No hay margen para más. La Real juega una final (sábado, 18.30 horas, Anoeta, ETB-1; los de fuera seguiremos buscándonos la vida para seguir al equipo, y lo haremos por mucho que nadie mueva un dedo por nosotros). Si la gana, le quedarán otras nueve finales. Pero si la pierde, será muy complicado mantener viva la llama de la esperanza por mucho que las matemáticas nos acompañen (aunque no parece la jornada más propicia para que pinchen otros equipos). En virtud del acertado discurso de Lillo de ir partido a partido, no queda más remedio que ver el encuentro contra el Tenerife como la final. No como una final, sino como la final. Por la distancia que separa al equipo txuri urdin de los puestos de ascenso, por la entidad del rival que visita Anoeta (segundo en la tabla y con una impresionante racha sin perder), porque entramos en las diez últimas y decisivas jornadas del campeonato y porque dos empates seguidos obligan a conseguir la victoria para seguir vivos. Hay que ganar la final.
Para este encuentro, Lillo cuenta con 18 jugadores de la primera plantilla. Mikel González causa baja por la expulsión que sufrió en Ipurúa, y se une a los lesionados Sergio, Elustondo y Díaz de Cerio. Estas cuatro bajas obran el milagro de devolver a Dramé a una convocatoria. Labaka ha sido duda durante la semana, lo que unido a que Mikel González no está en la lista, hace que Dramé tenga alguna remota opción de jugar. Muy remota, eso sí. El defensa Esnaola, del Sanse, entrenó con el primer equipo durante la semana, pero finalmente Lillo optó por no tirar del filial para completar la convocatoria. En su comparecencia semanal ante los medios, el técnico no aclaró con qué sistema jugará el equipo. Quizá por la entidad del rival, la apuesta más lógica sea la defensa de cuatro, con Labaka y Ansotegi por el centro, Castillo en la izquierda y Gerardo o Carlos Martínez en la derecha.
Diego Rivas y Markel, como casi siempre, se disputan el puesto de acompañante por el centro de Mikel Aranburu. Y si en lo anterior hay dudas, de aquí en adelante es casi una heroicidad averiguar los planes de Lillo. Durante la semana ha ensayado diversas variantes. Jugar con Abreu y Necati en punta, por primera vez juntos de salida, o formar una línea de tres por detrás de un único delantero (en la que sólo sería seguro el nombre de Xabi Prieto; podrían tener cabida en ella Marcos, Moha, Agirretxe o incluso un Estrada que parece haber recuperado algo de protagonista en las últimas semanas) parecen las dos opciones principales que tiene el técnico. Pero, como siempre, habrá que esperar para conocer sus planes. En cualquier caso, Abreu tiene una buena oportunidad de responder a las críticas que ha escuchado durante la semana por no anotar el gol decisivo en Eibar (pronto se han olvidado los elogios por los seis goles que lleva) y Necati una ocasión más de anotar su primer gol.
Es la final. Perder ante el Tenerife supondría ver cómo el segundo clasificado se escapa en doce puntos y que el líder pudiera irse en trece y el tercero en nueve, además de no tener ganado el average ya con tres de los cinco primeros clasificados (lo que restaría opciones de subir en casos de empate), a la espera del partido ante el Rayo. Por contra, la victoria supondría muchas cosas positivas. No serviría para adelantar puesto alguno en la clasificación, puesto que el rival más cercano, el Zaragoza, está a cinco puntos. Pero sí para prolongar una racha de siete partidos sin perder (17 puntos de 21 posibles), pondría el average particular con el Tenerife del lado realista y podría dejar los puestos de ascenso a tres o cuatro puntos, en función de lo que hagan Rayo (recibe a un Celta necesitado de puntos), Hércules (juega en casa con un Girona que no parece ya jugarse mucho) y Zaragoza (recibe al Nastic, también lejos de la zona de peligro). Incluso con la victoria de estos tres equipos, la jornada sería buena sólo con la derrota del Tenerife, que se quedaría seis puntos arriba y con un calendario muy duro por delante.
