Dicen que la tormenta perfecta es cuando se juntan en un mismo punto varias más pequeñas y forman otra de gran magnitud. Eso, la tormenta perfecta, es exactamente lo que afronta la Real esta jornada (sábado, 20.00 horas, Santiago Bernabéu, Canal + Liga, Gol TV). Dos empates consecutivos del Real Madrid, quejas de incalculable resonancia sobre el estamento arbitral desde Chamartín y los castigos del Comité de Competición hacia Mourinho y los suyos (a Ramos no, cosas de la incompetencia de los árbitros que no saben ni redactar actas) convierten este encuentro en el perfecto para que el rival pague los platos rotos. Y el rival, la Real, tampoco está exento de tormentas. Arbitrales, desde luego, continuadas y recientes. Pero también deportivas. Sigue sin palparse la mejora en el equipo que debía ser el objetivo de la temporada para Montanier. Hay bajas. Y mucho debate, sobre todo en torno a la figura de los centrocampistas canteranos del equipo txuri urdin. Podría ser una tormenta más perfecta aún si los de abajo estuvieran ganando, pero en eso tenemos suerte. Algo es algo.
Las bajas siguen haciendo que la lista de Montanier sea la esperada sin margen a movimientos sorpresivos. La expulsión de Elustondo y la quinta amarilla a Estrada hace que ambos se quedan en Donostia por sanción. Carlos Martínez y Markel Bergara siguen de baja. Los otros 17 jugadores de la primera plantilla, más Rubén Pardo, son los que componen la expedición que estará en el Santiago Bernabéu. Las novedades son Ansotegi y Griezmann, éste tras cumplir un partido de sanción. Con sólo dos laterales en la lista, cabía la posibilidad de que Philippe Montanier echara mano del Sanse, pero no era probable vistos los antecedentes. Esta temporada, además del ya mencionado Pardo, sólo un potrillo ha estado en el banquillo en un encuentro, Ros. La Real acumula ya varias semanas en las que su entrenador apenas tiene que hacer uno o ningún descarte, lo que también ayuda a adivinar las intenciones del técnico de cara al once inicial. No obstante, esta semana la cosa parece más complicada.
Visto el planteamiento de cinco defensas que Montanier usó en Anoeta ante el Real Madrid, cabe pensar si lo repetirá. Es seguro que Bravo estará bajo palos y que De la Bella y Cadamuro serán los laterales, con Iñigo Martínez y Mikel González por el centro. Ahí acaban las certezas en defensa. Demidov sería el quinto hombre, el tercer central, en caso de cambio de esquema. Illarramendi, que no jugó el miércoles, parece seguro en el centro del campo. Si son tres los que juegan ahí, los antecedentes invitan a pensar que Pardo será el suplente y Aranburu y Zurutuza los titulares. Con dos, elegir ahora un nombre es un riesgo para cualquiera que no sea Montanier Arriba, Agirretxe podría quedarse de nuevo en el banquillo como ya le sucedió en las dos últimas salidas. Lo más probable es que jueguen otra vez lejos de Anoeta Xabi Prieto, Griezmann y Vela. Ifrán y Llorente, por supuesto, apuntan a completar el banquillo junto a Toño Ramírez, aunque no olvidemos que a Montanier le gusta sorprender.
El partido en el Bernabéu será la última ocasión en que la Real pueda derrotar esta temporada a un líder de Primera, algo que ha hecho durante las últimas cuatro temporadas. El equipo txuri urdin es decimocuarto con 33 puntos, nueve por encima de los inamovibles puestos de descenso. El Madrid, obviamente, es primero con 72. 39 más que la Real. Los blancos han ganado todos sus partidos en el Bernabéu salvo dos, el triunfo del Barcelona y el último jugado, empate ante el Málaga. Los de Mourinho, tras encadenar once victorias, vienen de empatar dos partidos seguidos. Y la Real de perderlos, en Getafe y en Anoeta ante el Levante. Los de Montanier han ganado tres de sus 14 partidos como visitante y han perdido los cuatro que ha jugado en la segunda vuelta. Todos los ojos estarán puestos sobre Turienzo Álvarez. De las perjudiciales decisiones arbitrales contra la Real no se habla, pero son muchas y muy decisivas. Sin embargo, lo que afecta al Madrid ocupa portadas y es fácil pensar que eso condicionará el partido. Visto el paupérrimo nivel arbitral, digan lo que digan los estamentos federativos, cabe esperar cualquier esperpento.
