Uno de los detalles más trascendentes que dejó la gran victoria en Málaga fue que se consiguió con Illarramendi y Pardo coincidiendo por primera vez en Liga en el once titular de la Real. Es trascendente porque ambos tienen mucho fútbol en sus botas, son canteranos, cuentan con el cariño de la afición, ya son internacionales sub-21 y ya han llamado la atención de los grandes. Pero hagamos memoria. Uno de los motivos, más o menos confesados, por los que se cesó a Martín Lasarte fue su apuesta por Diego Rivas y no por Asier Illarramendi en la temporada del regreso de la Real a Primera. El canterano solo juega tres partidos en toda la Liga 2010-2011 y cuando está en el campo deja la sensación de ser de los mejores. La decisión del técnico uruguayo, compartida o no, se basa en que el manchego fue, indiscutiblemente, uno de los mejores jugadores de la Real tanto en la temporada del ascenso como en la del regreso a la Primera División. Montanier le dio la titularidad desde el principio, aunque las lesiones le impidieron pasar de 18 partidos, 16 de ellos como titular.
A Rubén Pardo le descubrimos la mayoría de los aficionados realistas, los que no tenemos la oportunidad de ver en Zubieta al Sanse, hace poco más de un año, cuando le vimos comandar con una maestría, tantas veces impropia de un chaval de su edad, a la selección española que se proclamó campeona de Europa sub-19. Dadas las absurdas fechas en las que se jugó el torneo, muchos pensábamos que la posibilidad de hacer la pretemporada con el primer equipo se le había escapado. Pero no fue así. Aún con dorsal del Sansen, Montanier le incorporó al primer equipo en el stage de Italia y tuvo minutos contra el Bari y el Catania. El técnico francés, no obstante, no le dio confianza durante la temporada e incluso cada vez que hablaba de él lo hacía para minimizar su aportación al equipo (llegó a decir que la afición que le pedía no le había visto). Solo jugó dos partidos como titular, en ambos para cubrir una plaga de lesiones en el centro del campo. Uno fue en el Camp Nou. El otro, en Anoeta ante el Sevilla, partido que aún se recuerda por la actuación y el golazo del canterano.
Son dos de los mejores jugadores que han salido de Zubieta en muchos años. Creo que en eso estamos de acuerdo prácticamente todos los realistas Y Montanier ha tardado 49 partidos de Liga en colocarles juntos en un once inicial, a pesar de que era uno de los sueños ampliamente confesados por un sector de la afición que parece bastante mayoritario (sueño que se completaba con Zurutuza por delante de ambos). Pero, ojo, que si lo ha hecho ha sido por necesidad y no por convicción. No olvidemos que Markel, Elustondo y Zurutuza están lesionados. Tampoco sería conveniente olvidar que Mariga, un jugador de infausto recuerdo aunque no llegó ni a la mitad de la temporada pasada, llegó a jugar solo cuatro partidos menos que Illarra en todo la temporada ¡y casi tres veces más minutos que los que dispuso Pardo en toda la Liga (949 por 346)! Y, por si fuera poco, Montanier se ha resistido contra viento y marea a colocarles en sus posiciones ideales, las que ocuparon en Málaga. Illarra y Pardo jugaron unos días antes como titulares en la Copa, en Córdoba, con Ros por detrás, adelantando la posición de ambas y sacándoles de sus mejores ubicaciones.
Considero bastante indefendible que no se apueste por los mejores. Lasarte se equivocó con Illarramendi, pero al menos apostó por un jugador de condiciones muy diferentes pero de rendimiento indiscutible. Montanier ha hecho de todo para no colocar a Illarra de 4. Y ha hecho de todo para no darle la titularidad a Pardo. Málaga evidenció que se ha equivocado con los dos y ahora es cuando viendo lo interesante. ¿Qué hará el técnico francés cuando recupere a Markel y Elustondo? Estos dos centrocampistas han sido sus hombres de confianza. Con bastantes lesiones, la temporada pasada Markel ya dobló los minutos de Pardo sobre el campo y en esta ha sido titular indiscutible. Colocando a Elustondo en el centro del campo, con Illarra lesionado y Mariga ya olvidado, fue como Montanier logró su mejor racha de resultados, y esta temporada le puso en el Camp Nou sin que todavía se haya aclarado si se le forzó demasiado con ello. Illarra tiene sitio en su centro del campo, pero hasta ahora siempre más adelantado. Pardo no lo tenía hasta Málaga. Los dos jugarán con casi total seguridad ante el Rayo, pero la duda es a medio y largo plazo.
¿Qué va a hacer ahora Montanier? En la respuesta a esa pregunta está, posiblemente, una de las últimas oportunidades para que la afición recupere algo de confianza en el francés.
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