El gran inicio de la cuesta de enero con la victoria copera ante el Mallorca ya pasó. Llega el segundo obstáculo del año (sábado, 18.00 horas, Anoeta, Canal + Liga 2, PPV) vestido con la camiseta rojilla de Osasuna. La euforia de la Copa del Rey tiene que dejar paso a la necesidad de seguir sumando en Liga. Si la realidad del torneo del KO es ilusionante y muy positiva, la del campeonato de la regularidad obliga a ganar en casa cuantos más partidos mejor para evitar disgustos y urgencias de última hora. Esa es la tarea que se ha autoimpuesto la Real tras aquella delirante y nefasta racha de ocho encuentros sin conocer la victoria y más teniendo en cuenta que las dos próximas salidas del equipo txuri urdin serán a Camp Nou y Mestalla, donde Montanier hará frente a una nueva prueba para saber si la sensatez sigue presidiendo su trabajo o si los experimentos pueden volver tan de repente como se marcharon. Pero no anticipemos acontecimientos, que además la Real suele tener problemas en las semanas en las que junta tres partidos. Toca Osauna. Toca ganar.
La primera lista liguera de Montanier en 2012 es una continuación de la que ofreció para el partido de Copa de hace sólo dos días. Hay sólo dos cambios. El primero, más que previsible, es el regreso de Claudio Bravo para ser el guardameta titular. Toño Ramírez verá el encuentro desde la grada y Zubikarai, el titular de la Copa, volverá al banquillo. El segundo cambio empieza a ser algo habitual: un delantero por otro. Ifrán por Llorente, que seguirá sin optar a la continuidad que necesita. En la lista de bajas siguen los dos jugadores que se mantienen en el dique seco, Illarramendi y Carlos Martínez. Éste último no ha llegado a tiempo para el encuentro ante Osasuna y habrá que ver si está para el partido de vuelta ante el Mallorca. Además, Iñigo Martínez cumple el primero de los dos partidos de sanción que afronta por su expulsión en el último partido del año pasado, ante el Racing. El que no consigue entrar en las listas de Montanier tras lesionarse en Vallecas es Markel Bergara. Sarpong, séptimo atacante del equipo y al que dicen que el club está buscando una salida, también se queda fuera.
Habiendo jugado el miércoles y con otro partido el próximo martes es bastante complicado conocer los planes de Montanier. Sin embargo, y dando como segura la presencia bajo palos de Bravo, sería muy extraño que la defensa no fuera la misma que ante el Mallorca, la formada por Estrada por la derecha, De la Bella por la izquierda y Mikel González y Demidov por el centro. Cadamuro y Ansotegi apuntan a suplentes, aunque no sería raro del todo que éste último sustituyera a Demidov. El gran partido copero del centro del campo formado por Elustondo, Aranburu y Zurutuza podría provocar su continuidad, pero Mariga y Pardo tienen sus opciones. En ataque parece evidente que Vela, tras descansar en Copa, estará en el once. Xabi Prieto, Griezmann, e Ifrán, con muchas menos opciones para este último, parecen jugarse el otro puesto. Agirretxe, en vena de aciertos y pletórico de forma, debería seguir en el once dada la importancia de este partido para seguir sumando en Liga, y si entra en alguna rotación que sea en la vuelta contra el Mallorca.
La Real arranca la jornada en la decimoquinta posición, con 17 puntos, sólo dos por encima de la zona de descenso y nada menos que ocho puntos por debajo de Osasuna, que ocupa la quinta plaza de la Liga y puesto europeo gracias a su magnífica racha de los últimos meses (sólo una derrota en los últimos nueve partidos, y además en el Bernabéu, sumando más puntos en ese tramo que la Real en toda la Liga, 18). El equipo txuri urdin acumula cinco jornadas ligueras sin conocer la derrota (dos victorias y tres empates), y su última comparecencia en Anoeta fue la gloriosa y postrera remontada al Málaga, pero aún no ha sido capaz de sumar dos victorias consecutivas en casa, donde sólo ha ganado dos de sus siete encuentros. Osasuna sólo venció en una ocasión a domicilio (1-2 al Espanyol, también el 1-3 en Almería que le sirvió para pasar a octavos de la Copa, en cuyo partido de ida fue goleado por el Barça), pero ha arrancado cuatro empates y sólo ha cedido ante Barcelona, Athletic y Real Madrid. La Real no gana el primer partido liguero del año desde la temporada de su descenso a Segunda, la 2006-2007. ¿El rival de aquel día? Osasuna.
El conjunto plamplonica es uno de los más asequibles para la Real según la estadística. En total, se han visto las caras en Donostia en 35 ocasiones, de las que 25 se saldaron con triunfo txuri urdin, con cinco empates y otras tantas derrotas. En Primera División han sido 28 los enfrentamientos. La Real ganó 19, empató cinco y perdió cuatro. La mayor goleada es el 4-1 de la temporada 1959-1960, con dos goles de Aznar, uno de Gallastegui otro de Paz. Osasuna disfrutó de su mejor resultado con el 1-3 de la temporada 1992-1993, en el último de los enfrentamientos entre estos dos equipos que se celebró en el viejo campo de Atotxa. Los rojillos se han quedado sin marcar nada menos que en 16 de los 28 partidos de Primera jugados en San Sebastián. En Anoeta se han visto las caras en nueve ocasiones, con siete victorias para la Real. El nuevo estadio no ha visto un empate entre estos dos equipos, a excepción del duelo copero de la temporada 1996-1997, a uno, con el que Osasuna apeó a la Real. En Segunda, el balance es todavía más favorable a los locales, con seis victorias y una derrota en siete partidos.
La pasada temporada, la 2010-2011, la Real venció por la mínima a Osasuna en su visita a Anoeta. El 1-0 final no hizo justicia a las incontables ocasiones de gol de las que dispuso el equipo de Martín Lasarte durante todo el encuentro, incluso un libre indirecto dentro del área que no aprovechó. Debió golear y ganó casi de forma agónica. Tamudo anotó el único gol, en una jugada muy suya, de mucha picardía, de delantero inteligente y en posición forzada. Quedaban sólo 17 minutos para el final cuando llegó el gol. Osasuna tuvo dos claras ocasiones de gol en todo el partido, pobre partido por su parte. Pudo haberse adelantado con ellas, pero hubiera sido muy cruel para los méritos del equipo txuri urdin. La victoria colocó a la Real con los mismos puntos que el séptimo clasificado, soñando con Europa. Pero éste fue el último triunfo antes de encadenar siete jornadas sin ganar, lo que metió al equipo de lleno en la lucha por la permanencia. Como curiosidad, recordar que el de Osasuna fue el único partido de la pasada temporada en el que un rival txuri urdin vio la tarjeta roja. No es que fuera una superioridad numérica prolongada, pues la expulsión llegó en el descuento, pero es que eso de ver al rival con uno menos no es precisamente una costumbre en la Real.
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