Hablar de un partido transcendente en enero puede parecer exagerado, pero la visita del Sporting a Donostia (domingo, 16.00 horas, Anoeta, Canal + Liga 2) indudablemente lo es. Con una primera vuelta insuficiente, con una goleada en el último partido en casa todavía escociendo, con la eliminación de la Copa del Rey y la forma en que se produjo aún en la retina, con tantos sinsabores en una temporada ideada desde el club para crecer y siendo además el visitante un rival directo que ahora mismo ocupa posición de descenso, no ganar agravaría mucho la delicada situación del enfermo. Porque la Real es ahora mismo un enfermo en el que hay muchas cosas que no salen bien y no conviene cerrar los ojos antes eso. Ganar las enmascara, las enmascaró durante los dos meses sin perder que vivimos hasta la semana pasada, pero no soluciona los problemas. De una u otra forma, los que hay en juego ante el Sporting son tres puntos más importantes de lo que muchos pueden creer.
No había muchos margen posible para las sorpresas en la convocatoria, pero Montanier ha decidido que la duda se despeje minutos antes del partido. 20 jugadores tenía disponibles y 19 están en la convocatoria, siendo Sarpong el único que no entra por cuestiones técnicas. Y eso, evidentemente, no se puede considerar ya una sorpresa a estas alturas. Mariga está con pie y medio fuera de la Real y ya parece seguro que no volverá a vestir de txuri urdin. Una buena noticia se mire como se mire, tras el bajísimo rendimiento ofrecido por el jugador. Las bajas son las conocidas. Illaramendi, De la Bella y Demidov no estarán ante el Sporting por problemas físicos. Y el resto de los jugadores están en la lista. Contra el Atlético de Madrid, Montanier conservó entre los elegidos a un delantero más de los que acostumbra a tener en el banquillo, con lo que habrá que ver qué decide en esta ocasión. Si es fiel a sus costumbres, el jugador que vea el partido desde la grada estará entre Ifrán y Llorente, dos que ya han dejado claro en público que no sienten que el entrenador confíe en ellos.
Durante la semana se ha hablado mucho de que Montanier tiene intención de repetir en la medida de lo posible el once habitual de las últimas semanas, con el único cambio obligado de Iñigo Martínez, que regresaría tras dos partidos de sanción y uno de suplencia, por Demidov. Si es así, jugarán Bravo en la portería; Estrada, Mikel González, Iñigo Martínez y Cadamuro en la línea defensiva; Elustondo, Aranburu y Zurutuza en la media; con Vela, Griezmann y Agirretxe en punta. Sin embargo, la debacle ante el Atlético de Madrid abre la puerta a más cambios en el once inicial. Quizá el cambio más previsible sería la entrada de Xabi Prieto por Vela. Tampoco sería descabellado que, después de algunas semanas ya recuperado, Carlos Martínez recuperara el carril derecho, presumiblemente llevando a Cadamuro al banquillo y a Estrada a la izquierda. Muchas menos opciones de entrar en el once parecen tener Ansotegi, Markel, Pardo, Ifrán y Llorente, aunque, recordemos, a Montanier le gustan las sorpresas. Toño Ramírez será el portero suplente en esta ocasión.
La Real ocupa la decimoquinta posición, con 21 puntos. A seis de Europa, y a dos del descenso. El Sporting está tres por debajo, con 18 y en el penúltimo escalón de la tabla. Con este duelo no sólo se abre la segunda vuelta, sino también los cálculos por el average que pueden decidir posibles empates. El 1-2 de la ida, con dos goles de Agirretxe, hace que la victoria y el empate le den al conjunto txuri urdin la ventaja en ese sentido. La goleada en Anoeta del Atlético de Madrid truncó una racha de los de Montanier de siete partidos sin conocer la derrota, racha afeada por la vergonzosa eliminación copera en Mallorca. No obstante, su trayectoria como local es deficiente, con sólo dos victorias en nueve partidos, ambas por la mínima ante Granada y Málaga. El Sporting sólo ha puntuado en tres partidos a domicilio, las victorias ante Mallorca y Rayo y el empate en Zaragoza y apenas ha sumado tres de los últimos doce puntos en juego. Hubo pitos y momentos de indiferencia en la grada de Anoeta hace sólo una semana. Cómo responderá la afición esta vez, después de las absurdas críticas realizadas desde algunos medios, dependerá sobre todo de lo que pueda ofrecer el equipo.
La estadística está de parte de la Real en sus enfrentamientos en Donostia contra el Sporting. De los 43 partidos disputados, 24 se saldaron con victoria local, por sólo nueve de los gijoneses y diez empates. 34 de esos encuentros tuvieron lugar en Primera División, con 18 victorias para la Real, siete para el Sporting y nueve empates. Los últimos cinco enfrentamientos, muy separados en el tiempo por los años en Segunda de ambos equipos, se saldaron con tres victorias para la Real y dos empates. El Sporting no vence en San Sebastián en partido de Primera desde la temporada 1993-1994, 0-1. La mayor goleada realista es el 4-1 de la temporada de la imabitibilidad, la 79-80. Los goles los hicieron Satrústegui, Alonso (dos) y Amiano. El 0-2 de la campaña 74-75 es el triunfo más claro de los asturianos. En Segunda, el balance es igualmente favorable a la Real, con seis victorias y un empate en los nueve partidos disputados. No obstante, el último duelo, el de la temporada 2007-2008 fue el segundo de los triunfos del Sporting, 0-1, y sirvió para que la Real viviera dos años más en la división de plata.
La pasada temporada, la 2010-2011, la Real venció al Sporting en un partido clave para conseguir la permanencia en Primera. Quedaban sólo siete encuentros para acabar la temporada y el panorama no estaba tan claro: cuatro eran contra equipos que se clasificaron finalmente para Europa. Por ello, ganar a los gijoneses, más relajados en la tabla que los donostiarras, era vital. Fue un partido igualado, jugado de poder a poder pero con poco fútbol y muchísimo ambiente en la grada. El Sporting marcó un gol en fuera de juego, pero el árbitro lo anuló correctamente. Diez minutos más tarde, a la media hora, Griezmann adelantó a la Real con un gran cabezazo, aprovechando el resbalón de su marcador. Los visitantes empataron con un disparo lejano de De las Cuevas cuando quedaban veinte minutos. Pero Griezmann, estelar aquel día, hizo el 2-1 definitivo cuando quedaban diez para el final, con un disparo que rebotó en dos defensas y despistó completamente al portero. La Real supo sufrir y aguantar la victoria, primera de las tres seguidas que encadenó en Anoeta (después cayeron Barcelona y Zaragoza) en el tramo final de la temporada para certificar una más que merecida permanencia.
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