó el 2-1 a unos cinco minutos para que se acabara el encuentro, para dar un poco de incertidumbre al resultado. Pero no hubo tiempo para nada más. Dicen que Dani incluso mandaba balones fuera para perder tiempo... El partido, además, sirvió para dar el relevo. Los dos títulos de la Real darían paso a otros dos del Athletic. Aquel día Atotxa dio el testigo a San Mamés. Y la historia colocó además a la Real jugando en San Mamés el día que el Athletic ganó su segunda Liga consecutiva. 2-1 fue el resultado de aquel partido. Uralde dio emoción, pero ni siquiera celebró aquel gol de la Real. ¡La Real volvía a ser campeona y la gente invadió el césped de Atotxa para celebrarlo con sus jugadores!

El único realista sobre el campo que sabía lo que estaba pasando en otros campos era Arconada. Por eso la tranquilidad no llegó hasta que López Ufarte hizo el segundo. Alberto Ormaetxea, el inolvidable entrenador que llevó a la Real al bicampeonato, lo justificaba así: "Teníamos una gran responsabilidad y los nervios se han notado en la primera parte". Arconada destacaba el mérito del equipo. "Aquí no hay churros después de 34 jornadas. Puede haberlos en seis o siete, pero no en dos años, casi tres. El único equipo que se ha mantenido tres temporadas luchando por el título es la Real", dijo el mítico portero a la finalización del partido que convirtió a la Real en bicampeona.

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Real Sociedad: Arconada, Kortabarria, Celayeta, Górriz, Murillo (Olaizola, 89’), Diego (Larrañaga, 87’), Alonso, Zamora, Uralde, Satrústegui y López Ufarte.
Athletic: Zubizarreta, Goikoetxea, Urkiaga, Liceranzu, Núñez, De Andrés (De la Fuente, 76’), Gallego, Sola, Dani, Sarabia y Argote.

Goles: 1-0, Zamora, minuto 55; 2-0, López Ufarte, minuto 68; 2-1, Sarabia, minuto 85.

Árbitro: Soriano Aladrén. Amarilla a Urkiaga y Sarabia.

Atotxa, lleno absoluto.

El Diario Vasco: "...Y fue más que un gran día. El final de la Real Sociedad vuelve a demostrar que el campeón de Liga es siempre el mejor. La soberbia actuación de la Real doblegó al Athletic".

Alberto y Llorente logran el ascenso a Primera

Dos ex jugadores de la Real Sociedad han logrado el ascenso a Primera División con el Real Valladolid. Se trata de Alberto López y Joseba Llorente. A los dos, mi más sincera enhorabuena. Ojalá que el año que viene les podamos ver a ambos en Anoeta, lo que significaría que la Real finalmente no ha descendido y que tanto Alberto como Llorente juegan en la división que les corresponde por su categoría.

Alberto ha disputado esta temporada 30 partidos, 29 de ellos como titular y ha encajado sólo 18 goles. Llorente es el máximo goleador de Segunda con 17 goles en 27 partidos. En la Real, el guardameta disputó 377 partidos y es el segundo portero que más ha veces ha vestido la camiseta realista, sólo superado por Arconada. El delantero, al que la Real nunca debió dejar escapar, jugó 24 veces con el primer equipo y anotó cuatro goles.

PARTIDOS INOLVIDABLES Calvo Sotelo 2 - Real Sociedad 2 (1966-1967)

Era el 23 de abril de 1967. Hace hoy nada menos que 40 años. Aquel día, la Real Sociedad subió a Primera División. Aquel fue el último ascenso hasta la fecha que ha celebrado el equipo txuri urdin. Se consiguió, como todos los éxitos de este club, de forma agónica. Con mucho sufrimiento. Y, en lo que sería un guiño del destino, con el mismo resultado que 14 años después convertiría a la Real en campeona de Liga.

Andoni Elizondo, que ya había sido jugador de la Real, dirigía aquel equipo que mantuvo un gran duelo con el Sporting de Gijón en la lucha por subir a Primera. Donostiarras y gijoneses se enfrentaron en Atotxa a cuatro jornadas del final. Y ganó la Real. Quedaban tres partidos y los blanquiazules se colocaban primeros por primera vez en toda la temporada. En la última jornada, la Real iba a Puertollano necesitando sólo un punto para ser primera y ascender. Nada menos que 1.500 realistas se desplazaron a esta localidad manchega para ver subir a la Real.

Ormaetxea, que después se convertiría en el mejor entrenador de la historia del club, y Mendiluce, que habían jugado todos los partidos de la Liga, no pudieron estar en el encuentro ante el Calvo Sotelo, y Elizondo hizo debutar a Arambarri, un jugador que sólo disputaría 45 partidos con la camiseta de la Real. Otro guiño del destino, pues acabó siendo el autor del gol que daría el ascenso.

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La Real llevó la iniciativa en la primera parte pero se encontró con dos mazazos al final de los primeros 45 minutos y al comienzo de los segundos. El Calvo Sotelo se ponía 2-0, ambos goles de Argacha, uno de ellos rebotando en un jugador realista. La fortuna parecía esquiva y muchos seguro que pensaron aquello de "otro año más en Segunda", división a la que la Real cayó en la temporada 1961-1962.

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Pero la Real no se rindió y siguió atacando. Boronat, quien también llegó a entrenar a la Real, marcó de cabeza, al saque de una falta, el primer gol. Sólo habían pasado diez minutos desde que anotara el Calvo Sotelo su segundo gol. Quedaba media hora y el ascenso seguía a tiro. A menos de diez minutos del final, Boronat sacó un corner y el balón quedó muerto dentro del área. Arambarri, el debutante Aranbarri conectó un disparo fortísimo que se coló en la portería del Calvo Sotelo. Gol y a Primera. Los dos goles se ven en las imágenes de la izquierda.

La alegría se desbordó y los aficionados invadieron el campo en cuanto al árbitro andaluz pitó el final del partido. ¡La Real volvía a Primera! La Peña Anastasio, una de las más antiguas de la Real, se dejó notar en Puertollano con sus gritos, ánimos y pancartas. Luego llegó el recibimiento por todos los pueblos guipuzcoanos, antesala en realidad de lo que se viviría tras lograr el título de Liga. Quien estuvo allí, aseguraba entonces que no lo olvidaría jamás.

El momento más emotivo de todas las celebraciones llegó en el santuario de la Virgen de Aránzazu. La Real al completo acudió allí a para hacer una ofrenda floral y brindar el ascenso. Los jugadores, después de cuatro años intentando el ansiado ascenso, hicieron allí un juramento: "De la Primera División no nos van a bajar". Han pasado ya 40 años. Hoy se cumple ese aniversario. Y la Real nunca ha vuelto a bajar a Segunda. Este año parecía un milagro que ese descenso no se consumara. Pero la Real sigue viva. Que ese juramento se mantenga.

Calvo Sotelo: Espinosa, Gabiola, Astorga, Iturriaga, Marín, Portilla, García, Posadas, Fábregas, Argacha, Hernández.

Real Sociedad: Zubiarrain, Gorriti, Iguarán, Lasa, Martínez, Lema, Urreisti, Arzak, Arregui, Arambarri, Boronat.

Goles: 1-0, minuto 40, Argacha; 2-0, minuto 49, Argacha; 2-1, minuto 58, Boronat; 2-2, minuto 81, Arambarri.
Árbitro: Medina Díaz. Sin tarjetas amarillas.

Xabi Prieto, 100 partidos de realista

Xabi Prieto cumplió ayer 100 partidos con la camiseta de la Real Sociedad. Han pasado tres años y medio desde que debutara con el primer equipo. Lo hizo el 9 de octubre de 2003, en Oviedo, en partido de Copa, una de las pocas elimiatorias que la Real ha superado en el torneo del KO en los últimos años. Junto a él debutaron Garrido y Zubiaurre, ahora en el Athletic de Bilbao.

Para su debut en Liga hubo que esperar sólo tres semanas. Su primer partido liguero fue el 27 de octubre de 2003, en Anoeta y frente a Osasuna. "Cuando me han dicho que calentara me he puesto muy nervioso, porque veía ue tenía muchas opciones de entrar en el campo. Tenía muchos nervios, pero luego te centras más y te olvidas de todo. Estoy seguro de que la siguiente vez todo será más fácil", explicó Prieto después de aquel partido.

Fue Raynald Denoueix el entrenador que le dio la oportunidad de debutar con 20 años en el primer equipo. "Tenemos confianza en él", dijo el francés tras su primer partido. El técnico que casi consiguió una liga con la Real un año antes le dio aquella temporada a Xabi Prieto 11 partidos de Liga y dos de Copa. No le hizo debutar en Champions, aunque estuvo convocado en cuatro de los ocho partidos que disputó la Real en la máxima competición continental.

El último partido de Liga fue sin duda el mejor de aquel año para Prieto, seguramente el mejor que ha jugado como profesional. Fue en el Santiago Bernabéu ante todo un Real Madrid. La Real ganó 1-4 y el extremo diestro marcó dos goles, un sensacional tiro desde fuera del área y un penalti lanzado con una tranquilidad impresionante. "Un penalti para soñar" fue el titular con el que El Diario Vasco tituló la crónica de aquel partido. "Estoy como en una nube", confesó Prieto. La camiseta roja que lució aquel día, como la del debut en Oviedo, se quedó en su colección personal.

En la temporada 2004-2005 jugó 23 partidos de Liga y dos de Copa. La pasada campaña fue, seguramente, la que mejor recuerdo le ha dejado. Aunque nunca ha sido un jugador especialmente goleador, fue el pichichi del equipo con nueve goles en Liga, competición en la que jugó los 38 partidos. En la actual campaña lleva ya 28 partidos ligueros y tres goles, compartiendo el puesto de jugador más goleador con Aranburu y Díaz de Cerio.

No está siendo una buena temporada para Xabi Prieto, que no termina de coger su mejor juego, pero es, sin duda, uno de los jugadores de más calidad de la plantilla. Todos los entrenadores que ha tenido le han colocado de titular, independientemente de la forma en la que esté. Por algo será. Sigamos confiando en el 24 de la Real. Es la actual perla de Zubieta y, además, ha proclamado que su deseo es triunfar en San Sebastián. Por eso, ha ignorado ofertas de equipos como Betis y Valencia. Que siga en la Real. Por muchos años.

REAL SOCIEDAD 2 - ATLÉTICO DE MADRID 0. La victoria de un equipo grande

Hace ya muchos años escuché, de boca de ese gran realista y periodista que es Gorka Reizabal, que la Real era el más pequeño de los equipos grandes y el más grande de los pequeños. Hoy ha ganado un equipo grande. Hoy ha ganado la Real. ¡Qué victoria! ¡Qué sufrimiento! ¡Qué gozada ha sido el pitido final! ¡Qué explosión de alegría!Tres puntos de oro que ya hacen que (casi) todos pensemos que la salvación es algo más que una mera posibilidad. Hoy se ha visto a un gran equipo. A un equipo de Primera. A la Real.

Y es que a veces el fútbol parece un deporte muy sencillo. Cuando los buenos juegan bien, las cosas salen. Después de seis minutos de imprecisiones, pérdidas de balón y pases en largo, Garrido ha bajado el balón. Savio se ha desdoblado y el lateral ha metido el balón por la espalda del defensa. Savio ha metido un extraordinario pase con el efecto hacia fuera entre los dos centrales del Atlético (¿quién no se ha acordado con este pase de esos años en que un zurdo con un guante en la bota llamado De Pedro jugaba en esa banda?). Díaz de Cerio se lleva a uno de los centrales con su desmarque al primer palo. Y Kovacevic ha entrado como una bala hasta la línea del área pequeña para empujar el balón al fondo de la portería de Leo Franco. Fácil, ¿verdad? Pues ya no abundan goles así, con lo cual el mérito es doble. O triple. Porque ese gol daba la vida a la Real.

Los nervios, en todo caso, han aparecido. No debe ser nada fácil jugar todos los días al borde del abismo, y eso hay que reconocerlo. Hoy ha sido Ansotegi quien más lo ha pagado. Ha tenido tres graves errores que han propiciado las tres ocasiones más claras del Atlético en la primera parte. Pero se ha rehecho en la segunda parte, eso también hay que decirlo. Víctor López también ha tenido un error en el descuento de la primera parte que Torres echó fuera. A lo mejor era para recordar a una feliz afición que esto sólo se consigue con sufrimiento. Porque se ha sufrido. Y mucho. No creo que muchos se hayan tranquilizado cuando el Atlético, que en la segunda parte ha bajado mucho, se ha quedado con diez por una estúpida autoexpulsión de Luccin. Ni siquiera creo que se hayan calmado cuando Eller ha seguido su camino hacia las duchas también por protestar.

Porque tranquilidad, lo que se dice tranquilidad, sólo hemos tenido todos cuando Savio (¡qué enorme partido el suyo, el mejor con la camiseta de la Real!) ha marcado el gol que merecía, el tercero de la temporada, con un precioso remate. Y lo ha hecho, y es noticia y de las buenas, después de un jugadón de Herrera. Tan claro como le he criticado, hoy le aplaudo. En la primera acción que justifica que este jugador esté en la Real, se ha desmarcado de maravilla, ha avanzado hasta la línea de fondo y ha puesto un extraordinario balón en el segundo palo a Savio al que nunca podrían haber llegado ni defensas ni portero del Atlético. Herrera había entrado por un Díaz de Cerio que se ha merecido el gol con un trabajo descomunal. Pero la ovación de la noche se la ha llevado Kovacevic. "¡Darko, Darko, Darko!", gritaba eufórica la grada de Anoeta. El serbio marcó otro gol en la primera parte, en posición legal, pero el árbitro señaló fuera de juego. Menos mal que no hubo que acordarse al final de esa jugada.

La Real ha hecho un buen partido. Salvo errores puntuales, nunca motivados por un mal planteamiento o porque el Atlético fuera superior, el esquema defensivo ha sido bueno. Y Bravo ha aparecido como siempre cuando ha hecho falta. Es maravilloso ver a Garrido en el campo, a un lateral de la cantera dejándose la vida. Como todo el equipo, que ha hecho una presión maravillosa que ha impedido que los colchoneros hicieran apenas jugadas de peligro que no llegaran de errores. Garitano ha mandado y sigue siendo talismán. Juanito ha estado más desaparecido, pero he cortado bastantes balones cuando más se necesitaba, en la segunda parte, cuando el Atlético quería empatar. Se ha creado peligro a balón parado, incluso un balón al larguero. y eso también es noticia. Xabi Prieto ha aportado mucho trabajo. La genialidad ha quedado para Savio y para Darko.

Hoy ha sido un día clave para luchar por la supervivencia. Lo es por muchos motivos. Dos victorias seguidas por primera vez en la temporada. Nueve puntos de nueve en casa en los últimos tres partidos. Segundo partido que se gana por más de un gol (y esta vez al menos con seis minutos más el descuento para disfrutar). Ha marcado uno de los delanteros y ha roto una sequía de los atacantes que ha durado un mes. La Real duerme hoy a tres puntos de la salvación. Sólo tres. Cuando hace poco más de un mes eran doce. Y teniendo que jugar un duelo directo con el Celta. Y hoy ha sido el primer gran partido de la temporada. Ante un rival al que gusta ganar en San Sebastián y que está luchando por entrar en Champions.

Getafe entraba en mis cuentas como uno de los partidos en los que se podía no ganar. ¿Pero quién va ahora a Getafe pensando que la Real no puede ganar? La salvación está más cerca. Y la creencia absoluta en que la Real no va a ser uno de los tres últimos, también. No estará presente uno de los factores que ha hecho posible la victoria hoy, una afición maravillosa, increíble, incansable, que ya quisieran tener otros equipos de Primera. Pero habrá muchos realistas con el equipo. Que nos sientan como si estuvieran en Anoeta.

Y soñamos entre otras cosas porque parece que tenemos un par de ángeles guardianes. Iván, puedes presumir de que desde que tu niña está en vuestras vidas la Real no pierde un solo partido. A mí otra chiquitina muy especial también me trae suerte. Me la trajo cuando nació, fin de semana en el que la Real empató en el Bernabéu el año pasado, y me la trajo la semana pasada cuando estábamos celebrando su primer cumpleaños. Enhorabuena por la niña, amigo realista. Y, por supuesto, hoy más que nunca, y con más ilusión que nunca, ¡aupa Real!

PREVIA Real Sociedad - Atlético de Madrid. Soñemos todos juntos

Es la hora de soñar, y de hacerlo todos juntos. Si la Real vence mañana al Atlético de Madrid (sábado, 20.00 horas, Anoeta, PPV), las cuentas que hacemos todos para dejar al equipo en Primera División el año que viene cobrarán sentido. La victoria es imprescindible para pensar en la salvación y permitirá, seguro, reducir las distancias con alguno de los equipos que preceden a los realistas en la tabla. Y sería además una inyección de moral incalculable. Sería el primer gran partido de la temporada que se salda a favor (de los partidos señalados en el calendario sólo quedará la visita del Barça), permitiría encadenar por primera dos triunfos consecutivos y la racha en casa sería de nueve puntos sobre nueve posibles en los últimos tres encuentros.

La vida está en juego en este partido y los once jugadores que están obligados a darlo todo por la camiseta de la Real serán los mismos que hace seis días consiguieron la victoria en Sevilla, la primera fuera de casa esta temporada. Lotina ha confirmado que el once será el mismo. Mikel González no jugará de inicio pero vuelve a la convocatoria, de la que se caen Labaka y Diego Rivas. El ex jugador del Getafe sigue alternando presencias en el once titular con encuentros que tiene que ver desde la grada. Aranburu tampoco entrará de inicio y esperará su oportunidad en el banquillo.

El entrenador también ha confirmado que Kovacevic volverá a jugar por detrás de Díaz de Cerio, como lo hizo hace una semana. Y ojalá dé más resultado de cara a puerta, puesto que, a pesar de la victoria, en el último partido ninguno de los dos pudo tirar a puerta en ninguna ocasión (sólo Darko remató de cabeza, forzando un paradón de Doblas, en una jugada que se invalidó por fuera de juego). Los delanteros del equipo deben romper una sequía de un mes. Desde que Darko marcara ante el Mallorca, ningún atacante de la Real ha visto portería. Savio marcó en Villarreal, Ansotegi anotó ante el Levante en Anoeta y Garrido dio la primera victoria fuera de casa. El serbio lleva dos años seguidos marcándole al Atlético en Anoeta. Ojalá repita.

Tan decisivo como el juego del equipo será el papel de la impresionante afición que tiene la Real. Una vez más, los realistas responden y dan una auténtica lección. Anoeta se llenará, no hay entradas y las únicas dudas las marcan los socios que no acudan al campo. El club ha hecho un llamamiento para que ningún carnet se quede sin usar y el estadio presente el mejor aspecto posible. El Atlético de Madrid llega a Anoeta buscando su presencia en competiciones europeas la próxima temporada. Los colchoneros todavía no han sido capaces de lograr la victoria en el campo de San Sebastián inaugurado en 1993.

El año pasado, la visita de los colchoneros fue la noche más alegre de la temporada, ante poco más de 20.000 espectadores por ser miércoles. El Atlético se adelantó 0-2 en apenas 18 minutos con goles de Torres y Kezman. Varios contraataques estuvieron a punto de dar la puntilla a la Real, pero Riesgo hizo grandes intervenciones. Pero una segunda parte primorosa dio a la Real el merecido premio. Darko culminó un maravilloso pase de tacón de Mikel Alonso para hacer el 1-2. Nihat empató el partido tras un jugadón espectacular de Cifu que acabó en el larguero. Y otra vez Darko, en el descuento, marcó el tercero, desbordando la alegría de un Anoeta desbordante de felicidad.

La visita de la Real al Calderón en la primera vuelta se saldó con un empate a uno. Gari Uranga adelantó a los realistas con un gran cabezazo a pase de Jesuli, la única aportación real al equipo que ha hecho el sevillano durante su cesión al equipo. Bravo hizo dos paradones descomunales a sendas faltas sacadas por Antonio López y Pernía. Ambas buscaban la escuadra y a ambas llegó el chileno. Y cuando parecía que la Real podía conseguir su primera victoria de la temporada, el fútbol fue cruel e injusto con Bravo, que se resbaló en un balón fácil, que rebotó en Ansotegi y se introdujo en la portería realista.

