¿Afrontará la Real una noche de urgencias (domingo, 21.30 horas, Anoeta, Canal + Liga 2, PPV)? Jugará sabiendo lo que habrán hecho todos los equipos que están por debajo en la clasificación. Tendrá claro, por tanto, si una derrota colocaría al equipo más cerca de los puestos de descenso y ya sabemos que la presión no es el elemento que mejor ha sabido gestionar el equipo txuri urdin en los últimos años. Pero antes de jugar habrá que ver si hay otra presión añadida, la del público. Se comprobará si pasan factura las tres derrotas consecutivas, que de nuevo estemos viendo a un equipo que lo pierde todo lejos de casa y, sobre todo, la polémica originada por esos dos días de fiesta que concedió Montanier a sus jugadores y que algunos decidieron pasar en la noche madrileña. La afición realista, que es la que siempre aguanta los varapalos, juzgará si le convencieron las explicaciones que dieron el propio Montanier y Aranburu y, por qué no decirlo, su nivel de confianza en el futuro de este equipo.
Philippe Montanier ha introducido tres novedades en su lista con respecto a la expedición que regresó goleada de Madrid. Las entradas son las esperadas, las salidas algo menos. Dani Estrada regresa tras su sanción, Elustondo tras su expulsión en Granada y posterior lesión. Además, entra Zubikarai en la habitual rotación del portero suplente. En lugar de los mencionados salen dos ya previstos, Toño Ramírez como guardameta suplente y Mikel González por la lesión que sufrió en el Bernabéu. La sorpresa, o al menos la incógnita antes de conocer la lista, es que Ifrán se quedará en la grada, con lo que de nuevo Montanier recupera su costumbre de convocar cinco atacantes, lo que llama la atención siendo un partido en casa y con la urgencia de ganar. Carlos Martínez y Markel Bergara son las dos ausencias ya previstas, aunque el lateral ya se incorporó esta semana a la dinámica de grupo.
Con estos datos, se sabe que Bravo estará en la portería, que Dani Estrada estará en la banda derecha y que Iñigo Martínez será uno de los dos centrales. El otro, en teoría, tendría que ser Demidov, aunque eso dejaría a los dos titulares apercibidos de sanción. Eso da opciones al casi inédito Ansotegi. A partir del centro del campo, se abren serias incógnitas. Visto lo visto hasta ahora, el titular menos probable es Pardo, que al menos sí ha entrado en la convocatoria. Elustondo, Aranburu, Illarramendi y Zurutuza se juegan las tres plazas. En el ataque, también parece más sencillo saber quién será el descartado, Llorente, que los titulares. Ahí también son cuatro los que se juegan tres plazas. Griezmann, Xabi Prieto, Vela y Agirretxe optan a las tres plazas, recordando que fue el mexicano el que se quedó fuera en el Bernabéu. Si de nuevo Montanier opta por sentar al goleador, como ha hecho en ocasiones anteriores, Prieto sería quien ocupe plaza en el banquillo.
La Real comienza la jornada en la decimocuarta posición, con ocho puntos de ventaja con respecto a los puestos de descenso. El sábado será muy clarificador en cuanto a las necesidades del equipo txuri urdin gracias a los encuentros Racing - Granada y Sporting - Zaragoza. El caso es que ganar simplifica mucho más las cosas y para eso tendrá que superar al Rayo, que tiene cuatro puntos más que la Real y es el cuarto mejor equipo visitante de la categoría, que ha ganado nada menos que cinco encuentros a domicilio ya (Getafe, Betis, Granada, Zaragoza y Levante, además de empatar en Santander, Bilbao y Pamplona). Eso sí, viene de dos derrotas consecutivas. La Real, por su parte, sigue muy irregular en Anoeta (sólo los tres de abajo, el Betis y el propio Rayo suman menos en casa). donde ha ganado seis de los catorce partidos disputados. La derrota ante el Levante truncó una racha de cuatro victorias consecutivas. La respuesta de Anoeta es una incógnita, pero es evidente que hay malestar con el equipo. En el Rayo vendrán tres ex realistas, Labaka, Tamudo y Delibasic, siendo el regreso del primero especialmente emotivo por los muchos años que vistió la camiseta txuri urdin.
