La Real afronta la última oportunidad para conseguir una victoria como visitante en la segunda vuelta (sábado, 21.00 horas, Reyno de Navarra, Canal + Liga 2, PPV) y distanciarse un poco de lo que hizo en ese mismo tiempo en la pasada temporada. Es el último tren. No hay más hasta la temporada que viene. Y es uno de los pocos alicientes competitivos que le quedan al equipo txuri urdin en los dos partidos que le restan, además de superar la puntuación de la campaña pasada, y más teniendo en cuenta que el motivo por el que importará el último encuentro será despedir al capitán Aranburu como se merece. Pero antes toca Osasuna y comprobar cómo afrontarán tanto Montanier como su equipo este tramo final de la Liga con la salvación ya amarrada. La primera estación de ese viaje, el Vicente Calderón, no salió mal. La segunda es otro escenario de mal recuerdo para la Real, porque la derrota en Pamplona, ante el asombro de su propia afición, fue lo que terminó de enterrar las posibilidades de permanencia en 2007, aunque ese día no muriera la esperanza. Hoy la Real no se juega nada y Osasuna pugna por entrar en Europa. Qué cosas.
Philippe Montanier sólo ha ofrecido una novedad con respecto a la convocatoria que se desplazó a Madrid para jugar en el Vicente Calderón y es bastante sorprendente y difícil de analizar en clave de futuro, que es en lo que tiene que estar pensando ya la Real Sociedad, dentro del vestuario y en los despachos de Anoeta. Carlos Martínez, titular ante el Atlético, se queda fuera y regresa De la Bella a la lista de 18. Como era esperable, Rubén Pardo no estará con el primer equipo y baja dos peldaños para jugar con el Sanse y ayudar al equipo a conseguir la permanencia en Segunda B. En el apartado de bajas, siguen en la enfermería tanto Iñigo Martínez como Markel Bergara. Aranburu está entre los 18 elegidos que viajan a Pamplona. Será el primero de los dos partidos que le restan como capitán y jugador txuri urdin, tras anunciar que dejará el equipo al final de la temporada. Griezmann, a pesar de las molestias con las que regresó de Madrid, está finalmente en el grupo.
El propio Montanier ha anunciado cambios, pero es difícil saber dónde serán y quiénes los protagonizarán. Bravo estará bajo palos. No parece probable que juegue Toño Ramírez, el único realista que aún no ha tenido minutos esta temporada. Por delante, Estrada volverá a ocupar el lateral derecho y Cadamuro y De la Bella pelearán por el izquierdo. En el centro, Mikel González es seguro. Demidov será, presumiblemente, su acompañante, dejando de nuevo a Ansotegi en el banquillo. Sería muy extraño que Aranburu no fuera titular. Illarramendi, Elustondo y Zurutuza se juegan las otras dos plazas. Hay curiosidad por saber si los dos buenos finales de partido que ha protagonizado Ifrán en la última semana le abrirán las puertas del equipo. Si Montanier sigue en sus trece y sigue sin pensar para el once en el uruguayo y en Llorente, y dadas las molestias de Griezmann, lo normal es que jueguen Xabi Prieto, Vela y Agirretxe. El técnico aclarará con su decisión si la idea es no mostrar mucho más al mexicano, después de dejarle en el banquillo la pasada jornada y recurrir a él al final para que hiciera el empate ante el Atlético.
Jornada con horario unificado en la que se juegan menos cosas de lo que le gustaría a esta denominada Liga de Fútbol Profesional. La Real, ya salvada, la inicia en la decimocuarta posición. Con seis puntos en juego todavía, la única aspiración posible del conjunto de Montanier es remontar alguna posición. Su equipo lleva seis jornadas sin perder, de las cuales cuatro han sido empates, incluyendo los tres últimos partidos a domicilio. Como visitante, eso es todo lo que ha sumado en la segunda vuelta. En la primera ganó tres partidos, a Sporting, Betis y Valencia. El Osasuna es noveno con 48 puntos, dos menos que el sexto clasificado, el Atlético de Madrid. Como local tiene unos números parecidos a los de la Real, con sólo una victoria más, seis, una derrota menos, cuatro, y los mismos empates. Sin embargo, los navarros luchan por Europa y los donostiarras no han querido hacerlo en toda la temporada. Nueve equipos han puntuado en el Reyno de Navarra, incluyendo tres de los últimos cuatro que pasaron por allí (sólo cayó el Espanyol; el Real Madrid ganó, Getafe y Málaga empataron).
La Real ha jugado en Pamplona en un total de 35 ocasiones. 28 de ellas tuvieron lugar en encuentro de la Primera División, con un saldo positivo para la Real, que ganó en diez de esos duelos, empató en seis y perdió en doce. Después de cinco partidos consecutivos sin conocer la derrota (entre las temporadas1993-1994 y 2003-2004, con dos victorias y tres empates para el equipo txuri urdin), la Real perdió en sus últimas cuatro visitas (tres antes del descenso realista a Segunda, en el que 2-0 de Osasuna tuvo una importancia capital, más la de la temporada pasada). Las victorias más abultadas de ambos equipos llevaron el mismo marcador. 0-3 ganó la Real en dos ocasiones, en las temporadas 1980-1981 (los tres goles de Uralde) y 1983-1984 (Begiristain, Bakero y Zamora). Osasuna, en cambio, logró un 3-0 en la campaña 57-58. En Segunda han sido siete los partidos entre ambos equipos, con tres triunfos para la Real y cuatro para Osasuna. La última vez fue en la temporada 1966-1967, la del ascenso de Puertollano, y vencieron los locales, curiosamente, por 3-0.
La pasada temporada, la 2010-2011, dejó una clara victoria de Osasuna por 3-1. En nada se pareció esta Real a la que tres días antes había apretado con raza al Real Madrid en Anoeta. El equipo txuri urdin, a pesar de adelantarse en el marcador gracias a un gol de pillo de Tamudo, no supo aprovechar el nerviosismo de Osasuna, que había empezado la temporada muy mal. Ante la Real, batió su récord negativo de minutos sin marcar un gol desde el arranque liguero, e instantes después celebró nada menos que tres. El último de ellos, cuando la Real intentaba presionar, más intento que realidad, para buscar el empate, se produjo en falta sobre De la Bella, que nadie protestó y que un Velasco Carballo casero y condescendiente con las faltas de Osasuna acabó por conceder. El Reyno de Navarra estaba de uñas con su equipo con el 0-1, pero el equipo de Martín Lasarte no supo jugar con la ansiedad local. Las rotaciones del técnico uruguayo en una semana de tres partidos, sobre todo en el centro del campo, no funcionaron. La derrota fue muy merecida.
En la primera vuelta de la presente temporada, la 2011-2012, Osasuna arrancó un inverosímil empate a cero de Anoeta. Fue, a pesar del marcador, uno de los mejores partidos de la Real de Montanier esta temporada, en el que desplegó un fútbol mucho más interesante, dominador e incisivo que en goleadas como la que se llevó el Sporting. Quizá fuera el mejor partido de Elustondo en la temporada, comandando un gran fútbol de ataque. Casi todos los realistas tuvieron alguna ocasión de gol. La Real llegó a la portería rival más en la primera mitad y dominó con más intensidad pero sin tanto acierto en el penúltimo pase en la segunda, aunque murió en el área rival. Andrés, meta osasunista, se convirtió en el mejor jugador del partido con diferencia, sin duda el rojillo más destacado, pues salvó un punto para su equipo. A pesar de dejarse dos puntos, fue el sexto partido consecutivo de la Real sin conocer la derrota tras tocar fondo en Vallecas. Y llegó justo antes de la debacle copera en Mallorca que hoy casi parece olvidada por algunos.
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