La tercera victoria consecutiva es lo que busca la Real ante el Racing de Santander (sábado, 20.00 horas, Anoeta; Canal + Liga y Gol TV). Y lo hará con una plaga de lesionados que deja al técnico en la obligación de completar la lista de convocados con un jugador del Sanse, Illarramendi, y que le impedirá repetir el once inicial que dejó tan buen sabor de boca con la victoria en Málaga. Será un partido que seguro que traerá negros recuerdos a Anoeta, pues el Racing fue el último rival que vio el estadio donostiarra antes del descenso a Segunda División de 2007. Pero también es una oportunidad de mirar hacia el futuro y de asaltar, aunque sólo sea por una noche, las posiciones que dan derecho a jugar en Europa la próxima temporada. No significará nada a estas alturas de la temporada, pero será tan bonito ver ahí a la Real como lo fue cuando alcanzó por primera vez el liderato de la Segunda División. Y dará ánimos para seguir luchando por la camiseta txuri urdin. Muchos ánimos.
Aunque ninguno ya de especial gravedad, muchos lesionados tiene la Real para afrontar el partido ante el Racing, hasta el punto de no tener suficientes jugadores en la primera plantilla para completar la convocatoria. Sutil y Tamudo siguen sin fecha de reaparición precisa (aunque ambos podrían volver la próxima semana, sea en Copa o en Liga) e Ifrán tampoco la tiene para su debut. A ellos se suman Ansotegi (con una sobrecarga) y Markel, que vuelve a toparse con una lesión, esta vez una rotura de fibras cuando por fin había asaltado la titularidad en este equipo. De esta forma, se abren las puertas del primer equipo para Asier Illarramendi. Lasarte ya dijo que tenía intención de darle minutos en el partido de Copa ante el Almería que se disputó en Anoeta y será la primera gran oportunidad de volver en el estadio realista. Sarpong sí ha entrado en la lista a pesar de sufrir una luxación de hombro durante la semana. Las bajas, en todo caso, hacen que sea complicado adivinar qué once pondrá Lasarte sobre el terreno de juego.
En la defensa no hay muchas dudas porque Lasarte no tiene margen de maniobra. Jugarán Bravo en la portería, Carlos Martínez y De la Bella en los laterales y Mikel González y Labaka como centrales. Labaka jugará por primera vez de inicio, después de suplir en Málaga a Ansotegi por su lesión y jugar a buen nivel aún sin apenas calentar. Dani Estrada es la gran novedad de la convocatoria, pero esperará en el banquillo. Esta vez lo que no hay en la reserva es un central, por lo que habrá que ver qué solución de emergencia tiene el técnico chileno si hay un percance atrás. Quizá Carlos Martínez (lo dijo Lasarte) o Diego Rivas, que con la baja de Markel recuperará indudablemente su posición en el centro del campo. Está por ver si le acompañará Elustondo o Aranburu. Elus, de hecho, fue la pareja que inicialmente escogió Lasarte en la pasada campaña, mientras que el capitán fue con quien finalizó la temporada. Optar por Rivas y Aranburu supondría de nuevo cambiar por completo el doble pivote.
Por delante, lo normal es que repita el cuarteto que ya jugó en Málaga y que, hoy por hoy, es parte esencial del once tipo de Lasarte: Xabi Prieto y Griezmann por las bandas, Zurutuza por el centro y Llorente en punta. Aunque el joven canterano francés acumula bastantes partidos casi completos seguidos, no es probable que Sarpong le quite el puesto, y menos después de la dolencia que le convirtió en duda durante la semana. Agirretxe y Viguera también esperarán su oportunidad en el banquillo. El primero no jugó en Málaga, pero sumó un gol (ante el Deportivo) y una asistencia (en Copa ante el Almería) en los minutos que acumuló en ambos partidos. Completa la lista Zubikarai, que ante el monumental estado de forma de Bravo seguirá viendo los partidos desde el banquillo, aunque es probable que repita bajo los palos en la Copa el próximo miércoles en Almería.
La Real inicia la jornada en la undécima posición, con trece puntos, seis por encima del descenso y uno por debajo de la sexta plaza, la primera que otorga la clasificación para competiciones europeas. Si el conjunto de Lasarte vence, dormirá en posiciones de Europa League, aunque lo normal es que tenga que esperar hasta el lunes para saber si mantendría esa privilegiada plaza al final de la jornada. Las victorias ante Deportivo y Málaga colocan al equipo txuri urdin en disposición de lograr tres triunfos consecutivos. La temporada pasada lo logró en dos ocasiones, ambas en la primera vuelta (Huesca y Salamanca en casa, Numancia fuera; y Real Unión y Betis en casa, Castellón fuera), pero en Primera División es algo que no consigue desde la campaña 2005-2006, con José María Amorrortu en el banquillo, cuando sacó los tres puntos de Zaragoza y después en Anoeta ante Deportivo y Getafe. La buena marcha en Anoeta, donde la Real suma tres triunfos en cuatro partidos (sólo el Real Madrid, y con mucha fortuna, pudo ganar), hace que ese registro esté al alcance de la mano. El Racing, que sigue a la Real pero tres puntos por debajo, sólo ha sacado un punto de doce posibles como visitante en lo que llevamos de temporada.
En 47 ocasiones se han visto las caras Real Sociedad y Racing entre Primera y Segunda División, con un total de 28 triunfos para el conjunto txuri urdin, nueve empates y diez victorias para los racinguistas. En Primera, son 23 los partidos en los que la victoria se quedó en casa y siete los que acabaron en empate y en derrota de la Real. En Anoeta son trece los partidos que han enfrentado a estos dos equipos y el saldo es aún más favorable para la Real, con ocho victorias y dos empates. El 2-5 de la temporada 99-00, el que empezó a cavar la fosa de Bernd Krauss como técnico realista, no es la victoria más abultada del Racing. Para encontrarla hay que remontarse a la temporada 30-31, cuando ganó nada menos que por 4-7, y a la 31-31, cuando venció por 1-5. En la campaña 32-33, la Real, cuando recibía la denominación de Donostia en tiempos republicanos, destrozó al Racing con un rotundo 8-0. Urtizberea hizo historia marcando cinco de los ocho goles, una cifra que nadie ha superado vistiendo la camiseta txuri urdin (pero que Chivero logró antes, en Copa, ante el Castellón, en la temporada 31-32). Redondearon el marcador Tolete, Chivero y Aldazábal.
La última vez que el Racing visitó Anoeta, en la temporada 2006-2007, dejó una de las imágenes más negras de la historia de la Real, el penalti que falló Savio, el instante en el que la mayoría certificó el descenso a Segunda del equipo txuri urdin, aunque marcar ese penalti no hubiera salvado a la Real. El partido acabó 0-0, aunque una Real nerviosa y presionada, en un Anoeta repleto y volcado con los suyos, mereció ganar. Si no antes, si con ese penalti que Munitis, un delantero del Racing, cometió sobre Germán Herrera. Tal era el ansia del Racing de mantener el empate a cero, la misma ansia con la que Calatayud pisoteó el punto de penalti antes de que el brasileño, salvador de la Real tantos días en aquella infausta temporada. La Real, que venía de perder en Pamplona, no ganó el partido, y redujo a un milagro sus posibilidades de salvarse en la última jornada. No hubo milagro y el equipo txuri urdin encaró tres años de penitencia en Segunda División.
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