La historia dicta que el Rayo Vallecano es un rival propicio en los partidos entre ambos disputados en Donostia. Son quince los duelos, de los cuales diez acabaron con victoria de la Real y sólo uno con triunfo de los rayistas. En Primera se han jugado doce de esos partidos, con ocho triunfos locales, tres empates y el único resultado victorioso para el Rayo, el 1-2 de la temporada 1992-1993. El mayor triunfo txuri urdin fue el 5-0 de la temporada del subcampeonato, la 2002-2003, con goles de De Pedro y Karpin, ambos de penalti, dos de Nihat y el último de Tayfun. El 4-0 (dos de López Ufarte, uno de Amiano y Alonso) de la temporada de la imbatibilidad, la 1979-1980, es el triunfo más holgado en Atotxa. En Anoeta el Rayo ha empatado en dos ocasiones y ha perdido los cinco partidos restantes. En Segunda, son tres los partidos jugados y se da la curiosa circunstancia de que ganar al Rayo era sinónimo de ascenso. Así sucedió en las temporadas 1966-1967 y 2009-2010, y en ambas se venció por 1-0. El otro encuentro jugado, en la 2008-2009, acabó con 1-1.
Estos dos fueron, precisamente, los dos últimos partidos jugados entre ambos equipos. El más reciente, en la 2009-2010, la temporada del ascenso, se saldó con triunfo por la mínima, sufrido por lo corto del marcador pero más que justo a tenor de lo sucedido sobre el césped. Xabi Prieto anotó de cabeza, y a la salida de un corner botado por Griezmann, el único gol del encuentro, decisivo para encarar la recta final del campeonato en cabeza de la clasificación. El equipo de Lasarte tuvo que hacer frente a las bajas, sobre todo en el centro del campo. Sin hacer un juego primoroso, domino claramente durante los 90 minutos y consiguió que un Rayo que se presentó en Anoeta siendo el equipo más goleador de la categoría sólo fuera capaz de disparar una vez a portería. Esa misma temporada, Real y Rayo se vieron las caras en Anoeta en la Copa del Rey, y entonces, en los albores de la temporada, ganaron los vallecanos por 0-2. Al sinsabor copero hubo que añadir que el partido se jugó pocos días antes de que la Real cumpliera cien años de vida. El último duelo en Primera contra el Rayo hasta ahora fue el mencionado el 5-0 de la 2002-2003.
En la primera vuelta de la presente temporada, la 2011-2012, la Real salió goleada del estadio de Vallecas. En diez minutos, el equipo de Montanier perdió dos jugadores por lesión (Markel Bergara y De la Bella), otro por expulsión (Iñigo Martínez) y perdía por 1-0 como consecuencia del penalti cometido por el central realista. La misión parecía imposible, pero una Real colista bajó los brazos de foma incomprensible hasta permitir la goleada más sencilla que habrá conseguido el Rayo en toda su historia. Y eso que la Real, sin cambiar nada más que colocar a Mariga de central, llegó viva al descanso, con ese 1-0. En la segunda parte cayeron tres más. El último retrató el nulo espíritu de la Real y de su entrenador. Mikel González saltó al campo por Griezmann, para defender no se sabe qué, justo para ver desde el césped el cuarto gol del Rayo, de falta directa. El calamitoso arbitraje de Muñiz Fernández actuó de puntilla a las ilusiones realistas. Fue el séptimo partido sin ganar de aquella nefasta racha de la primera vuelta que llevó al equipo txuri urdin al final de la clasificación y a Montanier al borde de la destitución.
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