Tres minutos. No hace falta más. Esa es la inmensa grandeza del fútbol. En sólo tres minutos se pasa del infierno al cielo, de la desesperación a la alegría, del final de un sueño a vivirlo con más fuerza que nunca. Después de una primera parte sin apenas ocasiones, sin apenas fútbol por parte de la Real, el gol del Hércules mataba la ilusión. Por completo. Y en Anoeta no se veían señales de que, a estas horas, pudiera escribir con alegría sobre este partido. Sólo tres minutos han hecho falta para cambiar el estado de ánimo de nuestras caras y de nuestros corazones. Tres minutos, un instante. El que ha pasado entre el gol de Delibasic, el del empate, y el de Fran Mérida, el de la victoria. Porque la Real hoy ha ganado. Era ganar o ganar. Y ha ganado. Sufriendo lo indecible. Pero se quedan tres puntos en el casillero de la Real en una jornada en la que no valía otro resultado.
Y no valía más que ganar porque, una semana más, los rivales en esta carrera por el ascenso le siguen dando muchas oportunidades a la Real. Ayer el Sporting se dejó dos puntos en casa y el Tenerife perdía los mismos en el útlimo minuto. Hoy el Castellón ha empatado también en casa y el Málaga perdió en Soria. El Sporting, en realidad el ascenso, se queda a un punto más el gol average particular. A lo largo de la tarde lo hemos visto a cuatro, más el average. Hemos pasado de estar a un mundo a estar tocando el objetivo con la punta de los dedos. Y sólo tres minutos han marcado la diferencia. ¿Ha sido la fe? ¿Ha sido el corazón? ¿Ha sido el carácter? Seguro que todo eso ha contado, pero que nadie dude que la suerte, tan esquiva otros días con la Real, ha tenido mucho que ver en el resultado final de hoy.
Lo más importante del resultado de hoy es que se ha roto la dinámica negativa que marcaban las tres últimas derrotas y se ha dejado atrás una semana complicadísima (otra más en una temporada tremendamente convulsa), en la que se ha vivido un nuevo cambio de entrenador y se ha hablado demasiado de la baja de algunos jugadores. Delibasic, de hecho, ha celebrado su gol con alusiones claras a la posibilidad de darle la baja para traer a Zigic. No ha sido el mejor gesto para animar a la grada de Anoeta a seguir animando en busca de los tres puntos ("ni para aficionados, ni para periodistas", decía el realista sobre su gesto al final del partido, que, explicaba, iba para su mujer y su hija aunque no todo el mundo lo verá así), y sobre todo teniendo en cuenta que el delantero realista ha fallado al final una ocasión clamorosa que, afortunadamente, no ha tenido consecuencias en el resultado. Pero sólo han pasado tres minutos y no ha habido tiempo para la reflexión. Sólo para el corazón.
Juan Manuel Lillo debuta en la Real con victoria pero con muchas dudas en el juego. Obviamente, dudas que no se le pueden achacar a él, porque en tres días no se puede crear una máquina de crear fútbol donde no la había, y menos en una dinámica derrotista como la que traía la Real en el último mes. Pero parece lógico pensar que el agarrotado juego de la primera media hora se ha debido al intento de implantar cosas nuevas. Luego la Real ha cumplido con el papel que se le suponía y ha ejercido un dominio del balón casi abrumador. Pero con el mismo mal de toda la temporada: muy pocas ocasiones de gol y no demasiado claras. Y a eso hay que añadir otro matiz, que también está provocando demasiado sufrimiento en la grada de Anoeta durante toda la campaña, la nula capacidad de generar ocasiones a balón parado.
Esto último no deja de ser paradójico por un matiz, y es por eso que digo que la Real hoy se ha amparado en la suerte para poder cerrar la tarde con una sonrisa en la cara. El gol de la victoria, el de Fran Mérida, ha llegado en un corner. Pero era el 13º que sacaba el equipo txuri urdin. Hasta entonces, sólo se había rematado uno con claridad y ni siquiera a puerta. Hasta entonces, los encargados de ejecutar esos lanzamientos habían sido Martí y Nacho. El corner que ha dejado los tres puntos en San Sebastián no lo ha sacado ninguno de estos dos jugadores. Ha sido Xabi Prieto. Y por eso es suerte, buena suerte por fin. Porque la Real no tenía en los corners su mejor arma ofensiva y porque el autor del corner ganador no ha sido el habitual del partido. Suerte. Sí, la que también ha faltado otros días.
