Flaco favor está haciendo a la Real Sociedad el Consejo de Administración que preside Miguel Fuentes con la renovación de Aitor López Rekarte. Ahora resulta que no está renovado como habíamos creído absolutamente todos y el presidente deja unas píldoras más de incertidumbre en una temporada que tardaremos en olvidar sea cual sea su desenlace.
Hace meses se nos avisó que el capitán renovaría automáticamente si disputaba 22 partidos con la Real. El domingo jugó en Montjuic el encuentro que, según creíamos todos, le garantizaba esa renovación. Pues ayer sale el presidente del club y dice que no, que todavía no está renovado porque en dos partidos no jugó el mínimo de minutos que le exigía el contrato, al parecer media hora.
No entiendo muchas cosas de las que está haciendo este Consejo de Administración, y cuando el propio Fuentes pidió que se dejaran los análisis para final de temporada, le hice caso. Tenía razón en que había algo mucho más importante en juego, el futuro de la Real, y todos teníamos que estar unidos. Pero hay veces que uno no aguanta más y tiene que estallar.
En primer lugar, creo que a muchos aficionados de la Real (desde luego a mí y a bastantes de los que conozco) no nos hace especial ilusión que Aitor López Rekarte siga en la Real el próximo año. Sus últimas temporadas han sido de un nivel bajísimo y su nombre es uno de los que debería encabezar la limpia que hace falta en este equipo, sigamos en Primera o bajemos a Segunda. Yo me he mojado en este tema. ¿Tan difícil es que lo haga el Consejo de Administración? Porque a día de hoy no sabemos si la Real cuenta con Rekarte. Si cuenta con él sólo en Primera y prefiere echarle si bajamos. Si quiere sentarse a negociar un contrato a la baja. O si prefiere echarle pase lo que pase.
Porque una cosa debe quedar clara. Siga o no en la Real, Rekarte es hoy por hoy el capitán del equipo. Un jugador que lleva más de diez años en la Real y que ha disputado más de 300 partidos. Sólo por eso ya merece un respeto que no le está teniendo el Consejo de Administración. Fuentes le está tomando el pelo, porque el jugador, a tenor de las declaraciones que ha venido haciendo últimamente, juraría que pensaba que el partido de Montjuic le garantizaba la renovación.
Pero también nos toma el pelo a los periodistas y a los aficionados, a todo el mundo. ¿Por qué nos ha dejado todos estos meses que pensáramos que Rekarte renovaría jugando el pasado domingo? ¿Por qué se suelta el globo sonda de que Rekarte renueva en su partido 22 y luego cuando lo juega se dice que no? ¿Por qué se permite que el entorno de la Real se centre en debatir estas tonterías cuando el futuro del equipo está en juego? ¿Por qué no se nos dice exactamente en qué condiciones renueva Rekarte, con cuántos partidos, con cuántos minutos y si cuenta la Copa?
Es Fuentes quien no está cumpliendo lo que nos pidió a los demás. Si quiere que sólo hablemos de las esperanzas de la Real de seguir en Primera, que no juegue al oscurantismo de una forma tan lamentable.
Porque ahora mismo la Real sí que empieza a parecer un equipo de Segunda. Y no estoy mirando a la clasificación. Estoy empezando a ver cosas que afectan al Consejo. Y espero que los accionistas no sean benevolentes, porque, si la Real baja, estamos ante la mayor tragedia que le podría ocurrir a nuestro equipo en muchas décadas. Eso tendrá culpables, digo yo. Pero esperaremos a final de temporada para señalarles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario