Tenemos varios problemas

Llevamos años sufriendo el juego del equipo como el principal problema que tenía la Real Sociedad, así que mirar ahora hacia otros lugares es en realidad un alivio. Pero los problemas existen y hay que decirlo. Y el principal problema hoy de la Real, que no es el único, es la ausencia de respaldo social que tiene este equipo cuando juega en su propio estadio. La foto de arriba es del partido del pasado sábado ante el Albacete. A Anoeta acudieron 14.418 personas, ni siquiera para completar la mitad de los 22.000 asientos del estadio. No ha sido la peor entrada de la temporada, pero es un dato preocupante a pesar de que seguro que mucha gente esperaba incluso una menor asistencia a Anoeta para ver a rivales como el Poli Ejido, el Elche o el Albacete.

Es preocupante porque, una vez más, hay oscurantismo por parte del Consejo. Cuando comenzó la temporada, los dirigentes realistas salieron rápidamente para afirmar que el número de socios tras el descenso no sólo no había bajado sino que había aumentado lígeramente. Pero a día de hoy no sabemos cuál es la cifra real de socios del club, una vez iniciada la temporada y una vez que muchos han tenido la oportunidad de no pagar el recibo. En todo caso, de poco sirve mantener el número de socios, más allá del terreno económico (por importante que sea, y más en Segunda), si no se consigue motivar al realista para que vaya al campo. Esto entronca con otro problema, que queda realmente claro con esta segunda foto:

¿Dos niños para hacerse la foto con el equipo? ¿Sólo dos niños? Me había acostumbrado a la imagen de al menos una docena de críos, vestidos todos con su camiseta de la Real, a posar primero con los jugadores y después a pasar de uno en uno por el banquillo dándole la mano al entrenador, al cuerpo técnico, a los médicos y a los jugadores suplentes. Y ahora sólo tenemos dos niños... Da que pensar, desde luego... Supongo que tampoco ayudan circunstancias como que la camiseta de este año no haya llegado a la tienda oficial de la Real hasta el sábado pasado, en la séptima jornada de Liga. Con la ilusión que puede hacer, mucho más a un chaval y por mucho que el equipo esté en Segunda, ir a Anoeta el primer partido con tu camiseta nueva...

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Otro problema para el aforo es la algo extraña política televisiva. ETB ha ofrecido en directo los dos últimos partidos de la Real en Anoeta. La televisión, es evidente, provoca que muchos aficionados se queden en sus casas para ver el partido. Lo peor es que, encima, los realistas de fuera de Euskadi no tenemos la posibilidad de ver a la Real si nuestra televisión autonómica no lo da (como sucedió este pasado fin de semana, que sólo se vio el encuentro en Euskadi). ETB Sat no ofrece el partido de la Real y en realidad no sabemos por qué ni de quién depende. La Real, que sepamos, no ha movido un dedo por esos aficionados. Y somos muchos. No hay más que ver la procedencia de muchos de los que visitáis este blog o de los que llaman a programas de radio centrados en la Real (Punto Radio, en la porra que hace antes de los partidos, recibió el sábado dos llamadas desde Benidorm y otra desde Girona).

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El contrato televisivo, además, abre muchas interrogantes que ni el Consejo de la Real ni las facciones enfrentadas no nos ha despejado. Estamos en plena guerra del fútbol y no sabemos qué cadenas pueden retransmitir a la Real, que tiene contrato con Mediapro. Ni Canal + ni Localia, ambas cadenas de Sogecable, han elegido todavía ningún partido de nuestro equipo. ¿Pueden televisarlo o no? Hasta ahora sólo se ha visto a la Real por ETB y otras autonómicas. Y ya es raro. El sábado que viene, ante el Numancia, un partido atractivo entre tercer y quinto clasificado, no se va a ver por televisión. ¿Qué no sabemos de las posibilidades para que el encuentro de la Real se retransmita en directo? El Consejo debería decir algo.

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Esa opción, en todo caso, no parece muy factible en estos momentos. Se cumplen cien días desde que el actual Consejo de Administración fue ratificado en la polémica junta de accionistas. Y desde entonces, las presencias públicas de los consejeros se pueden contar con los dedos de una mano, casi exclusivamente en la presentación de jugadores. Creo que es un acierto que María de la Peña y los suyos deleguen las cuestiones deportivas en Salva Iriarte, pero la Real no es sólo lo que hace el equipo cada fin de semana. La asistencia a Anoeta y las retransmisiones por televisión son sólo dos de los asuntos que debieran preocuparles y de los que debieran informar a los accionistas, a los socios y a los aficionados.

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Como también lo es la situación económica del club. Llevamos meses oyendo hablar de los problemas que tiene la Real en este aspecto, de lo mucho que los ha agravado el descenso a Segunda, de las denuncias ya olvidadas y archivadas de dos jugadores por impago, pero en realidad no sabemos todavía nada. Se supone que en breve se debe conocer algo más sobre esto e incluso la convocatoria de la junta ordinaria de accionistas en la que se tienen que aprobar las cuentas (el año pasado se celebró el 4 de noviembre). Hemos oído hablar de posibles recortes en el cuadro médico y de rebajas de salario de otros trabajadores del club, además de los famosos viajes en autocar. Pero el club, oficialmente, no ha dicho nada. El oscurantismo no ayuda a resolver los problemas.