Visita la Real Alicante para medirse al Hércules (domingo, 17.00 horas, Rico Pérez, PPV) en un partido que presenta muchas estadísticas interesantes. El equipo txuri urdin, tras sufrir un año más el maleficio de la Copa, se enfrente ahora al campo más maldito de su centenaria historia, uno en el que nunca ha vencido con el Hércules como rival y del que salió derrotado con estrépito la semana pasada. Un toque de revancha por aquella goleada no sobrará para los realistas en el partido. Los de Lasarte buscan la cuarta victoria consecutiva, algo que no consiguieron en la temporada del ascenso y que en Primera no logran desde hace muchos años. Llorente busca su cuarta jornada consecutiva goleando. A las siete de la tarde del domingo sabremos si esas estadísticas se han roto o si, por el contrario, han aumentado. Lo que está claro es que las estadísticas negativas son todo un reto para la Real, que ya dio un golpe de efecto hace dos semanas ganando en Málaga y que ahora quiere confirmar que no sólo Anoeta le da la fuerza suficiente como para ganar partidos.
Muchas novedades en la lista de Martín Lasarte, ya que algunos lesionados han vuelto y otros no han llegado a tiempo de viajar a Alicante. Vuelven al grupo de 18 convocados Tamudo (después de un mes de ausencia) y Markel (que después de su alabada actuación en Málaga se ha perdido dos partidos, en Liga contra el Racing y en Copa el de vuelta contra el Almería). Por contra, se queda fuera Zurutuza, todavía no apto para jugar tras la lesión que sufrió en el último partido liguero. Siguen sin formar parte de la convocatoria Sutil (sería una sorpresa, a tenor de las declaraciones de Lasarte, que no estuviera listo para la próxima semana) e Ifrán (que aún no ha debutado). El gran damnificado de la convocatoria de esta semana es Agirretxe, que se vuelve a quedar fuera. En lo que ha podido participar durante la lesión de Tamudo ha marcado dos goles (en Liga ante el Deportivo y en la vuelta copera) y ha dado una asistencia (en la ida del torneo del K.O.), pero tuvo la desgracia de ser decisivio negativamente ante el Almería, fallando un gol claro con el 0-0 y perdiendo el balón que dio origen al primer gol de los andaluces. Tendrá que esperar otra oportunidad.
La ausencia de Zurutuza es, a priori, lo único que trastoca de verdad los planes de Lasarte para este partido. La defensa volverá a ser la de siempre, con Bravo bajo los palos, Carlos Martínez (aunque Estrada se mantiene en la convocatoria, y eso es una novedad) y De la Bella en los laterales, y presumiblemente Ansotegi (que ya entró en la lista del partido de Copa) y Mikel González por el centro. Por delante de ellos todo depende de los planes del técnico uruguayo para suplir a su mediapunta. Viguera es la opción natural, pero no está siendo el primer recurso de Lasarte para reemplazarle. Parece más probable que Aranburu adelante su posición y se coloque por delante de los dos mediocentros, en una especie de falso trivote. Diego Rivas, Elustondo y Markel Bergara se jugarían esas dos plazas de contención por delante de la defensa. Griezmann, Xabi Prieto y Llorente son fijos en el ataque. Sarpong y Tamudo, junto al ya mencionado Viguera, serán los ases que el entrenador txuri urdin se guarde en el banquillo para la segunda mitad.
Cuatro victorias consecutivas. Ese es el regisro que puede conseguir la Real si sale victoriosa del Rico Pérez. Lasarte no las consiguió el año pasado, pero sí Lillo en la temporada anterior (cayeron Sevilla Atlético y Girona en casa y Xerez y Castellón fuera). En Primera, no se logran desde la campaña 2004-2005, cuando fueron hasta cinco los triunfos consecutivos (en Anoeta perdieron Real Madrid, Espanyol y Racing, como visitante se ganó a Málaga y Celta de Vigo). Joseba Llorente también lleva tres semanas seguidas marcando, y hasta ahora cada gol suyo ha sido sinónimo de victoria (todo lo contrario le ha sucedido a Tamudo, que no ha visto ganar a la Real con un gol suyo, llevando los mismos que el ex jugador del Villarreal). Llorente todavía está lejos del récord de seis jornadas consecutivas anotando al menos un gol que comparten Aldridge (en la temporada 89-90) y Kovacevic (lo logró en las tres últimas jornadas de la campaña 01-02 y las tres primeras de la 02-03, la del subcampeonato). Y para rematar la jugada de los números, el Hércules lleva siete partidos sin ganar, incluyendo los dos de Copa, competición en la que cayó eliminado como la Real.
Pero el gran reto estadístico que presenta el partido para la Real es el escenario, el Rico Pérez. Veinte encuentros ha jugado allí con el Hércules como rival, 14 de ellos en Primera y seis en Segunda, y no ha ganado nunca. Sólo ha sacado ocho empates, seis en la máxima categoría (a cero o a uno) y dos en la división de plata (ambos a un gol). Sí ha logrado la victoria en ese estadio contra el Alicante (temporada 2008-2009) y el equipo juvenil se proclamó campeón de Liga en la temporada 98-99 (Labaka jugaba en aquel conjunto), pero el Hércules hace maldito este campo para los realistas. Las mayores goleadas que se ha llevado el conjunto txuri urdin de allí y contra este rival datan de las temporadas 85-86, un 6-0 en Primera, y 48-49, un 9-2 en Segunda. La última vez que se enfrentaron en la división de honor fue en la campaña 96-97 y el resultado fue de 2-1. El gol de Pikabea no sirvió para que aquella Real entrenada por Javier Irureta consiguiera romper un maleficio del que ni siquiera logró escaparse el equipo campeón de Liga a comienzos de los años 80 (empató a uno en la 80-81 y perdió 2-1 en la 81-82).
La pasada temporada la Real sufrió la mayor goleada del campeonato en el Rico Pérez y ante el Hércules, en el primer partido que jugó a las doce del mediodía de un domingo. 5-1 señaló el marcador al final del encuentro, y aunque fuera un resultado engañoso tampoco se puede decir que no fuera culpa de la actuación del conjunto txuri urdin. Una primera parte muy igualada y disputada entre dos de los mejores conjuntos de la categoría acabó con 1-0 para los locales. En el minuto 67 llegó el segundo, gracias a un desafortunado rebote en la pierna de Ansotegi y ahí comenzó la debacle. En el 78 llegó el tercero, ante la absoluta desidia de la defensa realista, en la que Mikel González jugó como lateral derecho por la baja de Dani Estrada (Carlos Martínez aún no había debutado en esta campaña). Y aunque Griezmann acortó distancias a pase de De la Bella y se pudo hasta soñar con una remontada épica, a Bravo le cayeron dos más, uno de ellos del ex realista Delibasic. La Real llegó líder a Alicante y la maldición del Rico Pérez cayó sobre el conjunto txuri urdin como una gran losa. El castigo fue excesivo, pero se lo buscó la Real ella solita. La historia, en todo caso, tuvo final feliz para los dos equipos, pues ambos subieron a Primera.
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