La Real Sociedad de Philippe Montanier empieza ganando. Y eso, por sí solo, ya es una gran noticia. Que además sea un triunfo fuera de casa, y teniendo en cuenta la deficiente trayectoria como visitante que tuvo el equipo en la segunda parte de la pasada Liga, mejora aún más el logro. Si además se hace resistiendo con diez jugadores durante media hora, la cosa es ya de sobresaliente. Y si a ese hermoso cóctel se añade que fue el talento producido en Zubieta el que propició en buena medida el triunfo, la sonrisa en el rostro del aficionado txuri urdin es completamente inevitable. Zubieta manda. Dos goles de Agirretxe, asistencias de Carlos Martínez y Xabi Prieto, partidazos de los dos canteranos que ya son por derecho propio titulares en este equipo, Iñigo Martínez y Asier Illarramendi. No todo fue bueno, como no podía ser de otra forma en un primer partido de una Liga, donde todavía hay vicios de pretemporada e indicios de que falta trabajo por hacer. Pero empezar ganando es siempre una noticia fantástica, más aún teniendo en cuenta que la temporada ha comenzado con una huelga y que ahora se para de nuevo para las selecciones.
La Real ha cambiado. No en todo para bien, pero ha cambiado. Era eso lo que se pretendía con el cambio de entrenador y la primera señal, por tanto, tiene que entenderse como positiva. Hacía mucho tiempo, pensando en la Primera División y no en el periplo de tres años por Segunda (aunque se podría recordar algún que otro tramo de ese paso), que el equipo txuri urdin no dominaba con tanta claridad la posesión de balón lejos de Anoeta. Hacía mucho que el equipo no mostraba tanto aplomo en la circulación de balón. O tanta determinación en defensa, diciéndole al rival que por aquí no se pasa. No obstante, los pros conllevan contras. En una de las primeras jugadas del partido, De la Bella se sintió asombrosamente solo en la defensa de una jugada por su banda. Y es que la Real no está tan atrás como solía, no sólo con Lasarte sino también con Lillo, con Coleman y no digamos con Lotina. El peligro, parece, estará en los laterales. En ataque, las transiciones son buenas, rápidas y veloces. Y de clase. Pero siguen siendo pocas. No tuvo apenas ocasiones de gol la Real, pero un porcentaje de acierto como pocas veces ha visto el equipo en fechas recientes permitió volver de El Molinón con los tres puntos debajo del brazo.
Montanier dice que le gusta dar sorpresas y la primera la ofreció en Gijón. Agirretxe fue titular. Hasta ahí, la sorpresa es relativa, ya que el canterano es el máximo goleador de la pretemporada e Ifrán, con sus declaraciones de esta semana, parece haber perdido algunos peldaños en el escalafón de la vanguardia txuri urdin. Pero Agirretxe jugó por la izquierda, dejando a Vela el lugar más adelantado del equipo. Aunque no es su puesto, funcionó mejor el cambio para Agirretxe que para Vela, que sí se había ofrecido a jugar de 9. El resto, lo previsto. En defensa, Carlos Martínez ganó la partida a Estrada, aunque habrá que ver en qué lugar le deja su expulsión en El Molinón y su lamentable ausencia ante el Barcelona por sanción. En el centro del campo, Aranburu toma ventaja con respecto a Elustondo, y el capitán demostró que ya le ha cogido el pulso a lo que Montanier quiere de su centro del campo aunque pareciera el más desconectado del 4-3-3 de Montanier en los amistosos de verano. El técnico francés, en todo caso, tiene ya tres líderes indiscutibles, los tres son de Zubieta y dos de ellos son incorporaciones al primer equipo: Xabi Prieto, Illarra e Iñigo Martínez. En sus hombros descansa el juego de la Real, tanto ofensiva como defensivamente. Los tres brillaron en Gijón.
El partido no fue excesivamente bueno. Muchas imprecisiones, algo de corre calles durante bastantes minutos y muy pocas ocasiones de gol. Bravo desbarató la mejor del Sporting con una preciosa estirada sobre la línea en un saque de esquina (¿sigue siendo el balón parado una asignatura pendiente para la Real? La respuesta, que de momento parece afirmativa, vendrá en los próximos partidos). Buena noticia que el chileno recupere la buena forma de la primera vuelta de la temporada pasada, después de no haber destacado demasiado en la Copa América. La respuesta de la Real fue de categoría, con el jugadón del 0-1. Xabi Prieto recibe por su banda, Carlos Martínez le dobla, centra al área y Agirretxe, con un movimiento maravilloso de 9 de toda la vida consigue desmarcarse y cruzar un hermoso cabezazo al palo derecho de la portería sportinguista. El gol dio paso a los mejores minutos de la Real, los de más control del juego, los de mayor seguridad defensiva. El Sporting rondaba el área realista pero era incapaz de entrar. Lo impidió el gran trabajo de todos, pero sobre todo de un inconmensurable Iñigo Martínez, que ya forma con Demidov una gran pareja defensiva.