Rachas casi olvidadas

El imprescindible triunfo que necesita la Real este sábado ante el Atlético de Madrid permitirá romper varios registros negativos que acechan al equipo durante toda la temporada. De ganar, conseguiría sumar por primera vez dos triunfos consecutivos y tres seguidos en Anoeta. Rachas que no son nada fáciles y que, ahora mismo, casi hemos olvidado.

Anoeta no vio tres victorias seguidas la pasada temporada. Para ver la última racha de estas características hay que retroceder a la temporada 2004-2005. Entonces fueron cinco triunfos consecutivos los que vio el público en San Sebastián, ante Sevilla (1-0), Zaragoza (2-1), Numancia (2-1; corresponde a este partido la imagen de Barkero, autor aquel día del tanto de la victoria de la Real), Osasuna (2-0) y Deportivo (1-0).

Aquella racha, con José María Amorrortu en el banquillo, permitió incluso soñar con la posibilidad de alcanzar puestos europeos, idea que se truncó con el siguiente partido en casa, la derrota ante el Real Madrid. La Real busca ante el Atlético el tercer triunfo consecutivo en Anoeta. Para alcanzar aquella racha de cinco, el equipo txuri urdin tendría que batir ahora, además de a los colchoneros, a Barcelona y Celta. Este segundo triunfo es imprescindible para seguir soñando con la salvación, puesto que se trata de un rival directo.

Para encontrar dos triunfos consecutivos, al margen del campo en que se juegue, hay que volver la mirada hasta el último tramo de la temporada pasada. En la jornada 33, en un partido agónico por la salvación, la Real ganó 1-0 al Racing con gol de Mark González. El chileno repetiría ante la portería del Villarreal una semana después. Aquel partido finalizó 0-2. Mikel Alonso fue el autor del otro tanto.

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En la presente temporada, la Real dejó escapar la posibilidad de lograr dos victorias seguidas en Balaídos, en El Sardinero, en El Madrigal (quizá aquí más que en ningún otro sitio) y en Montjuic (más por la suplencia de muchos titulares del Espanyol que por oportunidad real de ganar el partido). Esperemos que ante el Atlético de Madrid la historia sea diferente, al menos por jugarnos en casa esa posiblidad por primera vez, y podamos hablar de esas dos victorias consecutivas...

Cuestión de pivotes

A pocas personas se les escapa que uno de los principales problemas de la Real esta temporada está en el centro del campo, en la posición de pivote. A los dos entrenadores que ha tenido el equipo este año, tampoco. Es donde más pruebas han hecho. Analizar qué ha pasado en ese puesto en lo que llevamos de temporada desvela muchas claves. La principal, y o hay que ser muy listo para decirlo, es que todavía no se ha dado con la fórmula mágica.

Nada menos que ocho jugadores han pasado por ese puesto: Alonso, Aranburu, Elustondo, Garitano, Gerardo, Juanito, Novo y Rivas. El ex del Getafe es el que más partidos ha jugado en ese puesto y hay tres parejas que son las más repetidas (y sólo han disputado cuatro encuentros juntos). Lo curioso es que Garitano forma parte de las tres parejas, junto con Aranburu, Juanito y Rivas. Eso deja muy claro que no ha habido la continuidad necesaria.

Hay dos parejas que han funcionado bastante bien y con las que la Real ha sacado bastantes de sus puntos. Por un lado, Aranburu y Rivas han conseguido seis de los nueve puntos en juego con ellos en el campo. Las dos primeras victorias (Nastic y Osasuna en Anoeta) les tuvieron en el once titular, y sólo perdieron el buen partido que se jugó en el Nou Camp. Lotina en sus primeros partidos optó por situar a Aranburu en la banda izquierda.

La pareja que forman Garitano y Juanito, a pesar de que éste llegó al equipo para jugar como central y es el jugador de esta plantilla más defensivo que se puede alinear en el centro del campo, puede presumir de no haber perdido. Han logrado una victoria (la del sábado pasado ante el Betis) y tres empates (en casa con Betis y Getafe, fuera con el Atlético de Madrid).

Estos datos reflejan muy bien la utilidad del famoso trivote. La Real no ha ganado un solo partido cuando ese ha sido el sistema escogido por sus entrenadores (aunque es un sistema que se le achaque mucho a Lotina, lo cierto es que Bakero lo escogió en cinco de los siete partidos que dirigió), y ha conseguido sólo tres puntos de 27, tres empates y todos ellos fuera de casa, en Bilbao, Vigo y Villarreal. El trivote ha dejado tres derrotas en casa, la más dolorosa la del Real Madrid.

Sin embargo, el trivote le ha funcionado a la Real para amarrar resultados positivos. En tres de los cinco partidos que hasta ahora ha acabado ganando, el equipo txuri urdin ha utilizado un cambio para reforzar el centro del campo. Se hizo con el Osasuna, con el Mallorca y con el Betis. Gari Uranga y Kovacevic, el serbio en dos ocasiones, fueron los atacantes sacrificados para tratar de mantener la victoria con un esquema algo más defensivo.

Otra de las conclusiones que se puede sacar de este análisis es la paradójica situación de Elustondo. Cuando subió del Sanse, muchos vieron (vimos) en él al pivote del presente y del futuro. Sin embargo, el canterano no ha gozado de continuidad, ni en cuanto a sistema ni en cuanto a compañeros. Ha jugado cinco partidos como titular (no aparece en el once desde el partido en Huelva, hace ya siete partidos) y con él en el campo apenas se han conseguido dos puntos. Ha formado pareja con Rivas (dos partidos) y Juanito (sólo uno) y ha sido uno de los tres del trivote con Aranburu y Rivas (en otras dos ocasiones).

Un caso curioso. Con Garitano en el campo, ya sea como titular o entrando desde el banquillo, la Real ha conseguido 23 de los 24 puntos que tiene ahora mismo. Sólo faltó en el punto conseguido en la primera jornada en San Mamés. No quiere decir que su presencia garantice puntos, que también se han perdido seis partidos con él como titular, pero es lo más cercano a un talismán que la Real tiene este año.

BETIS 0 - REAL SOCIEDAD 1. ¡Campeones!

No me he vuelto loco. Ya sé que la Real sigue penúltima y luchando por seguir en Primera División. Pero me ratifico en el título de esta entrada. ¡Campeones, somos campeones! Ayer la Real jugó una final. Y ganó. Campeones, por tanto. Los abrazos finales de Lotina con los jugadores, del técnico con todo el mundo, del delegado, Juantxo Trezet, con el entrenador, el sufrimiento en los minutos finales en el banquillo realista y sus gritos que llegaron a todo el mundo a través de la radio, los nervios de los aficionados... Si lo de ayer no era una final, no sé qué puede serlo... Quedan unas cuantas más de aquí al final de la temporada, así que hay que preparar los corazones para este sufrimiento. Pero ayer hubo una final. Y la Real la ganó.

