La Real nunca consiguió hacer de su propio estadio el fortín necesario para subir a Primera División. Nada menos que 30 puntos (el año pasado fueron 27, con lo que se puede concluir que es un problema conocido que está más lejos de encontrar solución) dejó escapar jugando como local, lo que se traduce en cuatro derrotas y nueve empates. Ganar sólo ocho partidos como local entierra las opciones de cualquier. En casa, la Real sólo ha sido capaz de marcar 20 goles, menos de uno por partido. Las primeras partes han sido especialmente aburridas en este aspecto, y es que Anoeta vio un 0-0 al descanso en 13 de los 21 partidos jugados Y, para rematar esta nefasta estadística, ha sumado más puntos como visitante (34) que como local (33)
· Ni contra los de arriba, ni contra los de abajo
A la Real le fallaron las fuerzas en los enfrentamientos directos y en los duelos contra los equipos de peor nivel. Contra los tres equipos que subieron, los de Lillo apenas fueron capaces de sumar una victoria, ante el Xerez, aunque también es cierto que sólo el Tenerife fue capaz de derrotar a los realistas. Pero cuatro empates en seis partidos contra estos oponentes son demasiados, a lo que hay añadir el lastre de no tener averages a favor. Si a los tres ascendidos sumamos los dos siguientes equipos en la tabla (Hércules y Rayo), el dato es aún peor: sólo nueve puntos de 30 posibles.
Algo parecido ha sucedido con los peores equipos de la tabla. Contra los cuatro descendidos, la Real sólo fue capaz de vencer en tres de los ocho partidos jugados, ante el Alicante los dos (1-2 fuera) y el Sevilla Atlético, los dos de Anoeta por 1-0, sumando un total de trece puntos de 24 posibles. Pocos para la diferencia de nivel con respecto a estos conjuntos. La Real venció sus dos partidos de la temporada ante Las Palmas, Huesca, Alicante y Salamanca. En el otro lado de la balanza, y es un dato a destacar y aplaudir, no hay ningún equipo que venciera en ambas ocasiones a los de Lillo. Eso sí, los realistas no pudieron ganar a demasiados equipos, nada menos que ocho: Zaragoza (sí le derrotó en la Copa), Hércules, Alavés, Eibar, Tenerife, Celta, Córdoba y Rayo Vallecano.
· Cayeron dos líderes
A pesar de las malas estadísticas que presenta la Real contra los equipo de arriba, lo cierto es que logró vencer a dos equipos que se presentaron ante los realistas como líderes. En la primera vuelta el que sucumbió ante el conjunto txuri urdin fue el Salamanca (equipo que se desplomó y acabó más lejos que la Real de los puestos de ascenso), 1-0 con gol de Ansotegi en el descuento. En la segunda vuelta, el Xerez (que terminó ascendiendo como campeón de la categoría) sufrió una severa derrota en casa ante la Real por 1-3, los tres tantos anotados por Abreu, los tres a pase de Marcos.
· Bravo, Zamora de Segunda
La mejor noticia individual que deja la temporada es que el portero titular de la Real, Claudio Bravo, se proclamó Zamora de Segunda junto con el meta del Rayo Vallecano, Cobeño. Ambos comparten coeficiente, 0,88 goles por partido jugado, aunque el realista jugó sólo 32 partidos y el rayista 40. Nunca antes un portero txuri urdin había sido el menos batido en su paso por la Segunda División, y en la máxima categoría del fútbol español sólo Luis Arconada se había alzado con este galardón, en tres ocasiones consecutivas (79-80, 80-81 y 81-82), una racha que ningún portero ha conseguido igualar nunca.
· Doce goleadores diferentes
Hasta doce realistas han marcado al menos un gol. Y es sintomático que haya catorce jugadores de campo que han disputado más minutos que los dos máximos goleadores del equipo, Abreu (11) y Agirretxe (8). Ha pesado demasiado la escasez de aportación, apenas cinco goles en total, de dos de los delanteros del equipo, aunque los motivos de uno y otro han sido bien distintos (Díaz de Cerio por lesión, Necati por falta de efectividad). Con estas cifras tan bajas, es lógico que ningún realista haya luchado por el Pichichi de Segunda, premio que logró el tinerfeñista Nino con 29 tantos.
