Un derbi siempre es un derbi, pero éste (domingo, 12.00 horas, Anoeta, Canal + Liga 2 y Gol TV) es atípico. Por la hora a la que va a disputarse, en el mediodía del domingo, por gentileza de una Liga de Fútbol Profesional que piensa en todo menos en el fútbol. Por tener dos entrenadores novatos en estas lides que han venido a proponer una ruptura con el pasado reciente de ambos equipos. Porque la Real está por delante del Athletic en la clasificación y con una clara ventaja, y eso no suele ser habitual ni siquiera cuando estamos como ahora en el comienzo de un campeonato de Liga. Y atípico, aunque con cierto regusto amargo, será ver a Llorente en el banquillo, pues el delantero realista es la principal novedad de la convocatoria de Philippe Montarnier. Pero lo atípico no cuenta en un derbi, que siempre será un derbi y por eso lo único que importa es ganar, más allá de las evoluciones futbolísticas que demuestren unos y otros. Real y Athletic medirán de nuevo sus fuerzas en un Anoeta casi abarrotado en busca de la supremacía del fútbol vasco, siquiera por un par de semanas, ya que este partido antecede a un nuevo parón liguero por fecha FIFA.
Las bajas trastocan los planes de Montanier para este fin de semana. Diego Ifrán y Carlos Vela no han superado la prueba del último entrenamiento antes del encuentro y se perderán el derbi ante el Athletic, el primero por molestias y el segundo por una recaída del esguince de rodilla que ya le había hecho perderse un partido. Estas dos ausencias abren la puerta a Joseba Llorente, que por fin entra en una convocatoria. No será titular, pero que entre por primera vez en la lista de los elegidos precisamente en el derbi es todo un arreón de moral para el jugador y también, sin duda, para el equipo, pues el carácter de Llorente es contagioso. La otra novedad en el ataque es Sarpong, quien tuvo sus primeros minutos ante el Granada. Montanier rota de nuevo en el portero suplente y será Toño quien se siente en el banquillo. Elustondo es la tercera baja por lesión que tiene el equipo. Markel sigue sin entrar en ninguna lista y se queda fuera junto a Ansotegi (cuya situación como cuarto central del equipo no parece que vaya a cambiar en toda la temporada) y Pardo (que repetirá con el Sanse a la espera de su debut en el primer equipo).
Si las sorpresas de Montanier no alteran lo previsto, será su once de gala el que afronte el derbi. De esta forma, Bravo estará en la portería, con De la Bella y Carlos Martínez (dos asistencias en tres partidos) en los laterales. Iñigo Martínez y Demidov ocuparán el centro de la zaga. Illarramendi, Zurutuza y Mariga formarán la línea de tres centrocampostas y Xabi Prieto, Griezmann y Agirretxe estarán en punta. Ante la ausencia de Vela e Ifrán, parece claro que Agirretxe volverá a jugar como nueve e intentará engrosar su lista de goles, cuatro en los cinco primeros partidos. La duda está en cómo dispondrá Montanier a su centro del campo o si, en un movimiento que no hay que descartar, introduce a Aranburu buscando experiencia. Estrada, Mikel González, Cadamuro y Sarpong, además de Llorente, completarán un banquillo en el que el técnico galo no podrá contar por las lesiones con demasiadas alternativas ofensivas en caso de que el partido lo requiera. Está por ver si el equipo es capaz de acelerar el ritmo de juego, a pesar del calor que hará a la hora del partido, y aprovecha el cansancio del Athletic, que jugó Europa League el jueves.
No se le da mal a la Real este horario de las doce de la mañana, o al menos no se le dio mal en su andadura en Segunda División, cuando en el último año en la categoría de plata derrotó a adversarios directos como Betis o Cartagena y dejó momentos inolvidables como el gol de Bravo al Nastic. El equipo txuri urdin aventaja al Athletic en cinco puntos, por lo que pase lo que pase en Anoeta seguirá por delante. Los de Montanier tienen siete puntos y ocupan la novena posición, por detrás del Atlético de Madrid y a tres puntos de la zona europea. Los de Bielsa, entrenador que estuvo muy cerca de sentarse en el banquillo realista como sustituto de Lasarte antes de que el club apostara por Montanier, están en la zona de descenso, en la decimonovena plaza, con sólo dos puntos, aunque las dos victorias en Europa League les han dado moral. Anoeta mostrará un magnífico aspecto, aunque el sábado aún no estaba confirmado si se colgará el cartel de "no hay entradas". La fiesta del fútbol vasco y el mejor derbi de la Liga española a todos los niveles celebra una nueva edición en el peor de los horarios posibles y con una temperatura que se espera muy elevada, en torno a los 30 grados. La LFP y las televisiones tienen la culpa.
El derbi vasco se ha celebrado en Donostia en 65 ocasiones, siempre en Primera División y con claro dominio local. La Real se ha impuesto en 32 partidos, ha empatado 15 y ha cosechado 18 derrotas. Anoeta ha vivido este duelo en quince ocasiones, con el mismo nivel de supremacía realista: seis triunfos, otros tantos empates y sólo tres derrotas. No obstante, las tres victorias del Athletic se han producido en los últimos ocho enfrentamientos entre ambos equipos. La mayor goleada de la Real es el mítico 5-0 que se produjo en dos ocasiones, en Atotxa en la temporada 76-77 (dos de Gaztelu, uno de ellos de penalti, otros dos de Satrústegui y otro de Zamora) y en Anoeta en la 94-95 (con tres goles de Kodro, los últimos que marcó con la camiseta txuri urdin, otro de De Pedro y uno más de Idiakez). Anoeta vivió otras jornadas memorables contra el Athletic en las temporadas 2002-2003 (4-2 en la primera jornada de Liga, con doblete de Nihat y goles de Karpin y Kovacevic) y 2004-2005 (el 0-2 que levantó la Real de nuevo con dos tantos de Nihat y otro de Gabilondo es la mayor remontada de su historia). El 1-7 de la temporada 29-30 (Cholín hizo el único tanto realista) es el marcador más severo que ha sufrido el equipo local en los derbis celebrados en campo donostiarra.
La última visita del Athletic a Anoeta se produjo la temporada pasada, la 2010-2011. Y la Real ganó bien, francamente bien, a pesar de que los goles llegaron de la manera más afortunada y con el mismo protagonista visitante. En el minuto 24, San José cometió penalti, al despejar con la mano un cabezazo de Zurutuza. Xabi Prieto no falló, pero al árbitro no le gusto su paradinha e incluso le sacó una asombrosa tarjeta amarilla por hacerla. Pero el 10 realista es un hombre de hielo desde los once metros y marcó de nuevo en la repetición. Griezmann falló un gol increíble antes de llegar al descanso, en los mejores minutos de un Xabi Prieto excepcional. Ya tras la reanudación, el mismo Prieto metió un precioso balón al segundo palo buscando la cabeza de un siempre bravo y batallador Llorente, pero San José, tenía que ser San José, se interpuso e introdujo el balón en su portería, culminando una tarde nefasta para el central. Con 2-0 en el marcador, la Real dejó el balón al Athletic, que nunca supo que hacer con él y no creó ocasiones de peligro en la portería de Bravo. El equipo txuri urdin, en cambio, pudo ampliar la renta a balón parado, pero el partido acabó como estaba. 2-0. Con la Real por arriba. Como tiene que ser.
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