La Real viaja a Málaga (sábado, 22.00 horas, La Rosaleda, Canal + Liga, Gol TV) preguntándose qué viene después de la tormenta. Porque tormenta es lo que está viviendo el club. En forma de protestas, con el "Montanier dimisión" del pasado fin de semana; en forma de velada ratificación, la que hizo Aperribay de Montanier al menos hasta que pase el partido de vuelta copero ante el Córdoba; en forma de resultados, con cinco partidos sin ganar, cuatro en Liga y uno en Copa; en forma de lesiones y dudas, por lo que son 19 los jugadores que forman la convocatoria, incluyendo a dos del Sanse. Y encima la Real juega en el Sur, en una Andalucía que ya no es tan maldita como antaño pero que siempre asusta, por mucho que precisamente en Málaga haya conseguido muy buenos resultados en sus últimas comparecencias. Mucha tormenta para un club normalmente tan tranquilo como suele ser la Real. ¿Y qué viene después de la tormenta? ¿La calma? En la medianoche del sábado lo tendremos algo más claro.
Lleva unas cuantas semanas la Real sin poder recuperar rutinas normales. Esta vez lo que altera es la temprana hora a la que se viaja a Málaga, que ha llevado a Montanier a anunciar su convocatoria el jueves, un día antes de lo acostumbrado y además sin aclarar en realidad quiénes estarán en el banquillo de La Rosaleda. Más grave es la cuestión de las bajas. Siguen fuera Bravo, Cadamuro, Elustondo y Zurutuza. Se sumó tras el partido de Córdoba Griezmann y tras el del Espanyol fue Markel el que engrosó la lista de ausentes. Illarramendi y Agirretxe eran dudas desde el comienzo de la semana, pero ambos parecen estar en plenas condiciones de integrar la lista y el once. Quien lo tiene más complicado es Ifrán, y no solo ya por el ostracismo que vive en la Real, sino porque tiene una sobrecarga que le impidió entrenar el jueves. Aún así, ha viajado. Dos jugadores del Sanse, Fuchs y Hervías, también. Ambos estuvieron ya en Córdoba, pero el delantero no entró entonces en la convocatoria.
Viendo la última sorpresa de Montanier ante el Espanyol, se antoja complicado adivinar sus planes para Málaga en bastantes posiciones. Zubikarai estará bajo palos, con Iñigo Martínez y Mikel González en el centro. Los laterales son una incógnita, aunque lo normal sería la continuidad, con De la Bella y Carlos Martínez (más después de que Estrada fuera sustituido jugando como extremo ante el Espanyol). Illarra, Ros y Pardo son los únicos centrocampistas del primer equipo que tiene disponibles Montanier, pero el francés ya ha demostrado que puede buscar otras soluciones que sorprendan al personal, como Xabi Prieto hace una semana jugando en el puesto más adelantado de esa línea. No es descartable tampoco el debut de Fuchs, lo que implicaría que Illara no jugara de 4 y probablemente que Pardo no fuera titular. Si las tres plazas las pelean los cuatro centrocampistas convocados, lo normal sería que en el ataque jugaran Vela, Xabi Prieto y Agirretxe, aunque el 9 podría dejar su puesto a Chory Castro si Montanier opta por sentarle de nuevo fuera de casa. Royo, Ansotegi, Ifrán y Hervías no parecen tener opciones de ser titulares.
La Real comienza la jornada en la decimoséptima posición, solo por delante de los tres equipos que ocupan las plazas de descenso, con diez puntos y apenas uno de ventaja con respecto al Espanyol. Europa se ha alejado ya a siete, pero ahora mismo no sé si hay muchos realistas pendientes de esa distancia. El conjunto de Montanier sigue buscando una victoria fuera de casa, después de acumular cuatro derrotas consecutivas (Barcelona, Mallorca, Levante y Betis) y el empate en Valladolid. Y ya son cuatro las jorndas ligueras cin conocer la victoria, una racha que se va hasta los cinco partidos sin ganar, con cuatro derrotas y solo una igualada, si contamos la debacle en Córdoba en el partido de ida de la Copa. El Málaga, quinto en la tabla con 18 puntos, no parece el rival más propicio para truncar esa racha negativa. En su último partido en La Rosaleda, el pasado fin de semana, el conjunto de Manuel Pellegrini cosechó su primera derrota como local, 1-2 ante el Rayo. Llevaba, no obstante, tres victorias seguidas en casa.
Entre Primera y Segunda División, Málaga y Real Sociedad se han enfrentado en 30 ocasiones, de las cuales 16 han acabado con triunfo local, seis en empate y ocho con victoria txuri urdin. En Primera, la estadística se resume en siete victorias, seis empates y catorce derrotas de la Real. Pero la historia cambia notablemente si contamos las siete últimas visitas del conjunto txuri urdin. Y es que desde la temporada 2002-2003, con siete duelos en Primera y uno en Segunda, la Real solo salió derrotada en una ocasión, el 3-1 de la temporada 2005-2006, y venció en cinco de esos partidos. Entre ellos está la mayor goleada lograda por el conjunto donostiarra en Málaga, el 1-5 de la temporada 2004-2005, con dos goles de Kovacevic, los mismos de Nihat y uno más de Labaka. La victoria más abultada del Málaga es el 5-2 de la temporada 1949-1950, en el primer partido en que se vieron las caras estos dos equipos. En Segunda, la Real ganó en uno de los tres partidos que se jugó (0-2 en la 2007-2008, goles de Labaka y Gari Uranga) y perdió los dos restantes.
La pasada temporada, la 2011-2012, fue la última ocasión hasta la fecha en que se jugó un Málaga - Real Sociedad. El equipo de Montanier arrancó el partido de forma decepcionante, esperando muy atrás y dando muchas facilidades al ataque local. A los veinte minutos, encajó el 1-0. Un disparo de Isco rebotó en Ansotegi y cogió un efecto imposible para Bravo. El partido se complicó muchísimo con la justa expulsión a Mikel González al filo del descanso. Montanier, que había confeccionado una irresponsable convocatoria de 17 jugadores, no tenía centrales en el banquillo y optó por colocar ahí a Elustondo. En la segunda parte, la Real dio una lección de casta, que habría que recordar para desmentir a todos los que piensen que el equipo no tiene esa cualidad. La saca poco, pero la tiene. Xabi Prieto hizo el gol del empate enganchado un rechace a una falta desde fuera del área, Illarra se salió de 4, Ansotegi se creció y Bravo paró hasta lo imparable. Hasta González González se unió a la fiesta anulando en el descuento un gol de Demichelis por un fuera de juego que solo vio su asistente. Un gran punto por las circunstancias y el rival de Champions... pero con ayuda arbitral.
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