La verdadera Segunda División empieza ahora

La Real ya le ha cogido la medida a la categoría. Está en Segunda División y lo sabe. Lo demuestra en el campo, en partidos como el de Xerez o en Anoeta ante el Elche, y fuera del campo, como con el desplazamiento por carretera de vuelta a Donosti desde tierras andaluzas. Esto es la Segunda División y la Real ya lo sabe. Quedan todavía nueve meses de competición y mucho por vivir. Pero el equip ya sabe dónde está. Sin pensar que ya hay algo hecho, porque no es verdad, el mérito hay que dárselo a los jugadores, que han sabido reaccionar al nefasto inicio, y al entrenador, que no ha perdido la calma en ningún momento.

Mucha gente salió de Anoeta después del primer partido, después de la dura derrota ante el Castellón, pensando que el objetivo debía ser la permanencia y hoy mucha gente habla ya, con más o menos fe en ello, del posible ascenso. Ni una cosa ni la otra. Al menos no de momento. Chris Coleman y sus jugadores siempre han vendido siempre la dificultad de subir en el primer intento pero también han defendido las posibilidades de esta plantilla. Ha habido muchas críticas, muchas de ellas merecidas, algunas un tanto injustas. En realidad, no se ha sabido calibrar, hasta ahora, la posibilidad de mejora de los jugadores que siempre ha defendido Salva Iriarte. Una mejora que está llegando y que es palpable.

Lo mejor de este inicio de temporada está en la labor de la Real como visitante. Tres partidos, dos victorias y un empate. Xabi Prieto ha recuperado el fútbol que olvidó el año pasado y en el inicio de esta campaña. La Real ya es capaz de remontar partidos. El equipo ha anotado seis goles en los últimos tres partidos. La mayoría de canteranos en el equipo inicial, y jugando a buen nivel, es ya una realidad y la Real vuelve a ser el equipo de cantera que siempre ha sido y siempre será. Lo peor, sin duda, el arranque. Las dudas que generaron los dos primeros partidos en Anoeta eran de las difíciles de resolver. Y los goles que está encajando el equipo a balón parado, errores infantiles que cuestan puntos importantes.

Al margen de todo el debate que se pueda y se deba mantener en torno al rendimiento del equipo, no hay que perder de vista la realidad que dictan los puntos y la clasificación. Es eso lo que al final determinará si la Real hace o no una buena temporada. Y ahora es cuando empieza de verdad esta durísima competición de Segunda. El sábado llega a Anoeta el segundo colista de la temporada, el Albacete. El primero, el Poli Ejido, se llevó los tres puntos, y fue una buena señal de que no hay que dormirse, que en Segunda cada partido se gana con mucho sufrimiento, pero también con calidad. Que la Real la tiene, más seguramente de lo que ha demostrado y de lo que muchos creen.

Y después vendrá la fase que marcará dónde estará la Real en diciembre, un mes en el que ya podremos empezar a echar cuentas, a ver dónde estamos y también a saber quiénes serán los rivales a batir. Tras el Albacete, la Real se medirá contra los seis equipos que ahora mismo encabezan la clasificación de Segunda (Málaga, Sporting de Gijón, Numancia, Rácing de Ferrol, Hércules y Sevilla Atlético) y con los otros dos equipos que la pasada temporada bajaron de Primera (Celta y Nastic). Serán cinco partidos fuera y tres en casa en dos meses de competición. Cuando pasen estos partidos, empezará a ser el momento de ver dónde estamos y a qué podemos aspirar. La verdadera Segunda empieza ahora.