sábado, junio 27, 2009

Resumen de la temporada (y 6). Bendita afición

En demasiadas ocasiones parece que no somos conscientes del patrimonio que constituye para la Real su afición. Y yo no me canso de recordarlo cada vez que tengo la ocasión. En cada campo de la Segunda División y a lo largo de esta temporada 2008-2009, como en años anteriores e inasequibles al desaliento, el equipo se ha encontrado camisetas blancas y azules. En mayor o menos cantidad dependiendo de la presencia de peñas en la zona o de la cercanía con San Sebastián que facilite los desplazamientos en el mismo día del partido, pero siempre hay gente de la Real viendo a sus jugadores. No importa que llueva, que haga un sol de justicia, que haya opciones de subir a Primera o que sea un partido intrascendente. Siempre hay realistas, siempre hay afición de la Real. Y eso, en la situación en la que está inmerso el club deportiva y económicamente, no tiene precio.

Los desplazamientos de la Real a los distintos campos de Segunda División han tenido un aliciente más, el centenario del club. Las pequeñas celebraciones con las peñas de cada zona han demostrado que el sentimiento txuri urdin está muy vivo en todas partes, que estar en Primera o cosechando éxitos no define al realista de corazón. Y eso, comparándolo con la situación que han vivido otros equipos en su paso por Segunda o en épocas de vacas flacas, tampoco tiene precio. Los realistas anteponen el interés de los suyos y el amor por unos colores a cualquier circunstancia. Sobrados ejemplos ha habido en la Liga de lo contrario, desde el abandono total a los suyos de aficiones como la del Celta o de conflictos sociales como los que acaba de vivir el Betis en su descenso a Segunda. Los realistas no. Los realistas siempre están ahí.

No siempre se valora como se debiera este seguimiento incondicional del equipo y parece que gusta más recrearse en lo malo que en lo bueno. Y lo malo, sin duda alguna, es que la asistencia a Anoeta ha tocado fondo. El último partido de Liga en casa, ante el Levante, fue el de menor asistencia en la todavía corta historia del recinto del barrio de Amara, menos de 10.000 espectadores. Pero yo prefiero mirarlo desde el otro lado. Casi 10.000 realistas decidieron que, en una tarde veraniega que invitaba más a ir a la playa que a un campo de fútbol, sin nada en juego sobre el césped y con media plantilla de baja, decidieron ir a ver a su Real. Porque sí, simplemente porque jugaba la Real. Casi 10.000 ese día, pero una media de 17.000 a lo largo de toda la temporada, más que en bastantes campos de Primera División. Está claro que eso no es más que media entrada del recinto realista, pero la cifra no puede ser tan desdeñada como se ha hecho en demasiadas ocasiones.
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La temporada pasada Iñaki Badiola apostó por llenar el campo a cualquier precio y esta campaña Jokin Aperribay prefirió lanzar una campaña de abonos para los últimos partidos que dejó un dinero interesante, y más en la situación económica en la que se mueve la entidad, pero que no pobló las gradas. Al menos, no marcó diferencias con lo que ya había, porque en un estadio de 32.000 espectadores no se nota que haya 300 personas más o menos. Para el espectador es indudablemente más bonito ver abarrotado un estadio como el de Anoeta, que ha acogido partidos de Champions, y por eso deja una cierta sensación de vacío que sólo haya media entrada. Pero hay que valorar esa media entrada como se merece. En Segunda, sólo el éxito de los equipos que han subido a Primera División ha catapultado la asistencia a otros campos a cifras mayores que las de Anoeta. Sólo eso. En Segunda hay estadios con mucha capacidad pero mucho más vacíos que Anoeta.
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Y cuando se acaba la temporada con partidos todavía por jugar, el abandono a los equipos es mucho más acusado fuera de Donosti, no hay más que ver el triste estado de las gradas en el último partido de la Real, en el Martínez Valero de Elche. Insisto: 10.000 personas vieron el intrascendente Real Sociedad - Levante. A eso hay que sumar que el número de abonados se mantiene más o menos inalterable desde que este equipo sufrió el golpe más duro en décadas, el descenso a Segunda, y la próxima temporada no tengo ninguna duda de que 17.000 fieles seguirán manteniendo la media de asistencia a Anoeta. Y centenares de realistas viajarán con el equipo para demostrarle su apoyo incondicional. Si una segunda temporada en Segunda sin posibilidades reales de alcanzar el objetivo del ascenso durante tantos meses no ha podido con ellos, nada lo hará. Y como la Real cumpla el sueño de volver a Primera en junio de 2010, habrá más realistas. Y se harán notar. Bendita afición.

3 comentarios:

Iván dijo...

Bendita paciencia Juan, bendito seas.

Aupa erreala

Manel.15. dijo...

Aupa errealaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa,en primera o en preferente de la real hasta la muerte. vistas:
http://locosconelfutbol.blogspot.com

Juan Rodríguez Millán dijo...

Iván, muchas gracias, bendita la Real. Yo sólo intento que la queramos un poco más todos los días.

Manel, bienvenido a este pequeño rincón txuri urdin. Suscribo el mensaje por completo.