La Real venció al Celta. No lo hizo por fútbol. Si hubiera sido por eso, la Real se habría marchado al descanso perdiendo por varios goles. Pero no lo hizo. El fútbol sólo le dio al Celta un gol de ventaja aunque pudo conseguir más y el palo se alió con los blanquiazules. La fe le dio a la Real el triunfo. Baiano tuvo la opción de matar el partido a pocos instantes del final del primer tiempo. Tuvo un cabezazo claro dentro del área. Bravo no podía llegar. Pero lo mandó fuera. Ahí comenzó a creer la Real. Luego pasaron poco más de diez minutos en el vestuario. Allí, aunque nunca lo sabremos con exactitud porque nada sale de las cuatro paredes de un vestuario, pasó de todo. Y todo bueno. Porque el hambre que demostró la Real en la salida fue impresionante.
Y ahí comenzó la magia, espoleada por 27.000 almas que sólo necesitaban una pequeña excusa para demostrar que estaban allí, deseanco cantar por los suyos. La magia la puso un inmenso delantero llamado Darko Kovacevic (es inconcebible que no tenga ya sobre la mesa una oferta de la Real para seguir el año que viene). El serbio marcó el primer gol apenas 20 segundos después de que el árbitro reanudara el juego, en una acción de picardía, de las que siempre le hemos visto a este delantero. Y estalló Anoeta, el mismo estadio que se había llenado apenas una hora antes, el mismo que ya casi no creía en el milagro sólo un minuto antes y que despidió a sus jugadores con una pitada en el descanso.
Entonces llegó el momento más mágico de la tarde. ¿Os acordáis de lo que escribí aquí el día del Atlético de Madrid? ¿Que cuando los buenos se juntan el fútbol parece sencillo? Aquel día, Garrido abrió a Savio y éste centró para que marcara Darko. Pues ante el Celta los papeles se cambiaron pero los nombres fueron los mismos. Darko abrió a Garrido y este dio un pase perfecto al brasileño. 2-1 y remontada culminada. Si la Real finalmente se salva, todos sabemos los nombres que habrá que corear. Cuando Lotina decidió sustituir a Savio, muerto después de un partidazo soberbio y varios días con una fiebre que hizo dudar incluso de su participación en el encuentro, Anoeta le tributó al brasileño una de las mayores ovaciones que se recuerdan en este estadio. Merecidísima, por su calidad y por su sacrificio.
El hambre que tenía la Real por ganar este partido la demostraron estos dos grandísimos jugadores en pequeños detalles, esos que pasan desapercibidos para la gente que es ajena a la Real. Nada más marcar el Celta, fue Darko quien fue a buscar el balón en la portería de Bravo para llevarlo al centro del campo. Fue Darko el último jugador en abandonar el campo, celebrando con la gente el triungo. Y de Savio todo el mundo se quedará con el gol. Pero pocos han visto el detalle anterior al tanto. El sprint de 30 metros que se hace, superando incluso el agarrón de su marcador. Eso es hambre de ganar. Eso es lo que vale la camiseta txuri urdin que llevaban puesta.
Por Savio salió Aitor López Rekarte, jugador discutidísimo por el entorno y la afición de la Real, que seguro que está pasando por malos momentos y que más que probablemente abandonará el equipo a final de temporada. Pues fue el 14 realista, el capitán del equipo, quien redondeó la tarde con un grandísimo gol, una vaselina a bote pronto que superó a Esteban. ¿Quién no se acordó de la calidad que demostró Rekarte en sus primeros años en la Real cuando cantaba este tercer gol que llevaba el delirio a las gradas?
Ellos pusieron la magia, e hicieron bueno el trabajo de todos. Un trabajo en el que hay que destacar varios nombres más. Ver a este equipo con dos laterales como Garrido y Estrada es simplemente maravilloso, y verles dar a cada uno una asistencia de gol, un motivo más de orgullo. El zurdo mejora día tras día y bien haría la Real en ofrecerle ya un nuevo contrato de mayor duración. Estrada, extremo y uno de los máximos goleadores del Sanse, ha jugado los dos últimos partidos de lateral. Y lo ha hecho muy bien, con mucha solvencia, sin complicarse la vida y con hechuras de veterano. Garitano es otro de esos nombres a tener en cuenta. Inmenso trabajo en el centro del campo. Lástima que no tenga un Xabi Alonso a su lado.
La magia también la puso Anoeta. La afición, una vez más, demostró una grandeza maravillosa. Todo lo contrario que un árbitro malo de solemnidad, Megía Dávila, que consintió hasta el extremo el juego sucio del Celta (a los cuatro minutos de juego, los de Stoichckov llevaban una docena de faltas, pitadas y permitidas con la ley de la ventaja) y que estuvo a punto de provocar un serio disgusto inventándose un penalti que podría haber supuesto el empate a dos. Menos mal que el asistente insistió en mantener la bandera levantada para señalar un justo pero claro fuera de juego. El compañero de la otra banda no estuvo tan fino y dejó en anécdota un gol mal anulado a Darko y varios contraataques cortados de forma injusta que podrían haber dejado un resultado más escandaloso.