A pesar de las malas estadísticas que presenta la Real contra los equipo de arriba, lo cierto es que logró vencer a dos equipos que se presentaron ante los realistas como líderes. En la primera vuelta el que sucumbió ante el conjunto txuri urdin fue el Salamanca (equipo que se desplomó y acabó más lejos que la Real de los puestos de ascenso), 1-0 con gol de Ansotegi en el descuento. En la segunda vuelta, el Xerez (que terminó ascendiendo como campeón de la categoría) sufrió una severa derrota en casa ante la Real por 1-3, los tres tantos anotados por Abreu, los tres a pase de Marcos.
· Bravo, Zamora de Segunda
La mejor noticia individual que deja la temporada es que el portero titular de la Real, Claudio Bravo, se proclamó Zamora de Segunda junto con el meta del Rayo Vallecano, Cobeño. Ambos comparten coeficiente, 0,88 goles por partido jugado, aunque el realista jugó sólo 32 partidos y el rayista 40. Nunca antes un portero txuri urdin había sido el menos batido en su paso por la Segunda División, y en la máxima categoría del fútbol español sólo Luis Arconada se había alzado con este galardón, en tres ocasiones consecutivas (79-80, 80-81 y 81-82), una racha que ningún portero ha conseguido igualar nunca.
· Doce goleadores diferentes
Hasta doce realistas han marcado al menos un gol. Y es sintomático que haya catorce jugadores de campo que han disputado más minutos que los dos máximos goleadores del equipo, Abreu (11) y Agirretxe (8). Ha pesado demasiado la escasez de aportación, apenas cinco goles en total, de dos de los delanteros del equipo, aunque los motivos de uno y otro han sido bien distintos (Díaz de Cerio por lesión, Necati por falta de efectividad). Con estas cifras tan bajas, es lógico que ningún realista haya luchado por el Pichichi de Segunda, premio que logró el tinerfeñista Nino con 29 tantos.
· Muchos goles en los cinco últimos minutos
Los finales de partido esta temporada han sido de todo menos tranquilos. Además de ser la Real un equipo de marcadores cortos, hasta en doce partidos se registró algún gol en los últimos cinco minutos. Y la estadística, al final, ha sido más pareja de lo que pareció en algún momento de la temporada, en el que se le fueron demasiados puntos a los realistas. Los de Lillo consiguieron nueve puntos con algún gol en esos cinco minutos decisivos, deshaciendo las tablas que campeaban en el marcador ante Salamanca, Albacete (estos dos en Anoeta) Nastic y Elche (como visitantes), y logrando la igualada en Tenerife. Por el contrario, a los realistas se les escaparon diez puntos en ese tramo final de los encuentros, con las derrotas ante el Castellón en Anoeta, Albacete y Murcia (que le anotó sus dos goles al final), y los empates en Córdoba y Rayo y Zaragoza en San Sebastián.
· 29 jugadores utilizados
A pesar de lo corta que era la plantilla que inició la temporada, Lillo acabó utilizando a 29 jugadores, ocho de ellos con ficha del filial (contando entre ellos a Agirretxe, que se convirtió en jugador de la Real a todos los efectos menos en la ficha tras la lesión de Díaz de Cerio). Debutaron con la camiseta del primer equipo los potrillos Eizmendi, Ramírez, Ros, Sio y Zurutuza, además de Zubikarai, que ya tenía ficha de Segunda aunque no había disputado un solo minuto con el equipo antes de esta temporada. Otros cuatro canteranos fueron convocados en algún partido pero no llegaron a debutar (Camaduro, Iturrioz, Esnaola e Illarramendi). El jugador más utilizado ha sido Mikel Labaka, con 3.127 minutos repartidos en 35 partidos, todos ellos como titular. El menos visto, Boukary Dramé, que apenas jugó 180 minutos repartidos en un encuentro de Liga y otro de Copa.
