La Real se enfrenta a otra noche de esas que pueden marcar un antes y un después en la temporada, una noche en la que está en juego el presente, el futuro y también el respeto a la historia (martes, 19.30 horas, Anoeta, Canal + Liga, multifútbol en Gol TV). Esa es la única manera de afrontar el partido de vuelta de la eliminatoria de Copa ante el Córdoba, como si hubiera algo grande en juego. La triste derrota por 2-0 en tierras andaluzas obliga a la remontada. Una que nunca ha conseguido la Real, que jamás levantó ese resultado en contra. Pero está en la obligación de hacerlo por muchos motivos. En primer lugar, porque no se puede consentir un nuevo ridículo copero. Después, porque sería una inyección de moral para una afición que se merece ver a su Real compitiendo de verdad por algo contra el Barcelona, rival de la siguiente ronda salvo imposible debacle culé. Y finalmente porque servirá para medir si esta Real está dispuesta a asumir el papel que por calidad le corresponde. La Real no puede ganar ante el Córdoba ningún título, pero sí puede generar ilusión. Y eso en el fútbol no tiene precio. Hay que ganar. Por nuestra historia y por nuestro futuro.
Philippe Montanier ya dejó claro en el partido de ida ante el Córdoba, y también la temporada pasada, que se jugará la Copa, como la Liga, con el primer equipo, sin recurrir al Sanse ni dar descanso a muchos de sus teóricos titulares. En la rueda de prensa de este lunes confirmó que sacará al campo el once que entienda como el mejor posible, sin reservar nada, para intentar remontar la eliminatoria ante el equipo andaluz. La convocatoria ya da pistas de que será así, pues solo ha habido un cambio con respecto a los 18 que llamó el técnico francés para el encuentro frente al Osasuna. De la Bella entra por fin en las rotaciones y no está entre los escogidos para este choque copero. En su lugar vuelve a la lista Javi Ros, después de algunas semanas de ausencia, precisamente tras el partido de Córdoba. Markel, Elustondo y Cadamuro son los tres jugadores que tiene todavía Montanier en la enfermería.
Con esos jugadores, y asumiendo que Montanier ha hablado de no prescindir de nadie, las dudas arrancan desde la portería. Bravo podría mantener la plaza y sentar a Zubikarai, portero habitual de la Copa. José Ángel debutará por fin como lateral izquierda y, siendo la defensa la línea que más rotaciones permite quizá Dani Estrada y Ansotegi tengan su oportunidad en lugar de uno de los centrales titulares, Mikel González o Iñigo Martínez. Illarramendi y Pardo, que no fue titular ante el Osasuna, parecen fijos en el centro del campo. Se especula con que Montanier podría alinear a Agirretxe e Ifrán en punta, con dos extremos abiertos, que podrían ser Griezmann y Vela, aunque tampoco hay que desdeñar las opciones de Xabi Prieto y Chory Castro. Si se mantiene el esquema habitual, Ifrán es el que más papeletas tiene para quedarse en el banquillo y Zurutuza ganaría opciones como mediapunta. Montanier, por cierto, ha avisado de que el partido puede durar más de 90 minutos y ha ensayado penaltis en Zubieta.
Ya no es necesario incidir en el ridículo que se hizo en el partido de ida ante un Córdoba de Segunda. Es hora de saber si el equipo se toma tan en serio como el club la tarea de pasar de ronda. El presidente, Jokin Aperribay, aseguró que había que hacerlo. Y la Real elaboró un hermoso vídeo para concienciar a la afición de que es posible. No espera un camino de rosas en la Copa, no está en juego la oportunidad de plantarse con facilidad en la final, pero sí la de jugar en la siguiente eliminatoria contra el Barcelona, un hermoso duelo de nivel que la Real no ha vivido nunca en Anoeta. Para algo parecido, habría que remontarse a la última batalla de Atotxa, el 4-1 al Real Madrid de 1993. Esta temporada, la Real ha jugado siete partidos como local, de los cuales ha ganado cuatro, ha empatado uno y ha perdido dos. De sus resultados, para pasar esta eliminatoria solo le valdría el 4-0 que consiguió ante el Rayo Vallecano y el 2-0 contra el Zaragoza para forzar la prórroga. El Córdoba ha jugado este año en Liga ocho partidos como visitante, ha ganado uno y ha empatado tres. De los cuatro que ha perdido, tres de ellos fue por resultados que le bastarían a la Real: 2-0 en Villarreal, 3-0 en Almería y el mismo resultado, el pasado fin de semana, en Las Palmas.
