Vive la Real condenada a no pensar más allá del partido del siguiente fin de semana (sábado, 20.00 horas, La Rosaleda; ETB, Canal Sur, Telemadrid-La Otra y Televisión pública de Asturias). "Málaga, Málaga, Málaga", como ha dicho Juan Manuel Lillo en su rueda de prensa semanal, de la misma forma que hace seis días era "Nastic, Nastic, Nastic" y antes "Celta, Celta, Celta". Quedan ocho semanas y los cálculos más allá del siguiente partido parecen prohibidos. Sólo hay que pensar en ganar y sumar de tres en tres. Lillo todavía no ha perdido con la Real, pero no ha conseguido todavía ser el revulsivo que Badiola le pidió que fuera al darle el puesto de Eizmendi. Si Málaga no es una final, tiene muchas cosas que hacen que lo parezca. La victoria es más que necesaria.
Lillo repetirá uno de los esquemas que ya ha utilizado, pero volverá a hacer variaciones en el once titular, aunque se desconocen todavía cuáles. Lo que está claro es que apostará por un partido controlado y eso hace que parezca más que probable que mantenga el trivote formado por Garitano, Martí y Aranburu. Los entrenamientos han dejado entrever que el sistema se parecerá más al de Vigo que al que opuso al Nastic en Anoeta. Eso quiere decir que habrá extremos más claros. Gari Uranga podría ocupar el derecho y Nacho el izquierdo. Si esto fuera así, el sacrificado sería Fran Mérida, que en Vigo jugó algo escorado a la izquierda.
La defensa, a priori, no sufrirá cambios. Lillo sorprendió la pasada semana al colocar como titular a Gerardo y sentar a Carlos Martínez, y esta vez ha dejado al bravo lateral diestro directamente en San Sebastián. El relevo que ha entrado en la convocatoria es Estrada. Castillo, en gran estado de forma, parece inamovible. Y para el centro de la defensa, aunque Labaka y Mikel González tienen muchas papeletas de ser los titulares, Ansotegi ha entrado en la lista en lugar de Larrea. Donde sí parece seguro que habrá cambios será en la delantera, donde se jugará con sólo un hombre. Delibasic podría ser el elegido por primera vez desde que Lillo es entrenador de la Real (no juega de inicio desde la jornada 23, en Anoeta ante el Eibar) y sentar así al Pichichi del equipo, Díaz de Cerio.
Para la prueba más dura (reaccionar a una racha de una victoria en los últimos seis encuentros), la Real ha encontrado el escenario más difícil. El Málaga es segundo en la tabla con ocho puntos más que el conjunto txuri urdin, y ha cimentado su buena marcha liguera en un arranque arrollador (ocho victorias en los primeros nueve partidos, 27 de los 61 puntos que tiene) y una gran solvencia como local. Sólo ha ganado allí el líder, el Numancia, pero es que ocho de los 16 equipos que han pasado ya por La Rosaleda no fueron capaces siquiera de marcar un solo gol. Por contra, el Málaga ha marcado en 14 de esos 16 partidos. Y la Real no es precisamente un equipo con facilidad para anotar goles. Por eso Lillo ha incidido durante la semana en la faceta rematadora. No prevé un partido de muchas ocasiones y sabe que la efectividad será fundamental para ganar.
Tras la decepción que supuso perder dos puntos con respecto al Sporting, lo mejor es que la Real sigue a tiro de los puestos de ascenso. Una victoria en Málaga permitiría a los de Lillo dormir en tercera posición y a cinco puntos del Málaga (y con el average ganado, algo que podría cobrar mucha importancia si se consigue meter al equipo andaluz en hipotéticos empates). Eso obligaría a los gijoneses a ganar en Cádiz el domingo a las 17.00 para mantener su posición de privilegio. Una derrota de la Real y una victoria del Sporting no sentenciaría el ascenso, pero sería un durísimo mazazo para el equipo txuri urdin, del que habría que ver si es capaz de recuperarse. Habrá que tener también un ojo en los partidos que disputan el Castellón en casa contra el Poli Ejido y el Elche en Vitoria frente al Alavés.
