A pocas personas se les escapa que uno de los principales problemas de la Real esta temporada está en el centro del campo, en la posición de pivote. A los dos entrenadores que ha tenido el equipo este año, tampoco. Es donde más pruebas han hecho. Analizar qué ha pasado en ese puesto en lo que llevamos de temporada desvela muchas claves. La principal, y o hay que ser muy listo para decirlo, es que todavía no se ha dado con la fórmula mágica.
Nada menos que ocho jugadores han pasado por ese puesto: Alonso, Aranburu, Elustondo, Garitano, Gerardo, Juanito, Novo y Rivas. El ex del Getafe es el que más partidos ha jugado en ese puesto y hay tres parejas que son las más repetidas (y sólo han disputado cuatro encuentros juntos). Lo curioso es que Garitano forma parte de las tres parejas, junto con Aranburu, Juanito y Rivas. Eso deja muy claro que no ha habido la continuidad necesaria.
Hay dos parejas que han funcionado bastante bien y con las que la Real ha sacado bastantes de sus puntos. Por un lado, Aranburu y Rivas han conseguido seis de los nueve puntos en juego con ellos en el campo. Las dos primeras victorias (Nastic y Osasuna en Anoeta) les tuvieron en el once titular, y sólo perdieron el buen partido que se jugó en el Nou Camp. Lotina en sus primeros partidos optó por situar a Aranburu en la banda izquierda.
La pareja que forman Garitano y Juanito, a pesar de que éste llegó al equipo para jugar como central y es el jugador de esta plantilla más defensivo que se puede alinear en el centro del campo, puede presumir de no haber perdido. Han logrado una victoria (la del sábado pasado ante el Betis) y tres empates (en casa con Betis y Getafe, fuera con el Atlético de Madrid).
Estos datos reflejan muy bien la utilidad del famoso trivote. La Real no ha ganado un solo partido cuando ese ha sido el sistema escogido por sus entrenadores (aunque es un sistema que se le achaque mucho a Lotina, lo cierto es que Bakero lo escogió en cinco de los siete partidos que dirigió), y ha conseguido sólo tres puntos de 27, tres empates y todos ellos fuera de casa, en Bilbao, Vigo y Villarreal. El trivote ha dejado tres derrotas en casa, la más dolorosa la del Real Madrid.
Sin embargo, el trivote le ha funcionado a la Real para amarrar resultados positivos. En tres de los cinco partidos que hasta ahora ha acabado ganando, el equipo txuri urdin ha utilizado un cambio para reforzar el centro del campo. Se hizo con el Osasuna, con el Mallorca y con el Betis. Gari Uranga y Kovacevic, el serbio en dos ocasiones, fueron los atacantes sacrificados para tratar de mantener la victoria con un esquema algo más defensivo.
Otra de las conclusiones que se puede sacar de este análisis es la paradójica situación de Elustondo. Cuando subió del Sanse, muchos vieron (vimos) en él al pivote del presente y del futuro. Sin embargo, el canterano no ha gozado de continuidad, ni en cuanto a sistema ni en cuanto a compañeros. Ha jugado cinco partidos como titular (no aparece en el once desde el partido en Huelva, hace ya siete partidos) y con él en el campo apenas se han conseguido dos puntos. Ha formado pareja con Rivas (dos partidos) y Juanito (sólo uno) y ha sido uno de los tres del trivote con Aranburu y Rivas (en otras dos ocasiones).
Un caso curioso. Con Garitano en el campo, ya sea como titular o entrando desde el banquillo, la Real ha conseguido 23 de los 24 puntos que tiene ahora mismo. Sólo faltó en el punto conseguido en la primera jornada en San Mamés. No quiere decir que su presencia garantice puntos, que también se han perdido seis partidos con él como titular, pero es lo más cercano a un talismán que la Real tiene este año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario