Los dos entrenadores que ha tenido la Real en la temporada del fracaso histórico que supone el descenso tienen buena parte de la responsabilidad del desastre, aunque uno se haya desentendido por completo de su trabajo en San Sebastián y el otro haya contado con el favor de una afición que nunca cargó las tintas contra él. Si los jugadores merecen un suspenso, ellos todavía más.
· Bakero
Los errores de Bakero en la Real no son sólo como entrenador, sino también como director deportivo. Aunque la plantilla no era tan mala como los jugadores y sus entrenadores a veces nos han hecho creer con el fracaso de temporada que han protagonizado, lo cierto es que había carencias notables y los fichajes no convencieron a casi nadie. La mayor inversión fue Diego Rivas, un tipo de mediocentro que no era lo que necesitaba la Real. Desde la salida de Xabi Alonso hacían falta constructores, no destructores. No se suplió con garantías la salida de dos jugadores de banda izquierda, Gabilondo y Barkero, y Bakero no dio confianza a Felicio a pesar de ser uno de sus fichajes. No se cubrieron las necesidades en ataques que habían quedado patentes en la pretemporada, cuando apenas se anotaron goles.
Como entrenador, es difícil cambiar tanto de idea en apenas siete partidos de Liga y uno de Copa como lo hizo Bakero. Empezó la temporada con tres mediocentros y una especie de 4-3-3, que debía imitar el estilo de juego del Dream Team del Barcelona. Imposible, claro. Después pasó a un esquema con dos medios y tres mediapuntas que tampoco funcionó. Y después volvió a sus planes iniciales. Sentó a Darko en la tercera jornada, nada menos que en el Bernabéu, ante un Real Madrid que siempre se le ha dado bien al serbio. Cambió de portero en su último partido liguero y alineó nada menos que a 21 jugadores diferentes en menos de dos meses de competición. Nunca dio con la clave sobre el campo. No pareció que supiera explicar a los jugadores lo que pretendía de ellos. Fracaso absoluto.
· Lotina
Cuando Lotina llega a la Real, el equipo está último a tres puntos de la salvación. Nada menos que 31 partidos después, ha acabado penúltimo y a cinco puntos de los equipos que han marcado el objetivo de seguir en Primera. El legado de Lotina en la Real es quedarse más lejos de lo que estaba cuando llegó y adelantar sólo al Nastic, el colista descendido varias jornadas antes del final de la Liga. Ese dato lo dice todo. Lo más positivo que ha hecho Lotina en la Real (yo me atrevería a decir que lo único, desafiando esos gritos de “Lotina quédate” que ha lanzado la afición durante la temporada) ha estado en el trabajo psicológico. Ha creído en la salvación siempre, o al menos así lo ha dicho, y lo ha transmitido incluso cuando el equipo estaba doce puntos por debajo del 17º, el momento más crítico de la temporada. Incluso se permitía el lujo de afirmar que seguiría en Segunda con la Real, cuando casi todos sabíamos que en cuanto se produjera el descenso se marcharía.
Pero Lotina no ha sabido dar a la Real un estilo de juego. Y es que todavía no sabemos a qué juega el equipo. Nos ha empequeñecido como equipo, y la Real puede ser muchas cosas pero nunca un equipo pequeño. Ha jugado siempre en función del rival o de la situación y eso ha provocado situaciones lamentables, como la de salir a defender ante un Espanyol que, pensando en la UEFA, apenas estaba dispuesto a atacar. Ha tenido mucho miedo en partidos decisivos, especialmente fuera de casa, ante Getafe, Osasuna o Villarreal, aunque también en Anoeta ante Betis, Getafe o Espanyol, por citar algunos ejemplos. No se atrevió entondes a dar el necesario paso al frente y eso lo notaba la grada y el equipo. No ha mantenido nunca lo que daba buenos resultados, especialmente un esquema de dos delanteros, necesario cuando la vida estaba en juego.
Los cambios de posición de los jugadores fueron constantes, y nunca pareció dar con lo más adecuado para cada uno de ellos ni para el equipo, a pesar de que la segunda vuelta fue bastante aceptable en cuanto a los puntos conseguidos, casi nunca con el juego ofrecido sobre el campo. Retrasó a Kovacevic a la mediapunta. Colocó al extremo Estrada de lateral (aunque esto fue por necesidad ante lesiones y sanciones). Rekarte jugó en ambas bandas, sentando a un Garrido que siempre pareció más en forma que los entonces titulares. Juanito pasó del centro de la defensa al mediocentro. Savio y Prieto cambiaron bandas a menudo. Gari acabó en la izquierda, el mismo puesto en el que probó a Aranburu (dijo que jugaba ahí porque no había nadie mejor y luego le mandó al ostracismo) después de años de jugar en el centro. Jesuli jugó de delantero y no por la banda. Demasiado cambio. Nunca hubo un once reconocible.
Termina la temporada y no sabemos si confiaba en Darko (al que ni siquiera llegó a sacar en el derbi ante el Athletic en Anoeta pese a estar en el banquillo) ni de dónde procede esa obstinación en retirarle del campo con resultados adversos. No es entendible la obstinación por sacar a Herrera en vez de a un Díaz de Cerio que ha sido el delantero más goleador. No sabemos por qué sacó a Elustondo cinco partidos y después lo devolvió al Sanse. No sabemos por qué cambió de pareja de centrales cuando mejor estaba Mikel González. No sabemos si quería sacar a Rekarte o si recibió órdenes de no hacerlo para que no renovara. No sabemos por qué no dio confianza a Agirretxe con cuatro delanteros del primer equipo lesionados. No sabemos por qué no ha habido ninguna apuesta ofensiva real ni siquiera cuando todo estaba perdido. No sabemos demasiadas cosas de las que pretendía hacer Lotina. Y por eso Lotina ha fracasado en la Real.
2 comentarios:
Lo has clavado!!. Prácticamente es lo que yo pienso.
En lo de la plantilla coincido en que no es tan mala como se nos ha hecho creer. Desgraciadamente hemos echado muchísimo de menos a Skoubo, ya que creo que partía como el delantero nº 1 de la Real este año.
Y con Lotina igual. Yo que creo que el fútbol no es difícil, me ha desconcertado tanto cambio (centrales por ejemplo), tanta salida extraña del once titular (Elustondo, Garrido, Aramburu, De Cerio) y ese miedo escénico permanente.
Lo dicho 99,9% contigo.
Lotina se va al Depor,y estoy seguro que de haber empezado con el la temporada os hubieseis salvado con cierta holgura.
Conoce como nadie la zona complicada de la tabla.
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