sábado, abril 20, 2013

PREVIA Osasuna - Real Sociedad. El objetivo Champions no sabe de fantasmas

Xabi Prieto, en el choque de la temporada pasada.
Ya casi se puede dar por hecho, aunque no sea matemático, que la Real jugará en Europa la próxima temporada. Pero quedan siete partidos para saber si llegará a optar a la Champions desde la cuarta posición. El primero de ellos (domingo, 19.00 horas, Reyno de Navarra, Canal + Liga, Gol TV) se presenta duro, como ya lo fue el amistoso que se jugó en el mismo escenario hace algunos meses, y con fantasmas que derrotar. Montanier nunca le ha ganado al Osasuna de Mendilibar, ni en Anoeta ni fuera, y son cinco derrotas consecutivas en ese estadio, antaño amable pero maldito desde aquel choque de 2007. Nuevas estadísticas por romper para un equipo que, en su objetivo de Champions, no sabe de fantasmas y se ha acostumbrado a reventar registros. Las bajas nuevamente dejan de nuevo al técnico txuri urdin sin mucho margen, esta vez en un centro del campo en el que faltará la brújula del equipo, Illarramendi. 

Montanier se lleva 19 jugadores a Pamplona. Las dos bajas más sensibles se conocían antes de que el técnico francés diera la lista. Illarra no podrá estar en el Reyno de Navarra por sanción, al ver en Vallecas la amarilla que le hace cumplir ciclo, y Zurutuza continúa con su proceso de recuperación. El tercer jugador que se queda fuera es el que se temía durante la semana: De la Bella no ha podido superar sus molestias y se perderá el segundo partido de la temporada (el primero fue por sanción). Ansotegi, que también era duda, sí se ha incorporado a la expedición. Ese hecho hace que sea difícil aventurar cuál será el descartado de Montanier, que podría ser el propio central, Cadamuro, Estrada o puede que incluso Ros a pesar del déficit de centrocampistas que afecta ahora mismo a la plantilla de Montanier. Con respecto a Vallecas se incorporan José Ángel, Estrada y Pardo. El primero será titular, el último también podría serlo.

En la retaguardia, Montanier sólo introducirá el cambio ya anunciado, el de José Ángel en el lateral izquierdo. Junto a él estarán Bravo en la portería, Mikel González e Iñigo Martínez en el centro y Carlos Martínez en la banda derecha. Por delante es seguro Markel y la duda estará en su acompañante. Se juegan el puesto Elustondo (con quien ya jugó en Pamplona con Lasarte de entrenador, en un partido de mal recuerdo general y personal de los dos pivotes) y Pardo. Delante, el técnico francés cuenta con toda la dinamita y lo normal sería que repitiera hombres y colocación: Vela por la derecha, Griezmann por la derecha, Xabi Prieto por el centro y Agirretxe en punta. A la espera de conocer el descartado, no parece que tengan opciones de entrar en el once Zubikarai, Ansotegi, Estrada, Cadamuro, Ros, Chory Castro e Ifrán.

Pase lo que pase en esta jornada, la Real seguirá ocupando la cuarta posición, la que ahora mismo ostenta con sus 54 puntos. Saca cuatro a sus dos directos perseguidores, Málaga y Valencia (que juegan esta noche del sábado), y con 21 por jugar son diez los puntos de ventaja con respecto a los equipos que no estarán en Europa el próximo año. Osasuna empieza a jugarse la vida, desde la decimoquinta posición y sus 31 puntos, cuatro más que Zaragoza y Mallorca (los baleares sumaron uno más en el partido del viernes), equipos en zona de descenso. La Real, que sigue siendo el tercer equipo más goleador de la Liga, sólo ha perdido un partido de los últimos 21 y acumula trece sin perder. Como visitante ha ganado seis partidos y empatado cuatro de los quince que ha jugado. Osasuna, que ha perdido cinco de sus seis últimos duelos (tres de ellos en casa y sin marcar) sólo ha ganado cinco de los 16 encuentros que ha disputado en el Reyno de Navarra y es el equipo que menos goles ha anotado del campeonato, 26 de los que apenas 12 llegaron en su casa.

La estadística es bastante pareja en los Osasuna - Real Sociedad. En Primera División, se han cruzado en 29 ocasiones, de las cuales 13 acabaron con victoria local y diez con triunfo visitante, por seis empates. Son cinco las derrotas consecutivas (incluyendo el doloroso 2-0 de la 2006-2007, sentencia del descenso de la Real a Segunda), con un solo gol a favor (el del 3-1 de la Liga 2010-2011), que acumula el equipo txuri urdin en el viejo Sadar. La Real no sale de Pamplona con los tres puntos desde la temporada 2002-2003, cuando los realistas Nihat, Jauregi y Khokhlov llevaron el 2-3 al marcador. El triunfo más abultado del conjunto donostiarra es el 0-3 de la campaña 1980-1981, con un hat trick de Uralde. El de Osasuna, el 3-0 de la 1957-1958. El cuadro histórico se completa con los siete enfrentamientos en Segunda División, categoría en la que nunca se produjo un empate, la Real ganó tres partidos (el resultado más favorable fue un 1-2, en la 1940-1941) y perdió los cuatro restantes.

La pasada temporada, la 2011-2012, la Real salió derrotada por la mínima del Reyno de Navarra en un partido que llegó en la penúltima jornada y en la que no había nada en juego para los realistas, ya salvados y sin posibilidad de optar a Europa. Lo más destacable es que fue el primer partido que jugó el equipo tras anunciar Aranburu su retirada. Pero sin objetivos por arriba ni por abajo, el juego del conjunto fue anodino y apenas tuvo ocasiones de gol. El único tanto del encuentro lo marcó Ibrahima en el minuto 14, en el tercer disparo consecutivo en la misma jugada y después de que Bravo, sin duda el mejor jugador txuri urdin, sacara los dos primeros. Ifrán de falta y resbalándose en la ejecución y Ansotegi en un remate de cabeza fueron los que más cerca estuvieron de lograr el empate, pero en realidad nunca hubo demasiada resistencia por parte de la Real. Osasuna, que aún aspiraba a la Europa League, ganó con absoluta comodidad y sin hacer nada del otro mundo.

En la primera vuelta de la presente temporada, la 2012-2013, la Real hizo un mal partido, mucho más cerca de la desilusión de las diez primeras jornadas que de las ilusiones actuaciones previas ante Málaga, Valencia y Rayo. Montanier sentó a Pardo y el fútbol desplegado apenas unos días antes en Anoeta ante los vallecanos se esfumó por completo. Los realistas, sin mucho que ofrecer en el centro del campo, apostaron por el golpeo en largo, y ahí faltaba Agirretxe para pelear por unos balones que Ifrán no pudo cazar nunca. Velasco Carballo, con un mal arbitraje, contribuyó a que la dureza de Osasuna se impusiera, dándole menor castigo en forma de tarjetas que a las pocas faltas que hizo la Real. Vela fue el realista que más posibilidades de marcar tuvo, pero Andrés, mucho menos exigido que un año atrás, respondió con el mismo acierto que entonces. Bravo, por su parte, fue un espectador de lujo. El resultado al final no podía ser otro que el 0-0 inicial.

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