· El 0-4 al Getafe (15 de enero)
La Real cerró la primera vuelta de la pasada temporada con
una memorable goleada. Más memorable de lo que se destacó en su momento. Puede
que a muchos les pasara inadvertido el dato, pero el equipo txuri urdin sólo ha
conseguido un resultado más contundente que aquel que logró en Getafe jugando
fuera de casa, en Primera División y en toda su historia: el 0-5 conseguido en
Oviedo en la temporada 1997-1998, en la que la Real fue tercera en la Liga.
Xabi Prieto abrió la cuenta del partido de Getafe de penalti, claro penalti.
Griezmann hizo el 0-2 antes del descanso con un disparo perfecto a centro de
Llorente. Y en los minutos finales fue Aranburu, saliendo desde el banquillo,
quien culminó dos magníficos contraataques para poner en el marcador aquel 0-4,
que se consiguió ante una más que nutrida representación de la afición
realista.
· Cae en Anoeta el todopoderoso Barça (30 de abril)
Quedaban seis jornadas para el final y llegaba el Barcelona
a Anoeta. Lo hacía sin perder un partido como visitante en toda la Liga y
después de 31 jornadas sin conocer la amargura de la derrota. El récord de la
invicta Real de la temporada 1979-1980 estaba en juego y era el propio equipo
txuri urdin el que tenía que defenderlo. Lasarte planteó un partido fantástico,
pero aún así el todopoderoso Barcelona, con algunos suplentes por su semifinal
de Champions ante el Real Madrid pero también con muchos titulares, se adelantó
en la primera mitad. En la segunda, tras cambios acertadísimos de Lasarte,
Ifrán hizo el empate. Y pocos minutos después Xabi Prieto, de penalti, hizo el
2-1. Una remontada maravillosa ante el posterior campeón de Liga y Champions,
que mordió el polvo en Anoeta, en el único partido que perdió como visitante en
el torneo liguero.
· El salvador gol de Aranburu al Zaragoza (11 de mayo)
Haciendo caído derrotada la Real en todos los partidos de la
segunda vuelta jugados lejos de Anoeta, el duelo ante el Zaragoza, a tres
jornadas del final, se convirtió en un partido más que decisivo. Y se jugaba en
San Sebastián, donde no se podía fallar. La Real salió al campo con decisión y
en una buena primera mitad se adelantó con un gol de Tamudo. Uno de pillo, de
los suyos. El Zaragoza empató con una falta directa ejecutada por Gabi. El
partido se abrió y hubo ocasiones en las dos porterías. Pero la Real se lanzó
con furia a por la meta rival. Encerró al Zaragoza en su área. Y encontró el
merecido premio en el minuto 90. Aranburu cazó un balón en la frontal del área
y disparó. Con o sin rebotes, el balón entró. La Real ganó. Con estos tres
puntos, alcanzó los 44. La salvación virtual. Y el capitán engrandecía así su
leyenda.
· La permanencia con el gol de Sutil (21 de mayo)
No había merecido la Real llegar a la última jornada sin
tener la salvación ya en el bolsillo, pero su mala segunda vuelta como visitante
y las dos derrotas en Anoeta contra sendos colistas, Hércules y Málaga, le
condenaron a jugárselo todo en el último encuentro, además contra un Getafe que
tampoco estaba salvado. Se adelantó el equipo madrileño, sembrando las dudas en
todo corazón txuri urdin. No obstante, las derrotas, ambas en casa, de Mallorca
y Deportivo, impidieron que la Real ocupara puesto de descenso en toda la
jornada. De hecho, no los pisó en toda la temporada. Sutil, a falta de veinte
minutos para el final puso el empate. Las tablas servían a ambos equipos para
seguir en Primera, así que el duelo acabó ahí. Fue el Depor de Miguel Ángel
Lotina, qué irónica es la vida, el equipo que se fue a Segunda. Poco sabía
Sutil que ese iba a ser su último partido y su último gol con la Real.
· El manteo a Diego Rivas (21 de mayo)
Al acabar el último partido de la temporada, y con la
alegría de la permanencia ya conseguida, llegó el momento de las despedidas. El
manteo a Tamudo fue una muestra de agradecimiento a un jugador que, con unos números
impresionantes en la historia de la Liga, decidió vestir un año de txuri urdin.
El de Diego Rivas ya aquel día se pudo entender como el final de una era. El
mediocentro manchego se ganó a pulso el cariño de la afición, siendo parte
esencial de la Real que ascendió y de la que se mantuvo en Primera. Se bajó el
sueldo cuando peor lo estaba pasando el club en materia económica. Pero el
director deportivo, Loren, mantuvo abierto con él un frente que nunca tuvo
mucho sentido. Lloró emocionado en el banquillo al ser cambiado y nos emocionó a todos. Su marcha y la de Martín Lasarte forman parte de lo mismo, pero
todo el simbolismo de aquel día se lo quedó el jugador porque al técnico
uruguayo no se le pudo agradecer lo que hizo por la Real en el césped de
Anoeta.
· Otra remontada ante el Barça (10 de septiembre)
Segundo partido de Liga y primer gran reto de la Real de
Philippe Montanier. El naufragio que supuso el primer tiempo se saldó con un
claro 0-2, que hacía augurar una goleada de escándalo. Afortunadamente para la
Real, el Barça optó por controlar el juego y no agrandar el marcador. En la
segunda mitad la Real se transformó, bordó el fútbol, asfixió al equipo
blaugrana con su presión y remontó. Primero marcó Agirretxe de cabeza. Después
Griezmann culminando un jugadón del mismo Agirretxe que había repelido el
larguero. Y pudo ganar en los minutos finales del encuentro, en los que acabó
arrinconando en su área al equipo de Pep Guardiola. Quién lo iba a decir. El
Barcelona jugó 64 partidos oficiales en 2011. Ganó 46, empató 13 y perdió
cinco. De esos cinco equipos victoriosos, sólo la Real ha salido invicta de
todos sus duelos contra el equipo blaugrana. Impresionante.
· El gol de Iñigo Martínez al Athletic (2 de octubre)
No es fácil que se vea el nombre de un jugador de la Real
cuando a final de cada año se eligen los mejores goles de los últimos doce
meses. Pocos hubieran apostado además por el de Iñigo Martínez, un central
debutante en Primera División, como el autor del tanto más impresionante que ha
visto Anoeta en su historia, cercana ya a los veinte años. En el derbi contra
el Athletic de Bilbao cogió el balón en su propio campo y realizó el disparo
más perfecto que hemos visto en mucho tiempo. El balón cogió la altura
necesaria, la dirección adecuada, y la curva ideal para que Gorka Iraizoz no
pudiera hacer nada para detenerlo. En aquel momento era el empate a uno de un
encuentro jugado en un horario matinal extraño para un derbi vasco. Lástima que
no sirviera para sumar ni un solo punto, pero eso no empaña una obra de arte
como ésta.
· Iñigo Martínez vuelve a hacerlo (26 de noviembre)
Iñigo Martínez se empeñó en salirse de las tablas marcando
su segundo gol desde el centro del campo en la misma temporada, ni dos meses
después del primero. Y éste, además, lo anotó en el minuto 92 y valió tres
puntos. Mejor, imposible. Iba ganando la Real en el Benito Villamarín por 0-2,
pero se dejó empatar inexplicablemente y gracias a un cambio defensivo que
orquestó Montanier. El partido estaba más para el 3-2 que para el 2-3. Pero el
bravísimo central txuri urdin robó el balón muy cerca de su área, se apoyó en
un compañero para avanzar hasta el centro del campo y desde allí lanzó otra
bomba inteligente, con más altura que la del derbi pero todavía con más
precisión, golpeando el larguero antes de entrar, dar la victoria a la Real y salvar
la cabeza del entrenador francés, que un minuto antes estaba más que
destituido.
· Remontada al Málaga con goles de lujo (4 de diciembre)
La Real no es un equipo de grandes remontadas. Alguna de
gran trascendencia tiene a lo largo de su historia, pero no son demasiado
amplias. Quizá por eso se disfrutó tanto de la que tuvo al Málaga como rival.
En el minuto 89, el conjunto txuri urdin perdía por 1-2. Cuando pitó el
árbitro, el resultado era de 3-2. Con todos sus delanteros sobre el campo, la
Real atropelló al conjunto andaluz. Vela hizo un golazo de chilena cuando el
reloj estaba a punto de llegar al minuto 90. Pocos creían en la victoria, pues
el gol se celebró ya como un triunfo. Pero ésta llegó. Agirretxe colocó el
balón dentro del área, Ifrán lo bajó, dio un toque sutil para colocarse la bola
y después otro para introducirla en la portería como si nada. Dos golazos
brutales que hicieron enloquecer a Anoeta. Por segunda semana consecutiva, una
milagrosa victoria en el descuento evitó la destitución de Montanier.
· Goleada al Granada en la Copa (13 de diciembre)
La memoria suele ser selectiva y muchas veces sólo recuerda
el éxito o el fracaso, no cómo se consiguió. Si eso juega a favor de Montanier,
cuando dentro de un tiempo se hable de que eliminando al Granada se rompía una
racha de 23 años sin superar a un equipo de Primera División en la Copa, se
acabará olvidando el nefasto partido de vuelta. La ida sí será hermosa de
rememorar. 4-1 en un partidazo que sirvió para que la afición se congraciara con
Griezmann, autor del primer tanto y de la mayoría de las acciones de peligro.
Xabi Prieto, que regresaba de una lesión, hizo el segundo y el tercero. El
Granada marcó el 3-1 y puso la eliminatoria en peligro, pero Ifrán aprovechó
sus escasos minutos para hacer el 4-1 definitivo en el último suspiro y con un
perfecto disparo desde la frontal del área. La Copa también sirve para gozar,
aunque un par de generaciones de realistas ya ni se acordaran de ello.
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