En la segunda parte, el Sporting salió más decidido en busca del gol, pero ocasiones claras generó muy poquitas. Cuando más apretaba el Sporting, aunque sin buscar demasiado las cosquillas a Bravo (insisto en el partidazo de Iñigo Martínez e Illarra, que se multiplicó para llegar a todas las parcelas del campo), llegó el 0-2. Esta vez el pase fue desde la banda izquierda. De la Bella cruzó el balón hasta la zona derecha del ataque txuri urdin. Xabi Prieto (suma ya su primera asistencia de la temporada, después de haber sido el tercer mejor pasador de la anterior Liga) hizo una magistral dejada de cabeza a Agirretxe, que llegaba al segundo palo con ventaja para cruzar una preciosa vaselina con la testa imposible de detener. Otro señor gol. Y otra vez de Agirretxe. El 9 de la Real comienza la temporada de forma inmejorable y demuestra que, al menos, mereció un poco más de confianza por parte de Lasarte. Que sus dos goles llegaran jugando desde la banda izquierda casi se puede considerar anecdótico, y más teniendo en cuenta lo desconectado que estuvo Vela del juego y del equipo durante todo el partido.
La situación más clara que generó el Sporting llegó a balón parado. Otro error, un error ya visto la temporada pasada y también en la pretemporada. Carlos Martínez se vio abandonado en el segundo palo marcando a Botía, pero por detrás, incapaz de alcanzar el balón de ninguna de las maneras antes de un disparo que no llegó a producirse. ¿Penalti? Nadie lo protestó mucho, ni siquiera su protagonista txuri urdin, pero lo vi riguroso, porque da la sensación de que el jugador local tenía más ganas de forzar la pena máxima que de marcar un gol prácticamente imposible de evitar, a bocajarro delante de Bravo. La jugada dejó una penalización máxima pero, eso sí, justa si se señala el penalti, la tarjeta roja a Carlos Martínez. Ironías de la vida, tras 38 jornadas de la temporada 2010-2011 sin sufrir una sola expulsión, sólo ha hecho falta un partido para jugar con inferioridad en la 2011-2012. El Sporting no falló, con lo que los veinte minutos finales recuperaron el sufrimiento de no hace tanto tiempo, el de los partidos de marcador ajustado. ¿La diferencia? La que dijo Montanier, la seguridad absoluta que estaba mostrando la Real. El Sporting apretó, pero el 1-2 no llegó a estar en peligro prácticamente en ninguna jugada.
Que el primer movimiento de Montanier para cubrir la expulsión de Carlos Martínez fuera colocar a Zurutuza de lateral derecho da idea de los galones que ha dado a Illarra en el centro del campo. Parece más factible colocar al mediocentro más defensiva en el puesto de un defensa expulsado, pero el francés no lo hizo así. Illarra es intocable, sea de 4 o de volante, pero intocable. La mayor similitud entre Montanier y Lasarte está en el retraso en hacer los cambios. La primera sustitución debió de llegar antes, para frenar el intento de asedio del Sporting. Después, Ifrán sustituyó a Agirretxe, pero el uruguayo pareció tan desconectado como Vela (que fue el último sustituido, éste en un descarado cambio defensivo para apuntalar la defensa con Mikel González). No parece la mejor manera de empezar para Ifrán, después de haber generado polémica con sus declaraciones del pasado jueves, en las que habló de salir cedido si la Real decide incorporar a un delantero más. El puesto en esta Real se tiene que ganar sobre el césped, no en los despachos ni fuera del terreno de juego. Que Griezmann e Ifrán hayan pretendido otra cosa en esta pretemporada es una mala noticia.
En cualquier caso, la Real comienza ganando y ojo a la forma en que lo ha hecho. Dos de los canteranos nuevos fueron los mejores, evidenciando que echarse las manos a la cabeza en la Real por la falta de fichajes es exagerado. En el once inicial de la Real faltaban, al menos, dos llamados a ser titulares, Griezmann y Mariga, sin contar a Llorente, un delantero que tendría que marcar muchos goles si las dolencias físicas le respetan. Y con buena imagen, rocosa en defensa y de calidad en el toque. Tres puntos como visitante para empezar son una espléndida noticia y un buen colchón para afrontar con tranquilidad la visita a Anoeta del Barcelona, que se producirá dentro de dos semanas. Montanier arranca con buen pie, con bastantes luces en su inicio (la mayoría procedentes de Zubieta) y alguna que otra sombra, normal por otra parte en un arranque de competición en el que la precisión en el pase, y más en un esquema que quiere basarse en el toque, no es la todavía la necesaria. Pero hay que tener claro desde ya que las jugadas de estrategia necesitan una mejor inmediata para no encajar tantos goles como la temporada pasada. Con todo, tres puntos. La Real, arriba. Y Agirretxe, codeándose con los mejores goleadores de la Liga. No está mal, nada mal.
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