· Más penaltis y expulsiones en contra
Lo del arbitraje este año ha sido terrorífico, incluso con las frías estadísticas en la mano y sin tener en cuenta la justicia de lo pitado (si nos atuviéramos a eso, la estadística a publicar es el imposible e hipotético dato de los puntos perdidos, más de diez según todas las cuentas). A la Real le han señalado en contra seis penaltis y todos ellos fueron transformados. Es curioso que cuatro de los cinco primeros clasificados tuvieran penas máximas a favor jugando contra el equipo txuri urdin (Tenerife, Zaragoza, Hércules en los dos partidos y Rayo). Bravo detuvo el que le lanzó el Hércules en Alicante, pero se mandó repetir sin motivo y entonces sí acabó en gol. A favor sólo ha tenido cuatro, y uno de ellos lo falló Abreu ante el Nastic. El uruguayo marcó dos (Las Palmas y Celta) y el otro lo anotó Xabi Prieto (Murcia).
Los finales de partido esta temporada han sido de todo menos tranquilos. Además de ser la Real un equipo de marcadores cortos, hasta en doce partidos se registró algún gol en los últimos cinco minutos. Y la estadística, al final, ha sido más pareja de lo que pareció en algún momento de la temporada, en el que se le fueron demasiados puntos a los realistas. Los de Lillo consiguieron nueve puntos con algún gol en esos cinco minutos decisivos, deshaciendo las tablas que campeaban en el marcador ante Salamanca, Albacete (estos dos en Anoeta) Nastic y Elche (como visitantes), y logrando la igualada en Tenerife. Por el contrario, a los realistas se les escaparon diez puntos en ese tramo final de los encuentros, con las derrotas ante el Castellón en Anoeta, Albacete y Murcia (que le anotó sus dos goles al final), y los empates en Córdoba y Rayo y Zaragoza en San Sebastián.
· 29 jugadores utilizados
A pesar de lo corta que era la plantilla que inició la temporada, Lillo acabó utilizando a 29 jugadores, ocho de ellos con ficha del filial (contando entre ellos a Agirretxe, que se convirtió en jugador de la Real a todos los efectos menos en la ficha tras la lesión de Díaz de Cerio). Debutaron con la camiseta del primer equipo los potrillos Eizmendi, Ramírez, Ros, Sio y Zurutuza, además de Zubikarai, que ya tenía ficha de Segunda aunque no había disputado un solo minuto con el equipo antes de esta temporada. Otros cuatro canteranos fueron convocados en algún partido pero no llegaron a debutar (Camaduro, Iturrioz, Esnaola e Illarramendi). El jugador más utilizado ha sido Mikel Labaka, con 3.127 minutos repartidos en 35 partidos, todos ellos como titular. El menos visto, Boukary Dramé, que apenas jugó 180 minutos repartidos en un encuentro de Liga y otro de Copa.
· Más penaltis y expulsiones en contra
Lo del arbitraje este año ha sido terrorífico, incluso con las frías estadísticas en la mano y sin tener en cuenta la justicia de lo pitado (si nos atuviéramos a eso, la estadística a publicar es el imposible e hipotético dato de los puntos perdidos, más de diez según todas las cuentas). A la Real le han señalado en contra seis penaltis y todos ellos fueron transformados. Es curioso que cuatro de los cinco primeros clasificados tuvieran penas máximas a favor jugando contra el equipo txuri urdin (Tenerife, Zaragoza, Hércules en los dos partidos y Rayo). Bravo detuvo el que le lanzó el Hércules en Alicante, pero se mandó repetir sin motivo y entonces sí acabó en gol. A favor sólo ha tenido cuatro, y uno de ellos lo falló Abreu ante el Nastic. El uruguayo marcó dos (Las Palmas y Celta) y el otro lo anotó Xabi Prieto (Murcia).