Con la historia y la estadística en la mano, pocos campos hay menos propicios para la Real que el Santiago Bernabéu. Siempre en Primera, 65 han sido los duelos entre Real Madrid y Real Sociedad en tierras madrileñas y los locales han vencido nada menos que en 46, con 16 empates y sólo tres victorias para el equipo txuri urdin. La primera fue en la temporada 90-91 (2-3, goles de Carlos Martínez, Aldridge y Uría), la segunda en la 93-94 (0-2, Kodro e Imanol) y la tercera y última hasta la fecha en la 03-04 (Kovacevic, dos de Xabi Prieto, uno de penalti, y De Paula). No obstante, en las últimas seis visitas la Real consiguió puntuar en tres. La última, el 1-1 de la 05-06, con gol de Mark González. La victoria más abultada del Madrid fue el 9-1 de la temporada 67-68, el particular recibimiento de los blancos a los donostiarras en su primer partido como visitante en Primera tras los cinco años en Segunda que culminaron en el ascenso de Puertollano.
La pasada temporada, la 2010-2011, la Real salió goleada del Santiago Bernábeu por démeritos propios. Los de Lasarte saltaron al césped del estadio madrileño pero, en realidad, fue como si no lo hicieran. Todo fue muy fácil para el Real Madrid. Kaká adelantó a los blancos en el minuto 8, truncando de raíz la posibilidad de que la Real aguantara el tiempo suficiente con el marcador a cero como para inquietar a Casillas. Pudo empatar Tamudo, pero no lo hizo. Como tampoco hizo el 2-1, no fue su día, después de que el Madrid anotara el segundo en el minuto 20. Cristiano Ronaldo, que decían que estaba en sequía goleadora, desde fuera del área. Y en el minuto 41, el 3-0, de Cristiano otra vez, de cabeza. Recortó distancias una Real sin convicción, en un disparo de Tamudo que repelió Casillas, rebotó en Arbeloa y se coló en la portería. Pero rápidamente, sin que los de Lasarte mostraran la más mínima intención de hacer la machada, Adebayor hizo el 4-1 definitivo. Fue la segunda derrota como visitante de la segunda vuelta donde, como ya se sabe, todos los partidos acabaron con un 1 en la quiniela.
En el partido de la primera vuelta de la presente temporada, la 2011-2012, la Real perdió por la mínima en un partido que sorprendió por el planteamiento defensivo de Montanier. Siempre dio la impresión de que el equipo txuri urdin salió al campo derrotado, asumiendo su inferioridad y en nada se pareció este encuentro al de la temporada pasada, donde el Madrid sufrió como en pocos sitios lo hizo en toda la Liga. Aquí, a pesar de la fortificación que planteó el técnico txuri urdin, el Madrid anotó su único gol muy pronto y por el centro, culminando Higuaín un pase de Coentrao que nadie supo cerrar. La Real, con Vela en punta y todos sus defensas disponibles sobre el campo, no tiró a puerta en toda la primera mitad. En la segunda sólo lo hizo dos veces y desde muy lejos. Griezmann debió ver la roja por una entrada a Ramos de la que se asustó hasta él. Y poco más pasó en un partido infame, con un Madrid que no hizo nada para merecer la victoria pero aprovechó las facilidades iniciales de la Real. Y un equipo txuri urdin que se proclamó inferior y aceptó su derrota por tan poco como si eso significara algo.
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