Segundo partido consecutivo en casa (viernes, 21.30 horas, Anoeta, Marca TV) y el espectáculo debe continuar. Ante un rival propicio al que se tendría que esperar con ganas (por el año del descenso, por los cinco lesionados en el amistoso de hace pocas fechas...) y en el mejor momento futbolístico desde que Philippe Montanier se hizo cargo del equipo, la Real se enfrenta a la más nítida posibilidad de dar el ansiado salto de calidad del que tanto se viene hablando desde hace dos años. Ganar le supondría dormir en la noche del viernes en la sexta posición, en puestos europeos, con tres victorias consecutivas y con la moral por las nubes para remontar la eliminatoria copera contra el Córdoba. Ganar sería, además, la consolidación definitiva de jugadores a los que hasta ahora Montanier no había liberado por razones todavía inexplicadas y que han demostrado que se estaba perdiendo el tiempo con ellos. Y ganar dispararía en la afición el estado de euforia con el que comenzó esta semana después de la exhibición ante el Rayo. El espectáculo debe continuar ante Osasuna, desde luego que sí.
La convocatoria de 18 no permite conocer mucho sobre los planes de Montanier, aunque él habló en rueda de prensa de hacer dos o tres cambios con respecto al once que maravilló ante el Rayo, en función del cansancio acumulado que mostraran sus futbolistas en la última sesión de entrenamiento. La lista para recibir a Osasuna solo ofrece una variación, y es obligada. Markel Bergara sale de la convocatoria y deja su sitio a José Ángel, polémico descarte del anterior encuentro. Lo demás sigue todo igual, pues, junto a Markel, en la enfermería realista ya solo quedan dos jugadores, Elustondo y Cadamuro. Ros es el único futbolista descartado por motivos técnicos y esa ausencia viene a explicar que nuevamente haya una ya habitual descompensación de líneas. Los dos centrocampistas más defensivos del equipo no tienen un relevo claro en el banquillo, por lo que un problema imprevisto obligaría a Montanier a improvisar alguna solución de emergencia que no hemos visto todavía.
Bravo estará bajo palos. Iñigo Martínez y Mikel González ocuparán el centro de la zaga, con Carlos Martínez a la derecha. Se especula con la posibilidad de que José Ángel debute como lateral en la izquierda dando el primer descanso de la temporada a De la Bella. Tras su partidazo ante el Rayo y la ilusión que han generado entre los aficionados, sería difícil entender que no repitieran Illarramendi y Pardo en el centro del campo. Solo Zurutuza se antoja como posible relevo de Pardo. Zuru y Griezmann, que no jugó ningún minuto ante el Rayo, tienen muchas opciones de volver al once. Los sustituidos, si no altera los dos medios más defensivos para sentar a Pardo, serían Chory Castro y Xabi Prieto. Vela y presumiblemente Ifrán (que jugaría así por primera vez tres partidos consecutivos como titular) ocuparían las dos posiciones restantes. Para el banquillo, además de los dudosos ya mencionados, quedarían Zubikarai, Estrada, Ansotegi y Agirretxe.
Nuevo atropello a la afición realista con el horario del partido. Los de Montanier jugarán tres veces en Anoeta en seis días, ninguna en fin de semana, con dos días menos de descanso que Osasuna. Buena forma de destrozar el fútbol en España y de perjudicar a la Real. El equipo txuri urdin arranca la jornada en la novena posición con 16 puntos. Ganar le colocaría con 19, con lo que adelantaría por golaverage al Betis y dormiría en la sexta posición, que da derecho a jugar la Europa League. Tres puntos es, por tanto, la distancia que le separa de Europa y cuatro de la Champions. Osasuna, que vendrá con bajas y sin Llorente (que no puede jugar contra la Real por contrato, eliminando un indudable factor de morbo) sigue en las profundidades de la tabla, en la penúltima posición y con nueve puntos. Los realistas suman cuatro victorias y dos derrotas en sus partidos como local, los osasunistas nada menos que cinco derrotas en sus seis salidas, y solo vencieron en la última, 0-3 al Espanyol. Ni guipuzcoanos en casa ni navarros fuera conocen el empate.
Real Sociedad y Osasuna se han visto las caras en San Sebastián en 36 ocasiones. De ellas, 29 han sido en Primera División, con 19 triunfos locales, cuatro visitantes y seis empates. Diez de esos encuentros se han jugado en Anoeta, con siete victorias para la Real y una sola derrota, la de la última jornada de la temporada 2000-2001, cuando el equipo txuri urdin se dejó perder y permitió la permanencia de Osasuna. Los siete partidos que se jugaron entre las campañas 1980-1981 y 1986-1987 se saldaron con victoria para la Real, logrando así la mejor racha de triunfos de la historia ante Osasuna, que además no logró marcar en los seis últimos encuentros de esa tanda. La mayor goleada txuri urdin es el 4-1 de la temporada 1959-1960, con goles de Gallastegui, dos de Aznar y Paz. El Osasuna logró su mayor triunfo en el último partido que jugó en Atotxa, en la temporada 1992-1993, por 1-3. En Segunda División han sido siete los enfrentamientos, con seis victorias para la Real y una derrota, la que sufrió en la temporada 1940-1941 por 1-2. La victoria más abultada en la categoría de plata es el 3-0 de la temporada 1966-1967, la que culminó con el ascenso de Puertollano.
La pasada temporada, la 2011-2012, se registró el único empate que Osasuna ha sacado de Anoeta desde su inaguración. Y fue un empate inverosímil que no mereció. La Real hizo un espléndido partido, muy bien gobernada por Elustondo aunque perdiera algún balón peligroso, y se comió al equipo osasunista, sobre todo en una primera mitad en la que creó un torrente de ocasiones de gol. Andrés Fernández hizo su mejor partido en Primera, parándolo absolutamente todo. Zurutuza, Agirretxe, Vela, Griezmann y algunos de ellos en más de una ocasión pudieron marcar en esos primeros 45 minutos. En la segunda mitad el rimo fue más inconstante y se generaron menos llegadas a la portería rival, pero hubo una última de Ifrán, casi al final del partido, que mereció el tanto. Montanier sorprendió retirando al delantero centro, Agirretxe, cuando se escapaban dos puntos jugando como local, y ni siquiera agotó sus cambios. Este empate fue el tercero consecutivo y el sexto encuentro sin conocer la derrota después de haber tocado fondo en Vallecas.
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