Minuto 91 y medio. Gana el Real Madrid por 3-2. Le cae un balón a Darko Kovacevic un poco por delante del punto de penalti y engancha una volea preciosa que va junto al palo, a la derecha de Iker Casillas, que está tapado por un defensa. Pero el portero madridista hace una estirada extraordinaria, como aquellas que veíamos hace años a Arconada en el viejo Atotxa, y salva el empate. El Bernabéu se pone en pie para aplaudir a su portero, para reverenciale, para corear su nombre. Darko se lamenta, sabe que eso era gol, que era su gol en el Bernabéu. En el siguiente ataque, el Madrid marca el cuarto gol y sentencia el partido. Es impresionante lo bonito que es el fútbol.
No, no había ningún jugador de la Real en esa jugada. Podría haberlo habido, pero el Consejo de la Real pensó que ese delantero que sigue jugando en la Champions League y que provoca la mejor parada de uno de los más grandes porteros que hay en todo el mundo no tiene sitio en una Real Sociedad que juega en Segunda División. Ni siquiera le hicieron una oferta para seguir en la Real. Ayer sentí cada balón que buscabas como una jugada de la Real, sentí este remate como si llevaras la camiseta txuri urdin, canté ese gol que no fue como canté más de cien en los diez años anteriores...
Cómo te echo de menos en esta Real, Darko, cómo te echo de menos...
2 comentarios:
...no imaginas cuanto le echo de menos yo tambien...
Ese si que tiene corazon txurri urdin
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