La estadística de la Real en Málaga no es especialmente buena, pero hay que diferenciar etapas y divisiones. En Segunda, sólo ha habido dos enfrentamientos, y ambos se saldaron con victoria local, 4-2 en la temporada 46-47 y 3-1 en la 48-49. En Primera, y con la denominación de Club Deportivo Málaga, la Real visitó la ciudad andaluza en 18 ocasiones y apenas pudo empatar en cuatro y ganar en tres, la última de ellas precisamente en el último de los partidos disputados, en la temporada 89-90, 0-2 con tantos de Mentxaka y Aldridge. Con el nombre actual de Málaga Club de Fútbol, la Real ha visitado La Rosaleda en siete ocasiones, y aquí el balance es mucho más parejo: tres victorias (la última de ellas, el 1-5 de la temporada 2004-2005), tres derrotas y un empate.
El equipo txuri urdin visitó Málaga por última vez en partido liguero en la temporada 2005-2006. Y perdió de forma contundente y algo inexplicable. En un partido malo, más o menos controlado por el once de Amorroru (que, por cierto, no presentó ni un solo jugador extranjero e el equipo titular por primera vez desde 1995), la Real acabó encajando tres goles en apenas 15 minutos, los que van del 61 al 76. El gol de De Paula en el minuto 80 sólo sirvió para maquillar levemente una derrota muy difícil de entender. Aquel día hasta dos realistas actuales vestían la camiseta del Málaga, Gerardo (como se puede ver en la foto) y Nacho.
La pasada temporada, a pesar de que el Málaga estaba en Segunda y la Real en Primera, hubo enfrentamiento entre ambos equipos, en esta ocasión en partido de Copa del Rey. La Real salió humillada de La Rosaleda, por el Málaga y por el árbitro, Rubinos Pérez. Ganaba el equipo txuri urdin 0-1 y parecía que iba a rompar la maldición copera que ronda a este conjunto desde hace ya demasiados años. Pero, al filo del descanso, Rubinos validó el gol del empate, ignorando una clarísima falta previa, y expulsó a Rekarte y Novo en apenas dos minutos. En la segunda parte, el Málaga anotó tres goles más gracias a esa superioridad numérica. En la vuelta, la Real salió dispuesta a remontar, pero otro gol ilegal, con la Real volcada y a un solo gol del objetivo, tumbó la pírrica ilusión de pasar de ronda. El 2-1 final de Anoeta fue insuficiente para remontar el 4-1 de Málaga.
El partido de ida es uno de los pocos que permanecerán en la retina de los aficionados cuando finalice esta tristísima temporada en Segunda División. El Málaga llegó a Anoeta como líder y dejó hechuras de buen equipo. Tanto es así, que uno de los más destacados de la Real fue Asier Riesgo, providencial en ese tramo de la campaña. Pero aquel día el equipo txuri urdin sí sacó a relucir su calidad. Aranburu marcó el primer gol a los ocho minutos, aprovechando el rechace de un córner y Carlos Martínez sentenció a poco más de un cuarto de hora para el final, con un precioso gol de cabeza en plancha, aprovechando una pillería de Xabi Prieto. Aquella Real jugó casi todo el partido con diez jugadores de Zubieta más Delibasic. Sin duda, el mejor recuerdo que Chris Coleman se llevó de San Sebastián y una demostración de que esta Real puede aspirar a cotas más altas.
(Nota: La crónica del partido se publicará el lunes, ya que viajo a Málaga para ver el partido en directo. Como siempre que acudo a un estadio, la crónica estará acompañada de fotos realizadas durante el encuentro)
3 comentarios:
...a ganar!!! Aupa Real!!!
Ya nos queda menos, asi que ahora más que nunca y desde el paraiso caluroso AUPA ERREALA.
PD. Juan te podría pedir un día un gol de la Real que tengo en mente, para tu apartado de grandes goles?.
Claro que sí, Iván, lo que quieras. Si tengo imágenes, no dudes que lo pondré. Dime qué gol es en un comentario en el blog o enviándome un mail a la dirección que aparece en mi perfil, lo que prefieras.
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