La ganó por muchos motivos. Pocos de auténtico fútbol, la verdad, porque de eso se vio poco en el Estadio Olímpico de Sevilla, destierro del Betis, ventaja que la Real sí supo aprovechar esta vez, al contrario que las bajas que se permitió el Espanyol la semana pasada en Montjuic. No deja de resultar irónico que la Real marcara su gol en una jugada a balón parado, suerte que semana tras semana comprobamos como una de las más despreciadas por el equipo realista, que apenas consigue crear ocasiones así. Lo mismo sucedió, por cierto, ante el Levante, cuando un remate de Ansotegi en una falta sacada por Savio dio los tres puntos. Ayer fue Garrido, en una falta que se comió Toni Doblas (hay que tirar a puerta siempre, el bajo nivel de los porteros lo exige) y que supuso su primer gol como profesional. Justo castigo para el Betis que el gol le llegara así, puesto que las faltas fueron el único argumento que tuvo en la primera parte.

Insisto en que no me he vuelto loco al tachar al equipo de campeón. Ya sé que jugó horriblemente mal. Pero ayer jugó, no como en otros partidos. Ayer sí se dejaron la vida en cada balón, en cada jugada, en cada carrera. El mediocentro del equipo sigue siendo, aunque debiera ser lo contrario, el punto de menos fútbol de este equipo. Y aún así es donde más sorpresas se lleva uno. Juanito, a priori el jugador más defensivo de la plantilla que puede ocupar esa demarcación, es el que más presencia ha tenido en campo contrario. En la primera parte, forzó varias faltas peligrosas, incluida la del gol.

Y el gol ahora es una tarea de todo el equipo, no sólo de los delanteros. Me atrevería a decir incluso que los delanteros son los menos obligados a marcar gol, sus exigencias en este equipo son otras. Porque Díaz de Cerio y Kovacevic no tiraron a puerta ni una sola vez. Pero hicieron un trabajo brutal (incluso Herrera, forzando varias faltas en los últimos minutos) que, entre otras cosas, impedía la salida fácil del Betis y que sus jugadores subieran con alegría. Cuando se le pide a Lotina que saque dos delanteros es también por eso, no sólo por la capacidad de remate que, insisto, ayer fue nula. Y es que, en realidad, no hubo más ocasiones que el gol. Pero a diferencia de otros días ayer se ganó.

Lo que sí supo hacer la Real con una categoría pocas veces vista esta temporada fue dormir el partido. Casi nada hizo el Betis desde que Garrido marcó el gol a la media hora de la primera parte hasta que Robert tuvo una ocasión clarísima a falta de seis minutos para el final. Ahí los nervios volvieron a aparecer, los mismos que se habían visto en los primeros minutos, y los últimos cinco minutos de partido y los otros tantos de descuento (exagerados a más no poder) que marcó el colegiado fueron de un sufrimiento total. Yo eché de menos al central más tranquilo que hemos visto este año sobre el campo, Mikel González. Y eché de menos a Aranburu en el centro del campo al comienzo de la segunda parte, cuando el Betis no sabía qué hacer. Lotina me sigue desconcertando, y más cuando acabó el partido con los mismos jugaron que fracasaron en Montjuic, salvo Garrido por Rekarte. No le entiendo, pero que siga ganando.

A Lotina le siguen saliendo las cuentas. Y a mí también. Con cinco victorias más, la salvación es posible. Quien piense que va a ser fácil, lo lleva claro. El sufrimiento de los ocho partidos que quedan va a ser el mismo de ayer. Ya no importa el fútbol. Importa el marcador y salvar a la Real. La afición estará detrás, y dentro de seis días, en Anoeta, ante el Atlético de Madrid, es necesario volver a ganar. Otra final. Otra día de sufrimiento. ¿Otra victoria? Ojalá que sí. Faltan cinco por conseguir.

No puedo acabar esta crónica sin contar cómo viví el partido ayer. No pude verlo en directo (lo he hecho esta mañana, antes de ponerme a escribir), mi sufrimiento retrocedió unos años en el pasado y fue a través de la radio, algo a lo que ya estoy poco acostumbrado en esta era del PPV. Estaba en una celebración muy especial con unas personas muy especiales. Y no podéis imaginaros cuánta gente hay por ahí que no es de la Real y que quiere que nuestro equipo se salve. Ayer conocí a unos cuantos que se alegraron conmigo cuando Garrido marcó. A otros ya los conocía. Y con sus globos blancos y azules, con su ilusión y con sus sonrisas, ayer me trajeron suerte. Y no saben cuánto se lo agradezco...

PREVIA Betis - Real Sociedad. La esperanza depende de la victoria

La esperanza sigue viva pero depende de la victoria. Depende de que la Real vuelva a ser la Real en el partido ante el Betis (sábado, 22.00 horas, Olímpico de Sevilla, La Sexta). Después del duro varapalo de la semana pasada, el equipo txuri urdin sabe que sólo vale un resultado en este partido. Los tres puntos son imprescindibles para que mañana podamos seguir hablando del sueño de la salvación. No ganar es vernos en Segunda a falta de que los demás equipos nos sentencien.

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Llega la Real a Sevilla después de una semana muy dura. El partido de Barcelona ante el Espanyol ha pesado mucho. El entrenador estuvo mal y los jugadores también. Nada de lo visto hace unos días sobre el campo invita al optimismo. Nada, salvo la necesidad de aferrarse a la vida. La Real necesita ganar este partido, que el de Sevilla sea uno de los seis en los que necesita vencer para seguir el año que viene en Primera (insisto; yo creo que el objetivo debe estar en ganar en casa ante Atlético, Celta y Racing y fuera ante Betis, Nastic y Osasuna; eso permitiría ir la última jornada a Valencia en disposición de salvarse).

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A pesar de que Lotina dedicó buena parte de la rueda de prensa del viernes a replicar las críticas que ha recibido durante la semana, no está nada claro que el once que va a presentar la Real en Sevilla sea el que queremos muchos aficionados. Para empezar, Mikel González, el mejor central de largo esta temporada hasta que fue expulsado el día del Mallorca, se ha quedado fuera de la convocatoria por decisión del entrenador. Lotina ha apuntado que repetirán los mismos centrales de los últimos dos partidos, Víctor López y Ansotegi.Lotina ha dicho que habrá "algún cambio" en el once, sobre el que todavía tiene algunas dudas.

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No ha aclarado si esos cambios serán Aranburu o Kovacevic (de ambos ha dicho que se han entrenado con molestias durante la semana). Un dato alarmante del que habrá tiempo de hablar. Lotina ha dicho que la única diferencia entre Villarreal, donde casi se ganó, y Montjuic, donde se perdió sin un solo tiro claro a puerta, "es que en vez de Kovacevic y Aranburu jugaron Mikel Alonso y Herrera. No veo tanta diferencia". Mal vamos si a estas alturas no ve esa diferencia, pero, como dice el técnico, es hora de estar todos con la Real otra vez y de posponer todas estas críticas hasta que el destino nos haya asignado una plaza para la próxima temporada.

