Anoeta ya no es sólo un fortín, sino que se ha convertido en un auténtico acorazado del que nadie saca nada. Ni siquiera las migajas en forma de un gol del honor. El Real Madrid sí ganó, sudando lo que no ha sudado en toda la temporada, pero nadie más ha sido siquiera capaz de anotar un solo gol. La Real es un equipo prácticamente imbatible en su estadio porque demuestra un coraje, una profesionalidad y una concentración envidiable. Así es como funciona este equipo. Hoy se ha visto esa Real ante el Racing, y esa Real ha merecido ganar con mucha más holgura un partido en el que se mostrado muy superior a su rival en todos los aspectos del juego. La defensa, inconmensurable. El centro del campo, con la calidad que se espera de él. Y la delantera, letal. Llorente es un pedazo de delantero que, además, crece cuando está bien acompañado. Habrá que entender como un guiño más del destino que el triunfo llegara con un gol en fuera de juego, no excesivamente claro pero sí fuera de juego. Claro que otro mal árbitro, Álvarez Izquierdo, ya se encargó de compensar con creces su error con muchas decisiones en contra del equipo txuri urdin. Cosas del fútbol. Pero la Real duerme en posiciones europeas. Y eso es grande.
Lasarte no ha sorprendido y ha recuperado el plan original, su once predilecto, con la única ausencia de Ansotegi, sustituido por Labaka. Diego Rivas y Aranburu regresaron al doble pivote y en ataque la elección fue la predilecta del técnico uruguayo: Xabi Prieto, Zurutuza, Griezmann y Llorente. Y el resultado ha sido espléndido. La Real jugó un buen partido de fútbol y salió al césped de Anoeta con una concentración absoluta y con una seriedad encomiable. El equipo txuri urdin jugó con el convencimiento de que hoy había que sumar la tercera victoria consecutiva, la cuarta en los cinco partidos que ha acogido el estadio donostiarra esta temporada. Y por eso ganó, al margen de cómo llegara la victoria, de la capacidad que tienen los jugadores realistas para hacer diferentes cosas sobre el césped y de la intervenión decisiva del árbitro en el partido y en el resultado. Lasarte insistió en la rueda de prensa en que nadie le ha regalado nada a este equipo. Y eso es sencillamente indudable. Ningún regalo y todo merecido. La Real está donde está porque se lo ha ganado con sufrimiento y trabajo, por mucho que algunos crean que su juego no es lo suficientemente brillante.
Los frutos ante el Racing llegaron pronto. Llegaron por calidad, la de Xabi Prieto, que lanzó un balón magnífico al hueco para que Llorente hiciera el 1-0. Es su tercer gol de la temporada, en tres partidos consecutivos. El delantero realista está en racha, como lo estaba Tamudo antes de lesionarse. Y es que, por cierto, la Real no ha notado la baja por lesión de su máximo goleador. Eso dice muchísimo de la capacidad de este equipo. Llorente, que hizo un gran partido y un enorme trabajo de presión, parecía estar adelantado. Es una de esas jugadas que tienen cierta disculpa en el árbitro, pero pareció una acción de fuera de juego. Álvarez Izquierdo comenzó entonces a cambiar el rumbo de sus equivocaciones y a demostrar que el nivel del arbitraje no es el que los interesados quieren vender. Influyen en los partidos y no sólo en las jugadas decisivas. Llorente, que es perro viejo, tampoco quiso hablar del árbitro e incluso llegó a decir que el colegiado estuvo "bien". No, no lo estuvo. Bien, muy bien, estuvo el doble pivote realista, en especial un Rivas que cortó todo lo que había que cortar. Y muy bien, incluso de sobresaliente, estuvieron los dos centrales realistas. Mikel González y Labaka despejaron todos los ataques racinguistas con gran solvencia.
En la primera mitad, cuando el Racing estaba demostrando muy, muy poquito, la Real no consiguió aprovechar sus ocasiones (dos de Griezmann, una de Zurutuza después de un jugadón personal) para poner tierra de por medio y acercar el partido a una resolución más holgada. Quizá el panorama hubiera cambiado si el conjunto cántabro se hubiera quedado con diez jugadores. Tan evidente estaba siendo que Diop se había librado de la segunda tarjeta amarilla, y por tanto de la expulsión, que Portugal decidió sustituirle sin mediar lesión antes del descanso. El Racing, mientras tanto, sólo tuvo una ocasión de peligro en toda la primera mitad, un disparo que, una vez más, sacó Bravo. No fue una intervención prodigiosa, como en semanas anteriores, pero sí una demostración más de que el portero realista es uno de los jugadores más decisivos de este equipo. Y es que Bravo, junto a su defensa, están consiguiendo algo espectacular. Las cuatro victorias de la Real en Anoeta se han producido dejando su portería acero. Sólo el Real Madrid ha marcardo allí. Y eso, teniendo en cuenta el salto de categoría, es una noticia magnífica.
La segunda mitad no cambió demasiado el panorama. El Racing intentó estirarse, pero lo hizo sin tener ocasiones claras de gol, sólo gozó de dos, una que acabó con un disparo muy alejado de la portería de Bravo y otra en la que la salida del chileno abortó la jugada sin disparo. La Real, en cambio, siguió sumando oportunidades y dejando claro que este partido era para haber ganado por más de un gol de diferencia. Xabi Prieto tomó el mando del centro del campo y puso además un par de goles. En uno de ellos, Toño realizó una de las mejores paradas que se han visto de un portero visitante en Anoeta en mucho tiempo, rechazando un disparo a bocajarro de Griezmann. En otra vuelta de tuerca inverosímil, Álvarez Izquierdo le sacó la segunda tarjeta amarilla a Kennedy pero no le expulsó. Kennedy había rechazado con la cabeza un despeje de la zaga realista, y el colegiado convirtió la jugada en mano. Él sabrá los motivos, pero al final la tarjeta se la cambió a Colsa. La Real tendrá que seguir esperando para jugar contra diez jugadores, y motivos ha habido más que de sobra en más de una de estas diez primeras jornadas de Liga. Como también para lanzar un penalti, algo que todavía no se ha producido. Hoy Griezmann ha sufrido uno, Zurutuza otro. No se pitaron. Cosas del fútbol, cosas de los partidos de la Real.
Al final el sufrimiento vino más de lo corto del marcador, y mira que la Real sabe moverse en esos escenarios, que de los méritos que el Racing dispuso sobre el césped. Los cambios de Lasarte contribuyeron a estabilizar el centro del campo. Zurutuza fue el primero en salir para dar entrada a Elustondo, y Aranburu adelantó su posición. Griezmann, excepcional trabajo el suyo, dejó su puesto a Sarpong, quien ha empezado a demostrar que sabe de la importancia del trabajo táctico para ganarse un puesto en este equipo, aunque esta vez no sacara de la chistera otra intervención decisiva como en sus anteriores apariciones (su disparo, tras una buena jugada, se marchó junto al palo). Y el tercer cambio fue el más sorprendente, pero una demostración más de que la gestión del vestuario es esencial para Lasarte. Se marchó Aranburu y entró Dani Estrada, debutando así en Liga, para ocupar el extremo derecho, permitiendo que Xabi Prieto llevara toda su influencia en el control del partido a zonas más centradas. Buenos cambios, buen rendimiento de todos. Quizá lo más flojo de la Real estuviera en De la Bella, quien no se animó a subir a pesar de no estar nada exigido en defensa.
Que nadie se engañe por el marcador o por la infravaloración que solemos hacer de los nuestros, la Real mereció ganar claramente el partido, de la misma forma que se ganó con su magnífico trabajo los triunfos ante Villarreal, Espanyol y Deportivo. También los cuatro puntos que ha sacado fuera de casa. Los 16 que suma en su casillero. Con el Espanyol ganando su partido a esta hora de la noche, la Real se coloca en la sexta posición de la tabla. En puesto europeo. Y no es momento ni de hablar ni de cambiar objetivos, porque lo que mejor le ha venido a este equipo desde hace mucho tiempo es pensar el próximo partido y nada más. Perdiendo el próximo no hay que ver las cosas mal, como tampoco hay que excederse después de tres victorias consecutivas. Pero lo que sí se puede decir es que esta Real es mucha Real. Que tiene equipo de sobra para competir en Primera División . Ojo, que hoy había muchos lesionados y, con tres cambios en el once inicial (Ansotegi, Markel y Elustondo han salido, dos por lesión) la respuesta ha sido igualmente buena. Y que la comunión con Anoeta y con su gente se ha prolongado desde los meses del ascenso hasta este regreso a la Primera División. Buena Real y justa victoria. Ahora a por la Copa.
2 comentarios:
Estoy de acuerdo en que el objetivo de los recién ascendidos es mantener la categoría,pero desde luego no es igual pelear por la permanencia desde arriba que hacerlo desde abajo,siempre en puestos de descenso.
No sé si la Real puede aspirar a Europa,en la segunda vuelta se verá mejor porque en la Liga ultimamente hay 8 equipos peleando por meterse en la Uefa,pero no creo que tenga problemas para seguir en Primera.
Que bien sienta aunque solo sea una semana estar por encima de los vecinos, el equipo sabe como jugar en casa, los resultados y juegos son buenos, ¿brillantes? lo importante es ganar y el equipo lo hace.
Todos estos puntos nos vienen de maravilla, empezar mal hubiera generado muchos nervios en el ambiente.
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