Era el 25 de mayo de 2002. Hacía sólo seis días que la Real había ganado en Anoeta al Recreativo de Huelva y recuperado el liderato en la clasificación. De Primera División, por si alguien lo dudaba. El sueño de volver a ganar una Liga no sólo era posible, sino que estaba cerca, muy cerca. Estaba a cuatro partidos vista. Y el primero de ellos fue en Málaga. La Real llegó allí presionada. El Real Madrid había ganado en Valencia y estaba dos puntos por encima con un partido más. La victoria era imprescindible.
El partido empezó movido. El Málaga tuvo ocasiones claras en la primera parte. Más que la Real. El partido fue polémico. Se pidió algún penalti, se perdonó la expulsión de un Romero que no dejaba de hacer faltas. Y un mal árbitro al final se cobró esa deuda expulsando a Sandro, un jugador que no lo merecía. Mucho lío para un partido con olor a final para el equipo txuri urdin. No ganar suponía dar demasiada ventaja al Madrid. Y aquella Real vestida de rojo se encomendó a la calidad de sus jugadores y, por qué no decirlo, a la suerte del campeón. El campeón que al final fue para todos salvo para la clasificación.
En el minuto 78, Aitor López Rekarte hace un jugadón por la banda derecha. Porque era cuando Rekarte todavía hacía jugadones por su banda. Llega a la línea de fondo y pica el balón hacia el punto de penalti. Allí aparece Gabilondo, que conecta un espectacular e imparable cabezazo. Gol. Y media Liga, tal y como deja entrever la celebración del banquillo. Diez minutos después, Bjorn Tore Kvarme, el mejor del partido, arranca desde la defensa, llega al campo del Málaga y cruza el balón para Darko Kovacevic, que recorta hacia dentro y salva la salida del portero picándole el esférico por encima. Gol. 0-2. Victoria. Media Liga. Sólo media, qué rabia al final.
Málaga ya nos enseñó cuál era el camino del éxito cuando más bonito fue seguir a este equipo. Aquel año, la Real salió victoriosa de la ciudad andaluza, aunque aquel año no se consiguió el objetivo. Este año las cosas han cambiado. Cuánto han cambiado... Pero Málaga vuelve a estar en el camino del éxito. Que nos lo vuelva a enseñar y, esta vez sí, que se consiga el objetivo.
1 comentario:
Partido de nefasto recuerdo personal por la nocturnidad y alevosía del árbitro para con el Málaga. Sin embargo de buen recuerdo para vosotros. Ese era vuestro año, la verdad es que hicísteis más méritos que el Madrid para llevaros esa liga. Una pena.
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