Pero como decía al principio, la Real no ganó por fútbol. La primera parte fue un auténtico calvario. No llegaban balones a la delantera y Darko y Herrera (otro malísimo partido del argentino que fue sustituido por un Díaz de Cerio que se merece ya un gol que pueda celebrar) deambulaban por el campo. El centro del campo no existía y cada corner del Celta producía unos nervios inconcebibles. Y en un corner (eso, sin seguir a diario los entrenamientos de la Real, sí que parece necesario trabajarlo más en Zubieta) llegó el gol celtiña, de un gran jugador como es Gustavo López. Bravo debió sacar ese balón en todo caso. Pero como la Real no tenía más fútbol que el Celta, apostó por la fe, por la magia, por el corazón, por la historia y por una camiseta. Y ganó, en una de esas tardes en las que había que estar en Anoeta.
Las opciones de permanencia han crecido mucho pero todavía no ha terminado la remontada. Con el Celta casi descendido (casi; no olvidemos que todavía puede alcanzar los 39 puntos), sólo quedaría una plaza de descenso por dirimir. La ocupa ahora mismo la Real, pero el Athletic, el Levante y el Betis pueden ocuparla después de la jornada 38. Después de dos victorias seguidas, quedan tres finales más. Pero ahora, hasta los más incrédulos, empiezan ya a creer que la Real puede seguir el próximo año en Primera. A Pamplona hemos de ir...
4 comentarios:
Bueno lo prometido es deuda jeje. Para empezar lo de incrédula no lo dirás por ni no? Jeje, yo no es q sea incrédula, soy realista, y no me vas a decir, q con la súper temporada que llevan, no es normal pensar que la pueden volver a fastidiar, las cuentas salen (y por primera vez en lo q llevamos en temporada e de reconocer que me lo estoy empezando a creer, pero sigo diciendo q no las tengo todas conmigo), si que salen, pero así como salen hoy pueden dejar de salir el domingo, estos ya saben lo que es ganar, pero también saben muy bien lo que es perder, y después de la temporada que nos han hecho pasar, espero que nos fallen.
Q decir del partido, 20 min. antes del partido, no las tenia todas conmigo, sabia que podrían ganar, pero no lo veía nada claro, y mas sabiendo que los resultados del sábado habían sido buenos, así que me senté en Anoeta, pensando que el partido no se iba a ganar, (llamarme pesimista y todo lo que queráis, pero vuelvo a repetir, después de lo vivido durante tantos partidos que esperabais) Comienza el partido y en el marcador ya comienzan a poner los goles de otros campos, el osasuna le iba ganando al levante y sobre es césped de anoeta, nada ninguna reacción ni nada, por no dar no daban ni miedo, los minutos iban pasando la real no reaccionaba, y llegaba el gol del celta, a mi la moral se me callo por los suelos y ya empecé a imaginarme como seria ver al equipo en segunda, mientras q en el marcador iban poniendo los goles de osasuna.
Llega el descanso, ahí es cuando le comento a mi amiga, que vamos a esperar de un equipo que en la primera parte no había echo nada y q en los descansos, (no se que les cuenta el amigo Lotina que los duerme) y salen siempre que parece que se acaban de levantar de la siesta, para entonces ya había llamado y enviado mensajes a mi amigo Juan, diciéndole lo ingenuo que era por creer que el partido se iba a ganar.
Comienza la segunda parte y sin tiempo a reaccionar, porq la gente aun no se había acomodado en sus respectivos asientos, llega el gran Darko y nos devuelve un poco la ilusión por el partido con el primer gol, pero aun así, yo aun seguía pensando que no ganábamos el partido (en parte tb por el arbitro pero no entrare en eso), 4 minutos después es Savio quien después de una magnifica jugada, marca el 2 para la real y le da la vuelta al partido, yo ya no sabia ni que hacer, esta alegre porque el equipo reaccionaba pero a la vez pensaba que el celta Tb. podría darle la vuelta, y entonces en el min. 77 llega el gol de Rekarte (Juan seguro que lo metió el verdad? Jejeje) no me lo podía creer, la Real acababa de remontar un 0-1 en contra y habiendo jugado una primera parte espantosa, ahí es cuando comencé a creer que nos podemos mantener en primera ( pero ojo aun sigo sin tenerlo todo claro).
Y ahora a Pamplona, tengo intención de ir y ojala pueda, si al final consigo ir os contare que tal viví, lo que espero que sea una victoria de la Real.
Ay zalameros, como contáis el partido, me habéis vuelto a emocionar. No se que pensar con esta Real, porque ya ni pienso, me tienen loquito. Contento y más feliz que un regaliz. Todo es posible y desde luego, mas no podemos caer, así que todo lo que venga, bienvenido sea. Ahora solo a pensar en el próximo partido contra el Osasuna, que si hacemos caso a las votaciones de la página de la Real, vamos a ganar, así de fácil.
Todo es posible en estos momentos, hasta que no nos quedemos en primera. Aunque siendo sinceros esto es muy difícil.
Vamos Erreala!! Que te quedas con nosotros!! Que una liga sin la Real no es lo mismo!!
Además, si no aparece en el PES7 ¿Qué hacemos?. ¡¡Animo Juan!!, Que al final vas a tener razón!!!
Me apunto a lo de C. C. Buxter, la liga para el Real y la salvación para la Real, ok?
Ojalá esta misma emoción que nos ha dejado el partido del Celta la podamos sentir tras el de Valencia, en la última jornada. Yo confío muchísimo en que celebraremos la salvación.
Roi, yo firmo lo que sea con tal de que la Real no baje...
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