La Real nunca ha levantado un 2-0 en Copa sufrido en el partido de ida. Es un resultado que se ha registrado en seis ocasiones y la vez que más se cerca se estuvo de superar la ronda fue en la primera, en la temporada 1934-1935, ante el Real Unión. La Real logró un 2-0 también en la vuelta y forzó un desempate en el que ganaron los iruneses por 3-0. Mallorca en la 65-66, Sabadell en la 69-70, Barcelona en la 82-83, Athletic en la 84-85 y Numancia en la 95-96 ganaron por 2-0 el partido de ida y eliminaron a la Real. Con 3-1, y en épocas donde no valían doble los goles conseguidos en campo contrario, el equipo txuri urdin cayó en otras tres ocasiones: en la 39-40 ante el Valencia, en la 60-61 ante el Athletic y en la 66-67 ante el Sabadell. Sin embargo, fue con 3-1 en la ida, dos goles de diferencia como ahora, cuando el equipo txuri urdin superó por única vez una eliminatoria en la que perdió por más de un gol. Fue en la campaña 1975-1976, cuando al 3-1 en Las Palmas se respondió con un 2-0 en la vuelta y la posterior clasificación en la tanda de penaltis. Al margen de esta excepción, toda derrota por más de un gol en la ida como visitante ha supuesto la eliminación de la Real.
Nunca se habían enfrentado Real Sociedad y Córdoba en la Copa del Rey, pero sí lo hicieron en una eliminatoria, la promoción de la temporada 1959-1960. Entonces el equipo txuri urdin ganó 2-1 en Atotxa, perdió 1-0 en El Arcángel y superó la eliminatoria en el partido de desempate, en el Bernabéu, por 0-1. En Primera División se han enfrentado en tres ocasiones, y las tres fueron triunfos de la Real. Los 5-1 de las campañas 1967-1968 (cuatro de Arregui y uno de Silvestre) y 1968-1969 (tres de Arregui, uno de Arambarri y otro de Silvestre) son sus mayores goleadas. En Segunda se han cruzado en cinco encuentros, con tres victorias de la Real (la más abultada, el 4-1 de la temporada 1946-1947 que hicieron posible dos goles de Campos y uno más tanto de Hériz como de Vázquez), uno del Córdoba y un empate. De los nueve resultados que se han dado en toda la historia en los Real Sociedad - Córdoba, tres le valdrían para pasar esta eliminatoria.
La última vez que el Córdoba visitó Anoeta fue en la temporada 2009-2010, la del ascenso txuri urdin a Primera. Y lo hizo en la primera vuelta, en plena racha de resultados y una vez que el equipo de Martín Lasarte comenzó a creer en sus posibilidades de llegar a lo más alto. No fue un partido en absoluto sencillo y, de hecho, tardó mucho en desatascarse. La primera parte fue trabada y solo pudieron marcar ambos equipos, en más ocasiones la Real, en jugadas a balón parado. Martín Lasarte no quiso perder tiempo y en el descanso apostó por la velocidad de Nsue. Su entrada fue decisiva en el partido, ya que a los tres minutos de la reanudación hizo el único gol del partido, de cabeza. Con Xabi Prieto ya en la mediapunta y Nsue en la derecha, aunque acabó en la izquierda, el juego fue más fluido. Agirretxe estuvo cerca del gol y también su posterior sustituto, Bueno. En la segunda mitad el dominio fue tan abrumador que el Córdoba no inquietó a Bravo. Una victoria solvente. Para esta Copa se necesita algo más.
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