sábado, marzo 28, 2009

CASTELLÓN 0 - REAL SOCIEDAD 3 Doce de doce y mirando hacia arriba

Doce de doce y la ilusión en alza. Qué pocos éramos los que hace un mes todavía teníamos fe en que el ascenso de la Real era posible, y ahora somos muchos más gracias a las cuatro victorias consecutivas que han conseguido los de Lillo. Y enfatizo esa forma de referirme al conjunto txuri urdin, los de Lillo, porque en esta racha ha sido igualmente importante la labor del técnico y la de todos los jugadores. Hoy la Real ha dado un golpe sobre la mesa, el cuarto consecutivo, y se ha metido ya de lleno en la lucha por el ascenso. Estamos en el vagón de cola, sí, pero montados en el tren. El mismo tren que algunos vieron perdido hace un mes. La Real ha demostrado que el fútbol es cuestión de fe. Se subirá o no se subirá, sigo convencido de que se logrará, pero eso se decidirá dentro de algo más de dos meses, no en febrero o en marzo. Y hoy la Real ha recuperado plenamente todas las opciones de regresar a la Primera División.

Lo ha hecho, además, de una forma sorprendente. Sobre todo por la alineación de Lillo, que seguramente nadie habrá sido capaz de adivinar antes del partido, a pesar de que el sistema escogido es similar al que se utilizó, por ejemplo, en el partido de Copa ante el Zaragoza. Con su elección de hoy, el técnico ha acabado con los debates que nos llenan en los días previos a los partidos. Se hablaba de la titularidad de Necati o de Agirretxe y no ha jugado ninguno de los dos. En ataque se han alternado Xabi Prieto y Marcos, con Sergio y Moha por detrás y con Diego Rivas y Aranburu como pivotes. En la defensa también ha habido novedades. Además del esperado regreso de Castillo (no en vano por su banda debía entrar Arana, que ya ha puesto en problemas a la Real en ocasioens anteriores), Lillo colocó a Carlos Martínez en el lateral derecho y a Ansotegi y Mikel González en el centro.

¿Salió bien la apuesta por un sistema diferente y sin delanteros? Sin duda, no hay más que ver el resultado conseguido en un campo muy complicado, aunque también hay que ponerle algunos matices. La Real ha entrado de maravilla en el partido y ha marcado pronto. Un golazo, por cierto. Precioso pase de Sergio a la espalda del lateral izquierdo, magnífica entrada desde atrás de Carlos Martínez, y preciso pase para que Xabi Prieto marcara el 0-1. El Castellón estaba descolocado y desaborlado, probablemente por el cambio de sistema del técnico realista (aunque esto sólo lo saben los jugadores y el entrenador del Castellón). Pudo marcar otra vez Xabi y también Marcos. Pero entre tanto Zubikarai realizó un paradón que mantuvo a la Real con ventaja. Quizá la mejor parada de la temporada. La mano con la que respondió a un disparo a bocajarro desde la frontal del área pequeña fue sencillamente antológica.

Esa parada abrió el partido, el Castellón vio que podía hacer daño y dentro del área si es cierto que los locales daban sensación de peligro. No por fútbol, porque el trabajo en el centro del campo y la presión de todo el equipo estaba siendo magnífica. Pero poco a poco la Real fue perdiendo el balón y, por muchas críticas que haya tenido que escuchar este equipo a lo largo de la temporada, cuando sufre es cuando no cuenta con la posesión del esférico. Pero, en realidad, hoy no ha habido tanto sufrimiento. ¿Cuántas paradas ha tenido que hacer Zubikarai? Sólo la de la primera mitad. El Castellón, que se queda cuatro puntos por detrás de la Real, sí ha llegado con cierta facilidad al área realista, pero no ha conseguido generar ocasiones de gol claras. Mikel González y Ansotegi se hartaron a despejar balones. Carlos Martínez hizo un partido modélico y Castillo, que sufrió en la primera parte, acabó crecido. Como todo el equipo.

Aunque el Castellón siguió luchando casi hasta el final, el partido acabó en realidad con el 0-2. Un auténtico golazo de Agirretxe, un chaval al que tenemos que cuidar porque es una perla. Castillo se internó fenomenal por su banda, pero lanzó un centro que se quedó atrás, obligando al delantero realista a rematar con un escorzo casi imposible. El tercero, un gol con tanta clase como fe, fue un justo premio a la superioridad realista y al magnífico estado de forma de Marcos. Pudo llegar alguno más, pero la Real tampoco lo buscó con tanto ahínco, en el convencimiento de que lo más importante era dejar la portería a cero (que, por cierto, es la decimoquinta ocasión que lo consigue esta temporada; esos números son impresionantes) y acabar con el partido cuanto antes. Los cambios de Lillo también apostaron por dar el encuentro por muerto y Necati, que podría haber tenido espacios para marcar su primer gol, se quedó sin jugar un solo minuto. Eso es quizá el único pesar que puede dejar este partido.

Lo de hoy demuestra que la Real tiene plantilla. Corta pero importante. No ha jugado Bravo, y Zubikarai ha sido vital para no encajar un gol. No ha jugado Abreu y el equipo ha marcado tres goles, además de tres jugadores diferentes. No ha salido ningún delantero en el once inicial, y el resultado es el más abultado que ha conseguido el equipo fuera de casa. Seguro que había algunos pensando ya en cómo atacar a Lillo si las cosas no hubieran salido bien, y eso debe reafirmar al técnico. No ha jugado uno de los fijos de Lillo, Gerardo, y ha entrado Carlos Martínez para responder con un partidazo. Moha, que parecía no tener opciones de ser titular pero lo ha sido, ha entrado bien en el partido y ha dejado buenos detalles. Es cierto, como dijo Lillo tras el partido, que a la Real le ha faltado balón durante algunos tramos del partido, pero hoy la victoria sólo podía caer del lado txuri urdin (hoy otra vez con la camiseta verde y amarilla, que ya ha roto para siempre cualquier gafe que se pudiera pensar que tenía). Hoy ha sido la victoria de la Real. De toda la Real y de todos los que somos la Real, también y sobre todo de las decenas de aficionados que han poblado las gradas de Castalia.

Cuatro victorias consecutivas son la mejor prueba de que todo es posible en el fútbol. Hace un mes no se perdieron las opciones de subir y, obviamente, ahora no se puede decir que se haya conseguido nada. Pero la inyección de moral es impresionante. La Real ha vuelto al grupo de cabeza. La victoria del Zaragoza ante el Xerez imposibilita ascender posiciones en la tabla, y seguimos sextos, pero estamos más cerca. El equipo duerme a tres puntos del ascenso, la distancia que separa a la Real del Zaragoza, a la espera de lo que hagan mañana Tenerife y Hércules. Pero estamos a seis puntos del liderato (pueden ser siete si los tinerfeños vencen en la isla al Córdoba). La lucha se ha apretado muchísimo y la Real está en ella. Pero queda muchísimo. Quedan doce partidos. Todo un mundo. Pero un mundo que el 21 de junio puede ser nuestro. Ahora el objetivo es lograr la quinta victoria consecutiva, que serviría para igualar la racha de la temporada 2003-2004, de aquella Real de Champions. Y a partir de ahí, los sueños estarán más cerca que nunca.

1 comentario:

Sentimiento Perico dijo...

Buena racha la que ha cogido la Real, pero esta Segunda División es impredecible. Suerte.
Saludos.
http://sentimientoperico.blogspot.com