En cuanto a las expulsiones, la Real sufrió nueve, y no es exagerado decir que la mayoría de ellas fueron injustas. Para colmo de males, dos de ellas se produjeron en el tiempo de prolongación (las dos a Marcos), otra con el partido ya finalizado (Moha, ante el Zaragoza en Anoeta) y una más con el jugador en el banquillo (Carlos Martínez ante el Eibar). Es como para estudiar este fenómeno. En total, la Real jugó 154 minutos con un jugador menos, aunque esto apenas tuvo una factura en cuanto a puntos. Sólo perdió dos, los que se quedaron en el camino ante el Rayo al transformar el equipo madrileño el penalti que supuso la roja para Markel. En el otro lado, la Real se benefició de ocho expulsiones rivales y sí consiguió sacar tajada de ello, nada menos que siete puntos (tres ante el Salamanca y Córdoba y uno ante el Celta). Sólo tuvo 145 minutos en superioridad, veinte de ellos contra nueve jugadores del Celta.
· Dos jornadas en ascenso
La Real sólo estuvo entre los tres mejores tras la disputa de dos jornadas, y ambas al comienzo de la temporada. Tras vencer en la tercera jornada al Murcia, el equipo de Lillo se colocó tercero. Una semana después, con el empate en Alicante ante el Hércules se alcanzó la segunda posición. Nunca más regresó al trío de cabeza. La puntuación final de la Real alcanzó los 67 puntos, uno menos que la pasada temporada. No obstante, el ascenso quedó mucho más lejos, a 14 puntos, por los cuatro que le sacaron Sporting y Málaga hace un año. Y es que se ha igualado el récord de puntuación logrado en la temporada 06-07 por los tres equipos que ascendieron (Valladolid, Almería y Murcia). Entre los tres sumaron 244 puntos, los mismos que han logrado este año Xerez, Tenerife y Zaragoza. Y nunca antes se había quedado sin ascender un equipo con tantos puntos, el Hércules, con 78. La anterior marca era del Atlético de Madrid con 74.
· Poca estrategia
No ha sido un año pródigo en goles de estrategia, ni a favor ni en contra, aunque esta estadística es perjudicial para el equipo txuri urdin. La Real anotó dos goles de falta directa (ambos marcados por Sergio) y dos al rematar una falta (ambos de Labaka), lo que ayudó a conseguir ocho puntos. Por el contrario, la Real encajó tres goles de falta directa (Nastic, Albacete y Córdoba), otros dos en jugada de estrategia (el Córdoba, auténtica bestia negra de la Real este año en este apartado del juego, tras un saque de banda en su campo, y en Xerez) y tres más en córners (los dos que le anotó el Alavés en Mendizorroza y el primero del Rayo en Vallecas). Trece puntos volaron de esta forma.
· Dos jornadas en ascenso
La Real sólo estuvo entre los tres mejores tras la disputa de dos jornadas, y ambas al comienzo de la temporada. Tras vencer en la tercera jornada al Murcia, el equipo de Lillo se colocó tercero. Una semana después, con el empate en Alicante ante el Hércules se alcanzó la segunda posición. Nunca más regresó al trío de cabeza. La puntuación final de la Real alcanzó los 67 puntos, uno menos que la pasada temporada. No obstante, el ascenso quedó mucho más lejos, a 14 puntos, por los cuatro que le sacaron Sporting y Málaga hace un año. Y es que se ha igualado el récord de puntuación logrado en la temporada 06-07 por los tres equipos que ascendieron (Valladolid, Almería y Murcia). Entre los tres sumaron 244 puntos, los mismos que han logrado este año Xerez, Tenerife y Zaragoza. Y nunca antes se había quedado sin ascender un equipo con tantos puntos, el Hércules, con 78. La anterior marca era del Atlético de Madrid con 74.
· Poca estrategia
No ha sido un año pródigo en goles de estrategia, ni a favor ni en contra, aunque esta estadística es perjudicial para el equipo txuri urdin. La Real anotó dos goles de falta directa (ambos marcados por Sergio) y dos al rematar una falta (ambos de Labaka), lo que ayudó a conseguir ocho puntos. Por el contrario, la Real encajó tres goles de falta directa (Nastic, Albacete y Córdoba), otros dos en jugada de estrategia (el Córdoba, auténtica bestia negra de la Real este año en este apartado del juego, tras un saque de banda en su campo, y en Xerez) y tres más en córners (los dos que le anotó el Alavés en Mendizorroza y el primero del Rayo en Vallecas). Trece puntos volaron de esta forma.
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