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De las palabras del entrenador se entresaca que es más probable que entre en el once Garrido, aunque nada hay seguro. Durante la semana se ha especulado con la posibilidad de que vuelvan los dos delanteros por la acuciante necesidad de ganar, pero el técnico ha recordado en la rueda de prensa que con ese sistema se perdió, por ejemplo, en Huelva. Lo que se ha publicado durante los últimos días es que Alonso podría retrasar su posición y jugar junto a Garitano, lo que llevaría a Rivas al banquillo y a un segundo delantero al campo. Como siempre, esos dos puestos de ataque se los jugarán entre Herrera, Díaz de Cerio y Darko.

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El partido de la primera vuelta fue uno de los peores de la temporada, aunque eso no sea mucho decir en una campaña tan triste como la presente. 0-0 fue el resultado de un encuentro en el que sólo Díaz de Cerio pudo crear algo de peligro en la primera parte. En la segunda, en cuanto el Betis se dio cuenta del flojo nivel del rival, se pasaron muchos apuros. Este empate fue el segundo consecutivo en casa, tras el 1-1 ante el Espanyol. Después de cuatro partidos en el banquillo realista, Lotina todavía no había podido celebrar una victoria de su equipo. Y todavía tardaría unas semanas más.

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La pasada campaña la Real fue derrotada en el Ruiz de Lopera por 2-0 en un sonrojante partido en el que el resultado fue incluso corto. Con Gonzalo Arconada en el banquillo, ésta fue la tercera derrota consecutiva del equipo txuri urdin (todavía quedaría una más en esta nefasta racha, en Anoeta ante el Zaragoza), después del debut del técnico con victoria ante el Mallorca. La Real perdió aquel día una gran oportunidad de poner distancia con respecto al Betis y los puestos de descenso. No obstante, la temporada tuvo un final feliz. ¿Lo tendrá ésta? Si las cosas no van bien, al filo de la medianoche del sábado ya podremos incluso dar una respuesta. Esperemos que no sea posible contestar todavía a esa pregunta.

LEYENDAS Alberto Górriz

Entre las leyendas de la Real, hay una que destaca por ser el jugador que más veces ha vestido la camiseta txuri urdin. Alberto Górriz, Bixio para los amigos, jugó nada menos que 599 partidos con el equipo. Y no fueron 600 porque Toshack no quiso sacarle en el último partido de la temporada 92-93. Cosas del genial galés. El caso es que así Gorriz se pudo despedir, sobre el campo, el mismo día que la Real le decía adiós a Atotxa. Aquel día, Oceano le dedicó un gol con un sentido abrazo en el que estábamos presentes todos los realistas.

Fueron 461 partidos de Liga, 90 de Copa, 33 de competiciones europeas y 15 de Copa de la Liga o Supercopa. El irundarra marcó doce goles con la Real, donde jugó entre las temporadas 1978-1079 y 1992-1993. Y además fue 12 veces internacional con España (el permio le llegó con 30 años y de la mano de Luis Suárez), llegando a disputar el Mundial de Italia'90, donde marcó su único gol con la camiseta roja.

En 1997 tuve la suerte de poder entrevistar a Bixio Górriz y descubrí que, además de ser una leyenda, era un tipo encantador. Y modesto. Decía de sí mismo que era un jugador "que no ha destacado mucho". Pero sí destacó. Por descontado. Primero con Kortabarria como compañero de zaga y después con Gajate. Fue precisamente una lesión de Gajate la que le abrió las puertas de la titularidad, precisamente el año que la Real logró su primer título de Liga. Lo que daríamos hoy todos los realistas por volver a tenerles en nuestra defensa. Pikabea fue su relevo en la Real cuando se retiró. "Dejé el fútbol bastante mayor, con 35 años ya cumplidos, pero físicamente estaba bien", recordaba entonces. Dijo no a ofertas de equipos como Racing o Valladolid por un motivo: "Me gustaba el hecho de haber jugado toda mi carrera en la Real".

Con él sobre el campo, la Real ganó todos sus títulos. Aquel día en Gijón en que el equipo txuri urdin se proclamó campeón de Liga por primera vez, no sólo fue titular, sino que dio el pase, en realidad un horrible y desesperado tiro a puerta, que Zamora acabó convirtiendo en el histórico gol que dio el título. "El título, los días después de lograrlo, el recibimiento que tuvimos aquí, los aficionados... Lo tengo metido en la cabeza. Fue especial, lo más bonito sin duda", explicaba.

De la segunda Liga recuerda que "no creo que fuera inferior a la primera, pero sí diferente". De la Supercopa que se le ganó al Madrid que "fue un partido de mucho ambiente, de esos partidos en que en Atotxa la gente se volcaba, es una gozada jugar ese tipo de partidos". De la Copa de 1987, que "tenía mucha fe en Arconada" antes de la tanda de penaltis porque "debajo de los palos era el número uno y lo demostró en ese momento".

Quizá Górriz no sea un jugador especialmente reconocido fuera del entorno de la Real, pero los que le vimos jugar, los que hemos tenido ocasión de charlar con él, sabemos que es un tipo de jugador de los que ya no quedan: jugador de club, que siente una camiseta por encima de todo y que se deja hasta la última gota de sudor en el campo. Insisto: qué no daríamos por volver a tener a Bixio en el terreno de juego...

Cómo tomar el pelo a todo el mundo

Flaco favor está haciendo a la Real Sociedad el Consejo de Administración que preside Miguel Fuentes con la renovación de Aitor López Rekarte. Ahora resulta que no está renovado como habíamos creído absolutamente todos y el presidente deja unas píldoras más de incertidumbre en una temporada que tardaremos en olvidar sea cual sea su desenlace.

Hace meses se nos avisó que el capitán renovaría automáticamente si disputaba 22 partidos con la Real. El domingo jugó en Montjuic el encuentro que, según creíamos todos, le garantizaba esa renovación. Pues ayer sale el presidente del club y dice que no, que todavía no está renovado porque en dos partidos no jugó el mínimo de minutos que le exigía el contrato, al parecer media hora.

No entiendo muchas cosas de las que está haciendo este Consejo de Administración, y cuando el propio Fuentes pidió que se dejaran los análisis para final de temporada, le hice caso. Tenía razón en que había algo mucho más importante en juego, el futuro de la Real, y todos teníamos que estar unidos. Pero hay veces que uno no aguanta más y tiene que estallar.

En primer lugar, creo que a muchos aficionados de la Real (desde luego a mí y a bastantes de los que conozco) no nos hace especial ilusión que Aitor López Rekarte siga en la Real el próximo año. Sus últimas temporadas han sido de un nivel bajísimo y su nombre es uno de los que debería encabezar la limpia que hace falta en este equipo, sigamos en Primera o bajemos a Segunda. Yo me he mojado en este tema. ¿Tan difícil es que lo haga el Consejo de Administración? Porque a día de hoy no sabemos si la Real cuenta con Rekarte. Si cuenta con él sólo en Primera y prefiere echarle si bajamos. Si quiere sentarse a negociar un contrato a la baja. O si prefiere echarle pase lo que pase.

Porque una cosa debe quedar clara. Siga o no en la Real, Rekarte es hoy por hoy el capitán del equipo. Un jugador que lleva más de diez años en la Real y que ha disputado más de 300 partidos. Sólo por eso ya merece un respeto que no le está teniendo el Consejo de Administración. Fuentes le está tomando el pelo, porque el jugador, a tenor de las declaraciones que ha venido haciendo últimamente, juraría que pensaba que el partido de Montjuic le garantizaba la renovación.

Pero también nos toma el pelo a los periodistas y a los aficionados, a todo el mundo. ¿Por qué nos ha dejado todos estos meses que pensáramos que Rekarte renovaría jugando el pasado domingo? ¿Por qué se suelta el globo sonda de que Rekarte renueva en su partido 22 y luego cuando lo juega se dice que no? ¿Por qué se permite que el entorno de la Real se centre en debatir estas tonterías cuando el futuro del equipo está en juego? ¿Por qué no se nos dice exactamente en qué condiciones renueva Rekarte, con cuántos partidos, con cuántos minutos y si cuenta la Copa?

Es Fuentes quien no está cumpliendo lo que nos pidió a los demás. Si quiere que sólo hablemos de las esperanzas de la Real de seguir en Primera, que no juegue al oscurantismo de una forma tan lamentable.

Porque ahora mismo la Real sí que empieza a parecer un equipo de Segunda. Y no estoy mirando a la clasificación. Estoy empezando a ver cosas que afectan al Consejo. Y espero que los accionistas no sean benevolentes, porque, si la Real baja, estamos ante la mayor tragedia que le podría ocurrir a nuestro equipo en muchas décadas. Eso tendrá culpables, digo yo. Pero esperaremos a final de temporada para señalarles.

ESPANYOL 1 - REAL SOCIEDAD 0. Derrota justa y descorazonadora

Derrota de la Real. Derrota clara, justa y descorazonadora. El Espanyol, con medio equipo suplente, pensando en su eliminatoria de la Copa de la UEFA, sin nada de fútbol en sus botas, se bastó para ganar 1-0. Lo hizo de una forma dolorosa. Culminando un contraataque que nació en un corner botado por la Real Sociedad. Una vez más, una de esas jugadas que lleva a preguntarse qué demonios se hace en Zubieta. Y la bofetada es grande. Inmensa. Es de esas derrotas que descorazonan a una afición que estaba empezando a creer otra vez que salvarse era posible. Si la Real baja a Segunda División, este será uno de los partidos que dejará bien a las claras los motivos de ese descenso.

Todo ha ido mal durante la tarde. Se empezó mal desde el banquillo. La alineación desnaturalizaba a la Real tanto como aquel nefasto día del Athletic en Anoeta. Ni Darko, ni Aranburu en el once. Otra vez. Herrera en el campo. Otra vez. Trivote sobre el campo. Hace un año la Real se encontró con un panorama similar en Villarreal, con un rival pensando en Europa. Y a la media hora ya ganaba 0-2. Hoy Lotina ha tirado a la basura la primera parte y cuando marcó el Espanyol ya no supo qué hacer. Ni él ni los jugadores, que conste, pero el entrenador es el que manda. Sus cambios, tan irrelevantes en el desarrollo del partido como siempre. Y sin mover la zona en la que la Real no existe: el mediocentro. Y Elustondo en el Sanse otra vez.

A mí Lotina me ha cabreado desde la alineación. Pero es que el equipo no responde. Insisto en lo de Herrera. No puede volver a vestir la camiseta de la Real un jugador como ese. La temporada de Darko es la peor de su carrera, pero insisto en un dato que he mencionado en otras ocasiones. Con Darko disponible para jugar y en el banquillo la Real no ha ganado jamás. Y así seguimos. Ningún jugador ha cogido la responsabilidad y lo más destacable (por utilizar algún adjetivo que denote un optimismo que hoy Lotina me ha destrozado por completo) han sido un par de jugadores de la cantera, sobre todo Ansotegi, que además hace tres partidos no jugaba ni un minuto.

Kameni demostró durante todo el partido ser un portero blandito, pero nadie se atrevió a tirar a puerta. ¿Ocasiones? Practicamente ninguna. Herrera un tiro lamentable en la primera parte y Ansotegi en un cabezazo similar al del Levante en la segunda parte. Nada más. Por no crear, es que ni siquiera son capaces los jugadores de la Real de llegar al área con los balonazos desesperados del final. Y es duro jugarse el descenso de esta forma con un equipo formado por muchos jugadores que ningún aficionado ve el año que viene en la Real. ¿Novo? ¿Herrera? ¿Diego Rivas? ¿Rekarte (por cierto, hoy titular y renovado)? No, la Real necesita una limpia. En Primera o en Segunda. Eso da igual.

Hoy envío esta crónica sin escuchar si quiera a Lotina. Da igual lo que diga. Si la Real no sale a ganar los partidos, si la Real no demuestra el corazón del día del Mallorca, no hay absolutamente nada que hacer. Lo demás son cuentos chinos. Y si Lotina no tiene talla para sacar adelante el equipo, que no la tiene y lo dije hace meses; si el Consejo de Administración no se atreve a tomar decisiones hasta saber lo que nos depara el futuro, que no se atreve; entonces que sean los jugadores los que asuman de una maldita vez su responsabilidad. Pero estos hoy han naufragado. De forma clamorosa. Hoy todos, absolutamente todos, se han cargado buena parte de nuestra ilusión.

Lo más lamentable de todo es que las cuentas siguen saliendo y sigo creyendo, y mira que me cuesta decirlo, en seis victorias: hay que ganar al Betis, al Atlético de Madrid (dos victorias seguidas, algo que no se ha conseguido en toda la temporada), al Osasuna, al Celta, al Nastic y al Racing. Con esas seis victorias 39 puntos y el sueño de seguir en Primera. Estoy seguro de que me vais a zurrar por estos cálculos (Tati seguro que lo hace, y con toda la razón del mundo). Pero es que mi yo optimista se sigue resistiendo a morir de esta forma. Ahora mismo son ocho puntos de ventaja y el avaerage perdido con el Levante y el Athletic. Las dos victorias seguidas ahora mismo son imprescindibles. Si no, a Segunda.

