Un equipo de Primera. Eso es lo que pasó hoy por Elche. No ganó la Real, no. El partido acabó tal y como empezó. Pero no me he vuelto loco. Hoy la Real disipó cualquier duda futbolística que pudiera haber en torno a su juego. El equipo txuri urdin hizo un partido impecable en todos los aspectos. Tuvo incontables ocasiones de gol. Dominó el centro del campo como quiso y convirtió al Elche, equipo revelación de la temporada, en un invitado de lujo a un gran partido de fútbol. Un auténtico partidazo. El mejor de la temporada. No se puede hacer más sobre un terreno de juego para ganar un partido. Aunque no se gane. La de hoy de la Real fue una actuación magnífica, de Primera. Y verlo de otra forma es menospreciar la valía de este equipo. Por mucho que se fueran dos puntos. Jugando así, es seguro que no los echaremos de menos.
Sólo faltó una cosa en Elche. El gol. Y nuestro máximo goleador personifió la frustración al final. En el minuto 85, Díaz de Cerio fue sustituido. Eizmendi fue a felicitar al delantero por el partido y éste se revolvió. Estaba cabreado por fallar tal cantidad de ocasiones de gol. No quiso sentarse en el banquillo y se tiró al suelo. De pura rabia. Y es normal. Es la forma de ser del delantero. Iñigo sabe que tuvo el partido en sus botas. En muchas ocasiones. Y no marcó ninguna. Por eso estaba como estaba. "Me voy muy decepcionado conmigo mismo", admitía el delantero al final del partido. Pero esto es el fútbol. Hace una semana, con menos ocasiones, se le metieron cuatro goles a Las Palmas. Hoy, con un vendaval ofensivo e incontables oportunidades, la Real no consiguió marcar.
Y es que por increíble que parezca, la Real salió con su casillero a cero del Martínez Valero. Tuvo ocasiones de todo tipo. A balón parado. En jugada. Por las bandas. Por el centro. De todo tipo. En la primera parte y en la segunda. Y todas fueron producto del buen fútbol. "Pocas veces haremos tanto para conseguir tan poco", decía Eizmendi al final del partido, y añadía que "el portero también juega". Y jugó, desde luego que jugó el número 1 del Elche. Caballero, como ya hizo en Anoeta, se salió. Pero hoy se salió incluso más de lo que lo hizo en la primera vuelta. Hizo paradas de todo tipo y salvó un punto para su equipo. Ese fue el único punto débil de la Real, el portero del Elche. Bueno, hubo otro punto débil, los asistentes del árbitro, que privaron a los de Eizmendi de numerosas jugadas de ataque y de un gol legal que anotó Víctor y que no subió al marcador.
Dos puntos débiles que no empañan en nada la actuación del equipo hoy. Riesgo estuvo segurísimo en las escasísimas jugadas en las que tuvo que intervenir. La defensa, con algún pequeño desajuste (y por sorprendente que parezca, Mikel González, en una temporada espectacular que está haciendo, fue quien cometió el error más notable), mostró categoría. Castillo subió mucho y bien. Dentro de ese mediocentro de Champions, Aranburu (hoy el mejor de largo) dio una lección de fútbol en todos sus aspectos, en el corte de balón, en sacarlo jugado, en llegada al área, en todo. Víctor estuvo muy activo y, como decía, anotó un gol legal que el árbitro no concedió. Díaz de Cerio lo intentó todo y Xabi Prieto, salvo en un final en el que se le vio físicamente muerto, participó en muchas de las jugadas de peligro con la enorma clase que tiene en su pierna derecha.
"Si hubiera entrado el primero, seguro que después habrían entrado tres o cuatro", dijo Xabi Prieto. Y es verdad. La Real juega al fútbol de maravilla, como quizá no hubiéramos sido capaces de imaginar hace no tanto tiempo. Y aunque el conjunto txuri urdin se cae de esa tercera plaza, nada se ha perdido más allá de dos puntos que merecía sin duda alguna. El Sporting recupera la tercera posición con los mismso 42 puntos que tiene la Real, pero con mejor gol average general (en Anoeta ganaron 0-1, la Real tiene que visitar El Molinón en la segunda vuelta, no dentro de muchas jornadas). Y en el lado positivo, el Celta cayó en Las Palmas por lo que pierde otro punto con respecto a la Real, que también es reseñable. La próxima semana jugarán, precisamente, frente al Elche en Balaídos.
Hace unos meses seguramente el vaso se habría visto medio vacío. Muchos se habrían quedado con que, ante un rival directo y con un partido dominado, no se pudo conseguir la victoria. Que se fallaron ocasiones clamorosas y que las echaremos de menos. Seguro. Pero hoy la lectura tiene que ser otra. La Real ha pasado por encima de un equipo que está luchando por el ascenso. La diferencia entre uno y otro conjunto fue abismal. Y el resultado fue un mal menor que, además, deja el gol average particular con los ilicitanos a favor de los realistas. No es mal dato. Yo no soy capaz de quedarme con lo malo después de ver cómo ha jugado hoy la Real. Porque es imposible que un equipo que juega así no suba a Primera División. Yo, hoy, no tengo dudas de que la Real estará entre los tres primeros en junio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario