Partido malo y aburrido durante muchos minutos el que ha disputado la Real en Ferrol y que ha finalizado como empezó, con empate a cero goles. No consigue la Real completar 90 minutos de un partido de forma competitiva. Le cuesta mucho llegar al tramo final del juego en condiciones de ganar o, al menos, de mantener un empate que durante la mayor parte del encuentro no corrió excesivo peligro. Pero en ese tramo final, la última media hora que tanto nos está costando en esta Segunda División, el Racing tuvo un lanzamiento al larguero y forzó dos paradones de Riesgo, además de alguna otra jugada de peligro. Este escenario no es nuevo, lo hemos visto ya demasiadas veces esta temporada y le ha costado puntos importantes a la Real.
¿Cuestión física? ¿Piscológica? ¿Ambas? Difícil de decir, aunque sí parece que algún jugador no llega en condiciones físicas al final, como es el caso de Aranburu, que ya la semana pasada ante el Sporting perdió muchos balones en estos minutos finales. Chris Coleman admitió el nerviosismo final, pero se mostró contento de que esta vez la Real no encajó un gol y rescató un punto. Nunca es malo puntuar fuera de casa, y más después del sufrimiento final, pero las dos derrotas precedentes obligaban al equipo de Coleman a buscar algo más en Ferrol. Son ya tres semanas sin ganar, y eso es mucho para un equipo que quiere aspirar a los puestos de cabeza.
Y es que a la Real le sigue faltando gol. La causa más obvia de esa debilidad es que apenas se generan ocasiones de gol. Ni remates ni jugadas de peligro, y eso es lo preocupante de la actual situación de la Real. Lo decía Darko Kovacevic esta semana en una entrevista publicada por Mundo Deportivo, que ahora en el Olympiakos tiene al menos tres ocasiones por partido y gracias a eso mete por lo menos una. La Real ha tenido, en todo el partido, apenas dos verdaderas ocasiones de gol y, lo que es más paradójico, las dos las ha tenido el lateral derecho, Carlos Martínez. En la primera parte, un defensa local sacó un cabezazo suyo sobre la misma línea, y en la segunda lanzó al palo un balón tras una muy buena pared de Delibasic. Bien por el bravo lateral derecho realista, que confirma los buenos augurios que apuntó en la primera jornada.
A pesar de que el equipo toca mucho en el centro del campo (durante la primera parte se vio bastante más que en la segunda), es poco lo que ofrece la Real en ataque. Apenas lanzó contraataques peligrosos cuando el Racing se volcó sobre la portería contraria, sólo ese que acabó con el lanzamiento al palo de Carlos Martínez. La Real no llega ni siquiera a una media de un gol por partido, tiene nueve en diez jornadas, y acumula ya dos partidos sin perforar la portería contraria. Los dos goles que le marcó al Elche son el actual tope goleador de este equipo en igualdad de condiciones (los tres goles le cayeron a Las Palmas con diez jugadores). Otra jornada más, los delanteros no mojaron (Delibasic y Díaz de Cerio fueron titulares y Skoubo se quedó casi inédito en los minutos que jugó en la segunda parte). Eso, y no otra cosa, es lo que más necesita ahora la Real: goles. Y no los tiene. Si no se reacciona por ahí, de nada vale el resto.
Tampoco es que el Racing de Ferrol tuviera muchas más ocasiones, ya que en la primera parte ni siquiera probó a Riesgo, que sigue siendo en todo caso de lo mejor de la Real en este comienzo en Segunda División. Pero en la segunda los locales forzaron mucho más la máquina, jugaron más, entraron mucho en el área de la Real y, aún sin tener excesivos lanzamientos a puerta, lo más normal es que hubiera marcado un gol. No hay velocidad, no hay creatividad ofensiva. No hay nada que evidencie que la Real pueda llevar peligro. No se ven las diferencias que tendrían que marcar jugadores que han disputado muchos partidos en Primera División. Y sin goles es imposible sacar tres puntos de un partido. Lo preocupante es que no hay gran evolución en el juego. Es obvio que hay mejoría, pero esa leve mejoría no se traduce en nada efectivo en el terreno de juego.
Coleman apostó por repetir el sistema de los últimos minutos jugados en Soria. Un mediocentro por detrás, Garitano, dos pivotes por delante, hoy Elustondo y Aranburu (nueva prueba en la izquierda para suplir a Vaughan; tampoco parece la solución), Xabi Prieto de mediapunta y dos delanteros. Aquel día, los laterales sufrieron muchísimo al no tener la ayuda de un extremo. Hoy el sufrimiento no ha sido tanto por esta causa, pero tampoco se ha aprovechado ese control del juego que ha tenido la Real por el centro del campo, al menos durante la primera parte. La posesión no se convierte en juego ofensivo. Y no ha sido la presión del Rácing de Ferrol la que provocara errores de la Real, ya que el partido apenas tuvo faltas. Le sigue faltando algo a la Real que impide llegadas claras al área. Y así el gol es un objetivo casi imposible. Al menos hoy los de Coleman no han tirado el punto inicial.
Y esta vez nos podemos sentir perjudicados por el árbitro. Díaz de Cerio sufrió un claro penalti a los ocho minutos de juego. Apenas hubo protestas de los jugadores de la Real a un colegiado que ya tenía fama de casero, y eso sorprende porque el resto de equipos, y más en Segunda, no suele ser tan condescendiente con el trencilla. Coleman explicó tras el partido que los árbitros en la división de plata son "muy irregulares" y que ha pedido a sus chicos que eviten dirigirse airadamente a los colegiados en estos casos. Por lo visto, la experiencia de Las Palmas, en la Copa del Rey, donde la Real acabó con dos jugadores expulsados, ha calado en el técnico galés.
La Real dormirá en la décima posición, con 14 puntos. Mañana, en todo caso, la Real podría ser superada por otros cuatro equipos. El ascenso está ahora mismo a seis puntos, pero de ganar mañana el Numancia al Nastic el equipo soriano se escaparía a nueve, una distancia que empieza a ser considerable. Malos augurios, aunque tirar la toalla a estas alturas de la temporada no deja de ser una insensatez habida cuenta de la enorme cantidad de puntos que quedan en juego...
1 comentario:
tengo confianza en Chris...pero necesitamos alguien como Darko... Aupa Real!
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