Es la hora de que la Real finiquite la temporada de una vez por todas (domingo, 21.00, Sánchez Pizjuán, PPV). La victoria ante el Zaragoza colocó al equipo txuri urdin en una posición inmejorable dentro de los equipos que todavía no han logrado la certificación matemática de su permanencia en Primera, y sólo una muy inverosímil carambola daría con los huesos del conjunto realista en Segunda. Lo normal es que la Real certifique la salvación incluso sin puntuar en Sevilla, pero ganar es la forma más segura de hacerlo. Incluso sería una victoria celebrada, pues sería la primera que lograra el equipo de Martín Lasarte como visitante en toda la segunda vuelta, donde todo lo que ha jugado lejos de Anoeta lo ha perdido. El técnico uruguayo, además, tiene varios tocados en su plantilla después del durísimo duelo ante el Zaragoza y por eso viajan todos los jugadores disponibles. El Sevilla, por su parte, será un duro rival que tampoco ha cerrado todavía su temporada. Lucha por asegurar su plaza en la Europa League y tiene al Espanyol pisándole los talones.
Incógnita total en el once de Lasarte para este partido. El técnico uruguayo, ante las secuelas que dejó el tenso y emocionante encuentro en Anoeta del pasado miércoles, ha decidido desplazar a Sevilla a todos los hombres de la primera plantilla que tiene disponibles, es decir, todos menos el sancionado Tamudo, que vio ante el Zaragoza la quinta tarjeta amarilla, y el lesionado Demidov, que es el único que no ha superado sus molestias de cara a este penúltimo encuentro de la temporada. Entran, además, dos potrillos del Sanse, el ya habitual Illarramendi y Cadamuro. La gran noticia de esta lista, a la espera de saber quiénes serán los 11 que salten al césped y los siete que ocupen el banquillo, es el regreso de Joseba Llorente, que no juega desde la primera jornada de la segunda vuelta, en Villarreal. Sarpong y Agirretxe también regresan a una convocatoria después de varias semanas de ostracismo, aunque el primero tiene muchas papeletas para quedarse fuera de los 18 escogidos si Xabi Prieto está en condiciones y el segundo estará a expensas de si Llorente puede jugar.
Con este panorama, hay cinco jugadores que parecen seguros en el once que salte al Sánchez Pizjuán y la misma certeza está en el puesto en que jugarán. Bravo estará en la portería. En la defensa, son indiscutibles Ansotegi y De la Bella. Griezmann estará en la parte izquierda del trío de mediapuntas y el delantero será Ifrán. Hay un sexto jugador que parece seguro, y es el capitán Aranburu, aunque puede jugar tanto en el mediocentro como en la mediapunta. El resto está en el aire. Si Carlos Martínez y Xabi Prieto superan las dolencias que sufrieron ante el Zaragoza, estarán también en el once. Si no, sus sustitutos podrían ser Estrada y Sutil. Sarpong, dado los precedentes, tiene muchas menos opciones. Es probable que, teniendo a Zurutuza casi sin gasolina, el mediapunta se quede en el banquillo y deje ese puesto a Aranburu, pero eso no aclara qué dos pivotes serán titulares. Diego Rivas, Markel, Elustondo e Illarramendi cuentan con opciones similares. Y el delantero suplente dependerá del estado físico de Llorente y de las ganas que tenga de arriesgar tras casi una vuelta sin jugar.
La Real es decimotercera con 44 puntos y aspira a colocarse con 47, con lo que, a pesar de este sufrimiento final, lograría la mejor puntuación en Primera desde el año del subcampeonato, cuando sobrepasó con creces la marca actual. Según se ha publicado esta semana, hay casi tres millones y medio de combinaciones posibles para decidir el tercer equipo que descenderá a Segunda División y la Real sólo bajaría en un 1,8 por ciento de las mismas. O, dicho de otra forma, tiene el 98,2 por ciento de posibilidades de seguir en Primera. Ganando, certificaría la permanencia. Empatando, si Zaragoza o Getafe no ganan o si el Deportivo pierde. Y si cayera derrotada en Sevilla también se salvaría si Osasuna vence en Getafe, si ese partido acaba en empate o si el Espanyol puntúa en Zaragoza. En cuanto a resultados, la Real ha firmado una pésima segunda vuelta como visitante, habiendo perdido los nueve partidos que ha jugado. Sevilla es su última oportunidad de lavar la cara de esa triste estadística. El equipo andaluz necesita sumar al menos una victoria para garantizar su pase a la Europa League. Ha perdido tres de sus últimos cinco partidos, incluyendo los dos últimos, la debable en casa ante el Real Madrid (2-6) y la remontada que sufrió a manos de Osasuna (3-2) en apenas cinco minutos.