PREVIA Espanyol - Real Sociedad. En busca de la primera victoria como visitante

Llega el momento de que la Real deje claro a sus rivales que, como dice Lotina, se va a salvar del descenso a Segunda División. Llega el momento de conseguir la primera victoria fuera de Anoeta. La visita al Espanyol, el primero de los dos partidos que la Real jugará seguidos como visitante (el segundo será ante el Betis y con el Ruiz de Lopera clausurado), es una oportunidad casi inmejorable. La moral está por las nubes después de siete puntos de los últimos nueve. La distancia con respecto a la salvación es la menor en mucho tiempo (seis puntos). Y se visita un campo propicio en el que la Real sólo ha perdido una vez y en un partido en el que no se jugaba absolutamente nada.

El entrenador realista ha declarado que para él es un partido muy especial. La última vez que piso el cesped de Montjuic, Lotina tenía mucho que celebrar. Ojalá el Espanyol se acuerde de que le debe un favor a la Real y de que este partido no se habría disputado esta temporada si no hubiera sido porque los realistas acudieron a Barcelona con los deberes hechos la pasada campaña. El Espanyol, además, jugará este partido con la cabeza puesta en su eliminatoria de la Copa de la UEFA (ganó 3-2 este jueves en el partido de ida, jugará el de vuelta la próxima semana) y no contará con Tamudo. La presencia de estos partidos europeos no garantiza nada para la Real, pero desde luego no perjudica.

Para lograr la primera victoria fuera de casa, Lotina parece que apostará por sacrificar de nuevo al segundo delantero, como hizo en el partido de Villarreal. Parece que Kovacevic se volverá a queda solo en punta. En el centro del campo podría entrar Mikel Alonso. Xabi Prieto ha arrastrado molestias durante toda la semana y, de no jugar, su puesto se lo juegan (es lo único que ha confirmado Lotina sobre la alineación) entre Aranburu y Novo. Si Gerardo, también con molestias, no saltara al campo, Rekarte jugaría su partido número 22, el que le supondría la renovación automática de su contrato.

Empate a uno fue el resultado del partido de ida. Díaz de Cerio anotó el gol que adelantaba a la Real a la media hora de partido y Luis García empató para el Espanyol a los pocos minutos de la segunda parte. Aquel fue el primer punto que sumó la Real desde que Lotina llegó al banquillo, dos partidos de Liga y uno de Copa antes. No fue un encuentro de la Real, que se dejó dominar por el Espanyol sobre todo durante la segunda parte. De hecho, el punto fue bueno al final por esa sensación de que los catalanes pudieron llevarse más de Anoeta.

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Ojalá que la Real pueda sufrir esta campaña el mismo destino que el Espanyol en el partido que enfrentó a ambos equipos la temporada pasada. Los periquitos dependían de sí mismos para mantener la categoría. Jugaron con demasiada tranquilidad durante todo el partido, hasta que el Alavés marcó y se vieron en Segunda. Apretaron, tuvieron sus ocasiones y marcaron su gol en la última jugada del encuentro, con el descuento a punto de finalizar. Coro fue el autor de tan histórico gol para el Espanyol y el responsable de que estallara la alegría en Montjuic. La Real no fue más que el invitado de aquellas dos horas de sufrimiento y alegría final. Fue el último partido que jugaron Alberto y Nihat con la camiseta realista.

La Real no pierde en Semana Santa desde el año 2000

Los números que presenta la Real en Semana Santa durante la última década no son nada malos. De diez partidos disputados (en la temporada 2004-2005 no hubo Liga durante esta festividad, así que añado a la lista el partido de la campaña 1995-1996), la Real sólo ha perdido en dos ocasiones, ha ganado cuatro y ha empatado otras cuatro.

Para la última derrota hay que remontarse al año 2000, cuando el equipo txuri urdin visitó Riazor y cayó 2-0 ante el Deportivo de La Coruña. La otra derrota txuri urdin se produjo en 1996, en el Camp Nou, 1-0 ante el Barcelona.

Las últimas tres campañas el partido de Semana Santa se ha saldado con victoria. En la temporada 2002-2003 la Real marcó la mayor goleada, 5-0 al Rayo, apenas una semana después de derrotar también en Anoeta al Real Madrid con aquel inolvidable 4-2. La siguiente temporada, dos goles de Nihat derrotaronn a un Murcia colista. Y la pasada campaña un golazo de Mark González en los últimos minutos sirvió para vencer al Racing de Santander. Estos dos partidos fueron muy importantes para evitar el descenso.

Fuera de casa el bagaje no es tan espectacular como el de casa, donde no se ha perdido ningún partido en estas fechas, pero tampoco es malo del todo. Las dos derrotas se han cosechado lejos de Anoeta. Pero también se empataron dos partidos y se ganó otro. La victoria llegó en la temporada 1997-1998, con Krauss como entrenador, todo un paseo en Compostela. 1-3 fue el resultado y Pikabea, Cvitanovic y Aldeondo los autores de los goles. Los empates fueron a cero en Bilbao ante el Athletic (1998-1999) y a tres en Soria con el Numancia (2000-2001, con goles de De Pedro, Khokhlov y De Paula).

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La bestia negra de la Real en el Domingo de Resurrección de la última década es sin duda alguna el Deportivo. Tres partidos, ninguna victoria. Además de la mencionada derrota en Riazor, dos empates a uno en Anoeta (temporadas 1996-1997, con gol de Aranzábal, su primero como profesional, y 2001-2002, con tanto de Idiakez).

Más de nueve años sin un 'hat trick'

Viendo a Crouch marcar tres goles con el Liverpool ante el Arsenal, en el partido de la Premier League que se jugó el sábado (ganaron los reds por 4-1; dos ex realistas, Xabi Alonso y Mark González fueron titulares), me asaltó una duda. ¿Quién fue el último jugador realista que anotó tres goles en un mismo partido? La respuesta es algo descorazonadora por el tiempo que ha transcurrido desde entonces, algo más de nueve años...

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Fue Darko Kovacevic, en su segunda temporada en San Sebastián. El 7 de enero de 1998, la Real jugaba el partido de vuelta de la eliminatoria de Copa contra el Xerez. La Real ganó 4-2, pasó de ronda (algo nada habitual en la historia reciente...), y el serbio anotó tres de los goles blanquiazules. El cuarto fue obra de Gica Craioveanu. El rumano fue, precisamente, el último en anotar un hat trick en Liga. Fue en el partido contra el Albacete del 12 de mayo de 1996, recordado en este blog hace pocos días.

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También hay que retroceder bastante en el tiempo, aunque obviamente algo menos, para encontrar a un jugador de la Real que marcara dos goles en un mismo partido. El último en hacerlo fue el turco Nihat, el 22 de enero del año pasado, hace más de 14 meses, en el derby en Anoeta contra el Athletic de Bilbao que finalizó con empate a tres goles. Skoubo marcó el tercer tanto realista aquel día. El último doblete de Kovacevic se produjo esa misma temporada, aunque unos meses antes, el 21 de septiembre de 2005. Fue en la gloriosa remontada ante el Atlético de Madrid que finalizó con 3-2. Nihat hizo el otro tanto.