No es el Tenerife uno de los mejores rivales para la Real en sus encuentros en San Sebastián. De un total de 14, el conjunto txuri urdin sólo ha podido ganar la mitad. Tres acabaron en empate y los cuatro restantes con la victoria del equipo tinerfeño. En Segunda División se han cruzado los caminos de ambas escuadras en sólo dos ocasiones, y la buena noticia es que la Real no perdió en ninguna de las dos, un empate (en la 66-67, la temporada del ascenso de Puertollano) y una victoria (la de la pasada campaña). En Primera, los realistas no fueron capaces de lograr el triunfo en los últimos tres enfrentamientos. Sin embargo, la Historia también ha dejado grandes tardes, como el 5-2 de la temporada 94-95 en la que Kodro anotó cuatro tantos o el 3-1 de la 92-93, el último partido oficial que se jugó en el viejo Atotxa, en el que Oceano anotó dos goles, incluyendo el último tanto que vieron los muros de aquel entrañable e inolvidable campo.
La pasada temporada, la Real consiguió una muy trabajada victoria ante el Tenerife por 2-1. El equipo, todavía entrenado por Chris Coleman, vio cómo se adelantaba el cuadro isleño gracias a un corner ensayado que pilló despistada a la defensa realista. En una de las últimas jugadas del primer tiempo, fue expulsado el meta visitante, Juan Pablo, por una clara entrada sobre Delibasic cuando éste encaraba la portería. A pesar de ir perdiendo, el propio Delibasic se fue al banquillo para meter a un centrocampista más. Y cuando esa decisión parecía que iba a dar al traste con las opciones de la Real, Elustondo anotó un gran gol llegando desde atrás. Quedaba media hora para el final. Y a sólo siete minutos del pitido del árbitro, Díaz de Cerio anotó de cabeza un gol de pillo, aprovechando una horrible salida de Blanco. Pese a la merecida victoria, el juego de la Real fue muy malo.
En el encuentro de la primera vuelta, la Real se vio claramente superada por el Tenerife, pero consiguió arrancar un punto muy valioso en el último suspiro, en un tramo en el que tantos puntos se le han escapado esta temporada. En los minutos minutos, curiosamente, en los que estuvo a punto de perder el punto que tanto había peleado. El Tenerife controló el partido sin problemas, tuvo grandes ocasiones de peligro y se hizo merecedor de la victoria. Pero el gol llegó cuando ya nadie lo esperaba, en el minuto 86. Y en la última jugada del partido, un corner botado por Gerardo, Labaka anotó el empate de cabeza. Empate injusto, pero empate al fin y al cabo. La Real tocaba fondo en la clasificación con una nefasta racha de un triunfo en nueve jornadas. Pero conseguía también un empate que ahora, si se vence al Tenerife en Anoeta, cobra una importancia vital. A por ellos.
4 comentarios:
Por una vez desde hace mucho tiempo, voy a porder ver un partido en mi sillón y en mi tele. La Tv Canaria da el partido mañana.
La cosa harto complicada pero en momentos difíciles es cuando más fuerzas hay que sacar. Esperemos otra rachita de victorias a partir del partido de mañana.
Aupa
sillon ,tele !!! impresionante.
Hoy es el dia clave . ganar ganar y ganar lamentablemente no queda otra opción ,y lo vamos a conseguir .
Estamos preparando una comida para los aficionados de la real que asistan al partido salamanca -real el 24/05/2009, quedara poco para terminar y haber si con suerte celebramos el ascenso.
un saludo
ibai
Es el único partido de la segunda vuelta que voy a poder ver de la Real, contra el Salamanca. Ya irás poniendo que hay que hacer para unirse a esa comida,si es posible ir claro.
Ibai, ya sabes que estaré encantado de dar detalles sobre esa comida o de que nos los cuentes a través de los comentarios. Y espero poder acudir, claro.
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