Históricamente, el Sánchez Pizjuán no es una mala plaza para la Real. Es, de hecho, el segundo lugar en el que más veces ha ganado. Ha jugado en Sevilla en 51 ocasiones, de las cuales perdió en 29, mientras que venció y empató el mismo número de veces: once. El último triunfo txuri urdin se remonta a la temporada del subcampeonato, la 2002-2003, cuando Karpin dio la victoria por 0-1. La mayor goleada realista en campo sevillista es el 0-3 conseguido en las temporadas 1976-1977 (dos goles de Satrústegui y uno de Gaztelu) y 1983-1984 (Orbegozo, Uralde y López Ufarte de penalti). Nunca ganó el Sevilla por más goles que en la primera vez que se enfrentaron estos dos equipos en Liga, en la temporada 1934-1935. El equipo ascensor que ya era la Real, y que aquel año bajó a Segunda, cayó entonces por 7-2 (los goles realistas los hicieron Arrieta y Larraza). Inolvidable fue el duelo de la campaña 1996-1997. La Real perdía por 2-0 en el minuto 85 y acabó ganando por 2-3, gracias a los goles de Gracia, Mutiu y De Pedro. Aquella victoria realista provocó el cese de José Antonio Camacho como entrenador del Sevilla. En las últimas diez visitas hay cierta igualdad: cinco triunfos locales, tres visitantes y dos empates.
La última vez que se vieron las caras estos dos equipos fue en la temporada 2006-2007, la del descenso txuri urdin a Segunda. Y aunque no sirvió de mucho, no le fue mal a la Real en su viaje a Sevilla. El resultado final fue de empate a cero. El equipo de Lotina jugó en el Sánchez Pizjuán con mucha seriedad y oficio, contrarrestando el mayor dominio de la pelota que tuvo el Sevilla. En ocasiones de gol ambos equipos estuvieron parejos pero ninguno de los dos consiguió mover el marcador. Lotina apostó de inicio por Germán Herrera por primera vez y luchó mucho, pero ya evidenció que estaba muy lejos del fútbol que todavía tenía en las botas Darko Kovacevic, que salió en la segunda mitad. La peor noticia que dejó el partido fue la lesión de rodilla de Gari Uranga, que dijo adiós a la temporada. El punto era bueno porque servía para romper una dura racha de tres derrotas consecutivas. Pero la esperanza que dejó aquel empate en tierras hispalenses fue un espejismo. A continuación, la Real sumó cuatro derrotas más. Es decir, que el punto del Sánchez Pizjuán fue el único logrado de 24 posibles. Esa racha terminó por condenar a la Real.
En la primera vuelta de la presente temporada, la 2010-2011, el Sevilla se llevó los tres puntos de San Sebastián a pesar del buen partido txuri urdin. La Real desplegó un juego notable y dispuso de muchas ocasiones de gol. Diego Rivas adelantó a la Real con un bonito disparo, pero en el siguiente ataque sevillista llegó el empate, encajado de corner, uno de los puntos débiles del equipo de Lasarte. Su autor, Kanoute. Al filo del descanso, Llorente marcó un gol de listo. Peleó un balonazo arriba de Estrada y pilló a Palop adelantado. En el descanso, el Sevilla introdujo a Negredo y la variación táctica descolocó al equipo realista. Tanto, que en apenas dos minutos el marcador se dio la vuelta. Primero marcó Luis Fabiano, de nuevo a la salida de un corner y a pase de Negredo. Y de nuevo Negredo asistió a Kanoute en un contraataque iniciado por una pérdida de balón absurda de Xabi Prieto. La Real tuvo un buen puñado de ocasiones para, al menos, lograr el empate pero fue imposible. El triunfo que se llevó el Sevilla fue la cuarta derrota consecutiva que acumulaba entonces el equipo de Lasarte. Ahora tiene una buena oportunidad de devolverle la moneda al Sevilla.
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