Cuando hace dos años tuve el honor y el placer de mostrar fotografías que Gorka Reizábal hizo desde dentro de la celebración del ascenso a Primera, no pensé que pudiera ser algo habitual. Más que nada porque ocasiones como aquella no se repiten muy a menudo en la vida de la Real. Pero Gorka, Pato, como le laman sus amigos, estuvo en la despedida de Mikel Aranburu y me ha vuelto a mandar unas imágenes para que aparezcan en Corazón Txuri Urdin. Con unos días de retraso, porque no quería que quedaran perdidas entre el resumen de la temporada publicado en los últimos días, aquí están esas imágenes y el relato del propio Gorka. No puedo añadir nada. Es lo que tiene que uno de los grandes te tenga el suficiente aprecio como para mandarte algo así.
"Lo que mejor definió el espíritu del emocionante homenaje que Mikel Aranburu recibió este sábado en Anoeta fue, precisamente, la canción de Mikel Laboa, sobre el poema de Xabier Lete, que sonó en los prolegómenos e inundó el ambiente como una banda sonora que parecía creada ex profeso para la ocasión. Se llama en euskera Izarren hautsa, es decir, polvo de estrellas, y su letra dice, entre otras cosas, "Eta horrela bizitzen gera, sortuz ta sortuz gure aukera, atsedenik hatu gabe. Lana egonez, goaz aurrera kate horretan denok batera gogorki loturik gaude" ("Y así vivimos creando y creando nuestra ocasión. Sin tomar descanso vamos adelante todos a una, unidos fuertemente a esa cadena").
Eslabón de esa ejemplar cadena ha sido Mikel, como lo fue Iñaxio Kortabarria, el principal pilar defensivo del equipo campeón que capitaneó Luis Arconada hace tres décadas, y que fue quien entregó a Aramburu la camiseta con el número 427, en alusión al número de partidos jugados por el capitán azpeitiarra en casi quince años con la camisola txuri urdin en un animado fin de fiesta celebrado en el palco presidencial de Anoeta, a eso de las once de la noche, una vez concluidas las ruedas de prensa. Y eslabón de la misma cadena está llamado a ser Oihan Aramburu, su hijo de apenas dos meses, al que Mikel sostuvo en brazos durante varios momentos de la inolvidable velada.
Pero entre las emociones para ese discreto final entre bastidores, tembién hubo lugar para las risas, las bromas y las anécdotas. Entre estas, la más vistosa es que varios jugadores, al ver que los camareros estaban desbordados sirviendo la informal cena a base de pinchos, ni cortos ni perezosos, se metieron en la barra del bar el propio palco presidencial y se pusieron a servir vinos, alguno con el estilazo del que hizo gala Carlos Vela, que demostró ser tan fino barman como agudo goleador. Hubo incluso alguien que fue más lejos: Antoine Griezmann repartió con salero una bandeja de pinchos, uno de cuyos privilegiados degustadores fue Iñigo Reizabal, el hijo de Gorka Reizabal, periodista que ahora mismo, en este momento, tiene el honor de contar tan reservado e inolvidable fin de fiesta a los seguidores de este Corazón Txuri Urdin. Y así vivimos, creando y creando, en esta maravillosa cadena, sin descanso...¡Aupa la Real! ¡Aurrera txuriurdiñaaa..!".Desde Donosti, con amor. Gorka Reizabal, Pato
2 comentarios:
Este partido fue inolbidable para todos. Y mas inolbidable fue para nuestro capitán Mikel Aramburu. Aunque ahora no es nuestro capitán me gusta llamarle capitán, porque para nosotros seguira siendo el capi de la Real. Ahora que Xabi Prieto es el que tiene el honor de coger el relebo de Mikel, tendrá que hacer mucho trabajo, si quiere una despedida como el lo tuvo. pero eso no será facil porque Mikel es único. No hay una persona igual que el y eso para mi es una cosa impresionante. Además no todos podemos ser com el, porque no todos tenemos la humildad y la grandeza que tiene el. Su humildad y la grandeza no tiene nadie, es único y eso para nosotros a sido clave.
AUPA MIKEL!!!!!!!!
Mikel, Mikel, Mikel Aranburu!!!!!
Aneblog, fue inolvidable, ya lo creo, y el homenaje muy merecido. Ese grito fue el de todos los realistas.
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