Lillo tiene mucho trabajo, en cualquier caso, porque el sufrimiento para ganar ante un equipo que ha marcado prácticamente su única llegada a la portería de Riesgo es un claro motivo para la reflexión. El balón lo ha tenido, pero la posesión hay que traducirla en ocasiones de gol más numerosas y claras y, además, en un cierre defensivo más contundente. Lillo echó en falta movilidad, y quizá el damnificado para la próxima semana sea un Víctor que no termina de recuperar el nivel de sus primeros partidos en la Real. El fue el elegido hoy, Díaz de Cerio y Deli empezaron en el banquillo, y es probable que sea un cambio para la próxima semana. Fran Mérida ha tenido el protagonismo que se le suponía con Lillo, participando en muchas de las jugadas de ataque de la Real y marcando el gol del triunfo. Fundamental es el papel de Martí, muy buen partido y asistencia a Delibasic en el gol, y también el de Xabi Prieto. Que sacara el corner de la victoria puede verse sólo como una anécdota, pero es indudable que el fútbol de la Real crece cuando el donostiarra está enchufado en los partidos.
El entrenador ha visto una Real superior, de la que ha destacado su alma, entereza y madurez para remontar el partido cuando se puso cuesta arriba. Le ha podido la sinceridad cuando ha hablado del gol de la victoria. "No me voy a poner medallas que no me corresponden, la han metido con lo que han podido", explicó, preguntando incluso si finalmente había sido Fran Mérida el autor del tanto. Lillo ha debutado en el banquillo de la Real con victoria y demostrando "un sentimiento de orgullo de entrenar a estos chavales", algo que, añadió, "ya había visto con los seis jugadores que se quedaron sin convocar". Un reconocimiento más al vestuario realista, que es, sin duda, la mejor arma que esta Real tiene para buscar el ascenso.
Y hay otro matiz a comentar, otro que no me cansaré de recordar porque el tema empieza a ser, como poco, complejo. Hoy, con 0-0 en el marcador, hay una doble jugada en el interior del área herculana que debió ser señalada como penalti. Primero a Víctor y después a Martí. Y la jugada se saldó con tarjeta amarilla al 14 realista. Eso, sumado a lo que hemos visto en carne propia en las últimas semanas y sumado a lo que el árbitro de ayer en Gijón (el mismo que perpetró el destrozo de hace una semana ante el Rácing de Ferrol) le dijo a los jugadores del Nastic sobre dos jugadas polémicas ("es que el Sporting se está jugando mucho", según han denunciado los jugadores tarraconenses), vuelve a dejar un panorama arbitral muy preocupante. Y ya estamos en el periodo decesivo de la temporada, en el que cuenta hasta el más mínimo detalle. "Si nos los dejan para otros días que los necesitemos más...", decía Lillo de los penaltis no pitados de hoy. Ojalá acierte, pero no tiene esa pinta, no...
El futuro pasa ahora por Vigo. La ciudad que vio a la Real perder una Liga debe ponernos de nuevo en la senda del ascenso. El Celta, con su derrota de ayer, se ha quedado casi sin opciones de volver a Primera (está a ocho puntos del conjunto txuri urdin y a nueve del Sporting). Será un partido bonito, en una ciudad hermosa a la que volver y en la que reencontrarse con una afición fabulosa. Para la Real es una gran oportunidad de volver a los puestos de ascenso, ya que los dos equipos que le preceden en la tabla, Málaga (seis puntos por encima) y Sporting juegan entre sí. Tenerife y Elche también tienen duelo directo en las islas y el Castellón visita a este correoso Hércules que tantos problemas nos ha dado hoy. Vamos a Vigo a ganar y a soñar. Ojalá esta vez el sueño no se rompa.
3 comentarios:
...y ahora ganar a Celta!!!
Aupa Real desde Roma
...y ahora ganar al Celta!!!
Aupa Real desde Roma
acabo de llegar de anoeta y pensaba ver otro titular:asi no queremos ganar.
Esto no es mas que pan para hoy y hambre para mañana, y diria que la real ha jugado con diferencia el peor partido de la temporada, en la que por mucho que se empeñe el sporting y el resto de candidatos al ascenso, jugando asi no vamos a ninguna parte.
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