Despedida y cierre en Elche a la segunda temporada de la Real en Segunda (sábado, 18.30 horas, Martínez Valero, sin televisión). Ante la absoluta falta de tensión que hay ante el partido, la misma que se vio en las tres jornadas anteriores (y que la ha costado a la Real descolgarse del tercer puesto hasta una distancia que no refleja lo que ha sido la temporada), el mayor punto de interés está en el regreso de Elustondo al once inicial. Lillo confirmó que será de la partida y estará en el campo hasta que le aguante el físico. El otro foco de atención es el trofeo Zamora que se disputan Claudio Bravo y el rayista Cobeño. Por lo demás, este partido sólo presenta el aliciente de defender la camiseta de la Real, para algunos por última vez. Como si eso fuera poca cosa.
Elustondo y diez más. Ese es el punto de partido de la alineación que presentará Juan Manuel Lillo en su último partido como entrenador de la Real Sociedad. Un partido ante el que, para no variar la costumbre de toda la temporada, tendrá una larguísima lista de bajas. Por sanción no podrán estar Labaka, Estrada y Zubikarai (en la última de los comités, que ratifican una redacción del acta arbitral que un ciego vería que no se corresponde con la realidad). A ellos hay que sumar a los lesionados Díaz de Cerio, Aranburu, Dramé, Sergio, Markel, Diego Rivas y Abreu, además de Necati. Esto quiere decir que el técnico txuri urdin apenas cuenta con diez jugadores para afrontar su despedida del equipo, a los que habría que sumar a Agirretxe. Para completar la convocatoria, Lillo ha llamado a siete hombres del Sanse: Ramírez, Sarasola, Camaduro, Ros, Zurutuza, Viguera y el debutante Alain Eizmendi.
Elche vivirá unas cuantas despedidas. Lillo cierra su ciclo, y de los jugadores que se han desplazado a tierras alicantinas se sabe que Moha disputará sus últimos minutos de txuri urdin, como probablemente será el caso de Marcos y es posible también que de Gerardo. Necati no se despedirá de la Real sobre el campo, ya que ha regresado ya a Turquía con permiso del club. Y de Castillo queda la incógnita, puesto que el jugador ya ha dicho que no quiere seguir en Segunda pero, al ser menor de 23 años, la Real tiene la opción de renovarle si no paga por la cuantía fijada por los derechos de formación. El partido cierra el pasado de la Real e inaugura también el futuro. Especial ilusión hará ver la pareja formada por Ros y Elustondo, a Viguera en ataque con Agirretxe o alguno de los demás potrillos que forman parte de la convocatoria.
Claudio Bravo, en el punto de mira de importantes equipos de Primera, ha viajado con el equipo a pesar de haber regresado con molestias físicas de sus dos partidos con la selección chilena. Lo que no se sabe es si jugará, el mismo dilema que tiene el ayo Vallecano con Pepe Mel. Si ninguno de los dos jugara, el Trofeo Zamora tendría dos ganadores puesto que los porteros de Real Sociedad y Rayo tiene el mismo coeficiente y han jugado el mínimo de partidos exigidos. Si ambos jugaran y no encajaran gol, el galardón sería para Bravo. Es el meta realista quien más se juega en Elche, ya que la Real sólo aspira a mantener la sexta plaza que ahora mismo tiene en la clasificación. De ganar, es suya. Si empata o pierde, ya tendría que mirar lo que hacen el Levante ante Las Palmas y el Castellón en Tenerife. Los valencianos están un punto por detrás de la Real y los castellonenses dos. Ambos equipos tienen el average particular perdido con el conjunto txuri urdin.
La Real ha visitado Elche en quince ocasiones y no se puede decir que sea una ciudad que le dé muy buena suerte, puesto que apenas ha vencido en tres de esos enfrentamientos, todos ellos en Primera División. Fue en las temporadas 70-71, 73-74 y 77-78, y en las tres ocasiones se produjo el mismo resultado: 1-2. La peor goleada recibida allí por el conjunto txuri urdin tuvo lugar en la campaña 67-68, la del regreso a Primera tras el ascenso a Puertollano, cuando el resultado fue un contundente 5-0. A pesar de no ser una plaza muy propicia, la Real no pierde allí desde la temporada 76-77. Sus tres últimas visitas en Primera se saldaron con una victoria (1-2 en la 77-78 con goles de Diego e Idígoras) y dos empates a uno (en la 84-85 marcó Uralde y en la 88-89 lo hizo Fuentes).
El único precedente en Segunda División tuvo lugar la temporada pasada. Ya con José Ramón Eizmendi en el banquillo, la Real realizó probablemente el mejor partido de la temporada. Y, caprichos del destino, no consiguió la victoria. Un conjunto txuri urdin vestido de verde y amarillo dio una auténtica exhibición de fútbol en el Martínez Valero, supero al Elche en todas las facetas del juego y tuvo infinidad de ocasiones de gol. Willy Caballero, portero del equipo local, se convirtió en el héroe del encuentro. Entre las muchas ocasiones que se fueron al limbo, un gol legal mal anulado a Víctor por un fuera de juego que no existió. La Real mereció los tres puntos, pero sólo se llevó uno, lo que sacó momentáneamente al equipo donostiarra de los puestos de ascenso.
En la primera vuelta, Real Sociedad y Elche empataron a cero. Para seguir la tradición, el mejor jugador del partido fue Willy Caballero. No es que tuviera que hacer frente a un vendaval txuri urdin como un año antes en Elche, pero hizo dos intervenciones prodigiosas a sendos cabezazos de Labaka y Abreu. El uruguayo debutó aquel día con la Real y fue recibido con una gran ovación (cómo han cambiado las cosas seis meses después). El malísimo colegiado González González, sin hacer un atropello de los suyos, sí dejó sin señalar un penalti cometido sobre Agirretxe. El conjunto de Lillo no consiguió crear demasiadas situaciones de gol, pero fue el único equipo que pudo llevarse la victoria. De haberla conseguido, habría entrado en puestos de ascenso. Pero ésta fue una nueva oportunidad perdida para dar el salto de calidad necesario para soñar con el ascenso. Entonces todavía había esperanza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario