En Inglaterra, forzar un córner se celebra en la grada como si fuera medio gol. En Anoeta no, al menos desde hace unos cuantos años. La sensación es clara: un córner en contra es peligroso, un córner a favor no lo es. No hay más que pulsar el sentir de la grada de Anoeta ante estas jugadas. Debido al continuo baile de entrenadores de los últimos tiempos, es una auténtica utopía poder analizar los datos de la Real en estas jugadas. Sólo en las últimas tres temporadas, incluyendo la presente, la Real ha tenido nada menos que ocho entrenadores. Imposible saber quién entre ellos cuidaba la estrategia y quién no. Pero lo que está claro es que en esos tres años los datos que ofrece el conjunto txuri urdin son, como poco, contradictorios, pasan de la normalidad de hace dos años a la mediocridad del pasado, para acabar instalados en la más absoluta incógnita de la presente temporada.
En la temporada 2005-2006, en la que pasaron por el banquillo realista José Mari Amorrortu, Gonzalo Arconada y José Mari Bakero, la Real anotó tres goles en jugada de córner y encajó sólo cuatro. Estos datos son más o menos normales, buenos incluso si tenemos en cuenta que el equipo que más goles de córner anotó fue el Barcelona y fueron apenas cuatro. También hay que tener en cuenta que la Real fue el sexto equipo que más córners tuvo que defender y el porcentaje de acierto de los rivales fue escaso. Sin ser la mejor arma de la Real, lo cierto es que la pizarra servía, tanto defensiva como ofensivamente.
Pero en la siguiente campaña, la del descenso, todo se torció en este aspecto, como en tantos otros. Y se torció muchísimo. Sólo se anotó un gol (fue en la última jornada ante el Valencia), y eso que se sacaron un total de ocho córners más que en la temporad anterior. A los malos datos ofensivos hay que sumar los defensivos. Fueron seis los goles encajados en estas jugadas de estrategia. El descenso de la efectividad es claro, ya que los datos de las temporadas 05-06 y 06-07 son bastante comparables por la situación clasificatoria en la que se movió la Real, luchando en ambos casos por seguir en Primera División.
Y así llegamos a Segunda, donde ese parámetro cambia pero la sensación de la grada no. El mejor ejemplo del sentimiento realista ante un córner se vivió el domingo en Anoeta. Los primeros 80 minutos fueron un continuo querer y no poder en este tipo de jugadas. Hasta doce córners sacaron los jugadores realistas, todos ellos entre Martí y Nacho. Y nada de nada. No había forma, no ya de marcar un gol, sino siquiera de rematar uno sólo de los centros que ponían en el área los dos jugadores fichados en el mercado de invierno. Pero el dato al final del partido sólo cabía entenderlo como contradictorio, porque en el córner número 13, el único que sacó Xabi Prieto, llegó el gol de la victoria en el partido frente al Hércules. Y en una jugada, además, ensayada en Zubieta, como han reconocido durante la semana tanto Juan Manuel Lillo como Fran Mérida, autor del tanto.
En lo que llevamos de esta temporada, la Real ya ha marcado siete goles en jugadas de córner. Obviamente, para analizar ese dato hay que tener en cuenta la variable clasificatoria. Un equipo de la parte alta siempre tendrá más jugadas de este estilo que uno de la parte baja, a pesar de que (y es lo malo de estar en Segunda) no hay una cifra total a comparar en las estadísticas que ofrecen los medios de comunicación. Pero también es importante resaltar que de esos siete goles a favor, sólo tres han llegado en primera jugada (Garitano en Córdoba y en Anoeta ante el Xerez, y el de Mérida del domingo pasado), mientras que los otros cuatro han sido rechaces. Cuatro son los goles que ya ha encajado la Real en córners, una cifra demasiado alta para un equipo que se encuentra entre los menos goleados de la categoría (el cuarto, sólo detrás de Numancia, Málaga y Castellón).
Lillo tuvo suerte en su debut, ya que se marcó en un córner cuando no se había llevado ningún peligro en estas jugadas a lo largo de todo el partido. Pero ahora tiene mucho trabajo por delante. No es de recibo que un córner no se convierta, aunque sea ocasionalmente, en una jugada de peligro, en un remate a puerta. Incluso en un gol. Que en Segunda la estrategia vale mucho más y da muchísimos puntos, unos puntos que ya son demasiado vitales como para dejarlos escapar.
(La foto es del partido del pasado domingo y fue tomada, una vez más, por Tati, amiga y lectora de este blog. Muchas gracias por la imagen)
1 comentario:
Hola!
Me encanta este blog ;)
Me gustaría comentar, que, además, dlos 5 o primeros 6 córners los sacaron al revés, Nacho y Martí cada uno en el lado contrario, imagino que por alguna razón táctica que no conseguí entender, ya que todos esos balones se fueron pasadísimos del segundo palo y no sacamos petróleo de ninguno -vamos que nadie esperaba allí ese balón-. Ya hacia el sexto córner volvieron a la normalidad.
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