jueves, octubre 20, 2011

AQUELLOS MARAVILLOSOS CROMOS: Dioni Urreisti

Con Aranburu a punto de cumplir 400 partidos con la camiseta de la Real, bien es justo recordar la figura del primer jugador que superó dicha barrera, el único que lo hizo antes de que el equipo txuri urdin se convirtió en campeón a comienzos de los años 80 del siglo pasado y cuando se jugaban bastantes menos partidos que ahora. Su nombre, Dionisio Urreisti. Fueron 416 las veces que defendió la camiseta realista a lo largo de quince temporadas, desde su debut el 16 de septiembre de 1962, en Segunda, con el Orense como rival, hasta que se marchó de la Real al finalizar la temporada 1976-1977. "Urreisti, bien sujeto por Garbayo -acaso el mejor hombre del Orense-, lo vi por bajo de sus posibilidades. Y no creo que fuera por razón de la potencia de su contrario". Así contaba Iturrioz El Diario Vasco el día de su debut, ante el Orense. Aquel día, Urreisti colaboró con un gol (el único que marcó en toda la temporada) en el resultado final, 6-1, pero fue el gran día de Olano, que anotó los otros cinco. Con el tiempo, Urreisti demostró que aquel debut por debajo de sus posibilidades fue sólo eso, el debut.

Urreisti sólo jugó un año en el Sanse (26 partidos, ocho goles), y fue el mejor de la historia del filial txuri urdin. En aquella temporada 61-62 el equipo estuvo siempre en los puestos destacados de la Segunda División, finalizó cuarto a sólo dos puntos del ascenso, y tuvo una brillante andadura en la Copa del Rey, enfrentándose y plantando cara a todo un Real Madrid. Lástima que el descenso de la Real a Segunda llevara al Sanse a Tercera, sin haber regresado nunca más a la categoría de plata. Urreisti destacó desde joven, pero antes de dar el salto al filial realista estuvo un año jugando apenas algún partido con el conjunto juvenil. El cromo que preside estas letras es de la tempoada 1967-1968, la del regreso a Primera División tras cinco largos años en Segunda. Para entonces, Urreisti ya erá más que titular en la Real, donde siempre, salvo en sus primera y última campañas, jugó más de veinte partidos ligueros, casi siempre más cerca de los 30. Le costó en su salto al primer equipo, pero para la temporada 1963-1964 ya era se había hecho con el puesto de extremo derecho.

Marcó 78 goles con el primer equipo de la Real. En Primera, su mejor temporada en este sentido fue la 68-70, en la que marcó ocho tantos. En Segunda, hizo diez en la 63-64, 65-66 y 66-67. Su debut goleador fue el ya referido ante el Orense (el primero en la máxima categoría del fútbol español se lo hizo al Valencia, 2-0 ganó la Real aquel día). El último, qué mejor colofón a su carrera en el equipo txuri urdin, fue en la Copa de la UEFA de la 75-76. Fue el empate a uno en Atotxa ante el Grasshoppers, el gol que permitió a la Real superar por primera vez una eliminatoria europea, en su segunda participación. Fue un potente disparo desde 30 metros que se coló por la escuadra. Qué mejor premio para alguien que se convirtió en leyenda viviendo todo lo que puede ser la Real, lo mejor y lo peor, el infierno de tantos años en Segunda, el ascenso de Puertollano, la clasificación por primera vez para jugar en Europa e incluso la construcción del equipo campeón. Dioni Urreisti, toda una leyenda, aunque su recuerdo a veces esté eclipsado por el intenso brillo de la Real campeona.

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